El Regreso del Diablo

Aquellos ojos que mostraban la maldad absoluta, esa alma corrupta que se hundió en venganza ahora regresa para completar su objetivo, "El exterminio de la raza humana", el hijo de Dios que cayó en la depravación, "Byakuya Anakoichi".

Pandora: al fin...después de tanto...mi dios ha vuelto— manifestaba derramando lagrimas de sangre.

Byakuya (Benji): Este olor a sangre, que bien se siente, esperaba mucho por este momento y como desde un inicio se lo juré a mi padre...mi objetivo será un hecho.

Pandora: En-Demus....mi dios.

Byakuya (Benji): Pandora... ah pasado tiempo.

Pandora: Y mucho mi señor...ahora al fin...el objetivo de "Harukaze" se cumplirá.

Byakuya (Benji): Has de beber la sangre de la maldad, ahora este es mi legado.

Pandora: Ya no será necesaria la búsqueda de los legendarios, avisaré a los miembros.

Byakuya (Benji): no, necesitamos aún a los 7 legendarios.

Pandora: entiendo.

Byakuya (Benji): es una noche muy brillante y pesada— da media vuelta y con una sonrisa expresa— visitemos a alguien.

Eran las 1:00 de la mañana y en la iglesia central de la ciudad de Roma—Italia el sumo pontífice daba una pequeña oración en un ambiente solitario en donde solo la seguridad se encontraba a fuera vigilando, en eso el viento sopla fuerte y las velas se llegan a apagar dejando el lugar en una total obscuridad, en eso los truenos suenan fuertemente y un sujeto sin el permiso de nadie avanza en medio de la obscuridad.

Sumo Pontífice: ¿Quién eres?

—Pides clemencia ante un ser que ya no existe, tu esperanza es inútil deja aquello en el olvido e inclínate ante tu nuevo dios—

Los truenos vuelven a sonar iluminando por unos segundos el rostro de la maldad. Byakuya
Anakoichi. Quien llevaba una mascarilla de gas para cubrir las heridas de su labio producida por sus garras

Sumo Pontífice: esos ojos, no puede ser...tú.

Byakuya (Benji): nos volvemos a ver padre.

La sorpresa al ver al mismo demonio en persona hace que el padre retroceda unos metros sin darse cuenta se tropieza y cae al suelo.

Sumo Pontífice: es imposible...tu no deberías haber vuelto— expresaba con mucho temor.

Los truenos retumbaban cada vez más fuerte.

Byakuya (Benji): Es el fin padre...la era de la obscuridad llegó, este mundo pronto se llenará de desesperación.

En eso el padre ve que de su manta empieza a salir millones que cucarachas y gusanos inundando todo el piso, no podía mover su cuerpo mientras que los insectos se subían a su cuerpo mordiendo cada parte de su piel.

El padre santo lleno de dolor intenta pedir ayuda pero sus ruegos no alcanzaban a nadie, en eso fija su mirada hacia la cruz y ve que estaba totalmente volteada de cabeza y lleno de mucha sangre vuelve a mirar hacia la estatua de la virgen y observa con mucho terror como aquella estatua empezaba a llorar sangre mientras que lentamente le crecía pelo de la nada, unos cuernos enorme salían de su cabeza y su bello rostro cambió drásticamente a una especie de animal, como si fuera un venado fusionado con un cordero, sus ojos brillaban y el cielo se puso absolutamente rojo , la figura de la estatua era horrible, tan horrible que el padre empezó a llorar, el aire se le acababa mirando como la iglesia se llenaba de gusanos. Era asquerosamente monstruoso.

El padre cierra los ojos y vuelve a abrirlos, felizmente todo volvió a la normalidad y entre los brazos de los guardias que intentaban preguntarle que sucedió y él porque de su repentino desmallo, el Sumo pontífice no pudo decir una sola palabra y cayó en un profundo sueño.

