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Capitulo 10: Peligro Inminente

Dos horas después de que Issei se cayera inconsciente en ese almacén esa mañana, Suzune había continuado con su objetivo o más bien uno de estos. Ya que antes del encuentro con William debía de visitar a alguien más que de la misma manera era compañera suya en el tema Pleyades qué sin duda reaccionaria de la misma forma que lo había hecho Chisato qué apenas le informo de donde estaba partió con gran rapidez a verlo, y conociendola sabía que muy probablemente ahora estaban en un lugar escondido dentro del viejo edificio, muy probablemente teniendo sexo.

Sin duda Chisato querría recuperar todo el tiempo perdido, y que mejor forma de hacerlo qué teniendo sexo apasionado y consensuado con el hombre que amaba, algo que ella también haría o estará con seguridad haciendo sino fuera por que a William se le ocurrió decir que quería el verla respecto a lo sucedido con algunos de los usuarios de Sacred Gear.

Sin embargo sabía perfectamente que el tema de las extracciones de Sacred Gear eran solo una excusa para verla, ya que al igual que las otras Pleyades ella llego realmente a creer que no encontraría al Avatar de Orion a tiempo, por tanto ella permitió ciertos avances con William.

Quien desde hace mucho tiempo había estado enamorado de ella, y con la falta de su hombre destinado comenzó a dar esperanzas a William sobre comenzar a tener una relación. Por eso estaba por ir a verlo, debía terminar con la esperanza de William de tener un romance con ella debido a la falta de su amado, uno que a pesar del tiempo había aparecido al fin.

Y con ello toda esperanza de iniciar una relación con Suzune se había dio, por lo que la Cuarta de las Pleyades estaba con un cierto grado de culpa por los años en los que William estuvo a su lado, con esa esperanza de al fin tener algo con ella y muy probablemente formar una familia que ahora jamás tendría con el gracias a Hyoudou Issei.

"Después de ver a la Tercera Pleyade, ya no tendré otra excusa para posponer mi encuentro con William" — Pensó un tanto culpable Suzune.

Mientras caminaba sobre un camino un tanto tradicional de piedra, algo que era bastante común en ciertos lugares en el que la cultura aún estaba muy presente, por tanto sabía bien que la encontraría en ese lugar. Más cuando noto que en al menos un par de metros una joven veía su llegada con calma, incluso con cierta sorpresa en verla y la razón era por que la última vez que se vieron fue cuando esa joven era apenas una pequeña niña.

— Vaya que has crecido — Dijo a forma de saludo Suzune a la joven que inclino ligeramente la cabeza.

— Si, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la vi Suzune-Sama — Le respondió la joven con educación.

— Así parece... — Le sonrió ligeramente Suzune.

— Supongo que vino a ver a mi madre, ¿Cierto? — Trato de confirmar la joven.

— Si, ¿Esta aquí? — Pregunto con calma Suzune.

Refiriéndose a la madre de la joven, que ante la pregunta simplemente ajusto sus lentes mientras le respondía de un modo igual de educado qué antes.

— Si, esta en la cima como suele estarlo todas las tardes, a esta hora desde hace cuatro años — Respondió la primera de las Tres Hijas de la Tercera De Las Siete Pleyades, Azuma Maia.

Que habiendo dado la ubicación donde se encontraba su madre, procedió de la misma manera a señalar las escaleras a su espalda, a donde dio un par de pasos indicando que iba a guiarla a ese lugar.

Subiendo lentamente las escaleras qué al igual que los diseños de un templo iban a la cima de la montaña, en donde se podia divisar un enorme marco de madera con el tradicional diseño y color rojo que uno podía ver en las entradas de los templos, algo que solo reforzaba más el estilo que tenian todos los alrededores apegandose a lo tradicional.

— Este lugar se ve más colorido desde la última vez que vine — Comentó Suzune al ver los árboles de cerezo alrededor.

— Mi madre a cuidado este jardín desde que nos mudamos a este lugar, es algo a lo que podría llamar su Hobby — Contó Maia observando los alrededores. — No obstante prefiere seguir entrenando, es en sus días de descanso qué atiende los jardines o se relaja en el baño termal.

— Supongo que aún desea enfrentarse a Mizuki si no a dejado de entrenar — Dijo Suzune recordando a la más fuerte de las Siete Pleyades.

— Es correcto, aun cuando tiene más de un ataque devastador, suele murmurar "Aún no es suficiente" antes de volver al entrenamiento... — Confirmo Maia sus palabras al acercarse al enorme marco de madera roja.

— Ya veo, aunque no me sorprende en absoluto cuando se trata de la Pleyade Más Fuerte de la Historia, a quien ella quiere vencer — Reconoció Suzune al llegar a la cima.

Donde el camino de piedra avanzaba un par de metros antes de terminarse y dar comienzo a un ligero claro donde podían verse varias montañas y kilómetros de la vegetación qué daba una buena vista. No obstante, en en centro del pequeño claro se encontraba una mujer parada, viendo las lejanías de las montañas con calma y serenidad.

Algo que parecia se había interrumpido breve mente con la llegada de ambas, lo que por consecuente hizo a Maia dar un par de pasos al frente, llegando a estar a solo dos metros de su madre. Que seguia observando la lejanía del lugar, algo a lo que Suzune no le sorprendió mucho por varias razones que había visto a lo largo de los años cuando viajaba con ella por el mundo buscando al Avatar de Orion.

— Madre, alguien a venido a verla este día — Informó Maia a su madre que se mantenía con la vista al frente.

— Lo se, podría reconocer su energía en donde sea... — Respondió Fubuki Azuma mientras se giraba hacia su vieja amiga de viajes. — A pasado tiempo... Suzune.

Viendo a su amiga y superior dentro del Rango de las Pleyades, Suzune sonrió de la mima manera que ella al avanzar con cierta emoción antes de abrazarla. Gesto correspondido por Fubuki, que sonreía de la misma manera después de varios años de lo verse.

— Es bueno verte de nuevo Suzune, no sabes cuando te extrañe — Dijo Fubuki mientras oía la ligera risa de su amiga.

— Lo se, yo también extrañe a mi mejor amiga — Respondió Suzune mientras se separaba ligeramente. — Realmente no has cambiado mucho, sigues igual que antes aunque ahora luces más madura.

— Digo lo mismo, aunque tu aspecto si cambio mucho desde aquel entonces... Antes ni siquiera me superabas con el tamaño de tus pechos, pero ahora eres unos centímetros más grande que yo o eso parece — Afirmó Fubuki mientras aplastaba sus pechos contra los de su mejor amiga Suzune.

Que rio ligeramente por el comentario de Fubuki, haciendo una mención al pasado donde solían competir por el tamaño del pecho que tenían, haciendo alusión de la posibilidad de que pechos podían gustar más al Avatar de Orion cuando por fin lo encontraran.

— Puede que los tenga ligeramente más grandes por los tuyos pero aún así no te puedo superar, sigues siendo más fuerte que yo, incluso más que en el pasado — Reconoció Suzune mientras Fubuki reía ligeramente.

— A diferencia de muchas de nosotras, no descuide mi entrenamiento aunque sigue siendo insuficiente para poderla derrotar — Confeso Fubuki con cierto pesar en sus palabras.

Mismas que habían sorprendido un poco a Maia al ver la actitud de su madre, que usualmente era el de una mujer bastante tranquila, respetuosa y ambiciosa que al mismo tiempo sentía un gran orgullo por la Casa Azuma qué tenia una reputación espléndida qué se habían forjado con los años de trabajos perfectos.

Pero ahora su madre parecía diferente a lo usual, por tanto no estaba segura de si debía contarle de esta personalidad a sus hermanas menores que estaban fuera en una mision. Sin embargo dicha actitud se mostró únicamente por Suzune qué llegó de visita inesperadamente, así que aún si le contaba algo a sus hermanas no iban a creerle sin una prueba concreta.

— ¿Sigues con eso? Crei que ya lo habias descartado... Vencer a Motohama Mizuki es imposibles para las Pleyades, aun si el resto de nostras nos unimos podríamos a lo mucho darle una buena pelea pero ser capaces de vencerla sería imposible si no lidiamos con sus invocaciones o poderes, que sino recuerdas nos dejaron en cama por casi un año sino fuera por... — Contó Suzune recordando algo del pasado.

— Por las Siete Pleyades en la Bóveda Celeste... Nos dieron algo para sanar y mejorar más rápidamente — Completo Fubuki las palabras de su amiga que le asintió. — Aun así no me rindo, creo en verdad que puedo vencer a Yumiko con mi nivel actual.

— Por esa razón les decíamos las Tres Bestias de Orion, sin duda el sería por mucho el único que podría vencerlas, hasta donde supusimos claro — Dijo Suzune algo agotada al recordar esos días.

— Hace mucho que no escuchaba eso... Sin duda las Pleyades nos podríamos en un tiempo cercano reunir para recordar esos días — Sugirió Fubuki mientras iba caminando hacia la escalera.

O más bien al marco de madera, donde a un lado Maia manipulo un disco que hizo al arco de madre cambiar el aspecto que tenia antes, ahora ya no se veía ninguna de las escaleras o árboles sino que ahora se podía ver en su interior una sala de lo que se podía llamar una casa tradicional realmente lujosa.

Misma a la que Fubuki entró como si no fuera nada extraordinario, algo que aún Suzune no encontraba especial al ser un aspecto que podía verse mucho ya fuera con la Magia, Herramientas o Artefactos Especiales como el marco de madera. El cual regreso a su estado normal una vez las tres mujeres cruzaron a la sala, en la que Fubuki se sentó al igual que Suzune mientras Maia parecía dar instrucciones a uno de los sirvientes, qué parecía algo viejo pero no lo suficiente como para ya retirarse de trabajar.

— Veo que te a ido bien estos años... Es mas, creo que tu fortuna debe superar por mucho a la de Mizuki o Yumiko, no me sorprendería que solo juntando sus fondos puedan alcanzar los tuyos — Le expreso Suzune sorprendida.

— Digamos que la Familia Azuma no se debió subestimar tanto, de lo contrario no tendríamos todo esto — Explico con calma Fubuki.

— Eres aterradora — Dijo Suzune.

— Solo cuando la situación lo amerita y realmente lo ameritaba — Dijo Fubuki con una sonrisa satisfecha.

Mientras el sirviente junto con otros dos más traían un par de postres y tazas que pusieron sobre la mesa de centro, donde no tardaron en llenar las tazas antes que retrocedieran. Dejando solo a Maia junto con las dos Pleyades presentes, que ante la salida de los Sirvientes cambiaron un poco sus semblantes, algo que no pasó a desaparecido por Maia qué observaba y analizaba en silencio la situación.

— ¿Como esta tu esposo? Escuche que es bastante exitoso... — Cuestiono Suzune mientras tomaba su taza y unas galletas.

— Lo es... En el bajo mundo — Contestó Fubuki mientras tomaba su taza y bebía.

— Me sorprende que siga vivo, creía que en este punto ya lo habrías matado — Le confesó Suzune al morder una galleta.

¯ Pensaba hacerlo, pero terminamos firmando un contrato al final — Contó Fubuki sin prisa. — El no volvería a la Familia Azuma, y tampoco se llamaría así mismo un miembro de esta jamás.

— ¿Enserió? Pensé que lo asesinarias, ya que cuando me lo contaste parecías estar realmente furiosa — Dijo Suzune con un recuerdo de esa llamada.

— Quería hacerlo, pero la mayoría de los contratos y negocios que hicimos eran en gran parte suyos, así que negociamos y al final me quedé con las pertenencias de la Familia Azuma en su totalidad — Explico Fubuki un poco disgustada. — A cambio, iba a darle una pensión de Dos Millones de Yenes y una alianza con su Gremio al que no le tengo tanta importancia pero gracias a eso el jamás volvera a pisar un pie en esta casa o en alguna propiedad de la Familia Azuma.

— Un Precio justo supongo... Por solo dos millones lo mantienes alejado de ti, creo que te resulto mejor que nunca — Alabo Suzune mientras bebía su Te.

— Si me hubiera pedido más me habría convertido en Viuda como Yumiko, solo que bajo mi mano y no por enfermedad como paso con ella — Admitió Fubuki a Suzune qué suspiro.

