Capítulo IX: Intentos de Suicidio
La mañana en la casa Sawada había empezado de manera tan emocionante como en los otros días, Reborn había despertado a Tsuna con su adorable maso y en cuanto ella quiso reclamarle una lluvia de balas la ataco haciendo que quedara refugiada en el baño para cambiarse lo más rápido posible y así irse a la escuela.
Poco después de salir de su casa se encontró con sus actuales amigos y acompañantes los cuales después de saludarla siguieron peleando sobre algún tema poco especifico, a Tsuna aquello ya no le pareció novedad pues aun con un par de días de haberse vuelto amiga de ambos ya se había acostumbrado a como ambos reaccionaban al estar cerca.
En cuanto llegaron a Nami-chuu lo primero que noto la castaña fue una penetrante mirada plateada, aquella mirada mostraba una molestia oculta que la chica no quería saber hacia quien iba dirigida, aunque se hacía una clara idea de aquello.
Por su lado el azabache había vuelto a fijar su mirada en la entrada de la academia, estaba molesto por la actual cercanía del par de chicos que iban con su conejita pero más le molestaba la distancia que había terminado generando el beso de casi una semana atrás, sin embargo no iba a seguir esperando, en el momento en el que tuviera oportunidad iba a reclamar nuevamente a la pequeña chica como suya.
Solo debía esperar.
Durante la clase de educación física los chicos comenzaron a jugar baseball mientras las chicas jugaban volleyball, Tsuna se había quedado en la banca luego de que sin querer una de sus compañeras de equipo le lanzara la bola directamente a la cabeza dejándola apenas consciente.
La chica no había reclamado y lo había dejado pasar diciendo que había sido un accidente, sin embargo no era tonta, llevaba casi dos años en las mismas situaciones debido al odio desmedido de sus compañeras, aun así no le importaba arreglarlo, ya lo había intentado una vez y ellas no entendían así que no era su problema.
La castaña poso su mirada en el área de chicos donde sin dudas Yamamoto estaba siendo la estrella del partido, le alegraba en cantidad ver como el chico seguía jugando y mostrando su pasión por el baseball aun cuando pasaba más tiempo con Gokudera y ella que en los entrenos a los que debía asistir, cuando ambos partidos acabaron todos tomaron sus cosas para irse, todos menos Yamamoto por lo que la castaña decidió hablarle.
-Yamamoto-kun ¿Todo bien? - La joven observo con dudas a su amigo al notar la mirada perdida que tenía desde que había acabado la clase
-Ah, Tsuna - El azabache volteo a ver a la chica mientras le sonreía con supuesta normalidad - Si todo está bien
-¿Seguro? - La mirada de ambos se mantuvo unos momentos fija en la del otro - Puedo notar que algo anda mal, pero si no quieres compartirlo no te presionare
-Es solo que... - El de ojos café claro poso su mirada en la chocolate de la chica - Siento que me esfuerzo en balde
-¿Qué? - Tsuna parpadeo confundida al no entender a que se refería el chico pues siempre lo miraba dar todo de si
-Últimamente aun con todo lo que practico no mejoro - El amante del beisball suspiro sintiéndose derrotado - Y ni hablemos de las clases que van de mal en peor - El chico bajo la mirada negándole la oportunidad de verle de aquella manera a su amiga - Yo... no sé qué hacer
-Yamamoto-kun - La Vongola poso su mano en el hombro de su amigo tratando de captar su atención - Si me permites darte un consejo creo que ningún esfuerzo es en vano
-¿Eh? - Yamamoto subió la vista notando la penetrante y seria mirada de la chica fijada totalmente en el
-Quizá no lo vez del lado correcto y solo debas cambiar de perspectiva, sin embargo jamás debes rendirte - La joven sonrió con calma tratando de que su compañero entendiera su punto de vista - Si te rindes dejas ir tus sueños, por ello creo que debes seguir esforzándote
-Gracias Tsuna, eso es lo que hare - El azabache sonrió ante las palabra de la chica frente a él, sin mas no pudo evitar el sentirse motivado nuevamente para seguir practicando
La chica se despidió del mayor y comenzó a caminar hacia la salida mientras de reojo veía a su amigo entrenar, aquellas palabras no solo se las había dicho a él sino que también a si misma pues recordar la época en la que le hubiera gustado tener un tutor espartano para que la volviera colador ante aquellos pensamientos tan depresivos que alguna vez tuvo.
