EL LEGENDARIO Cap 66: "La batalla final: Parte 6"
Pd: Si desean al momento de la pelea lo pueden leer escuchando con el intro de arriba, de esta manera puede ser mucho más épico para ustedes queridos lectores :D
Los cielos se juntaban, la tierra se sacudía, los remolinos azotaban los aires, finalmente esa esfera obscura lleno de almas fue rota para dar origen a un nuevo guerrero.
Byakuya (Benji): Al fin.
Los truenos golpeaban muy fuerte el piso mientras que él caminaba entre el humo.
Saly: Señor Ritchell.
El nuevo ángel caído desaparece del humo muy rápido en menos de un segundo y sin que la vista humana pueda seguirlo aparece atrás de Byakuya y le da un golpe en la espalda para desaparecer de inmediato.
Byakuya (Benji): ¿Qué demonios?, algo me golpeó la espalda.
De repente y aún sin mostrar su forma por la tremenda velocidad que posee se manifiesta en el cielo, la luz rojiza que alumbraba su cuerpo era tan radiante que era difícil de verlo, las almas comenzaron a cantar mientras que él despegaba unas grandes y tremendas alas.
En eso otra vez desaparece y como si fuera un rayo aparecía y desaparecía constantemente en cada lugar que incluso el demonio no podía seguirlo con la mirada.
Byakuya (Benji): ¿Vas a seguir huyendo?
Ritchell: ¿Por qué lo haría? – golpea a Byakuya en el cuerpo a la velocidad de la luz pero este ante una gran reacción se protege del golpe con ambos brazos.
Byakuya (Benji): Miserable.
Sin embargo el golpe que había recibido en la espalda hace unos instantes comenzó hacerle efecto. Se intenta tomar la espalda pero como si fueran millones de puños lo golpean a más no poder enviando su cuerpo al suelo.
Byakuya (Benji): Es un...ataque con efecto retardado... - expresaba escupiendo sangre. – eso quiere decir que aquel golpe. – se sostiene firme de pie y cubriéndose el rostro nuevamente recibe varios golpes invisibles la cual fue producto del segundo ataque que recibió con anterioridad, finalmente su cuerpo es enviado hacia un pedazo de montaña la cual crea una pequeña explosión.
—Este poder...— el humo se dispersó en seguida mostrando la apariencia del verdadero ángel.
Con un cuerpo totalmente envuelto de un aura espectral, un traje negro como su alma, cuernos gigantescos, alas negras y enormes junto a su fiel guardián, él hace su presencia.
—Se siente excelente. —
Un encuentro entre dioses
Saly: Se-Señor...
Hikari: ...Ritchell.
—Pueden llamarme ahora Raigal Ritchell—
Saly: ¿Ra-Raigal?
Byakuya (Benji): Al fin muestras tu rostro bastardo.
Con un rostro totalmente serio y amenazante el ahora llamado Raigal Ritchell aparece a la velocidad de la luz frente a frente a Byakuya.
Raigal Ritchell: Te mataré.
Byakuya (Benji): Inténtalo.
Byakuya le da un gran golpe en el rostro al ángel que sin alguna reacción lo seguía mirando fijamente.
Raigal Ritchell: ¿eso es todo? – agarra el brazo del demonio y como si fuera algodón los desprende de sus cuerpo de un solo jalón haciendo que este empiece a salpicar mucha sangre.
Byakuya (Benji): Bas-tar...
Sin permitir un aliento de descanso, golpea en el estómago a Byakuya haciéndolo vomitar mucha sangre, aun así este se levanta e intenta golpear a Ritchell pero sus ataques no le hacían ni cosquillas.
Raigal Ritchell: Muere.
Byakuya (Benji): [Extinción]
Ritchell se aleja puesto a que una barrera emergía de él desapareciendo todo a su paso.
Raigal Ritchell: Ese miserable.
Saly: ¿Señor...Ritchell? – El vampiro voltea y aparece enfrente de ellas. — ¿Es usted señor Ritchell?
Con una mirada fría y tétrica junto a un aspecto muy serio se acerca más a ella que desde luego la muchacha empezaba a sentir algo de miedo.
Raigal Ritchell: Ps claro, ¿Qué esperabas? – decía con una enorme carcajada volviendo a la misma actitud que siempre tenía en sus entonces, algo que alivio mucho a las chicas.
Saly: Es un alivio, pensé que se volvería alguien aterrador.
Raigal Ritchell: ¿En serio?, bueno no te preocupes me encargaré de esto así que descansen por el momento. – expresaba con un guiño y una sonrisa para luego crear una fuerte barrera de color rojo en medio de ellas y protegerlas dentro. – esta barrera es 1000 veces más que la anterior, quédense aquí que estarán protegidas de lo que va a venir.
Saly: ¿De lo que va a venir?
En esos Byakuya da un grito y un enorme poder empieza a salir de su cuerpo la cual arrasaba con cualquier cosa que se acercaba a él.
Byakuya (Benji): Veo que no me dejas opción Ritchell...tendré que usar todo lo que tengo.
