EPÍLOGO
El sol ya se ocultaba dando un bello atardecer. Benji corrió lo más que pudo para alcanzar a la muchacha que finalmente pudo encontrar parada en aquel puente donde miraba con unos ojos algo triste el bello mar que brillaba ante la luz del sol.
Benji: Saly.
Saly: Quién pensar que llegarías a encontrarme hasta este puente.
Benji: Saly... yo...
Saly: ¿Sabes? – interrumpe. – Este puente es muy conocido por la peculiaridad de que muchas parejas venían aquí a confesarse.
Benji: Saly. – expresa algo triste.
Saly: "Eternal love", es así como lo llaman a este puente. – da la vuelta observando al muchacho mientras que el fuerte viento tambaleaba su gran y hermoso cabello.
Benji: "Siento que mi corazón se acelera"
Saly: Me alegra haberte conocido Benji, eh aprendido a valorar muchas cosas y sobre todo...
Benji: Yo también... – interrumpe con exalto. –cuando estoy a tu lado siento tranquilidad y mucha satisfacción..., no sé cómo decirlo pero a pesar de que no recuerdo mucho siento que te he conocido toda la vida y por eso yo...
Saly: Gracias.
Benji: Saly.
Saly: A pesar de que eres muy inocente siento que muy pronto te volverás alguien muy fuerte, recuerda que siempre te voy a apoyar cual sea la distancia que nos separe... porque.... Siempre te voy a querer.... Como mi mejor amigo.
Sin dudad alguna, al escuchar esa última palabra Benji sintió como si algo golpeara su corazón, su garganta comenzó a dolerle porque intentaba decir con mucha fuerza alguna palabra pero este no salía de sus labios, su cuerpo se había quedado en shock ante la impresión mientras que observaba como su amada Saly se alejaba de él dándole la espalda.
Aquella incomodidad que sentía su corazón pronto se había convertido en dolor.
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"Él ha regresado"
Fueron las palabras de Mitsuragui que puso a Ritchell con mucha preocupación.
En unas de las habitaciones secretas de HICHIDORI ambos observaban secretamente los videos de vigilancia de algunas bases secretas que mostraban, algo borrosas, la masacre de varios caballeros y oficiales en manos de una sola persona, un chico de cabello blanco que llevaba consigo una máscara puesta y una especie de capa del mismo color blanco que envolvía todo su cuerpo. En medio del gran charco el muchacho había escrito el nombre de alguien con la sangre de sus víctimas, ese nombre decía "Benji".
Mitsuragui: De alguna forma ya sabe de la existencia de Benji, ¿Acaso podría haber sido la catástrofe que sufrió la ciudad hace unos días por culpa de Byakuya?, recuerda que todo lo que le había pasado a la ciudad fue televisada a nivel mundial.
Ritchell: Lo dudo, ya que me tomé la molestia de observar todas las grabaciones y en ninguna apareció Benji, salvo el ataque del metro que sin duda alguna me deshice del video y todo lo que tenga que ver en ello.
Mitsuragui: Entonces no cabe duda que fue un espía, ese tipo tiene secuaces alrededor del mundo y es posible que le hayan dicho sobre Hashimoto Benji.
Ritchell: Al final de cuentas ocultarlo no fue la mejor opción. – miraba las grabaciones en donde aparecía el muchacho. – "Pain Crieft", la abominación en su máxima expresión, autoproclamándose la mismísima reencarnación de Dios y creo yo fundamentos no le faltan, un ser con un poder abominablemente atroz que puede arrasar con ciudades, países y continentes él solo, todo esto siendo tan solo un mocoso de 14 años, el único ser en el mundo que puede hacerle frente a Harukaze a esa corta edad...
Mitsuragui: Si lo colocamos en una sola escala todo, yo diría que después de Byakuya, el segundo ser más poderoso del universo sería Pain. Sin duda es realmente monstruoso. –saca algunos archivos. –según los videos y las fuentes que poseo Pain no tardará mucho en llegar a este país.
