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EL LEGENDARIO Cap 70: "La batalla final: Última parte"

Juntos por siempre

Byakuya (Benji): Muere.- Las cuchillas fueron dirigidas hacia una perturbada Saly.

Sin embargo el pequeño plan de Byakuya no resultaría puesto a que un escudo se interpuso en su ataque.

Ella al abrir sus ojos no pudo ni imaginar lo que vendría puesto a que su mejor amigo fue quien se interpuso delante de ella para protegerla y recibir tal ataque que terminó por perforar todo su cuerpo.

Saly: No...no... ¡Rei-chan!

Con toda la sangre envuelta en su cuerpo, él cayó en las piernas de su amada.

Byakuya (Benji): Aun vive, que desperdicio.

Hikari: Eres un maldito.

Ella gritando con desesperación el nombre de su querido amigo intentando al menos que él abra los ojos, ya que otra perdida más podría resultar fatal para esta niña que vio morir a muchos de sus seres queridos.

Rei: Sa-ly – finalmente sus plegarias fueron escuchadas ya que pudo abrir lentamente los ojos aunque su vida rápidamente se estaba acortando.

Saly: Rei-chan... ¿Por qué?... ¿Por qué tú? – el dolor hizo que nuevamente derramara lágrimas en unos ojos que estaban casi secos.

Rei: Saly... yo... lo siento.

Saly: Rei-chan.

Su corazón lentamente dejaba de palpitar mientras que aquel príncipe derrama sus últimas lágrimas de consuelo.

Rei: Eso que te dije en... nuestra pelea... realmente perdóname... por todo.

Saly: Soy yo quien debería pedirte perdón..., por mi culpa... tuviste que pasar por mucho..., jugué contigo... perdóname.

Rei: No tienes... la culpa... de enamorarte.

Saly: Rei-chan.

Él acercó lentamente su mano para limpiarle las lágrimas de sus ojos.

Rei: Eres..., una bebé llorona jejeje.

Saly: Rei-chan

Rei: Te quiero Saly... nunca... lo olvides.

Sus manos cayeron al suelo mientras que sus ojos lograron cerrarse para por fin descansar en paz.

Saly: No.., ¡REI-CHANNN!

Su dolor y desesperación se plasmaron en un grito de sufrimiento mientras que lloraba sin cesar abrazando a su ser querido, que tal vez no lo miraba como su novio pero era tan importante para ella con si fuese un hermano muy cercano, aquella perdida como la de su abuelo la sumergieron en un lago de dolor y tristeza.

Hikari: Valellery. – ella también derramaba unas cuantas lagrimas ante el grito de dolor de su amiga.

Byakuya (Benji): Perdiste a tu novio, a tu abuelo, a tus camaradas y ahora tú mejor amigo. Decidiste adentrarte a este doloroso camino y ahora te espera la desdicha...., acepta la muerte como tu única opción. – camina lentamente hacia ella con una espada entre sus manos.

Hikari: ¡Cállate!

Byakuya (Benji): Descuida... tú también morirás.

Ritchell no pudo contenerse más y se levantó a pesar de que ya la fuerza no le quedaba para más, con sus costillas rotas y gran parte de su cuerpo lastimado.

Ritchell: no... dejaré... que las toques.

Byakuya (Benji): Ya no estas a mi altura, Ritchell. – manda a volar al herido vampiro con un solo impulso de su mana. – Eres un completo inútil.

Hikari: ¡Señor Ritchell!

Byakuya (Benji): Ahora niña de cabello a color lechuga, si tanto deseas morir entonces serás la primera. – se acerca a una Hikari que protegía a Saly.

Saly: Ya... es suficiente. – sus lágrimas dejaron de salir, se levanta dejando el cuerpo de su amigo y sin mostrar alguna expresión se coloca frente al demonio.

Byakuya (Benji): ¿Aun no te rindes?, supongo que matando a esa niña y a tu maestro en tus propios ojos seria el plato ideal para que oigas a la muerte.

Saly: Tu... solo eres... un simple bastardo. – levanta la mirada mostrando unos ojos que antes eran de color tan azules como el mar y que ahora están completamente negros como la noche.

