EL LEGENDARIO Cap 68: "La batalla final: Parte 8"
"Un dios no conoce de sentimientos", fueron aquellas palabras que la niña escuchó en aquella noche lluviosa y tormentosa.
Cerca de un gran bosque ella corría y corría, la lluvia no paraba de caer y los truenos de sonar, ella solo trataba de huir ante un gran animal que la estaba persiguiendo, un jabalí.
Sin embargo al pisar un charco de lodo ella cae ensuciando su pequeño vestido de azul esmeralda y sus zapatos de cristal, si ella lucia como una princesa lástima que su ropa ahora sea un total desperdicio, la pequeña con miedo y el animal con furia estaba listo para darle fin a su vida pero... fue en ese instante que una gran llamarada de fuego logra arrinconar al animal, la niña sorprendida observa que alguien se estaba acercando, envuelto de con una manta para darle forma a una túnica, la persona con solo mover su brazo podía controlar fácil mente el fuego que acorralaba al jabalí.
—Desintégrate... [Furia de dragón] – la gran llamarada se acerca al jabalí calcinándolo por completo.
La chica muy sorprendida se levanta y descuidadamente observa el rostro de aquel quien fue su héroe. Un chico.
—Me salvaste... — expresaba la niña admirada por el espectáculo que acaba de ver. — ¿Quién eres?
El chico la mira fijamente mostrando unos ojos totalmente diferentes a lo que era una persona normal no solo en aspecto si no también que a través de él se podía sentir el miedo y el terror.
—Tus ojos. – no solo estaba intranquila ante su mirada, el aspecto escuálido y un tanto desnutrido mostraba que él no se alimentaba muy bien, el chico solo optó por ignorarla y de esta forma llevarse al animal para su aperitivo, era obvio , la niña no se quedaría de brazos cruzados puesto a que su curiosidad aumento en ese momento.
Lentamente y sin mostrar algún ruido ella lo siguió hasta una gran cueva en la cima de una montaña.
Después de haber subido con gran dificultad, se inmiscuye lentamente para de reojo observar al susodicho que sentado cerca de una fogata devoraba como animal salvaje el cadáver del jabalí ya cocido.
— ¿Por qué estás aquí? – pregunta el joven sorprendiendo a la niña.
— ¿Ehhh? , ¿sa-sabias que estaba aquí desde antes?
— Siempre supe que me estabas siguiendo.
— ¿Ehhhh?— la niña estaba nerviosa, no sabía que contestar. – eh...bueno... yo... quería darte las gracias... si... ¡gracias por salvarme!— expresa haciendo una pequeña reverencia.
El muchacho solo la ignoró y siguió comiendo, sin embargo eso no detuvo a la niña que se acercó lentamente para sentarse a su lado.
—oye... ¿tienes amigos?— pregunta la niña.
— ¿Qué son... amigos?— responde con gran extrañeza.
—Mmm son... a ¡ya sé!, mira... — lentamente ella cierra los ojos e increíblemente y con mucha concentración su mana empieza a brillar rodeando su cuerpo de un potente aura azul.
El chico algo sorprendido observa como una especie de pequeñas aves transparente empiezan a surgir parándose encima de los hombros y cabeza de la niña que lo miraba con una sonrisa.
— ¿Ves?, estos son mis amigos.
— No lo entiendo.
La chica da una pequeña carcajada y acercándose un poco a él lo mira fijamente.
—Tu mirada. — cuestiona.
— ¿Mi mirada?
—Tiene la forma... mmm, parecido a una estrella... pero... parecen estar juntas... es algo aterrador, creo que por eso no tienes amigos, deberías sonreír un poco más y quitar esa vista de pocos amigos.— dice la pequeña que al parecer su miedo ya lo había perdido.
—Mis ojos... son de un Dios.
— ¿Un dios?, ¿acaso eres un dios?
—Sí...
— ¡Woa!, increíble, entonces puedes conceder deseos.
— ¿Deseos?
—Siii!, los dioses lo hacen.
—Entiendo, ¿Qué es lo que deseas?
La chica comienza a meditar pensando y pensando en que pedir aprovechando el momento de estar cerca a lo que se dice ser una deidad.
—Bien. – se para. – Quiero que seas mi amigo. – manifiesta la niña dándole una pequeña sorpresa al muchacho.
—Ya... veo.
— ¡Qué bien! Oh, es verdad soy Areli, un gusto y tú eres...
—Yo... no... lo sé.
