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EL LEGENDARIO AFTER HISTORY: ESPECIAL 2

Era otra tarde soleada y los problemas volvían aparecer, esta vez dentro de un banco.

­—Personas insensatas. —

Expresaba un sujeto con una gorra puntiaguda, una capa y ropa elegante sosteniendo un arma y apuntando hacia un pequeño grupo de ciudadanos.

El perímetro estaba rodeado por policías pero de alguna forma había como una especie de barrera que no permitía que los oficiales entren a aquel banco apoderado por el ladrón.

—Identifíquese y deje a los rehenes en libertad— expresa el policía con un megáfono.

—Yo soy el gran Andon Magú y soy uno de los grandes magos de este distrito.


— ¿Qué es lo que desea?

Andon Magú: Lo que deseo está escrito dentro de un papel en tus bolsillos.

El policía revisa su bolsillo y encuentra una lista mostrando una cierta cantidad de dinero y varias cosas.

Eres un maldito.

Andon Magú: Ya saben, si no me consiguen lo que está escrito en el papel en menos 1 hora, mataré a estas personas.

—Miserable.

— ¿Qué hacemos superior? – expresa otro oficial a su costado.

Descuida, tenemos un plan B.

Dentro de los conductos de ventilación Ritchell y Benji observaban la situación desde arriba.

Ritchell: Escucha este es el plan, lo distraeré todo lo posible hasta que encuentres el momento preciso y lo ataques usando tu "diente de león", de esa manera tu fuerte rayo destruirá el control que tiene en la mano y desactivará la bomba que tienen en sus cuerpos los rehenes.

Benji: Entiendo.

Ritchell: Ten en cuenta que te traje a esta misión como parte de tu entrenamiento.

Benji: Bien.

Ritchell: En marcha.

♦♦♦♦♦

Andon Magú: Tardan demasiado.

De repente a una esquina el joven vampiro hace su presencia.

Ritchell: ¿Tan temprano para robar un banco?

Ando Magú: ¿Quién rayos eres tú?

Ritchell: Solo alguien que pasaba por aquí.

Ando Magú: Debes ser de la policía, más te vale no acercarte porque de lo contrario haré estallar al resto. – expresaba en forma amenazante mostrando el control en sus manos.

Ritchell: Si que eres muy desesperante. – alza la mirada y debajo de su bata varios murciélagos aparecieron formando una nube encima del delincuente.

Ando Magú: ¡Atrás! O presionaré el botón.

Ritchell: Intentando si puedes.

Ando Magú: ¿Qué?

De pronto la nube se abre mostrando a Benji cayendo desde arriba.

Benji: [Diente de león]

La fuerte velocidad del rayo golpea al malhechor antes de que este logre mover un solo dedo, el impacto no solo lo afecta si no también crea un cortocircuito al pequeño control dejándolo en desuso.

Ritchell: Bien hecho, acabemos con esto. –corre hacia el susodicho para atraparlo.

Ando Magú: Esto no se acaba aquí. –su cuerpo empezó a brillar.

Ritchell: Es un prodigio.

Ando Magú: Admiren mi poder... [Reverse] – de su cuerpo salieron dos rayos golpeando a Benji y a Ritchell mandándolos hacia el suelo rápidamente sin embargo la policía aprovecha la distracción y entra inmediatamente rodeando al mago.

—Manos en alto, quedas detenido. —

Ando Magú: Maldición. – completamente atrapado no tuvo más que rendirse y entregarse.

Ritchell y Benji logran levantarse para al final ser agradecido por la policía y los ciudadanos que se encontraban como rehenes.

El día ya estaba dando a su fin.

Ritchell y Benji regresaban a casa comiendo unos helados luego del arduo trabajo sin embargo algo preocupaba al muchacho.

Benji: Señor Ritchell ¿usted realmente cree que puedo derrotar a los Harukaze?

Ritchell Para ser sincero... yo creo que no solo derrotarás a Harukaze si no también salvaras este mundo.

Sus palabras no solo lo sorprendió y emocionó a Benji si no también le dio una esperanza más de vivir.

Benji: Entonces es una promesa...

Ritchell: ¿eh?

Benji: Que me verá volverme fuerte hasta el final...

Ritchell: Si. – expresa con una sonrisa.

El día finalmente había concluido y ambos llegaron a casa muy cansados.

