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Intercambio

—Yo seré el alfa de mi manada, —dijo el cachorro de unos doce años, su rostro pecoso y cabello negro se agitaban con el viento, sus ojos eran vivaces.

—Para eso debes estar preparado, —Arslan se sentía especialmente agradecido de que el muchacho caminara con él, pues su cuerpo ya empezaba a resentir el agotamiento, así que la plática de cualquier tipo, era bienvenida.

—Eso decía mi padre, —la voz del chico se fue desanimando, y es que el líder y rey de la manada de los Galos, Darren O'Shell, había muerto en un ataque extremista cuando se dirigía a la firma de reformas, quedando su hijo y heredero, el joven Kylian O'Shell, un cachorro de lobo de doce años.

—¿Por qué te llaman Barón si eres rey?, KyLian jugaba con una piedra lisa que había recogido durante el camino, sus uñas estaban sucias y tenía raspones en las manos, su rostro pecoso estaba sucio por el polvo, como todos los que estaban migrando.

Ari miró al frente y entrecerró los ojos, solo para ver lo que hacían los soldados que iban delante abriendo paso, —mi abuelo, Yuri Lonesco era Barón, y cuando el antiguo rey abdica, mi abuelo era el único con las manos limpias para ascender al trono, entonces a mi padre le parecía gracioso llamarme Barón, para enseñarme la importancia de ser honesto y justo con las manadas y conmigo mismo, Kylian sonrió como quien ha sido el repositorio de un secreto fantástico.

Ari vio a su acompañante, demasiado joven con el rostro infantil, demasiado vulnerable y demasiado solo, como para liderar una manada, pero su madre fungiría como alfa regente, y vaya que la loba de cabello rubio lo hacía muy bien, recordándole por ratos a Kimi, su madre. —Tu padre no está, pero tu madre sabrá guiarte, aprende, aprende y siempre protege a tu manada, ellos dependen de ti, de la sabiduría que puedas juntar a lo largo de tu vida, —Ari sintió el teléfono móvil vibrar, y vio el número de línea segura del alfa Khalé Renning.

—Alfa, —respondió Ari por todo saludo.

—Lonesco, se enviará a un grupo de extracción, por el joven O'Shell y su madre y por usted, aquí han llegado el alfa Bongani Lethabo de la manada africana y junto con aquellos que estaban débiles o enfermos, pero fuimos interceptados y no pudimos con todos sin exponerlos, su consorte Zareb debe decidir si también desea unirse a los O'Shell, no sé si necesitan la extracción de alguien más, pues como sabes el alfa Lethabo es viejo y mucho aguantó el viaje, espero que accedan a traerlos seguros a la manada, ya que tenemos infiltrados en el territorio y no sabemos cuántos son, pero sospechamos que se trata del mismo grupo que fue exterminado antes de que ustedes abandonen el viejo continente, —Arslan escuchaba mientras hinchaba sus mejillas y miraba la caravana, Jasir se paró a un lado con su rey alfa y lo mismo hizo Kylian, como si fuera un adulto, de hecho adoptó la misma pose de Arslan, con uno de los pulgares dentro de la bolsa del pantalón, Ari sonrió al ver la pose del chico.

—Yo puedo hablar por mí, y mi respuesta es la misma, pero le preguntaré a Lady Morrigan y a Zareb, ella podrá responder por el príncipe y si se trata de ese mismo grupo, entonces estamos preparados., —con una seña, Jasir obedeció y fue en busca de lady Morrigan que se encontraba manejando una pesada camioneta. La delicada cambiaformas dio el mando de la camioneta para que su jefe de seguridad continuara conduciendo, mientras ella bajaba y montaba con Jasir en la pesada motocicleta, Arslan dio el teléfono a Morrigan quien escuchó lo que el alfa Khalé tenía para decirle, la voz suave de Morrigan era engañosa, porque era una mujer determinada que podía adoptar un tono intimidante.