Ritchell: ¿Cuánto?
Mitsuragui: Aproximadamente 4 o 5 meses.
Ritchell: Demonios.
Mitsuragui: ¿Ocultamos al niño en otro país?
Ritchell: Huir ya no serviría de nada al contrario solo perderíamos más tiempo.
Mitsuragui: ¿Qué sugieres?
Ritchell: Si tanto anhela encontrar a Benji, entonces le daremos lo que quiere.
Mitsuragui: Explícate.
Ritchell: Me encargaré de entrenar a Benji, haré que domine su poder de legendario tan rápido sea necesario.
Mitsuragui: ¿Crees que puedes lograr tu objetivo a tan corto tiempo?
Ritchell: No lo sé, pero no tenemos otra opción, cuando Benji y Pain se lleguen a encontrar una terrible guerra se desatará en el mundo tenlo por seguro.
Mitsuragui: Ya veo. – Da un suspiro – te lo dejo en tus manos.
Ritchell: Si.
Un enorme reto le espera a Benji y Ritchell, en tan solo poco tiempo el muchacho tiene la meta de lograr al máximo su fuerza para enfrentar al ser con un poder extremadamente superior y como dice Ritchell, una guerra está a punto de comenzar.
El día angustiante por fin había concluido para darle paso a una nueva mañana.
Desde muy temprano Saly tenía ya las maletas listas esperando con algo de ansias la llegada de Alex para recogerla eh ir al aeropuerto.
Hikari: Llegó el día.
Saly: Fue divertido.
Hikari: ¿Y Benji?, ¿No te despedirás de él?
Saly: Es mejor dejarlo descansar por hoy, estos días ha sido muy confuso para él además. – con una mirada caída por la tristeza unas pequeñas palabras salen de su boca con un tono muy bajo. – será difícil para mí, decirle adiós.
Hikari: Saly.
Saly: ¡Sí!
Hikari: toma. – saca el brazalete que se encontraba en su brazo izquierdo y se lo entrega. – en la feria compre dos iguales para ambos brazos, así que quisiera darte uno para que no nos olvides y bueno...
Saly: Gracias amiga. – se lo coloca en la muñeca. – lo llevaré siempre. – manifiesta con una sonrisa.
En eso Ritchell hace su presencia.
Ritchell: Chicas, tenemos una visita.
Hikari: ¿eh?
Saly: ¿Visita?
Con varios guardaespaldas y unos cuantos caballeros el gran Sumo Pontífice hace su manifiesto ante la gran sorpresa de las chicas.
Saly: P-Pero...
Hikari: S-Si es...
Sumo Pontífice: Ustedes deben ser Saly y Hikari, mucho gusto.
– ¡Igualmente! – expresaban muy exaltadas por la gran sorpresa y haciendo una reverencia.
Al mismo tiempo la líder de Hichidori Elene Mitsuragui también se hace presente.
Mitsuragui: Ante todo, buenos días, verán la gran Autoridad de la Santa Iglesia, el sumo pontífice viajó desde muy lejos porque quería conocerlas personalmente.
– E-Es u-un honor. – expresaban en coro ambas muchachas llenas de muchos nervios por la situación.
Sumo Pontífice: Quería conocer a las personas quienes salvaron al mundo de las terribles garras de Byakuya Anakoichi.
Ritchell: El gran Obispo no es de viajar mucho, solo lo hace cuando se trata de algo extremadamente importante, así que... pueden sentirse algo alagadas. – expresa guiñando el ojo.
– ¡Sí! – nuevamente en coro ambas hacen otra reverencia.
Sumo Pontífice: No estén tan nerviosas chicas, quiero darles mi gratitud por su gran valentía y su enorme cooperación. – se acera lentamente y de una manera sorpresiva les da un fuerte y cálido abrazo a ambas. – Gracias por todo..., sé que han sufrido bastante. – sus palabras suaves y su cálido abrazo hizo que aquel dolor y miedo que aún llevaban conteniendo en su interior sea expulsado en una cuantas lagrimas que Saly y Hikari comenzaban a derramar.