El día comenzó y todos los alumnos de Nami-chuu estaban entrando a sus respectivas aulas, por su parte una castaña y un peliplata estaban entrando al aula cuando uno de sus compañeros apareció gritando algo que dejo helado a todo el mundo.
-¡Yamamoto-kun está en la azotea! ¡Parece que va a suicidarse! - Todos los murmullos comenzaron a aparecer, sin embargo nadie se movía realmente, con excepción de un cuerpo que en cuanto termino de escuchar aquello salió corriendo hacia la azotea.
En la entrada de la escuela se podía ver a un gran grupo de personas gritando hacia arriba, sin embargo nadie daba alguna seña de moverse a ayudar o algo similar, por su lado en la parte de la azotea se podía ver a un chico con un brazo inmovilizado que no paraba de ver hacia abajo con tristeza, estaba a punto de dejar caer su cuerpo cuando escucho unos pasos subiendo con velocidad hacia la azotea.
-¡Yamamoto-kun! - La voz conocida para el joven hizo que se volteara a ver a la puerta topándose con su compañera y amiga
-¿Tsuna? - La castaña tenía sus manos en sus rodillas mientras recuperaba el aire que había perdido al subir tres pisos corriendo como si Reborn le estuviera persiguiendo
-¿¡Qué diablos crees que haces!? - Las miradas de ambos chicos se encontraron durante unos segundos hasta que uno de ellos la desvió para ver hacia abajo
-No lo vez, cada vez que trato de mejorar los dioses me abandonan, ya no hay remedio - El azabache le mostro su brazo herido para dar a entender su punto
-¿Qué demonios dices? - La mirada de Tsuna oscureció ante aquella actitud - Escucha Yamamoto la muerte no es una solución a tus problemas - La voz de la chica poco a poco se iba haciendo más seria y fría mientras regañaba al mayor - Dime ¿Has pensado en las consecuencias de tus actos? ¿Cómo estarían tus amigos? ¿Tu padre? ¿Has pensado en que les pasaría luego de tu muerte?
-Yo... - El moreno desvió la mirada hacia abajo y luego cerró los ojos pensando en su padre, no había pensado en el cuándo se le pasó por su mente el suicidarse
-Por favor Yamamoto ven aquí - La futura mafiosa estiro su mano hacia el chico mientras lo veía con determinación - Te prometo que aun si todos te abandonan yo no lo hare, estaré ahí para ti si me dejas estarlo
Yamamoto vio a Tsuna esperando ver las mentiras en sus ojos, sin embargo notaba la pureza y sinceridad de la chica lo cual le hizo sentir por primera vez en paz, aceptando la petición de la chica decidió ir hacia ella, sin embargo en cuanto se sostuvo de la valla y tomo impulso esta se rompió causando que su cuerpo se suspendiera en el aire.
-¡Yamamoto-kun! - Tsuna no tardo en correr hacia donde estaba el chico y tomarle de la mano mientras que su otra mano se sujetaba a una parte de la valla
Tsuna cerró los ojos reconociendo aquel sentimiento de miedo a la muerte, lo había experimentado varias veces años atrás por lo que no pudo evitar temblar, sabía que no tenía tanta fuerza como para salvarlos a ambos pero no dejaría caer a su amigo para salvarse, no era lo correcto.
-¡Sawada-san! - La castaña vio hacia abajo notando a una persona de cabellera azabache que le veía con una mezcla de miedo y alegría
-¿Kusakabe-san? - El segundo al mando del comité de disciplina veía aliviado a los chicos mientras todos los demás miembros se movían de un lado al otro arreglando algo debajo de los chicos que colgaban
-Suéltese tranquila Sawada-san, ya todo está listo aquí abajo - La castaña trato de ver hacia abajo, pero cada vez que lo intentaba su cuerpo se suspendía aún más por lo que no tenía otra opción mas que confiar
La joven posó sus ojos chocolate en su amigo que también estaba suspendido en el aire, cuando este le volteo a ver sus miradas llegaron a un silencioso acuerdo, por lo que sin esperar más la Vongola se soltó de la valla, rogando no haberse equivocado. Poco después su cuerpo llego a una superficie suave y cómoda, por lo que Tsuna no tardo en descubrir que habían caído en el par de colchonetas que usaban normalmente en educación física.