Mientras Ari, Jasir y Zareb discutían sobre la decisión, después de todo el compañero alfa de Zareb ya estaba a salvo, junto con los demás débiles de la manada que lograron subir al convoy que el alfa Renning había enviado

—Esto es algo que debo discutir con mi hijo, como el siguiente alfa, tendrá que aprender a tomar decisiones, —Morrigan veía a su hijo quien también la observaba y hacía señas infantiles para mostrar su negativa.

—Claro Lady Morrigan, solo por favor considere la oferta, están a un día de la manada, pero la parte más peligrosa son las cuevas. Y con eso Khalé terminó la llamada antes de que pudiera ser interceptada.

Como si Morrigan sostuviera una granada de la quisiera deshacerse, tendió el teléfono a Zareb, quien también dio su negativa, no sin antes agradecer por la ayuda del alfa Renning, pero sus oscuros ojos del cambiaformas africano también hablaban de anhelo por ver a su compañero.

—Debes aceptar la oferta, —dijo Arslan, mientras veían a la caravana avanzar.

Morrigan lo miró, y sonrió, le había tomado mucho afecto al joven alfa, —Debería, pero si lo hago, te quedarías solo y si sucediera algo, ¿quién ayudaría a gritar órdenes o a salvar tu lamentable culo real.

Arslan sonrió, ¡Morrigan le recordaba tanto a su madre!

—¿Qué harás con Kill?, —Arslan había apodado al chico, quien los miraba frustrado.

—Se queda, —Morrigan miró a su hijo, y sabía que tal vez había tomado la decisión más estúpida de la historia, pero prefería tener a su hijo junto a ella.

Ari asintió y le dio el teléfono a Morrigan, —llama al alfa Renning, y Jasir, avisa a la caravana que estén alertas, ya que hay infiltrados extremistas, y parecen que son del mismo grupo de los que dejamos atrás.

Jasir asintió, alejándose de su alfa, Jasir empezó a gritar órdenes y a dar coordenadas según el mapa que tenían. Por desgracia la noche ya iba cayendo y tendrían que parar, pues todas las manadas estaban cansadas.

—Debemos parar, —Morrigan miró delante, mientras con determinación Zareb, el enorme cambiaformas elefante africano se acercaba, era el consorte de la manada Lethabo, en donde habían nacido Jasir y su hermana, cuya manada se había adherido a la de Arslan.

—Alfa, —el cambiaformas hizo una reverencia, —pararemos en doscientos metros, la caravana necesita descansar y Jasir nos ha dicho que entraremos a la zona de cuevas de la manada Renning, si hay infiltrados estamos en desventaja.

Arslan se echó el cabello para atrás, —paremos, todos necesitamos descansar, todos necesitamos pasar la noche, y las guardias las haremos como ya hemos acordado.

Zareb asintió a Altaír y sonrió a Kylian, —como usted ordene alfa.

Morrigan acarició la cabeza de su hijo que era un poco más alto que ella y Arslan, —por favor no te alejes de la caravana.

Kylian suspiró con la misma irreverencia de los cachorros, —no mamá, no me alejaré a menos que tenga que hacerlo.

Morrigan lo miró severamente y luego cansada de tener que lidiar con un cachorro que era más un manojo de hormonas y mal humor se alejó para ver que su manada siguiera las órdenes de Jasir.

—Un alfa no se comporta como un idiota, y tú lo haces en repetidas veces con tu alfa regente, ten cuidado Kill, si vas a probar que eres un cambiaformas maduro, lo primero es que aprendas a obedecer órdenes, mira a Jasir, a Zareb y a otros cambiaformas, que están resguardando la seguridad de la manada, ellos fácilmente podrían partir nuestros cuellos, para demostrar su poder, pero saben su posición en la manada y saben que las jerarquías se respetan.

Tragando en seco y con el rostro rojo, Kylian bajó la mirada avergonzado, —sí señor.

—Bien, ahora ayuda a las madres y a los cachorros para que encuentren un área segura, —Kylian lo miró inconforme, Arslan entornó los ojos y ladeo la cabeza.

