CAPÍTULO 33
La calma después de la intensa tormenta, eso es lo que sucedía ahora. O al menos así lo pensaba el Capitán Steve Rogers desde la cama de su habitación aún en el helicarrier. La seguridad había vuelto a Nueva York y a S.H.I.E.L.D. después de que Vlad y el resto de alterados por el Extremis fueran capturados y neutralizados.
Steve despertó con Becky a su lado, ese era el principal motivo de su tranquilidad. Estaba tan contento de que ella estuviera sana y salva que no pudo evitar sonreír ampliamente cuando al voltear hacia el lugar que ella ocupaba en la cama se encontró con su espalda desnuda. Su cabello color castaño formaba un claroscuro perfecto en contraste con su piel blanca; las sábanas grises de la agencia no le hacían justicia al arte frente a él. El capitán se movió para abrazarla suavemente al recordar lo sucedido la noche anterior y Becky no había podido dormir debido a la intensa e insaciable necesidad de amarla.
Cuando él la tocó, la sintió temblar; por lo que acercó su cuerpo hasta pegar su pecho a la espalda de ella y al hacerlo la escuchó llorar. Becky al saber que estaba despierto no dudó en voltearse de inmediato para abrazarlo de frente, piel con piel, corazón con corazón. Steve estaba seguro que su actitud no tenía nada que ver con lo sucedido la noche anterior, ni la anterior a esa, ni la anterior a esas dos. Sabía que se trataba de lo ocurrido días antes en la Estatua de la Libertad.
-¿Qué pasa? - le preguntó él envolviéndola lo mejor que pudo con sus brazos, tal vez ya sabía la respuesta pero no podía tomarla a la ligera.
-No puedo olvidarlo, no puedo hacer que se vaya de mi cabeza, Steve - le contestó ella escondida entre los músculos fuertes de su pecho y su cuello. Tenía ese horrible sentimiento de no quererse separar nunca de Steve aún sabiendo que iba a terminar lastimándolo.
-Debes guardar la calma y ser paciente, sólo han pasado cuatro días y sólo tú sabes lo que sucedió dentro de la mente de ese tipo loco y la tuya, lo mejor que puedes hacer es intentar sacarlo, nena - Steve le habló al oído viendo que ella no quería despegarse de él.
-Pero no encuentro la forma de hacerlo, no me es posible hablar de eso, Steve - le respondió ella levantando un poco la cara para mirarlo a los ojos, él sin pensarlo tomo su cara entre sus manos y se acercó para besarla buscando disipar sus pensamientos.
-Yo puedo hacerte olvidar sin que tengamos qué hablar - Steve pasó una de sus manos por la fina espalda de ella haciéndola estremecerse y volvió a besarla.
-Sí... - aceptó ella entre los besos y caricias de quien se había convertido en el blanco de todo su amor.
-¿Segura que puedes? - preguntó él volviendo a pensar en la noche anterior, obtuvo su respuesta sintiendo cómo ella le permitía ponerse encima.
-¿Podemos quedarnos aquí todo el día? - le pidió ella casi en tono suplicante mientras él dejaba que su cuerpo se amoldara con el de ella de forma perfecta.
-Recuerda que tenemos la reunión con Fury dentro de unas horas, debemos ir - contestó el capitán mientras se dejaba llevar por el momento.
-Pero quiero quedarme contigo...
-Señorita Stark, te prometo que si llegamos puntuales a la reunión saldremos mañana por la noche en una cita formal, te llevaré a cenar, después a ver una película y está de más decir que no te dejaré dormir por cuarta vez, ¿estás de acuerdo? - trataba de convencerla mientras le daba tiernos besos por toda la cara, haciéndola reír.
-Está bien, tú ganas, Señor Capitán América - le respondió ella con una enorme sonrisa. Él era el único capaz de tranquilizarla aunque en el fondo su corazón y su mente continuaban siendo un torbellino.
