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Capítulo X: Más Problemas

El día estaba apenas comenzando cuando en Namimori uno de los aviones que venía de Italia finalmente aterrizaba, las personas que bajaban del avión no eran nada interesantes, claro si no se tomaba en cuenta a una chica de hermoso pelo rosa y a una pequeña persona que iba con un traje de estampado de vaca.

Por otro lado en la residencia Sawada se podían escuchar explosiones desde muy entrada la mañana, explosiones que se causaban cada vez que la joven Vongola contestaba mal una pregunta de su espartano tutor.


-¿Quién demonios te hace explotar por contestar mal? - La castaña vio con temor a su tutor pues este acababa de activarle una bomba en la cara

-Yo - El hitman vio con diversión a la chica mientras le mostraba a León convertido en arma - Es mi método de enseñanza Dame-Tsuna así que no te quejes

-Vaya - La joven volteo hacia la ventana percatándose de una pequeña presencia que los veía fijamente - Oye Reborn, ¿Conoces a ese bebe?

-No - El azabache siguió leyendo sus preguntas ignorando totalmente al pequeño que su alumna le señalaba con sorpresa

-Reborn, la hora de tu muerte ha... - Antes de poder terminar de hablar la rama donde estaba se rompió causando que cayera al piso - No debo... llorar

-¡Santo cielo! - Tsuna se levantó de su lugar dispuesta a salir a ver si el pequeño niño se encontraba bien luego de aquella caída

-Tsuna, concéntrate en la siguiente pregunta - Por primera vez el de patillas desvió su mirada del libro para ver con seriedad a su alumna

-Espera un poco Reborn, ese pequeño puede estar herido - En aquel momento la de ojos chocolate no reaccionó como normalmente haría, su preocupación por el pequeño era más grande que su supervivencia.

La castaña salió de su cuarto y bajo rápidamente las escaleras, cuando estuvo en la puerta de su casa la abrió con velocidad y se dirigió hacia donde estaba la pequeña vaquita aun llorando, aunque no fuese una especialista en niños Tsuna siempre había transmitido esa aura maternal que calmaba a todos en un mal momento, justo como aquel.

-Hola pequeño, ¿Cómo te llamas? ¿Te has lastimado mucho? - La castaña se arrodillo viendo con miedo al pequeño que se estaba levantando luego de la caída

-Yo... soy Lambo de la familia Bovino - El de afro no paraba de hipar por el llanto que estaba conteniendo - Y soy quien matara a Reborn, me gustan los dulces de uva, las bolas de pulpo, las pastillas de goma y las paletas de caramelo

-Hola Lambo - La chica tomo en sus brazos al de ojos esmeralda y le sonrió de manera maternal - Yo soy Tsuna Sawada, es un placer conocerte

-Dame-Tsuna, vuelve adentro, aún tenemos que estudiar - La voz del azabache alerto a ambos presentes pues se escuchaba más seria de lo normal

-Pero Reborn - La de ojos chocolate vio con una mezcla de seriedad, molestia y preocupación a su tutor - No ves que tengo que curarle primero, quien sabe cuánto daño se ha hecho

-No me retes y entra ahora - El hitman disparó su arma haciendo que la bala pasara rozando la cara de su alumna

-¡Hii! Bien, ya voy - Tsuna se levantó con velocidad tratando de evitar que aquel loco le volviera a disparar pues no quería que lastimara al pequeño en sus brazos

-Deja a este asesino aquí afuera, no merece entrar - Aun cuando él bebe le hablaba a la castaña su mirada estaba fija en el pequeño que estaba en sus brazos

-Reborn, es muy joven para quedarse aquí afuera - La joven candidata apego un poco más a la pequeña criatura que llevaba en brazos - Además si ha venido a matarte significa que es tu responsabilidad, y ya que estas quedándote en mi casa el también puede hacerlo


Una batalla de miradas se originó en aquel sitio y aunque Tsuna tenía un terror palpable no iba a dejar a la pobre vaquita a su suerte, no tenía la culpa de tener que lidiar con Reborn y mucho menos de estar obligado a matarlo.