"Algo de ella se había roto"

Byakuya (Benji): "Su mirada es diferente, me impresiona que se levante luego de haber vivido todo esto y siempre mostrando esa mirada..., esa maldita mirada." – expresaba mientras se tapaba la mitad de su cara con una mano y que ante su terrible enojo se rasguñaba el rostro con su filudas uñas llenándose de sangre.

Saly: me das lastima.

Byakuya (Benji): ¿Lastima? – ríe a carcajada. — ¿Sientes lastima ante un dios que te quitó todo?, no me hagas reír.

Saly: Me das lástima porque te crees superior cuando solo fuiste una simple rata que se escondía en una roca para luego actuar.

Byakuya (Benji): No me compares con ustedes, patéticos humanos.

Saly: Es gracioso, desprecias tanto a los humanos tratándolos como cucarachas, como especies inferiores ante tus ojos, como alimañas que no sirven para limpiar tus zapatos y al final de todo tuviste que valerte de un humano para poder sobrevivir.

Byakuya (Benji): Esta niña... — su furia aumentaba cada vez más mientras que presionaba con fuerza sus dientes.

Saly: Dices ser un dios perfecto pero desde que te derroto dios siempre necesitaste ayuda para poder sobrevivir o ¿me equivoco? – expresa en alusión de Harukaze y Benji. – nunca pudiste valerte por ti mismo y siempre necesitaste ayuda incluso un ser tan inferior como el diablillo te protegió de un simple mortal que estuvo a punto de aniquilarte..., siempre viviste arrastrado entre las sombras esperando el momento a que un humano como Benji se presente en tus planes, me das lastima, así nos mates, así destruyas el mundo, nunca se quitará el hecho que al estar en el cuerpo de un humano te hace uno igual, que siempre vivirás con esa realidad de que por estas "cucarachas" como lo llamas tú, lograste renacer, viviste siempre bajo nuestros zapatos y siempre recordaras que lograste todo esto... gracias a los humanos que tanto odias, eso te hace querido Byakuya como un ser totalmente inferior al nuestro..., tu...

—Eres Débil—


Byakuya (Benji): ¡HIJA DE PERRA!

Ante la gran furia des controlable el demonio ya no pudo soportar más, no solo las agujas de cada palabra que decía la muchacha clavaba su odio, sino también al ser llamado débil por uno humano fue la última gota que derramó el vaso.

Byakuya estaba incontrolable despegando un enorme poder alrededor de su cuerpo, ya no aguantaba más, su odio estaba a mil.

Byakuya (Benji): Me cansé de tus sandeces, ¡¿Acaso te crees superior maldita estúpida?! Te despedazare con todo mi poder, ¡sufrirás como nunca!, ¡Prepárate! – ante su increíble poder la tierra se sacudía a gran potencia que el suelo se habría nuevamente.


Muchos se preguntaran porque unas simples palabras pudo enojar mucho a este ser demoniaco, les daré una pequeña explicación.

Existen 2 formas de interpretar una respuesta desagradable, la primera es tomarlo con calma y sin prestarle mucha atención, como ese dicho "palabras necias oídos sordos", sabemos que a veces tenemos a esa personas que nos empiezan a insultar, regañar, molestar, etc. diciendo tanta tontería que es mejor no prestar atención ya que sabemos que sus palabras el 25% puede tener algo de veracidad y el 75% solo son solo argumentos sin fundamentos que solo sirven para molestarnos. La segunda es saber que aquella respuesta tiene su total verdad la que a pesar de que queremos evadir esa verdad de alguna forma nos clava por dentro y aunque intentes quedar como alguien que no escucha nada esa verdad por más dolorosa que sea te va a golpear.

Eso es lo que Byakuya sentía en ese momento, las palabras de Saly a pesar de eran maquilladas un poco, el 90% era totalmente cierto y eso el demonio sentía por dentro por la que esa molestia empezaba a golpear su cordura.

