—Ya veo, así que ya llegaron al templo de Hades—

Expresaba sentado en su trono el mismo demonio Byakuya Anakoichi mientras que los millones de espectros que estaban debajo de él, alababan y coreaban su nombre.

—"Larga vida a En-Demus, Larga Vida a En-Demus"

Pandora: será un encuentro conmovedor, ¿no lo cree mi dios?

Byakuya (Benji): Mientras el mundo está en decadencia, yo su dios seré el que gobierne, aquellos que enfunden su espada ante mí no serán perdonados y por ello el dolor y el eterno sufrimiento será su castigo, los mortales son solo gusanos en mi camino, mi único objetivo es...Ritchell..., Pandora.

Pandora: Entiendo, le estaré al tanto de la situación – desaparece.

Poco a poco sus poderes van regresando a su cuerpo.

A paso seguro y firme caminaban por el puente de piedra con dirección al templo mientras que por los costados el fuego emergía de manera hiperactiva, el lamento de las almas seguían escuchando haciéndose más y más fuerte cada vez que se acercaban al templo.

Albert: Si pasamos por la puerta que está en ese templo estaremos en el centro del infierno en donde se encuentra Benji, ¿Me equivoco joven Ritchell?

Ritchell: exactamente... —miraba a su alrededor – "Veo que no nos atacan, supongo que Hades ya sabe de nosotros, bueno...eso lo hace más sencillo" – expresaba en su mente.

Al final llegaron al templo que era enorme con grandes y largas escaleras que parecía no tener fin.

Saly: no...no llegaremos... ¿o sí?

Ritchell: tranquila – dice sonriendo – Albert.

Albert: si.

El mayordomo agarra a las chicas por la cintura y todos juntos despegan un enorme salto, subiendo a gran velocidad, tanto que en solo unos minutos llegaron a la entrada al templo.

Hikari: Eso fue rápido.

Sorpresivamente no había nadie a la entrada, ni guardias, ni guerreros, nada, solo una niña muy extraña que los esperaba en la puerta.

—Pueden pasar, el amo los está esperando— dice la niña.

Saly: ¿eh?

Ritchell: aja, a eso lo llamo un buen servicio.

Ambos entran al inmenso palacio recorriendo los extraños lugares, estatuas de demonios alrededor, entrando a una puerta en donde gigantescas estatuas que estaban en filas, aquellas que estaban moldeados en cruces invertidas, vírgenes sin cabeza y un gran cuadro en frente donde se encontraba el diablo pisando la cabeza de Cristo.

Hikari: esto es...perturbador.

Saly: si.

Pasaban minutos en donde recorrían cuartos de muy extraño aspectos.

Hikari: oye Valellery, tú puedes crear agua para beber ¿no es así?

Saly: en cierta parte el liquido que expulsa mi cuerpo mayormente está compuesta por mi mana, así que es recomendable no beberla.

Hikari: agg, cuácatela.

Saly: ¡¿Qué dijiste?!

Hikari: ¡Ya me oíste!, además fue por tu culpa que nos quedamos sin agua.

Saly: ¡¿Mi culpa?!Tú fuiste que me lo arrancho en primer lugar.

Hikari: fue porque te demorabas un montón.

Albert: chicas, chicas tranquilas por favor.

Ritchell: es bueno que se lleven bien.

Saly-Hikari: ¡¿Qué?!

Ritchell: ¿Por qué no se llaman por sus nombres?

Saly-Hikari: ¡eso jamás!

Finalmente llegaron a la gran sala en donde estaba el soberano del inframundo esperando en su trono.

—Aquí están mi señor—

Hades: gracias, puedes retirarte.

La niña hace una reverencia y desparece.

Ritchell: ha pasado tiempo.

Hades: lo mismo digo. — se para y lentamente camina hacia ellos.

Una fuerte presión en la atmosfera inquieta los nervios de los protagonistas, todo indicaba que ante ellos estaba un rival muy formidable.

Albert: tengan cuidado, este tipo es demasiado poderoso.

Hikari: si.

Saly: si

Black Smith: esta presencia, no hay duda de que pertenece a un dios.

Hades: esperaba este momento – se saca la máscara y manta que sostenía su cabeza mostrando el aspecto de un hombre joven de cabellera negra con ojos de demonio y grandes cuernos.

Ritchell: yo también. — caminaba hacia él también.

Y luego de unos segundos ambos corren a máxima velocidad.