Areli: ¿No tienes nombre?— expresa muy preocupada.
— ¿Qué es un nombre?
Areli: Bueno un nombre es... mmm... aish no es como decirlo pero te ayudaré, si no tienes te pondré uno... mmm. – nuevamente se sienta cruzando las piernas y presionando su cabecita con ambos dedos por los costados para dar una señal de meditación. – bien, te llamarás Tachibana.
— ¿Tachi-bana?
Areli: Si, escogí ese nombre porque siempre lo tuve guardado para cuando mis papás me trajeran una mascota.
— ¿A tu mascota lo llamarías Tachibana?
Areli: No... no me malentiendas. –se ponía nerviosa nuevamente. – Es solo que mis Papás nunca querían que tengamos mascotas en el reino y por eso... esperaba darle ese nombre cuando conociera a un amigo.
—Entiendo.
Areli: ¡Qué bien!, desde ahora somos amigos, que gusto Tachibana. — le estrechaba la mano.
Tachibana: Si.
La lluvia aún no paraba de caer por ello Areli tuvo la oportunidad de quedarse y conocer más al extraño muchacho.
Tachibana: ¿Almas?
Areli: si— expresaba mientras que cerca de ella había pequeñas almas que caminaban augustamente mediante los movimientos que ella hacía.
Tachibana: ¿Puedes controlar las almas?
Areli: no exactamente, lo que hago es darle un poco más de apoyo.
Tachibana: ¿Apoyo?
Areli: Si, estas criaturitas en realidad eran almas muy tristes y desamparadas, lo que hago es darle un poco de felicidad, y por ello ahora los vez muy pero muy felices.
Tachibana: ¿Acaso también eres un dios?
Areli: No lo soy. – decía con una gran y radiante sonrisa mientras que su cuerpo brillaba con aquella aura junto a las almas que la rodeaban muy felices.
Tachibana: No entiendo, ¿Qué clase de poder es eso?
Areli: Bueno, Yo diría... que es...
El Poder del Amor
El fuego no paraba de salir de los suelos del infierno, el intenso ambiente dominaba y perturbaba los corazones en cada momento pero aun así ella se mantenía de pie, con la esperanza entre sus manos, el cuerpo temblando pero con la valentía pegada en su corazón, Saly daba un paso adelante para dar por última vez un esfuerzo que llegue a ese milagro que tanto han deseado.
Byakuya (Benji): Admiro tu valentía mocosa, por eso haré mueras de la misma manera que tus demás compañeros, agonizando de sufrimiento.
Saly: Yo... yo no voy a perder.
Hikari: No lo hagas Valellery.
Ritchell: Saly, «realmente me gustaría que esto fuera una película y que trataras de sacar alguna especie de poder oculto alucinante y matarlo pero... sabemos que en esta cruda realidad las cosas no son así, tus limitaciones te juegan en contra aparte de que tan solo eres una niña pero déjame decirte una cosa, desde que te conocí nunca pude imaginar que llegaras a esta faceta, siendo una chica que vivía en lujos y tranquilidad a llegar a esto solo por amor, realmente eres una caja llena de sorpresas Saly, y por eso... yo creo en ti, no sé lo que pueda pasar más adelante, pero realmente puedo decir que acabe como acabe esta situación voy a estar orgulloso de ti, Saly el mundo está en tus manos, lucha y no te rindas» , ¡Saly Gana esta batalla! con una fuerte confianza Ritchell lanza sus palabras de aliento a una decidida y esperanzada Saly.
Hikari: Señor Ritchell.
Saly: Lo haré...Señor Ritchell.
Byakuya (Benji): La última esperanza y está en manos de una mocosa, definitivamente no tienen salvación. — expresa en tono burlón.
Saly: Tengo miedo, sigo teniendo miedo... pero no voy a retroceder esta vez... por Benji, por Albert..., por todos los que dieron su vida... ¡NO VOY A PERDER!
Byakuya (Benji): Te ves confiada, ¡Muestra que tanto poder tiene un simple mortal!
Ambos corren sin dudarlo para por fin empezar con la última batalla de la esperanza, la última pelea de decidirá el mundo de esta gran catástrofe.
Saly: [Hidrocañon]
El potente cañón de agua va a gran velocidad pero tranquilamente es esquivado por Byakuya, sin embargo aquella técnica solo fue una distracción para que Saly aproveche una pequeña abertura y estamparle un golpe. A pesar de ello la reacción del demonio es demasiado rápido que detiene el ataque.
