Solo fue un pequeño beso la cual cambiaron las cosas de una manera sorpresiva, Saly sabía que una idea como esta era desde el punto de vista común de cualquier persona, "algo ridículo", pero aun así ella decidió seguir.

Con la pequeña esperanza bajo sus manos ella dio su última maniobra, aquella que terminó con un beso que duró unos segundos...

Segundos que por fuera fueron demasiado rápidos pero por dentro...

Por dentro fue un tiempo largo y eterno..., el tiempo en que no solo su alma si no también su mente se sumergió dentro del profundo y obscuro corazón que Byakuya manipulaba y que dentro de ella se manifestó una pequeña luz, una puerta hacia el reencuentro de su amado.

Saly: Benji! – se encontraba parada en un mar con un cielo nublado y celestial. – ¿Dónde estoy?

Al dar la vuelta desde lo más lejos podía ver a un niño, muy chiquito, arrodillado y limpiando sus lágrimas mientras lloraba. Saly no dudó en ir tras él ya que aquel niño era el mismo reflejo de Benji cuando tenía 5 años.

A pesar de ello por más que corría y corría no lograba llegar hacia el pequeño, el camino parecía no tener fin.

— ¿Por qué sigues insistiendo? –

Al escuchar aquella voz ella se detuvo sin embargo por su detrás se encontraba Benji o mejor dicho uno de los poros de su alma que mostraba un fragmento de sus pensamiento.

Saly: Benji.

El diminuto poro que daba forma de ilusión al cuerpo total del muchacho dio la vuelta lentamente e intentó irse.

Saly: ¡Espera!

Benji: ¿? – da la vuelta.

Saly: Benji..., por favor vuelve.

Benji: ¿Por qué sigues insistiendo con lo mismo?, ya te dije, es inútil.

Saly: No si lo deseas.

Benji: ¿deja de decir tonterías, porque sigues con esto?, ¿porque tratar de ayudarme?

Saly: ¡Porque te quiero!

Benji: Absurdo, ¿Porque hacer todo esto por un monstruo? – otro poro se manifiesta dando la forma de un segundo Benji.

Benji: ¿Quererme? que excusa tan ridícula, nadie quiere a un monstruo – aparece un tercer Benji.

Saly: ¿Por qué te sigues lastimando? ¿Por qué no crees en mis palabras?

Benji: No encuentro alguna lógica en tus palabras.

Benji: No lo entiendo.

De esta manera comenzaron a aparecer varios "Benji's" de parte de los incontables poros que se manifestaban.

Hasta que de pronto uno de ellos aparece enfrente de Saly y la sujeta del cuello con una mano ahorcándola.

Benji: Sigo sin comprenderlo, ¿Por qué haces todo esto?

Saly: p-porque... te amo...

Benji: ¿Amor? – expresaba estrangulándola esta vez con un poco más de fuerza. – pude ver a través de ti, pasar por todo lo que pasaste, incluso arriesgar tu propia vida, y todo eso solo... ¿por amor?, no lo entiendo.

Saly: si... lo viste... a través de mí... deberías entender... mis sentimientos... pero no lo haces... porque... no te aceptas... no quieres aceptar tu felicidad...

Benji: Yo ya acepté mi realidad, mi destino..., y es esto... la muerte.

Saly: eso... no es... verdad.

Benji: ¿Qué sabes tú de mi vida? – decía con mucho enojo.

Saly: El señor Ritchell... me contó... que tus padres... deseaban que fueras... el salvador del... mundo.

Benji: Es el destino que ellos quisieron no mío.

Saly: Tienes razón..., ya que... tu destino... es estar conmigo.

Benji la suelta mientras que al caer Saly comienza a toser agitadamente por la cantidad de aire que sus plumones perdieron.

Benji: oí suficiente. – da unos pasos atrás. – me cansé de escuchar estupideces esta vez le pondré fin a esto.

Todas las copias de Benji comenzaron a juntarse mientras brillaban convirtiéndose en una especie de bola de luz gigante la cual sostenía con la palma de su mano, aquel reflejo mostraba el odio puro que mantenía desde un principio.

