AVISO: Esta historia puede contener lenguaje ofensivo y escenas violentas explícitas, así que pido discreción.

Relato laaaaargo, espero que traigan sus palomitas :v

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Hace mucho tiempo, siglos podría decirse, un joven gato de una familia muy adinerada llamado Edmond, se enamoró de una bella eriza humilde de pelaje lila y cabello morado oscuro y corto, de ojos dorados y contextura delgada. 

Su nombre era Arzu. 

La conoció por accidente, y en ese instante quedó atrapado por su belleza; nunca había visto a una chica tan hermosa y tan sencilla. Cuando se estaban conociendo, Arzu se enamoró de la alegría y nobleza de Edmond, se enamoró de su forma de ser.

Desafiando las normas de su familia conservadora, Edmond se casó con Arzu; sus padres no estaban de acuerdo en que se casara con una joven de clase baja, pero por la belleza de la chica, simplemente se rindieron y lo permitieron.

Después de un tiempo, la felicidad llegó al hogar de ambos: Arzu estaba embarazada, y Edmond se había regocijado al enterarse.

Cuando dieron la noticia al resto de la familia del chico, los felicitaron y se alegraron por saber que un heredero de la fortuna venía en camino.

En una tarde, los amigos de Edmond acordaron ir a visitarlo para felicitarlo a él y a su esposa. Al recibirlos, los atendieron y estos les llevaron regalos a la pareja de casados. Fue una tarde llena de charla y buen ánimo... Excepto por un pequeño detalle.

— Querida —el gato se acercó a la eriza, acompañado de una chica que ella desconocía: era una gata de pelaje beige y vestimenta refinada—. Quería presentarte a Chloe, es una gran amiga mía. Nos conocemos desde niños.

Arzu miró a la chica y le sonrió— Es un gusto. Me llamo Arzu.

Chloe, por el contrario, le dirigió una mirada despectiva— Si, lo mismo. Oye, Ed —la gata miró al contrario con una expresión más relajada—, quisiera hablar contigo un momento.

— En un momento, tengo que recibir a los otros invitados. Si quieren pueden hablar mientras, yo ya vengo —el gato le dio un beso corto a su esposa y se fue a la entrada de la casa.

La eriza suspiró y volvió a mirar a la gata, quien la miró de arriba abajo. Arzu se sintió incómoda por aquel gesto y aclaró su garganta.

— ¿Entonces tú y Edmond se conocen desde niños? Es impresionante.

— Si, y nos conocemos muy bien. Diría que somos muy íntimos, de hecho —Chloe pasó su mano por su cabello y la miró de forma arrogante.

La eriza se sintió aún más incómoda e incluso molesta. Aún así no perdió su compostura y le regaló una pequeña sonrisa.

— Por cierto —siguió Chloe—, voy a quedarme unos meses en esta casa por cortesía de los padres de Edmond, ya que me necesitan para negocios. Espero que no le moleste, mi señora.

Arzu quedó muy confundida, y vio llegar a su esposo junto a ellas en el momento en que le respondía a la contraria.

— ¿Unos meses?

— Si, eso fue lo que dije. ¿Hay algún problema? —la gata alzó una ceja.

—... No, por supuesto que no —la eriza negó con su cabeza y bajó la mirada.

— Veo que ya le contaste —Edmond miró a Chloe—. Será bueno tenerte aquí. Y quien sabe —se sentó al lado de su esposa y tomó con cariño su mano—, tal vez puedas ver a nuestro bebé nacer.

— Si, tal vez —la gata sonrió de forma forzada, algo que solo Arzu pudo notar.

Algo dentro de la eriza le decía que algo malo resultaría de todo eso. Y con el paso de los meses, sus sospechas fueron confirmadas.

Arzu llevaba muy bien su embarazo, su vientre crecía incluso más de lo que había pensado. Tenía el amor de su esposo y la atención de los sirvientes de la casa, lo que la tranquilizaba y la animaba. Sin embargo, la presencia de Chloe en la casa era incómoda: siempre trataba de estar con Edmond, y al estar con ella simplemente la miraba como un bicho raro.

La joven se forzó a estar en silencio porque temía que nadie le creyera sobre Chloe y sus malos tratos con ella, no quería empeorar las cosas, y no quería perder la confianza de su esposo.

La estadía de Chloe era larga, y de hecho, pasaron los 9 meses de su embarazo y la gata aún se quedaba en su casa.