Cerca del medio día los Vengadores y el equipo de agentes más importante de S.H.I.E.L.D. se reunieron con su director, Nick Fury, para dar por cerrada la misión llevada a cabo en Nueva York. La hermana de Tony Stark fue citada al menos una hora después ya que al no ser parte la agencia, el director consideraba algunas cosas como "Clasificadas", aunque para ella no existiera tal cosa. Había llegado junto con el Capitán Rogers pero mientras él ingresaba a la sofisticada sala, un par de doctores revisaban la fractura en su mano y el brazalete que llevaba de nuevo.
Cuando uno de los doctores le explicaba a Becky que el brazalete ya no era necesario para ella pues ahora era capaz de controlar cuando despertar sus habilidades, la agente Hill salió de la sala para llamarla.
-Prefiero llevarlo puesto, gracias - le respondió Becky con voz tímida al doctor que le sonrió amablemente mientras ella se levantaba para entrar a la sala.
La agente Hill le sonrió un poco y la acompañó adentro. Becky agradeció haberse arreglado un poco pues en la sala había al menos veinticinco personas cuando ella conocía a lo mucho a diez. En la enorme mesa redonda estaban el Dr. Banner con su bata de laboratorio, al mirarla le sonrió y después desvió su vista hacia la pantalla en la mesa. Los agentes Barton y Romanoff le seguían al científico en la mesa, Natasha pateó a forma de juego la silla de Steve al lado de ella cuando él la miró. Becky sonrió algo avergonzada y se pasó el cabello por debajo de la oreja mientras caminaba hacia una silla vacía al lado de su hermano. El único ausente era Thor, muy probablemente había regresado a Asgard con Lady Sif pues ya llevaba muchos días en la Tierra.
-Señorita Stark - la saludó el director mientras ella se acomodaba en la silla y Tony la miraba juguetonamente al verla nerviosa.
-Director Fury - le respondió ella en el mismo tono.
-Olvídate de las solemnidades, Nick, de todas formas te va a contestar que no - le dijo Tony sonriendo, ella lo miró sin entender.
-Decir que no, ¿a qué? - preguntó Becky al director.
-Vayamos por orden, Stark, primero tenemos que dar el informe final. ¿Agente Romanoff? - Nick Fury no se dejaba intimidar por nadie, pero Becky no supo a quién se refería con "Stark" por lo que mejor recargó su muñeca inmovilizada en la mesa para escuchar a Natasha.
-De las 27 personas que capturamos en la estatua de la Libertad, sólo 20 permanecen inconscientes con dosis de Litio. Los otros siete continúan en el laboratorio con las pruebas que están realizando Banner y Stark. No hubo bajas civiles durante la misión, pero catorce agentes murieron y nueve continúan en el hospital. Por lo que resta al contenedor con la fórmula que se encontraba en la estatua, fue completamente desmantelado por Banner y Stark y una vez aquí un grupo de científicos desechó la fórmula casi en su totalidad... - Romanoff estaba a punto de terminar cuando fue interrumpida por Becky.
-¿Casi? ¿Eso qué significa? - preguntó Becky mirando a Natasha y después a Tony.
-Guardamos un poco de ella para realizar las pruebas preliminares antes de enfocarnos en las personas que tenemos en el laboratorio - respondió cautelosamente el Dr. Banner.
-¿Pruebas para qué? Si me trajeron a esta reunión sabían que haría preguntas y que no me iría sin respuestas- volvió a preguntar ella.
-Realizamos algunos procedimientos para intentar retirar el Extremis del ADN de ellos, se han hecho hasta ahora tres pruebas... - comenzó a explicar Tony.
-¿Y? - volvió a interrumpir Becky ansiosa por esa respuesta, pero sus esperanzas se vinieron abajo cuando Tony bajó la mirada y el Dr. Banner se quitaba los lentes y cerraba los ojos.
-Los tres murieron unas horas después de haberles retirado la fórmula, su sistema nervioso comenzó a presentar anomalías, las cuales se fueron expandiendo por otros sistemas del cuerpo hasta que se produjo una falla general. Los primeros dos fallecieron de un paro cardíaco y el otro presentó muerte cerebral - explicó cuidadosamente Banner, a Becky se le llenaron los ojos de lágrimas de desesperación.
-Encontraremos la forma, ya verás - intentó calmarla Tony apoyando su mano en el brazo de ella.
