EL LEGENDARIO cap 50: "Horas Contadas"
La gente huía del lugar no solo por las diversas explosiones sino también por los cadáveres de gente que murió de una manera tan macabra a manos del demonio no obstante la fuerza policial venia a su auxilio.
Mientras que la gente corría desesperadamente Reinhard se encontraría cara a cara con el artífice de este accidente.
Byakuya (Benji): ¿Quién eres?
Reinhard: soy el caballero del rojo carmesí Reinhard.
Byakuya (Benji): Interesante.
Reinhard: ¿Quién eres tú?
Byakuya (Benji): Si te lo digo, no sería divertido – manifiesta una sonrisa.
Reinhard: en ese caso – saca su espada—en nombre de la ley quedas arrestado.
Byakuya (Benji): me aburre escuchar la misma frase.
En eso Pandora aparece por detrás del caballero.
Pandora: ¿Lo elimino, mi señor?
Reinhard: ¡¿Pandora?!...que... ¿Qué está pasando aquí?
Byakuya (Benji): no ensucies tus manos con él hija mía.
Reinhard: ¿Qué?
De repente los ojos de Byakuya cambiaban lentamente hasta formar la figura de la estrella invertida.
Byakuya (Benji): es el momento de que conozcas la...desesperación.
El ambiente alrededor se puso totalmente pesado y ante la vista de los ojos del demonio Reinhard empezó a toser bruscamente.
Reinhard: que... ¿Qué me está pasando? – pensaba mientras tocia a descontrol.
De repente varios escarabajos expulsaba de su boca al carraspear. El momento era demasiado abrumador y escalofriante hasta que de pronto un enorme gusano emergía desde el fondo hasta subir por su garganta intentando salir de su boca.
Reinhard: tranquilízate... —expresaba en sus pensamientos – es solo una ilusión...tengo que resistir... — con todo el dolor de su ser botó al inmenso animal de una forma horrible y asquerosa.
Byakuya (Benji): mis ojos abren la ventana desde la ficción hacia la realidad.
El caballero abre sus ojos después de aquel horroroso momento.
Reinhard: felizmente...solo fue una...ilusión.
Byakuya (Benji): ¿En serio?
Reinhard mira al suelo y ve a la enorme larva cubierta de baba y con un poco de sangre.
Reinhard: ¿Qu...Que? – Su cuerpo temblaba por la espeluznante escena – no puede ser...entonces tú – saca su espada — *Viento de fuego*.— lo manda hacia Byakuya pero este logra cubrirse con una barrera negra.
En ese momento Pandora aparece por detrás y lo golpea muy fuerte hacia la sección de ropa.
Reinhard: maldita— escupe sangre.
Pandora: ¿Por qué pelear si vas a morir?
Reinhard: eso lo veremos...*Torbellino de...* — antes de poder usar su técnica Byakuya emerge por arriba, agarra su cabeza y lo estrella contra el suelo, acto seguido levanta su cabeza ensangrentada, sostiene su cuello y empieza a golpearlo en el estomago mientras que este escupía más y más sangre.
Byakuya (Benji): patético. – Lo lanza contra el vidrio. – Esto es aburrido, acabemos de inmediato. – comienza a establecer una pequeña bola de energía.
Reinhard: no...no puede ser – intenta levantarse muy herido para poder escapar.
Byakuya (Benji): [Apocalipsis] – deja caer la pequeña bola y todo el centro comercial se sumerge en una gigantesca explosión arrasando todo a su paso.
Después de dejar todo en la nada Byakuya medita sobre sus poderes.
Pandora: señor.
Byakuya (Benji): Así que solo puedo usar el 5% de mi poder.
Pandora: es suficiente para dejar en la nada a esta ciudad.
Byakuya (Benji): si, pero tengo pensado algo mejor. – ambos desaparecieron del lugar.
Luego de la terrible catástrofe los policías y algunos caballeros de plata se hacían presentes, uno de ellos era Erika que llegaba al auxilio.
Erika: Esto es abrumador, pero quien puede haber causado tal magnitud – mira por los alrededores hasta darse cuenta que entre los escombros se encontraba Reinhard muy mal herido.
Erika: o no ¡Reinhard! – Al acercarse ve a su delirante amigo sin un brazo y partido por la mitad. – dios santo Reinhard.
El caballero sin poder hablar y con toda la fuerza que le quedaba alza su único brazo y le entrega a Erika el anillo para decir su única palabra.