Pero no solo era eso suficiente para poder hacerlo enfurecer, la cereza que falto para el pastel lo consiguió al ver la expresión de la muchacha, tantos año de matar vidas tanto en esta "realidad" como en las "realidades anteriores " su única satisfacción era ver el rostro de sufrimiento de los humanos que siempre se mostraban frente a él, pero la dura expresión que mostraba la muchacha, un rostro luego de haber soportado tanto dolor y que ahora no muestra más que un sentimiento de lastima.

Él no soportaba verla más a los ojos.

Todo se sacudía a gran magnitud, los truenos eran más fuertes y los huracanas no tardaron en salir.

Byakuya estaba molesto.

Hikari intentó ponerse al lado de su amiga pero ella no lo permitió avanzando más al frente.

Hikari: Valellery.

Saly: No te metas en esto.

El demonio se para firme para usar su siguiente ataque.

Byakuya (Benji): muere. – De un salta despega a gran potencia hacia la muchacha.

Su potencia era tal que ella solo cerró sus ojos ya que esquivarlo era imposible y ante los gritos de sus amigos su muerte estaba a milímetros de tocar el fin...

Pero...

Una fuerte ráfaga de viento rosó la mejilla de la muchacha, ¿Ya estoy muerta?, se preguntaba en su mente mientras que lentamente abría los ojos observando detrás de ella al mismo demonio recostado en el piso mientras que al frente todo estaba completamente destruido.

Saly: ¿Q-Que paso?

Hikari: No... lo sé, solo vi... que estaba por golpearte pero de una extraña forma... desvió su ataque.

Saly: ¿Qué?

Byakuya (Benji): Im-posible. – se levantaba lentamente hasta vomitar un enorme cantidad de sangre desde su boca.

Todos estaban perplejos y sorprendidos ante tal acontecimiento.

Byakuya alzó su rostro mostrando algo que todavía no se había visto.

La sangre no solo salía de su boca, tanto en sus ojos como en su nariz y oídos también derramaban mucha sangre.


El susodicho estaba muy sorprendido y a la vez incapacitado puesto que a no podía moverse.

Hikari: ¿Qué está sucediendo?

Ritchell: Ya... veo.

Saly: Señor Ritchell.

Ritchell: Byakuya terminó por exceder mucho su cuerpo... y sabes ¿Qué sucede con las personas..., que sobrepasan los límites de su cuerpo a tal punto que estos ya no pueden resistir?

Hikari: "Mana descontrol"

Ritchell: Exacto..., Byakuya usó más poder de la cuenta..., pero... eso no era todo... - observa al demonio - tu cuerpo comenzó a deteriorarse por las contantes luchas y cambios de poder que fuiste mostrando en este largo enfrentamiento..., porque como dice Saly, no eres un dios... ¡eres un humano! , no puedes exigir tu cuerpo a tal punto y más aun sabiendo que el cuerpo de Benji aún no está acostumbrado a largas y duras batallas...., tu cuerpo ya no daba para más terminó por colapsar... al momento de expulsar esa gran cantidad de poder.

Byakuya (Benji): Mal-ditos. –muy sorprendido se había dado cuenta del terrible error que acaba de cometer, molesto lo acontecido caminaba lentamente hacia ellos a pesar de seguir derramando mucha sangre por todo el rostro.

Hikari: Dijiste que un Dios no tiene errores..., tu único y más grande error... ¡Fue subestimarnos!

Byakuya (Benji): Des-graciados.

Saly: Tenias el poder y la fuerza para matarnos desde un comienzo... pero en lugar de eso te dedicaste a jugar con nosotros, con nuestros sufrimiento cuando tú mismo sabias que podías haber acabado con esto y solo por satisfacer tus caprichos... dijiste que un mínimo error podría terminar una batalla, ese mínimo y estúpido error acabó con tu victoria.

Byakuya (Benji): ¡Bastardos! – a pesar de que era difícil moverse se las arregló para correr a gran velocidad hacia Saly agarrando una espada del suelo.

Ella empuja a Hikari y de su bolsillo saca un objeto la cual era el mismo que había sacado de la habitación de Benji antes de viajar al infierno.

Un collar con la foto de sus padres, Izuka y Daichi.