Byakuya (Benji): Interesante.
En eso Saly se libera y empieza con ataques cuerpo a cuerpo, su habilidad en artes marciales era buena lastimosamente y para ser sincero su nivel ni siquiera llegaba a la de un caballero de plata ordinario por la cual aquellos ataques eran demasiados sencillos de esquivar para el demonio.
Byakuya (Benji): ¡Vamos! ¡Necesitas más velocidad! – de manera burlona le daba ánimo para hacerlo más divertido.
Era demasiado notorio la diferencia de poderes entre ambos aun así ella no dejaba de intentar e intentar.
Byakuya (Benji): Patético.
Saly: ¡Cállate! – presiona fuerte el puño y a punto de golpearlo ella detiene su ataque dando un golpe en el aire, los ojos de Byakuya captan la atención ante tal situación sin darse cuenta que al segundo el puño izquierdo de Saly era dirigido hacia su mejilla la cual increíblemente y ante la sorpresa del mismo este golpe si llega a atinarle.
Hikari: ¡Le dio!
Ritchell: Impresionante.
Finalmente ella pudo dar una pequeña sonrisa de felicidad ya que su estrategia de manos pudo dar resultado y todo fue gracias a las enseñanzas de su difundo abuelo, Albert.
Byakuya (Benji): Bien, bien. – se repone lentamente escupiendo un poco de sangre. – Fue un buen golpe niña te felicito... ahora... me toca. – sin dar respiro le tira un fuerte puñete en la mejilla a una sorprendida Saly lanzando su cuerpo por el aire.
Ritchell: ¡Saly!
Byakuya la sostiene del pelo antes de caer para al instante tirarle un fuerte rodillazo en el estómago haciendo que ella escupa gran cantidad de sangre y dejándola sin aire por varios segundos.
Byakuya (Benji): ¿Eso es todo? – la tira y en el mismo suelo fértil la empieza a patear.
Ritchell: Miserable. – corre pero sus intentos eran inútiles ante la poca energía que le quedaba.
Byakuya (Benji): Basuras como tú solo sirven para lamerle los pies a los dioses. – pisa su cabeza con fuerza ante los gritos de dolor de la muchacha. – Es tu fin despídete. – finalmente crea una espada y apunto de clavarla en el pecho un tallo aparece golpeándole la muñeca por lo que ante el golpe suelta tal objeto. – No has aprendido la lección. — observa a la persona que detuvo su ataque.
Con un brazo roto y gran parte de sus heridas aún por curarse Hikari se hace presente.
Byakuya (Benji): Veo que quieren morir juntas.
Hikari: Suéltala, [Brillo de polen]. – lanza por aire un poco de polen, aunque no es mucho es, suficiente para poder tenerlo paralizado por unos minutos, aun así el demonio esquiva de un salto dejando libre a Saly por lo que Hikari corre para auxiliarla. — ¿Estas bien?
Saly: Si... pero tú.
Hikari: descuida... aún puedo luchar. – expresaba con un poco de cansancio.
Byakuya (Benji): ¡Excelente! – Reía — supongo que ya están listas para morir..., las haré pedazos.
A pesar la magnitud de poder que mostraba Byakuya estas chicas aún no se daban por vencidas, tal era su valentía que los ojos de Ritchell empezaron a brillar.
Ritchell: Chicas... — su mente se sumergió en aquellas palabras que expresaron cuando antes de comenzar con esta lucha.
"Benji es nuestro amigo y también lo queremos salvar." "Aunque diga que no, igual lo vamos a hacer, si tenemos que pasar por usted también lo vamos a hacer
Ritchell: Soy realmente patético. – decía con una sonrisa. – mientras yo me estoy lamentando ustedes están dando sus vidas incluso con lo poco que tienen. – caminaba arrastrando el paso. – debería darte vergüenza Ritchell. – se sermoneaba así mismo pero sin dejar de sonreír. – No puedo dejarlas solas... no ahora. – finalmente ante el asombro de todos él se para firme al lado de las muchachas dando su último aliento.
Saly: Señor Ritchell.
Ritchell: no...puedo dejar toda la responsabilidad... a ustedes.
Hikari: pero... usted.
Ritchell: descuida... — muestra nuevamente una gran sonrisa.
Byakuya (Benji): Ya veo, así que los tres se preparan para morir juntos, como una hermosa familia feliz, que tierno.
Ritchell: peleemos hasta el final.
Hikari: sí.