"Él está de vuelta"
Reinhard cierra los ojos y muere en medio del gran charco de sangre. Erika entre lágrimas guarda muy bien el anillo y se aleja para que la fuerza policial recoja a todos los cadáveres. Ella sabía muy bien para quien era el anillo.
Las horas avanzaban poco a poco para el camino del fin.
♦♦♦♦♦
Después de un profundo sueño Saly logra despertarse con una mirada soñolienta hasta darse cuenta que se encontraba en el aeropuerto para su asombro.
Saly: ¿Que está pasando?
Astesia: regresaremos al reino.
Saly: ¡¿Qué?!
Richard: Saly— da un leve suspiro tocándola ambos hombros— sabemos lo que pasó, Rei nos contó.
Saly: ¿Rei—chan? No puede ser. — decía con un gran lamento.
Richard: escúchame Saly, se que ahora estás molesta con él, pero debes entender que lo hace para protegerte igual que nosotros.
Saly: ¿Protegerme? ¡Dejen de controlar mi vida!
Astesia: Saly.
Saly: lo mismo pasó con Rei—chan, me alejaron de él en contra de mi voluntad y ahora me quieren alejar de Benji.
Astesia: son cosas muy diferentes.
Saly: no son diferentes.
Astesia: claro que sí, con ese muchacho vas a poner en riesgo tu vida, él solo te va a traer dolor.
Saly: ¡Dejen de tildarlo como un monstruo! — Su grito llamó la atención de toda la gente que había en su alrededor. —Ustedes no lo conocen...no saben de todo lo que ha sufrido...no saben nada y aún así solo lo alejan más y más, él me necesita y quieran o no, no lo voy a dejar.
Astesia: Saly.
De repente viene un mayordomo para comunicarles que el avión privado ya arribó a tierra.
Richard: ya son la 1.
Astesia: es hora de irnos.
Saly: lo siento pero no voy a ir.
Astesia: Alex.
Alex: como usted diga.
En eso Alex logra sujetar fuertemente a Saly de los brazos y mientras ella intentaba librarse llevándola hacia el avión.
Saly: por...por favor Alex...detente.
Alex: lo siento señorita pero son órdenes.
Saly: te lo suplico por favor.
Alex: lo lamento.
Ambos subieron al avión y este empezó a despegar.
Después de unos pequeños minutos de desesperación las cosas se calmaron un poco.
Alex: señorita...Saly.
Saly: no me hables.
En ese momento el representante observa como unas pequeñas gotas de lágrima caían de los ojos de la muchacha que veía muy triste por la ventana.
Saly: perdóname...Benji...
Ese momento de tristeza y remordimiento invadió todo el cuerpo de Alex.
Alex: mi Rey...mi Reina, quiero pedir disculpas.—le entrega una hoja al Rey.
Richard: ¿A qué se debe Alex?
Alex: pues yo...— saca un paracaídas del maletero y sostiene del brazo a Saly levantándola de la silla.
Saly: ¿Alex?
Alex: les entrego mi carta de renuncia.
Saly: ¿eh?
Astesia: no te atrevas Alex.
Alex: ¡lo siento!
Abre la compuerta de emergencia y sin dudarlo se tira del avión junto con Saly.
Astesia: ¡Saly!
Richard: ¡Capitán aterrice!
Capitán: lo siento mi Rey pero estamos en un lugar imposible de aterrizar, sería muy peligroso.
Richard: ¡no interesa!!Hágalo ya¡
En medio de la caída por los cielos Alex y Saly ya estaban muy cerca del piso.}
Saly: ¡AAAHHHH!
Alex: ¡Usaré el paracaídas!
Saly: ¡Hazlo!
Alex jala la pita y un gran manto se abre aterrizando lentamente hacia un bosque.
Ambos cubiertos por el manto intentan salirle.
Saly: ¿Alex...estás bien?
Alex: ¡nunca me sentí tan vivo!
Saly: Alex.
Alex: señorita Saly.
Ella se acerca como si estuviera a punto de golpearlo pero sorpresivamente lo abraza muy fuerte.
Saly: Alex...Gracias.
Alex: señorita Saly—expresa con una sonrisa— y ahora... ¿qué hacemos?
Saly: no lo sé— dice riendo contagiando a Alex.
A pesar de haber librado de una aún faltaba otra y es Salvar a Benji.