Al igual que a Ritchell los gritos de los ángeles emergieron mientras que un hoyo negro se abría encima del demonio, una luz obscura envuelve su cuerpo haciendo que su poder aumente más de lo debido.
Byakuya (Benji): En todo el tiempo que pude estar en el infierno recuperé gran parte de mis poderes, aunque no es mucho será lo suficiente para acabar contigo. Terminó el calentamiento, ya no es necesario estar con el 15% de mi poder.
La bola explota mostrando una gran silueta en el humo negro la cual es despejada por la corriente de aire manifestando así la apariencia del diablo.
Con gigantescas alas negras, el cabello un poco más largo y los ojos llenos de terror y odio se muestra ante ellos la maldad a su máximo poder.
Byakuya (Benji): Te presento mi poder al 45 %.
Saly: ¿45%?, todo ese monstruoso poder y solo está usando el 45%?, ¿qué clase de broma es esta?
Raigal Ritchell: esto será intenso.
Byakuya (Benji): Por el momento solo puedo llegar hasta aquí espero que no pueda causarte algún inconveniente.
Raigal Ritchell: a decir verdad me aburriría si te matara sin antes pelear con toda mi fuerza, adelante.
Byakuya (Benji): Antes que nada. – mueve su mano y le quita de su bolsillo todos los pergaminos y sellos de trasportación de sus bolsillos. – me quedaré con esto.
Raigal Ritchell: Deberían enseñarte. – hace lo mismo y le arrebata sus sellos de las manos en un santiamén. – a no tomar cosas de otros. – expresa entre la sonrisa de ambos.
Ambos despegaron sus alas y frente a frente se miraron a los ojos mientras que la lluvia de truenos seguía emergiendo.
Se acercaron más hasta que una onda aparece como si algo hubiera impactado en el aire la cual comenzó a originar un terrible terremoto. Juntos mostraron una sonrisa y rápidamente varias ondas de choque seguían apareciendo causando un terrible impacto en los suelos del infierno.
El piso se abría ante los fuertes terremotos producido por el impacto mientras que la lava salía disparada del piso, los truenos salían cada vez más y el terremoto de cada choque era tal que encima de que se abrirse el suelo dicho anteriormente también la sacudía de una manera severa como si jalaras un trapo de arriba hacia abajo con mucha fuerza, el impacto de las hondas destruían también las grandes rocas a su haber.
Saly: ¡¿Qué está pasando?! – Decía mientras sostenía a Hikari – ni siquiera se están moviendo y ya está pasando todo esto.
Hikari: no..., ellos están peleando.
Saly: ¿eh?
Hikari: es solo que su velocidad es tan suprema que a la vista humana lo vemos quietos pero en realidad se están moviendo a la velocidad de la luz.
Saly: ¿Qué?...no, no puede ser...— en eso se empezó a tapar la boca al sentir nauseas por la fuerte sacudida de la tierra.
Por ello al percatarse Ritchell asciende la barrera de las chicas hacia el cielo para que no sean arremetidas por la tierra.
Hikari: ¿te...encuentras bien?
Saly: sí.
Byakuya (Benji): Aumentemos más la velocidad.
Ambos desparecen y esta vez las ondas comenzaron con otro choque pero en extremada potencia, entre puños y patadas Raigal Ritchell y Deus Byakuya se daban una infernal pelea mientras que el impacto de cada ataque no solo abría la tierra si no también el cielo, el ambiente se puso muy pero muy pesado, tanto que si Saly y Hikari no estuvieran en la barrera ambas morirían por la gravedad como si estuvieran en el espacio sin casco.
No solo eso las llamas que despegaban del suelo, los truenos a mas no poder y sumado los grandes remolinos que aparecían sin cesar se originaban un completo ambiente de destrucción y poder originado con unos simples golpes.
Byakuya no solo crea uno si no varios soles, si los verdaderos y gigantescos soles que alumbraban los planetas, eso que ahora son como una especie de técnica para el demonio, lanza hacia un Ritchell que de igual forma crea grandes bolas de energía del mismo tamaño.
Los poderes chocan como metralletas haciendo este un espectáculo de explosiones y destrucción masiva de tal magnitud que era imposible de describir.
Saly: no...no veo nada. – expresaba cubriéndose los ojos por las grandes luces que despegaban la explosiones.
A diferencia del resto el infierno central podía resistir tal magnitud de poder ya que especialmente es un lugar donde los dioses muestran su habilidades de batalla por ello no ocurre como lo que sucedió en el templo de Hades con la aparición de "la nada"
Las explosiones aún seguían mientras que en el medio de toda esta destrucción Byakuya y Ritchell se seguían dando de alma.
Byakuya (Benji): Vamos Ritchell me estoy divirtiendo.
Raigal Ritchell: maldito... "tengo que acabar con él lo más pronto posible o será demasiado tarde".
En un descuido Byakuya traspasa el estomago de Ritchell con su brazo.
Raigal Ritchell: bastardo.
Byakuya (Benji): veamos.