Esto por que a su espalda, Maia parecía no estar interesada en lo más mínimo o incluso ignorar totalmente lo sucedido, tal parecía que no tenía una relación a que llamar cercana con ese hombre.

— Realmente te admiro, dudo que otra con tus poderes hubiera hecho eso si lo encontraba siéndole infiel con alguien más joven — Reconoció Suzune ante lo que Fubuki le resto importancia.

— ¿Más joven? Por favor, esa Sucubo era por lo menos cien años mayor que yo, no obstante me dio la oportunidad de tomar todos los recursos que tiene actualmente la Familia Azuma, así que le estoy en un retorcido sentido agradecida — Admitió con satisfacción Fubuki ante lo que Maia asintió.

Indicando que ella habría hecho igual y habría buscado tomar todo al igual que hizo su madre, lo que causó un extraño sentimiento en Suzune al ver que tanto madre e hija pensaban igual en alguno que otro aspecto.

— Realmente no pueden subestimarte, esa es la Azuma Fubuki que recuerdo y aprecio — Expreso Suzune mientras su mano dejaba la taza medio llena en la mesa de centro. — Aunque gracias a lo sucedió podría decirse que ya estás en verdad divorciada de ese sujeto.

— Por supuesto, aunque preferiría ser viuda — Reconoció Fubuki.

— Perfecto, entonces no me sentire mal por lo siguiente — Comentó Suzune con cierto misterio.

— ¿Ya me dirás a lo que has venido? Aun si aprecio la visita, se que estas ocupada al igual que yo así que si vienes a verme es por que sucedió algo importante... — Dijo Fubuki mientras acercaba la taza a sus labios.

— Así es... Apareció, por fin encontre al Avatar de Orion — Confesó Suzune con seriedad.

Causando que un ruido llenará toda esa sala, causado por la raza de Te que cayó al suelo mientras Fubuki observaba con sorpresa la taza, mostrando una mirada temblorosa ante esa noticia. Una que al igual que Fubuki dejó shokeada a Maia, que había perdido su rostro tranquilo y había tomado uno de total sorpresa así como incredulidad, ya que tanto ella al igual que sus hermanas conocían qué a su madre siempre le falto algo.

Algo que el dinero, propiedades, lujos o inclusive su entrenamiento no parecían llenar de ninguna manera, y eso era un hombre al que ella siempre estuvo en la vida destinada a conocer. Para ella no le era desconocido que su madre era una y que al igual que el resto de las Pleyades estaba destinada a amar a ese hombre a quien seguiría por el resto de su vida.

Eso era algo que Fubuki les había dicho en el pasado en un entrenamiento, en el que le preguntaron por que parecia ser ajena a los intentos de seducción de su padre. Recibiendo como respuesta que ella estaba destinada a amar a sólo uno, un solo hombre podía entrar dentro de su corazón y ese hombre no era de una manera obvia su padre, que solo logró casarse con ella por que sus padres les arreglaron el compromiso.

Y que por esto era probable que si este hombre aparecia, ella iba a abandonar todo para ir con el o entregarle todo el dominio de la Familia Azuma. Aunque también fue honesta con el cambio del sentimiento que tenia por ellas, podría llegar a olvidarlas y dejarlas de lado si este hombre se lo pedía.

Todo dependería de como se desarrolle la situación en ese momento, aunque en ese momento las esperanzas de que este apareciera eran realmente mínimas, eso al menos hasta ahora donde Suzune dio la noticia de que ese hombre había por fin aparecido, el Avatar de Orion llegó a aparecer aunque varios años tarde de lo que era usual, por esa razón su mirada se concentro en su madre que parecía aun estarlo procesando todo.

— No escuchaste mal, y tampoco es una equivocación.. Realmente apareció, casi pierdo las esperanzas pero apareció en nuestras vidas como debía pasar — Dijo Suzune al ver la mirada de sorpresa de su amiga. — Tardó en aparecer por que fue bendecido con una Sacred Gear... Y por tanto el no nació con la Marca que usualmente lo ayuda a encontrarnos.

Las palabras de Suzune eran un hecho al que todas las Pleyades le era conocido, y la razón de esto era que para ser Avatar de Orion era necesario ser un humano al 100%, no podía ser mestizo o de alguna otra especie. Debía ser humano, uno que no tuviera nada especial en el, ya fuera un Linaje o Habilidad Especial y en eso se incluían las Sacred Gear qué eran un Artefacto creados por un Dios que iban sin duda más haya de lo ordinario.

Tener una de estas cosas te descartaba como un posible Avatar de Orion, que a su vez debió nacer en un día específico en el que las estrellas del cielo nocturno fueran brillantes o donde pudiera verse mejor la constelación de Orion, cosas en las que Issei no cumplía. Ya fuera con su nacimiento o su Sacred Gear, Issei ya no contaba como candidato a ser Avatar de Orion, pero aún con esto en contra a las primeras Pleyades no les costó mucho el poder reconocerlo gracias a que ambas pudieron sentir sus destinos vinculados con el apenas lo tocaron.

Y con la Sacred Gear intuyeron qué Issei era el primero de los Avatares qué no se podría identificar usando la Marca, una que otorgaba una gama de habilidades a los Avatares como la de usar habilidades que fueran de sus Pleyades. Así mismo la marca le permitía sentir sus ubicaciones al tener sus destinos unidos, que a decir verdad era lo principal para encontrar a las Siete Pleyades.

Ahora, sin la ayuda de esa marca era en si obvio que no iba a poder buscarlas al instante, por tanto la tardanza de estar junto con sus hombre amado fue por la simple acción del Sistema del Cielo, que le dio una Sacred Gear aun siendo este un Avatar de Orion. Algo erróneo dado que Issei usando su deseo había robado los destinos de las Pleyades de su dueño original, por tanto ellas asumirian qué esto fue culpa de la Sacred Gear y no de Issei al no poder existir dos avatares en la misma generación... Hasta ahora.

— Una Sacred Gear... Una maldita... Una Sacred... — Musito Fubuki varias veces antes de golpear la mesa de centro y su sofá que se destrozo al instante. — ¡Fue por una maldita Sacred Gear qué nadie de nosotras pudo encontrarlo! ¡Maldito seas Sistema del Cielo~! ¡¿Por que entre todos los seres humanos a quienes tu le pudiste dar una Sacred Gear, escoges al que estaba destinado a amarnos?! ¡Eres un maldito bastardo!.

El arrebato de ira de Fubuki sorprendió totalmente a Maia, ya que esta era en si la primera vez que la veía actúar así sin medir sus palabras o poder, ni siquiera con la infidelidad de su padre reacciono tan violentamente.

— ¡Fubuki! — Gritó Suzune mientras se ponía de pie con seriedad. — ¡Entiendo que esto te ponga furiosa, incluso yo lo estuve al saberlo! ¡Que la razón de toda esta soledad se deba a una Sacred Gear otorgada por el cielo! ¡Pero no podemos volver en el tiempo, por ahora debemos cumplir con nuestro destino y apoyarlo! ¡Créeme el es más especial de lo que era cualquier Avatar, de nosotras depende y no podemos desperdiciar más tiempo!.

— ¡Carajo...! — Gritó Fubuki mientras un fuerte estruendo se oía.

Causado por el aura de Fubuki qué ante la frustración terminó lanzando hacia la pared contraria a donde estaban, algo a lo que Maia observó aún sorprendida.

— Esto es realmente frustrante... Que la causa de toda nuestra soledad sea culpa de... Ugh rayos... — Dijo Fubuki tratando de calmarse. — ¿Como es? ¿Como esta? ¿Como se llama? ¿Donde esta ahora?.

En sus preguntas pudieron sentirse una gran cantidad de anhelo, por conocer al hombre que estaba destinada a amar el resto de su vida, algo que Suzune sabía así como entendía perfectamente.

— Se llama Hyoudou Issei, y es... Raro en verdad, no se como describir lo que hace sentir a mi corazón, pero puedo decirte y sin temor a equivocarme que el es todo... Todo lo que nosotras habíamos esperado de él — Contó Suzune sonrojaba. — Solo e estado un par de horas con el, pero en verdad ya deseo volver a estar a su lado y jamás apartarme, más ahora que el ya ha dicho que esta dispuesto a aceptar la responsabilidad sobre todas nosotras.

— ¿Todas las responsabilidades? ¿Acaso el se siente culpable por no buscarnos a lo largo de todos estos años? — Pregunto Fubuki sorprendida y ansiosa.

— Eso creo... Aunque siendo realistas el ni siquiera sabía de nuestra existencia y seguramente el nunca lo hubiera sabido sino fuera por que sucedieron un par de cosas que lo encaminaron a conocernos, fue una afortunada casualidad que ellas lo encontraran — Expreso Suzune de la forma más honesta posible. — Hyoudou Issei... Ese es su nombre, es un alumno y ahora vive en la Ciudad de Kouh con sus padres.

Ante la mención de su nombre, Fubuki se sintió completa por alguna razón como si algo que le había faltado todos estos años se le hubiera regresado, dándole un gran sentimiento de paz y felicidad que no era normal sentir.

— Hyoudou... Issei - Repitió Fubuki con un sentimiento de felicidad genuina, a la que ella no estaba acostumbrada. — Solo su nombre es suficiente para darme paz, realmente es el... El hombre al que todas nosotras nos habíamos aferrado en estos años por fin apareció.

— Así es, la espera y la soledad valieron la pena al final cuando lo conoces — Se limito a decir con una sonrisa Suzune a lo que Fubuki reacciono.

— Entonces no tiene sentido esperar un segundo más — Afirmó Fubuki antes de girarse a donde estaba Maia. — Cancela todas las reuniones de esta semana, voy a estar ocupada.

Las palabras de la Cabeza de los Azuma dejo sorprendida a Maia, al ver que por primera vez su madre estaba dejando a un lado su deber con la Familia Azuma, todo por un hombre que aún ni conocía personalmente pero parecía ser que no importaba si lo conocía o no.

Su sola existencia representaba ser algo totalmente absoluto para su Madre, casi como si su existencia dependiera de este hombre. Algo que dejaba a Maia con una sorpresa bastante evidente para todos, y fue a causa de eso que su curiosidad por "Hyoudou Issei" comenzó a florecer, era natural que comenzará a sentirla ya que su solo nombre fue capaz de alterar a su madre que usualmente no era alguien a quien podrías llamar expresiva, así que saber como era aquel hombre que podía lograr eso despertó su curiosidad.

— Lo haré enseguida — Respondió Maia mientras hacía una ligera reverencia en confirmacion. — "Hyoudou Issei... Aquel que las Pleyades han estado esperando a lo largo de todos estos años... ¿Qué clase de existencia eres?"

Sus pensamientos eran claros, saber que tan especial era este hombre y si este era digno de estar con su madre, a quien ella admiraba y respetaba.

— Bien, ahora Suzune llévame con... — Trato de pedir Fubuki antes de notar la mirada de su amiga. — ¿Hay algo más?.

— Por desgracia... Antes de que puedas conocerlo, debes deshacerte de todo lo que podría causarle algún problema o molestia, sus poderes son inestables y aun no sabe controlarlos bien así que para no distraerlo con asuntos que se podrían considerar "innecesarios" te debes deshacer de el... — Explico con seriedad Suzune mientras veia con el mismo sentimiento a su amiga.

Que había entendido perfectamente sus palabras, al punto que solo sonrió de un modo ligero mientras su aura asesina se hacía presente.

— "Asuntos innecesarios", supongo que tienes razón... Si quiero vivir felizmente con Hyoudou Issei deberé eleminar a la existencia "innecesaria" que tengo como ex esposo, que si analizo la situación no dudo que intentará tomar ventaja de la situación — Dijo Fubuki mientras veía a Suzune qué asintió. — No sería lindo de mi parte llevarle problemas apenas nos conozcamos, así que debo encargarme de esto primero.

— Mizuki y Yumiko están haciendo lo mismo, están eleminando a cualquier problema "innecesario" qué se pueda presentar ante Issei - Hablo Suzune mientras miraba la hora en su reloj y suspiraba. — Tengo cosas que hacer antes de hablar con William, así que tendré que retirarme ahora.

— Bien, te veré en unas horas — Afirmó Fubuki mientras Suzune sonreía.