La hora marcaba las 3:30 pm. Y Hikari se levantaba de aquel profundo sueño.
Hikari: estoy...—con un bostezo observa la hora— ¡3:30! Dormí tanto...supongo a que fue porque no dormí bien en estos días. ¿En dónde está Valellery?
Sale de la sala de descanso en búsqueda de Saly hasta que el doctor le explica que ella salió más temprano.
Hikari agradece y va corriendo a buscarla pero en medio del camino su estómago manifiesta un tierno sonido de hambre.
Hikari: ek* tengo hambre, creo que mejor comeré algo— busca en sus bolsillos sin encontrar ni un centavo. —me...mejor iré a casa.
♦♦♦♦♦
Entretanto Mitsuragui meditaba en medio de la obscuridad, en eso uno de los malhechores entraba para cerciorarse que todo estaba en su lugar.
Mitsuragui: oye...
— ¿Hmm?—
Mitsuragui: ¿Podrías quitarme la Blusa?, tengo algo de calor.
Los instintos masculinos de aquel malhechor despertaron ante tan propuesta.
—Ya que insistes—
Sin quitarles las cadenas que la aprisionaban el malhechor lentamente la desbotonaba hasta que su mirada se prende antes los pechos de Mitsuragui. Su cara de pervertido se hacía notar.
Mitsuragui: ¿Te gusta verdad?— decía con una mirada picarona y una voz coqueta.
— ¿Qu...Que?—
Mitsuragui: anda...puedes tocarlas.
— ¿Es...Es enserio?—
Mitsuragui: estamos solos...aprovéchalo. —Su encantadora belleza y su excitante figura hacia que el sujeto deje salir aquel instinto.
—Como digas nena—
Lentamente acariciaba los pechos de la doncella, besaba su cuello y su cuerpo semidesnudo mientras intentaba quitarle el brasier.
Mitsuragui: sabe...—le susurraba suavemente al oído— quítame las cadenas de los pies.
—no...no puedo hacerlo—
Mitsuragui: no te preocupes—le seguía susurrando— de todas maneras las cadenas de mi cuerpo y manos me impiden usar mi energía— lame delicadamente su oído— si lo haces tendrás acceso a mí entrepierna...te haré sentir a lo grande.
El sujeto preso a sus fuertes instintos se dejo llevar y con un clip, gracias a su experta manipulación, abrió el candado y saco las cadenas de sus pies.
—Listo, ¿en que estábamos?—
Se para y Mitsuragui le tira una gran patada en el punto débil de un hombre, acto seguido frente al gran dolor del tipo, ella vuelve a tirarle otra patada en la cara mandándolo hacia la pared y dejándolo completamente KO.
Mitsuragui: bien ahora tengo que librarme de esta— intenta concentrar su mana internamente y enviarlo hasta sus pies. Después de unos minutos sus pies empiezan a brillar, se para firme y con una increíble patada hacia las cadenas de su cuerpo lo rompe en su totalidad. Vuelve a pararse firme y con el taco, doblando de una manera espectacular, dirige el golpe hacia atrás impactando en la cadena que sujetaba sus manos para romperlas en varios pedazos.
Mitsuragui se coloca su blusa y al fin libre rompe la puerta para poder escapar pero su libertad no duraría mucho puesto a que en su enfrente se encontraba Dylan Townsend cruzado de manos.
Dylan: me sorprende que hayas roto mis cadenas Mitsuragui, eres sorprendente.
Mitsuragui: Dylan... ¿Cómo es que tu...?
Dylan: Cuando mis cadenas son destruidas puedo sentir una alerta en mi cuerpo.
Mitsuragui: eso quiere decir que tengo que derrotarte para salir.
Dylan: me gusta tu intelecto.
Mitsuragui incrementa su energía lista para comenzar con la batalla.
Dylan: el poder del 7mo legendario, me gusta.
Ella corre a toda velocidad hacia Dylan.
Dylan: [Cadenas del Juicio] — varias cadenas salen de sus manos— solo necesito tocarte con mis cadenas para retener nuevamente tu energía y así la victoria por ende es mía.
Todas las cadenas intentaban tocarla pero ella los esquivaba constantemente.
Mitsuragui: no puedo avanzar –expresaba mientras que aún seguía esquivando los ataques constantes de las cadenas, tanto así que solo podía tocar el piso por un segundo ya que saltaba y esquivaba para no poder caer ante su técnica.