Una noche, Arzu se fue un momento al jardín para tomar aire y relajarse, pues las contracciones eran cada vez más dolorosas; sabía que en cualquier momento nacería su bebé. Al sentarse en una mecedora, se quedó viendo la luna. Entonces, escuchó unos ruidos extraños en unos arbustos.

Al principio no les prestó atención, pero cuando fueron ruidos más persistentes, se levantó con cuidado y fue a ver qué pasaba. Fue hacia arbustos más lejanos y creyó ver a alguien entre los árboles, así que siguió a la sombra que cada vez la alejaba más de su casa.

— ¿Quién está ahí? —exclamó yendo a paso más rápido.

Al detenerse en un campo de flores, miró a todas partes pero no vio a nadie.

— ... ¿Hola? —se puso nerviosa y esperó. Luego tomó las esquinas de su vestido para salir de ahí.

Entonces, al darse la vuelta, sintió un horrible golpe en su mejilla que la hizo caer. No había reaccionado a tiempo, y ahora tenía al frente a la silueta de antes. Intentó retroceder, pero esta puso su rodilla sobre sus piernas y la inmovilizó.

Cuando Arzu pudo ver debajo de la capucha, reconoció el rostro de Chloe adornado con una sonrisa siniestra.

— Por fin te tengo como el bicho que eres.

— ¿C-Chloe? ¿Qué estás haciendo? ¡S-suéltame, me haces daño!

— Quieta —la gata sacó un cuchillo y lo acercó al vientre de la eriza—. No me obligues a matarte ya.

Los ojos de Arzu se llenaron de lágrimas y empezó a temblar por el miedo.

— No lo hagas, por favor... Yo n-nunca te he hecho nada m-malo, y-

— ¡Cállate! —la zarandeó— ¿Sabes? Aún no entiendo cómo es que llegaste a Edmond. Eres una sucia arrastrada, una pobretona que no se merece nada —Chloe se acercó más a su rostro e hizo más presión en sus piernas—. Dime, ¿cuánto te pagó por esa cara bonita? Porque eso tendría más sentido, ya que cualquier hombre pagaría por una puta como tú una buena-

La gata no alcanzó a terminar porque había sido escupida por la contraria; eso la obligó a alejar su rostro un poco.

— ¡A mi no me hablas así! —Arzu nunca se había enojado tanto, y sentía que podía explotar en cualquier momento— ¡Edmond se enamoró de mi, y yo de él, y esa es la única respuesta! Yo nunca me vendí a nadie, pero parece que tú si ya que conoces mucho del tema...

El rostro de Chloe se transformó por la ira y le dio una bofetada nuevamente a la contraria. Sin embargo, a la eriza parecía no haberle importado y continuó:

— ¿Estás celosa?... ¿Es eso? Solo deberías aceptarlo. Edmond me ama a mi, no a ti. Y yo le daré un hijo, le daré un hogar. Eso nunca vas cambarlo, nunca —le espetó Arzu con mucha rabia.

Entonces, la eriza se encogió de repente y su rostro se quedó paralizado. Al ver con algo de lentitud, se dio cuenta de algo espantoso: Chloe había clavado el cuchillo en su vientre, y tenía una enorme sonrisa psicópata en el rostro.

— Claro que lo cambiaré. ¡¡LO CAMBIARÉ!! —Chloe sonrió aún más y respiró fuerte— Tú me robaste todo... Edmond se había comprometido conmigo, estaba tan feliz... Pero entonces rompió conmigo porque tú llegaste a su vida... ¡Me robaste todo, así que ahora es mi turno de recuperar lo mío! Lo pagarás caro, zorra.

Cuando sintió que enterró el cuchillo aún más, Arzu solo pudo emitir un grito débil.

— ¡Yo te maldigo por todos los tiempos! Que tus entrañas se pudran y que nunca conozcas la felicidad. Que te quemes en el Inframundo con todos los demonios y sufras eternamente —seguido de esto, Chloe desgarró su vientre de manera frenética con el cuchillo mientras pronunciaba palabras extrañas en voz alta.

Arzu gritaba horriblemente de dolor y se removía, aunque esto era peor porque incluso le desgarraba su torso. Poco a poco, cerró sus ojos y sintió su vida desvanecerse lentamente.