Aquel collar que tenía una pequeña punta afiliada pudo atravesar el duro cuerpo del demonio sin embrago este también llega a traspasar a la muchacha con su espada.

Finalmente ambos quedaron atravesados el uno con el otro.

Hikari: ¡No Valellery!

Ritchell: ¡Saly!

Byakuya (Benji): Morirás... en brazos de tu... novio... que romántico.

Saly: Yo... Juré... que traería...a Benji..., no... pienso retroceder...

De pronto el collar empieza a brillar, pequeñas luces brotaban en cada parte del cuerpo de Byakuya.

Byakuya (Benji): ¿Qué?

♦♦♦♦♦

—Benji.

El llamado de una mujer se hacía presente.

Benji: Donde... estoy. – expresaba el muchacho recostado sobre las rodillas de una bella mujer que no se podía observar su rostro por el gran y fuerte resplandor del cielo.

—Te has vuelto todo un hombre... mi pequeño.

A pesar de que no sabía lo que estaba pasando varias lágrimas empezaron a brotar de sus ojos sin explicación alguna.

Un sentimiento cálido podía sentir mientras que la mujer le acariciaba la cabeza con mucha delicadeza, Benji cerró sus ojos para volver a descansar una vez más.

♦♦♦♦♦

El alma de Byakuya estaba siendo expulsada.

Byakuya (Benji): No...no puedo... no puedo dejar que esto se acabe. – sus ojos comienzan a brillar y de su boca empieza a botar una especie de sombra negra que rápidamente se agrandaba más y más. – no aceptaré tu victoria. – la gran sombra aprisiona a Saly encerrando a ambos en un esfera negra gigantesca.

Hikari: ¡Valellery! – intenta correr hacia la esfera.

Ritchell: No te acerques. – la sostiene del brazo. – No sabemos que puede... pasarte si tocas esa esfera.

Hikari: ¡No me importa!, ¡mi amiga está en peligro!

Ritchell: lo sé, solo cálmate... tenemos que pensar en una mejor estrategia.

♦♦♦♦♦

En ese instante Saly se encontraba en el vacío.

Saly: ¿Qué lugar es este?

En eso una profunda y aterradora carcajada se escuchaba en todo los alrededores del vacío, El mar negro comenzó a agitarse increíble mente despegando hacia el cielo.

Aquel mar que poco a poco se convertía en una sombra negra, la sombra del demonio.


Saly: No puede ser.

La muchacha muy asombrada decide dar unos pasos atrás pero es acorralada por la sombra que la aprisiona cubriendo todos los alrededores para que ella no escapara.

Ella muy angustiada buscaba alguna forma pero era imposible hasta que en su enfrente la sombra muestra los ojos de Byakuya acompañado tan solo de una enorme sonrisa.

Byakuya: No te perdonaré por esta humillación, maldita mocosa.

Saly: [Hidrocañon] – su poder no lograba aparecer. — ¿Qué?

Byakuya: Estas en la obscuridad, mi mundo, aquí mando yo por ello tu derrota será inminente.

La obscuridad lentamente empezó a apoderarse de Saly desde sus pies pintando cada parte de su cuerpo de negro.

Ella intentaba liberarse pero era imposible.

Byakuya: Cuando tu cuerpo termine de ser absorbido por la obscuridad serás borrada de la existencia al igual que tu alma.

Saly: No..., no puedes.

Ante la risa descarada de Byakuya el cuerpo de Saly ya estaba sumergido casi en su totalidad, la obscuridad tocaba su cuello para dar como último paso hacia su cabeza.

La muchacha ya dada por vencida miraba aquel cielo negro pensando y recordando a su amado.

La obscuridad tomaba su rostro tapando su boca y nariz.

Saly: Perdóname..., Benji. – cerró sus ojos esperando a que todo llegara a su fin.

Saly— una luz comienza a brillar del cielo.

Saly abre sus ojos dándose con la sorpresa de ver un ángel descendiendo de aquel obscuro cielo, ese ángel que era nada más y nada menos que su querido Benji.

Saly: Ben-ji. – La luz que emanaba tan fuerte el muchacho desintegraba la obscuridad del cuerpo de Saly.