Luego de un rato Nana apareció viendo a las tres personas que estaban en la entrada de su casa y sonrió con nostalgia y felicidad al ver a su hija de aquella forma, no solo ahora tenía más amigos sino que aquella actitud suya tan retadora y poco temerosa también estaba volviendo, cosa que le alegraba en el fondo de su corazón.


-El desayuno está listo - La mayor de las mujeres apareció mientras sonreía con felicidad - Tsu-kun tienes que ir a arreglarte para la escuela o llegaras tarde

-Ya vamos mama - Sin decir más la chica entro con el otro pequeño en brazos ignorando seriamente la mirada de muerte de su tutor, en cuanto estuvo dentro subió rápidamente a su cuarto y dejo al menor en la cama - Bien pequeño debo arreglarme así que quédate aquí y no te muevas ¿Si?


En cuanto el pequeño del afro asintió la de ojos chocolate se retiró a darse una ducha y a cambiarse por su uniforme de siempre, aunque cuando estaba terminando tuvo un mal presentimiento y este pronto fue confirmado al escuchar un pequeño grito proveniente de su cuarto.


-Reborn, Lambo ¿Que ha...? - La voz de la castaña se cortó al ver a ambos niños en una posición un tanto... ¿Extraña? ¿Podía llamarle así?


Claro que la joven no pensaba llamar comprometedora a aquella imagen, pues se veía que el de traje de vaca era demasiado inocente para su propio bien, aunque no podía decir lo mismo de su tutor, que parecía tener una larga lista de experiencia.

Por lo que Tsuna no sabía si decir que el ver a Reborn sobre Lambo era un accidente o era algo ya planificado por el hitman, pero ver como estaba viendo fijamente al otro y ver al del afro tan asustado le dejaba en claro que ese era el propósito de su tutor.


-¡Reborn! Deja a Lambo en paz - La castaña trato de acercarse hacia ambos chicos pero un disparo le interrumpió el camino

-Vete ya Dame-Tsuna - El azabache volteo a ver a su alumna con seriedad y molestia - Esta vaca y yo tenemos una discusión pendiente


La frialdad que se escuchaba en la voz del demonio, es decir de Reborn hizo que la chica retrocediera lentamente hasta que pudiera bajar las gradas y poder despedirse de su madre mientras que tomaba algo para comer de camino a la escuela, podía ser una suicida pero sabía hasta qué punto tomar riesgos de muerte.

Mientras se iba su mente se quedó analizando todo lo sucedido esa mañana, como es que se veía tan acostumbrada a ello si unos meses atrás ella podía jurar tener la vida más monótona del mundo, ¿Cómo había cambiado todo tan rápido?

Su respuesta tenía una sola palabra: Reborn

No tardó mucho en llegar a su clase y ver que tanto Gokudera como Yamamoto estaban discutiendo por algún motivo que Tsuna cuestionaba querer saber, pero aquella discusión fue detenida ante su aparición.


-Buenos días Juudaime - El peliplata saludo con su típica emoción mientras veía a la castaña, olvidándose de la pelea recién formada con el otro

-Hola Tsuna - El moreno alzo la mano para saludar con una sonrisa en el rostro a la recién llegada mientras veía de reojo al de ojos esmeralda

-Yamamoto-kun, Gokudera-kun, buenos días - La joven sonrió contenta mientras veía a sus amigos, aunque su mente también rondaba en los comentarios que escuchaba a su alrededor

-Tsuna - El azabache se detuvo mientras veía con duda a su compañera

-¿Si? - La castaña observo la indecisión en la mirada de sus amigos por lo que se preocupo

-¿Por qué tienes a un niño en tu espalda? - Gokudera señalo la espalda de su supuesta jefa

-¿Que? - Tsuna se movió notando un traje con estampado de vaca y un afro que no tardo en reconocer - Lambo ¿Qué haces aquí?