Indicando que solo necesitaban un par de horas para arreglar sus asuntos con los aspectos "innecesarios" que podían ser un problema en el futuro. Con esto claro, Suzune dejo la habitación en un parpadeo usando un Círculo Mágico al que Fubuki observo en silencio por un par de segundos donde Maia espero en silencio.

— Moviliza a todas las fuerzas del Clan Azuma, el objetivo es el Gremio Kuro y su Líder Albert Furokawa — Ordenó al instante Fubuki sorprendiendo una vez más a Maia.

Qué no espero la movilización de toda la fuerza del Clan Azuma, que incluía a los aliados de este, los cuales al igual que le ocurrió a Maia se sorprenderían ante la orden de la Líder de los Azuma.

— Entendido pero... ¿Qué les diré si me preguntan la razón del ataque a uno de los Gremios Aliados del Clan Azuma? — Pregunto Maia.

— ¿La razón?, Hmp~ Solo di la verdad de lo ocurrido... — Dijo Fubuki con frialdad mientras se giraba hacia Maia. — Que el Gremio Kuro al mando de mi Ex Esposo Albert Furokawa a cometido traición.

Ante la mirada y sonrisa de su madre, a Maia solo le quedo obedecerla sabiendo que en unas horas su padre iba a morir por el simple hecho de considerarse un posible problema en el futuro. Algo que si bien no podría pasar jamás, iba a ser una constante molestia si resultaba todo lo contrario y trataba de tomar ventaja, por lo que acusarlo de traición antes de tiempo era adelantarse a los hechos, no obstante no es como si a ella o alguna de sus hermanas les importara lo que le fuera a pasar a su padre.

Tiempo actual - Ciudad de Kouh - Burger Kouh - Martes 3:40 PM

Regresando al tiempo actual, Issei veía a la chica sentada aun sosteniendo una de sus hamburguesas mientras lo veía en al menos un principio algo extrañada, pero como si se tratara de un reflejo miro a la mochila en la mesa. Entendiendo algo al instante, girando su mirada otra vez a el sorprendida en varios aspectos que eran bastante obvios como el hecho de que el dueño de la mochila qué tenía fuera con creces un chico bastante atractivo.

— Tu... ¿Eres desconocido-kun, el dueño de la mochila? — Pregunto con sorpresa la joven después de tragar la comida de su boca y verlo de pies a cabeza.

— Si, lo soy... — Respondió Issei mientras se rascaba su mejilla.

Ya que aún si tenia el tiempo encima con el Libro de los Deseos, sabía que tenia en ese momento al menos otra hora o dos al tiempo límite establecido. Ya que si no se equivocaba el había perdido el Libro por primera vez a las cinco o seis de la tarde, por tanto considerando la hora que era a pesar de su desmayo aun tenia tiempo.

— Lei el mensaje — Aclaro Issei un poco más aliviado que antes al ver el Libro de los Deseos en la mochila. — "Maldición... Realmente espero no tener que volver a pasar por esto".

Mientras pensaba eso saco su teléfono en donde busco y mostró ese mensaje que le decía que la buscará en ese lugar.

— Estuve bastante ocupado... Así que no pude responder tus llamadas a tiempo o realmente no podía responderte cuando lo hacías — Justifico Issei rápidamente a su falta de respuesta con las llamadas.

— No te preocupes, de hecho no fui yo quien te llamo... Fue de una amiga mía que la encontró por casualidad — Dijo con cierto nerviosismo la joven. — "Es bastante lindo...".

Pensó la joven ante el físico y apariencia de Issei, qué aún siendo inconsciente del efecto de su físico perfecto no noto en su momento que la mayoría de las mujeres presentes lo observaban sorprendidas o interesadas en el, aun si su apariencia y estilo estaban algo desalineados por sus caídas e inconsciencias anteriores. Tenía el aura que la mayoría de las jóvenes ahí no pudieron evitar notar, como varias de las mujeres mayores que aún si estaban a lado de sus esposos o hijos observaron al castaño curiosas o interesadas.

— ¿Te molesta si me siento? — Pregunto Issei trayendo a la realidad a la joven en frente suyo. — Tuve un día ajetreado así que estoy un poco cansado...

— A-Adelante... — Respondió la joven al notar que lo había observado fijamente.

— Gracias — Agradeció Issei mientras se sentaba en el sillón del frente. — Aun no me presento... Soy Hyoudou Issei, es un placer.

— K-Kitagawa Marin... Es un placer — Le respondió la joven mientras empujaba la mochila del castaño hacia el con cuidado.

— Gracias por guardar mis cosas — Dijo Issei mientras tomaba su mochila en sus manos. — Realmente me salvaste.

Sonrió amablemente el castaño, que aún siendo denso en esos detalles ignoro a la sorpresa y sonrojo de las jóvenes que no habían despegado su vista de el aun si se había sentado con la joven Marin.

Se llama Hyoudou Issei... Que nombre más lindo — Dijo en un susurro una de las jóvenes cerca de su mesa.

¿Verdad? ¿Crees que esa chica sea su novia? — Susurro otra a su lado.

No lo creo, se acaban de presentar así que esta debe de ser sus primera cita por lo menos — Susurro una emocionada y interesada.

Podría ni si quiera ser una cita — Dijo otra en un susurro.

Entonces no está mal que le pidamos su número de contacto ¿Cierto? — Comentó otra mientras Marin las veía de reojo.

Notando así que la mayoría de las chicas presentes mantenían un claro interés en Issei, que ignorante de eso parecía estar más interesado en su mochila qué en las miradas de las demás personas. Y es que incluso Marin aún si no era una chica al que le interesara mucho el físico de una persona, era consciente de que Hyoudou Issei el chico que acababa de conocer en verdad superaba a cualquier otro chico que hubiera conocido antes.

Y aun con su personalidad extrovertida se sentía tímida ante Issei, algo que rara vez le sucedía o mejor dicho esta era en si la primera que sucedía. Ningun chico le había hecho sentirse así sin importar que tan atractivos fueran, inclusive si el físico parecía el de un atleta no sentía ni el más mínimo sentido de timidez o una ligera vergüenza que sentía ahora por la sola presencia de Hyoudou Issei.

"Nowa-Chan debiste haberte quedado y dejado de lado la invitación al Karaoke de los chicos, así no estaría tan nerviosa con esta situación... Es por mucho la primera vez que me siento así frente a un chico" — Pensó Marin masticando con timidez su hamburguesa.

Y es que sin saberlo, Marin estaba bajo el encanto del Físico Perfecto de Issei qué a pesar de haberlo deseado él mismo, ya lo había olvidado parcialmente debido a los diferentes sucesos de estos días. Y más al haber perdido y ahora recuperado al fin, El Libro De Los Deseos que sostuvo en su mano sacándola de la mochila junto con la pluma que al sostener ambas, pudo de algún modo sentir como un sentimiento de alivio lo llenaba.

Como si le dijera que la cuenta regresiva se hubiera detenido y reiniciado cuando lo toco, dando por hecho que ya no tenía riesgo de la regla de olvidarlo todo. Y en pos a eso sonrió genuinamente, ante las miradas interesadas del grupo femenino que se sonrojaron y desviaron la vista a otro lado, algo que molesto a muchos de los chicos y hombres presentes al ver en primera persona a sus novias o esposas sonrojarse por otro hombre.

— "Ya puedo estar más tranquilo" — Fue el pensamiento de Issei mientras iba de nuevo guardando el libro en la mochila.

"[¿Ese Libro es el importante objeto que debías de encontrar?]" — Pregunto algo dudoso Ddraig. — "[Parece algo en verdad común]".

"Puede que para ti no sea algo valioso pero para mi lo es..." — Respondió Issei mientras suspiraba. — "Es algo que esta más allá de lo invaluable".

"[No podría estar más de acuerdo con tus palabras]" — Apoyo Ddraig a Issei dejándolo con poco confundido.

"¿A que te refieres? ¿Sabes el valor de este Libro?" — Cuestiono sorprendido y ligeramente preocupado Issei.

"[No realmente, pero cuando un usuario logra despertar el Boosted Gear obtengo automáticamente un repertorio de sus recuerdos con el objetivo de comprender como es la época actual]" — Explicó Ddraig con calma. — "[Y esta vez fue igual, con cualidades excepcionales desperté rápidamente y obtuve parte de tus recuerdos que me dijeron como era actualmente la época, sin embargo dentro de esos recuerdos hay unos que no tengo permitido ver, ya que apenas lo hago todo el recuerdo se distorsiona al punto de que me es imposible entender o comprender cualquier cosa que este pasando]".

"En esos recuerdos..." — Pensó Issei entendiendo lo que Ddraig estaba por decir.

"[Si, en todos los recuerdos donde no soy capaz de ver adecuadamente, ese Libro esta presente]" — Confirmo Ddraig sorprendiendo a Issei. — "[Sea cual sea la razón, es claro que si un Libro común a la vista puede evitar que un Dragón Celestial como yo no pueda ver ciertas cosas, es especial]".

Ante esas palabras Issei entendio que no importaba que tan poderoso fuera el ser que viera sus recuerdos, o viera escribir algo en el Libro de los Deseos. Nadie iba a poder ver su poder a menos que el sin dudar lo aceptara o quisiera, aun si era un Dragón tan poderoso como Ddraig el que lo intentará.

— ¿Estan todas tus cosas? — Pregunto Marin al ver su expresión de sorpresa.

— ¿Eh? S-Si no te preocupes, esta todo lo que tenía — Afirmó Issei mientras veía a Marin.

Debido a su alivio de haber encontrado el Libro de los Deseos y su corta platica con Ddraig, había olvidado en donde se encontraba ahora así que sonriendo de nuevo Issei bajo ligeramente la cabeza.

— Se que ya te agradecí, pero de verdad me salvaste con esto... Gracias por haber guardado mi mochila — Repitió Issei de nuevo con una clara gratitud que hizo a Marin sonrojarse de nuevo.

— N-No hay problema, aunque no fui yo quien la encontró — Explicó Marin ante el agradecimiento de Issei. — "¿Como es posible que sea tan lindo?".

— Aun así quiero agradecerte — Volvió a decir Issei antes de notar la comida de la rubia. — Ya se, en agradecimiento por tu ayuda déjame pagar por la comida.

— ¿Eh? — Respondió Marin sorprendida antes de avergonzarse.

Y es que la cuenta actual de comida que debía pagar era algo grande, después de todo había ordenado muchas cosas.

— ¡N-No te preocupes! ¡Yo pagaré! ¡No necesitas...! — Expreso rápidamente Marin avergonzada.

— Insisto, de lo contrario me sentire un poco mal por no regresar el favor — Dijo Issei mientras sacaba su teléfono.

Para así poder acceder a su cuenta en el banco, que si no recordaba mal tenia un par de Yenes guardados solo en casos de emergencia pero con esto no importaba si no era una emergencia. Pero contra el resultado que ya esperaba ver, quedo al inicio un poco confundido al ver que en su teléfono ya había una cuenta abierta con su nombre.

Y por la información mostrada estaba de lo más seguro que no era la suya sino un nuevo tipo de cuenta, una que parecía al menos tener un día de haberse creado y activado. Por lo que investigo un poco la cuenta tratando de averiguar más de los datos, sin embargo su mirada quedo sin la menor de las dudas perpleja al ver la cantidad de dinero que había dentro de esa cuenta a su nombre.

[Saldo de cuenta: ¥20 000 000]

Ante la cantidad de dinero reflejada en la cuenta, el rostro tranquilo de Issei quedo en absoluto shock, tanto que parpadeo al menos un par de veces para confirmar lo que veían sus ojos. Y al ver que no estaba de ninguna manera confundiendo lo que veía, sintió la necesidad de gritar pero al intentar su cuerpo no respondía aún por la sorpresa de ver tal cantidad que en si jamás había visto en su vida.

"¡¡¿Veinte Millones de Yenes?!! ¡¡¿De donde carajos salio esta gran cantidad de dinero?!!" — Pensó Issei sorprendido antes de recordar algo. — "Espera...".