Dylan: estas atrapada, es cuestión de que el cansancio se haga presente y así perderás.
Mitsuragui: no puedo permitirlo—empieza a crear una bola de energía del color del sol de sus manos. — [Brillo de Luz] — Lanza la bola de energía hacia Dylan pero este logra usar sus cadenas como escudo para protegerse.
Dylan: Necesitas más que eso Mitsuragui.
Mitsuragui: Tsk* — vuelve a crear 2 bolas de energía, una en cada mano.
Dylan: ¿De nuevo?...es inútil – manifiesta con una sonrisa.
Mitsuragui: [Brillo de Luz] — Lanza una bola al cielo atrayendo un poco la atención de Dylan y aprovechando el tiempo en que su mirada apuntaba hacia la bola que estaba dirigiéndose al cielo vuelve a lanza la otra bola hacia él.
Lamentablemente reacciona a tiempo y utiliza sus cadenas como escudo.
Dylan: ya te lo dije...es inútil.
Mitsuragui: demonios – una pequeña distracción hizo que las cadenas que esquivaba tomaran su mano.
Dylan: Hake mate.
Las cadenas rápidamente aprisionan a Mitsuragui privándole del uso de sus poderes.
Dylan: ¿Crees que un truco barato podía detenerme?, no trates de subestimarme.
Mitsuragui: lo mismo digo.
La bola que fue dirigida hace unos momentos al cielo caía rápidamente hacia Dylan Townsend.
Dylan: ¿Qué? – el ataque impacta a Dylan creando una gran explosión.
Gracias a eso las cadenas de Dylan dejaron su efecto por unos segundos por lo que Mitsuragui aprovecha para liberarse.
Dylan: Maldita – se tomaba el brazo izquierdo – de no haberme movido unos milisegundos estaría muerto, buena jugada.
Mitsuragui: deberías mirar a tu alrededor antes de atacar – crea 2 esferas de energías y los cubre en cada puño. De esta forme corre con mucha velocidad hacia Dylan.
Dylan: lo mismo digo.
Varias cadenas aparecen del suelo formando un cuadrado alrededor de ella para capturarla.
Mitsuragui: es una trampa.
Dylan apunto masticar la victoria es interrumpida ante una nueva técnica de la Jefa de hichidori, puesto a que las esferas que rodeaban sus puños fueron creciendo más y más hasta cubrir todo su cuerpo de una gran barrera de energía, las cadenas que impactaban y atravesaban la barrera en pocos segundos eran destruidas.
Dylan: no puede ser.
Ella con la barrera encima corría a velocidad para atacarlo.
Dylan: «aproximadamente solo duran 2 segundos adentro de la barrera antes de ser destruido, además por el tamaño de su barrera es imposible de que mis cadenas la alcancen, ya veo entonces...» — Con sus cadenas crea una gran lanza y con toda su fuerza lo lanza hacia Mitsuragui.
La lanza penetra la barrera pero antes de que este logre tocar a Mitsuragui se pulveriza en varios pedazos.
Dylan: Bien. — saca una navaja.
Mitsuragui: ¿Eh?
Uno de los pedazos que volaba dentro de la barrera tenía un pergamino de transportación a lo que Dylan usa tal técnica para cambiar su cuerpo con la del pedazo y aparecer frente a ella dentro de la masa de energía.
A pesar de que su cuerpo se quemaba a tal punto en solo unos milisegundos aprovecha para clavar la navaja en el hombro de la chica, aquella navaja que estaba hecha por el mismo metal que conformaba sus cadenas y por ello pudo privatizarla de sus poderes y su mana.
La barrera se destruye y Mitsuragui cae de rodillas con el hombro sangrando y clavado por la cuchilla.
Dylan, muy cansado aprovecha para usar su técnica y esta vez capturarla por completo.
Dylan: un poco más...y hubiera muerto, eres muy fuerte 7mo legendario.
Mitsuragui: eres...un maldito.
Dylan sonríe y golpea muy fuerte la cabeza de la chica desmallándola en el acto.
En eso viene Aron junto al descuartizador.
Aron: ¿Qué pasó?...Tu ropa está casi destruida y tu piel tiene severas quemaduras de 2 do grado.
Dylan: solo intenta bajarme un poco el dolor, no hay tiempo, ya es el momento de empezar.