Cuando la gata terminó, se separó de la eriza pero sin dejar de hablar en ese idioma raro. Luego usó una antorcha para prenderle fuego al campo de flores, y consigo al cadáver. Luego corrió tan rápido como pudo.

...

La eriza siguió gritando y abrió bruscamente sus ojos, viendo a su alrededor aturdida. Estaba en una sala enorme de techo alto, y oía voces cerca.

"¿Yo... Sigo viva?", pensó. "Pero... Sentí claramente cuando me mataba..."

Al ver mejor y tratar de moverse, notó unas ataduras de espinas en sus manos. Se aterrorizó en sí cuando pudo ver bien quiénes la rodeaban.

Monstruos deformes, negros y asquerosos, unos más pequeños y otros más grandes, con garras y cuernos, otros tenían dientes afilados; todos la rodeaban y hablaban entre si, mirándola con estupor.

No pudo reaccionar cuando sintió algo romperse en su interior y gritó lo más que pudo. Estaba teniendo dolores de parto.

"¿Justo ahora? No, no, aquí no..."

Pujó e hizo su mayor esfuerzo para dar a luz. Al final, jadeó y se sintió exhausta. Cuando vio a las criaturas, estas se alejaron de ella y varias gruñeron. Otros se acercaron y la liberaron de sus ataduras.

Cuando tuvo la fuerza suficiente, se incorporó y se quedó en shock. Era algo que no podía creer.

En esa piedra donde la habían puesto, cerca a sus piernas, se hallaban 2 cadáveres pequeños de lo que alguna vez fueron fetos. Estaban podridos y obviamente muertos, rodeados de gusanos, arañas, cucarachas y varios bichos más, llenos de una sangre muy espesa que olía a descomposición.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, y soltó un grito desgarrador que los hizo estremecer a todos. Estaba asqueada, asustada y con un gran dolor que azotaba su alma. Estaba esperando gemelos, y estos habían nacido muertos.

Recordó aquellas palabras: "que tus entrañas se pudran". Tapó su boca con sus manos, desesperada y lloró como nunca lo había hecho, gritando también de vez en cuando.

— ¿P-por q-qué?... ¡¡¡¿Por qué?!!! —empezó a golpear la piedra en la que estaba hasta que le sangraron los puños.

— Tu dolor es notorio, al igual que tu sufrimiento... Es como una pizca de felicidad para nosotros —comentó una de esas criaturas que se abría paso entre los otros y se dirigía a ella. Era más alto que los demás, y tenía una apariencia más decente. No se veía tan monstruoso, aunque de todas formas evocaba terror en ella.

Ella lo miró con sus ojos hinchados de tanto llorar y luego se removió al ver que otros de esos monstruos se acercaban a ella a tocarla, y reían de por medio. Dio manotazos, pero se encogió al ver al sujeto de antes acercarse más a ella y tomar su mentón entre unas horribles garras que tenía.

— Vaya... Que hermosura —dijo con tono pervertido y dejó ver sus dientes afilados como los de un tiburón—... Sería una pena desperdiciar esa belleza en un solo momento y con todos estos miserables —echó un vistazo a los demás, que gruñeron con su comentario.

Él la soltó con brusquedad y la observó un buen momento. Arzu volvió a bajar su mirada, devastada por todo lo que ocurría y lo que pensaba que sucedería con ella a manos de esos monstruos. Como todo se le hacía tan irreal y no coincidía, levantó la cabeza y tomó lo que le quedaba de fuerza para preguntar:

— ¿Estoy... muerta? ¿Dónde estoy?

El sujeto hizo una extraña mueca, luego sonrió— Prácticamente si lo estás. Solo que ahora estás en el Inframundo. Nos fuiste ofrecida por una chica mortal.

Ella recordó el rostro de Chloe y sintió repulsión. Así que a eso se refería con "que te quemes en el Inframundo": esas criaturas eran demonios. No solo la había ofrecido a esos demonios, sino que además le había puesto una maldición. Apretó sus puños con rabia.

— Yo nunca le hice nada —susurró—, p-pero ella...

— Reconozco ese odio... Anhelas venganza, ¿no es así? Con quien te hizo esto —el demonio volvió a agarrar su rostro para obligarla a mirarlo a los ojos.

Arzu miró de reojo los fetos putrefactos, y luego a los ojos hipnotizantes del sujeto. Sintió su sangre hervir, o al menos eso pensó.

— Si... Eso es lo que quiero.