Hikari: Chicos llegan tarde. – decía con delantal moviendo un cucharon con su mano de izquierda a derecha.

Ritchell: Estamos muertos, ¿Qué hay para cenar?

Hikari: ¡hmp! la especialidad de la casa. – expresaba con una sonrisa alarde ante.

Ambos se sentaron para empezar a degustar el platillo especial pero al parecer su aspecto no era muy alentador que digamos.

El plato era una sopa con un color muy extraño mientras flotaban partes de pescado y algunas verduras (si podría llamarse así) que navegaban por encima del líquido.

Hikari: Pueden disfrutarlo. –decía guillando el ojo con una sonrisa mientras se iba.

Entretanto Benji y Ritchell observaban la comida con rostros de gran preocupación.

Ritchell: Oye oye, esto... ¿se puede comer?

Benji: Bu-Bueno, si-si no lo hacemos..., Hikari se puede enojar.

Ritchell: Llamare a la ambulancia...

Después de unos minutos de agonía...

Hikari: ¿Chicos como estuvo?

—Delicioso. – expresaron ambos en coro.

Hikari: Que bueno. – manifiesta con una gran sonrisa mientras se dirigía a la sala.

Ritchell: "Rayos voy a morir"

Benji: "S—Siento como mi cuerpo se entumece"

Las horas pasaron y la hora de dormir llegó, con una sonrisa en el rostro Hikari tuvo un dulce sueño al saber que sus seres queridos disfrutaron de su sazón, sin embargo sucedía lo contrario para Benji y Ritchell que empezaron a sentir un gran dolor no solo en el estómago sino en todo su cuerpo.

El día llegó pero la inquietud de Hikari se hacía notar puesto a que ya era muy tarde y los chicos aún no se levantaban.

Por ello fue a ver, primero la habitación de Ritchell.

Hikari: Señor Ritchell, despierte... ¿no tiene que ir a trabajar? – tocaba con fuerza pero ni eso bastaba por lo que su preocupación era mayor. – lo lamento pero voy a entrar.

Al ingresar se da con la sorpresa de que no había nadie en la cama hasta que un extraño bulto debajo de la sabana empezó a moverse.

Hikari un tanto asustada se acercó lentamente hasta quitar la sabana de manera rápida y observar lo que había allí.

Hikari: No... no es posible... ¡Señor Ritchell!


Si, un niño idéntico a Ritchell se encontraba durmiendo como una dulce princesa pero eso no fue todo....

Kyaa!— un grito algo peculiar se escuchó en la habitación de al lado por lo que Hikari no dudó en ir a gran velocidad.

Hikari: ¿Benji que suced...?

Benji: Hi-Hikari.

Al igual que Ritchell, Benji también sufrió una especie de transformación, sin embargo este solo le cambió de género.

Benji: Hi-Hikari... ¿Q-Que esta...pasando? –estaba a punto de llorar.

Hikari: ¿Qué es esto?

Después de que las aguas se calmaron un poco, Hikari comenzó a meditar buscando alguna explicación sobre lo acontecido.

Hikari: ¿Cómo es que cambiaron de la noche a la mañana?..., acaso..., fue ¿mi comida?

Benji: ¡Como si eso pasara!

Hikari: Ya sé, llamaré a los de Hichidori, tal vez ellos puedan ayudarnos.

Benji: ¿Estas segura?

Hikari: No tenemos en quien más confiar.

En eso el pequeño Ritchell hace su presencia enfrente de ellos.

Ritchell: Tengo hambre. – decía sin mostrar alguna expresión en su rostro.

Hikari: ¿eh?

Benji: Señor..., quiero decir Ritchell, espéranos unos segundos que traeremos algo de comer de acuerdo. –dice acariciando su cabeza.

Ritchell: Teta. – le toca los pechos a Benji.

Benji: ¡Se—Señor Ritchell! ¡Eso no se hace! – expresaba muy avergonzado(a).

Hikari: incluso...Benji los tiene un poco más grande. – manifestaba con algo de tristeza.

Benji: ¡Deja de pensar en eso!

Después de discutir tanto no se percataron que Ritchell había desaparecido de la vista de ellos.

Hikari: El señor Ritchell, ¿Dónde está?

Benji: O no, tenemos que ir a buscarlo.

Hikari: Espera un momento. – lo detiene, así no saldrás a la calle.