Finalmente ese pequeño dolor por fin había sido calmado.
Mitsuragui: Borramos cualquier archivo o evidencia que las involucre, si el mundo se entera que fueron quienes derrotaron a Byakuya es probable de que los enemigos vengan por ustedes, así que para evitar cualquier inconveniente esta reunión también será un secreto para lo que estamos aquí.
Hikari: Entendemos.
Sumo Pontífice: Todos son los que están aquí son de mi entera confianza así que no se preocupen.
Saly: sí.
Sumo Pontífice: Bien. – saca dos collares que llevaba puesto con el símbolo de una ala blanca bañada en oro y se los coloca a cada una. – En agradecimiento por su gran trabajo, la Santa Iglesia las reconoce como las verdaderas salvadoras del mundo en esta actualidad, que la paz y la felicidad las acompañen hasta el final de los tiempos, amen. – con un poco de agua vendita la rocía ambas moviendo sus manos en forma de cruz. – chicas, sean muy felices.
– Muchas gracias. – expresan ambas.
Finalmente el Gran Obispo se retira con sus guardaespaldas y Mitsuragui dejándoles a las pequeñas un título muy grande la cual tendrán que proteger.
Después de unos cuantos minutos Alex por fin llega.
Alex: Es hora de irnos Señorita Saly.
Saly: Si.
Hikari: Oye Saly, cuídate, estaremos en contacto.
Saly: Tú también y gracias por hacer que mi vida sea más divertida.
Hikari: Gracias a ti también.
Ritchell: Bueno, fue divertido y cuando puedas ven a visitarnos.
Saly: Eso haré y por cierto señor Ritchell, no dude en prestarle más atención a Hikari.
Ritchell: ¿eh?
Hikari: ¡S-Saly!
Saly: Jejeje nos vemos, y cuídense.
Despidiéndose con las manos en alto sube al auto y junto a Alex parten hacia el nuevo camino que le espera a la aún ídolo pop número 1.
Ritchell: Valla chica, realmente ha crecido bastante. – muestra una sonrisa de confort.
Hikari: Ojalá venga pronto.
Ritchell: Si.
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Pasaron unos minutos para que al fin el sol muestre su ser completo, sus brillantes rayos alumbraron los ojos durmientes del muchacho que se encontraba recostado en su cama con las cortinas abiertas llevando a un su ropa puesta.
La luz fue tan fuerte que sus ojos poco a poco lograban abrirse, con un bostezo fuerte y una gran estirada Benji se despertaba.
Benji: Ayer... – recordaba aquel último encuentro con Saly. – me afectó mucho, tan solo recuerdo que llegué a mi casa y me acosté en mi habitación, realmente ella se va a ir..., hoy..., o no. –su mente se puso en alerta al recordar rápidamente cuando Saly les dijo a sus compañeros que hoy se iba. – ¿Q-Que hora es? – agarra su alarma y observa. – son las 8 pero... ¿A qué hora es su partida?, tengo que apresurarme...
Ritchell: ¿Para qué? – interrumpe haciendo su presencia parado en la ventana de Benji.
Benji: Señor Ritchell...., Saly... ¿Dónde está?
Ritchell: Ella ya se fue..., hace más de una hora. – su respuesta puso en shock al muchacho. – aunque lo intentes ya sería demasiado tarde para que vallas tras ella, su vuelo parte a las 8:15, es imposible que llegues.
Benji: Pero... ella, se fue sin despedirse. – expresa muy triste.
Ritchell: Te entiendo hijo, pero también entiendo a Saly, debe ser muy duro para ella decirte adiós a estas alturas.
Benji: No es justo...
Ritchell: Benji.
De repente las lágrimas de Benji empezaron a salir de sus parpados.
Benji: No lo entiendo, realmente no lo entiendo, sé que ella tiene mucho que hacer, se también lo importante que es este viaje y aun así, sabiendo todo eso, no quiero que se valla... ¿Por qué soy muy egoísta? ¿Por qué me duele tanto?