Saly: Es-Esperen un momento...
Hikari: ¿eh?
Ritchell: ¿Qué sucede?
Saly: chicos... creo que tengo un plan...
Hikari: ¿Qué?
Saly: Pero... la verdad no se... si funcione. – decía nerviosa.
Ritchell: En una pelea todo plan puede resultar así sea... uno muy insignificante.
Saly: Bien..., entonces... lo único que necesito es acercarme a él.
Hikari: entiendo.
Byakuya (Benji): ¿Qué tanto murmullan estúpidos?, se acabó el receso es hora de terminar con esto. – abre los brazos expulsando un increíble poder de su cuerpo.
Ritchell: bien chicas, será nuestro último movimiento..., confío en ti Saly.
Hikari: Yo también.
Saly: Gracias.
Finalmente los 3 se preparan para dar el último aliento, su último ataque.
Byakuya (Benji): ¡Vengan!
—"Escuchen tengo una forma para acercamos, primero Saly estarás en la delantera". –
Haciendo como un triángulo el grupo corre con una Saly tomando el frente.
—"Después me encargaré del siguiente ataque y escuchen... esto es lo que haremos..."
Byakuya (Benji): La niña ira primero... no espera.
En eso Ritchell pega un gran salto encima de la muchacha y con la última gota de mana que le quedaba crea una bola de energía negra.
Ritchell: [Impacto del cielo oscuro]
Byakuya (Benji): Eso no servirá.
Sujeta la muñeca de Ritchell antes de que logre lanzar la energía, no obstante aprovecha el momento para darle un fuerte golpe en el estómago.
Byakuya (Benji): Estas débil, ya no eres rival para mí. – empieza a darle varios golpes tanto en el cuerpo como en el rostro y con una patada de gran potencia manda el cuerpo debilitado del joven vampiro hacia una gran roca.
Ritchell escupe sangre luego de estrellarse y cae de rostro contra el piso.
Byakuya (Benji): Patético.
Ritchell: sigues... tan confiado... como siempre. – mostrando una gran sonrisa levanta su rostro golpeado. – Ese será... tu peor error.
Byakuya observa fijamente a Ritchell y se da con la sorpresa de que la bola de energía no estaba en sus manos.
Byakuya (Benji): No puede ser. – Al dar la vuelta ve que Hikari viene corriendo sosteniendo aquella bola con su mano derecha. – la mocosa.
Hikari: ¡Toma esto! – Lanza el poder con todas sus fuerzas.
Aunque desde un inicio Byakuya sabía que esa técnica de todas formas no le haría ningún daño un presentimiento extraño recorría su ser la cual sentía que esa bola era algo más que una simple técnica.
Finalmente sus sospechas se hicieron realidad.
Tan cerca de recibir el ataque se da con la sorpresa de que la bola tenía un papel con el sello de trasportación adentro.
Byakuya (Benji): ¿Qué?
Hikari: tal vez los sellos no funcionen trasportándonos desde a afuera, pero nunca dijiste nada de adentro...
La bola desapareció dando lugar a Saly que tomó dicha posición apareciendo muy cerca del demonio a gran velocidad.
Byakuya (Benji): No te creas tan lista. – origina varias cuchillas para clavar a la muchacha.
No obstante al tomar la posición de la bola negra, este también intercambiaría con el cuerpo de Saly que se encontraba escondida detrás de Byakuya, por ello el pequeño poder impactar como un torpedo en la espalda del demonio desestabilizándolo y haciendo que las cuchillas al dirigirse a Saly se desviaran un poco.
Las cuchillas logran raspar algunas partes de su cuerpo pero eso no impidió que ella siguiera adelante para finalmente acercarse al susodicho.
Saly: ¡Por favor vuelve!..., ¡BENNNJIII!
Y ante el gran asombro de todos ella besa al que antes fue... su amado Benji.
Fue en ese momento que algo se había encendido, una pequeña luz que lentamente fue unida a un gran lazo y juntándola con otras pequeñas luces.
El beso largo que había durado unos segundos concluyó con una Saly que derramaba lágrimas al extrañar a su amado.
Byakuya (Benji): Que conmovedor. – se tocaba los labios. – atesora esta despedida... que será lo último que hagas. – crea una espada y al momento de atacarla algo lo detiene. — ¿hmm?..., no... no puedo mover mi brazo.
En eso una fuerte pulsación en su pecho logra sentir la cual el demonio sorprendido de lo que estaba pasando se toma el pecho como si su corazón latiera tan fuerte que explotaría.