Y eso era que Mizuki le había dado este teléfono con sus números ya agregados para mantenerse en contacto, así que la única que pudo registrar esta cuenta en el teléfono era ella. Por tanto ese dinero había sido depositado por ella, o eso era lo que creía al principio, ya que al ver la transferencia pudo notar que eran dos y no solo una y al ver los nombres supo al instante que habían sido tanto Yumiko y Mizuki las que depositaron ese dinero.

Aunque sabía que ambas tenían formas de conseguir dinero, lo depositado en la cuenta le hacía entender que tenían aun más de lo que aparentaban tener. Algo a lo que no se equivocaba, ya que ambas o la totalidad de las Pleyades poseían unas cantidades de dinero exorbitantes qué al unirse dejarian en shock a cualquiera.

"Parece que subestime el amor que las Pleyades tienen por mi" — Pensó Issei en verdad sorprendido.

Aunque era demasiado dinero sabia que de rechazarlo solo haría que Mizuki con Yumiko se sintieran bastante tristes o al menos preocupadas sobre exagerar con expresar su amor por el, que si bien era algo que lo hacía feliz también lo ponía un poco preocupado sobre lo que ellas serían capaces de hacer por su bien.

— E-En verdad no es necesario... — Dijo Marin tratando de hacerlo cambiar de opinión.

— N-No te preocupes, el dinero no es un problema... Además aun no he comido o mejor dicho ni siquiera desayune — Dijo Issei mientras se ponía de pie. — Así que no te preocupes, yo me encargo.

Con esas palabras Issei se dirigió hacia el mostrador dejando sola a Marin, qué con cierta vergüenza se cubrió el rostro ante la gran posibilidad de ser vista como una chica que comía demasiado.

"Jamás me había sentido así... ¿Por que me importa mucho lo que piense de mi? Y más aún, ¡¿Por que siento que mi corazón va explotar con solo verlo sonreír?! ¡¿Qué está mal conmigo?!" — Pensó Marin algo nerviosa mientras veía de reojo a Issei.

Quien hablaba con calma con el joven que atendía, mismo que ahora tenia al momento una expresión forzada en el rostro, demostrando así que incluso la mayoría de los hombres no estaban en absoluto contentos con la presencia de Issei qué aún parecía ignorante de eso.

"¿Realmente ignora que lo ven así o lo sabe pero prefiere ignorarlo?" — Llego a cuestionarse Marin al ver a Issei.

Pero mientras pensaba eso al menos un grupo de siete chicos, se paró junto a su mesa observandola con seriedad y gran molestia que la extraño pero tambien le hizo ponerse del mismo modo.

— ¿Necesitan algo? — Pregunto Marin.

— Si, que tu y tu novio se vayan de este lugar — Respondió uno que parecía ser el líder del grupo.

— ¿Eh? — Musito Marin con sorpresa.

— Desde que llegó las chicas con las que estamos no han dejado de hablar de él y la verdad es molesto — Dijo uno justo a lado del "líder"

— Así es, es como si hubieran olvidado que están con nosotros — Menciono un chico al otro lado del "líder".

— Incluso mi novia no hace más que ver a tu novio ignorándome por completo, y la verdad como dicen ellos es molesto el que se lleve toda la atención — Dijo uno de los que estaban atrás con molestia.

— Si, es verdad — Dijeron varios de los que estaban atrás, que Marin no era en su posición capas de ver.

— Es por eso que se van por la buenas o por las malas — Dijo el "líder" teniendo un tono más serio que el anterior.

Dejando más que claro que ellos no iban a aceptar un "No" por respuesta, que sin importar lo que pensara debía irse junto con Issei qué parecía ser aun no se daba cuenta de lo que sucedía.

— Escuchen... En primer lugar no es mi culpa que sus novias o parejas los estén ignorando, eso deberían de hablarlo de manera directa con ellas y no conmigo, en segundo lugar no son dueños de este lugar así que no pueden echarnos en lo absoluto y tercero el no es mi... — Trato de explicar Marin teniendo una ligera vergüenza con el último punto.

— No me importa, se tienen que largar de aquí o de lo contrario... — Amenazó seriamente el "Líder" haciendo un caso omiso a las palabras de Marin.

Sin embargo antes de poder decirle algo más, un ligero golpe llamo la atención y como consecuente todos observaron un lado de la mesa donde ahora estaba una charola más de comida. Una que tenia a lo mucho dos Hamburguesas, Papas con salsa y una bebida, ademas de haber dos tikets de pago, algo que sorprendió por un momento a Marin antes de ver hacia el castaño de pie junto al grupo.

Los cuales al reconocerlo se pusieron al instante serios como molestos, dejando de lado a Marin para concentrarse en la precencia de Issei qué al ver el grupo al principio creyó que eran conocidos por lo menos de Marin. Pero al ver como le hablaban y exigían qué se fueran de ahí por su precencia hizo que el castaño se molestara al instante, al punto que aún cuando eran más que el no sintió miedo alguno o preocupación al pararse frente a todos ellos.

— Kitagawa-San, ¿Los conoces? — Fue la pregunta de Issei tratando de descartar algunas de sus suposiciones.

— No, no conozco a ninguno de ellos y tampoco quiero — Respondió Marin a Issei como si el peligro de desatar una pelea hubiera desaparecido. — Desde que se acercaron, solo han dicho una tontería tras otra, es molesto.

— Comprendo — Contesto Issei al saber que ninguno de ellos era un conocido o un amigo. — Todos ya escucharon a la señorita, están molestando asi qué solo váyanse.

— ¿Irnos? Al diablo, el que se va eres tu, de lo contrario vamos a... — Amenazó el "Líder" al tomar de la playera a Issei.

Causando que la atención de todos ahí se centrará en ellos, incluidas las de las que se supone eran parejas o novias de algún chico del grupo frente a Issei, quien aun con esa acción no sintió miedo o temor a pesar de la mirada violenta del chico que parecía ser más alto y fuerte. Alguien así causaría un poco de miedo a cualquiera, sin embargo Issei no sintió nada de eso y simplemente bajo su mirada para ver la mano que lo sostenía de la playera.

Si este suceso hubiese sucedido antes en la semana pasada, Issei estaría nervioso y realmente temeroso de provocar a un chico como el que estaba en frente, pero el actual no era igual al antiguo. Para un Issei Humano esto era peligroso, pero en un Issei Dragon esto no era más que una simple broma de mal gusto, esto por sus nuevos genes qué habían cambiado los sensores de peligro en Issei qué ahora a pesar de estar rodeado, no corría algún peligro y aun si lo golpeaban no iban en lo más mínimo a lastimarlo o asustarlo.

— ¿Van? — Pregunto Issei causando en una sola fracción de segundo.

Qué los siete chicos se tensaran en sus lugares sin poder moverse, y es que en esa simple fracción de segundo vieron con sorpresa y terror algo que jamás a pesar del tiempo iban a poder olvidar.

Con terror los siete observaron a un ser monstruoso reflejado en Issei qué de un modo claro y sin palabras les dijo que el meterse con el era lo mismo que buscar personalmente a la muerte. Verlo frente a sus ojos causó que todo el valor que él grupo tenía desapareciera, inclusive los sentimientos de enojo cambiaron por el de temor y terror que casi gritan en sus lugares, sino fuera por que sus cuerpos se negaron a obedecer como si tratarán de buscar sus supervivencia.

— Y-Yo... — Trato de hablar el "Líder" a pesar del terror que sentía.

Uno que extraño de un modo absurdo a Issei, quien había esperado que ellos no se detuvieran y tratarán de llevarlo a la situación donde no tuvieran más opción que pelear pero de algún modo ellos sin razón aparente habían perdido toda las ganas de enfrentarlo.

— ¿Y bien? — Pregunto Issei mientras el "Líder" lo soltaba y daba un paso atrás.

Acción qué imitaron los demás, dándole al asunto aun más sorpresa para Issei al contrario de los demás presentes qué si bien estaban un poco lejos cada uno sin lugar a dudas tuvo una visión diferente de lo sucedido. Para muchos hombres a pesar de no estar cerca del problema se sintieron intimidados por una razón, no sabían exactamente el motivo pero eran conscientes de que esa intimidación era por la precencia de Issei, qué aun sino los vio o hablo entendieron al instante que no debían meterse en su camino.

Un caso casi contrario a las mujeres ahí, que similar a los hombres sintieron con sorpresa una clara intimidación pero al contrario de los hombres que temieron de algún modo por sus vidas, las chicas fueran jóvenes o mayores sintieron una extraña, rara pero cómoda sensación de seguridad y sumisión. Realmente era en si la sensación más única que sintieron en sus vidas, al punto que despertó aún más el interés que tenían por Issei pase aún si tenían pareja o marido, aunque a pesar de eso el sentimiento de temor no fue fácil de romper, no hasta que a Issei se le dio por suspirar cansado por todos los sucesos de este día.

— ¿Sabes? Este no a sido el mejor día de mi vida, así que para evitar problemas o algún otro inconveniente nosotros... — Hablo Issei tratando dar una solución al problema actual.

— ¡N-Nos iremos! — Exclamó el "Líder" sorprendiendo a Issei.

Qué pensaba decir que dejaran todo en calma y que regresaran a sus lugares, o al menos esa era la idea que tenia pero antes de si quiera terminar de hablar el grupo de chicos regreso a sus lugares y sin esperar las respuestas de sus novias así como parejas se las llevaron hacia la salida donde pagaron rápidamente para luego salir por la puerta, todo eso en un lapso de tres minutos donde Issei solo se limito a observar extrañado.

"Eso fue raro" — Pensó Issei aun sin entender lo sucedido.

Caso contrario a Ddraig qué observo los sucesos con cierto interés en que haría su portador para salir de ese problema, pero pase a suponer lo que podría estar por suceder en ese momento. No llego a pensar que su portador usaría lo que la raza de Dragones llamó como "Dominio Alma de Dragon" un dominio mental al que todos los Dragones consideraban en verdad incomparablemente poderoso al igual que inútil. Aunque era un Dominio Mental, se necesitaba una gran cantidad de energía para activarlo y si se activaba afectaba al adversario o adversarios con un poderoso ataque mental que enviaba a todos a una pesadilla demasiado real y aterradora.

Dependiendo de la fuerza mental de los adversarios sería el daño que recibirían o el tiempo que tardarían en despertar, una vez que lo hicieran no podrian usar toda su fuerza física o mágica, inclusive sus ataque y defensa se verían bastante afectadas o inutilizadas. Este Domino de Alma era extremadamente impositivo y violento en la mente, al punto que para recuperarse se necesitaba tiempo o una sanación mental poderosa, este ataque mental hasta la actualidad no podia ser contrarrestar debido la fuerza ejercida por este Dominio Mental.

Pero aun si era un ataque poderoso los Dragones evitaba utilizarla por más de un motivo, el primero era la magia así como fuerza mental necesaria para su activación, de lo contrario si el Dragon que intentaba usarlo carecía de alguno de ellos o de ambos recibiria un rebote mental desastroso qué lo haría gritar al menos por varias horas. El segundo era su uso en Batalla, si bien podia causarle serios daños al enemigo, también podía causarselo a sus aliados al no distinguir entre aliados o enemigos llegando de un mismo modo a afectar a ambos y este al ser un ataque qué no se podía bloquear causaba más daños que beneficios.

Y el tercero y no más importante era la proporción de fuerza del Dragon, como se había dicho antes se necesitaba una gran fortaleza mental así como grandes cantidades de magia para activarse, sin embargo aun si se alcanzaban ambas el poder del ataque era proporcional a las fuerzas naturales del Dragon. Dicho con otras palabras si el Dragon no era fuerte o poderoso, el ataque no servía de nada más que desperdiciar fuerza mental así como energía y magia que eran algo en verdad indispensable en una batalla.

Eran por estas razones que los Dragones no lo usaban aún si era una gran técnica que otorgaba una gran ventaja, incluso a los Reyes Dragon no les parecía atractiva usarla y ni los dos Dragones Celestiales a los cuales se les atribuia una gran fuerza la habían usado en su vida. Podían llegar a usar la técnica pero contra otro Dragón que podía usar la misma técnica no era a decir verdad sensato, ya que si el otro en el momento usaba la técnica provocaban un choque mental poderoso o incluso un estallido mental que podria dejar a otros en coma por meses, esto solo en caso del choque entre dos "Dominios Del Alma Dragon".