Rebuscando dentro de su estómago saca de una manera muy asqueante y severa los intestinos de Ritchell despejándolo de su cuerpo mientras este escupía sangre, sin embargo él agarra firme el brazo de Byakuya y otra vez lo desprende de su cuerpo.
Byakuya (Benji): ¿De nuevo el mismo brazo?
Ritchell agarra la cara de Byakuya y con sus manos dentro de la boca del demonio empieza a abrirle la mandíbula.
Sin detenerse y sabiendo que Ritchell quería dejarlo sin boca velozmente sostiene el cuello del joven vampiro, regenera su brazo derecho en un instante y con sus largas y filudas uñas las clavas en los ojos del joven pulverizando y licuando sus córneas.
Con el dolor encima Ritchell sostiene las partes íntimas del demonio y con una gran apretón los pulveriza haciéndole un pequeño estallido, un terrible, sanguinario, perturbador y maquiavélico espectáculo de sangre daban estos dos ángeles que a pesar de ello aún seguían...
Byakuya sin pensarlo dos veces y ante el dolor muerde con lo que le queda de boca el cuello de Ritchell desmembrando toda su carne y piel mientras que este traspasa el estómago de Byakuya con sus manos y usando sus garras comienza la carnicería de órganos, enormes ríos de sangre caía hasta el suelo puesto que a pesar de ser dioses aún se encontraba en cuerpos humanos de carne.
Luego de la terrible masacre ambos caen increíblemente de pie.
Byakuya (Benji): Eres rudo aunque algo así no puede afectarnos ya que somos dioses. – expresa mientras que todo, absolutamente todas la heridas hasta de gravedad se regeneraba en un santiamén dejando su cuerpo pulcro y sin un solo rasguño.
Raigal Ritchell: En algo estamos de acuerdo. – también hacia lo mismo, incluso con sus ojos. – Aunque... — aparece frente a él muy rápido y con una espada creada por él mismo traspasa su pecho en donde está su corazón. – hay un punto débil.
Byakuya (Benji): En serio. – ante su gran reacción nuevamente usa el mismo truco contra Black Smith y dirigió su corazón hacia un costado para esquivar el ataque
Ritchell al darse cuenta agarra firme la espada que estaba incrustada en el pecho de Byakuya y lo mueve hacia arriba partiendo en la mitad del cuerpo de arriba en dos al igual que su cabeza en donde también estaba partido el cerebro a la vista.
Con todos sus órganos expuesto Ritchell ubicó el corazón para de una vez ponerle fin a esto pero Byakuya a pesar de todo nuevamente reacciona creando un pequeño poder en sus manos y haciéndolo estallar en el estómago del joven vampiro en el acto la cual lo manda muy lejos.
Byakuya (Benji): Interesante manera de hallar mi corazón. – expresaba mientras su cuerpo y cabeza se unía nuevamente.
Raigal Ritchell: Este tipo es demasiado duro, tendré que usar otro método.
Finalmente Saly y Hikari podían volver a verlos luego de aquella lluvia de explosiones, felizmente y suerte de ellas no pudieron ver la masacre de estos dos por de lo contrario se llevarían un gran dolor de estómago.
Mientras tanto la pelea aún seguía.
Raigal Ritchell comenzó creando 3 bolas obscuras de gran tamaño.
Byakuya (Benji): ¿Cuál será tu siguiente truco?
Una de las bolas lo lanza muy pero fuerte hacia el cielo la cual se dirigía con una velocidad descomunal no obstante junto a las dos bolas que sostenía en sus manos corre hacia el demonio en un piso agrietado y con grandes huecos.
El demonio crea varias bolas gigantescas de fuego y los lanza como ametralladora la cual en el transcurso Ritchell esquivaba fácilmente mientras estos explotaban al instante. Se para firme y lanza sus dos esferas consecutivamente, uno detrás del otro, Byakuya con la facilidad del mundo esquiva tranquilamente los ataques y corre hacia Ritchell para estamparle un golpe.
Raigal Ritchell: Idiota. – saca un sello de transportación y cambia su cuerpo con la de la primera bola que lanzó consecutivamente hace un instante. Por lo cual Byakuya se topa con la gran bola que lo agarra desprevenido.
Mientras este retenía el poder con sus manos Raigal Ritchell, que había tomado la posición de la esfera obscura que estaba enfrente, aparece para agarrar la segunda bola que venía desde atrás que en unos segundos lo lanza hacia el demonio.
Byakuya aprisionado sin escape ya que tenía sus manos ocupadas con la bola de energía mientras que el otro venía desde su espalda, decide usar su técnica [Expansión de la galaxia eterna] para pulverizar ambas bolas de energía en uno segundos librándose nuevamente de la estrategia del ángel caído.
Ritchell sin dar respiro va hacia Byakuya pero este le estampa un golpe en el estómago antes de reaccionar, le tira un fuerte cabezazo, agarra sus pies y lo estrella contra el suelo para luego lanzarlo hacia una gran roca.
Byakuya (Benji): Tu trucos baratos no sirven contra un dios.