Los poderes del demonio ya están abriendo paso para iniciar con una catástrofe mundial.

¿Quién podrá detenerlo?

♦♦♦♦♦

Ya era el día, hoy el Eclipse daría su presencia a medianoche y los planes de Dylan ya estaban casi por finalizar. Entre tanto aún eran las 4 de la mañana, él sol todavía no salía y Saly pudo despertar de aquel sueño profundo que le había tomado toda la noche por aquella terrible noticia, sin embargo al despertar se da con la sorpresa de que Hikari se encontraba sentada a su costado con un profundo sueño tomando su mano.

Saly: ¿Kobayashi? —dio una pequeña sonrisa y al retirar lentamente su mano despertó la alerta de Hikari.

Hikari: ¡Un intruso! — despertó exaltada.

Saly: no te preocupes no hay nadie.

Hikari: ¿ah?...parece que tuve un mal sueño... ¿te encuentras bien?

Saly: ¿eh?...si...si estoy bien...me sorprende que te hayas molestado en visitarme.

Hikari: eh...bu...bueno no...no es que me importe— expresaba muy nerviosa y ruborizada mientras que Saly al ver su expresión dio una pequeña carcajada.

Saly: Gracias.

Hikari: mmm...

Saly: seguro pensarás también que soy una boba en creer en Benji en estas circunstancias.

Hikari: Yo...yo no creo eso.

Saly: ¿eh?

Hikari: También pienso alguien está detrás de todo esto, alguien...o algo.

Saly: ¿Algo?

Hikari: lo vi cuando salía de su casa, vi su expresión...su mirada, no era él...parecía alguien más.

Saly: ¿Tú también lo crees?, entonces me ayudarás ¿verdad?

Hikari: ¿Qué?

Saly: Quiero llegar al fondo de todo este asunto... ¡Quiero salvar a Benji!

Hikari se sorprendió ante el alto entusiasmo y fuerza de voluntad que mostraba Saly a pesar de todo lo que le había pasado por lo que sonrió y aceptó su propuesta.

Ambas se quedaron charlando y jugando hasta que el sol amaneciera, Hikari se quedó dormida por trasnocharse mientras que Saly se alistaba para poder partir con ella.

♦♦♦♦♦

Un nuevo amanecer resplandecía ya faltaba solo unas cuantas horas para que el eclipse se manifieste y el plan de Dylan Townsend de su último toque y para ello en una cabaña de un pequeño pueblo abandonado tenían capturado a la jefa de la organización Hichidori, Elena Mitsuragui vigilada por varios secuaces. Amarrada en ambas manos y pies por unas cadenas especiales hecho por Dylan, ella no podría zafarse y menos usando alguna técnica especial ya que esas cadenas también retenían el flujo de mana de las personas.

—Oye linda ¿qué tal si nos divertimos un poco?—expresaba aquel malhechor con una mirada pervertida.

Mitsuragui: no te atrevas a tocarme si es que quieres conservar tu orgullo de hombre— miraba los testículos del hombre.

— ¡¿Que has dicho perra?!—

En eso entra DylanTowsend deteniendo al sujeto.

Dylan: te recomiendo no intentar nada con ella si es que aprecias tu vida, la conozco demasiado y créeme que ella puede estrangularte sin siquiera usar sus manos y pies.

Dylan hace una señal con sus dedos para que todos dejaran de inmediato la sala dejándolo a solas con la chica.

Dylan: me disculpo.

Mitsuragui: ¿Por qué haces esto?

Dylan: ya te lo dije, es por la ciencia, para ver mas allá de lo que podemos imaginar.

Mitsuragui: mentira, hay algo más, te conozco perfectamente.

Dylan: es cierto, no hay manera de engañarte...solo quiero preguntarte... ¿Qué harías tú si pudieras traer a la vida un ser querido?

Mitsuragui: ¿un ser querido?

Dylan: por supuesto, no se...un primo, un amigo, tu esposa...tu hijo.