♦♦♦♦♦
Ya se estaba haciendo tarde y Hikari, con el estomago vacio que no paraba de sonar, ya estaba a metros de la casa.
Hikari: ya estoy cerca – volvía a rechinar su estomago.
En eso en una cuadra ella podía sentir una gran presión en el ambiente y sin darse cuenta se cruza con aquel sujeto que podría marcar su vida.
Hikari: Be...¿Benji?
Byakuya (Benji): oh... ¿Te conozco?
Pandora: es esa niña...
Hikari: ¡Pandora!
Byakuya (Benji): ya veo así que se conocen.
Pandora: ¿Sigues pensando en que tu amiguito volverá? – expresa con una macabra sonrisa.
Hikari: esta...presión es demasiada. – intentaba dar unos pasos atrás mientras que su cuerpo temblaba inconscientemente. — ¿Qué es esto? – piensa muy incómoda.
Byakuya (Benji): oye...tú... ¿Bailas?
Hikari: ¿eh?
De repente una gran fuerza abrumadora retumbaba su cabeza.
Hikari: Mi...cabeza...me duele. – expresaba llena de dolor agarrándose la cabeza con ambas manos.
Byakuya (Benji): Me gustaría saber cómo luce un cerebro afuera del cráneo.
Hikari: ¡AAAAHHH!
Gritaba de sufrimiento a más no poder mientras que el demonio se mofaba de su dolor.
Byakuya (Benji): Muere...
Hikari: ¡AAAAHHH! ¡EN...EN...[ENREDADERA]!
Byakuya (Benji): ¿Mmm?
Varios tallos salen del piso golpeando sorpresivamente a Byakuya y a Pandora al mismo tiempo mandándolos a volar muy lejos y estrellándolos hacia una gran pared.
El dolor de Hikari se esfumó y muy agitada por lo ocurrido se intentaba recuperar.
Hikari: el...el no es Benji... ¿Quién diablos es?...
En eso el dios de la muerte aparece por detrás de ella haciéndola caer de la impresión.
Byakuya (Benji): Impresionante, ¿Eres de Hichidori?
Hikari: no...soy...soy solo...una estudiante.
Byakuya (Benji): así que una estudiante común...me impresionas, desde mi última batalla contra Dios nadie me había golpeado, el ultimo que lo hizo fue Dios.
Hikari: ¿eh?
Byakuya (Benji): Eres fuerte, veo determinación...tú podrías ser de mucha ayuda.
Hikari: ¿A...a que te refieres?
Byakuya extiende su mano.
Byakuya (Benji): ¿Te gustaría formar parte de Harukaze?
Hikari: ¿Eh?
Byakuya (Benji): Te convertirás en un ser supremo, tendrás lujos y vida eterna, serás un Dios.
Ella pretendía calmarse un poco y pensar bien en la propuesta del demonio, respiró hondo y declara:
Hikari: trae a Benji devuelta
Byakuya observa aquella mirada de determinación y se da cuenta que aquel miedo que ella sentía antes se había ido por unos momentos.
Byakuya (Benji): ya veo...— sus ojos vuelven a transformarse en la estrella invertida – entonces te mataré.
Hikari intenta escapar pero su cuerpo lo impedía.
Hikari: no...no puedo moverme.
El caído crea una especie de espada negro listo para matarla de un solo ataque.
Los segundos se pusieron angustiantes, en esos segundos ella podía sentir como pasaba toda su vida alrededor de sus ojos.
Lentamente ve como la espada se acercaba hasta tocar su cuerpo, unas cuantas lágrimas salieron de sus parpados mientras los cerraba para no ver su final.
Hasta que...
Byakuya (Benji): ¿Qué? – ve que su espada estaba totalmente rota.
Hikari abre sus ojos y observa una camisa blanca muy cerca de ella mientras escuchaba una dulce voz.
— ¿Estás bien?—
Ella alza la mirada para ver aquel héroe que esperaba tanto ver.
Hikari: se...señor... Ritchell.
Ritchell: Disculpa por la tardanza – dice con una sonrisa aliviando la calma de Hikari que estaba feliz muy feliz al borde de las lagrimas.
Hikari: si.
Byakuya (Benji): Ritchell.
Ritchell: ustedes...son unos malditos.
El sorpresivo regreso de Ritchell asombra a Byakuya, ¿Será que al fin alguien podrá detenerlo?
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