- Yo... - La voz del chico se perdió entre todos los murmullos que se escuchaban en los pasillos, murmullos en los que Tsuna logro entender algo "Hibari-san está aquí"

-Tú - La voz del azabache se escuchó haciendo que todos dirigieran su vista hacia quien le llamaba, que era nada más y nada menos que la castaña - ¿Que hace ese niño aquí?

-¡No le hables así a Tsuna-nee! - La pequeña vaquita se movió molesta mientras trataba de sacar algo de su cabello, pero fue detenida ante el abrazo de la mayor

-Me lo llevare de inmediato, disculpe la molestia Hibari-san - La chica ni lenta ni perezosa salió corriendo hacia el patio secundario de la academia, no quería ver a Hibari y mucho menos que quisiera castigarla como la otra vez


En cuanto estuvo fuera de las instalaciones Tsuna alejo a Lambo de ella pero no funciono pues este pronto volvió a abrazarla como si su vida dependiese de ello, lo cual preocupo a la chica pues temía que Reborn le hubiera hecho algo en lo que los dejo solos.


-Tranquilo Lambo, ya paso - La mayor comenzó a acariciar el afro del menor mientras trataba de calmarle - Estas a salvo conmigo ¿Si?

-Yo... no quiero estar cerca de el - El joven asesino comenzó a mostrar lágrimas en sus ojos mas no las dejaba caer - El lastima demasiado a Lambo-sama y luego yo no puedo llorar cómodamente, porque un asesino no llora

-¿Te refieres a Reborn? - La castaña solo suspiro al ver el asentimiento del joven asesino - Calma Lambo, no dejare que te haga daño ¿Si?

-Gracias Tsuna-nee - Quien portaba una mirada esmeralda sonrió abrazando a su hermana adoptiva - Los Bovino habían dicho que el Décimo Vongola de seguro sería un tonto, pero se nota que no es así, Tsuna-nee es increíble

-Jajá, gracias Lambo - Tsuna se quedó un momento en silencio dándose cuenta de que algo no le cuadraba en aquel momento - Dime ¿Cómo te diste cuenta de que era chica? Quiero decir, usualmente es fácil confundirme con un chico

-Una asesina que finge ser chico puede reconocer a otras que también se visten como chico - La joven vaquita sonrió como si acabara de decirle a alguien una travesura solo para volverla su cómplice

-Ya veo - La de ojos chocolate asintió mientras su cerebro trataba de entender la situación - Espera ¿Eres una chica?

-Así es - La joven asesina sonrió con diversión al ver la mirada de sorpresa que la otra mostraba - ¿Que ya no me quieres solo por ser una chica? - Aun cuando no lo había mostrado también tenía miedo de ser rechazada pues su familia la había negado como sucesora por el hecho de no haber nacido como chico

-Claro que no, no te preocupes, seas chico o chica yo te protegeré Lambo - La mayor le tomo en brazos mientras la abrazaba para tratar de calmarla, pues había notado que sus ojos comenzaban a tornarse llorosos - Es una promesa

-¡Tsuna-nee! -La azabache no hizo más que abrazar con fuerza a su hermana mientras trataba de no llorar, se sentía feliz pues esa chica era la misma que en el futuro la recibía con una sonrisa llena de amor y preocupación

-Juudaime, las clases ya van a iniciar - Aun cuando al chico no le parecía justo acabar esa escena se recordó a si mismo que debía preocuparse por ayudar a su líder a ser una mejor persona, por lo que tenía que hacer que fuera a clases

-Cierto - La castaña volteo a ver a su amigo con preocupación antes de ver otra vez a la niña en sus brazos - Diablos, necesito encontrar un lugar para que te cuiden Lambo - La chica soltó un suspiro mientras a su mente venia el único lugar donde sabía que alguien podría defender a su hermana - Creo que me preparare para morir