Mitsuragui: Dylan...no me digas que tú...

Dylan: es verdad, tú no lo entenderías...no lo comprenderías porque tú no tienes corazón, eres una persona fría, alguien que no le importa sacrificar la vida de las personas a cambio de lograr tus objetivos, me das asco. — Empieza a ahorcarla con una mano— le haré un gran favor a la sociedad acabando contigo,...voy a disfrutar admirando cada segundo de tu muerte lenta y dolorosa— se despega de ella y la empuja hacia el piso, la falta de aire hizo que empezara a toser de una manera brusca. — ya falta muy poco. — cierra la puerta sumergiendo la sala en una total obscuridad, las horas ya contaban el inicio del fin.

Entretanto era ya de día y el dios de la muerte miraba con expectativa todo lo que le rodeaba dando un pequeño paseo junto a la demente Pandora.

Byakuya (Benji): el mundo ah cambiado desde aquel momento, la mano de aquel que juró transformar un mundo mejor dejó por los suelos la existencia de este planeta.

Pandora: pero eso va a cambiar mi señor, ya que al fin ante usted está la salvación y en sus manos se encuentra la llave de la gloria.

En ese momento llegan a un parque cercano en donde había muchos niños jugando, entre ellos uno patea muy fuerte el balón cayendo hacia los pies del mismo demonio. El pequeño se acerca para pedir de una manera cortes su balón sin darse cuenta que estaba frente a frente con el ser que peleo cara a cara con dios.

Niño: disculpe señor... ¿me podría devolver el balón?

Aquel demonio con una voz ronca y tétrica se acerca muy feliz al niño para decirle que...

Byakuya (Benji): ¿Puedo...jugar con ustedes?

Luego de unas cuantas horas, en una esquina detrás del parque Reinhard caminaba muy pensante sosteniendo un pequeño anillo, un pensamiento que se transformaba en un pequeño corte de escena de aquel pasado.

Flashback:

— ¿Matrimonio? ¿Es enserio? — expresaba un compañero con una cara llena de sorpresa.

Reinhard: shh no hagas tanto ruido— decía avergonzado.

—Pero viejo estamos hablando de Mitsuragui la jefa de Hichidori no crees que es algo descabellado pensar en eso además ¿no es un poco mayor para ti? Aunque pensándolo bien ella conserva su juventud a pesar de su edad.

Reinhard: eso no tiene nada que ver.

— ¿Estas muy seguro de esto?...a decir verdad creo que ni siquiera son pareja y dudo mucho que ella quiera tener uno.

Reinhard: eh conocido mucho a la Señorita Mitsuragui desde tanto tiempo, la eh admirado desde pequeño, a pesar de haber sido abandonado por mi familia ella me acogió cuando apenas era un niño y desde aquella vez siempre estuve a su lado, conozco mucho de ella su forma de ser sus fortalezas y debilidades, mucho más que nadie sabe y creo que ella también, siempre me ha protegido a pesar de todo.

— ¿No crees que ella aún te ve como un hijo?

Reinhard: ya no soy un niño...tengo 20 años y se perfectamente en lo que hago, si hay una persona que debe estar a su lado ese tengo que ser yo— manifiesta con una gran determinación visualizados en sus ojos.

Aquella admiración desde muy joven se transformó en amor, aquel caballero hará de todo para romper ese corazón de cristal que tiene la líder y espera poder hacerlo.

Fin del flashback.

Reinhard: cuando termine todo esto le diré lo que siento— aprieta el anillo formando un puño de valentía que el caballero de cabello rojo carmesí está dispuesto a hacer de todo para afrontar tal situación.

Un olor a humo siente Reinhard por lo que al doblar la esquina ve un gran grupo policial rodeando la zona que al mirar un poco más cerca observa que el parque estaba totalmente quemado.

Reinhard: ¿Qué pasó?

