EL LEGENDARIO CAP 41: "El inicio del camino" Parte 2
Después de aquel sorprendente día me día cuenta que Yumi era algo más que un simple humano, diría mucho más.
Era sábado y tendríamos nuestra primera cita y como lo supuse Yumi llegaba tarde.
Yumi: lo...— agitada— siento, me retrasé un poco.
Dylan: si no te preocupes, 30 minutos tarde no es nada— expresaba con sarcasmo.
Ella llevaba un vestido Rosa pastel como su pelo. Se veía realmente linda.
Yumi: lo siento.
Dylan: olvídalo, ¿Vamos?
Yumi: sí.
No conocía muy bien las costumbres que había en este país pero eso no impidió que pase un buen rato con Yumi.
Fuimos al zoológico, a Yumi le encantaba ver mucho a los animales y más a los loros, ni gato ni perro, el animal preferido para ella es un loro, algo muy curioso pero a la vez gracioso.
Verla divertirse tanto hablando con el animal me hacía sentir un tanto extraño pero a la vez muy cálido, creo que esa sensación al estar a su lado me hacía olvidar el resto.
Yumi: tengo hambre.
Dylan: sí, sí.
Yumi: eh...Dylan-kun.
Dylan: ¿Kun? , ¿Es algún juego de palabras o una moda?
Yumi: no... co...como un respeto...y bueno...— decía muy nerviosa.
Dylan: está bien, no te preocupes por el detalle, puedes llamarme solo Dylan, ¿de acuerdo?
Yumi: bueno.
Dylan: ¿y dónde quieres ir?
Yumi me dirigió a una dulcería, entramos y me encontré con un grupo de jovencitas con una especie de uniforme de sirvienta acercándose y con una dulce voz nos decían.
—Bienvenidos—
Me sentí un poco nervioso y más aún tener a Yumi mirándome de una forma muy extraña.
Dylan: pa... ¿pasa algo?
Yumi: las estas mirando demasiado— me recriminaba con una mueca de enojo mientras nos sentábamos.
Dylan: ¿Tienes celos?
Yumi: ¡¿Qué?!....yo...de...que estás hablando...yo...tu...eh...feliz navidad
Dylan: las incoherencias de tus palabras te delatan. — con mi dedo apretaba sus mejillas.
En eso hicimos nuestros pedidos, Yumi escogió un batido y una tarta de manzana mientras que yo solo tomaba una taza de té con una torta de chocolate. El rostro de felicidad que mostraba Yumi al saborear cada pedazo de tarta era impresionante, de seguro era su favorito por eso lo pidió.
Ella comía con unas enormes ganas que no se daba cuenta que tenía el cachete manchado con un poco de crema.
Dylan: deberías a prender a comer mejor ¿sabes? — me acerqué para limpiarla con una servilleta.
Yumi: ¿qu...que...que...que haces?
Dylan: solo te limpio.
Yumi: no soy una niña.
Dylan: pues no lo demuestras.
Otra vez el rostro de Yumi estaba rojo, hace unos días la veía muy animada pero ahora la eh visto muy nerviosa en todo este tiempo, de seguro era por los nervios de tener su primera cita.
Yumi: o...oye Dylan.
Dylan: si, ¿qué pasa?
Yumi: a...abre la boca— acerca su cuchara con un pedazo de su tarta para convidarme
Dylan: a ok, gracias— acepte el pedido y saboree el pedazo que de hecho estaba muy rico. Las maids, que así me dijo Yumi que se llamaban, nos miraban extraño y nos mandaban piropos, como que tierna pareja y todo por el estilo, debe ser porque éramos la única pareja aquí aunque en mi País era normal que la gente compartiera sus alimentos.
Las maids llamaron a Yumi para hablar algo que yo ni pude escuchar, Yumi puso una cara de preocupación y comenzaron a llevársela al vestuario en contra de su voluntad.
Al salir Yumi aparece vestida como una de ellas, realmente se veía muy linda y dulce con ese traje de sirvienta.
Yumi: Dy...Dylan ¿Co...como me veo?
Dylan: ah...eh...— se veía tan linda que no pude decir alguna palabra cosa que aprovecharon las demás para reírse de mí.
—Que tierno es tu novio—
—Sí que tierno— decían
Al salir Yumi me sostuvo de mi manga.
Yumi: esto...Dylan...
Dylan: ¿Hmm?
Yumi: ¿po...podemos tomarnos de las manos?
Dylan: entiendo— delicadamente toqué su mano para abrazar su palma, realmente era pequeña y suave.