Suceso que jamás había ocurrido pero al menos se sabía que eso pasaría cuando a dos Dragones poderosos, se les ocurriera usarlo al mismo tiempo. Por esto Ddraig aun si vio un indicio del Despertar de la técnica en Issei, no se emociono nada en particular, ya que como se había dicho a pensar de ser una técnica poderosa para los Dragones seguía siendo inútil en más de un aspecto que debían considerar.

"[Hyoudou Issei... Sin duda eres un talento único en toda la historia de la Humanidad, nadie podría igualarte o superarte... Eres por excelencia aun si no te das cuenta Un Humano Perfecto, y que seas mi actual usuario hace que seas más especial]" — Pensó Ddraig sin dudas sobre el talento de Issei.

Quien después de lo sucedido siguió sin problemas hablando con Marin, que no podía evitar sentirse más curiosidad en el castaño llamado Issei, qué sin saber a que se exponía actualmente al estar ahí tranquilamente. Ya que mientras seguía conversando con Marin de lo que paso y así mismo comía su hamburguesa, en la ciudad de Kouh todos los Angeles Caídos se habían movilizado en busca de todos los usuarios de Sacred Gear.

Ciudad de Kouh - Calles de la Ciudad

El encuentro con Suzune había causado un adelanto en sus planes, tanto que su misión principal actual era acabar a los pocos usuarios de Sacred Gear qué aún estaban en la ciudad, así mismo estaban a la espera de alguien que marcaría sus partida de la ciudad apenas llegará. Por esa razón ahora mismo las calles eran a decir verdad, absolutamente peligrosas para todo aquel que tuviera una Sacred Gear en su interior.

— ¿Es ahí? — Pregunto una chica rubia de un físico casi infantil qué vestía una extraña vestimenta al estilo gótico.

— Según la información — Respondió a su lado una pelinegra qué había matado unas noches atrás a uno de los usuarios de Sacred Gear.

— Entonces llegamos tarde — Resoplo un tanto molesta la rubia.

Al ver la escuela casi vacía frente a ellas que en ese momento observaban desde el techo de un edificio cercano al lugar.

— Dudo que la encontremos aquí en este momento Raynare — Llamo la rubia a su compañera que veía un trozo de papel en su mano.

— Eso parece, según el informante aquí se encuentra una chica pelirroja que no tiene mucho de haber despertado de un modo parcial su Sacred Gear — Informó Raynare a su compañera. — Aunque sea cierta la información tardo en informar esto, y como dices podría no estar aquí ahora así que solo perdemos el tiempo.

— Algo que no tenemos considerando a la Cuarta Pleyade qué está actualmente aquí en Kouh — Comentó algo molesta sobre la presencia de la Pleyade.

— Lo se, con ella aquí probablemente el tiempo que tenemos se redujo de forma abismal, sino encontramos a alguno de los usuarios antes que ella perderemos toda oportunidad de matarlos, así que debemos darnos prisa Mittelt — Llamo Raynare a su compañera que bufo aldo irritada.

— Bien, entonces averiguemos a donde fue exactamente esta chica — Comentó Mittelt mientras caminaba al borde del edificio.

Y de manera tranquila se lanzo al suelo en medio de un callejón, donde uso sus pares de alas para detener su caída, un par de centímetros del suelo. Donde se dejo caer al guardar sus alas y salir del callejón hacia la escuela o mejor dicho hacia donde estaba un dúo de chicos al pie de la puerta lsitos para irse de ahí mientras parecían estar discutiendo un suceso en relación a la practica de club qué tuvieron.

— Hola — Saludo Mittelt al dúo que dio una mirada de sorpresa al verla ahí en ese lugar vestida así. — Parecen ser los alumnos de esta escuela, ¿Me podrían ayudar con algo?.

— ¿Ayudar? — Cuestiono uno con duda.

— ¿Qué clase de ayuda? — Pregunto su amigo mientras se cruzaba de brazos.

Por la apariencia de ambos Mittelt noto rápidamente que ambos chicos eran un poco más que alumnos comunes, por la forma que se paraban y hablaban supo casi al instante que estos dos debían de algún modo tener algo de popularidad, por tando debían conocer a muchos de su escuela o alguien que conociera a la que estaban buscando.

— Estoy buscando a alguien, me dijeron que estaría aquí esperándome pero por algunas cosas llegue un poco tarde y ya no está, así que quería saber si ustedes conocen a la persona que busco — Dijo Mittelt mientras sus ojos brillaban con cierto encanto.

Uno que elemino toda duda o alerta en los chicos que se relajaron al instante a pesar de estar frente a una desconocida total que jamás habían visto.

— Oh, así que se trata de eso, claro que podemos ayudarte — Afirmó uno antes de mirar a su amigo.

— Correcto, conocemos a muchos en la escuela así que puede que conozcamos personalmente a quien buscas — Apoyo el otro mientras sonreía.

— ¡Que bien~! ¡Se los agradezco! — Dijo Mittelt mientras se inclinaba un poco al frente dando un cierto encanto. — Bien, a quien estoy buscando es una chica de cabello pelirrojo de ojos rojos que aún cuando no lo parece tiene una fuerza bastante inusual.

Escuchando la descripción y viendo el "encanto" de Mittelt ambos chicos con rapidez comenzaron a pensar para ver quien encajaba de los que conocían en esa descripción.

— Cabello pelirrojo y ojos rojos... — Dijo uno con duda.

— Y tiene una fuerza inusual... — Apoyo el otro un momento antes de pensar en alguien. — Podría ser...

— Creo que si, es la única que encaja en la descripción — Afirmo su amigo que a simple vista había llegado a lo mismo.

— ¡Vaya~! ¡Entonces la conocen~! — Dijo feliz Mittelt mientras ambos chicos solo podían asentir ligeramente.

— No personalmente, pero la única que que cumple con tu descripción es Maya Ikusaba — Nombro uno mientras veía a Mittelt qué sonría "amablemente".

— Ella tiene el cabello pelirrojo y ojos de color rojo, también tiene una fuerza que es demasiado inusual para una chica del club "de regreso a casa" — Complemento el otro mientras pensaba unos segundos más. — Ella sola venció a todo el equipo de Rugby.

— ¿Venció? Más bien los humilló de una forma unilateral, ninguno quiso jugar al Rugby de nuevo — Corrigió a su amigo a quien se le dio por asentir a su opinión.

— Creo que tienes razón  — Acepto con rapidez su amigo mientras Mittelt veía aun con una sonrisa "amable" a ambos.

— Oh~~ eso es impresionante — Señalo Mittelt "sorprendida" mientras veía con el mismo sentimiento al duo.

Algo que Raynare observaba a lo lejos y aun con esa distancia podía observar de manera perfecta al trío hablar, pero con lentitud la atención de Raynare llego del mismo modo a cambiar hacia un lado de la ciudad donde solo podían verse casas o edificios. Y es que hace unos minutos atrás una extraña energía se manifestó, aunque fue realmente insignificante su sentido de peligro parecía no querer de ninguna manera dejarlo pasar.

Tanto ella como Mittelt lo sintieron pero su compañera no tardó en descartar eso y seguir la misión, pero ella no podía de algún modo ignorarlo, sentía que algo a lo que no se podían enfrentar estaba en esta ciudad acechando en las sombras y eso la ponía bastante nerviosa.

"¿Qué habrá sido eso? No fue fuerte ni nada pero me puso realmente nerviosa a pesar de ser algo insignificante" — Pensó Raynare sin perder ese sentimiento.

Mientras un dispositivo que guardaba en sus ropas de "Humano común", comenzó a vibrar indicando que tenia un mensaje de sus compañeros en la ciudad. Así que sacando el dispositivo que parecía ser lo más avanzado posible con solo ser algo a lo que podría llamarse una pantalla, vio con claridad un mensaje que la dejo con un rostro aún más sorprendido.

— Maldita sea, odio tener que hablar de manera dulce con mocosos humanos, es un dolor de cabeza el adularlos — Llego quejándose Mittelt mientras subía por el mismo lado donde cayó antes. — Pero al menos valió la pena, ahora ya tengo dos posibles ubicaciones en donde podría... ¿Uh? ¿Sucedió algo?.

Pregunto Mittelt al ver la expresión de su compañera al ver el dispositivo, donde se podía ver un mensaje corto pero claro en el que realmente parecía haber algo muy importante escrito.

— Parecer ser que Río-Sama se escapó de nuevo sin que lo notaramos... Y ahora en Kouh hay un Agente que está buscándola para llevársela — Informó Raynare sobre el mensaje a su compañera que suspiro.

— Esa idiota... Le dijimos que no saliera si ninguno de nosotros la acompañaba o nos meteria a todos en problemas con el alto mando — Se quejo Mittelt mientras rascaba su cabeza irritada. — ¿A quien enviaron a buscarla?.

— Shiori Akimoto — Nombro Raynare a la Agente dejando en blanco a Mittelt al menos por unos segundos.

— Mierda... — Respondio Mittelt ante el nombre de la Agente. — Ya teníamos un problema con la Cuarta Pleyade y con el tiempo, pero ahora tenemos que lidiar...

— Ignora eso por el momento, ahora en lo que debemos enfocarnos es el actual objetivo, ¿Que descubriste? — Recordo Raynare a su compañera de cual era el objetivo actual.

— Cierto... Bien, por lo que descubri la chica que cumple con la descripción y anormalidad es Maya Ikusaba, es una alumna de segundo año en la escuela donde tiene fama de ser la más fuerte aún entre los hombres — Informo con calma Mittelt. — No pertenece a algún Club Escolar actualmente así que no la vamos a encontrar aquí, según dijeron esos dos idiotas ella suele ir al Centro Comercial con sus amigas o a un lugar llamado Burger Khou en el centro que esta junto a la estación del metro.

— Eso nos ahorra mucho trabajo — Dijo Raynare satisfecha. — Ve a Burger Kouh a revisar, yo iré al Centro Comercial así nos ahorramos los viajes, y si la ves no dudes en asesinarla cuando tengas una mínima oportunidad.

— Bien — Respondió Mittelt mientras se iba del lugar usando sus alas.

Algo que imito Raynare rápidamente, lo que solo dejó algunas plumas negras en ese techo sin saber que pronto iban con seguridad a descontrolarse las cosas en grandes niveles.

Ciudad de Kouh - Burger Kouh

Mientras los Angeles Caídos se movían y avanzaban a sus objetivos, Issei seguía a pesar de toda esta situación hablando lo más tranquilamente posible con Marin a quien ya le tenia estima al tener muchas cosas en común de las que creyeron.

— ¡Sabia que no era la única! ¡A Black Lobelia la nerfearon en el último arco para hacer brillar al protagonista! ¡Es molesto! — Afirmó Marin alegre como molesta.

— No podría estar más de acuerdo, era claro que tenia la ventaja — Respondió Issei con una sonrisa.

Después de todo lo sucedido Issei paso su tiempo hablando con Marin mientras los dos comían ahora tranquilamente, con lo sucedido la mayoría decidio irse dejando paso a nuevos clientes que naturalmente notaban a Issei, pero a diferencia de todo el ajetreo anterior todos mantuvieron su distancia. Ya que al ver a Issei hablando animadamente con Marin la mayoría de ellos pensó que ambos estaban en medio de una cita e interrumpir no era sabio o inteligente, esto por que Issei aún tenía a su alrededor residuos del "Dominio Alma Dragon" por tanto aun si Issei llamaba la atención de las chicas ningun chico quiso causarle problemas.

— ¡Así es! ¡Me molesta que la nerfearon pero teniendo en cuenta la trama no era sabio mantenerla siempre tan fuerte! — Volvió a decir Marin entusiasmada.

— Digo lo mismo, aun si apenas vamos a la mitad del arco y Black Lobelia mostró no estar dando todo de si, así que aún si fue parcialmente derrotada aún no está fuera del juego — Afirmó Issei mientras mordía su hamburguesa y Marin bebía de su vaso feliz.

Dando a entender que realmente estaba disfrutando de su platica con el castaño, a quien realmente se le había olvidado y dejado de lado el peligro de estar ahi en ese lugar siendo ahora un objetivo de la Faccion de Angeles Caídos, Grigory.