Ritchell se levanta con una sonrisa puesta en los labios captando la atención del susodicho.
Byakuya (Benji): Ya veo, aún falta la primera esfera que lanzó al cielo en un inicio, piensa usar ese sello para tele transportarlo contra mí – ríe— eso ya no servirá.
Ritchell vuela hacia él con sus grandes alas y comienza nuevamente con un duelo de golpe a golpe.
Byakuya (Benji): ¿Piensas usar la última esfera de energía contra mí?, así lo reciba no me hará ningún daño estúpido.
Raigal Ritchell: Te confías demasiado..., te recuerdo que ahora estamos casi de igual a igual por ello...— pega su rostro con la de él— deberías pensarlo antes de cantar victoria. – saca el papel con el sello y se lo pega en el cuerpo del demonio la cual sorpresivamente cambia de posición con la esfera.
La bola obscura que estaba a kilómetros del aire aparece nuevamente desde el suelo para dirigirse otra vez al cielo mientras que Byakuya que estaba en la tierra junto a Ritchell aparece en el cielo muy pero muy lejano de la tierra por la velocidad que se había dirigido dicha técnica al inicio.
Byakuya (Benji): no puede ser. – observa a los alrededores y se da con el gran asombro que había miles de esferas de energía obscuras flotando en todo el cielo.
Raigal Ritchell: Mientras peleábamos estuve creando varias bolas de energía en lo más lejos del cielo, esperando el momento para que la primera bola de energía que arroje al aire los alcance y de esta manera transporte a ese lugar – expresaba en sus pensamientos. – muere.
Byakuya (Benji): Eres un...— Ritchell cierra su mano en forma de puño y todas las bolas fueron tras Byakuya que al instantes explotaron cada vez que tocaran su cuerpo.
El cielo se volvió como un campo de mina, explosiones por doquier.
♦♦♦♦♦
Saly: son...realmente muy poderosos. — de repente empezó a toser. — ¿Q—Que esta...? – cae al suelo y observa a una Hikari que estaba muy inconsciente.
Raigal Ritchell: La sangre de demonio está perdiendo su efecto por la intensidad de la batalla. – expresa mirando de reojo.
En eso como un meteorito En-Demus cae al piso creando una gran explosión.
Byakuya (Benji): ¿Qué pasa Rit...? – y antes de que este logre terminar la pregunta Ritchell le mete una gran patada en la cara desprendiendo sus cabeza del cuerpo. Inmediatamente aparece en frente de las chicas, sostiene a Saly y de su brazo nuevamente extrae un poco de su sangre para dárselo.
Raigal Ritchell: esto será suficiente hasta que termine todo – la hace beber.
Saly: Koba-yashi.
Raigal Ritchell: Entiendo – sostiene a la muchacha, toma un poco de sus sangre reteniéndolo en la boca y con sus delgados labios le da de su sangre de boca a boca a Hikari mediante un beso. – Con esto será suficiente, Hikari – expresaba a una chica totalmente inconsciente.
Byakuya (Benji): Sigues protegiendo a unos seres inferiores Ritchell, me das lastima. – colocaba su cabeza.
Raigal Ritchell: Tu nunca lo entenderías porque solo almacenas odio en tu ser.
Byakuya (Benji): Te equivocas, lo hago por el destino.
Raigal Ritchell: Un destino gobernado solo por dioses, ¿Por qué no te quedaste en cielo?, allí estaban tus adorados dioses.
Byakuya (Benji): El cielo se ensució cuando permitieron entrar a las almas inferiores, pero no solo se trata de mi deseo de gobernar sino también de salvar este mundo.
Raigal Ritchell: ¿Matando a todos? ¿Así quieres salvar este mundo? – avanza a gran velocidad y golpea a Byakuya la cual este reacciona y también le estampa una gran patada, acto seguido le lanza otra gran bola de fuego para hacerlo explotar en el acto.
Byakuya (Benji): Así está escrito, los humanos se convertirán en la declinación, tú lo sabes Ritchell, viviste un mundo asqueroso gracias a ellos, viste con tus propios ojos lo que causan, ello son el cáncer de esta tierra, ¿Crees que lo hago por mí?, lo hago por nosotros. Las personas están llenas de egoísmo, poder, lujuria, odio, con tal de lograr sus cometidos son capaces de destruir cualquier cosa que estén en sus pies.
Raigal Ritchell: es gracioso escuchar la palabra odio y egoísmo de la boca del mismo demonio.
Byakuya (Benji): Que los sacerdotes o como llaman a ustedes la Biblia me hayan pintado de enemigo es su problema, he visto todo Ritchell, eras, siglos, años, y todo volvió a ser lo mismo, eh visto muchas veces como el mundo es destruido en varias realidades y universos que han sido creados y todo porque Dios seguía teniendo esa estúpida fe en los humanos que hasta ahora siguen sin dar frutos, me canse de ver decepción tras decepción, Esta realidad al igual que la anterior también serán destruidas si no hago algo, es por eso que me canse de ver esto y tomé el mando por mis propios medios.
Raigal Ritchell: ¿Por tus propios medios?