—¿Algún problema?, —, la mirada severa no cedió ante el berrinche adolescente, Kylian captó el mensaje y negó, en silencio se retiró para dar las órdenes y establecer a la caravana de madres y cachorros, Azizi que bajó de la camioneta con sus tres cachorros miró a chico y sonrió, él había escuchado la rápida lección de su alfa.

—Será un buen alfa, —Azizi dejó a los gemelos y a su hijo de tres años en una manta que Jasir diligente había tendido en el suelo para su familia.

—Sí lo será, —confirmó Arslan, —solo necesita dirección, como todos nosotros mientras éramos cachorros malhumorados.

—Pues tiene a un buen guía y ejemplo, —dijo Azizi mientras abrazaba al gemelo más pequeño, que se retorcía para llegar a su papi.

Arslan acarició la oscura mejillita del cachorro, su mirada negra era inconfundible, una pequeña mamba como la ascendencia de Jasir, —cuando tienes un buen ejemplo, es fácil transmitir el conocimiento a la siguiente generación, y eso harán tú y Jasir con sus cachorros, ellos no pudieron estar en mejores manos.

Azizi acunó la carita con cabellitos rizados en su hombro y depositó un suave beso en ese cachetito, —Gracias Arslan, por todo.

Arslan sonrió, —gracias a ustedes.

La manada se detuvo, las familias tuvieron un descanso mientras los cachorros jugaban bajo la severa supervisión de los padres, —todo era risa, eran simpáticas pláticas mientras compartían los pocos víveres, como si fueran una manada de toda la vida.

Kill jugaba con un grupo de cachorros de más o menos su edad, todos reían, bajo esa mirada era fácil olvidar que todos estaban huyendo, que los cachorros solo salieron a jugar en la fresca noche, que el joven príncipe no estaba viviendo una era turbulenta.

—Desplieguen grupos de rastreo, necesitamos estar seguros de que la zona está libre de extremistas, Arslan daba las órdenes a Morrigan, Zareb, y Jasir.

—No nos alejaremos mucho, —reiteró Jasir, —y estén alertas, si el alfa Renning no ha reportado disturbios dentro de su manada, eso quiere decir que claramente el objetivo es la caravana, —Jasir miraba a Arslan.

—Me toca patrullar fuera de la caravana, —anunció Morrigan, —tocando el brazo de Arslan esta le recordó una petición que le hacía al joven alfa siempre que a ella le tocaba alejarse de la manada, —se su guía si algo me sucede.

—Bien, —Arslan se acomodó la catana en la espalda y asintió, pero redoblaría esfuerzos porque en su caravana no se perderían más vidas.

El grupo de rastreo se dirigió hasta el bosque, sólo faltaba poco más de un día para que estuvieran a salvo, pero siempre el trayecto para llegar hasta una manada era el más peligroso y toda la caravana lo sabía, lo habían aprendido literalmente durante el camino.

Con señas y en silencio el grupo se alejó, mientras Arslan y los demás que habían quedado en ese turno patrullaban en las cercanías, todo parecía en calma, y el crepitar de las fogatas era reconfortante. También se escuchaban los búhos, que por el ulular, se sabía que eran silvestres, no cambiaformas, y que los cambiaformas aves también estaban patrullando. Muchos de los integrantes optaban por usar su forma animal, los que ya no podían cambiar se adaptaban a estar armados y eran bastante eficientes.

Mientras Arslan pasaba las madres le ofrecían todo tipo de bocados, Arslan no los despreciaba, sabía que era la única manera que tenían para agradecer el que el joven alfa brindara su protección y la manada lo sabía y se sentían honrados de estar con el alfa radical más buscado del viejo continente, en nueva tierra muy pocos sabían la verdadera identidad de la muerte sibilante, y muchos de ellos habían visto que en efecto la engañosa apariencia del rey era un arma que nadie esperaba utilizara a su favor.