La castaña trato de levantarse sin embargo su cuerpo parecía haber perdido todas sus fuerzas por lo que no importaba cuanto lo intentara no conseguía ponerse de pie, sin embargo aquello no fue necesario cuando tanto a ella como al azabache los levantaron los miembros del Comité de Disciplina.
Los miembros del comité no dijeron nada mientras caminaban hacia la enfermería para asegurarse de que ninguno se había herido más de la cuenta pues de lo contrario todos los presentes terminarían sufriendo la ira del primero al mando por no haber protegido a la chica castaña. Una vez llegaron a la enfermería todos se tensaron ante la presencia del perfecto de la disciplina, unos rogaban no ser notados y otros rogaban no ser asesinados, sin embargo nadie notaba del todo a la castaña que estaba temblando ante la presencia del chico.
-¿Ambos chicos están bien? - El presidente del comité de disciplina veía a todos los presentes de manera seria debido a los acontecimientos recientes
-Si Kyo-san - Kusakabe asintió dando a entender que la orden de su jefe había sido completada - Solo los traemos para asegurarnos de que no se hubiesen lastimado ni nada
-Hm - El azabache de ojos plata asintió ligeramente para fijar su mirada por unos segundos en la única chica presente, luego de ello volvió a ver a su segundo al mando - Déjenlos dentro y lárguense
-¡Si! - Todos los presentes del comité disciplinario asintieron mientras pedían permiso al entrar a la enfermería para dejar al par de pacientes que acababan de rescatar
Luego de que los dejaran en la enfermería Tsuna y Yamamoto habían sido revisados por la enfermera mientras tenían fija la mirada del azabache mayor en cada uno de los movimientos o ruidos que hacían, sobre todo la chica que ante la más mínima queja de su parte el demonio fruncía el ceño con molestia y veía mal a la enfermera para que la atendiera correctamente.
Cuando la pobre mujer que debía curarlos pudo salir de aquel sitio con vida dejando solos a los tres jóvenes fue que la castaña sintió el ambiente aún más tenso, pues Hibari no dejaba de ver con molestia al otro beisbolista como si le estuviese reclamando el haber tratado de suicidarse y hacer que terminaran en aquella situación. Por lo mismo iba a hablar, sin embargo la voz de su compañero corto su inspiración.
-Esto es mi culpa, lo lamento - El moreno mantuvo su mirada baja mientras hablaba llamando la atención de ambos presentes
-¿Qué lamentas Yamamoto-kun? - La castaña observo con duda a su compañero pues no entendía a que se refería con aquella disculpa
-Que casi mueres por mi culpa Tsuna - Ante aquellas palabras el ceño del perfecto volvió a tensarse con molestia escrita en todas sus facciones
-Calma, entiendo que no lo habías analizado bien - La joven trato de quitarle importancia a lo ocurrido al sentir como el mayor comenzaba a sacar sus tonfas - Todos cometemos errores Yamamoto-kun
-Pero... - El azabache menor trato de hablar pero tanto la mirada de su compañera como las recién sacadas tonfas del perfecto lo hicieron callar
-Entiendo lo que paso por tu mente - Tsuna se acomodó relajando su expresión de molestia - Cuando fallas al cumplir un sueño pierdes la voluntad de vivir, sin voluntad solo queda la muerte y cuando esta llegara - La de ojos chocolate se mantuvo hablándole a su compañero sin embargo su mirada estaba fija en el demonio de la disciplina - Lo único que harías seria atormentarte y arrepentirte por lo que no hiciste
-Tsuna - Ambos chicos mantenían su mirada fija en la joven, ninguno sabía que decir realmente ante las palabras mencionadas por la menor
-Por eso debes vivir - Tsuna sonrió viendo a su amigo con calma - Vive aunque sea duro, sueña con los pies en la tierra pero siempre piensa en el cielo como tu meta
-¡Lo hare Tsuna! ¡Lo prometo! - Yamamoto sonrió naturalmente haciendo que los otros presentes lo vieran con calma, pues notaban que realmente había entendido la situación
-¡Juudaime! - Justo en aquel momento un chico de cabellos plateados entro en la habitación corriendo y viendo con preocupación a la chica a la que consideraba su líder y amiga
-¿Gokudera-kun? - La castaña observo con curiosidad al peliplata pues su supuesto retraso había sido a causa de que ella le había pedido que le avisara a Kusakabe sobre lo que pasaba con Yamamoto
-Le falle juudaime, debí estar ahí para usted y no estuve - El de ojos esmeralda mostro una mirada llena de arrepentimiento - Merezco la muerte
-Si lo intentas Tsuna va a detenerte ¿Lo sabes? - El beisbolista menciono aquello con su típica tranquilidad, diferente a la falsa que usaba en los últimos días
-Cállate friki del beisball - Gokudera subió su mirada llena de molestia hacia donde se encontraba su compañero de clase - Ella está aquí por tu culpa
-Ma ma, yo no dije lo contrario - El de ojos cafés sonrió con diversión mientras al chico a su lado le daba un tic en el ojo por su actitud tan relajada
Mientras una nueva discusión se daba entre los amigos de la castaña, un par de miradas se habían conectado por unos segundos y en un silencioso acuerdo salieron de la enfermería para hablar un poco más tranquilos y a solas.