Benji descendió del cielo y abrazó a su amada despegando una potente luz que acababa con cada rincón de obscuridad mostrada por Byakuya.

Byakuya: Imposible, debiste haber desaparecido con el mar negro.

Benji: Gracias... Drell.

Byakuya: ¿Drell?

Drell: Lo siento Byakuya pero tenía que ser de esta forma. – expresaba con una maquiavélica sonrisa. — ¿No esperabas que estaría a tu lado después de destruir el cuerpo del mocoso o sí?, el trato era simple, aniquilabas su alma y te apoderarías de su cuerpo mientras que yo lentamente gozaría de tu obscuridad interior, pero al darme cuenta que poco a poco destruías este cuerpo decidí dar unos cambios al contrato.

Benji: Es tan simple, Si yo vivo él vive.

Drell: Correcto.

Byakuya: Maldito traidor.

Benji: Esto es lo último, miserable, no te permitiré que le pongas un dedo más a mi Saly.

Byakuya: No hace falta porque, ¡los mataré a Ambos!

Benji: "Diente de León"

La potente ráfaga de electricidad emanaba una potente luz que al paso que avanzaba arrasaba con la obscuridad.

Byakuya: Imposible. – el ataque lo golpe convirtiendo así toda la obscuridad del vacío en una luz celestial.

Saly: Benji... volviste. – expresaba con una voz suave ante los brazos de su amado.

Benji: Gracias a ti. – expresa con una sonrisa.

Una luz cálida que sumergió a la chica en un mar de hermosos recuerdos.

[Denle play a la música del inicio, cierren los ojos y sumérjanse en sus sueños recordando todo los momentos felices que vivieron juntos Benji y Saly, y cuando empiece el coro pueden proseguir con la lectura escuchándolo mientras leen hasta el final]

♦♦♦♦♦

Hikari: Mire eso.

Ritchell: sí.

La bola negra empezaba a despegar rayos de luz en todo su alrededor.

El planeta comenzaba a sacudirse...

—Señorita Mitsuragui. – expresaba un caballero.

Mitsuragui: Si. – todos observaban como las nubes se abrían despegando luces celestiales, el cielo rojizo lentamente se pintaba de azul. – ellos lo lograron. – expresa con un rostro de satisfacción mientras que el resto de caballero, que no podían creerlo, empezaron a festejar la victoria de nuestros nobles caballeros que dieron su vida en la gran batalla.


Todas las personas tanto en la misma como en distintas ciudades presenciaron aquel increíble espectáculo que mostraba el cielo de Japón.

No obstante el alma negra de Byakuya volvió a resurgir pero no como su formar real si no como la misma forma de antes al estar posesionado del cuerpo de Benji.

Byakuya (Benji): ¿Dónde Diablo estoy?

Benji: Estas en lugar donde vas a perder. – expresaba junto a la muchacha tomados de la mano.

Byakuya (Benji): Puedo sentirlo, este lugar es... la "entrada al cielo", impresionante que ustedes hayan llegado hasta aquí.

Benji: No tienes escape Byakuya, ríndete.

Byakuya: No digas estupideces... ¿Crees que me vencerás así de fácil?..., piénsalo dos veces. – una enorme cantidad de energía negra comenzaba a teñir el santo paraíso.

Benji: Saly.

Saly: ¿Eh?

Benji: Hagámoslo.

Saly: Si.

Agarrados de las manos corren juntos hacia el demonio.

Benji: Ya no tengas miedo, siempre estaré contigo.

Saly: Si

Presionan fuerte sus manos y en forma de puño ambos golpean a Byakuya en el estómago.

Byakuya: Malditos... ¿Pero qué...?. Un rayo de luz empezó a salir de su cuerpo justo del mismo lugar en donde había sido golpeado hace un instante. — ¿Qué rayos es esto?

Saly: Ya te lo dije. – Expresa con una sonrisa triunfadora. — es el poder del...

Byakuya: ¡Estupideces!, el amor no es poder, no es fuerza, solo es un ridículo sentimiento que ustedes los humanos poseen, no es un arma que te puede dar la victoria en una batalla.