Los saludos sonrientes hacían su recorrido bastante ameno, Arslan amaba liderar, no era humilde en reconocer que su gente lo admiraba y tampoco era sesgado a la hora de acabar con la vida de quienes amenazaban la seguridad de los que tenía a su cargo, se podría decir que era mórbido a la hora de matar, y siempre era subestimado, creyendo que ellos jugaban con un muchacho delicado, sin el carácter suficiente para presentar una buena batalla, pero ¡oh sorpresa la que se llevaban luego!, minutos antes de que la muerte los tomara entre sus colmillos. Antes de que recibieran el beso que les drenaba la existencia.

Los sonidos de la noche eran tranquilos, y el grupo de rastreo había regresado, Azizi platicaba con Morrigan mientras esta jugaba con los tres bebés. Jasir y Zareb escuchaban las historias que un galo les contaba sobre los ataques que habían sufrido en su isla y como su rey había sido emboscado.

—Debemos descansar, —dijo Morrigan a Kill, el joven iba a replicar, pero antes de hacerlo recapacitó así que de manera sumisa se despidió de sus amigos y del grupo de adultos que lo vigilaban, Arslan había puesto su casa de campaña cerca de la del chico.

—Yo también iré a descansar, ya nos falta poco para llegar a la zona segura de la manada Renning y muero de ganas de dormir muchas horas sin preocuparme de nada más que de mantener mi cabeza en la almohada, —Arslan se retiró a su casa de campaña mientras pensaba en lo ciertos que eran sus deseos.

Las voces del campamento fueron bajando poco a poco hasta volverse suaves murmullos que de cuando en cuando un niño lloraba y era callado de inmediato, Arslan ansiaba llegar hasta la manada Renning, era hora de que su manada tuviera un respiro hasta que las negociaciones y los tratados de paz empezaran, algo tenía que suceder para que todos esos ataques pararan, aunque eran muy pocas las manadas que estaban en contra de las reformas de las manadas, los simpatizantes de los extremistas eran cada vez más feroces y agresivos, cada vez se volvían más amenazantes y no dudaban en tomar vidas.

Arslan escuchó un ruido mientras se desperezaba para su turno, sus ojos se sentían pesados, tenía sueño y el cambiaformas podía jurar que cada vertebra de su cuerpo crujía en protesta por tener que levantarse y no terminar su descanso. Entonces ahí fue cuando vio a Kill que se movía por el bosque, muy seguramente para ir a orinar, pero los sentidos de cambiaformas no engañaron a Ari, escucho pisadas y sintió el aroma a cambiaformas que no iban con su manada, eran hienas, hienas astutas que olían a enemigo, Arslan estaba ya familiarizado con ese aroma, esa agudeza sensorial se despertaba con los años y la experiencia.

Con mucha cautela Arslan se movió, para su alivio vio a Morrigan que también había captado la salida de su cachorro, con ello percibió del aroma que para ella era desconocido. Ari deletreo con sus labios en silencio... hostiles.

Morrigan se llevó las manos a la boca, su cuerpo temblaba mientras sus ojos transmitían su desesperación, Ari quería calmarla, pero sabía que tenían que moverse rápido, la mente de Ari no dejaba de funcionar, si iban en su lado animal no podrían negociar si era necesario, y la diferencia de los ataques anteriores y ahora, era que los hostiles probablemente tendrían un rehén.

Rápidamente Ari tomó su katana y Morrigan tomó su metralleta y un puñal, en silencio se dirigieron hasta el bosque, uno de los cambiaformas que patrullaba, un antílope de la manada de Zareb los vio y de inmediato avisó a los demás, mientras Ari y Morrigan se movían en el más absoluto silencio.

Ari vio a Kylian orinar, el muchacho ajeno a lo que sucedía a su alrededor, y el joven alfa pudo ver el momento exacto cuando uno de los hostiles fue y tomó por el cuello al cachorro, la sangre de Ari hirvió, era tan solo un chico descuidado enfrentándose a la posibilidad de morir, Morrigan jadeo de impotencia y los hostiles escucharon, Ari tuvo que pensar rápido, con una seña le indicó a Morrigan que se mantuviera en su lugar y observara.