-¿Y qué hay de...de Vlad? Él llevaba más tiempo con el suero - dijo ella no muy cómoda de haberlo mencionado.
-¿Agente Hill? - la señaló el director Fury para que diera el reporte del rumano, parecía que el jefe de S.H.I.E.L.D. estuviera reuniendo cartas a su favor.
-Vlad Töader entró en coma ayer a las 16:20 horas, algunas partes de su cerebro están comenzando a dejar de funcionar - señaló Hill mostrando en las pantallas de la mesa una imagen del cerebro de Vlad que marcaba zonas en color negro, las cuales ya no presentaban actividad.
-¿Cómo sucedió eso? - preguntó Steve preocupándose por lo que pudiera llegar a suceder en las siguientes horas con Becky.
-Borré su memoria y ordené a su cerebro rechazar el suero... - respondió Becky por demás impactada, veía muy lejana la posibilidad de vivir sin eso en la sangre.
-Encontraremos la forma de averiguar qué es lo que se va con el Extremis a la hora de retirarlo, te prometo que no te fallaré - le dijo Tony a Becky tomándola ahora de la mano, ella asintió y suspiró pesadamente.
-Sabes que podemos ayudarte a vivir con él, ¿cierto? - preguntó Fury poniéndose de pie a su lado.
-¿Es enserio, Fury? - levantó la voz el Capitán Rogers.
-Dejemos que haga su lucha, Capitán, pero ya sabemos la respuesta y me encantará verlo cuando la escuche - dijo Stark secundando a Steve.
-¿De qué está hablando? - preguntó Becky mirando al director.
-He decidido que si aceptas puedo darte un lugar en S.H.I.E.L.D y así ayudarte a estabilizar esas habilidades, Señorita Stark - las palabras de Fury cayeron como agua helada sobre Becky.
-¿Decidió? ¿Usted decidió? ¿Cuándo se dio cuenta que podía dejar fuera de combate a 10 personas en cinco minutos o cuando vio que mi cerebro es manipulable? Mi ADN está alterado por un suero peligroso y gracias a eso soy una asesina... - la voz de Becky sonaba molesta pero se mantenía tranquila en su lugar.
-Becky, no eres tal cosa... - dijo Clint en un tono suave.
-Claro que sí, Clint; estuve a punto de matarte ¿lo recuerdas? - le respondió Becky mirándolo a los ojos.
-Pero no sucedió... - agregó Natasha.
-Porque estuviste ahí para detenerme, de no ser así la historia sería muy distinta en este momento y todos en esta sala me odiarían y aún así no me odiarían más de lo que ya me odio ahora mismo. No quiero esto en mi sangre. Director Fury, la respuesta es no - dijo esto último al director, quien decidió que por el momento no insistiría más.
-Sólo el tiempo lo dirá, Señorita Stark. Por lo pronto le queda una última misión con su hermano y sé que esa no la podrá negar - señaló el director poniendo sobre la mesa la maleta color negro que Becky había llevado a la Torre Stark cuando conoció a Tony. Recordó cuán diferentes eran las cosas en ese entonces y miró a Tony mientras tomaba la maleta y se encontraba con su mirada.
-¿No la abriste, verdad Fury? - dijo Stark a modo de juego mientras se levantaba de su silla.
-La maleta se abre con dos huellas dactilares distintas a la vez y creo saber de quiénes son - miró Fury a Becky que se levantó lentamente cuando Tony le dio dos suaves palmadas en el hombro - bien, equipo, tienen tres días de descanso antes de volver a sus actividades dentro de la agencia. Buen trabajo.
Nick Fury se retiró en compañía de Hill y otros agentes más, los Vengadores comenzaron a levantarse de sus asientos para dirigirse a los quinjets que los llevarían a tierra firme. Becky se despidió de Steve con un tierno beso para no incomodarlo en presencia de los demás, y abrazó a Natasha, Clint y al Dr. Banner. Tony también se despidió con sus bromas y apodos habituales para el equipo y se retiró con su hermana hacia un quinjet que los llevaría a la Torre Stark.