Albert: cuidado, esto va a ser muy impactante.

Cada vez más cercas su ojos mostraban una enorme intensidad.

Hades: ¡Ritchell!

Ritchell: ¡Hades!

Todos listos para la gran batalla hasta que...

Ritchell: ¡Hades!

Hades: ¡Ritchell!

Ambos se dan un enorme y gigantesco abrazo saltando de alegría como si fueran unos niños, algo que puso a todos con cara de ¡WTF!

Hikari: ¿Q-Que?

Ritchell: pasado mucho tiempo que no te veía mi hermano. —expresaba riendo.

Hades: hay querido, no sabes lo triste que me puse cada vez recordaba tu partida—manifestaba el dios con una voz muy afeminada.

Black Smith: ¿Qué esta sucediendo?

Saly: es... ¿realmente un dios?

Hikari: ¿son amigos?

Ritchell: ah...si perdonen, él es mi amigo de la infancia, Hades.

Saly: ¿eh?

Hades: un gusto...oh santo cielo.

Ritchell: ¿Qué pasa?

Hades: no...lo puedo creer. – se acerca a Hikari con una cara llena de emoción. – Perfecta figura – la miraba apareciendo por atrás y adelante – un rostro bello y angelical, cabello tan brillante como él sol...

Hikari: ¿Q-Que esta...?

Hades: y sobre todo... ¡Es plana!

Hikari: ¡Oiga!

Hades: ¿Ritchell de donde sacaste a esta bella criatura de porcelana?

Ritchell: bueno ella...

Hades: está bien, está bien aún no me lo digas...tengo algo muy especial para ti linda, ven aquí – expresaba mientras la llevaba en contra de su libertad.

Hikari: no...espere...auxilio.

Black Smith: Él...

Albert: es...

Saly: ...un lolicon.

Hikari: ¡Que no soy una loli!

Al final Hades la encierra en los vestidores para cambiarla a la velocidad de la luz y tomándole fotos con cada ropa que la vestía.

–Hermosa–

–Exuberante. –

–Angelical. –

–Dios gracias por darme esta vida. –

Y así él expresaba muy pero muy emocionado mientras que la sangre se escurría por su nariz.

Hikari: Señor Ritchell...ayuda – decía con su carita de perrito triste.

Ritchell: jejeje

Después del bochornoso momento que le hicieron pasar nuevamente a Hikari, Hades les invitó a pasar a la mesa para degustar unos bocadillos, como pastel, chocolates, comida francesa, etc.

Saly: ¿p-podemos comer esto?

Ritchell: si no te preocupes, él ya sabe que ustedes son mortales.

— ¡¿Qué?! – se sorprenden todos.

Ritchell: es un dios, que esperaban.

Hades: pónganse tranquilas, esta comida es proveniente de la tierra.

Ritchell: Hades es muy fanático de las cosas que hay en la tierra, viaja a veces para traer algo.

Saly: ya veo.

Hades: por su puesto querida, ah disculpen...Marian. – llama a la niña que hace un momento los trajo aquí.

—Dígame amo—

Hades: tráele a estas damiselas un poco de agua de la tierra, se ven que están muy cansadas por el viaje.

—Como ordene.

La niña les trajo agua pura y saludable que con una cara de satisfacción las chicas bebieron calmando sus ansias.

Albert: gracias por la merienda, estuvo deliciosa.

Hades: no te preocupes, hace mucho que no tengo invitados, es bueno tener visitas de vez en cuando.

Ritchell: te entiendo.

Hades: no has cambiado en nada Ritchell, a pesar de tu edad luces como un chico de 20 años.

Ritchell: Debe ser porque soy mitad vampiro – daba una gran carcajada — Y ¿Cómo te fue en san Valentín?

Hades: hay querido, no del todo bien.

Ritchell: ¿otra pelea con medusa?

Hades: es muy celosa, piensa que la voy a engañar, incluso amenazó a mi Marian si ella intentaba algo, no sé qué hacer.

Ritchell: es difícil estar con ella.

Hades: todo está bien si cierra sus ojos, aunque nunca podre ver esos dulces y cristales ojos.

Ritchell: si

Los dos se echaron una carcajada.

Saly: la pasan bien.

Hikari: si.

Hades: y... ¿qué te trae por aquí Ritchell?

Ritchell: estoy buscando la puerta para llegar al centro del infierno.