Benji: ¿Qué?

Después de unos pocos minutos.

Hikari: Bien ahora te vez mejor.


Benji: ¿No... deberíamos ir por el señor Ritchell? – manifestaba muy avergonzado(a).

Hikari: Ahora sí.

Al salir Hikari dio algunas instrucciones para luego separarse en el acto, ella primero fue hacia los barrios que se encontraban en distintas calles mientras que Benji se dirigió a un pequeño parque de atracciones con la esperanza de encontrarlo allí.

Después de una larga búsqueda no había ninguna respuesta.

Benji: ¿En dónde estará?

En eso desde lejos observa que unos brabucones se encontraban molestando a un chico.

Vamos baila por nosotros, nos la debes.

Expresaban mientras lo empujaban y le quitaban sus anteojos.

Benji no soportó ver aquel maltrato y fue a detenerlos.

Benji: ¡oigan!

¿eh?

Los brabucones se quedaron boquiabiertos al ver a una hermosa chica dirigiéndose a ellos.

Benji: Déjenlo en paz.

— ¡Won! Que chica tan linda, ¿Quieres venir con nosotros?.

No obstante Benji sin pensarlo derribó a todos los brabucones dejándolos K.O

—G-Gra-cias. – expresó el muchacho.

Benji: no te preocupes. – Le entregó sus anteojos. — bueno seguiré buscando a un amigo.

Antes de dar un paso al frente el joven muchacho sostuvo su polo desde atrás.

T-Te ayudaré

Benji: ¿Eh?, no... no tienes que hacerlo.

—Me ayudaste, déjame devolverte el favor...— expresaba muy avergonzado.

Y ante la insistencia del chico Benji opto por darle una oportunidad.

Benji: De... acuerdo.

—Kenyi...

Benji: ¿Qué?

—Ese es mi nombre, Kenyi Omamuro.

Benji: Un gusto soy Ben...

Kenyi: Ben?

Benji: Ben...Be...Pe...Penny, Penny Hashimoto.

Kenyi: Un gusto....

De esta manera, juntos, empezaron a buscar a Ritchell, sin embargo por la ocasión de emergencia en la que se encontraban no tenían más que subirse a algunas atracciones puesto a que en algún lugar podían encontrarlo.

Benji: Toma. – le entrega un helado.

Kenyi: Gra-cias.... "Esto no puede ser... por más que le dé vuelta al asunto, esto parece una cita, además ella es demasiado linda que me cuesta mirarla a los ojos". – su gran nerviosismo hizo que un poco del helado cayera en el cuello de su camisa.

Benji: Oye, te ensuciaste un poco. – trató de limpiarlo acercando demasiado su rostro a la del muchacho que la verla tan de cerca su nerviosismos aumentó. — ¿sabes?, no había tenido muchos amigos y es la primera vez que salgo a un parque de diversiones con un amigo, de verdad me he divertido. – manifiesta con una sonrisa mientras que la brisa tambaleaba su cabello largo junto a las hojas del gran árbol.

Y fue en ese momento que Kenyi había sentido la flecha del amor traspasar su áspero corazón.

El atardecer llegó y finalmente la búsqueda terminó sin tener una respuesta positiva.

Benji: Después de tanto no encontramos nada.

Kenyi: Penny.

Benji: ¿Hm?

Kenyi: Hoy me divertí...

Benji: Yo igual...

Kenyi: No tengo muchos amigos y mayormente soy molestado en la escuela, no tengo experiencia con las chicas pero creo que tú me hiciste vivir lo que es tener un amigo de compañía.

Benji: Eso me alegra...

Kenyi: Y sabes yo... — su rostro se enrojeció nuevamente. – yo...

Benji: ¿Qué sucede?

Kenyi: Penny... ¡Tú me gustas!

Benji: ¿eh?

Kenyi: nunca me había sentido de esta forma y estar a tu lado me hace sentir cálido y feliz, Penny Hashimoto... sal conmigo por favor.

Benji: ¡¿EEEHHH?!!

Benji se había quedado aturdido, era la primera vez que alguien se le confesaba y quien pensaría que ese alguien era un chico, su mente dio varios giros sin retorno, no sabía que contestar.

Kenyi: ¿P-Penny?