Benji: Te equivocas...

Byakuya: ¿Qué?

Benji: Me tomó mucho tiempo pero por fin puedo entenderlo, el amor no es un arma pero es aquel sentimiento que puede ayudar a expulsar tu poder.

Byakuya: Palabras sin fundamentos, solo dices lo que una niña de 5 años expresa a su edad, solo cuentos.

Benji: No lo puedes entender porque nunca lo has sentido, el amor a tus seres queridos, el amor a tu familia, a tuis amigos y demás. Ese amor en la cual se convierte en ese deseo de protegerlos a toda costa, ese sentimiento en la cual a pesar de ya no poder pelear más sigues de pie, ese sentimiento que te da un bono extra de fuerza... ,que hace que tu poder escondido salga a flote, ¡Ese mismo sentimiento que viste en los ojos de Saly!. – decía recordando todas las veces que la muchacha se armaba de valentía para estar enfrente del demonio a pesar de todo. – "Ese sentimiento que se convierte en el empuje de la verdadera fuerza.

Byakuya: Ya estoy harto de sus ridiculeces..., los mataré de una maldita vez.

Benji se da la vuelta y abraza a la muchacha.


Saly: Be-Benji.

Benji: Gracias.

Saly: ¿eh?

Benji: Gracias porque me hiciste vivir muchas cosas, me hiciste sentir muchas experiencias, y a pesar de todo el daño que hice nunca me abandonaste..., gracias por todo.

Saly: Benji.

Benji: Es por ello que no quiero que vuelvas a sufrir más... — le acaricia la mejilla con una sonrisa. – mereces ser feliz, no lo tomes a mal pero ya lo eh pensado y es por eso que...

Saly: Creo habértelo dicho..., así intentes convencerme de dejarte. – lo mira fijamente a los ojos. – Yo no voy a cambiarte por nadie...

Benji: Ya veo... — se acerca y le da un gran beso. – Gracias por todo y se feliz. – manifiesta con una sonrisa.

Saly: ¿Eh?

En ese instante él la empuja hacia el resplandeciente vacío.

Saly alzando sus manos cae lentamente observando la sonrisa de su amado, El muchacho dice unas palabras la cual ella logra escuchar, sus ojos empezaron a derramar lágrimas para dar por fin su último grito.

¡BENJI!!

Finalmente Benji estaba dispuesto a poner fin a esto.

Benji: Es como el odio, ¿No es así Drell?

Drell: tómalo como quieras.

Byakuya: Salvaras a tu amada pero no a ti – corre a gran velocidad hacia el muchacho.

Benji: El odio te da poder, el amor te da fuerza. – también corre hacia el demonio y con un grito de guerra ambos chocan traspasándose el uno al otro con sus puños.

Byakuya: Este poder... — decía mientras que su cuerpo lentamente iba desapareciendo junto a la de Benji.

Benji: El poder del amor. –al escuchar nuevamente esa frase Byakuya sonríe.

Byakuya: Ya veo. — la estrella invertida de sus ojos desaparecen como si fuese arena despojándose por el viento mientras era devorado por la luz del cielo.

Benji sonríe despegando una pequeña lágrima.

Al final, ante la luz, las dos almas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.

♦♦♦♦♦

En el infierno una enorme luz por los cielos de fuego se mostraba alumbrando a nuestro héroes que entre lágrimas Tanto Ritchell como Hikari miraban al cielo desconsolados y con una Saly arrodillada que lloraba a mas no poder sosteniendo algo con su dos manos.

El recuerdo de aquel espectáculo de fuegos artificiales se mostraba en su mente.

"Benji: ¿Que quisieras para tu cumpleaños?"

"Saly: Mmm, un collar estaría bien jejeje"

En un mar de lágrimas lo que llevaba en su manos era nada más y nada menos que un hermoso collar la cual mostraba aquellas últimas palabras que le dijo el muchacho en el mismo cielo.

"Feliz cumpleaños"

El alma de Benji se había convertido en ese humilde y hermoso collar blanco. 

https://youtu.be/Uq3lTkPqDF0

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