Benji: ¿Por qué yo?, hay tantos hombres mejores en el mundo y te enamoraste del peor de todos, quien solo te trajo desgracias..., quien solo te trajo dolor..., quien solo...

Saly: ¡CALLATE!... – su grito detuvo al muchacho. – deja de lastimarte, deja de discriminarte..., por única vez en la vida... deja de odiarte.

Benji: No lo entiendo y nunca voy a entenderlo, estoy harto de esta tontería, ¡ya no aguanto m...!— En ese instante Benji es golpeado con un fuerte puñetazo en la mejilla por la jovencita — ¿Por—que? – cae a lo que era un piso de agua soltando la gran bola que estalla en el aire manifestando pequeños poros de luz.

Saly: Porque te amo. – lo comienza a golpear en el suelo mientras que el muchacho se protegía con sus brazos. – te amo..., te amo, te amo, te amo, ¡TE AMO! – expresaba entre lágrimas quedándose sin aliento. – ¿cuantas veces más tengo que decirlo?

Las lágrimas del muchacho salieron en medio de su sorpresa y al momento de decir una palabra Saly lo besa.

Sin embargo él intentó reaccionar del beso y decidió despegarse de ella, pero aun así Saly no se rendía y lo seguía besando, el forcejeo era inútil para Benji.

Unas vez más sus almas presenciaron una pequeña ilusión adentrándose mucho más profundo hacia un lugar la cual era muy difícil de imaginar. Allí ellos dos se encontraban parados y desnudos mirándose frente a frente.

Benji: a pesar de todo lo que te hice... tu...

Saly: ¿sabes?, antes de llegar a Japón yo solo pensaba en mí, en mi vida, en mi conveniencia sin importarme la gente que me rodeaba alrededor solo pensaba en seguir atrayendo fans solo para mí objetivo..., pero desde que te conocí mi vida cambió totalmente, gracias a ti conocí realmente la realidad de este mundo.

Benji: sin conocerme podías haberlo hecho.

Saly: Eso no es verdad porque siempre viví en un mundo lleno de fantasía, de lujos, una vida fácil y sin problemas, gracias a ti pude ver esta verdadera realidad y despertar de mi anterior y absurdo cuento de hadas, aunque no te hayas dado cuenta fue gracias a ti que pude conocer lo que era la verdadera amistad, celos, el dolor, el amor, lo que significa sacrificarte por tus seres queridos, contigo viví tantas experiencias la cual nunca viviría con cualquier otro chico.

Benji: No es suficiente para enamorarte de mí.

Saly: Tienes razón, a decir verdad cuando te conocí realmente te odié. –sus palabras asombraron al muchacho. – pero poco a poco pude ver facetas tuyas que me cautivaron como tu sencillez, la calidez al estar contigo y sobre todo tu transparencia, eres un chico a la cual nunca dudaría porque realmente no eres capaz de mentir, a decir verdad eres muy malo para las mentiras. – expresaba riendo. – y sobre todo..., desde el fondo de tu corazón sé que no eres capaz de dañar a tus seres queridos, todo eso y lo demás fui enamorándome poco a poco de ti, a pesar de que eres torpe, muy llorón, te desanimas con facilidad, eres celoso y no muy guapo que digamos... — sus palabras hicieron que Benji agachara la cabeza de vergüenza. – pero aun así, me gustas tal como eres... no... yo... realmente te amo.

Aquella faceta y cada palabra que fue expuesta por la jovencita conmovieron al muchacho de tal forma que empezó a llorar.

Benji: Yo... yo...

Saly: Tengo que sincerarme esta vez y decirte que no solo pienso en ti, sino también de mí ya que yo solo te quiero para mí y para nadie más. – decía con una sonrisa.

Benji: Sa-Saly.

Saly: Creerás que soy egoísta pero a decir verdad el egoísmo también es parte de los sentimiento del ser humano, eso tampoco nos hace malas personas, no necesitas preocuparte mucho del resto, también hazlo para ti, piensa en tu felicidad, en lo que quieres, ya que... "Ser un poco egoísta no es tan malo"

Benji: Lo siento. – expresaba entre lágrimas mientras que la muchacha se acerca para consolarlo con un gran abrazó.