— Muy bien. Yo te puedo dar esa venganza que deseas, y puedo dejar que vivas entre nosotros. Pero a cambio, quiero que hagas algo por mi.

La eriza alzó una ceja y tensó su mandíbula— ¿Qué es lo que quieres?

Él volvió a soltarla—. Te haré renacer como una de nosotros y te daré mucho poder para que cumplas con tu venganza. Pero a cambio, quiero que nos ayudes a volver a la gloria.

— ¿Volver a la gloria?

— En estas épocas, los cazadores nos tienen oprimidos y han vencido a los mejores del Inframundo. Pero si tú te deshaces de todos ellos, podremos alimentarnos de todas las almas mortales que queramos y tendremos más control sobre ellos. Te haré especial y entonces podrás lograrlo. Preservarás tu nueva vida, y todos podremos seguir contemplando tu belleza por siglos  —se relamió—. ¿Qué me dices?

Cuando él estiró su mano, ella dudó un momento. Luego de reflexionar, estrechó su mano ensangrentada.

— Trato.

Entonces él la tumbó nuevamente sobre la piedra y se puso encima. Pasó sus garras por su nuca y las clavó en esta. Para cuando ella abrió la boca para gritar, él se inclinó más y de sus fauces soltó una espesa sustancia negra que entró por esta, al igual que un horrible tipo de ciempiés que se arrastró por la boca de la chica y se sumergió en el interior de su garganta.

Todo se volvió negro.

...

Cuando abrió sus ojos, se sintió diferente. Tardó en acostumbrarse a la luz de las antorchas, y su mirada vagó por el nuevo lugar en el que estaba, un pequeño salón y una silla reclinable en la que se encontraba.

Sintió unas pequeñas punzadas en su mano derecha, y al ver, había un anciano sentado a su lado que cortaba con un tipo de navaja pequeña la piel del dorso de sus dedos. Este era un demonio muy antiguo aparentemente, y después de cortar vertía una tinta en las heridas. Puso atención a lo que hacía, y cuando terminó y limpió, vio que tenía unos tatuajes en el dorso de su mano y sus dedos; la otra también había sido tatuada de la misma manera.

(ignoren las uñas blancas xd finjan que son negras)

Al ver sus manos, también notó un cambio: sus uñas ahora eran muy largas, puntiagudas y negras. También sintió cierta fuerza en su interior que antes no tenía.

El anciano le indicó el espejo que había frente a la silla. Arzu se levantó y se tambaleó, pero luego llegó a mirarse al espejo. Era alguien completamente diferente. Sus púas eran ahora moradas, y su cabello era negro y largo hasta sus rodillas; lo que no había cambiado era el color de sus ojos. Seguía siendo bella, e incluso su cuerpo se había vuelto más escultural. Lo único que arruinaba su apariencia era su vieja ropa deteriorada.

El sujeto de antes llegó al pequeño salón y se colocó atrás de ella, sosteniendo sus hombros.

— ¿Y bien, hermosa? ¿Te gusta? —le habló al oído.

Ella sonrió de lado e hizo un gesto de aprobación con su mirada— Nada mal.

Tal vez había muerto, pero el renacer como una demonio la hacía sentir más viva que incluso cuando de verdad lo estaba. Ahora el poder corría por sus venas, y nada la detendría.

Era la primera de su clase.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Hola mis querid@s :3

Esto fue muuuuy largo, pero espero que les haya gustado ;D

Debido a las sugerencias para one-shots, hubo una para incluir a Arzu, Matthew y Nathan. Yo pensé que con esto podría explicar el rol de ellos como demonios especiales, pero entonces me di cuenta de que para explicar esta parte, tendría que contar las historias originales de los 3 primero, o al menos las primeras partes

Así que empecé con Arzu, y más adelante vendrán las de los otros 2. Cuando ya quede el contexto, los juntaré para explicar sus papeles como demonios especiales en un one-shot

Creo que la historia de Arzu es una de las más violentas que he escrito hasta el momento, aunque no es la más violenta .________. pero bueno, ya más adelante verán

En estos días escribiré sobre la otra sugerencia que recibí ;)

También voy avisando que el siguiente especial de preguntas y respuestas con retos será el 3 de octubre, así que quienes todavía no hayan enviado sus preguntas o retos a mis oc's, están a tiempo de hacerlo aquí ➡️

En fin, eso fue todo por hoy xd

Bye~ ^-^