Hades: a ya entiendo, buscas a En-Demus.

Ritchell: si.

Hades: está bien, te la daré, pero con una condición.

Ritchell: si dime.

Hades: Me dejas a esa muñeca de porcelana conmigo – expresa mirando a Hikari perversamente de emoción.

Hikari: no no no no no.

Ritchell: no creo que lo haga, si podría te la daría. – dice con una carcajada.

Hikari: ¡¿Cómo que si podría?!

Hades: oh...es una lástima, al menos valió la pena...bien... La puerta es aquella que está detrás de mi trono puedes echarle un vistazo.

Ritchell: te lo agradezco.

Hades: ni que lo digas amigo.

Ritchell: bien muchachos, es hora de irnos. —Todos le siguieron el paso hasta llegar a la puerta detrás del trono.

Black Smith: Al fin

Albert: si, ya es tiempo.

Ritchell da un paso al frente, agarra la perilla y con un fuerte golpe de puño destroza en miles de pedazos la puerta dejando en total asombro a los demás.

Ritchell: y bien Hades...Basta de juegos – voltea con una mirada desafiante.

Hades: Ritchell, Ritchell, Ritchell – bebía su café— ¿acaso creíste...que te dejaría ver a En-Demus así de fácil? – muestra una mirada aterradora.

Ritchell: no, lo sabía desde antes...chicos yo me encargare de Hades, ustedes del resto.

Saly: ¿del resto?

De repente unas grandes estatuas se empezaron a mover.

Albert: ya veo — saca su espada y todos listos para el ataque.

Mientras tanto Hades se levanta de su asiento sosteniendo su taza de café.

Ritchell: entonces te lo sacaré de la boca.

Hades: inténtalo. – rompe la taza con una mano para desaparecer y antes de que los fragmentos caigan en el piso se manifiesta en frente de Ritchell.

Ritchell da una patada giratoria pero Hades lo esquiva agachándose y aprovechando la abertura intenta darle una patada en las piernas pero el joven vampiro salta esquivando el ataque, apoya sus manos en los hombros del rival y salta para luego lanzarle su bola obscura.

Hades se cubre y entre el polvo Ritchell vuelve a atacar haciendo este un duelo entre patadas y puños.

Hades: [Mano negra] – de un salto va en dirección de torpedo hacia Ritchell pero este logra esquivarlo nuevamente, el ataque toca el suelo borrando aquella parte.

Ritchell: si esa garra me toca, desapareceré de la existencia.

Hades: más te vale seguir Ritchell – le tira una gran patada mandando el cuerpo de Ritchell hacia la pared.

Ritchell mira hacia un costado y ve que había una lanza sostenía por una escultura de piedra, en eso observa que se acerca Hades a toda velocidad por la cual rompe las manos de la estatua para agarrar la lanza.

Ritchell: lo mismo digo hades. – esquiva el ataque del dios del inframundo y con la lanza traspasa su cabeza, acto seguido mueve la lanza hacia arriba para partirla en dos y con medio giro corta la cabeza de Hades.

El cuerpo sin cabeza cae salpicando una gran cantidad de sangre mientras que la cabeza estaba regada en otro lugar partida por la mitad.

Ritchell: bien – suspira – va uno y faltan 99 – al mirar hacia arriba observa a 99 copias de Hades agarrándose del techo que dé un salto todos se dirigen hacia él. – esto se pondrá divertido.

Mientras tanto el resto del grupo se encargaba de luchar contra la estatua.

Hikari: [enredadera]

Saly: [Hidrocañon]

Un ataque combinado destruye los brazos de la piedra pero este se regenera en un instante.

Saly: no puede ser.

Albert: se lo encargo, joven Black Smith.

Black Smith: entendido.

En ese lapso Ritchell desmembraba a cada clon que se le cruzaba haciendo un festival de sangre.

Evitando constantemente la "mano negra" de Hades puesto a que tan solo un roce este desaparecería en un instante, pero su velocidad y percepción hacia que él pudiera eludir todo.

Esquivando y cortándole las manos a uno, arrancándole la cabeza a otro, abriéndole el estomago, cortando sus piernas, esquivando y perforándole el cerebro, incrustándole los ojos con 2 cuchillos, rompiéndole la mandíbula, rebanándole el cuello, partiéndolo en dos, etc.