Ritchell: Esa respuesta ya lo tienes tú, Benji.
Benji: ¿eh?
Ritchell: Te lo pongo más sencillo, ¿Qué pasaría si ella logra conocer a otro chico?, se enamora, y al final decide casarse con él, ¿estarías bien con eso?
Benji: S-Si...
Ritchell: ¿En serio? – de un salto se acerca a él. – Aunque sabes perfectamente que ella sería muy feliz al lado de otra persona, ¿tú estarías bien con eso?, dímelo desde el fondo de tu corazón.
Benji: Yo...Yo..., no lo sé. – se tapaba el rostro con ambas manos mientras que las lágrimas no paraban de caer. – no lo sé, con solo pensarlo me duele mucho pero aun así es su felicidad...
Ritchell: ¿No te parece extraño que un amigo se exprese de esa forma?, al final son amigos ¿no?, o ¿es que sientes otra cosa por ella?, ¿que sientes Benji?, ¿realmente es amistad?
Benji: Yo...Yo...– comenzaba a recordar los momentos que pasó al lado de su querida Saly estos últimos días recordando especialmente esa bella sonrisa que reflejaba su rostro. –Yo...
Hikari: Déjense de tantos rodeos. – interrumpe entrando rigurosamente a la habitación del muchacho. – Benji. – lo señala con el dedo. – tú estás enamorado de Saly.
Benji: Enamorado...
Ritchell: Rayos ese era mi momento para decirlo. – cae al suelo dando un gran berrinche.
Benji: Ya lo comprendo, al fin lo comprendo. – se tocaba el pecho de gran felicidad.
Hikari: ¿Entonces que harás?, ¿Te quedarás aquí sin hacer nada?
Benji: Pero ya es muy tarde...
Hikari: El Benji que yo conozco cuando se enfrentó a Byakuya internamente nunca se dio por vencido a pesar de que todo estaba en nuestra contra, ¿acaso ese Benji ha desaparecido?
Benji: No. – se limpia las lágrimas. – él no ha desaparecido porque estoy aquí. – muestra una gran mirada de determinación.
Hikari: Así se habla.
Ritchell: Perfecto. – Se levanta– entonces no perdamos tiempo.
Benji: Bien. – observa el reloj. – o no, falta solo un minuto.
Ritchell: Eso no es problema. – saca sus enormes alas. – vamos sube.
Benji: Gracias Señor Ritchell y a ti también Hikari.
Hikari: vamos no te preocupes y..., ve por ella.
Benji: Si.
El muchacho se sube a la espalda de Ritchell que a gran velocidad parte hacia al aeropuerto que felizmente conocía.
Mientras tanto ya daban aviso por el parlante que el vuelo que Saly esperaba al fin había llegado.
Alex: Es hora de irnos.
Saly: Si.
Desde los más lejos Ritchell finalmente podía observa el tan ansiado lugar.
Ritchell: Ya estamos cerca.
Benji: Tenemos que apresurarnos.
Ritchell: Bien, incrementaré mi velocidad, sujétate fuerte. – vuela tan rápidamente que las lunas de los carros casa, edificios y demás que se encontraban debajo de él eran destruidas por el fuerte impacto.
Todos los pasajeros ya estaban en sus respectivos lugares de asiento mientras que la aeromoza les daba algunos consejos.
Alex: Será grandioso ver a sus antiguas amistades.
Saly: Si. – fijaba su mirada hacia la ventana de su costado. – Benji.
Finalmente Benji había llegado y junto con Ritchell fueron hacia la recepcionista para preguntar sobre el vuelo 1307 la cual era la que Saly viajaba.
– Lo lamento ese vuelo acaba de partir recién. – expresa la recepcionista.
Benji: No puede ser.
Ritchell: Entendemos, es hora de marcharnos. – jala a Benji.
Benji: Señor Ritchell.