Policía: no lo sabemos señor, escuchamos una fuerte explosión y cuando llegamos esto ya estaba totalmente en cenizas.

El caballero se acerca un poco más para mirar una escena muy escabrosa, triste y dolorosa. Había cuerpos de más de 50 niños totalmente carbonizados, tanto bebes como pequeños de una edad alrededor de 5 años para abajo junto a muchas madres que parecían calaveras hechas para la ciencia ficción, mientras que por un lado se escuchaban gritos desgarradores de varias madres llorando por sus pequeños que hoy en día murieron de una manera muy fea.

Aquella escena puso muy mal a Reinhard que casi parecía que quería vomitar, después de recibir el informe de los efectivos percibe una presencia muy perturbante muy cerca del lugar por lo que decide ir a ver para saber qué es lo que estaba pasando.

♦♦♦♦♦

Eran las 10 de la mañana y después de un pequeño tratamiento y un par de consejos acompañado con algunos medicamentos el doctor le da, al fin, la alta médica a Saly.

Ella agradece, se retira y camina hacia la sala en donde Hikari descansaba por el momento pero para su sorpresa al abrir la puerta se encuentra nada más y nada menos que con sus tíos.

Saly: ¡Ti...Tíos!

Richard: Saly debemos irnos.

Saly: ¿Por qué?

Astesia: nos enteramos de todo lo que ah pasado— la sujeta del brazo— sabia que traerte aquí era una mala idea.

Saly: pe...pero yo.

Astesia: sin peros jovencita...venir aquí solo te ha traído más dolor y sufrimiento.

Saly: es que no puedo, yo aún necesito...

Richard: lo siento.

De pronto su tío saca una especie de somnífero y lo lanza al rostro de la muchacha causándole un profundo sueño que rápidamente da efecto y la desmalla por completo, en ese instante aprovecha para cargarla y sacarla de allí.

Astesia: lo lamento Saly pero aquí corres peligro.

Richard: tenemos que darle las gracias a Rei, sin él esto podía haber empeorado.

Astesia: tienes razón.

♦♦♦♦♦

En un gran centro comercial en donde había mucha gente Byakuya y Pandora daban un pequeño paseo, el aura que rodeaba su cuerpo hacia que cada persona que cruza a su alrededor se sienta deprimida, en ese momento un grupo de 3 parlanchines se acercaron a él.

—Oye enano aún falta para hallowen pequeño otaku demente— se mofaba ante las risas de sus amigos.

En eso su compinche se acerca para golpearlo pero Byakuya alza su mirada y hace que el sujeto retroceda y cambie su rostro de burla a miedo, crea una navaja y se lo da al hombre.

Byakuya (Benji): tú ábrele el estomago a tu amigo.

—Pero qué diablos dices— se reía hasta que de pronto su amigo se acerca velozmente y lo apuñala con la navaja haciendo un corte profundo.

Su sorpresa era tanto que veía como la cuchilla incrustado en su estomago bajaba lentamente creando un corte más y más grande hasta que al llegar a la entrepierna se podía ver un gran orificio de carne que a los pocos segundos su estomago e intestinos se desprendían de su cuerpo cayendo al suelo.

El chico estaba completamente asustado por lo que acababa de hacer.

Byakuya (Benji): bien, ahora comételo. — señalaba con su mirada los intestinos del suelo.

El chico sin poder reaccionar camina hacia la masa de carne y comienza a comérselo de una forma asquerosa, era obvio que el maldito estaba manipulando su mente, en eso el otro amigo se acerca y expresa.

—Valla viejo eres la gran...ostia— expresaba maravillado.

Pandora: está drogado.

El chico agarra los hombros de Byakuya como si no pasara nada.

—Amigo enséñame a hacer esos trucos, realmente ganaríamos un óscar, es tan real—

Byakuya (Benji): no te afecta mi aura, me agradas.