Byakuya (Benji): La traición Ritchell, fue el colmo que en la antigua realidad dos humanos, Adán y Eva llevaran consigo el trono de los primeros dioses...
Saly: ¿Adán y Eva?
Hikari: conozco esos nombres... — expresaba mientras lentamente se levantaba ante la reacción de la sangre. — observe en los libros antiguos el nombre de esas personas pero no escuché nada de ellos, se dicen que eran los primeros humanos en ser los gobernantes de la primeras tierras santas.
Byakuya (Benji): Esos dichosos humanos que fueron nacidos con el poder de dios causaron otra vez la misma decepción, y el resultado fue el mismo, es por eso que de una buena vez tomare el trono y no dejar que esta nueva realidad sea destruida nuevamente como la antigua o todas la demás que llegaron a fracasar.
Raigal Ritchell: es por ello que antes de crear a los nuevos humanos te interpusiste y creaste la nueva guerra santa.
Byakuya (Benji): Es correcto y estoy a un solo paso de salvar esta realidad, no lo ves, el destino de los humanos es la autodestrucción.
Ritchell vuela hacia el demonio y le lanza una lluvia de golpes que es esquivado tranquilamente, no obstante Byakuya crea varias bolas de fuego del tamaño de un sol y los lanza como meteoritos por lo que a gran velocidad Ritchell intenta esquivar cada explosión que emergía los ataques, esas explosiones de tal magnitud que arrasaría países y continentes con un solo estallido.
Sin embargo usando uno de los sellos de transportación aparece detrás de Byakuya y le traspasa el estómago de una sola patada.
Raigal Ritchell: Piensas como un idiota.
Byakuya (Benji): ¿Salvar al mundo es pensar como un idiota? – da media vuelta y con una patada giratoria parte en dos el cuerpo de joven vampiro. — ¿Qué sentirías ver el mismo fracaso por miles, millonésimas y eternas veces? ¿Que el sueño del mundo ansiado y perfecto nunca podrá realizarse por la misma y estúpida idea de la fe? Los humanos nunca conocieron lo que es la perfección por ello nunca serán grandes, porque la perfección para ellos nunca en la vida va a llegar, no existe en su mentalidad ni vida, en cambio un dios, un dios siempre es perfecto lástima que este dios fue el único que resulto incompetente pero se acabó, yo convertiré este mundo en uno perfecto en donde la vida vendrá a aquellos que lo merezcan y que es muy definitivo que la humanidad no estará incluida.
La sangre de Ritchell une su cuerpo rápidamente, crea una bola y lo hace estallar en la cara del demonio dejando desintegrando su piel y solo dejando al aire su cerebro y el hueso de su cráneo.
Raigal Ritchell: No todos los humanos son como tú piensas.
Byakuya (Benji): puedes tener razón. – nuevamente se regenera a la velocidad de la luz para que de un puñete mande a Ritchell hacia una gran roca la cual aparece nuevamente enfrente de él y lanzarle varios rayos de luz como si fuera una metralleta. — ¿De qué sirve salvar un grupito? Sin con destruir a todos es más sencillo.
Raigal Ritchell vuela tan alto como puede y creando gigantescas bolas de energía obscura lo lanza consecutivamente hacia Byakuya que opta por hacer lo mismo, las enormes esferas chocando entre si daban nuevamente otra espectacular lluvia de explosiones.
Ambos chocan puños una vez más y fue en ese momento que de reojo se podía observar entre todo el humo que el cabello blanco de Ritchell se estaba tiñendo de negro.
Byakuya (Benji): "Su pelo...poco a poco va a perdiendo la cordura, como lo supuse no puede controlar del todo el poder de Adramelech, es cuestión de tiempo que domine todo su cuerpo y cuando lo consiga será mi victoria". – expresa en sus pensamientos mientras que los dos lentamente descendían hasta el suelo de fuego.
Saly: Su...su cabello.
Hikari: ¿eh? – logra observar también lo que le ocurría al joven vampiro. – se está volviendo de color negro.
Saly: tengo un mal presentimiento, creo que si se tiñe todo su pelo lo perdernos.
Hikari: no puede ser. – nuevamente logra caer desmallada.
Raigal Ritchell: "Saly tiene razón" – decía en su mente— no puedo controlar más el poder de Adramelech y creo que Byakuya también se dio cuenta, tendré que acabar con esto de una vez... [Cerberus a él]
Desde las profundidades el fiel compañero se hace presente para empezar el ataque.
Byakuya (Benji): Bien si es así como lo quieres traeré a mi mascota... [Aparece Igdrass]
Una enorme ave con alas de fuego aparece desde las grandes profundidades.
Ritchell se monta encima de su fiel guardián y juntos empieza a crear grandes esferas de energía, el vampiro crea en ambas manos mientras que cerberus listo para disparar por la boca.
La gigantesca ave junto a Byakuya también van a la ataque.
Byakuya (Benji): [Apocalipsis] – lanza 3 pequeñas bolas que al juntarse hacen una un poco más grande que como ya se conocía antes, se sabía lo que pasaría después.