"Vaya, no crei que tendríamos muchas cosas en común, es satisfactorio hablar y comer con alguien que entiende bien tus gustos" — Pensó Issei recordando que a Matsuda y Motohama no les gustaba el anime que discutía con Marin. — "Esto realmente es relajante".

"[Realmente me sorprendes chico, y no en el buen sentido]" — Hablo Ddraig en su mente sorprendiendolo.

"¿De que hablas? No creo haber hecho algo malo" — Respondió Issei a Ddraig.

"[No es que hayas hecho algo malo chico, al contrario, tu no has notado algo que ya debiste de notar desde el principio]" — Comentó Ddraig ante lo que Issei solo se confundió.

"¿A que te refieres? ¿Algo que yo debí de notar desde el principio?" — Pregunto Issei mientras seguia comiendo.

"[Realmente me sorprendes... A lo que me refiero es a la chica que esta ahora sentada frente a ti, ¿Que es lo que puedes notar en ella?]" — Volvió con calma a señalar Ddraig.

"¿Además de que es bonita? Bueno... No estoy seguro, creo que su personalidad es genial y su forma de pensar me gusta así como su aroma que es... Carajo" — Pensó Issei notando a lo que Ddraig se refería.

"[Es como lo piensas]" — Dijo Ddraig con seriedad. — "[La chica frente a ti es una usuaria de Sacred Gear como tu y la chica que entro unos minutos atrás también lo es]".

Ante esa información Issei se quedo sin dudas sorprendido, tanto que miro con ese sentimiento a Marin que parecía un poco concentrada en un mensaje que le llego, por lo que se giro al mostrador de la comida. En donde un trío de chicas se encontraban hablando y ordenando sus hamburguesas, sin embargo la atención de Issei se centro solo en una que iba al frente de ellas hablando alegremente y mientras lo hacía su sentido auditivo se agudizo logrando oír lo que decían.

— ¡Les dije que no podrían vencerme y aun así lo intentaron! — Dijo con gran entusiasmo la pelirroja a las dos chicas.

— Sentí lastima por ellos, parecían estar huyendo de algo — Comentó una de ellas mientras veía a su amiga.

— Me pareció lo mismo, pero cuando se pusieron violentos contra nosotras dejo de importarme — Dijo otra mientras se cruzaba de brazos.

— Solo tenían que disculparse por tirar nuestras cosas y aun así nos culparon a nosotras — Comentó la pelirroja ante lo que ambas chicas se miraron un par de segundos.

— Ni si quiera les dejaste hablar, solo te limitaste a golpear a uno y decir que era necesario una disculpa — Señaló una de ellas mientras la otra solo asintió.

— Y en consecuencia todos te atacaron cuando les decías que no tenían alguna oportunidad contra ti — Dijo la otra un tanto divertida al recordarlo.

— ¡Y terminaron siendo derrotados de un golpe! — Dijo orgullosa la pelirroja mientras hacía una pose. — ¡En verdad soy tan fuerte que podría derrotar a un Dragón de un puñetazo!.

Ante sus palabras el dúo de chicas rio al ver las acciones de su amiga, mientras a un par de metros alejadas de ellas, Issei tenía un rostro sorprendido por lo dicho por la pelirroja.

"¿Debería preocuparme?" — Pregunto Issei al Dragon en su brazo.

"[Ni un poco]" — Respondió Ddraig.

Causando que Issei de relajará un poco, ya que aún tenia en mente que no era el más fuerte de los Sekiryuutei así que no quería ofender a alguien que fuera por mucho más fuerte.

— Claro, si es que existieran — Dijo una de sus amigas mientras reía.

— Creo que hasta podrías vencer a un Rey Demonio — Comentó otra sacando una risa de la pelirroja.

Qué como sus amigas tomó la orden de Hamburguesas qué ordenaron, como a sus bebidas y lentamente caminaron al lugar más cercano a comer. El cual por suerte, fue justo en la mesa que estaba vacía a su espalda ahorrandole trabajo en seguir escuchando a escondidas.

— Disculpa, tuve que responderle a mi amiga — Hablo Marin mientras dejaba su teléfono a un lado.

— No te preocupes — Respondió Issei al menos disimulando su sorpresa.

Y es que si lo pesaba correctamente, en este día se había topado a tres usuarios de Sacred Gear, algo sorprendente si se tomaba en cuenta que identificar a uno por lo que supo era bastante difícil y el siguiente comentario de Ddraig solo lo confirmo aún más.

"[No tengo que decírtelo por que ya debiste pensarlo, pero encontrarte un usuario de Sacred Gear es extraño en verdad y encontrar tres en un día, es aun más extraño]" — Dijo Ddraig ante lo que Issei estuvo de acuerdo. — "[Sin dudas que tres de ustedes estén aquí reunidos convierte esto en algo muy especial y a su vez inconveniente]".

"Lo se, si un Angel Caido nos fuera de casualidad a encontrar no creo que esto termine bien" — Pensó Issei mientras se limitaba a oír otras palabras de Marin, teniendo en cuenta a la pelirroja en la mesa a su espalda. — "¿Qué debería de hacer en esa situación?".

Se cuestiono Issei sinceramente, ya que a decir verdad, aun no estaba listo para un sin fin de cosas como el uso de la Sacred Gear en su brazo o como convencer a un humano común de que había más que lo que veía cotidianamente. Realmente era complicado pensar en eso, cuando Rías y las demás se lo explicaron fue algo fácil el creerles por los sucesos anteriores en su vida y por el Libro de los Deseos, pero esos aspectos no estaban en Marin o en la pelirroja detrás de el que seguía de la misma manera hablando con sus amigas.

Por tanto las oportunidades que Marin o la pelirroja le creyeran sería mínima, sin poner pruebas claro estaba aunque el en verdad podría usar sus alas Dragon para convencerlas de sus palabras pero había otro problema, estaban en el peor lugar donde podría demostrar eso. Sabía que a todos aquí le era desconocido todo en las sombras de Kouh, y sabía que debía de al menos mantenerse así para evitar algún escándalo innecesario que pudiera llegar a afectarlo a el o a las demás.

"Esto es complicado" — Pensó Issei un momento.

Ya que ahora no podía dejar a su suerte a Marin o la pelirroja detrás de el, lo había hecho antes con la que conoció antes por casualidad debido al Libro de los Deseos, mismo que había recuperado pero por el momento Issei no quería depender en su totalidad del libro. Ya que cada deseo por lo que veía parecía traer consigo algunas otras cosas de las que no era consciente.

— No puede ser... — Dijo una voz detrás perteneciente a una de las chicas que se encontraban con la pelirroja.

— ¿Sucede algo? — Pregunto la que Issei identifico como la pelirroja.

— Parece que nuestro remplazo para el trabajo no podrá ir — Informó la chica a sus dos amigas.

— ¿Eh? Se supone que nos iba a cubrir hoy y nosotras los cubriríamos el fin de semana — Dijo la tercera chica en esa mesa.

— Si, pero al parecer tuvieron un asunto con sus Club Escolar y no podrán ir para cubrirnos — Dijo la primera mientras se limitaba a suspirar. — Lo lamento Maya, no creo que podamos quedarnos.

— Lo lamento, te prometemos que este fin de semana saldremos — Dijo la otra chica mientras parecía ponerse de pie.

— No se preocupen, las veré mañana en la escuela... — Dijo la pelirroja que Issei supo se llamaba Maya.

La cual pareció algo desanimada por las partidas de sus amigas que decían de un modo constante que se lo compensarian ese fin de semana.

"Creo que esta podria ser mi mejor y única oportunidad de hablar con ella al igual que con Kitagawa-san..." — Pensó Issei mientras veía al dúo de chicas de atrás pasar rápidamente a su lado a la salida. — "Es ahora o nunca...".

— ¿Hyoudou? — Pregunto una voz que no era de Marin ni de Maya qué le hizo girar la mirada.

Encontrando así a un dúo que no había visto desde esta mañana, mismo que al verlo sentado ahí se sorprendieron con naturalidad.

Las Hermanas Nishimura estaban frente a él observandolo mientras vistian ropas diferentes al uniforme con el que el llego a verlas antes en la sala del Club.

— ¿Nishimura-san...? — Nombro Issei al dúo de hermanas que lo miraban de una cierta forma seria.

Ya que el no debería de estar ahí en ese lugar, sino que debería de estar dentro de la sala del Club descansando lo mas que podia para recuperar sus fuerzas.

— ¿Amigas tuyas? — Pregunto Marin al ver a las hermanas.

— Las conocí esta mañana — Respondió Issei qué notó la mirada sería de ambas hermanas al ver a Marin.

— Te lo dije Kazumi, los hombres no son confiables y mucho menos el... — Afirmó Kyoko al girarse para ver a su hermana a su lado. — No a pasado ni un dia, y ya le esta siendo infiel a la maestra.

— Eso parece One-chan, aunque antes de acusarlo deberíamos saber si es correcto que le esta siendo infiel — Respondió un tanto dudosa Kazumi al ver la expresión incredula de Issei. — Podríamos estar en algún malentendido, aunque esto... ¿Se podría considerar infidelidad? Teniendo en cuenta que la maestra lo comparte en si con otras seis mujeres.

— No lo había pensado de esa forma, si están de acuerdo creo que no se podría contar como infidelidad, pero esto creo que si cuenta por que ella no es una de las Siete Pleyades — Explicó Kyoko con un tono seguro de si mismo. — Por lo tanto... Hyoudou Issei-un le es infiel a la Maestra con una Gal rompe hogares.

Como si de un juicio se tratara, Kyoko se limito a señalar a Issei como culpable en ese lugar donde gracias al ruido de otras conversaciones nadie más pareció oír la sentencia de Kyoko. Que sin estar aún lo suficientemente satisfecha inflo el pecho con orgullo como si hubiera logrado algo de verdad importante que dejaba a Issei sin saber como reaccionar totalmente.

— ¿Gal Rompe Hogares? — Cuestiono Marin extrañada y ofendida.

— ¿Comparte con seis mujeres...? — Se limito a decir Maya sorprendida detrás del castaño al haberlo oído todo.

— Carajo — Respondió Issei sin saber como responder a toda esta situación.

Misma que había sido si duda de lo mas inesperada, al considerar la posibilidad de llegar a encontrarse de casualidad a las Hermanas Nishimura qué tenían un objetivo similar a los Angeles Caídos. El encontrar a los usuarios de Sacred Gear para enviarlos a un lugar seguro, dando como resultado que ellas estuvieran ahí aunque la realidad era que ellas habían llegado a ese lugar a comer no a buscar usuarios de Sacred Gear.

¿Y como lo sabía? Sencillamente por que ahora todos se movieron a una mesa con forma de "U" donde todos se pudieran ir a sentarse juntos, quedando con Issei en el fondo con las Hermanas Nishimura al costado suyo siendo que Kyoko estaba a su izquierda y Kazumi a su derecha, un orden qué hizo a Marin y Maya sentarse en las orillas, Maya a lado de Kazumi asi como Marin a lado de Kyoko.

Qué como su hermana eran las únicas a quienes de manera tranquila estaban lo más cómodas posible comiendo dejando a un lado que revelaron su relación con Siete Mujeres a Marin y a Maya que aún parecían querer algúna explicación.

Algo que dejaba un ambiente incómodo a Issei al sentir las miradas serias de Marin y las curiosas de Maya, que parecía tener todavía curiosidad sobre las palabras del duo de Hermanas. Que ignoraban eso sin preocupaciones mientras continuaban al mismo tiempo comiendo hamburguesas, qué por alguna razón Issei había pagado aun si lo habían expuesto a las miradas acusadoras y extrañadas de ambas.

"De todos los resultados este es el que nunca considere" — Pensó Issei ante las miradas constantes de Marin y Maya.

"[Dímelo a mi, que esperaba que le dijeras alguna estupidez para tratar de convencerlas]" — Respondió Ddraig mientras Issei lo meditaba.

"Bueno, pensaba decirles que conocí a un Dragón y que este vive en mi brazo, al igual que en ellas hay un Artefacto qué el Dios del Cielo creo" — Pensó Issei ante lo que Ddraig se quedó en silencio por un momento.

"[Eres un idiota]" — Declaró Ddraig con sinceridad.

"Lo se" — Afirmo Issei al suspirar.