Hikari: ¿Qué... le pasa?
Ritchell:....
Ante el dolor Byakuya poco a poco perdía estabilidad mientras que tosía a gran furor.
Byakuya (Benji): ¿Qué diablos me hiciste? – expresaba muy ofuscado. — ¡responde!
Saly: Finalmente...— expresa con una se sonrisa.
Byakuya (Benji): Esta pulsación... no puede ser.
Y así cada pequeña luz era unida por un gran lazo, no solo eso aquellos poros que habían sido expandidos sentían aquella fuerza de atracción por la cual, como abejas en un pajar, volaban para formarse también con aquel gran lazo de luz brillante, si..., esos poros que le pertenecían al alma destruida de Benji y que poco a poco se unían más y más dando lugar, y aunque usted no lo crea, la reconstrucción de aquella alma.
Byakuya (Benji): Su alma... no puede ser cierto... yo me encargue de destruirlo, es imposible que este regresando, es totalmente ilógico... ¿Qué técnica fue la que usaste maldita?
Saly: Yo diría que es... — levanta la mirada y con una sonrisa triunfante ella declara. – "El poder del amor".
Byakuya (Benji): ¿Qué?
Hikari: Señor Ritchell. – corre para auxiliar al joven vampiro.
Ritchell: Ya veo.
Hikari: ¿eh?
Ritchell: Era tal... como me explico Mitsuragui.
Hikari: ¿A qué se refiere?
Él sonríe recordando aquellas palabras de la jefa de Hichidori en uno de sus reuniones secretas.
Flashback.
Mitsuragui: Esta es la información que averigüe de la familia de Saly Valellery.— expresaba dentro de una habitación llena de estantes con archivadores de información sentada con Ritchell en una pequeña mesa con un foco encima que solo alumbraba ese lugar.
Ritchell: uff te hiciste una. –observaba un gran archivador con informes y todo relacionado especialmente a la pequeña idol. – me sorprendes que tengas todo esto de ella.
Mitsuragui: Es hija del general Valellery, es obvio que tengas un informe especial de ello.
Ritchell: Así que era cierto, ella es hija de una Princesa..., Areli Valellery, una chica amable y sobre todo muy feliz, valla pedacito de cielo.
Mitsuragui: Se podría decir que era una chica muy adorada por todo en su reino pero ocurrió algo que cambio su vida...
Ritchell: ¿Tiene la habilidad de ver a las almas? –preguntaba ignorando el comentario anterior de Mitsuragui.
Mitsuragui: Veo que no aprendes idiota. – decía con mucho enojo, al final solo dio un suspiro y accedió a responder. — La gente decía que ella era como una sacerdotisa, purificaba las almas de las personas que llegaban con el mal estado, aunque para ser sincera todo eso se debe a su extraño poder oculto.
Ritchell: un poder oculto que purificas almas.
Mitsuragui: no exactamente, ya que los estudios confirmaron que ella no tenía dotes para ser sacerdotisa, Yo diría que ella tenía esa habilidad de entablar una gran conexión con las almas, te tal forma que logra que aquellas almas errantes logren purificarse al entablar una relación con ella.
Ritchell: Ya entiendo, es una habilidad muy extraña aunque no sea muy útil en una batalla.
Mitsuragui: Eso no lo sabemos a ciencia cierta.
Ritchell: Tienes razón..., tal vez..., en algún momento ese poder... pueda funcionar.
Fin del flashback.
Ritchell: Quien diría que el poder que heredaste de tu madre nos ayudaría... Saly.
Con las fuertes pulsaciones golpeando su cuerpo y el gran malestar mostrado en su rostro, el demonio sintió aquella burla como un gran golpe a su dignidad.
Byakuya (Benji): ¿el poder del amor dices? – empezaba a reír frenéticamente. – deja de decir estupideces, ¡No juegues conmigo! – de un veloz salto va hacia la muchacha creando una gran bola de fuego. – [Los Adiac]
Sin embargo al lanzar el poder su mano vuelve actuar por si solo haciendo que este desviara la bola de fuego hacia otro lado, ante la explosión creada por la gran bola, Saly corre aprovechando el desconcierto del enemigo para darle un fuerte puñetazo en el rostro con toda su fuerza.
Saly: ¡Regresa a Benji!
El impacto lo hace girar por el aire pero que tranquilamente cae de pie con un poco de sangre en su nariz.