Benji: Yo...Yo... — con tanta confusión encima se dio unos minutos de relajamiento para poder pensarlo y darse cuenta que al final esto la lastimaría puesto a que realmente no es una chica y que su transformación no duraría mucho por ello tenía que hacer lo más difícil, rechazarlo. – Yo... lo lamento.

Kenyi: Penny..., sé que puede ser confuso p—pero si me dieras una oportunidad...

Benji: No es eso..., es solo que..., no lo comprenderías...

Kenyi: ¿Por qué? – la toma del brazo. –Eres la única chica en que pienso..., si me das una oportunidad... yo...

Benji: E-Espera.

Kenyi cada vez más insistente poco a poco colmaba la paciencia de Benji.

Kenyi: Por favor.

Benji: No lo entenderías...

Kenyi: ¿Porque?

Benji: Porque...— finalmente terminó con su paciencia. — ¡Tu no me gustas!

Kenyi: ¿Q—Que?

Benji: ¡Ya lo oíste!, ¡Nunca m gustaste y nunca lo harás! ¡Deja de ilusionarte!

Sus palabras clavaron directamente la autoestima del chico.

Kenyi: T-Tienes...razón.

Benji: Kenyi...

Kenyi: Es verdad, ¿Quién se fijaría en alguien como yo?, me ilusioné bastante... y termine por lastimarte... a ti... y a mí... — sus lágrimas rebosaban sus anteojos. – Perdóname por incomodarte y gracias... lo siento – salió corriendo.

Benji: Kenyi... — quiso detenerlo pero ya era tarde.

Benji de alguna forma se sentía culpable ya que tal vez las palabras no eran adecuadas de esa forma pero que también era lo correcto ya que ilusionarlo por un amor imposible lo lastimaría aún peor, sin embargo la culpabilidad que sentía después de todo se reflejaba en la tristeza de sus ojos.

Con una mirada cabizbaja Benji por fin había regresado a su hogar con una feliz noticia, Ritchell había regresado y comiendo un helado sentado en el regazo de Hikari le explicaba de cómo fue que lo halló, felizmente eso levantó un poco el ánimo alicaído de Benji.

Benji: No es bueno que salga sin avisar, ¿De acuerdo?

Ritchell: Si.

Hikari: ¿no es tierno? – aprovechaba el momento para abrazarlo y acariciar sus mejillas con su rostro.

Ya era de noche y el pequeño Ritchell se encontraba descansando mientras que Benji y Hikari esperaban la llegada de una persona quien finalmente tocó la puerta.

Al abrir Benji se dio con la sorpresa que la persona quien los visitaba era nada más y nada menos que la líder de Hichidori, Elena Mitsuragui.

Benji: ¿E-Eh?

Mitsuragui: ¿Quién eres?

Hikari: Gracias por visitarnos. – apareció repentinamente. –Esta chica es Benji, es solo que...

Mitsuragui: ¿Hashimoto Benji?, entonces no solo Ritchell es del problema.

Hikari: Lamentablemente no.

Después de unos minutos Hikari le explicó a Mitsuragui la situación mientras bebían un poco de té.

Mitsuragui: Ya veo, es obvio que tu comida no tiene nada que ver.

Hikari: Es un alivio. –da un leve suspiro.

Mitsuragui: Sin embargo este extraño cambio es debido a una maldición y yo sé quién es el responsable.

Hikari: ¿En serio? ¡Eso es Genial!, iré a traer un poco más de té.

Mitsuragui: Te lo agradezco.

Mientras tanto lo minutos pasaban y Benji muy nervioso y sin poder decir alguna palabra solo miraba a otra parte mientras que la líder lo observaba con una mirada penetrante.

Mitsuragui: De esa forma eres idéntica a tu madre.


Benji: Usted... ¿Conoció a mamá?

Mitsuragui: Digamos que fuimos compañeras de trabajo.

Benji: ¡¿En serio?! . –la emoción empezó a predominar en el cuerpo de la muchacha.

Mitsuragui: S-Si

Benji: ¿Y cómo era mamá?, ¿En qué puesto trabajaba?, ¿Cuándo se conocieron?, ¿Qué edad tenía en ese entonces?, ¿Qué plato le gustaba comer en su trabajo?

Mitsuragui: Tranquila, tranquila, no es que fuimos tan amigas, pero lo que rescato de ella es que siempre mostraba un sonrisa ante todo, era una persona amable un tanto distraída y siempre preocupada por los demás...