Ritchell: Descuida, aún podemos alcanzarla. – da un giro y corre hacia donde se encontraba la partida del vuelo 1307.
– Oiga señor por allí no es. – manifiesta la recepcionista que al ver que no le hacían caso no dudó en sacar su teléfono y llamar a seguridad. – tenemos dos sospechosos que se dirigen hacia el vuelo 1307.
Al llegar se encontraron con un policía y una gran valla de seguridad.
Benji: ¿Aquí parte del avión 1307?
– Lo acaba de hacer recién, no deberían estar aquí. – dice el guardia.
Sin embargo Benji observa de reojo que detrás del oficial el avión aún estaba a punto de despegar.
Benji: El avión.
En eso varios policías hacen su presencia detrás de los chicos.
Ritchell: Tenemos compañía.
– Ustedes quedan detenidos por violar las reglas de este establecimiento. – dice el oficial.
Ritchell: Benji, me encargaré estos sujetos, tu ve por ella. – le arroja su teléfono la cual ya estaba llamando al celular de Saly.
Benji: entendido. – corre y salta sobre la valla de seguridad.
– oye muchacho. –
El policía que estaba cubriendo el paso intenta detener a Benji pero Ritchell se interpone y de esta manera todos los oficiales van hacia el joven vampiro.
El avión comienza a avanzar mientras que Benji corriendo lo más que puede intentar alcanzarlo.
El celular de Saly estaba timbrando.
Alex: la llaman.
Saly saca su celular y observa.
Saly: Es el señor Ritchell.
Alex: ¿No va a contestar?
Saly: ¿eh?, sí. – corresponde la llamada. – ¿Si?, diga Señor Ritchell.
– ¡Saly soy yo... Benji! – expresa mediante el celular.
Saly: ¿Benji?
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Benji: Demonios se está yendo la señal... – expresa viendo como el avión se alejaba más y más mientras que sus fuerzas ya se estaban agotando. – acaso yo no podre...
Drell: realmente eres un tarado.
En eso la fuerza de Benji comenzó a incrementar de manera considerable haciendo que su velocidad aumente.
Benji: Este poder... te lo agradezco Drell.
Drell: Tsk*
Benji se coloca nuevamente el teléfono al oído.
Benji: Saly, ¿Me escuchas?
Saly: Si Benji, te noto cansado, ¿Dónde estás?
Benji: Estoy persiguiendo tu avión.
Saly: ¡¿EH?!
Benji: Mira por la ventana.
Ella rápidamente pega su rostro al ventana de su costado y sin dudar abre aquella ventana despegando un fuerte aire.
Alex: Señorita Saly, ¿Qué hace?
Ella saca su cabeza para ver a su tan esperado príncipe.
Saly: ¡Benji!
Benji: Saly escúchame. – decía mediante el celular ya que su grito no llegaría puesto al fuerte ruido. – soy un gran tonto por no darme cuenta de tus sentimientos y soy aún más tonto por no entender los míos.
Saly: Benji. – escuchaba la muchacho por el celular.
Benji: Yo sé que será difícil detenerte ahora. – su poder poco a poco iba disminuyendo. – pero no quiero que te vayas sin saber una cosa...
Saly: ¿Eh?
Benji: Saly, ¡Te amo!
Saly: Benji. – escuchar solo esa palabra de la boca de la persona que siempre quiso hizo que derramara unas cuantas lagrimas por aquella gran felicidad.
Benji: Sé que eh tardado mucho en darme cuenta, pero al fin lo eh comprendido..., Saly eres la única chica que llevaré en mi corazón por eso, así no nos veamos por mucho tiempo quiero que sepas que siempre te voy a amar.
Saly: Yo también...
Benji: ¿Qué?
Saly: ¡Yo también te amo Benji! Y siempre te amaré, eso no lo dudes.
Benji: Saly.
Saly: Te prometo que voy a resolver esta situación lo más pronto posible y regresaré, regresaré para estar juntos por siempre.
Benji: Te esperaré, sea cual sea el tiempo voy a esperarte siempre.