—Veo que la estás pasando muy mal. – una voz se oye dentro del interior de Byakuya. — ¿Necesitas ayuda? –expresa aquel ente que caminaba entre las sombras dentro del vacío y que al mostrar su rostro era nada más y nada menos que el ser maligno que torturaba a Benji desde su mente y aquel que lo llamó con el nombre de DRELL.
Byakuya (Benji): Drell, detállame lo que está pasando dentro.
Drell: Te dije que no me gusta ese nombre..., bien como sabrás hay una enorme luz saliendo del mar negro, o mejor dicho alguien. — expresaba sonriendo.
Y como lo decía el ente, aquella luz que salía del mar la cual empezaba a dar forma, primero la de un brazo saliendo a la superficie y luego poco a poco tanto su cabeza como medio cuerpo salía del mar dando un gran grito.
— ¡"SAAALLYYY"!—
Ella sintió un fuerte impulso en el pecho.
Saly: Puedo sentirlo... eres tú, mi querido Benji. – decía muy feliz entre lágrimas tocándose el corazón.
Byakuya (Benji): Es ilógico, es imposible, ¿Cómo rayos su alma está regresando y como es que tú puedes sentirlo?
Saly: Es porque... Benji y yo... estamos unidos.
Byakuya (Benji): ¿Unidos?
Saly: Nuestras almas están unidas.
Byakuya (Benji): ¿Qué?
Saly: Lo sé porque lo sentí aquella vez... – decía mientras cerraba los ojos. – en el hospital, cuando nosotros nos unimos por primera vez, no solo pude sentir su calidez, su sencillez, también pude sentir como parte de su alma se conectaba al mío, nuestras almas en ese momento fueron uno solo.
Byakuya (Benji): ¿A qué te refieres?
Saly: Que si crees que acabaste totalmente con el alma de Benji estas equivocado, porque parte de mi alma le pertenece como también una parte de la suya me pertenece.
Byakuya se quedó totalmente sorprendido ante tal respuesta.
Hikari: Saly... no me digas que Benji y tú.
Ritchell: Valla que picarona. – decía con una sonrisa pervertida.
Hikari: ¿EEEhhh?
Ritchell: Ya... lo entiendes Byakuya, Saly heredó de su madre el poder oculto de "la conexión de almas", ahora ya sabes del porque lo sucedido.
Byakuya (Benji): Ya veo..., así que era eso, un alma no puede reconstruirse a menos de que se haya destruido en su totalidad eso quiere decir que el alma del muchacho no estaba completa y su otra parte estaba dentro de ti maldita mocosa.
Ritchell: es por ello que al acercase a ti y darte ese beso el alma del muchacho dentro de ella se activó creando un lazo de conexión por lo que los poros y fragmentos de su alma que estaba esparcidos por tu cuerpo reaccionaran y empezaran a unirse y conectarse de ese lazo.
Byakuya (Benji): De esa manera poco a poco el alma comienza a dar forma, nunca lo había imaginado..., Mocosa... esta no te la perdonaré. – su mirada de odio esta vez volvía a ser notoria.
Quien lo hubiera imaginado, que aquella noche de pasión se convertiría en el inicio del fin de este engendro del mal.
Drell: fiu. – dentro del vacío observaba como alma de Benji salía en su totalidad del mar.
Dando la forma de su mismo cuerpo pero desnudo y cubierto de una luz potente, Benji al fin había vuelto.
Benji: Sa...Saly.
Drell: Has vuelto, y yo que empezaba a extrañarte, ¿qué coincidencia no?
Benji: Saly.
Byakuya (Benji): Drell, encárgate.
Drell: no tienes que decírmelo. — corre hacia el muchacho que aún se sentía aturdido. – muere. – crea una gran bola de energía y se lo lanza.
El alma del muchacho que se encontraba de pie sostiene tal poder con una sola mano y lo lanza hacia el otro lado originando una gran explosión.
Benji: ¿Dónde... esta Saly? – a gran velocidad aparece enfrente de Drell para estamparle un fuerte golpe y mandarlo hacia las torres que se encontraban parados.
Drell rápidamente se repone ante el ataque.
Drell: Ese bastardo, no solo su alma está regenerándose, sus poderes de legendario se están reactivando. – explicaba mentalmente a Byakuya.