Benji: Ya veo.... –mostraba una cálida sonrisa al saber un poco más de su madre. – Usted tiene un gran parecido a ella...

Mitsuragui: Me lo dicen siempre.

Benji: Entiendo.

Mitsuragui: Ella me contó que de niña le gustaban mucho los superhéroes...

Benji: ¿En serio?

Mitsuragui: Si, justamente ella era fanática de una serie muy antigua, "El capitán Magna"

Benji: ¡E—Es asombroso!, Y—Yo también me eh visto el remake y es mi serie favorita incluso... si me permite. – se bajó del asiento y fue corriendo hacia la sala.

Mitsuragui: «Actúa de la misma forma que tú Izuka, son tal para cual»expresaba dentro de su pensamiento observando a Benji mientras que un leve recuerdo sumerge sus pensamientos.

Flashback.

Ritchell: ¿Sabes lo feliz que sería si supiera que eres la hermana de su madre?

Mitsuragui: Eso no te concierne.

Ritchell: Benji no tiene ningún familiar de sangre y créeme que él sería muy feliz si le dijeras que tú eres su Ti...

Mitsuragui: Silencio. –interrumpe. – mi relación con el 7mo legendario no te interesa, no tengo tiempo para crear vínculos fraternos, date cuenta, por ahora es mejor que el niño no sepa nada aún y se dedique a volverse más fuerte, no hay nada más que discutir. – se iba.

Ritchell: Al menos... pasa algo de tiempo con él.

Fin del flashback.

Mitsuragui: Bueno es hora de retirarme.

Benji: ¿De verdad? –venía con algunos poster, videos y figuras de acción del capitán magna la cual quería enseñarle a la líder.

Hikari: ¿No va a tomar otra taza de té?

Mitsuragui: Lo siento, por ahora me encargaré que buscar una solución al problema que padecen, gracias por la invitación.

Hikari: Gracias por tomarse el tiempo.

Benji: G-Gracias. – expresaba un poco desanimado puesto que quería hablar un poco más sobre su afición con la líder de Hichidori.

Sin embargo a pocos metros de pisar la salida ella se detiene.

Mitsuragui: Tal vez en uno de estos días me puedas explicar un poco más sobre ese héroe llamado Capitán Magna.

Benji: ¡En serio! ¡Claro!. – Decía con un gran ánimo.

Mitsuragui: Nos vemos.

♦♦♦♦♦

Después de aquella despedida Hikari fue a la habitación de Ritchell para observar cómo se encontraba pero para su mala suerte el niño no estaba.

Hikari: ¡Benji el señor Ritchell no está!

Benji: ¿Qué dices?

En una noche bien obscura Ritchell se encontraba vagando por las calles sumergiéndose en sus recuerdos.

Con una mirada triste recordaba como niños de su edad se veían felices divirtiéndose con sus padres, eso era algo que nuevamente tocó muy en el fondo de su corazón.

Ritchell: Papá..., Mamá... ¿Dónde están? –inconscientemente unos pequeños rayos obscuros envolvían su cuerpo destruyendo algunas lunas y focos de las calles que se encontraban en su camino.

Ritchell al recordar nuevamente a sus padres un gran dolor emergió en su pecho la cual unas alas negras salieron de su espalda ante el asombro de la gente.

Con un fuerte impulso el niño despega por los aires creando una gran ventisca que destruía las lunas de los carros y edificios, los rayos de su cuerpo cada vez se hacían más y más fuertes por lo que el impacto era cada vez mayor originando varias explosiones.

La gente empezaba a correr desesperadamente.

Mientras tanto en una de las cárceles de la ciudad.

¡Abran la puerta! –expresaba un oficial que se encontraba en la cámara de custodia con un sospechoso.

En eso quien ingresa a la habitación era Elena Mitsuragui.

Mitsuragui: Así que mis sospechas eran ciertas, eras tú después de todo.

—La líder de Hichidori visitándome, ¿Quién lo hubiera imaginado?— muestra su rostro. – Yo el gran mago Ando Magú me siento privilegiado que alguien del alto mando venga a verme.

Mitsuragui: Déjate de juegos estúpidos y dime como revertir esta situación.

Ando Magú: Me encantaría mi lady, pero lamentablemente no tengo alguna información.