De esta forma la ilusión se termina y ambos vuelven a aquel lugar que parecía el cielo y como se habían quedado al inicio, ella encima de él.

Benji: Eres una chica rara. – expresaba riendo.

Saly: Tienes razón, me enamoré de un gran tonto. –ella también ríe.

De esta forma ambos se dan un gran, tierno y delicado beso para sellar nuevamente el gran lazo de amor que había sido arrebatado.

Con la sonrisa de la muchacha se despide para desaparecer mientras que el alma de Benji que poco se reconstruía por fin abría los ojos de nuevo.

Benji: Gracias Saly..., gracias por todo, esta vez no voy a perder.

De esta manera Saly despega su labio a las de Byakuya mostrando una sonrisa, esa en la que mentalmente ya se sentía triunfadora.

♦♦♦♦♦

El último Ataque.

Mientras el asombro de todos al ver tal gigantesca bola devoraba a Byakuya en fuerza, este trataba de seguir dándole pero su fuerza y su mana tenía un inconveniente con Benji y Dylan.

Byakuya (Benji): No..., no puedo morir

Benji: se acabó maldito...

Dylan: Es tu fin...

Byakuya (Benji): Eso lo veremos.

Nuevamente sus ojos cambiaron a la de la estrella invertida por la cual giró su mirada hacia Dylan para su siguiente movimiento.

Dylan: O no. – al darse cuenta de lo que iba a pasar da un gran salto hacia atrás, sin embargo el lugar explota enviándolo muy lejos por el impacto.

Gracias a ello las cadenas dejaron de hacer efecto.

Byakuya (Benji): Mi poderes vuelven, ahora... ¿En que estábamos? – expresa con una sonrisa aterradora.

Con una sonrisa triunfadora no se esperaba que rápidamente apareciera Boris Krichik en el aire aprisionándolo.

El descuartizador: pero si apenas acabamos de empezar – en ambas manos tenía dos jeringas con un suero paralizador dentro y justo al momento de inyectarle, 2 espadas aparecen girando producto del poder de sus ojos y como si fuese 2 bumerangs le corta ambos brazos.

Byakuya (Benji): Yo creo que sí.

El descuartizador cae con sus dos brazos fuera de su cuerpo y las jeringas sueltas de sus manos.

Sintiendo la victoria en sus manos el demonio estaba listo para hacerle frente a la bola pero otro ataque sorpresa emergía con la presencia de Aron que venía en frente.

Aron: No cantes victoria...

Byakuya (Benji): Solo eres escoria. – crea varias espadas dirigiendo todos a Aron.

Fue en ese momento que el muchacho en una alucinación mostrada por su cerebro, mira a Silvia abriendo los brazos mientras se acercaba para abrazarlo

Aron: Silvia... — corresponde el abrazo la cual era realmente las cuchillas que desde luego traspasaron todo su cuerpo y con su mente volviendo en sí, observa al demonio para expresar...

—Te...Te veré de nuevo en el infierno. –con una sonrisa, de sus manos suelta una especia de bomba que al estallar despega una inmensa luz segando por unos momentos, los ojos de Byakuya.

Byakuya (Benji): Desgraciado.

De repente el descuartizador cae de pie y se impulsa con toda su fuerza hacia el demonio, no obstante uno de las jeringas que caía en su dirección aprovecha para sostenerla con sus dientes.

Finalmente aparece detrás de Byakuya y lo sujeta nuevamente pero esta vez con sus piernas para finalmente inyectarle en el cuello la jeringa usando su boca.

Byakuya (Benji): ¿Cómo te atreves? – usando sus ojos crea nuevamente dos espadas que rebanan las piernas del descuartizador para desprenderse de él.

Boris cayendo sin brazos ni piernas se despide con una sola frase mientras las espadas terminaban por rematarlo en el aire.

El descuartizador: Te espero allá abajo..., para una partida de póker. – expresa mirando el cadáver de Aron que también frente él.

Al final ambos se desploman con sus corazones que dejaron de latir en ese instante.

Aun así la pelea no terminaba, Byakuya no podía moverse producto del líquido que Boris le inyectó, sabiendo eso no le quedaba otra que usar el poder de la estrella invertida dentro de sus ojos pero antes de poder utilizar, de manera sorpresiva Rei hace su manifiesto por detrás sosteniendo del cuello a Byakuya con su brazo.

Rei: No te lo permitiré maldito. –saca de su bolsillo dos pequeñas cuchillas y se los clava al demonio en sus dos ojos despegando de ella una gran cantidad de sangre.

Byakuya (Benji): ¡Ahh! ¡Bastardo!

Rei: ¡Acábalo Benji! – se desprende de un salto.

Benji: Gracias muchachos.

En ese momento Benji da un fuerte grito la cual la mano derecha de Byakuya empieza a brillar por lo que la velocidad de la gran esfera incrementa considerablemente.

Sin poder mover su cuerpo, ni usar el mana de sus ojos, esta vez Byakuya se encontraba en un gran aprieto y más aún que la esfera a gran velocidad logra atraparlo.

Byakuya (Benji): No puede ser...

Todos miraban sorprendidos, Saly, Hikari, Ritchell, Dylan y Rei que era jalado por las cadenas de Dylan para no ser alcanzado también por la bola.

A tan solo milímetros.

Benji: Saly, Hikari, Señor Ritchell..., gracias por todo..., gracias a todos.

Byakuya (Benji): ¡Misera...!

Finalmente la esfera junto a Byakuya toca el suelo creando no una gran, si no una inmensa y gigantesca explosión a escalas inimaginables.

El diablo es arrasado ante el inmenso poder que también alcanzaría a los demás con tal enorme explosión.

Hikari: ¡Vamos a morir! –decía mientras que todos se cubrían incluso Ritchell que abrazó las chicas puesto a que era imposible de escapar ante tal explosión.

Parecía que ya estaba todo consumado, todos iban a morir.

Dylan: [Protección divino eterno] – se coloca enfrente de los muchachos creando una gran barrera con sus cadenas.

Sin embargo la explosión era devastadora a tal punto que incluso la buena barrera de Dylan no podía sostenerla mucho tiempo, por ello decidió dar todo de sí, así muera en el intento.

Ritchell: ¡Dylan!

Dylan: Dile a Mitsuragui que me perdone...

Ritchell: ¿A qué te refieres?

Dylan: No pude cumplir la promesa... — da media vuelta y se para firme para dar todo su poder en aquella barrera.

La sangre comenzó a salir de sus ojos, oídos, nariz y boca, su vida cada vez más se estaba acortando.

"Yumi: Dylan..."

Dylan: Yumi?

"Takechi: Papá"

Dylan: Takechi.

Pudo observar el reflejo de su amada esposa e hijo frente a él.

"Yumi: Es hora"

Ambos toman de las manos al joven sacerdote.

Dylan: ¿Lo hice bien?

"Yumi: Si querido..., te amo" – dice con una gran sonrisa.

Dylan: Yumi...

"Takechi: Esta vez por fin jugaremos juntos Papá"

Dylan: Si... — varias lágrimas rebosan de su mejilla. – por fin estaremos juntos por siempre.

"Takechi: Papá, ¿recuerdas esa canción que siempre cantamos cuando nos me llevabas al colegio?"

Dylan: si

En eso el pequeño comienza a cantar fuerte junto a su madre aquella canción, esa canción que sin dudas llenó de nostalgia el corazón de Dylan que no se quedó atrás y entre lágrimas acompañó el canto a todo pulmón junto a ellos.

Todos juntos al ritmo de la tierna canción sus almas lentamente se acercaron a luz para finalmente poder vivir los tres juntos como una familia por siempre.

https://youtu.be/j3ugbOio1MQ

La explosión terminó acabando y detrayendo la barrera completamente, sin embargo nuestros protagonistas habían sido salvados.

Ritchell: Dylan... — expresaba mientras todos se levantaban luego de la catástrofe.

Hikari: él...

Saly: se sacrificó por nosotros

Ritchell: Al menos... todo se acabó... — manifestaban con una mirada cabizbaja la tristeza que sentía por dentro.

Finalmente Dylan no pudo cumplir su palabra de regresar pero al menos dio su vida por el resto.

La historia de este sacerdote había llegado a su final.

♦♦♦♦♦

Ambos miraron a Saly con mucha preocupación, aunque sus ojos resecos ya no derramaron lágrimas después de tanto dolor la pérdida de su amado Benji, este aún la seguía lastimando, aún así, la muchacha muestra una sonrisa que posiblemente maquille su dolor pero que también demuestra que debemos estar fuertes ante la adversidad.

Saly: vallamos por helado, yo invito.

Ellos sabían de lo que la chica sentía y es por esa misma razón que dejaron su dolor a un lado para seguir adelante.

Hikari: que sea de fresa por favor.

Ritchell: Yo pido una de menta. – expresa riendo.

Saly: Bien entonces hay que irn...

"No... canten... victoria... asquerosos mortales"

Aquella corta felicidad se derrumbó en un segundo al ver sorpresivamente al impresentable Byakuya caminando hacia ellos mientras que el humo aún seguía dispersándose.

el demonio se encontraba en un estado deplorable, su brazo izquierdo fue destruido, sus ojos cerrados lleno de sangre producto de la hendidura que le hizo Rei con sus cuchillas, su ropa completamente destrozada, sus piernas y cuerpo se encontraban lleno de heridas grandes incluso la mayoría estaba tan expuesta que incluso se podía observar sus huesos a simple vista, su cachete derecho estaba destruido por la cual se podía ver una parte de su mandíbula expuesta, realmente parecía un zombi recién salido de su tumba.

Byakuya (Benji): Ustedes... aún...no se pueden ir.

Saly: no lo puedo creer...

Hikari: No lo entiendo..., usamos de todo para matarlo, hicimos de todo..., pero cada vez que pensábamos que ya todo había acabado... ese desgraciado regresa... ¿Es inmortal?, ¿Qué más podemos hacer?, ni Benji que luchó con todo pudo derrotarlo... ¡simplemente no lo entiendo! – golpeó fuertemente el piso llena de ira intentando asimilar tal situación.

Ritchell: tranquila..., es verdad... que ya no tenemos fuerza... pero... él tampoco la tiene...

Hikari: ¿eh?

Ritchell: Fíjense bien... si tuviera algo de mana se hubiera recuperado de sus heridas graves pero si notan bien estos no logran hacerlo, además de que ya no se puede sentir... su poder.

Byakuya (Benji): Es verdad... solo fue un segundo... antes de tocar el piso.... cuando pude librarme de ese veneno..., usé todo el poder que pude para destruir esa maldita esfera a coste de mi vida, todas mis energías se agotaron y la única puerta... a la que podría extraer...más de mi fuerza... sería el portal... pero...ese desgraciado... me apuñaló los ojos... — expresaba en alusión a Rei.

Hikari: Benji.

Byakuya (Benji): El mocoso esta vez murió..., dio todo el poder... de su alma...en ese último ataque... por ello, su alma... fue absorbida por el mar... del vacío, ya no estará... para ayudarlos más. – dice riendo un poco.

Saly: Eso quiere decir... — ella camina lentamente. – que tú. – hasta que ella corre a gran velocidad hacia el demonio. — ¡Estas a nivel de un simple humano! – le tira un gran puñete a Byakuya mandándolo al piso.

Byakuya con muy poca fuerza se intentaba reponer ante la gran cantidad de sangre que arrojaba.

Byakuya (Benji): Maldita.

Saly muy furiosa no permite que este se levante y sigue con la lluvia de golpes y patadas.

Hikari: Valellery. — decía muy sorprendida ya que veía en Saly una persona completamente distinta.

Saly: Muere... muere... ¡Muere! – seguía golpeando en el suelo.

Byakuya (Benji): No... puedes...pedirle eso... a un dios. – le arroja un poco de su sangre a los ojos de la muchacha para taparle la visión y aprovechando la confusión le da una fuerte patada arrojándola al piso.

El demonio se levanta para no dejar tregua y coge una de sus espadas tiradas en el piso.

Byakuya (Benji): Te mataré.

Hikari: o no... señor Ritchell. – ella mira a Ritchell señalando con su mirada algo que había detrás de él

Ritchell: ¿? – voltea y observa que el gran machete del descuartizador estaba incrustada en el piso. – entiendo. – sin fuerza logra arrastrarse hacia el arma.

Hikari: calculando... si giro con un brazo... más la poca fuerza que tengo... — mira a su alrededor. – no hay viento entonces... tengo que darle la dirección... – camina hacia un lado.

Byakuya (Benji): ¡Prepárate! – corre con todo lo que tiene hacia la muchacha y pega un gran salto para clavarle la espada mientras ella se reponía del piso.

Hikari: lo tengo..., con 4 giros bastará.

Finalmente Ritchell llega y sostiene el machete.

Ritchell: ¡Hikari ahí te va! – le lanza el arma la chica.

Hikari agarra el objeto y lo lanza con todas sus fuerzas dando 4 vueltas con su cuerpo.

Hikari: ¡VALELLERY! – lo lanza como si fuese este un boomerang.

Todo el momento pasaba en unos segundos.

Saly se limpia la sangre y ve que en el aire el demonio se acercaba pero...

El enorme cálculo de Hikari increíblemente dio un impecable resultado, el machete dio un giro de campana y sin que se lo espere le rebana ambas piernas al demonio en el aire desprendiéndolo de su cuerpo.

Gracias a ello Byakuya pierda la estabilidad en el aire y cae sin poder lastimar a la muchacha que logra limpiar sus ojos de esa sangre que quemaba su vista.

Saly abre los ojos y ve que el machete cae de punta cerca de ella que rápidamente reacciona y agarra tal arma

Mientras tanto Byakuya sin piernas, sin ojos y con un solo brazo se arrastraba en un mar lleno de sangre que desprendía su cuerpo, a pesar de ello, todo era tan rápido que no pudo sentir la presencia de la muchacha que estaba frente de él y que sin dudar clava el machete en su única mano contra el suelo.

Byakuya (Benji): ¡AAhh! ¡Maldita Zorra!

Con una mirada llena de desprecio, algo de ella se había roto por dentro y era obvio puesto a que psicológicamente no se encontraba bien por todo lo que había pasado.

Hikari pudo notarlo de alguna manera, ella estaba diferente, el rencor, el odio, el dolor, la decepción, el desagrado, la ira se podía observar en la mirada de Saly.

Saly: me das... asco... mírate... arrastrado como una alimaña... no tienes poder... no tienes fuerza... se acabó. – expresaba con una voz lúgubre

Byakuya (Benji): gh... — jala lentamente su brazo rebanando su mano por la mitad para poder librarse.

Saly lo patea mandándolo muy lejos, agarra el machete y camina lentamente con una mirada asesina hacia Byakuya.

Saly: es tu fin... — ya frente de él alza su mano con la espada dispuesta a cortarle la cabeza.

Byakuya (Benji): ¿Vas a matar... a tu... novio?

Saly: Ya no caeré en tus engaños.

De alguna manera él cambia su voz aterradora mostrando la voz suave e idéntica a la del muchacho.

Byakuya (Benji): Saly... ¿De verdad quieres esto?... Te quiero Saly. – expresaba para confundir a la muchacha.

Saly: ¡Tú no eres Benji!

Sin dar más tiempo dirige su ataque hacia el cuello del susodicho pero justo al momento de rebanarle la cabeza algo la detiene.

Fue en ese instante que la sonrisa del demonio se hizo más notoria, mientras que la mirada perpleja de todos era dirigida hacia una persona o ser que estaba detrás de Saly.

"El diablillo"

Que sin descaro alguno con la uña larga de su dedo traspasa a la niña por detrás en la cintura justo en el misma herida que le hizo Byakuya Anakoichi anteriormente.

El dolor era inminente puesto a que volvió a tocar uno de los nervios más sensibles, el sufrimiento era tal que no podía mover más su cuerpo as pesar de tener la destreza y ganas de hacerlo, pero... aún así su cuerpo no lo permitía.

El machete se despende de su mano cayendo al suelo mientras que ella hace lo mismo retorciéndose de dolor.

Hikari: ¡Valellery!

Ritchell: ¡Diablillo!, maldito bastardo.

Diablillo: Lo siento amo Ritchell pero nuestro dios todo supremo no puede perder aquí. – decía mostrando una sonrisa de oreja a oreja con sus dientes filudos y demacrados. – Usted bien sabe... que los demonios no podemos dejar tregua.

Byakuya (Benji): Bien hecho.

Diablillo: Es un honor ayudar al gran supremo ser de nuestro mundo. – se inclina.

Byakuya (Benji): Bien... ahora acércate... necesito tu ayuda.

Diablillo: como usted diga. – se acerca a Byakuya. — ¿Qué necesita mi lord?

El diablo se acerca a su oído para susurrarle lentamente unas palabras.

Byakuya (Benji): "Quiero que seas mi aperitivo"

Diablillo: ¿eh?

En eso ante la sorpresa de todo el demonio abre su boca muy pero muy grande como si no le importara quebrantar sus mandíbulas, la sangre que salía constantemente y chorreando por su lengua se hacía notar.

El diablillo muy asustado intenta huir pero Byakuya como si fuera un camaleón usa su lengua como látigo para aprisionar al ser que lo había ayudado hace unos segundos.

Diablillo: ¡no señor..., todo menos eso..., no por favor!

Sus plegarias no dieron efecto y fue arrastrado hacia la inmensa boca del demonio que de un solo bocado empezó a devorarlo.

Ritchell: es un maldito.

Hikari aprovecha el momento para ayudar a la adolorido Saly que procuraba frenar el brutal dolor con sus poderes curativos de agua.

Mientras tanto como si fuera un chicle Byakuya mascaba y mascaba oyéndose como los huesos y carne del pequeño ser eran triturados.

Finalmente traga la carne ya pulverizada y mostrando una cruel sonrisa poco a poco su fuerza lograba aumentar.

Ritchell: no puede ser..., su presencia está aumentando.

Las heridas del susodicho empezaron a curarse rápidamente al igual que su mano, dividida por la mitad, se volvían a juntar como si su sangre fuera pegamento.

Sus ojos se reconstruyeron y sus piernas y brazo izquierdo también volvieron a surgir de su cuerpo.

Byakuya (Benji): Se los dije..., no me subestimen – se levantaba con un cuerpo reconstruido totalmente.

Hikari: ¿Por qué siempre?, ¿Por qué tú?

Byakuya (Benji): Soy un dios, ¿qué esperabas?, es imposible que pierda contra unos mortales.

Saly: Tú...

Byakuya (Benji): Tú, si no mal recuerdo te debes de llamar Saly, recordaré tu nombre niña como el único humano que me llegó a sacar de quicio..., siéntete afortunada..., bueno a pesar de que este poder no es mucho es suficiente para aniquilarlos a los 3, ya no más juegos, prepárense... — observa a Saly. – Y tú serás la primera, mocosa. – sus ojos brillan y crea un portal donde varias espadas salieron despegadas de un tiro hacia Saly.

Ritchell: Saly!

La chuchillas fueron a gran velocidad, Hikari se interpuso para defender con su vida a su amiga pero no llegaron a percatarse que en ese instante apareció Rei poniéndose enfrente de las muchachas y recibiendo las cuchillas usando su cuerpo como escudo.

Los ojos de las chicas quedaron totalmente sorprendidas y estupefactas, especialmente
Saly que veía como su mejor amigo de la infancia caía en sus piernas con todo el cuerpo lleno de sangre.

Byakuya (Benji): Así que aún seguía con vida.

Saly: No...no...no... ¡¡REY—CHAAAN!!

Sin Benji, con Ritchell sin un pisca de mana, sin fuerzas, y con el demonio que no se cansa de resucitar las chicas Hikari y Saly estaban en un situación que sin dudar alguna era imposible de salir y más aún que la joven idol se encontraba fuera de sí en un mar de lágrimas por la muerte de su amado amigo.

Todo está servido para el demonio que las miraba con una sonrisa maquiavélica puesto a que su victoria ya estaba cantada.

¿Es el fin?

El próximo capítulo la conclusión de esta angustiosa batalla.

https://youtu.be/Zy0sz7IeBRI