Arslan salió de donde estaba como si también fuera a orinar, era hora de jugar, su mente se desconectó y solamente actuaría para sacar al chico de aquel problema. Kill de manera inocente jadeo su nombre, el sonido de la juvenil voz salió rota y desesperada, el pánico del cachorro se podía oler.

Como si apenas se diera cuenta de lo que sucedía, Ari abrió mucho los ojos, Morrigan se mantenía al margen tal como le indicó el joven alfa.

—¡Pero qué rayos pasa!, —Ari usaría todos sus trucos a su favor, su apariencia de adolescente, su mirada somnolienta, su voz adormilada y su apariencia frágil.

—Agarra a ese crío también, —de manera predecible, un cambiaformas hediondo se acercó y tomó por la espalda a Arslan y puso un cuchillo alrededor de su garganta.

—Deja al chico, ustedes buscan a Arslan Lonesco, y ya lo tienen, —sabía que era la hora de intercambiar de lugares, necesitaba que la manada entre rápido con el alfa Khalé, necesitaba que estuvieran seguros.

—Es imposible que un cachorro como tú sea el barón de los Cárpatos, —Ari quería girar los ojos, si pudiera cobrar un centavo por cada vez que lo subestimaban sería más rico de lo que ya era.

—Vamos cachorro, diles quien soy, —Ari miraba a Kill y por dentro decía todas las plegarias posibles para que el muchacho no entrase en modo estoico, y funcionó porque el muchacho obedeció.

—Eres Arslan Lonesco, —hijo de Dimitri y Kimi Lonesco, alfa y rey de la manada Lonesco.

Los cinco cambiaformas miraban a Arslan, la incredulidad estaba dibujada en sus rostros, no daba crédito, la imagen de la leyenda mórbida que corría de boca en boca para esas alturas completamente distorsionada, obviamente no cuadraba con el cachorro desgarbado y bonito que estaba ahí delante de ellos, y lo más desesperante era que el muchacho no tenía un aroma definido, eso los estaba volviendo malditamente locos. Pero el otro cachorro parecía conocer muy bien a Arslan Lonesco, así que entre ellos se miraron y fue uno de ellos, el más grande y aterrador, el que habló.

—Si dejo al cachorro, tú tendrás que venir en su lugar, —el filo del cuchillo se hundió un poco en la carne de Kill, provocando un raspón del cual brotó sangre, el cachorro sollozó al sentir el ardor de la herida.

—Si dejas al cachorro, yo iré con ustedes, y dejarán a la caravana en paz, porque créanme, no querrán una masacre como la que dejamos atrás.

Ahora sí los cambiaformas no tuvieron duda de con quien hablaban, toda vez que la mirada del pequeño cambiaformas se tornó psicótica, mientras casi este salivaba ante la perspectiva de una matanza limpia, pues se sabía el depredador que jugaba con su cena.

—El cachorro se va, pero hasta que nosotros avancemos contigo, para darnos ventaja y que tu manada no nos cace, y entrega esa bonita espada, que no la llevarás contigo por nada, —uno de los hostiles tanteo a Arslan y encontró un celular el cual miró con desprecio y lo estrelló en una enorme roca, el dicho tipo sonrió con satisfacción mientras sujetaba a Ari con una fuerza tremenda.

Arslan quería carcajearse, definitivamente estos chicos se saltaron un espacio en la cadena evolutiva.

—Es justo, pero les aseguro que este joven es obediente, si yo le digo que no avise, es exactamente lo que hará, así que ustedes deciden.

Ari sabía que una parte de su guardia estaba cercando a las hienas que por el entusiasmo de tener a Arslan en sus manos, no detectaron que estaban siendo escuchados.

El cambiaformas soltó al muchacho y Ari rápidamente fue rodeado, y no podía estar más feliz, ya que él mismo les daría caza y estaba seguro de que con esa estrategia las manadas extremistas se verían obligadas a negociar o retirarse, si atacaban en ese preciso momento, era muy probable que Arslan, Morrigan o Kill pudieran resultar heridos en el menor de los casos, las probabilidades no eran buenas.

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