El quinjet aterrizó en la Torre Stark sólo quince minutos después de haber despegado del helicarrier. Tony y Becky bajaron por la rampa y se dirigieron hacia adentro, el aire a esas alturas era fresco por lo que ella estuvo más que aliviada cuando finalmente entró al Penthouse. Pepper estaba ahí para recibir a Tony con un beso y una cálida sonrisa, después saludó a Becky con un abrazo y se retiró para darles su espacio.
-Jarvis, prepara el laboratorio para analizar la maleta - dijo Tony mientras avanzaba con Becky a una sala llena de tecnología.
-Ya se encuentra listo, señor - respondió su asistente cuando ambos entraron al laboratorio.
-Escanea y analiza su composición por favor - le indicó el ingeniero al poner la maleta sobre una mesa color gris, Becky se acercó a la mesa para ver cómo varios láser color azul y verde pasaban por el objeto.
-¿Qué crees que sea? - preguntó Becky con mucha curiosidad.
-Conociendo a nuestro querido padre, probablemente sean un montón de antigüedades que en este momento ya no son útiles - le respondió Tony poniéndose a su lado.
-La maleta es inofensiva, señor. Tiene dos receptores de huellas dactilares al lado de la cerradura, pero su contenido sólo puede averiguarse abriéndolo - señaló Jarvis.
-Bien, entonces hagámoslo de una buena vez - Tony puso su dedo pulgar en uno de los paneles y el sistema de la maleta lo leyó, retiró el dedo y le pidió a Becky hiciera lo mismo.
Nada. Los receptores se volvieron color rojo para indicar que el procedimiento había sido erróneo.
-¿No es para nosotros? - preguntó Becky intrigada.
-Creo que debería ser así - dijo Tony tomando con su otra mano el delgado dedo de Becky mientras él colocaba el suyo en los receptores - ambos al mismo tiempo.
Los receptores se volvieron color verde y escucharon que la cerradura se movía para abrirse. Ahora sólo tenían que levantar la tapa de la maleta. Tony fue quien se atrevió y la abrió sin esperar mucho, Becky lo veía expectante. Dentro de ella había, como Tony lo predijo, un montón de cosas que seguramente no tenían uso ya, además de cuadernos, fotografías y un pequeño tubo con una muestra color celeste.
Becky tomó algunas fotografías que mostraban a Howard y Maria Stark, algunas con Tony y otras con ella. Lloró al recordar a sus padres pero no entendía por qué tanto alboroto por un montón de papeles. Le llamó la atención un disco obsoleto que parecía contener un video y lo tomó.
-¿Tony? - se lo extendió ella mientras él miraba un montón de escritos en cuadernos. Todos hablaban de experimentos y nuevas tecnologías, muchas de ellas ya desarrolladas por Tony.
-Jarvis, convierte el contenido de este disco en algo decente que se pueda ver en la época moderna - dijo Stark un tanto fastidiado por no encontrar algo interesante hasta el momento. Se detuvo a ver las fotografías y se quedó largo rato viendo una donde su madre sostenía a Becky en brazos - El vestido que tienes puesto yo lo escogí...
-¿Cómo? - respondió Becky sorprendida y se acercó a él para ver la fotografía - ese vestido me encantaba, quería ponérmelo todos los días.
-Un día mamá me pidió que la acompañara a comprar un regalo y fuimos a una tienda para bebés, me pidió escoger algo bonito, dijo que era especial. Claro que yo sólo tomé el primero que vi y se lo di...y era ese que llevas puesto - contó Tony señalando la foto donde una niña con un vaporoso vestido color uva era sostenida por su madre.
-El archivo de video está listo, señor - Tony no le respondió y sólo presionó una opción en la pantalla para reproducirlo. Ambos abrieron los ojos y Becky se llevó la mano a la boca cuando vieron que en la pantalla aparecían Howard y María Stark. En el video quien comenzó a hablar fue la madre de ambos.
Hola, hijos, espero que a partir de ahora crezcan juntos y se cuiden siempre el uno al otro como nuestro más maravilloso legado. Perdonen que no los hayamos reunido antes pero las circunstancias eran peligrosas para ambos, nos hubiera gustado estar ahí, pero si ven este video, sin duda circunstancias mayores nos lo impidieron. Tony, cuando Becky sea mayor guíala siempre por el buen camino y nunca permitas que nadie la corrompa.