Dylan: oye.
Yumi: di...dime.
Dylan: te sudan las manos.
Yumi: ¡¿Ehhh...?!
De esta manera caminamos juntos como si formáramos un lazo entre nosotros con tan solo juntar nuestras manos, ese sentimiento cálido que era difícil describir .
********************
Por ultimo fuimos al cine y de nuevo a comer algo, era de noche por lo que decidí acompañarla al bus.
Dylan: ¿Quieres que vaya contigo?
Yumi: no te preocupes, estoy bien.
Dylan: sabes, no me hablaste de tu familia, ¿es algo que no debería enterarme?
Yumi: no...es solo que— en ese momento viene el bus de Yumi— bueno tengo que irme, fue muy divertido.
Dylan: también me divertí.
Yumi: adiós— se despedía moviendo sus manos mientras el bus la llevaba.
Dylan: solo ha pasado una semana desde que vine, de vivir en la pobreza ahora tengo una casa, una escuela y una novia que irónico.
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En la iglesia Susugaku.
Yumi: ya llegué...
—Has tardado mucho, ¿A dónde fuiste? — Decía un sacerdote que caminaba desde las sombras—
Yumi: solo fui a caminar un poco.
—entiendo, bien alístate, es hora de entrenar—
Yumi: si...
Yumi se colocó su ropa de combate y caminó por un pasillo secreto en donde se dirigía a un gran campo de batalla. 10 Bestias encerradas la esperaban.
— ¿Lista? —
Yumi: si...
Ella aumento su poder y corrió hacia las bestias que tenías una sed de sangre.
—Pelea con todas tus fuerzas—
Yumi recordando sus momentos divertidos *con Dylan* perdió la concentración y las bestias lograron alcanzarla aprisionándola con sus brazos, ellos expulsaban un gas toxico que si respiraba ella moría, las bestias reteniendo a Yumi y expulsando aquel gas toxico era imposible zafarse, el Sacerdote muy molesto utilizó su técnica de encierro para aprisionar a las bestias y salvar a Yumi.
Después de aquella lucha Yumi se recuesta un poco cansada en el sillón de la sala.
—Esas bestias debieron ser un plato fácil para ti, que decepción— se acercaba con un látigo.
Yumi: Ma...maestro es solo que...
—No me vengas con escusas, sabes bien que día tras día debes ser más fuerte, Un legendario como tú tiene el objetivo de salvar al mundo—
Yumi: no...por favor maestro perdóneme.
El sacerdote, que también era maestro de Yumi, apagó las luces y prendió una pequeña lámpara, se acercó a ella y con un suspiro dice.
—Quítate la ropa—
Yumi: por favor maestro...— suplicaba con miedo.
—Que te la quites, ahora— mostraba un rostro con rabia.
Yumi no podía negarse y dispuso a aceptar el castigo, se desnudó y los látigos empezaron a llover hacia el cuerpo delicado de ella.
Comenzó a morder el cojín para que los gritos de dolor no puedan escucharse, aquel dolor que fue un infierno para ella. Las marcas se notaban y la sangre caía al suelo, era demasiado desgarrador vivir aquel momento.
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Aquel día siguiente nuevamente me encontré con Yumi en el camino, ya que Yumi siempre llegaba tarde, lo sé al ver su registro de asistencia, es raro encontrarla en el camino tan temprano a decir verdad todas la veces que eh ido a la escuela la encontraba, ¿acaso estará viniendo temprano por mí?
Yumi: ¡Dylan te quiero!
Dylan: ¿Qué...que....qué? oye ¿Por qué tan de repente?
Yumi: es que quería ver tu cara de vergüenza— expresa con una sonrisa— Es muy lindo.
Dylan: Yumi...— comencé a jalarle los cachetes— sabes que no me gusta ese tipo de juegos
Yumi: lo fiento, lo fiento...
En ese momento vi una pequeña marca cerca la muñeca de Yumi.
Dylan: Esto es...
Yumi: no, no es nada
Dylan: déjame ver. — sostuve su brazo y lo que había pensado era verdad, Yumi tenía una marca en sus brazo. — ¿Quién te hizo esto?
Yumi: me...me caí.
Dylan: es la típica excusa que dice la gente para cubrir una mentira, no me engañas, ¿Quién te hizo esto?
Yumi: ehmm...si...si no... ¡si no crees en las palabras de tu novia es mejor no seguir saliendo! — se desprendió de mí y escapó, la actitud de Yumi me parecía muy extraña aunque en cierta parte es bien rara esto era algo que me tenía muy preocupado.
Esto es extraño, de alguna forma me sentía muy inquieto y enojado. Al llegar a la escuela mis compañeros se acercaron a mí.
—Sabemos que estás saliendo con el legendario—
Dylan: ¿Y?
—como que ¿y?, escucha nosotros lo decimos por tu bien, somos amigos por eso te decimos que salir con ella es realmente peligroso—
Dylan: yo pienso lo contrario.
—Vamos Townsend toda la escuela sabe que sales con ella por compasión—
Dylan: ¿Qué?
—Sabemos que tú no estás enamorado de ella y solo lo haces para quedar bien o me equivoco—
Dylan: no voy a permitir que me insultes.
—Tranquilo, tranquilo te lo digo porque...veamos..., tu relación con ella es más que solo de amigos o mejor dicho de padre a hija...—
Dylan: ¿Qué estás diciendo?
—No vemos como si estuvieras actuando como su novio, oye...aquí entre nos... ¿Ya la has besado? —
Dylan: ¿Qu...Que?...bu...bueno aún no...
—llevas una semana con ella ¿y nada? —
—Ves a lo que nos referimos, Dylan...— me coloca sus manos en mis hombros— ¿Tu realmente estás enamorado de ella? O ¿Qué sientes por ella al respecto?
Dylan: yo...— no sé por qué pero en ese momento no pude decir alguna otra palabra, realmente lo que ellos me dijeron puso en duda mi situación, leí libros y revista para tener un concepto más amplio sobre el amor, pero lo único que encuentro es que solo nace de adentro, como un sentimiento, entonces ¿Yo realmente amo a Yumi? O ¿solo es un sentimiento de amistad?
Al salir Yumi logró acercarse a mí.
Yumi: O...oye Dylan.
Dylan: ¿Si?
Yumi: bueno yo..., Quiero disculparme y sobre lo que te dije.
Dylan: no es para tanto, no te preocupes.
Yumi: Dylan...gracias.
Dylan: de nada.
Yumi: sabes...me alegra que alguien como tú se haya fijado en mí.
Sus palabras de alguna forma me entristecieron, sentí como si estuviera engañándola realmente era muy incómodo, no me imaginaria si le dijera que tal vez la quiero solo como amiga que como novia. Opte por despedirme tocándole la cabeza y decirle alguna excusa para irme solo.
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En la iglesia Susugaku.
Sacerdote: Llegas tarde.
Yumi: discúlpeme maestro.
Sacerdote: ven siéntate— acomodaba el sillón.
Yumi: ¿Sucede algo? — se sienta un poco nerviosa
Sacerdote: eso debería decírtelo... ¿Sucede algo?
Yumi: ¿eh?
Sacerdote: últimamente llegas tarde, sales de casa tus días libres y llegas de noche, tu ritmo de entrenamiento está bajando cada día, ¿Hay algo que me quisieras contar?
Yumi se sentía muy nerviosa y acorralada ante las preguntas del maestro.
Yumi: no...nada está todo tranquilo...es solo que últimamente estoy saliendo con mis amigas— reía angustiosamente.
El sacerdote suspira y luego expresa.
Sacerdote: sabes...te di la oportunidad para que te sinceraras conmigo pero creo te importa más a ese gusano que el destino del mundo.
Yumi: ¿Q...quee?
Sacerdote: ¿Creíste que no me daría cuenta?, de tus saliditas extrañas y tu bajo rendimiento, ¿acaso nunca tuviste en cuenta que podría vigilarte con un guardaespaldas?
Yumi: no...no puede ser...
Sacerdote: patético.
Yumi: ¿Qué piensas hacer?
Sacerdote: todo sea por la salvación de la humanidad.
Yumi: no...no es posible— ella salió de su casa y comenzó a correr hacia la parada del autobús en donde se dirigía a su escuela
Sacerdote: es inútil, es demasiado tarde— expresaba desde lejos.
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Entre tanto llegue al fin a mi casa departamento muy cansado, tanta confusión me mareaba la cabeza, solo pensé en abrir esa puerta y meterme un baño de agua caliente para relajarme, coloqué las llaves en la cerradura dándome cuenta que la perilla estaba abierta y rota.
Dylan: ¿Qué? — abrí la puerta y una persona entre las sombras corre hacia mi clavándome un cuchillo en mi cintura a la altura del estómago.
Dylan: no...puede ser.
El sujeto me empujo y comenzó a correr mientras que yo tirado en el suelo no podía pararme por el dolor, ¿Acaso este será mi fin?
https://youtu.be/u10U7BHQQ2Y
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