Una enorme esfera da lugar al estallar y de esta manera poder retener el ataque combinado de Ritchell y Cerberus, pero eso no era todo, El ave gigante surge desde arriba de la explosión para que desprevenidamente aplaste al compañero de Ritchell contra el suelo usando sus garras.
El vampiro al saltar se encuentra con el diablo que lo golpea en el estómago pero este reacciona y le devuelve con otro puñete en la mejilla. Ambos se desprenden en el acto.
En eso el ave con cerberos bajo sus pie estalla en grito la cual el fuerte zumbido era terriblemente letal, nuevamente si Saly y Hikari no estuvieran en la barrera sus oídos hubieran explotado, ante el fuerte ruido Raigal Ritchell intenta quitarse el dolor tapándose las orejas pero aun así era insoportable.
De repente un agujero de gusano se abre por los cielos la cual empieza a absorber desde arriba todo a su alrededor.
Las rocas volaban hacia el agujero, su fuerte absorción hacía que Ritchell se sostuviera firme para no ser aprisionado.
Byakuya (Benji): Ese agujero te llevará directo a "la nada" para que esta vez, seas borrado de la existencia.
Raigal Ritchell: de-demonios –es jalado hacia el aire.
Ante el asombro de Todos Ritchell despega sus grandes halas que dentro de sus plumas negras brotaba y se pintaba rápidamente de sangre.
Raigal Ritchell: [Lluvia de sangre]
Las gotas son despegadas la cual da forma a grandes estacas rojas que perfora al sorprendido Byakuya Anakoichi en todo su cuerpo.
Byakuya (Benji): ¿Qué?
El joven vampiro se sostiene de una roca flotante mientras que sin respiro la gran ave se dirige hacia él lanzando meteoritos de fuego.
Byakuya (Benji): Se acabó Ritchell.
Raigal Ritchell: Nunca... — apretar bien su puño — ¡Subestimes a un sensual Vampiro! – esquiva los meteoritos a pesar de la absorción del agujero y le estampa un fuerte puñetazo a Iggdras rompiéndole todo el pico.
Byakuya (Benji): Miserable.
Atrás de Byakuya se encontraba Cerberus que con su cola enrolló al demonio que ante el efecto de las estacas no podía moverse, no obstante da unas 3 vueltas y lo arroja en dirección al agujero.
Byakuya (Benji): no te creas tan listo – mientras es dirigido hacia el agujero de gusano con el poder del sello de sus ojos el enorme agujero empezaba cerrarse.
Raigal Ritchell: no lo permitiré. – vuela hacia Byakuya para detenerlo.
Al interponerse enfrente, Byakuya aprovecha para crear de la nada miles de gigantescos misiles radioactivos la cual todos fueron hacia el vampiro que antes de que lo toque aprovecha para lanzar un gran poder haciéndole un enorme agujero en el estómago al demonio, Byakuya cae al suelo y Ritchell estalla con todos los misiles a su haber.
Byakuya (Benji): Ese sujeto...no aprende – expresaba riendo hasta caer, ya en el suelo Cerberus aparece y lo pisa con su enorme pata, le da un pequeño arrastrón y se lo devora en el acto.
Mientras tanto lo que quedaba de Ritchell, luego de haber sido desintegrado por las constantes explosiones toxicas, cae al lugar donde se encontraba Saly, sin embargo ante la sorpresa de ella lo único que quedaba del joven vampiro era su corazón en medio de un charco de sangre verde y roja.
Saly: Se-señor Ritchell...que le...hicieron. –expresaba muy estupefacta al ver dicha escena.
A pesar de ello y sin alguna ciencia que pueda responder el corazón, así suelto, se empezaba a mover sorprendiendo a Saly, unos pequeños rayos salían de los suelos mientras que la sangre se juntaba y envolvía el corazón, asombrosamente sus tejidos y órganos se empezaban a construir de la nada e incluso el cerebro, hasta formar completamente el cuerpo del gran Raigal Ritchell.
Raigal Ritchell: eso fue peligroso.
Saly: ¡Señor Ritchell!
Raigal Ritchell: Saly, perdona por asustarte. – decía con una sonrisa.
Saly: Como es que usted...
Raigal Ritchell: a menos de que mi corazón sea destruido seguiré convida, el cliché de los cuentos de terror.
En eso Cerberus interrumpe con un fuerte aullido de dolor y desesperación, Ritchell va a ayudarlo pero antes de que lo logre el estómago del fiel guardián explota saliendo de aquel rio de sangre el demonio con una gran sonrisa.
Byakuya (Benji): sigues de pie a pesar de todo, ¿es muy obvio no?, somos dioses, inmortales, nuestra pelea no tiene a cuanto acabar, pasaremos años, siglos, eras y seguiremos batallando, pero eso es una lástima ya que tus limitaciones te jugaran una mala pasada, esta victoria una vez más es mía Ritchell.
El joven vampiro sabía muy bien que poco a poco se le terminaba el tiempo por lo que ya era tiempo de dar el último golpe.