Y es que aún si sus capacidades eran las mejores de todos en el mundo, no podía sacarle provecho mientras no cambiará su mentalidad y forma de ver las cosas, algo que no podía pasar de la noche a la mañana siendo que esa mañana entro a un mundo nuevo que le era desconocido en demasiados aspectos.

— Bien, creo que esté es el momento de aclarar un poco las cosas — Hablo Issei llamando la atención de las hermanas.

— Eres un infiel — Dijo Kyoko antes de morder su Hamburguesa.

— Un Mujeriego — Secundo Kazumi al morder también su Hamburguesa.

— Creo que eso ya quedó claro — Apoyo Marin con un rostro serio.

— ¿De verdad estas saliendo con Siete Mujeres? — Pregunto Maya con duda.

— Carajo — Volvió a decir Issei mientras tapaba su rostro tratando de calmarse al menos un poco. — En primera, no soy un infiel ni un mujeriego... Bueno eso último no estoy muy seguro, pero todo tiene una explicación.

— ¿Y esa sería? — Pregunto Marin con seriedad al creer que fue un intento de conquista del castaño.

— La verdad dudo que algo como eso se pueda explicar, ¿Como logra un hombre salir con Siete Mujeres? — Pregunto con duda Maya al ver a Issei. — Eres guapo y todo pero... Nunca supe que uno logrará eso en la actualidad.

— ¿Enserió te interesa más eso? — Fue la pregunta de Marin al ver a Maya.

Qué pase apenas conocerla así como aun no saber su nombre, decidio preguntarle como si fuera alguna conocida antigua.

— Por el momento, una vez sepa como lo logro lo voy a golpear por ser un infiel al igual que un mujeriego — Aclaro Maya a Marin qué se sorprendió antes de asentir en apoyo. — Puedo no parecer fuerte, sin embargo ningún chico o adulto a podido vencerme... Así que solo necesito darle al mujeriego un golpe para derrotarlo.

— ¿De verdad? — Pregunto Marin con sorpresa.

— ¡Por supuesto! — Afirmó Maya feliz a todos ahí. — ¡Soy tan fuerte que podría derrotar a un Dragón de un puñetazo!.

Ante esa declaración Kyoko y Kazumi se sorprendieron y giraron rápidamente su mirada hacia Issei, qué sabía lo que iban a preguntar sin la necesidad verlas, algo que no paso desapercibido por Marin al igual que Maya.

— No me golpeó — Respondió Issei a las miradas de las hermanas. — Bien, antes de que sigan hablando voy a explicar...

"[Chico]"— Llamo Ddraig de la nada.

"Maldita sea, ¿Ahora que, Ddraig?" — Cuestiono Issei un poco irritado por las constantes interrupciónes.

"[Antes de que comiences a hablar te diré algo importante]" — Comentó Ddraig seriamente. — "[Que tu puedas distinguir o detectar el aroma de las Sacred Gear estén o no despiertas no significa que todos puedan hacerlo... Simplificando mis palabras, además de ti nadie más en esta mesa lo sabe, que todos aquí son usuarios de una Sacred Gear]".

"Espera, ¿Me estas diciendo que soy el único que sabe que todos son usuarios de Sacred Gear? ¿Enserió?" — Pregunto con sorpresa Issei ante esa información.

"[Normalmente para detectar una Sacred Gear es necesario realizar al menos un par de pruebas para tener una confirmación certera de que un humano es un usuario...]" — Explicó Ddraig manteniendo la seriedad en su explicación. — "[Eso es lo tradicional pero tu eres un caso anormal, eres a mi parecer el primero que puede con su olfato detectar otras Sacred Gear independientemente de si estos ya se encuentran despiertos o no]".

"Entonces, independientemente de mi olfato si ahora digo que Kitagawa-san y Maya-san son usuarias de Sacred Gear, las Hermanas Nishimura no me van a creer" — Dedujo Issei rápidamente.

"[Correcto, si quieres decirles a las dos chicas que son usuarias, primero tendrás que convencer a las dos, o de lo contrario no podrás llegar a nada aún si lo intentas]" — Advirtio Ddraig seriamente.

Haciendo que Issei meditara por un par de segundos sus palabras, Ddraig no era hablador por tanto sus palabras podían ser correctas y entre mas lo pensaba en su mente más sentido le encontraba por lo que no tenía más opción que llegar a convencer primero a las Hermanas.

— Bien, primero que nada te debo una disculpa Kitagawa-san, se que debes de pensar que intente conquistarte antes y eso, pero la verdad es que solo quería regresar el favor por tu ayuda con mis cosas que perdí la noche anterior por "algunos" problemas con los "Caídos" dentro de Kouh — Comentó Issei con lo que ambas hermanas miraron hacia la mochila del castaño.

Notando los daños y una ruptura muy evidente del cierre principal, dejandole claro a ambas el por que Issei estaba ahí con Marin qué aun no parecía estar del todo convencida con sus palabras, pero por alguna razón sentía que no había al menos ningúna mentira en ellas.

— Esa es la razón por la que estoy aquí en primer lugar, no estoy aquí para ser un infiel dejando de lado a las Pleyades ni nada por el estilo  — Aclaro Issei a la dupla de Hermas qué aun tenían aquel rostro serio. — Sin mencionar que para explicar, el por que siete mujeres están "compartiendome" es por que estoy por decirlo de un modo "correcto" estoy de una manera comprometidas con ellas.

— Tu... ¿Estas comprometido con siete mujeres? — Pregunto Maya incredula.

— Es una forma de decirlo y por ahora lo dejaremos así — Establecio Issei antes de enfocarse en la dupla de hermanas. — Lo que me lleva a lo siguiente, el por que me encuentro aquí aun pase al peligro de los Angeles Caídos de Grigory.

Apenas mencionó los Angeles Caídos y a Grigory los rostros de las Hermanas con rapidez cambiaron, dejando a un lado el rostro que mostraba tranquilidad a uno que lo acusaba de cometer un gran error al mencionarlos frente a Marin y Maya qué se extrañaron naturalmente por la mención de ambas cosas.

— ¿Grigory...? — Cuestiono Marin.

— ¿Angeles Caídos...? — Secundo Maya con otra pregunta.

— Si, ambas cosas son reales — Aclaro Issei con seriedad.

— Qué tontería suena eso, ¿No? — Dijo Kyoko con una sonrisa mientras daba una patada a la pantorrilla a Issei.

— Son cosas que no existen... — Afirmó Kazumi mientras pisaba el pie de Issei.

Qué ante ambos golpes puso una mueca de dolor disimulado, aunque si era algo sincero los golpes no habían sido de los más dolorosos en su vida, incluso solo duró un instante antes de desaparecer.

— Pues el intento de asesinato no fue un sueño anoche, cuando se estableció que ya no era un humano sino un Dragón — Continuó Issei hablando de lo sucedido pase a las miradas qué las hermanas tenían.

Mismas miradas que cambiaron con eso último, al igual que el rostro de Marin y Maya qué intercambiaron una mirada a la que cualquiera podría decir que no le creían en lo absoluto a Issei. Esto por un simple sentido común, escuchar que las existencias de los Angeles Caídos era en si una realidad sonaba descabellado así como una locura, una que comenzaban rápidamente a diagnósticar al castaño.

— Creo que deberíamos irnos... — Hablo Maya mientras tomaba su mochila.

— Creo que si, los dejaremos con... Sea lo que sea de lo que estén hablando — Dijo Marin tomando también sus cosas.

— Kitagawa-san... Maya-san... Se que mis palabras parecen una locura pero tienen que escucharlas, ustedes dos tienen una Sacred Gear... — Expuso Issei dejando en un ligero silencio la mesa. — Las mismas que aún dormidas les han hecho sentir a ambas la posibilidad de algo más, que en este mundo hay algo mucho más grande, algo que cambiará las cosas totalmente y en algún momento han soñado con eso.

Las palabras del castaño hicieron que el rostro de Marin y Maya cambiaran, si su rostro antes mostraba incomodidad por las palabras de un posible loco ahora se mostraban sorprendidos. Incluso Kyoko junto con Kazumi se mostraron igual de sorprendidas qué las primeras, ya que a ellas les había pasado lo mismo antes de despertar sus Sacred Gear.

Y es que había algo que en casi todos los usuarios de Sacred Gear ocurría, todos a pesar de las circunstancias soñaban con la Sacred Gear en sus interior ya fuera a modo vivido o indirecto qué daba señal sobre lo que había en su interior. Todos después de tener ese tipo de sueño se le hacía presente una extraña sensación a la que no podían describir de una forma concreta pero el sentimiento era casi el mismo, había un mundo más al que solo ellos podían acceder.

Y es que aún si la mayoría de ellos iban a la larga olvidando ese sueño como aquel sentimiento, algunos lo conservaban con cierta nostalgia al creer que había sido al menos un buen sueño. Puede que Issei lo olvidara fácilmente pero con su Deseo de tener una memoria eidetica, pudo con la mayor claridad posible recordar el sueño donde un enorme Dragon rojo volaba en un enorme cielo azul donde el sentía era capaz de gobernar.

"[Debo admitirlo... No esperaba en verdad que recordará ese sueño y lo usará en esta situación, donde es de verdad claro que todos aquí ya han tenido ese sueño, la mayoría jamás logra recordar lo soñado pero tu lo recuerdas perfectamente]" — Pensó Ddraig sorprendido por la forma en la que su portador manejaba la situación.

Ya que esas palabras habían dado justo en el clavo para despertar la curiosidad de ambas chicas, que recordaban de un cierto modo un extraño sueño donde se podían ver así mismas realizando cosas impresionantes en el caso de Maya, con Marin era un caso contrario al verse en un lugar donde aun no tenía la edad de entrada pero que sabía podía controlar perfectamente aún si estaba rodeada de muchas personas que parecían no estar en el mismo nivel que ella.

— Hyoudou-kun — Llamo Kyoko con una mirada seria y esperanzada. — ¿Ellas de verdad son usuarias de Sacred Gear?.

— Cuando me transforme en un Dragón mis sentidos se agudizaron al tal punto, que ahora soy capaz de poder distinguir el aroma que emite una Sacred Gear — Explicó Issei mientras señalaba hacia su brazo izquierdo. — Y desde hace un par de horas puedo hablar con el Dragon de la Dominación qué está en mi brazo.

— ¿Ya puedes contactar con el? — Llego a preguntar Kazumi sorprendida.

— Si... Y a sido el quien confirmo lo que acabo de decir — Afirmó Issei mientras las hermanas se miraban un momento.

Considerando la posibilidad de que esto fuera real, por lo que se giraron hacia el dúo de chicas que aún seguían de algún modo sorprendidas, extrañadas pero al mismo tiempo curiosas por todo lo que acababan de oír.

— Hay que hablar — Dijo Kyoko qué al igual que Kazumi decidieron creerle a Issei.

Qué suspiro aliviado sin saber que todo esto solo había funcionado gracias a los deseos que había pedido hasta ahora al menos de forma indirecta, con su Físico Perfecto su voz se adaptaba a cualquier tipo de necesidad que tuviera, por eso a pesar de sonar como un loco al inicio la atención de las chicas no se aparto de el gracias a su voz y acciones que de forma involuntaria llamaban la atención.

Sumando eso y las cualidades mentales que ahora poseía le permitieron de una forma segura llevar la conversación del modo más seguro posible, aun si fallaba al final con Maya y Marin las Hermanas Nishimura iban a creerle. Lo cual era lo mismo que ganar, ya que ellas tenían la experiencia necesaria para convencer a alguien de lo sobrenatural al haberlo ya hecho en el pasado donde enfrentaron a diferentes desafíos para lograrlo y como enfrentaron desafíos enfrentaron así un si fin de peligros.

Como la Angel Caido de traje gótico qué entraba por la puerta, llamando algo la atención antes de ser ignorada por casi todos mientras esta los ignoraba y solo observaba los alrededores donde noto algo que le hizo cambiar su expresión ligeramente. Al caminar directamente hasta una de las mesas donde ahora no había nadie sentado, pero con solo ver los lugares y tocar ligeramente la mesa supo rápidamente la situación.

Parece que llegue tarde... — Musito un tanto irritada Mittelt.