-Me sorprende que le dijeras eso - El de cabellos azabache vio con interés a la chica que estaba a su lado actuando como si nada
-Bueno, supongo que no quería que cometiera mis errores - La joven Vongola observo el pasillo vacío en silencio mientras recordaba las veces que ella había tratado de hacer lo mismo que su amigo
-Aun así no te arrepientes de ello - El de mirada plateada frunció el ceño al recordar la respuesta que la chica siempre daba ante aquella pregunta
-No lo hago - La chica sonrió al ver la molestia del otro - Pero fue porque aprendí algo valioso de aquellos sucesos - La mirada chocolate se posó en la contraria mostrando el aprecio contenido - Además, al igual que él, yo también tuve a alguien que me salvo
-No sé a qué te refieres herbívora - Hibari se mantuvo impasible aun cuando la chica sonreía dándole a entender que se refería a él en todo lo dicho
-¿Creí que era omnívora? - Tsuna observo confundida al perfecto de la disciplina debido a las palabras que le acababa de decir
-Aún no se los has demostrado, así que no lo eres aun - Una imperceptible sonrisa apareció en el rostro del mayor pues adoraba ver aquella forma de reaccionar de la chica
-Eso es cruel de tu parte - La joven de ojos chocolate no tardo en realizar un puchero para mostrar su inconformidad ante lo recién escuchado
-Es realismo, no crueldad - El mayor se dio la vuelta mientras guardaba sus tonfas con calma para irse finalmente de aquel sitio - Ah y Sawada
-¿Si? - La castaña espero a que el mayor siguiera hablando pues era muy raro que el llamara a alguien de una manera que no fuese la de carnívoro y herbívoro
-Suficiente tuve con tus 5 intentos y con el primer intento de este chico - La mirada del chico se mostró fría y vacía ante aquellas palabras - Si alguien más intenta suicidarse, le dejare morir
-Entendido Kyoya - La futura Vongola sonrió al ver la mirada retadora del mayor, pues se suponía debía mantener el respeto hacia el mientras estuvieran en la escuela - Digo, Hibari-san
El azabache se fue de aquel lugar para hacer sus rondas mientras que la chica volvía a entrar a la habitación para prevenir que se destruyera algo o que alguien muriera realmente. Sin embargo oculto en las sobras había un bebe que había escuchado toda la conversación de su alumna y el bastardo que quería quitarle la pureza, su ceño estaba fruncido pues la simple vida que Tsuna Sawada le había planteado estaba un poco más enredada de lo esperado.
Aun así el Hitman sonrió con diversión, él iba a resolver todo el misterio que había detrás de ese par y nadie evitaría que lo lograra.
-¿Qué tanto ocultas Dame-Tsuna? - La fedora del joven hitman ocultaba la mirada llena de la más perversa diversión que poseía en aquel momento
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Hola ¿Que tal les va?
Actualización para iniciar bien el fin de la semana, ¡Espero la disfrutaran!
Por cierto, tenia demasiadas dudas sobre como integrar a Lambo en la historia, (¿Le dejo sus 5 años normales o lo quieren mayor? ¿Tsuna debe darse cuenta desde el inicio que es chica o Lambo se lo deja implícito? ¿Reborn sabe que nuestra linda vaquita es chica o cree que es chico? ¿Realmente quieren que Lambo sea chica o lo dejo como chico? ¿Debería dejar de hacer tantas preguntas y escribir el capitulo?), por lo cual retrase el capitulo de su aparición, pero a cambio les doy una pizca del pasado de Tsuna y una pequeña interacción 1827.
Espero les gustara y cualquier recomendación es totalmente bienvenida ^^
Nos leemos pronto
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