CAPÍTULO 4
Los acontecimientos de las últimas horas habían aturdido la mente de Becky, para ella era difícil de comprender todo lo que había visto hasta ahora. Su hermano y los robots, Nick Fury y el hombre del arma, hasta el Capitán América que parecía salido directo de los libros de historia.
La sala del piso 93 de la Torre Stark se encontraba invadida por cerca de treinta agentes, sin incluir al Director Fury y al Capitán. Becky permanecía sentada en el suelo donde el Capitán la había protegido de una posible explosión. Cuatro agentes de S.H.I.E.L.D. se disponían a levantar el cuerpo del hombre mientras recogían el arma. Los disparos habían impactado en algunos monitores y muebles, mientras que las descargas de la armadura que traía Becky sólo causaron estragos en un sofá y una mesa de café.
Becky se levantó del suelo ayudada por el Capitán, quien volvió a preguntarle si estaba lastimada pues el impacto de la caía había sido fuerte.
-De verdad, estoy bien. Sólo creo que esto me está quemando el brazo -contestó Becky señalándole su brazo cubierto por el metal color plateado.
-No te muevas de aquí... -le dijo señalando la silla que le había acercado para que Becky se sentara, después comenzó a hablar por radio-. Stark, ¿cómo te quitas el traje?
-Jarvis se encarga de eso pero su sistema fue hackeado en la Torre. ¿Por qué? ¿No pudiste resistirlo y te lo probaste? -contestó Tony con tono de burla a través del comunicador.
-Eso quisieras... hay una chica aquí que... -La voz exasperada de Tony interrumpió al Capitán.
-Oh, ¡vamos! ¿También quiere mis trajes?
-¿Qué? -el Capitán no entendía nada pero miró a Becky con curiosidad.
-Mira, Rogers, no confíes en ella. Ella jura que es mi hermana y creo que Fury se cree esa broma grosera y barata...llegaré en 10 minutos -Mientras Becky escuchaba a Tony, puso los ojos en blanco al escuchar la advertencia de no confiar en ella.
-Ok, mmmh, señorita...
-Ok, mira no te preocupes, ya sé lo que Tony dijo y puedes continuar con tu trabajo pero ¿podría alguien más ayudarme? Porque no creo que pueda esperar 10 minutos mientras esto me quema el brazo, Capitán Rogers -Becky "Cero Paciencia" se hacía presente, afortunadamente escuchó el apellido del Capitán, se hubiera sentido extraña de tener que llamarlo América.
-Mmmh, oigan, ¿podrían retirarle la armadura a la señorita? -les preguntó a dos agentes que parecían estar inspeccionando la sala.
-Ok... -Ambos parecían dudosos pero finalmente aceptaron.
Cuando comenzaron a intentar separar las partes del guante de metal, sufrieron de descargas eléctricas tanto los agentes como Becky. Los tres gritaron, los agentes cayeron al suelo y Becky se fue hacia atrás en su silla, impactando su espalda con el suelo. Rogers les ayudó a levantarse y retiró a los agentes de esa tarea.
-Bien, deténganse. Esperemos a Tony - les dijo mientras tomaba otra silla y se sentaba frente a Becky, mientras ella lo miraba en pánico al escuchar que tendría que esperar cerca de 10 minutos para que le retiraran eso.
-¿Que lo tengo que esperar?
-¿Cuál es tu nombre? -le preguntó intentando distraerla.
-Becky. -Decidió dejar lo de su apellido por la paz.
-Becky, voy a quedarme aquí hasta que retiren eso de tu brazo, ¿está bien? -le dijo quitándose la parte del traje que cubría su rostro.
-¿Seguro? Me refiero a que tal vez haya algo más importante qué hacer aparte de esperar a mi ...al señor Stark. -También decidió dejar el asunto de los hermanos Stark para otra ocasión.
-¿Es verdad? ¿Eres su hermana? -Tal vez el resto del mundo, incluido Steve Rogers, no pensaba dejar ese asunto por la paz.
-Mismos padres, supongo que sí...
-Disculpe, señorita... -Dos agentes se acercaron a Becky para preguntar su nombre y los detalles de lo que había sucedido.
-Stark -contestó ella conociendo las reacciones.
-¿Cómo dijo?
-En verdad, sólo dígame Becky... -Ya consideraba el tomar un avión de vuelta a Suiza ese mismo día.
-¿El sujeto le mencionó algo?
-Sí, pero creo que me estaba confundiendo con alguien más -contestó ella tratando de recordar las palabras exactas de ese hombre.
-¿Y cómo es eso? -preguntó Nick Fury entrando a la sala, había llegado de nuevo en su helicóptero.
-Bueno, él dijo: "Soy amigo de un amigo de tu padre", pero no creo que él sepa nada sobre mí y mucho menos quien sea mi padre -le explicó Becky a Fury, Rogers y los dos agentes que tomaban notas rápidamente. De nuevo, Tony Stark llegaba con paso elegante mientras sus robots guardaban su armadura.
-¿En serio? ¿El chico bomba y tú son amigos? -preguntó de nuevo con ese tono alterado.
-Dije que no sé quién es...o era -cambió la frase pensando que ese sujeto ya estaba muerto.
-Mira, mi torre ya fue atacada y casi destruida por extraterrestres. En serio, no te necesito aquí.
-Stark, yo le creo... -le interrumpió Steve.
-¿Le crees? ¿Tan pronto pudo entrar por esos ojos azules, Capitán Romeo? -le contestó Tony, Steve le puso cara de pocos amigos y Becky se sonrojó por el comentario tan fuera de lugar de su hermano.
-¿Le vas a quitar eso del brazo o no? -la voz de Steve reflejaba molestia.
-No... De hecho, Jarvis lo hará; dame un minuto.
Tony se encaminó hacia una de las computadoras y comenzó a teclear, después de un momento, la voz de su asistente comenzó a escucharse de nuevo por los altavoces de la sala.
-Gracias, señor...es bueno estar de vuelta.
-No te pongas cómodo, amigo, tenemos trabajo qué hacer... primero, quítale la armadura, por favor -comenzó a hablar Tony con su perfecto asistente virtual.
-Señorita Stark, por favor sitúe su mano en la mesa color gris.
-¿Cómo la llamaste? Jarvis, no puedes aceptar algo que yo no he aceptado -dijo Tony en el momento en que la armadura era retirada del brazo de Becky y mostraba las diversas quemaduras en su antebrazo y mano.
-Señor, le recuerdo que su apellido no sólo lo utiliza usted. Además, hice una búsqueda en la red y creo que debería ver los resultados -contestó Jarvis mientras el Capitán Rogers indicaba con la mano a los paramédicos que atendieran a Becky.
-Muéstrame, amigo -le contestó Tony, después movió los labios hacia Becky pronunciando en silencio la frase "te atrapé".
Una pantalla holográfica apareció al centro de la mesa gris en donde Becky había puesto su mano minutos atrás, ahí una imagen en alta definición mostró un acta de nacimiento de Suiza. El papel tenía el escudo del país, la famosa cruz blanca y los sellos correspondientes del gobierno suizo.
-Tradúcela, Jarvis.
-Los nombres no se traducen, sólo necesitas leer más abajo -le dijo Becky dejando escuchar un poco su dolor por las curaciones que le realizaban en el brazo.
-Es genuina, señor -le señaló Jarvis a Tony.
En la segunda acta que se había desplegado con la traducción que había realizado Jarvis, se podía leer que un bebé nacido en Bern, Suiza, el día 11 de octubre de 1990 era hija legítima de Howard y María Stark. Su nombre completo era Rebecca Lilienne Stark.
-¿Cómo puede ser posible? Lo mantuvieron en secreto tanto tiempo -dijo Fury, su cara no reflejaba más que confusión y asombro a la vez.
-Nunca supe que tenía un hermano hasta hace unos días.
-¿Estuviste en Suiza todo este tiempo? -preguntó Steve igual de asombrado.
-Sí, en una casa cerca de la ciudad. Según la mujer que me cuidaba, me habrían avisado antes sobre Tony, pero mi accidente y la amnesia lo retrasaron todo.
-¿Cómo sucedió eso? -preguntó Fury un poco más repuesto por la sorpresa.
-Caí de las escaleras y me golpeé la cabeza. Padecí amnesia casi 5 años hasta que un día paseando a mi perro me desmayé y todo volvió a mi mente -mientras Becky explicaba los detalles, Jarvis mostraba copias de los reportes médicos de Becky en Suiza, cada expediente era real.
-Sí, todo es muy emotivo, hasta la parte donde mencionas que paseabas a tu perro es realmente conmovedora pero aquí viene la pregunta: ¿Qué quieres? ¿Qué es lo que esperas? Porque en ninguna parte de la historia llega el hermano feliz y encantado de tenerte. No existe -le contestó Tony en su tono firme.
-Hay un mensaje de papá para ti -le contestó Becky intentando reponerse de las frías palabras de Tony, le entregó un CD a Tony que él no tomó.
Desesperado, el director Fury tomó el CD y lo introdujo en una de las computadoras. En la pantalla holográfica comenzó a reproducirse un video de Howard Stark sentado en su escritorio vistiendo una camisa blanca y corbata negra. La expresión de su cara reflejaba cansancio, mientras hablaba movía entre sus manos un bolígrafo fino. Becky se levantó de su silla para ver más de cerca la pantalla.
Tony, sé que este no es el primer mensaje que tal vez recibas en tu vida, en donde tengo que darte información de esta manera porque las circunstancias me lo impidieron hacerlo personalmente. Tengo una última petición para ti, la más importante de todas. A tu lado debe estar una dulce señorita con unos ojos que tú ya conoces, la dejo en tus manos para su protección. Dentro de poco tiempo comprenderás por qué crecieron separados y las amenazas que la persiguen y que ahora también te perseguirán a ti. No todos los amigos comprenden los momentos en que no puedo ayudarlos y eso genera enemigos. Tony, mi obra maestra, y Becky, la luz en mi mundo, ustedes dos son mi legado.
El video terminó y la pantalla se volvió azul. A Becky le dolían los ojos de tanto intentar detener las lágrimas que inevitablemente seguían brotando, sentía un nudo en la garganta y no podía hablar. Tony estaba en shock, se había sentado en un sofá con los ojos muy abiertos mientras que el director Fury y Steve trataban de procesar todo lo que habían escuchado.
-¿Ahora me crees? -murmuró Becky aun con la garganta afectada.
-No... -Tony seguía en la misma posición y mirando hacia la nada de la misma forma.
-¿Qué más quieres? Está más que claro -le dijo Steve intentando hacerlo entrar en razón.
-Número 1, quiero una prueba de ADN y número 2, los quiero a ustedes tres fuera de mi torre ¡YA! -Tony se veía muy desencajado y probablemente necesitaría tiempo para procesar la información.
Fury tomó a Becky por los hombros y la dirigió junto con Steve y él hacia el helicóptero de S.H.I.E.L.D. donde los esperaba la Agente Romanoff para apoyar con el pilotaje. Cuando los tres estuvieron dentro del helicóptero, Becky miraba hacia la Torre Stark donde Tony tiraba al suelo dos computadoras.
Ya en el aire, Becky recordó las palabras de su padre sin entender una frase en especial. Steve se había ido hacia el frente para apoyar a Romanoff con el helicóptero. Sólo Nick Fury y dos agentes más la acompañaban.
-Mi padre le dijo a Tony que ya conocía mis ojos, ¿a qué se refería con eso? -le preguntó al director.
-Eres muy parecida a tu madre, tienes sus mismos ojos. La primera vez que te vi sólo pensé en María Stark -fue lo único que contestó y Becky desvió su mirada hacia la ciudad.
Becky no podía dejar de preguntarse cuáles eran los planes principales de su padre al criarlos por separado. Se sentía realmente decepcionada y defraudada por la forma en que habían terminado las cosas ese día. Sólo quería dormir, era suficiente por hoy.
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Enormes gracias por tomarse el tiempo de leerme. Seguiré actualizando pronto para ustedes. Gracias por los votos y comentarios en cada capítulo.
Besos.
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