Que después de girar la mirada noto la segunda entrada del local, donde no se tardó en usar al salir a lo que parecía a simple vista un estacionamiento donde habían demasiados como para seguirle fácilmente el rastro a los chicos.

*Tch~* — Chasqueo Mittelt la lengua con notable molestia.

Ya que habían demasiados rastros qué le dificultaban encontrar el que pertenecía al grupo de Usuarios de Sacred Gear, por lo que ignorando los rastros camino a los extramos del estacionamiento donde con cautela hizo aparecer un Círculo Mágico pequeño sobre su oído.

— Raynare tenemos un problema, las dos mocosas de la cuarta pleyade llegaron un poco antes que yo y se la llevaron— Dijo Mittelt molesta mientras veía a todas las direcciones. — Por ahora las buscare, no creo que hayan ido tan lejos aun, así que necesito que vengas y me ayudes, trae a los demás contigo para cubrir aun más terreno, si llegan con la Cuarta Pleyade no vamos a tener más opciones qué dar una retirada.

Entonces es una suerte que la Cuarta Pleyade no esté en Kouh, y parece que a ambas Herederas de Kouh las llamaron desde el Inframundo apenas terminaron sus clases — Informó Raynare a través del Círculo Mágico. — Sin ellas aquí las dos mocosas de la Cuarta Pleyade están solas, es nuestra oportunidad de acabar con todos los usuarios de Sacred Gear.

— Eso facilita mucho las cosas pero, ¿Y sus Noblezas? — Pregunto Mittelt.

Según nuestra información, todos los miembros de sus Noblezas los siguieron hacia el Inframundo por alguna razón y sin importar cual sea esto nos beneficia mucho — Informo Raynare. — Así que comienza a buscar, ya di el aviso por lo que no tardaran mucho en encontrarlas, pero mientras hacen eso voy a buscar al idiota Pervertido de la Academia Kouh.

— ¿Estas segura? Por lo que nos dijo el viejo de Dohnaseek, Rías Gremory dejó claro que iría tras nosotros si íbamos a lastimar a es Pervertido — Le recordó Mittelt a Raynare qué río de un modo burlon.

Para cuando ellos regresen nosotros ya nos habremos ido y teniendo el Tratado de Paz de por medio no podra tomar ninguna replesalia — Se burlo Raynare mientras a Mittelt la salia una sonrisa igual.

— Entonces no perdamos más el tiempo y vamos tras ellos... — Dijo Mittelt antes de cortar la comunicación.

Para luego irse del estacionamiento con sus alas, dejando solo unas plumas en el suelo como prueba de que estuvo ahi un momento atrás, sin embargo lejos de ese lugar en un lugar ligeramente aislado de la vista de cualquiera, Issei y el resto sin saber el peligro al que se enfrentaban se encontraban probando la existencia del mundo sobrenatural de un modo que al dúo de chicas ajenas a este les gustaba.

— No puedo creer que esto de verdad sea posible — Dijo Maya sorprendida al estar flotando a varios metros del suelo.

Algo qué era observado por Kyoko a un lado de Issei, qué estaba mostrando sus alas Dragon mientras Kazumi tenía con calma su Bastón de Media Luna que era el responsable de que Maya estuviera a varios metros del suelo.

— Es más fácil creer cuando lo puedes ver y sentir — Mencionó Issei mientras veía a Marin.

Qué como niña curiosa estaba tocando sus alas Dragon con total atención, casi como si fuera lo único importante en el mundo por este momento.

— ¡De verdad son reales! — Dijo Marin emocionada mientras veía las alas que Issei movía para convencerla aun más.

— Las acciones convencen más que las palabras —  Comentó Kyoko mientras a un lado suyo flotaba un libro blanco.

— Supongo que si — Respondió Issei un poco más tranquilo al ver que logró que Maya y Marin les creyeran.

Sacando así un peso de encima de Issei, qué aun si había logrado hacer que las cuatro chicas le creyeran aun tenia con pesar lo sucedido esa mañana donde se limito a ignorar a esa usuaria de Sacred Gear qué no sabia el peligro que corría.

"Espero que esa mujer esté bien, antes no pude ayudarla pero ahora creo que ir tras ella sería bastante complicado al no saber nada de ella" — Pensó Issei antes del ligero agarre desde su espalda así como cuello.

— ¿Puedes volar con estas alas? — Le pregunto Marin mientras lo abrazaba detrás desde su cuello.

— Aun no aprendo totalmente pero si, puedo volar con estas alas — Dijo Issei mientras las extendía hasta el máximo.

— Impresionante — Dijo Marin antes de sonreir. — ¿Entonces puedes llevarme a algún lado volando?.

— Si eso quieres — Respondió Issei con calma antes de notar que Maya estaba comenzando a bajar al suelo.

— ¡Entonces llévame a mi escuela~! ¡Les tengo que mostrar esto a mis amigas! — Dijo Marin entusiasmada. — ¡Les dire de manera orgullosa que soy amiga de un Dragón!.

— N-No creo que sea lo correcto... — Dijo Issei un poco nervioso por el entusiasmo de Marin.

— Opino lo mismo, aun si esto es algo de lo más sorprendente no creo que decirle a los demás sea correcto — Dijo Maya en el momento que aterrizaba. — Por cierto espero no haberte ofendido... Ya sabes... Por lo de poder derrotar a un Dragón de un solo golpe.

— No te preocupes — Respondió Issei al guardar sus alas y cargar a Marin en su espalda sosteniendo sus piernas. — Aún estoy iniciando igual que ustedes, por lo que tal vez puedas derrotarme con solo un golpe.

— Lo dudo un poco... — Dijo Maya algo nerviosa al saber instintivamente qué Issei era más fuerte de lo que parecía.

Y es que con solo verlo era suficiente al menos para ella, entender que Issei era alguien fuerte aún si decía no serlo.

— Hum~ entonces para confirmar no le podemos decir nada a nadie — Dijo con un puchero Marin mientras se aferraba al castaño.

— No, lo sobrenatural a sido un secreto desde la antigüedad y así debe seguir o habrían demasiadas consecuencias con su revelación — Dijo Kyoko mientras el libro a su lado desaparecía.

— La vida como la conocemos podría cambiar radicalmente — Añadió a un lado Kazumi.

— Lo que nos lleva al siguiente tema en este momento — Dijo Kyoko con cierta seriedad. — Como pudieron ver ahora, las existencias sobrenatural existen en este mundo y una de ellas son las cosas que están dentro de nosotros.

— Sacred Gear — Mencionó Kazumi con seriedad.

— Estos artefactos son... — Comenzó a explicar Kyoko a ambas chicas.

Las cuales escuchaban atentamente a la rubia, sin embargo quien no lo hacía en ese momento era Issei qué se había con sorpresa quedado totalmente quieto en su lugar, mientras las Hermanas iban a explicar lo que eran las Sacred Gear un suave viento paso por ese lugar. Este no era diferente de cualquier suave brisa y por ende no debería ser sospechoso, sin embargo dicha brisa arrastro un suave aroma que no tardo mucho en ponerlo nervioso al reconocerlo.

Olía a sangre

Dicho aroma estaba presente dentro de esa suave brisa, que parecía ser algo en verdad inofensivo pero aterrador al ser capaz de distinguir dicho aroma aún en medio de otros. No sabía exactamente a quien le pertenecía, pero estaba seguro de una cosa con ese suave aroma en esa suave brisa estaba acercándose no a su ubicación sino a un lado de esta como si se estuviera escapando de algo, algo que era realmente peligroso.

— ¡¿Eh~?! ¡¿Nos están cazando?! — Dijo Marin mientras bajaba de la espalda de Issei. — ¡¿Solo por tener Sacred Gear?!.

— Así es — Respondió Kyoko que ya le había contado del peligro de Grigory a ambas chicas. — No les importa si eres bueno o malo, si te llegan a considerar un peligro aún si no hiciste nada malo, no dudarán matarte.

— Eso es bastante injusto — Dijo Maya mientras parecía meditar algo. — Pero que pasa si...

— No importa, si eres un peligro eres un peligro — Aclaro Kazumi mientras veía su bastón. — Solo perdonan a quienes consideren valiosos o tengan talento.

— Los demás somos peligrosos por ser normales — Dijo Kyoko con seriedad.

— No los conozco pero ya los odio — Dijo Marin molesta y preocupada. — Pero eso significa que a partir de ahora...

— Sus vidas corren peligro — Confirmó Kyoko las palabras de Marin.

— Si las descubren no dudarán un solo instante en matarlas — Añadió Kazumi mientras bajaba la mirada. — Llevan el peso de miles de muertes en sus manos, sin embargo no les importa.

— Entonces... ¿Qué opciones tenemos? Si hablar no es una opción — Cuestiono con seriedad Maya mientras miraba a las dos hermanas.

— Solo hay dos, aunque ambas tienen el mismo grado de peligro — Comentó con pesar Kyoko. — Podemos reubicarlas en una ciudad con nombres diferentes casi como una protección a testigos.

— Lo que significa abandonar a todo y todos los que conoces... — Dijo Marin preocupada por su padre. — ¿Y la otra opción?.

— Supongo que aprender a pelear para poder sobrevivir — Dijo Maya con una seriedad y preocupación igual a la de Marin.

— Correcto — Dijo Kazumi mientras su Bastón brillaba. — Si aprenden a como usar sus Sacred Gear podrán defender sus vidas hasta que los de Grigory den por hecho que no pueden meterse con ustedes, pero quienes lo logran son en verdad pocos.

— Depende mucho de sus talento y sus habilidades, pero lo mejor sería tener a alguien más respaldandolas — Explico Kyoko mientras recordaba lo sucedido esa mañana. — Vean a Hyoudou, aun si es usuario de una Longuinus qué puede ser peligrosa para Grigory ellos no son capaces de tocarlo fácilmente ya que a Hyoudou lo respaldan las Siete Pleyades y un Rey de Kouh, eso garantiza de una forma su seguridad.

— Entonces lo más fácil en teoría sería aprender a usar las Sacred Gear — Dijo Marin preocupada. — ¿Crees que... Me puedan enseñar?.

— Pregunto lo mismo, ya estoy sola así que pelar contra Grigory podría ser al menos divertido — Dijo Maya mientras sonreía ligeramente.

— Nuestra Maestra las ayudará, ella no a dejado de lado a ningun usuario cuando esta en peligro — Respondio Kyoko antes de recordar el día que la conocieron. — A salvado y entrenado a muchos, así que si se lo piden los ayudará.

— Además Hyoudou es su futuro esposo, por lo que si el se lo pide será seguro que las ayude — Dijo Kazumi mientras ambas jóvenes se miraban.

Sabiendo que esta era la mejor opción al menos para sobrevivir, aun si apenas se conocían sabían que si no hacían nada a los Angeles Caídos de Grigory no iba sin dudar a matarlas apenas tuvieran algún tipo de oportunidad.

— Entonces tendremos que molestarte con eso Hyoudou — Dijo Maya antes de girarse a donde estaba Issei. — ¿Eh? ¿A donde fue?.

— ¿Eh? — Respondió Marin al girarse y ver que Issei ya no estaba a su lado.

Algo que incluso sorprendió a Kyoko y Kazumi qué comenzaron a ver a todos los lados buscándolo, algo que solo les tomó un instante antes de verlo de pie junto a su mochila. Donde dándoles la espalda a las chicas escribió algo en el Libro de los Deseos antes de cerrarlo y guardarlo para sorpresa de las chicas dentro del Boosted Gear qué se llegó a manifestar en su brazo izquierdo.

— ¿Hyoudou? — Pregunto Kyoko antes de mirar en la misma dirección que el.

Abriendo los ojos con sorpresa al igual que el resto de chicas que hicieron eso, viendo como a paso lento una chica iba acercándose lentamente. Poniendo casi al instante en guardia a las Hermanas a quienes en un instante se les cambió la vestimenta por otra que usaron cuando llegaron a Kouh apenas ayer.

"Ddraig" — Llamo Issei al Dragon en su mente.

"[Prepárate]" — Advirtió Ddraig con seriedad al ver que una pelea estaba sin dudas por comenzar. — "[La chica ante ti... Es una Usuaria de Sacred Gear, la más fuerte que has encontrado hasta el momento]".

Continuará...

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