Con esa última frase, Becky caminó hacia atrás para sentarse en lo primero que encontrara. Sin duda sus padres no esperaban que hubiera sucedido el problema con Vlad.
Tony, revisa bien el contenido y lee todo. La fórmula que está en el tubo de ensayo es por la que persiguen a Becky; si la encuentran, no lo dudes y entrégaselas. Los amamos, siempre serán lo más valioso que hayamos tenido en nuestras vidas.
El mensaje para Tony lo dijo Howard Stark, siempre hablando todo en clave para mantener la seguridad y siempre confiando en la inteligencia de su hijo. Tony se quedó mirando la imagen estática de sus padres durante unos segundos y después volteó para buscar a Becky. La encontró sentada en uno de los escalones que había en la sala, estaba visiblemente afectada y con sentimientos en contra. El ingeniero caminó hacia ella y se sentó a su lado para abrazarla, no dijo nada esperando que ella hablara.
-Creí que en esa maleta vendría la clave para quitarme el suero, que contendría algo que me diría que fue lo que sucedió con mi vida realmente. Nuestros padres no se imaginaban todo el lío que iba a causar, ni soy lo que mamá quería que fuera. No soy la niña inocente de la que ellos hablan, ni llegué a tiempo contigo. Tenías razón, nada de eso sirve ya - lloraba por demás frustrada de no haber encontrado algo que la ayudara.
-Al menos tuvieron éxito en que estamos juntos y en que haré lo que sea necesario para ayudarte. Cualquier cosa que sea de utilidad en esa maleta la encontraré y la usaré para quitarte eso - le dijo Tony abrazándola y pensando aún qué diablos hacer con lo que había ahí.
-No sé quien soy, entiende lo que digo. Soy tu hermana pero no tengo identidad, ni siquiera una personalidad real...
-¿Y qué necesitas? ¿Qué quieres hacer? - le preguntó Tony esperando poder ayudarla, sabía que la única capaz de encontrar eso que buscaba era ella misma.
-Necesito irme de aquí, Tony. He estado intentando desde la estatua de la Libertad de encontrar mi lugar aquí, pero todo el tiempo recuerdo lo que Vlad me mostró. Los vi muertos a todos y ahora esto, esperaba realmente una respuesta para mí, pero supongo que tendré que ir a buscarla por mi cuenta. No puedo estar más aquí, Tony - le explicó ella intentando dejar de llorar.
-¿Y qué hay de Rogers? ¿No le vas a decir? - le preguntó su hermano tal vez en un intento por darle una razón para quedarse - acabamos de encontrarnos, Becky, y ya te quieres ir de nuevo.
-No será por mucho tiempo, prometo avisarte donde estoy de vez en cuando. No me pidas avisarle a Steve, no podría hacerlo y me obligaría a quedarme. Esto es algo que debo hacer por mí, cuídalo mientras no estoy - dijo ella desecha por haber tomado esa decisión.
-Que así sea entonces - Tony estaba a punto de cargar encima con la responsabilidad de dejarla ir, pero se aseguraría que Jarvis nunca perdiera su ubicación.
Se quedaron un rato así, abrazados como hace muchos años debieron estarlo. Un poco después, Becky dijo que quería dormir para poder tener lucidez para el viaje y se retiró a una de las habitaciones para poder descansar. Tony permaneció allí pensando qué hacer y después de mucho hacerlo llegó a la conclusión de que su hermana merecía esa oportunidad de encontrarse a sí misma, aunque tuviera que cargar con las consecuencias de herir a otras personas después.
Se levantó de ahí y junto con Jarvis preparó algunas opciones de destinos y formas de viajar. Horas después, Becky se encontró con él en la sala de estar y se sentó a su lado para escuchar las opciones que tenía para ella. Jarvis modificó algunos detalles para que finalmente Becky estuviera tranquila con su partida. Estaba tranquila mas nunca feliz por ello. Ese mismo día por la noche se despidió de Tony abrazándolo muy fuerte y esperando que el enorme sacrificio que estaba a punto de hacer valiera la pena.
Tony la acompañó al helipuerto donde la esperaba un pequeño jet privado que utilizaba Pepper algunas veces. Becky se mantenía en silencio, sabía que si comenzaba a expresar cualquier cosa que sintiera se arrepentiría de inmediato. Se encaminó hacia las escaleras del jet y justo antes de subir se abrazó a Tony de nuevo.
-Cuida a Pepper, a Steve y a mi perro, ¿sí? - el aire helado de Nueva York le hacía más difícil separarse de su hermano, pero tomó valor y finalmente se apartó de él y subió al avión. Intentó cerrar su mente y no pensar en nada hasta que el avión despegara. Cuando lo hizo no pudo evitar comenzar a llorar pensando en Steve. En lo horrible que estaba a punto de lastimarlo.
Al día siguiente, por la noche, Tony continuaba revisando la enorme cantidad de papeles y gráficas que su padre le había dejado en esa maleta, cuando Jarvis lo interrumpió.
-El Capitán Rogers se encuentra subiendo por el elevador - Tony volteó sorprendido hacia la cámara de seguridad del elevador. Vio que dentro de él estaba Steve, vestía pantalón color negro y una camisa casual; su semblante era de preocupación. El momento que Tony había querido evitar se le presentaba en bandeja de plata en la Torre.
-¿Becky está bien? - preguntó el Capitán al salir del elevador, se le notaba exaltado y caminó directo hacia Tony cuando lo vio.
-Steve, cálmate...
-No me pidas que me calme, dime qué paso con ella, ¿dónde esta? - Tony sabía que no lograría nada postergando el momento de decírselo.
-Ella está bien, pero no está aquí, Rogers - le dijo Tony con el mayor tacto que pudo tener.
-¿Entonces dónde? - el capitán comenzaba a perder la paciencia.
-Está en un avión, lejos de aquí, Steve, me pidió no divulgarlo. Ella sabía que sería una sorpresa para todos...y que sería difícil - Tony hablaba en tono suave, se sintió culpable cuando Steve se sentó pesadamente en el sofá, se pasó las manos por la cara y miró a su alrededor, como perdido.
-¿Por qué? - preguntó sin ganas Rogers, algo dentro de él se rompía...por segunda vez.
-Lo que encontramos en la maleta no la ayudó en nada, la llenó de incertidumbre y si no la dejaba ir, colapsaría aquí mismo. Jarvis lleva rastreo de su ubicación pero le pedí modificar sus protocolos para que sólo me lo diga cada cierto tiempo. No pretendo disculparla ni justificarla contigo, Steve, sé que ella hizo mal en no decirte; pero simplemente acepté porque tampoco sabía cómo ayudarla - Tony se había sentado en el sofá frente al capitán.
-Supongo ella no creyó que alguno de nosotros fuera capaz de ayudarla... - Steve se levantó y le dio unas palmadas en el hombro a Tony, el ingeniero hizo lo mismo, preocupado por su amigo.
-¿Estarás bien? - le preguntó mientras veía a Steve encaminarse a la puerta.
-Sí, es sólo que...tenía una cita - el capitán sintió que dentro de él se removían antiguas heridas que se hacían más grandes con las nuevas. Sin decir más, entró al elevador y dejó a Tony en shock por lo que acababa de decir.
En la noche, las estrellas eran los testigos mudos del alto precio que habían pagado alguno por haber puesto a salvo a la ciudad de Nueva York. Sabían muy bien que historias así no terminan tan pronto ni tan fácil, pero para llegar al final habría que recorrer un camino retorcido en el que ganar no siempre implicaba ser feliz.
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Hola a todas, este es el final del Legado Stark, sólo falta subir el epílogo y un extra. No desesperen por lo que sucedió, les aseguro que esto fue necesario para tener una secuela llena de situaciones inesperadas.
Muchas gracias por leerme y permanecer siempre al lado de esta historia, me siento feliz de haberlo terminado y que me hayan inspirado una secuela. Espero les guste este capítulo y me cuenten en sus comentarios.
AnneGarcía87
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