-¿Juudaime? - El de ojos esmeralda vio con duda como la chica comenzaba a murmurar cosas sobre castigos y mordeduras hasta la muerte - ¡Juudaime! - El cuerpo de la Vongola dio un saltito mientras volteaba a ver al peliplata

-Gokudera, ve a clases, iré ahí en un momento - Tsuna poso una de sus manos en el hombro de su autodenominada mano derecha y se alejó mientras le rogaba a todos los dioses que conocía que la protegieran de una muerte segura


Tsuna camino cargando a la pequeña niña en sus brazos, aun cuando estaba confundida por muchas cosas que decía o hacia prefería preguntárselas luego, ahora tenía que ingeniárselas para pedirle perdón a alguien y luego pedirle un favor.

En cuanto vio en alto el nombre del salón del Comité de Disciplina la joven no pudo evitar entrar en pánico, aun así trato de no pensar en eso y centrarse en lo importante que era, para ella, el que cuidaran a Lambo, en cuanto toco la puerta un azabache muy conocido para ella apareció.


-Kusakabe-san - La joven candidata sonrió al notar que la vida se había compadecido de ella para que no fuese el perfecto quien le abriera

-Buenos días Sawada-san - El mayor vio con calma a la menor hasta que noto los nervios de la misma, como si rogara no rogarse con alguien - ¿No debería estar en clases?

-Sí, pero venía a pedirle un favor a usted y a Hibari-san - La chica toco ligeramente su nuca con la mano libre mientras abrazaba más a la pequeña asesina

-Kyo-san en este momento está dando sus rondas - El azabache noto como la castaña abrazaba a la niña que llevaba consigo casi como si quisiera quitarse el temor - Pero dígame ¿En qué podemos ayudarle?

-Necesito que cuiden a mi hermanita hasta que se acaben las clases - Tsuna vio con pena al segundo líder del comité pues sabía que él no podía aceptar si Hibari no estaba

-Sawada-san, usted sabe cómo es Kyo-san con los niños y... - Kusakabe desvió la mirada mirando hacia el interior de la habitación como esperando algo

-Lo sé, pero estoy desesperada Kusakabe-san y ustedes son mi única salvación - La Vongola observo como el chico se tensaba y suspiro - Además yo hablare directamente con Hibari-san sobre Lambo después, pero por favor, cuídenla hasta entonces

-... - El mayor mantuvo su mirada fija en la habitación hasta que después volvió a ver a la chica - Bien, a Kyo-san no le hará gracia pero haremos lo posible

-Gracias Kusakabe-san - La castaña sonrió y luego bajo a la menor para poder hablar con ella - Lambo-chan, te pido te portes bien ¿Si? Vendré por ti en unas horas

-Está bien Tsuna-nee, solo porque tú lo pides - La pequeña asintió mientras le daba un último abrazo a su hermana y luego iba dentro del cuarto donde la habían dejado


Con aquello hecho la castaña corrió hacia su clase, para no llegar aún mas tarde de lo que ya iba a llegar, solo esperaba no terminarse arrepintiendo de dejar a la pequeña del afro con el demonio de la disciplina.

En cuanto fue el descanso para comer Tsuna se adelantó a la sala del comité para ver cómo estaba Lambo y para hablar cara a cara con Hibari-san, solo esperaba que ninguno de los dos estuviera en problemas por culpa del otro o ella sería la que saliera mal parada de aquella situación, en cuanto llego a la sala toco la puerta y espero la autorización para entrar.