Raigal Ritchell: Esta es la última oportunidad, tengo que ir con todo esta vez— aleja la barrera en la cual se encontraban las chicas muy lejos del lugar.
Byakuya (Benji): Ya no te queda mucho tiempo supongo que ahora si será el final.
Raigal Ritchell vuela tan alto hasta las nubes, sus enormes alas que reflejan la obscuridad y su cabellera que se pintaba lentamente de negro con el sol dorado, toma un suspiro, alza y junta sus manos creando una potente luz.
Raigal Ritchell: Mi técnica más poderosa hasta el momento.
Byakuya (Benji): También te daré todo lo que tengo, prepárate – expresa con una sonrisa mientras que su cuerpo comenzaba a brillar con un aura totalmente espectral.
Raigal Ritchell: [Impacto de la última noche lunar]
Byakuya (Benji): [La caída el Anticristo]
Ambos despegan un gran y potente rayo de luz de ambas manos diferenciado con un rojo escarlata de parte de Byakuya contra un azul carmesí de lado de Ritchell.
Los poderes a gran fuerza y velocidad chocan entre si liberando una magistral, demente, asombrosa e impactante choque de dioses. El cielo se abría cada vez más, Las rocas volaban de la tierra con dirección al cielo como si la gravedad se invirtiera y a pesar de la barrera la presión del ambiente se sentía muy pero muy pesada para Saly y Hikari.
Los truenos y los huracanes esta vez azotaban el lugar con todo poder.
Con tremendo duelo Ritchell, con todas sus fuerzas, intentaba arrasar con el poder de Byakuya a pesar de ello solo podía moverlo poco centímetros.
Su cabello cada vez más se teñía y si no lo derrotaba ahora antes de que su alma caiga en la obscuridad, será el fin.
El fuerte impacto de ambos poderes despegaba unos pequeños rayos las cuales al rozar un objeto, tocar rocas, montañas o el suelo este creaba pequeñas explosiones.
Saly: ¡Santo cielo! – decía mientras se cubría por los fuertes destellos y los tremendos terremotos que no solo sacudían los suelos del infierno, el mundo al que conocemos también empezó a temblar.
— ¿Qué rayos está pasando?— expresaban los ciudadanos de varias ciudades y países la cual percibían en el cielo una anomalía extraña que se manifestaba como luces de colores o pequeños vórtices muy lejanos, cosa que comenzó a ser visto por la prensa mundial.
La batalla a su punto crítico, Ritchell poco a poco perdía la razón.
Raigal Ritchell: ¡Rayos! – gritaba dando sus últimos alientos que le quedaba, sus venas se notaban con claridad en su cabeza sin embargo el esfuerzo ya estada dando sus frutos puesto a que cada vez más su poder derrotaba al del enemigo que miraba con una gran sonrisa maquiavélica dicho espectáculo.
Byakuya (Benji): Te has vuelto muy poderoso, por algo puse mis ojos en ti..., sin duda alguna pudiste sobrepasarme en esta pequeña batalla— declinaba sus poderes.
Saly: ¡señor Ritchell!
Hikari: Señor...Ritchell. – despertaba lentamente.
Byakuya baja los brazos y con una sonrisa opta recibir el ataque.
Raigal Ritchell: ¡Es la hora!... ¡MUERE MALDITO!— Con su último aliento empuja a gran poder enviando la tremenda masa de energía hacia el diablo que sin pena ni gloria, y muy sonriente entre ojos cerrados recibe el increíble ataque.
Byakuya (Benji): Pudiste sobrepasar mis 45%, algo que nadie había hecho jamás...
—"pero..., al final..."—
El poder lo alcanza haciendo este una perfecta y excepcional gigantesca explosión la cual el cielo se partió en dos.
Una mañana en la cual él nació siendo discriminado por la humanidad nombrado como uno de los hijos del diablo, solo por ser mitad vampiro, se enamoró, lo perdió todo, se hundió en la obscuridad, dejo la poca humanidad que le quedaba pero había alguien quien llegó a su vida, un niñito débil y llorón que a pasar de los días fue sacándolo de ese hoyo negro de dolor y desesperación, ese hombre que encontró una familia y que el mundo le dejaba en el olvido, ese hombre habría logrado lo que un mortal no pudo haber hecho jamás, convertirse en un dios.
♦♦♦♦♦
Hikari: ¿Qué paso?
Saly: Lo logró...
El joven vampiro descendía de los cielos cubriéndolo con una luz angelical, mostrando una sonrisa de oreja a oreja y en su estado felizmente normal cae al suelo sin una pisca de poder.
Hikari: Déjame aquí por ahora, ve a ayudarlo por favor.
Saly: sí.
Ella corre a gran velocidad hacia el joven maestro de pelo blanco que envolvía un brazo en sus hombros e intenta pararlo para llevarlo hacia la zona segura.
Saly: ¿Esta bien Señor Ritchell?
Ritchell: Si...no te preocupes.
Saly: Lo curaré.
Ambos a paso lento llegan hacia Hikari que después de un pequeño descanso ella ya podía al menos moverse y hablar un poco.