El avión se despega de la tierra para finalmente empezar a volar.
Saly: ¡Es una promesa!
La señal termina por cortarse mientras que se escuchaba el aleteo de las aves al pasar, el avión había partido hacia lo más alto cielo brillante reflejado ante la luz del sol.
Benji: Si. – mira al cielo con una gran sonrisa. – Es una promesa.
Saly se había marchado pero dejando bien en claro que su amor tarde o temprano llegarán a encontrarse nuevamente y esta vez estar juntos por toda la eternidad.
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La semana transcurrió en un abrir y cerrar de ojos.
–Señorita Mitsuragui, él líder en Jefe del Clan Okinawa desea una reunión con usted. – expresa uno de los gerentes.
Mitsuragui: ¿Es sobre ella?
–Sí, el líder del clan Okinawa nos expresa que la organización contrató los servicios de Yuko Okinawa sin su gran consentimiento.
Mitsuragui: Entiendo, hablaré con él después.
–Además, señorita disculpe que me entrometa pero no tuve más opción que leer el contrato y en ello decía...–
Mitsuragui: Lo sé.
– ¿Está segura de esto, Señorita Mitsuragui?
Mitsuragui: Completamente. – dice con una determinante sonrisa.
–Señorita Mitsuragui. – entra uno de los gerentes. – él ya está en el país.
Mitsuragui: Perfecto... «Al fin llegas, Setsuro Zetsu»
En la cima de un gran edificio un chico se encontraba sentado mirando la gran y enorme ciudad.
–Japón, por fin nos vemos después de tiempo, tengo el presentimiento que esto se va a poner muy divertido. – muestra una sonrisa sin mostrar su rostro aquel chico contratado por la gran Organización Hichidori, Setsuro Zetsu.
El sol radiaba tan fuerte sin embargo aún los problemas no terminarían ya que en medio de las sombras en un lugar muy lejano ellos aún se movían.
–El cielo llora, la perdida de nuestra madre ha sido muy dolorosa pero esto aún no termina. – con un cielo tapado por las nubes y una gran llovizna imparable, los truenos resuenan mostrando aquel sujeto quien llevaba una máscara y una gran túnica negra con la insignia de la estrella invertida en el pecho.
Aquel sujeto era nada más y nada menos que el líder de los trece ángeles caídos, Épsilon.
Épsilon: El plan de Harukaze aún seguirá en curso, pronto el mundo conocerá el verdadero terror de la obscuridad.
Los caídos avanzan cada vez más para lograr su objetivo.
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Los días pasaban en medio de un cielo tan azul como el mar.
Hikari sentada en la rama de un gran árbol observaba el arduo y duro entrenamiento de Benji junto a su gran maestro Ritchell.
Ritchell: Tu velocidad y fuerza ha mejorado estos últimos días pero aún no es suficiente.
Benji: Entiendo. – expresaba algo cansado mientras que creaba una gran descarga en su mano derecha.
Ritchell: Benji.
Benji: Lo sé Señor Ritchell, yo voy seguir, eh decidido volverme tan fuerte no solo para proteger a las personas que quiero, sino también al mundo entero, ese es mi deseo.
Ritchell: Bien, entonces enseña tu gran determinación.
Benji: ¡Allí voy! – corre a gran velocidad a punto de lanzarle su ataque a Ritchell.
Ritchell: «Benji, a pesar de que detuvimos a Byakuya por el momento la batalla por el mundo recién está empezando, enemigos considerablemente poderoso te esperan incluyendo nuestro mas gran enemigo, "Los Harukaze", pero yo sé que en el fondo te volverás alguien poderoso, alguien a quien el mundo va a seguir, alguien quien las personas no verán una amenaza sino a un protector, esto apenas comienza...»
Benji da un salto hacia el cielo listo para usar su técnica especial.
Ritchell: «Tu historia empieza a contarse, este es la historia de...»
Benji: [Diente de León]
–EL LEGENDARIO–
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