—tú también, porque no nos vamos a divertir—

Ambos entraron a una sala de juegos para jugar como nunca habían jugado antes, después se sentaron en un rincón mientras que el chico sacaba un cigarrón de papel con cocaína en su interior.

—Viejo...— soplaba y ex salaba el humo con mucho furor— esta merca es de las buenas ¿Quieres probar?

Byakuya (Benji): no gracias.

—Anda dale, no pasa nada—

Byakuya (Benji): no lo necesito...pero tú sí.

—Te la pierdas bro—

Ambos charlaban de lo más a gusto hasta que de pronto el sujeto empieza a toser.

Byakuya (Benji): ¿te sientes mal?

—descuida—

En eso su toz no paraba hasta comenzar a votar sangre, seguía y seguía intentando detenerse pero no podía, cada vez más votaba más y más sangre hasta empezar a vomitar trozos de carne de su boca acompañado con un mar de sangre, el chico no podía detenerse, su garganta se desgarraba observando el rostro de burla del mismo demonio a su costado, vomitaba más y más hasta expulsar de la boca su palpitante corazón.

El chico cae muerto en un gran charco de sangre ante la sonrisa macabra del demonio que se había sacado su máscara.

Pandora: padre no deberíamos perder más tiempo.

Byakuya (Benji): Paciencia, ya todo lo tengo calculado. — se vuelve a colocar la máscara.

Después de una pequeña caminata una chica vestida de sirvienta con orejas de gato se acerca a Byakuya.

—Disculpe amo ¿tiene hambre? , en nuestro maid Café le podemos dar un buen servicio y grata atención—

Byakuya (Benji): ¿Un restaurant?

—Venga señor no sea tímido— la chica lo toca y rápidamente su estado de ánimo cambia hasta verse más depresivo y triste.

El demonio sonríe y entra a dicho lugar en la cual es recibido por varias chicas lindas vestidas de sirvienta con orejas de gato.

— ¡Bienvenido amo!—dicen todas las chicas.

En eso Byakuya camina a sus alrededores cambiando bruscamente el estado de ánimo de las doncellas, se sienta a una mesa y una chica linda los atiende.

— ¿Qué le sirvo mi amo?—

Byakuya (Benji): dame la especialidad de la casa.

—Entendido— se va.

Byakuya (Benji): a veces me pregunto qué tan extraño puede ser la raza humana, que ridículo.

Pandora: lo mismo digo.

Byakuya (Benji): si...me da asco. — El maid café explota fuertemente calcinando a todas las personas de adentro junto a las chicas.

La alerta sonó y todas las personas cercas comenzaron a correr y 4 caballeros de plata llegaron a calmar la situación en ese entonces Byakuya aparece en medio de todo el humo con una aura espectral.

— ¿Qué rayos? ¿Quién eres?—

Byakuya (Benji): caballeros de plata...necesitaba ¡verlos! – una gran corriente de aire empuja con mucha fuerza a los caballeros que de inmediato sacan sus espadas.

—En nombre de la ley queda arrestado— va tras el demonio que esquiva el ataque de la espada y con un brazo traspasa el cuerpo del caballero.

—Maldito—

Los caballeros restantes ataquen en conjunto pero ante la velocidad suprema del enemigo ningún ataque logra atinarle.

Byakuya (Benji): necesitan más que eso— da un salto y crea una pequeña bola de metal. — sostén esto.

El caballero agarra la esfera y ve que varias púas salen de allí, la bola explota y las agujas como si fueran balas salen desprendidos clavando a los tres caballeros en todo el cuerpo.

Byakuya (Benji): aquellos que se atreven a ofender a un dios caerán en desesperación.

—Así que tú eres el causante de todo esto—

Byakuya (Benji): ¿Quién eres?

—Soy el caballero rojo carmesí, Reinhard—

Byakuya (Benji): interesante.

Sin darse cuenta Reinhard está a punto de pelear cara a cara contra el dios de la muerte.

https://youtu.be/_ob99YzPsts