-Adelante - Una voz fuerte y potente se escuchó a través de la puerta, voz que sin dudas era reconocida por todos los alumnos de aquel lugar

-Permiso - El cuerpo de la castaña comenzó a temblar al darse cuenta de la presencia del presidente del consejo, sin embargo trato de calmarse - Buen día Hibari-san

-Veo que tienes agallas para aparecer aquí luego de haber traído a este pequeño engendro del mal - El azabache miro molesto a la pequeña que tenía frente a el

-¡El único engendro aquí eres tú! - La joven asesina se levantó de un salto viendo con total desprecio al chico que estaba sentado frente a ella

-Lamento eso Hibari-san pero yo... - La castaña trato de hablar para calmar a los dos presentes pero sintió la mirada penetrante del mayor por lo que callo al instante

-No solo esta niña me insulto frente a todos los alumnos, tu tuviste la osadía de traerle aquí luego de eso y dejar a mi comité cuidándola como si esto fuese una guardería - La mirada del azabache era demasiado penetrante para el bien de la joven - Debería morderte hasta la muerte

-... - "Oh no, ese debería no me gusta en lo más mínimo" El pensamiento de Tsuna se reflejó en su rostro cuando sus ojos se agrandaron un poco más de lo normal - Pero...

-No lo hare - La mirada plateada del mayor brillo de manera que se notaba la diversión en sus palabras - Es más tengo un castigo diferente para ti esta vez

-Deténgase ahí Hibari-san - La joven Vongola entro en pánico cuando el mayor se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia ella para dejarle de nuevo contra la pared - ¡No se acerque más! - En cuanto dijo aquello noto como la pequeña niña se puso en medio de ambos

-Aléjate de Tsuna-nee, pervertido - La pequeña asesina miraba con molestia al único hombre presente - Eres igual o peor que Reborn

-Hablaremos de tu castigo en otro momento Sawada - El chico se alejó mientras observaba molesto a la niña - Por ahora la niña se quedara aquí, pero ten en cuenta que no será gratis

-Lo sé, Hibari-san - La castaña asintió entendiendo totalmente a lo que se refería el perfecto - Gracias por cuidarla, con permiso


En cuanto la castaña salió de aquel lugar fue directamente a la azotea para comer con sus amigos, aunque para su desgracia su almuerzo había sido cambiado por una comida envenenada creada por una chica que Gokudera reconoció como su hermana.


-¿Qué haces aquí Bianchi? - El tutor espartano veía con seriedad a la chica que tenía frente a él mientras que la castaña y el moreno se encargaban de ver al peliplata que se veía fatal

-He venido para llevarte de vuelta a Italia Reborn - La chica de ojos esmeralda vio con devoción al hitman - Como tu amiga es mi deber hacer lo que creo será mejor para ti

-Bianchi, estoy siendo el tutor de Dame-Tsuna - Él bebe desvió su mirada hacia la joven que parecía no enterarse de lo que hablaba con la italiana - No me iré sin haber terminado de entrenarla

-Ya veo - La pelirosa vio fijamente a la chica que estaba más preocupada por su hermano que por su presencia, cosa que le agrado - Siendo así no te preocupes Reborn, te ayudare a que veas las debilidades de esta chica para hacerla más fuerte

-¿Que? - La castaña por primera vez presto atención a lo que decía la chica, sin embargo esta solo se dio la vuelta y se fue de lo más tranquila mientras juraba encontrar sus debilidades


Cuando aquella presentación acabo Tsuna se quedó de piedra, no solo ahora era perseguida por una cocinera experta en venenos, también tenía una nueva hermana que cuidar, tendría que enfrentarse al castigo del perfecto de la disciplina y para colmo su amigo parecía haber terminado con un dolor grave en el estómago, su suerte ese día estaba fatal.

E iba a empeorar aún más.

En cuanto les dijeron que las chicas tendrían una clase de cocina la de ojos chocolate entro en pánico, no porque no le gustara la idea pues amaba cocinar, pero el darle luego lo que cocinaron a uno de sus compañeros fue lo que la hizo entrar en un estado de rechazo total, ya suficientes problemas tenía con sus compañeras como para agregar otro más.

Aun así acepto tomar la clase y cocinar un pastel para alguno de sus compañeros, mientras lo iba haciendo sus pensamientos se desviaron a varias cosas, a Gokudera y a Bianchi su hermana experta en comida envenenada, Reborn y su extraña relación con Lambo y finalmente su mente termino en cierto azabache de ojos plata que le hacían sentir demasiadas cosas al mismo tiempo, miedo y devoción eran un ejemplo muy claro de ello. Sin darse cuenta la chica había estado trabajando en el pastel sin ver que hacia realmente, aunque eso siempre le pasaba al cocinar por lo que ya no se sorprendía.