Hikari: Señor Ritchell.
Ritchell: Lo logramos. – expresaba con el pulgar hacia arriba y una gran sonrisa algo que después de todo lo que habían pasado fue como un desahogo que se convirtió en lágrimas y más para nuestra pequeña peli verde.
Hikari: Que...alivio. – se limpiaba el sollozo.
Saly: ¡Fue impresionante!, te la perdiste Kobayashi, el señor Ritchell acabó con ese sujeto de un ataque magistral y ahora...
Sus ánimos cambiaron a uno de tristeza leve al darse cuenta que a pesar de todo la muerte de Benji era cuestión de esperar, aun así decidieron ponerse firme ya al final y acabo era lo único que se podía hacer.
Ritchell: usemos...el sello de trasportación para salir.
Saly: Si
Hikari: si
♦♦♦♦♦
—"...Un dios...no conoce de derrotas". —
Inesperadamente de la nada todos los papeles y pergaminos que contenían el sello de trasportación salieron despagados hacia el aire.
Ritchell: ¿Q—Que?
—Ya te lo había dicho...es imposible salir vivos si se enfrentan al soberano y dios de todo el mal. —
Saly: No...no puede ser.
Hikari: Tiene que ser una broma.
Todos quedaron perplejos y con la boca abierta al ver que desde el humo un silueta se mostraba caminando que al despejar con su alas muestra su rostro, Byakuya Anakoichi, si el mismo y demonio bastardo que sigue de pie nuevamente de una manera asombrosa y sorpresiva y que mirándolo bien parece como si no hubiese recibido el ataque final de Ritchell.
Ritchell: miserable.
Saly: ¿Por qué, porque, porque, porque, ¡Porque!?— se tomaba la cabeza toda extenuada. – ¡¿Por qué está vivo?!
Hikari: tendrías que haber muerto ante ese ataque.
Ritchell: Bastardo, ¿Cómo fue que escapaste? – decía con una mirada llena de odio.
Byakuya (Benji): Algo muy sencillo de intuir, use esto...— saca uno de los sellos de trasportación de Ritchell – ¿ya te lo imaginaras verdad?
Ritchell: no puede ser...acaso fue... ¿en aquel momento?— recordó cuando Byakuya le había arrebatado sus sellos de un solo movimiento, claro al final los volvió a recuperar pero tal parece que en ese preciso momento él se había quedado con algunos sin que Ritchell se haya dado cuenta.
Byakuya (Benji): ¿Sabes cuál es la diferencia entre un dios y un mortal?..., un dios es perfecto, a diferencia de ustedes los mortales tienen muchos defectos y uno de ellos es el error, por eso te dije que es inútil enfrentarse a mí, porque yo nunca cometeré errores y siempre ganaré, ustedes son lo contrario, solo te bastó un pequeñísimo y diminuto error Ritchell en no darte cuenta de ello para que pierdas no solo esta batalla si no también tu esperanza por salvar a tu querido mundo. Se acabó Ritchell, ustedes...sentenciaron su muerte.
Con miradas atónicas y llena depuración nuestros protagonistas no solos estaban con la soga en el cuello ya que Ritchell sin ninguna pisca de energía, Saly y Hikari apenas recuperándose ya no habría forma de hacerle frente a este malnacido.
Siempre sonriente y con todos los sellos en su posesión para que no logren escapar, crea una enorme espada y colocando en fila a todos los papeles y pergaminos a su haber, de un solo movimiento parte en dos a todos.
Byakuya (Benji): Sin esto ya no saldrán de aquí.
Sin embargo el demonio se percata que había uno que se encontraba unos centímetros más arriba y que increíblemente había esquivado el ataque de la espada, no solo eso comenzaba a brillar fuertemente alertando al susodicho de que algo se acercaba.
Todo fue muy rápido y el papel con el sello brillando explotó en el aire manifestando una corriente de humo la cual alguien apareció del cielo.
Ritchell: ese es...
El humo se despejo muy rápido ante la velocidad del chico que sin duda mostraba su verdadera figura, Dylan Townsend, que con otros papeles de sello en sus manos los arroja en el aire y así aparecer junto a él sus grandes secuaces, El descuartizador, Aron y lobo de plata.
De forma excepcional los 4 caen de pie ante la presencia del demonio.
Ritchell: Dylan Townsend.
Hikari: han venido.
Saly: R—Rey—chan.
Byakuya (Benji): Mas cucarachas, esto ya me empieza a hartar.
Dylan: finalmente no vemos de nuevo, En-demus o mejor dicho Byakuya Anakoichi...."Yumi...antes de quedarme en este infierno como una alma errante quiero al menos hacer algo por ustedes" – su fuerte determinación mostraba sus ojos, dispuesto a tal vez no poder enmendar sus errores cometidos en el pasado intentará al menos irse con un pequeño suspiro de libertad. – todo listo porque acabaré contigo.
¿Será Dylan Townsend la última esperanza?
https://youtu.be/Zy0sz7IeBRI
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