Mitsuragui: Entrégamelo. – le expresa a un oficial la cual le entrega un gran y grueso látigo que con una fuerza increíble parte en dos la mesa. – Espero que cooperes esta vez. – expresa de forma amanzánate.

Ando Magú: Claro, Claro, nunca rechazaría a una hermosa mujer como usted. – expresaba muerto de miedo.

Mitsuragui: ¿Y bien?

Ando Magú: B-Bueno, para poder revertir mi técnica es algo muy sencillo, ellos deben de terminar con la preocupación que les asecha ahora.

Mitsuragui: Explícate.

Ando Magú: Ellos en estos momentos se sienten tristes o culpables de algo la cual el hechizo no acabará y seguirá predominando hasta que ellos lo resuelvan, es algo sencillo pero a la vez muy difícil.

Mitsuragui: Ya veo. — saca su teléfono y llama a Hikari explicándole la situación.

Hikari: Entiendo y gracias. – Cuelga mientras corría con Benji – Benji

Benji: ¿Qué? –se detiene.

Hikari: ¿Tienes alguna preocupación o te sientes culpable de algo?

Benji: Q-Que yo sepa, no...

Hikari: ¿Seguro?, ¿no has hecho algo que te hayas sentido mal al respecto?

En eso Benji una luz se enciende en sus pensamientos recordando el mal momento que le hizo pasar a Kenyi en aquel parque de diversiones.

Benji: Kenyi...

Hikari: ¿Qué?

Benji: No...nada. –se sentía muy nervioso(a)

Hikari: Entonces si la tienes.

Benji: Eso creo...

Hikari: Bien, Mitsuragui me explicó que para detener el hechizo debes de deshacerte de tus preocupaciones, en otras palabras, lo que has hecho estos últimos días lo debes de arreglar.

Benji: ¿EEEHHH?

De esta forma ambos se separaron por caminos diferentes, Hikari se encargaría de la preocupación de Ritchell mientras que Benji del suyo propio.

♦♦♦♦♦

Las calles se encontraban destruidas, autos acabados y lunas rotas de varios hogares, Hikari muy preocupada intentaba llamar a Ritchell hasta que logra encontrar unos rastros.

Hikari: Esto es...

Pequeñas plumas negras se encontraban en los suelos repletos hacia una dirección la cual Hikari fue a perseguir.

En cuanto a Benji su preocupación aumento más por lo que tenía que hacer.

Benji: ¿Cómo le digo que me perdone?, después de lo que le dije... rayos. – pateaba una lata.

En ese momento desde no muy lejos él o ella observa una pequeña rencilla entre un grupo de muchachos la cual preso de curiosidad se echó a ver.

La sorpresa fue mayor para él al darse cuenta que en esa rencilla un grupo de brabucones golpeaba y maltrataba salvajemente a Kenyi intentándole quitar algo que sostenía con mucha fuerza entre sus manos.

El enojo de Benji no tardó en aparecer por la cual sin dudarlo se abalanzó hacia los brabucones noqueando a cada uno de ellos.

Benji: ¡Kenyi! — fue a ayudar al joven muchacho que se encontraba muy herido con moretones y sangre escupiendo de su boca.

Kenyi: Penny...

Benji: Kenyi yo...

Kenyi: No dejé..., que le hicieran... daño. – mostro de sus manos un objeto que Benji al observarlo no pudo contener las conmovedoras lagrimas que derramaba.

Aquel objeto era un juguete del capitán Magna la cual ambos ganaron en un mini juego en aquel parque de diversiones, a pesar de ser gran fan Benji le había obsequiado ese pequeño juguete como muestra de su amistad.

Aquel juguete que Kenyi defendió con toda su alma.

Benji: Lo... Lo lamento...


Kenyi: Penny...

Benji: Te dije cosas horribles..., no debí lastimarte...

Kenyi: Es mi culpa..., apresuré muchos las cosas... eh hice que... me odiaras por ello...

Benji: ¡No te odio!

Kenyi: ¿Mm?

Benji: Es solo que...

Kenyi: Entiendo... gracias. – dice sonriendo.

De alguna forma Benji se las arregló para explicarle una excusa por la que no podía aceptar sus sentimientos.

Kenyi: Entiendo..., así que era por ese motivo, es normal, chicas como tú viajan constantemente.

Benji: Lamento todo lo que hice...

La ambulancia estaba llegando.

Kenyi: Deja de pedir disculpa... no todo es tu...

Benji: ¡No puedo...! es mi culpa que te sintieras de esa forma, es mi culpa que te hayan lastimado, es mi culpa que...

Kenyi no aguantó más y sin pensarlo le dio un gran y apasionado beso ante el gran asombro de la muchacha.

Kenyi: Estamos a mano. – manifiesta con una gran sonrisa.

Benji: ¡¿EEEHH?!

Mientras tanto después de una larga búsqueda Hikari pudo encontrar a Ritchell oculto en una cueva cerca de un bosque.

Hikari: Al fin te encontré, mira hasta donde llegaste. – se acercaba.

Ritchell: Tú... no eres Papá y Mamá. – creó dos bolas de energía obscuras y lo lanzó hacia la muchacha que en un espectacular reflejo pudo esquivar tal ataque.

Hikari: ¡Ritchell detente!

Sin escucharla una vez más lanzó de manera rápida su bola de energía y esta vez si impactó en el cuerpo de la chica mandándola lejos.

Hikari: A pesar de ser un niño tiene un poder muy fuerte. –expresaba mientras se levantaba de los escombros.

El pequeño se muestra ante ella y esta vez mostrando sus grandes alas negras mientras que sus ojos se volvían tan negros como el color del mismo.

Hikari se paró firme y usando su "técnica enredadera" se impulsa para alcanzar al niño que desde los cielos le lanzaba innumerables esferas de energía obscura.

Hikari: ¡SEÑOR RITCHELL! – lo abraza fuertemente.

Ritchell: Necesito a Papá y a Mamá. – empezaba a derramar lágrimas. – Estoy solo.

Hikari: Tranquilo estoy aquí.

Ritchell: ¡No es verdad! – se desprende de la muchacha. – Los únicos que me aman solo son Papá y Mamá.

Hikari: No es así porque... — abre los brazos mostrando una cálida sonrisa. – Yo también lo amo, Señor Ritchell.

El pequeño sorprendido y a la vez conmovido desvaneció sus poderes y corrió a gran velocidad hacia los brazos de Hikari.

De esta manera la catástrofe había terminado.

Agarrados de las manos Hikari y Ritchell regresaban a casa.

Hikari: ¿Quieres un helado?

Ritchell: ¡Siii!

En eso Benji o Penny venia corriendo.

Benji: Hikari, Ritchell. ¿Se encuentran bien?

Hikari: Si, justo ahora... — de repente el cuerpo de Ritchell comenzó a brillar, al igual que Benji.

Expulsando una pequeña corriente de humo, finalmente Benji y Ritchell volvieron a la normalidad, a sus anteriores cuerpos.

Benji: ¡Volvimos! – abrazó a Hikari.

Hikari: Me...alegra.

Ritchell: ¿Qué fue lo que ocurrió?, mi cabeza me duele y no recuerdo lo que pasó hoy, ¿Acaso morí y reviví al igual que Benji?

Benji: Si si muy gracioso.

Los tres juntos pegaron una carcajada para acabar con este día extraño y agotador.

Los días volvieron a ser los mismos de siempre. Acostada en su habitación y con su pijama puesta a horas de la noche, Hikari escribía los momentos en que vivía en su diario.

Diario de Hikari:

"Los días volvieron a la normalidad luego de ese extraño incidente, aunque de vez en cuando veo a Benji muy extraño, una anécdota fue aquel día cuando un chico con anteojos que pasaba por allí nos saludó, Benji al mirarlo se puso nervioso y totalmente rojo, no sé porque pero creo que de alguna forma lo conoce y pienso que tiene que ver con la forma femenina de Benji, mi mente nuevamente imagina escenas prohibida" – expresa con una sonrisa extraña. –"Para concluir, agradezco siempre por ser muy afortunada en conocer a Benji hace algunos meses, desvaneció aquella soledad que vivía y creo que por primera siento lo que es una verdadera familia".

Tapa el lapicero y guarda su diario, con una sonrisa en su rostro Hikari apaga las luces para descansar y poder vivir una nueva mañana con su nueva familia.

Nuestros pequeños protagonistas descansan esperando una nueva mañana la cual muy pronto vendrán grandes aventuras por delante.


https://youtu.be/Zy0sz7IeBRI

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