Para cuando la clase termino la mayoría de chicas tenia lista la porción de pastel que le daría al alguno de los chicos, claro Tsuna había estado tan metida en sus pensamientos que había hecho un pastel más grande de lo pedido y debía quedarse esperando, cosa que agradeció pues no quería darle su pastel a ninguno de los chicos y aprovechando que era el último periodo de clase podría irse sin dárselo a nadie.

En el momento en el que la castaña finalmente había terminado su pastel sintió como alguien entraba a la cocina y no era nada más y nada menos que Kusakabe junto al resto del comité, los chicos la vieron con duda mientras ella esperaba a ver la aparición del líder azabache, cosa que no pasó desapercibida para nadie.


-Sawada-san, Kyo-san se quedó en la sala del consejo junto a su hermana - Kusakabe observo como la mirada de la chica perdía un poco de su brillo antes de sonreír como si nada

-Ya veo - La chica que inconscientemente se había decepcionado por la ausencia del mayor sonrió con diversión y pena al pensar en el cuidando a la pequeña asesina - Supongo que realmente deberé retribuírselo

-Sawada-san - Uno de los chicos del comité llamo la atención de todo el mundo - Quería saber, si no le molesta responder, ¿Para quién es ese pastel?

-Oh, nos pidieron hacerlo para la clase de economía para el hogar - Tsuna mostro una sonrisa calmada para relajar a todo el grupo - Realmente no es para nadie, así que si quieren pueden comerlo

-Puedo preguntar ¿De qué lo hizo? - Otro chico llamo la atención haciendo que la chica parara de dividirlo mientras el resto la veía con emoción de probar algo hecho por la chica, pues según Kusakabe había dicho alguna vez, la chica era realmente genial a la hora de cocinar

-Chocolate amargo, con decoración de fresas y unas cuantas piezas de chocolate blanco - La castaña se mantuvo serena mientras buscaba todos los utensilios para servirles el pastel

-¡Oh! - Todos los chicos vieron encantados a la castaña que poco a poco iba sirviéndole a cada uno un trozo de pastel, mientras que un chico se quedó en silencio analizando la situación

-Sawada-san - La chica volteo a ver al azabache para que siguiera hablando - Sé que esto es repentino y si quiere ignórelo pero... ¿Podría llevarle algo de pastel a Kyo-san?

-¿Eh? - La chica termino de dejar una porción de pastel en uno de los platos mientras trataba de entender por completo lo recién dicho por la mano derecha del perfecto

-Solo es una sugerencia, puede ignorarla si quiere - El azabache mayor tomo su trozo de pastel y se encamino al lugar que le habían dejado los demás miembros del comité - Pero siento que sería una buena forma de agradecerle por haberse quedado con su hermanita


La chica no tardó mucho en terminar de servirle a todos el pastel viendo que quedaba lo suficiente como para llevarle al azabache y, para que no se enojara, a su pequeña hermana podía darle unos dulces de uva, con eso planeado sirvió lo que quedaba de pastel y se fue hacia donde estaba el chico de ojos plateados ante las miradas y sonrisas que tenía todo el comité que ella había dejado atrás.

Una vez frente a la puerta se decidió a entrar sin más, rogando no molestar o interrumpir algo importante y que aquel chico terminara mordiéndola hasta la muerte, para su suerte y ventaja no fue así, lo único que encontró fue al perfecto haciendo papeleo y a la pequeña asesina dibujando y pintando en total silencio.


