Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12: Flor de Jade (2/2)

Felix y yo nos encontramos sentados frente a Jisung. Me siento como un niño siendo reprendido. Por otro lado, Felix se balancea en la silla felizmente. No le puede importar menos haber creado un alboroto en una casa ajena, y eso me pone todavía más nervioso.

Se suponía que le íbamos a explicar la situación, pero ninguno ha abierto la boca desde que nos hemos sentado.

—¿Os estáis acostando?

La pregunta nos toma desprevenidos a ambos, y podría jurar que se me han congelado hasta los pelos de los pies. Felix tiene una reacción similar; se queda inmóvil y su sonrisa desaparece de golpe. Mi mente me juega una mala pasada y visualizo la escena: Felix y yo, juntos en una cama, compartiendo... No. La imagen mental hace que me replantee la opción de marcharme a un retiro espiritual. Necesito purificar mi alma y borrar mi memoria.

—Ni de broma.

—Ni muerto.

Nuestras caras son un poema mientras ambos hablamos a la vez segundos después de un silencio incómodo. La pregunta ofende y Jisung no parece consciente de la idiotez que acaba de pensar.

—¿Te crees que me acuesto con cualquiera?

La rubia oxigenada a mi lado rueda los ojos con molestia; ha captado la indirecta y me alegro de que le ofenda. A mí también me ofende que me relacionen así con él. Aun así, no dice nada; está más atento a Jisung y, aunque nunca he sido alguien muy celoso, Felix hace que quiera arrancarle los ojos.

Con mi hombre no, sanguijuela de pacotilla.

—Bueno, el otro día... Tú y yo, ya sabes...

Sí, nos besamos. Pero no es lo mismo.

—Tú no eres alguien cualquiera.

Me dejo llevar por lo que quiero, ignorando todas las promesas que me he hecho a mí mismo de mantenerme alejado de él. Lo envié todo a la mierda cuando le devolví aquél beso, y aunque sigo sin tener claras sus verdaderas intenciones, sé que estamos en un punto de no retorno. Salga bien o salga mal lo que sea que tengamos, no podemos seguir siendo amigos.

No puedo llamar amigo al amor de mi vida. Se siente incorrecto.

—¿Crees que sólo estoy jugando? —Estoy detrás de él, me tengo que inclinar para estar a su altura ya que sigue sentado. Suspiro sobre su oreja, cansado de tanta confusión, y susurro: —¿No eres tú el que está jugando conmigo?

—¡Yo no...!

Jisung intenta rebatir mis preguntas, que suenan más como afirmaciones, pero no consigue terminar la frase por culpa, de nuevo, de la sanguijuela rubia. Como siempre, Felix interrumpe en el momento más inoportuno.

—¿Qué? Tenía hambre... —Ruedo los ojos ante la aclaración; hasta donde yo sé, cuando una persona come es porque tiene hambre. Y aunque con Felix tampoco sé qué esperarme, el problema está más bien en que pasee por mi casa como si fuera la suya. —Seguid, seguid, como si yo no estuviera aquí.

Y lo habría hecho de buena gana; el que me importaba de verdad estaba a centímetros de mí. Pero que Felix se quede estático, viéndonos fijamente con una galleta a medio comer, me perturba. ¿Ha estado mirando todo este rato? Maldito chismoso, seguro que las malas influencias de su infancia fueron las marujas de su barrio.

—¿Te puedes ir? —Sonríe juguetonamente y da otro mordisco a la galleta.

Cómo odio a este tío.

Sin embargo, Jisung ríe de repente y va junto al chico. Esto debería considerarse abandono; yo estaba hablando primero con él. Maldito niño, no me robes a mi Jisung.

—¿Te llamabas Felix, no? —Ninguno los ha presentado hasta ahora, pero debe haberme escuchado llamándolo así. Él sonríe, tan amable como de costumbre, y Felix luce encantado con él. —Me recuerdas a una flor de jade.

—El mismo. Aunque puedes llamarme el amor de tu vi... —Pongo una mano en su rostro y lo empujo lejos de Jisung.

—No.

Tanto decir que haría de cupido entre nosotros y ahora coquetea con él descaradamente. Lo dicho, es una sanguijuela.

Felix sigue parloteando de cosas que no me interesan. Que si soy un celoso, que sólo era una broma. Puedo oírlo, pero no le doy importancia; estoy más concentrado mirando los ojitos de Jisung. Se han iluminado de repente, no sé por qué, pero me gustaría ser la causa de ese bonito brillo. Me mira de una forma que no logro comprender y, sin siquiera darnos cuenta, volvemos a estar en un mundo paralelo donde sólo existimos él y yo.

Sus iris son de los más comunes, bañados en un cálido color café. Pero en mi cabeza no existen ojos más bonitos que los suyos. Y como siempre, termino perdiéndome en ellos.

Vuelvo a tener la sensación de que se me está pasando algo; es el mismo presentimiento que he tenido cuando ha llegado. ¿Qué he olvidado? ¿Por qué me mira como si esperara algo de mí? He estado tan ocupado cuidando que Felix no me destroce la casa que no he pensado en mucho más. Como distracción, el tío es un máquina; es como tener que cuidar a un niño pequeño.

Quiero acariciar sus mejillas; toda su piel se ve tersa. ¿Será igual en todo su cuerpo? Nunca me ha gustado el contacto físico, pero Jisung hace que mis manos ardan por tocarlo y que sólo piense en tenerlo más cerca de mí.

No se trata de algo sexual, va más allá de algo meramente superficial. Quiero unirme a él en cuerpo y alma. Empezar de cero, que sólo seamos él y yo. Sin dolor, sin terceros. Sólo una felicidad compartida.

Pero recuerdo que Jisung acaba de salir de una relación. Ha aparecido tantas veces en la puerta de mi casa, llorando como un niño, que me cuesta creer que ha podido superar una relación que tuvo tanto impacto en él en tan poco tiempo. ¿Cómo puedo creer en su palabra? Intento encontrar el sentido de sus acciones, pero no tiene puta lógica.

No hay un ápice de lógica en nuestra relación. Tampoco sé si nos estamos arriesgando o si sólo estamos siendo un par de cobardes. Porque ambos seguimos aquí, uno frente al otro, pero estamos estancados. Lo amo, se lo dije aquella noche, y me frustra ver que no parece comprender el grado de mis sentimientos.

Te lo he dicho con mil miradas, pero no lo captas.

Y entonces, lo recuerdo.

—Mierda, la carta.

Recuerden dejar su estrellita si les gustó el capítulo. 🫶🏻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro