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EL LEGENDARIO CAP 40: "El inicio del camino" Parte 1

              Detroit — Michigan 1995.

Detroit uno de los lugares más pobres del país hubo un golpe de estado, mi padre Hansell Townsend, ex militar de Estados Unidos murió producto de una bala perdida en aquel enfrentamiento, sin medicinas ni hospitales solo tuve que contener mis lágrimas y decirle adiós, de esa manera me quedé solo, mi madre murió de cáncer desde muy joven ya que nosotros éramos muy pobres y no teníamos con que ayudarla.

A mi corta edad de 7 años decidí hacer y reescribir mi futuro, un futuro que yo Dylan Townsend Shirayama me propuse a cumplir.

Estuve en un convento casi 2 años luego de vivir en un orfanato por más de 4 años, el viejo señor Macciotti, sacerdote de aquel lugar me entregó unos boletos de viaje.

Dylan: ¿Boletos? ¿Para qué?

Sr. Macciotti: tienes un gran potencial Dylan, desde que llegaste pude ver qué haces cosas que ningún niño a tu edad hacía.

Dylan: no se señor, supongo que saber física cuántica y ecuaciones diferenciales de Euler y Bernoulli lo sabe cualquier niño.

El señor Macciotti tocó mi cabeza con una pequeña carcajada.

Sr. Macciotti: Dylan es tiempo de que mires más allá de lo que puedes imaginar.

Aquellas palabras del señor Macciotti no se borraron de mi mente y gracias a esos boletos viajé en tren a Japón.


Con el dinero que ahorré y que el Señor Macciotti me obsequió pude hospedarme en un pequeño departamento cerca de la escuela "SAKURAGA" que según el sacerdote ya está matriculado.

A mis 14 años llegue a Japón.

***************

Eran las 6:00 am, ya estaba listo para ir a mi primer día de clases con el uniforme que el Señor Macciotti también me regaló, aunque las clases comenzaban dentro de hora y media, caminé mientras observaba esta hermosa ciudad, las flores brillaban con el amanecer y un gran árbol que me decía en mi "ven recuéstate en mi pies" llamaba mi atención y con una curiosidad me senté en aquel enorme árbol para caer dormido unos minutos

Inmediatamente el tiempo se fue volando y con mi mente inconsciente desperté.

Dylan: demonios, ya es tarde...tengo que apresurarme — guardé mi reloj y despegue a toda velocidad hasta que...

—¡Cuidado! — una niña de cabello rosado y estatura muy baja se tropezó conmigo y ambos caímos al suelo.

Dylan: o...oye ¿te encuentras bien?

—Si...estoy bien— se sobaba la cabeza— ¿eh? Ti...tienes ojos azules... ¿eres un monstruo?

Dylan: ¿Un monstruo? ¿Pero qué estás diciendo?

—Si vas a comerte mi cerebro es mejor que te arrepientas— se intentaba defender con un pedazo de rama.

Dylan: ves muchas películas

—Ese uniforme... ¿Eres de esta escuela? —

Dylan: E... eso creo.

—¡Entonces somos compañeros!, mi nombre es Aoyama...Aoyama Yumi— palanqueaba mis brazos de arriba hacia debajo de una manera hiperactiva.

La apariencia de Yumi me hacía pensar que tal vez se tratase de una niña de primaria.

Dylan: yo...Yo soy Dylan Townsend un gusto.

Yumi: Townsend...no ¿eres de aquí cierto?

Dylan: no,soy americano.

Yumi: Wow y ¿cómo sabes tan rápido nuestro idioma?

Dylan: mi Mamá era japonesa.

Yumi: oh ya veo, y... ¿no te vas a comer mi cerebro, verdad?

Dylan: ¡¿Sigues con eso?!

Ella solo mostro una sonrisa y sin descaro tomó mi mano

Yumi: debemos irnos, se nos hace tarde.

Al llegar a la escuela Yumi se despidió de mí para luego marcharse a su salón mientras que yo aún tenía una cosa que hacer al respecto

Oficina del director. 

Director: Dylan Townsend Shirayama, perteneciente de Detroit — estados unidos, si, tu nombre está registrado en esta escuela.

Dylan: ya...veo, entonces hoy comienzo.

Director: si y tu salón será...

Mi salón era la B, entre muy calmadamente y un poco nervioso ante los alumnos y la profesora que estaba por presentarme.

Profesora: puedes presentarte.

Dylan: ehmm...yo soy Townsend...Dylan Townsend Shirayama un...gusto. — los alumnos se habían sorprendido.

—¿Townsend?, ¿es americano? —

—Kyaa es muy guapo—

—qué lindo—

Hablaban las chicas, era de esperarse ya que tener a un alumno diferente iba a llamar la atención, aun así intentaba estar un poco más tranquilo pero mi inquietud se iba a ser mayor al ver a aquella chica sentada casi a la última fila.

Yumi: ¡Waaaaa! ¡Eres tú! — su sorpresivo gritó alertó a los demás compañeros.

Dylan: no puedo creerlo.

Profesora: ¿Se conocen?

Dylan: bueno yo...

Profesora: puedes sentarte a su lado.

Dylan: ¿Eh?...si...

Me senté a su lado aunque me parecía ver a Yumi un poco más hiperactiva.

Dylan: pensé que tu estaba en el salón de primaria.

Yumi: ¿Qué? No... ¡no soy una niña! Tengo la misma edad que tú.

Dylan: ya...ya veo.

Yumi: ¿no me crees verdad? — ponía una mueca.

Dylan: si te creo, por algo estás aquí ¿no?

Y de esta manera mi vida tendría un nuevo camino. Como era de esperarse mis compañeros se acercaban a mí a la hora del recreo para preguntarme todo tipo de cosas, mi idioma, mi costumbre y de porque se hablar el japonés siendo un norteamericano, me sorprendía la cantidad de preguntas y frases que me mostraban, era algo diferente a mi tierra natal por lo que tendría que acostumbrarme.

Los minutos pasaban y me parecía muy extraño ver a Yumi solo comiendo en una mesa aparte, más aún no la veía conversar con otra persona aparte de mí, era muy extraño pero muy fácil de intuir.

Pensé que esta escuela iba a ser muy diferente pero resulta tener algo en común como todas que hay en el mundo, siempre estará "el bicho raro de la escuela".

Al salir intenté acompañar a Yumi a su casa, bueno allí también pasa el bus para ir a mi casa.

Dylan: También eres nueva en esta escuela, ¿verdad?

Yumi: sa...sabes eres muy directo.

Dylan: lo siento, como no te vi con algún amigo pensé que también eras nueva y se te hacía muy difícil conseguir a uno, aunque lo dudo por tu estado muy animado.

Yumi: gra...gracias— decía con una pequeña risa entre sus labios— Veo que aún no te han dicho la noticia.

Dylan: ¿De qué hablas?

Yumi: no nada, nos vemos.

Dylan: está bien, adiós— me acerqué y le di un beso en la mejilla.

Yumi: ¡¿Ehhhh...?!— estaba completamente roja tocándose la mejilla con una mano.

Dylan: ¿Qué sucede?

Yumi: me...me... ¡olvídalo! — corrió sin darme alguna explicación.

Dylan: que chica tan rara.

************************************

Al llegar a mi casa me eché a mi cama para recostarme y regocijarme en mi cama con varias preguntas rondando en mi cabeza,

Dylan: ¿Por qué el señor Macciotti me dio este viaje con escuela incluida a Japón? ¿Por qué me habrá dicho eso?, todo es tan extraño— no pude darme cuenta que en ese entonces me había quedado en un profundo sueño.

Desperté nuevamente y salí de mi pequeño departamento con dirección a la escuela, cruzando aquel árbol de cerezo donde los pétalos de las rosas caían se encontraba Yumi parada a la esquina de dicho árbol.

Dylan: Que milagro verte tan temprano.

Yumi: eh...yo...

Dylan: te ves muy roja y pálida, ¿estás con fiebre?

Yumi: no...no, estoy bien

Dylan: ya veo, ¿te sucede algo?

Yumi: bu...bueno eres la primera persona...que conozco que me ha hablado muy seguido y bueno lo que pasó ayer...

Dylan: ¿sobre la noticia de que me hablabas?

Yumi: no, eso no.

Dylan: ¿de los panes con crema que tanto te gustan?

Yumi: tampoco.

Dylan: mmm...de que me contabas que cuando naciste tenías una cabeza muy grande que tuvieron que traer a 5 doctores para sacarte de allí.

Yumi: ¿eh? ¡Nunca te dije eso!

Dylan: solo bromeaba— expresaba con una carcajada.

Yumi: Eres un tonto— decía con una tierna mueca.

Dylan: está bien dime que no recuerdo bien.

Yumi: bu...bueno...el...el— señalaba su cachete con su dedo

Dylan: el ¿qué?, te pico un mosquito en la mejilla.

Yumi: ¡no! El...el beso... —se tapó la cara con una revista.

Dylan: ¿Beso? No entiendo estás actuando muy extraña.

Yumi: A...ayer me besaste...

Dylan: ¿Qué?

Yumi: si...en la mejilla— estaba muy exaltada.

Dylan: a ya entiendo eso fue...

Yumi: entonces no...no se diga más— interrumpe

Dylan: ¿eh?

Yumi: yo...yo...yo te gusto ¿verdad?

Dylan: ¿Qué, pero que estás diciendo?

Yumi: ya veo así que te cautivé con mi belleza— presumía de sí a pesar de verse muy nerviosa y sonrojada— pero no...no tienes de que preocuparte...yo...yo voy a aceptar...tus sentimientos.

Dylan: realmente se te zafó un tornillo, el beso fue de despedida, en mi país acostumbramos a despedirnos así además acabamos de conocernos ayer.

Yumi: no digas excusas, no ocultes tus sentimientos por mí.

Dylan: esto ya se está volviendo muy incómodo.

Yumi: en...entonces don... ¿dónde será nuestra cita?...

Dylan: ya deja esto, llegaré tarde— solo la ignoré para irme de frente

Yumi: oye espera, acaso ¿me vas a dejar así después de haberte confesado?

Dylan: ¡deja de decir tonterías, nunca pensé en confesarme y menos contigo así que déjame en paz y no me vengas con tus ridiculeces!

Yumi sorprendida por tal manifestación que hice solo opto por quedarse callada y murmurar unas pequeñas palabras.

Yumi: lo siento.

En ese preciso momento puede observar la tristeza que reflejaba su rostro, esa tristeza que de alguna forma me hacía sentir culpable.

El ambiente preocupaba, Yumi ya no me dirigía ni una palabra y más aún cada vez que me acercaba ella se alejaba, si le pedía algún borrador ella me mostraba una cara de enojo, era muy tierna pero preocupante.

oye americano, no deberías acercarte más a ese monstruo— dijo un compañero

Dylan: ¿monstruo?

—¿no sabes? — se juntaron en grupo para contarme en secreto.

dicen que ella es un legendario

Dylan: ¿un legendario?

Si también hemos visto que ella cuando se molesta es capaz de matar

Dylan: no lo creo

muchas personas la han visto en su verdadera forma, es horroroso y da miedo, amigo si aprecias tu vida es mejor no acercarte a ella

Con aquellas supuestas revelaciones pude entender del porque ella siempre se encontraba muy sola algo que aumentaba más mi sentido de culpa.

Dylan: creo que debería disculparme.

Después de unas horas al salir me dijeron que era una rutina diaria limpiar los salones en la salida, pensé que era un castigo pero al pensarlo muy bien no eh hecho nada malo, era una costumbre hacerlo en las escuelas de Japón pero bueno, solo quede en aceptar ya que hoy me tocaba.

Después de un arduo trabajo pude alistar mis cosas y salir, era de noche no creí demorar mucho aun así tengo que acostumbrarme a partir de ahora.

Caminando para ir a casa encontré a Yumi sentada en un parque, me sorprendí mucho ya que a estas horas e muy peligros andar a fuera. Compré unas bebidas y me acerqué a ella.

Dylan: Creí que te habías ido.

Yumi: Town...Townsend-san.

Dylan: puedes llamarme Dylan— le entregué una bebida a ella.

Yumi: Gracias.

Dylan: oye... ¿Por qué me estás evitando? Creí que éramos amigos. —Yumi coloco una cara de fastidio así que tenía que disculparme sí o sí— oye sabes...lo siento...

Yumi: ¿eh?

Dylan: no debí alzarte la voz y tampoco debí decirte eso.

Yumi: no te preocupes, creo que en sí la culpa es mía por creer algo que nunca pasaría.

Dylan: ¿A qué te refieres?

Yumi: ya sabes que soy un "Legendario" y por eso...

Dylan: eso no tiene que ver con el uno y el otro...

Yumi: ¿Qu...Que?

Dylan: tú eres como eres, siento que no eres esa clase de persona que lastimaría a la gente por voluntad propia.

Yumi: Dy...Dylan...

Dylan: a...además fu...fuiste muy directa con eso del noviazgo— de alguna forma me sentía avergonzado.

Yumi: lo siento..., creo que me deje llevar por mis sueños.

Dylan: ¿sueños?, ¿Acaso tu sueño es tener  algún novio?

Yumi: ¡¿Queeee?! Pe...pero como lo sabes...di...digo...eh...— ella no podía ocultar aquella vergüenza que apoderaba su ser, algo que la hacía ver muy tierna.

Dylan: no te preocupes estamos entre amigos, y...puedo preguntarte el ¿Por qué de ese sueño?

Yumi: ¡no te metas en lo que no te importa!

Dylan: lo siento, los siento.

Luego de que Yumi se calmara un poco me contó realmente de porque era su deseo, y es que Yumi al ser un legendario ningún chico se le acercaba es más todos la veían como la rara de la escuela, por eso a su corta edad Yumi ya se daba por vencida de que ningún hombre se fijara en ella, algo que la entristecía demasiado, las chicas de su salón con sus respectivos novios y ella la única foreveralone, Ella sentía que estaría sola para toda la vida, sinceramente es muy doloroso pensar en ello. Yo sentía que de alguna forma quería ayudarla.

Dylan: ya veo, pero eres muy atractiva, es raro que nadie te haya echado el ojo.

Yumi: pero que dices

Dylan: pero de alguna forma puedo comprenderte, yo perdí a mis padres por eso se lo que se siente estar solo, somos tal para cual ¿no crees?

Yumi: bu...bueno.

Dylan: está bien.

Yumi: ¿eh?

Dylan: creo que ambos nos encontramos en la misma situación, por ello debemos ayudarnos.

Yumi: ¿a qué te refieres?

Dylan: que seamos pareja

Yumi: ¡¿Queeeeeee?! Pe...pero...tu...además no es la forma de decirlo ¿sabes?

Dylan: a lo siento — me paro en frente de ella y estiro mi brazo—Yumi... ¿Quieres ser mi novia?

Yumi sorprendida y a la vez conmovida se levantó para tomar mi mano y fue como aquella vez que mi vida giró hacia un nuevo rumbo. 

https://youtu.be/u10U7BHQQ2Y

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