Byakuya (Benji): Esto es malo, estoy perdiendo el control del cuerpo, tendré que acabar con esta pelea de un solo ataque, tu encárgate del bastardo.— Alza sus dos manos y lentamente una extraña esfera de energía muy extraña de color negro con pequeñas partículas de rojo y azul se forma aumentando cada vez más su tamaño. – El juego se terminó, prepárense porque los voy a aniquilar a todos. — vuela por los cielos sosteniendo tal esfera gigantesca.
Hikari: O no.
Ritchell: Demonios, esta vez sí estamos en aprietos.
Saly: Benji.
Mientras tanto dentro del vacío el alma de Benji se daba de golpes contra el ente espectral.
Drell: No entiendo como un llorón y patético ser como tú se vuelve a aferrar a la vida cuando habías dado finalmente un paso al costado. – lo agarra y lo estrella contra una de las torres.
Benji: no quiero...
Drell: ¿Qué?
Benji: No quiero... verla llorar.
Drell: ¿Qué dices maldito?
Benji: Ella me lo dijo..., hay ocasiones... en la que uno... debe ser egoísta.
Levanta lo que es su rostro y con un fuerte golpe manda a Drell a volar.
Drell: miserable. – da un giro en el aire y cae de pie.
En eso debajo de él una especia de ave gigantesca negra y extraña aparece del mar negro la cual Drell encima de aquella criatura que obviamente la estaba controlando se dirige para atacar a Benji.
Benji: esto..., no puede terminar así.
Drell: desaparece.
De pronto unas grandes alas aparecen de la espalda de alma de Benji, iluminando tan fuerte como la luz despega un gran brillo resplandeciente segando los ojos de Drell, de esa forma aprovecha para volar y pararse encima de la bestia que también estaba bajo el efecto resplandeciente.
Benji: se acabó. – corre tras él que a pesar de la luz pudo esquivar el ataque.
Drell: no te creas tan listo cuando apenas acabas de regresar de la muerte. – golpea a Benji tirándolo fuera de la espalda de la bestia.
Antes de caer Benji expande sus alas y de esta forma flotar en el aire, no obstante Drell no se detiene y junto a la bestia comienza a arrojar varias esferas de energía obscura.
Benji se pone firme y esquivando los consecutivos ataques se dirige a toda velocidad hacia Drell, el vacío de pronto de convirtió en un campo minado por las consecutivas explosiones originadas por las esferas.
Drell: ¡Eres solo un mocoso que no entiende nada de lo que es tener poder!
Benji: No me interesa, si tener poder es lastimar al resto y ser infeliz. – su palma comienza a originar una gran descarga eléctrica. — ¡Prefiero no tenerlo!, [Diente de león]
Drell: ¿Qué? – de manera increíble Benji esquiva todos los ataques y con su potente golpe eléctrico pulveriza el estómago del animal y atravesándolo como una flecha se dirige a Drell dándole el último gran golpe también en el estómago con la misma descarga. – no... puede ser cierto. — vomita una gran cantidad de sangre negra mientras que su cuerpo ante la potente descarga es lanzado como un torpedo hacia una de la torres y creando una masiva explosión tan solo al estrellarse.
Benji: Saly... — desciende lentamente hasta pisar delicadamente el mar negro. – me volviste a dar una oportunidad más de vivir..., déjame hacer el resto.
♦♦♦♦♦
Byakuya (Benji): Listo, con esto será suficiente... ¡Desaparezcan! — y antes de por fin lograr su cometido nuevamente su brazo se llega a detener. — ¿De nuevo?..., no me digas que...
Exacto dentro de Byakuya en la zona más profunda la cual llaman "el vacío", Benji desataba una gran cantidad de poder intentando no solo de volver a controlar lo que era su cuerpo si no también trataba de expulsar a Byakuya del control total.
Byakuya (Benji): Imposible..., mi cuerpo..., ese inútil no pudo detener a Benji ahora..., esta tratando de volver a retomar su cuerpo... maldición.
Hikari: se detuvo.
Saly: ¡Benji lo hizo! – expresa emocionada.
Hikari: ¿ehh?
Ritchell: así que al final era cierto.
Saly: ¿A qué se refiere señor Ritchell?
Ritchell: Que la única forma de derrotarlo no era un combate cuerpo a cuerpo, sino un combate entre almas.
Hikari: Entre almas...
Ritchell: Exacto, Benji está tratando de despojar a Byakuya de su cuerpo, como si se tratara de un exorcismo..., de esta forma si lo llega a lograr Byakuya sin un cuerpo físico por poseer regresaría nuevamente al mundo de las sombras donde seguiría preso nuevamente por la eternidad.