El piso se llenaba de un masivo e inmenso charco de sangre al igual que todo su cuerpo, hasta que de pronto por encima de él 5 copias aprovecharon un poco su cansancio para atacarlo pero en ese instante aparece Albert con su "Palma de buda", para destrozar a todos de un golpe.

Ritchell: Albert.

Albert: ¿Necesita mi ayuda? – le entrega un pañuelo.

Ritchell: si un poco – se limpia la cara llena de sangre del rival con el pañuelo.

Y así los 2 empezaron con el siguiente ataque.

Ritchell: ¡Ven aquí, Cerberus! — Un gigantesco lobo de tres cabeza furioso aparece del sello hecho por él por la cual a una velocidad increíble arrasa con varias copias, aplastándolos, lanzándoles bolas de fuego de su hocico e incluso comiéndoselos.

Albert: [Gran corte] – mueve su espada creando un inmenso corte la cual acaba con la mitad de lo que sobraba de las copias.

Y así el espectáculo sangriento daba por finalizada dejando tan solo a uno de ellos.

Albert: lindo perrito.

Ritchell: gracias... ¿Y bien Hades?, se terminó.

Hades: ¿Se terminó?, yo diría que recién estamos empezando— crea una espada y perfora su cuerpo cayendo al suelo sin vida.

De repente la pared se rompe mostrando un exterior en donde los truenos eran más ruidosos y un vórtice obscuro se manifestaba en el cielo absorbiendo las rocas del suelo.

Aquel vórtice despega una luz hacia el piso creando una masiva explosión.

Albert: ¿Qué es eso?

Ritchell: ya era hora.

Entre el humo aparecía un sujeto despegando una inmensa cantidad de energía.

Albert: ¿Quién es?

Ritchell: el original, el verdadero Hades.

Entretanto la batalla entre el monstruo junto a los demás protagonista parecía no tener final.

Hikari: cada ataque que le hacemos se regenera, es imposible.

La estatua golpea muy fuerte a Black Smith arrojándolo hacia la pared que ante el fuerte impacto destruye el duro adorno que ambientaba el lugar.

Saly: ¡Black Smith! – va en su ayuda— ¿se encuentra bien?...o no tiene un gran corte en la pierna, déjeme ayudarlo.

Black Smith: ¡aléjate! – La empuja— no necesito tu ayuda – se levanta lentamente muy herido.

Saly: p-pero.

Black Smith: déjame solo. –corre hacia el monstruo.

Saly: es igual como aquella vez –pensaba – "Los caballeros trataban de ayudarlo pero él se oponía, incluso no ayudaba a aquellos que lo necesitaban, ¿Qué es lo que le está pasando?"

Hikari: ¡Valellery cuidado!

Saly: ¿eh?

El monstruo intenta golpearla pero ella reacciona rápido esquivando el ataque.

Saly: eso estuvo cerca.

De repente la niña-sirvienta Marian se hace presente en la batalla.

Marian: están creando un alboroto, debo domesticarlas. — ella comienza a mutar convirtiéndose en una espantosa araña humana gigante.

Saly: o no.

Hikari: lo que faltaba.

La tierra temblaba en el exterior y cada paso que daba el rey del inframundo los truenos sonaban.

Hades: termino el calentamiento Ritchell, es hora del plato fuerte.

Albert: siento una energía devastadora dentro de él, se nota que es un dios.

Ritchell: creo que... ahora si necesitare tu ayuda.

La sangre de su cuerpo desaparece junto con el gran charco en el piso puesto a que la batalla con los clones solo era una ilusión creada por Hades.

— ¿2 contra 1?, me parece un duelo muy injusto— se escucha la voz de una mujer.

Albert: ¿Qué?

Ritchell: esa voz, o no...estamos en aprietos.

Un portal obscuro se abre al costado de Hades hasta que una mano familiar sale de ella.

Albert: ella es.

Ritchell: si. – La mujer sale del portal mostrando en total su imagen — es Pandora.

Hades: ¿Qué haces aquí?

Pandora: veo que se divertían así que quise unírmeles.

Hades: ya veo.

El ambiente cambió y los 4 se miraban fijamente a los ojos.

Ritchell: me encargare de Hades y tú de Pandora.

Albert: entendido.

Pandora: será divertido.

Hades: esta vez no tendré compasión, Ritchell.

Ritchell vs Hades

Albert vs Pandora

Un duelo a muerte se aproxima.

https://youtu.be/Zy0sz7IeBRI