-Disculpe Hibari-san - El chico levanto su mirada hacia la chica que estaba en la puerta - Ya que las clases han acabado, vengo por Lambo

-¡Tsuna-nee! - La pequeña del afro bajo de su silla rápidamente mientras tomaba un dibujo hecho para dárselo a su hermana y de paso recibir un abrazo de la chica

-Bien, mañana hablaremos sobre tu castigo herbívora - El mayor desvió su mirada hacia el papeleo en señal de que estaba ocupado - Ahora largo

-... - La castaña vio unos segundos al azabache antes de poner frente a él el trozo de pastel - Sé que no le gusta lo dulce, está hecho con chocolate amargo así que no puede darme queja alguna, con permiso y hasta mañana Hibari-san


La joven cargo a Lambo y sin pensarlo mucho salió de aquel lugar para ir por sus cosas y de paso para ir por su amigo caído, claro que por aquello no noto cuando Hibari sonrió ligeramente mientras le veía irse, pero aun si Tsuna había ignorado esa mirada, dos personas no lo habían hecho.

Al finalizar la jornada la joven Vongola llego a su casa siendo acompañada no solo de su nueva hermana sino que también de un peliplata, pues lo había invitado a cenar para que no pensara más en su hermana y en la comida que esta hacía, sin embargo todos se llevaron una desagradable sorpresa al ver a la de pelo rosa ahí.


-¿Qué haces aquí? - La castaña vio aterrada a la mayor mientras dejaba en el piso a su hermana y trataba de consolar a su amigo por el dolor de estómago que su hermana le había proporcionado

-Mi adorado Reborn me ha pedido que te entrene - La italiana vio con diversión como las tres personas recién llegadas se quedaban pálidos ante sus palabras - Así que aquí estoy

-Tsuna-nee esa chica me da bastante miedo - Lambo no tardo nada en abrazarse a las piernas de la futura Vongola mientras huía de la mirada del bebe frente a ella

-Bianchi te enseñara todo lo que sabe y por si fuera poco te enseñara a defenderte de su comida venenosa - Reborn vio con diversión a su alumna para luego voltear su mirada hacia la pequeña vaquita que no paraba de huirle

-También voy a instruirte en el peligroso mundo del amor - Bianchi tomo otro poco de té antes de ver seriamente a su joven y futura aprendiz

-¿Amor? - La de ojos chocolate vio con duda y terror en partes iguales a la hermana de su amigo mientras trataba de buscar una manera de huir de ahí

-Si - La mayor de ojos esmeralda sonrió como si supiese un secreto muy interesante - No me dirás que no te has fijado en las miradas de cierto azabache, se ve que te quiere mucho

-¡Estoy de acuerdo en eso! - La pequeña con traje de vaca asintió con una felicidad que, en el poco tiempo juntas, Tsuna jamás espero ver en su pequeño rostro

-¿¡Y tú por qué!? - La castaña volteo a ver a la pequeña niña como si le hubiera hecho el peor acto de traición que alguien hubiera podido imaginar

-Larga historia Tsuna-nee - La niña de ojos esmeralda vio con diversión y pena a la chica que ahora consideraba su hermana, pues sin duda el tiempo que había pasado con el chico azabache la había hecho apoyar su relación

-Como sea - La de pelo rosa se acercó a la castaña y tomo sus manos mientras sonreía - Voy a mostrarte como debe actuar una dama para tener en sus redes a un chico, así que prepárate

-¡Hiii! ¡No quiero saber eso! - La candidata de Vongola salió corriendo de su habitación mientras rogaba de nuevo a todos los dioses que la ayudaran a sobrevivir aquella vida


Sin embargo parecía que los dioses disfrutaban el sufrimiento y mala suerte de la chica, y eso lo descubriría al día siguiente.

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*Multimedia: Pastel hecho por Tsuna

Hola ¿Qué tal les va?

Actualización para iniciar con buen pie la semana

La próxima tardara un poco más de lo usual, debido a que estoy finalizando curso y debo prepararme para muchos exámenes y cosas así.

Hasta entonces díganme ¿Que creen que pase ahora? pueden dejar aquí sus teorías del castigo

Eso es todo, bye.

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