Hikari: Ya veo.
Saly: ¡Vamos Benji, tu puedes hacerlo, destierra a ese demonio! – expresaba con un grito de ánimos hacia el muchacho.
Byakuya (Benji): Demonios..., mocoso se lo que tratas de hacer...., pero déjame decirte que no solo soy una simple alma... soy el diablo. – expulsa una inmensa cantidad de energía oscura alrededor de su cuerpo.
Benji: no puede ser..., este poder... es tremendo
Ante el inmenso poder del demonio Benji poco a poco perdía la estabilidad que había logrado ganar hace unos momentos, de esta forma otra vez Byakuya se ponía a delante.
Byakuya (Benji): Tienes agallas pero esto se acabó. – se para firme para esta vez lanzar su gran poder.
Hikari: o no
Ritchell: Rayos.
Saly: Benji.
De repente unas cadenas surgen y sostiene los brazos y cuerpo del susodicho.
—No puedo... permitirlo. — entre los escombros muy herido y cansado aparece Dylan Townsend usando sus cadenas para retener al sujeto.
Byakuya (Benji): Sigues vivo.
Benji: ¡AAAAHHH!
De pronto el chico da un fuerte grito expulsando todo el poder que sostenía su alma y usando sus manos concentra toda esa cantidad en solo su brazos derecho.
Benji: Si no puedo, controlar todo mi cuerpo..., concentraré todo mi poder en una sola parte.
De esta forma solo el brazo derecho que sostenía la gigantesca bola estaba siendo retenida por el gran poder de Benji pero no solo era eso, ante el control de su brazo, el muchacho usaba el mana del demonio para incrementar el poder de la bola y más haciendo que este empieza a crecer.
Byakuya (Benji): ¿Le estas dando más poder a mi técnica?, eres un estúpido.
Benji: No cantes victoria. – muestra una sonrisa triunfalista.
Rápidamente la gran esfera se hacía más y más poderosa ante el gran mana de Byakuya que Benji dirigía.
Byakuya (Benji): No puedo contralarme, ¿Por qué está dándole más poder a mi esfera?... no puede ser... no me digas que tú.
Benji: si... sé que a estas alturas no podré tener de vuelta mi cuerpo pero al menos..., si no puedo recuperarlo, entonces... ¡Lo voy a destruir!
Byakuya (Benji): ¡Bastardo!
La enorme bola que era de una magnitud inmensamente grande, casi 5 veces más que el sol, tenía el poder incluso la fuerza para destruir una galaxia y dejarla en la nada de un abrir y cerrar de ojos.
Hikari: ¡Dios que gigantesco!, no puedo ver nada.
Ritchell: impresionante, ¡tenemos que alejarnos de aquí rápido!
Saly: pe-pero Benji.
El demonio sin poder controlar su brazo sentía por primera vez que estaba en un gran aprieto puesto a que la gran bola que él mismo sujeta podía destruirlo.
Byakuya (Benji): Eres un maldito. – expresaba entre sudor.
Benji: Quien lo diría... morirás con tu mismo poder.
Las palabras de Benji hicieron recordarle lo mismo que le hizo a Ritchell cuando lo derrotó.
Byakuya (Benji): Maldito pelmazo. – expresaba con una sonrisa en su rostro.
Benji: ¡Muere! – expulsa una vez más todo su poder por la cual la mano que controlaba el muchacho suelta gigantesca esfera haciendo que este caiga encima del demonio.
Byakuya con un enrome grito sostiene con todo lo que puede la inmensa bola con ambos brazos pero era inútil, aun así la aquel poder se dirigía al suelo junto al diablo.
A pesar de ello Benji no se daba por vencido y seguía intentando controlar nuevamente su cuerpo para al menos no dejar que Byakuya intente usar algún truco.
Con las cadenas de Dylan reteniendo ahora su mana y con el empuje de Benji por intentar recuperar su cuerpo, Byakuya estaba totalmente aprisionado puesto a que la inmensa bola seguía su camino hacia el fin.
Byakuya (Benji): No puede ser..., no puede ser..., no puedo morir aquí... ¡inaudito!
Benji: ¡Es tu fin, Byakuya!
Los ángeles vuelven a cantar en coro y esta vez para marcar el inicio del fin de una era que fue disuelta por aquel quien había jurado destruir.
El fin de Byakuya Anakoichi ya estaba tan cerca de lo que podíamos imaginar.
https://youtu.be/Zy0sz7IeBRI
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro