El helicarrier avanzaba hacia cielo europeo mientras que en su interior el mejor equipo de Nicholas Fury trataba de reagruparse y prepararse para lo que fuera que estuviera por venir. La enorme nave de la agencia secreta no sólo transportaba en su interior a los Vengadores, quienes buscaban recuperarse de heridas, aclarar su mente y mantener la guardia en alto; sino también transportaba al principal causante de caos y muertes: Vlad. Por órdenes de Fury, Thor se mantenía dentro de la sala en la cual el rumano era contenido; hasta ese momento el dispositivo en forma de casco que había creado el Dr. Banner había funcionado y esperaban no hubiera contratiempos que lamentar.

Por otro lado, el estado de salud de la agente Romanoff era estable y mejoraba rápidamente gracias a los procedimientos únicos que existían en S.H.I.E.L.D. Se encontraba despierta y acompañada por el agente Barton, quien después de realizar algunas llamadas para preparar el funeral de la sra. Müller se había dirigido a la habitación de Natasha para informarle lo ocurrido durante la misión.

En la sala de operaciones se encontraban el director Fury, Tony y Banner, se encontraban hablando sobre las medidas que realizarían después del funeral para contener a Vlad permanentemente. Tony tenía un semblante inusualmente serio y el Dr. Banner no dejaba de presionar sus sienes y el tabique de su nariz.

-No podemos simplemente dejarle el casco y encerrarlo en una celda, Fury, su cerebro tiene la capacidad de evolucionar y adaptarse a las circunstancias por lo que sería cuestión de tiempo para que escapara - dijo Banner rechazando la propuesta de Fury par que Vlad fuer encerrado de inmediato.

-Doctor, tampoco puedo tenerlo dentro de la nave de forma indefinida, es un sujeto sumamente peligroso y puede poner en riesgo a la tripulación completa - se excusó Fury insistiendo en sacarlo de ahí cuanto antes.

-Eso es obvio, Fury, pero ya te equivocaste una vez con mi hermana y ve lo que resultó, encerrar a ese loco no significa que sus poderes vayan a ser bloqueados, lo que hay que hacer es buscar eliminar sus habilidades por completo. Y eso, mi querido director, es lo que estos dos genios estamos tratando de averiguar - respondió Tony haciendo tronar sus dedos de una forma peculiar.

-Rebecca logró desestabilizar la actividad cerebral de Vlad cuando estaban conectados telepáticamente para formar el escudo, probablemente ella haya visto o sentido algo que nos ayude a poder guiar la investigación - agregó Banner con todo el tacto posible sabiendo que Tony no permitiría que molestaran a su hermana en un momento tan doloroso.

-Hill, busca a Becky y por favor, tráela a la sala de operaciones - le habló Fury por radio a una de sus mejores agentes.

-Enseguida.

-Sólo serán cinco minutos, Fury. Mi hermana enterrará a su segunda madre dentro de unas horas - le advirtió el creador de Iron Man al director, quien asintió una sola vez.

En uno de los dormitorios del helicarrier, Becky se encontraba recostada en la cama y teniendo el pecho del Capitán Rogers como almohada. Steve había conseguido que se diera un baño y se cambiara de ropa, pero no había podido hacer que ella probara algo de comer. Becky creía que en algún momento sus ojos iban a secarse de tanto llorar, pero al contrario ahora las lágrimas salían sin esfuerzo alguno; el dolor que sentía era tan grande que pensaba que iba a partirse en varios pedazos. El Capitán la rodeaba con sus brazos la espalda y la cintura de la chica, de vez en cuando movía su mano por la espalda de Becky en un intento por tranquilizarla.

-Es mi culpa, Steve - susurró Becky mientras con una de sus manos aferraba la camiseta del capitán.

-Tú no jalaste el gatillo, de ninguna forma posible es tu culpa, entiéndelo - la voz de Steve fue firme pero suave.

-Pero tampoco pude detenerlos...

-Ninguno de nosotros pudo, corazón, ¿eso nos hace a todos culpables? - le preguntó Rogers en un intento por hacerla entrar en razón.

-No... - fue lo único que respondió ella para después volver a aferrarse por completo al pecho de Steve.

-Capitán Rogers, el director Fury le solicita que recoja a Becky Stark de su dormitorio para que la lleve a la sala de operaciones en donde él la espera - se escuchó la voz de la agente Hill por el altavoz del radio del capitán, quien levanto una de sus manos para activar el interruptor detrás de su oreja.

-Entendido, voy hacia allá - Becky al escucharlo comenzó a levantarse lentamente, pero él la detuvo.

-La primera parte de la orden ya la hice por lo que puedo quedarme así cinco minutos más - le dijo el capitán volviéndola a abrazar.

Tiempo después, el capitán llevó a Becky directo a donde se encontraba Fury en compañía de Tony y Banner. Al llegar a la sala Tony rodó sus ojos en desaprobación al ver a su hermana acompañada del Capitán pero se abstuvo de hacer comentarios negativos. Steve la llevó hasta una mesa vacía y después se sentó a un lado de ella.

-Prometo que sólo te quitaré cinco minutos, estamos a punto de llegar a cielo suizo y debemos tomar un avión hacia la ciudad - indicó el director a Becky quien simplemente asintió.

-Rebecca, queremos preguntarte sobre lo que sucedió en el club y Vlad se enlazó a tu mente para crear el escudo de protección - dijo el Dr. Banner de la manera más respetuosa.

-Es como si fuera un cable telefónico, en un principio pensaba que el flujo de energía era de un sólo lado pero ayer me di cuenta que no era así - respondió ella con voz cansada y triste.

-¿Quieres decir que el flujo de energía se da por ambos lados y a la vez? - preguntó su hermano para agregar información a los experimentos que estaban realizando.

-Si, cuando logré entrar en su mente pude ver todos los recuerdos y pensamientos que él tenía en ese momento. Lo vi en el laboratorio del Dr. Kaminsky hace muchos años, después lo vi en mi casa en Suiza tratando de volverse mi amigo, pero lo que más me llamó la atención fue que había un pensamiento de él donde se veía una enorme bodega de un líquido incandescente en cantidades enormes - continuó Becky mirando a su hermano.

-¿Crees que exista la posibilidad de disminuir o erradicar por completo los poderes y habilidades de Vlad? - preguntó Fury.

-Sí, se podrían poner ese tipo de límites a su cerebro, pero desconozco la forma - finalizó Becky.

-Eso déjanoslo a nosotros, pequeña; ve a prepararte para trasladarnos a la otra nave - dijo Tony antes de comenzar a levantarse para dar por terminado el interrogatorio de Becky.

-¿Cómo está Natasha? - preguntó Becky levantándose poco a poco de la silla, el forcejeo con Vlad le había lastimado de nuevo el cuerpo debido a los golpes de la prisión.

-Está recuperándose, la bala entró y salió de su cuerpo sin dañar órganos por lo que sólo se le está tratando como una herida normal - respondió Fury, Becky simplemente asintió y comenzó a caminar hacia afuera de la sala.

-Estará bien dentro de pocos días... - agregó Banner.

-¿Capitán Rogers, puedo hablar un minuto con usted? - dijo Fury al Primer Vengador impidiéndole seguir a Becky, ella volteó y sonrió sin ganas para retirarse acompañada por su hermano.

-¿Está todo bien, señor? - preguntó el capitán.

-Eso dependerá de su respuesta, capitán. ¿En qué condiciones está Rebecca? - preguntó con semblante serio.

-El dispositivo está funcionando bien, en las últimas horas y a pesar de las circunstancias, se ha mantenido estable - respondió Rogers con firmeza.

-Bien, avíseme de cualquier cambio que ocurra.

-Sí, señor - después de eso, Rogers se encaminó hacia la puerta y preparar la salida en la siguiente nave.

En el momento indicado, Rebecca, acompañada de los Vengadores y otros agentes, subieron al jet privado de S.H.I.E.L.D. hacia el aeropuerto de Bërn, Suiza. Ella prefirió sentarse más alejada de los demás y recargando su cabeza en la pequeña mesa que había frente al asiento para poder mirar hacia la ventana. Era una tarde fría, oscura y lluviosa igual que la que acompañó la noticia de la muerte de sus padres diecinueve años atrás.

Se sentía tan culpable, tan sola y tan enojada que no podía pensar claro. ¿Cómo fue que su vida cambió tan rápido? Maldijo el día en que la enviaron a dejarle esa maleta a Tony. Es maleta que aún no habían abierto. Estaba tan metida en sus pensamientos que la voz de su hermano la sobresaltó.

-Abrocha tu cinturón, ya vamos a aterrizar - le dijo Tony mientras se sentaba frente a ella y la miraba fijamente sin decir nada.

-Okay - fue lo único que respondió Rebecca mientras se secaba la cara empapada en lágrimas.

-¿Hay algo más que quieras hacer después del funeral? - le preguntó Tony en un tono que dejaba ver su preocupación.

-Sí, quiero ir a casa...sólo a recoger algunas cosas - respondió ella refiriéndose a su casa de Suiza.

Después de que aterrizó el avión, subieron a diversas camionetas que los llevarían directo al funeral. Los familiares de la Sra. Müller pidieron que fuera sepultada lo más pronto posible. Rebecca cambió sus ropas en el avión y se puso un vestido negro y un abrigo del mismo color. Había conseguido dejar de llorar, pero sentía que era porque no aceptaba que su nana hubiera muerto.

Sin embargo, cuando Clint, Steve, Tony y Bruce la acompañaban por el triste pasillo del cementerio todo el peso de la muerte de la mujer que la amó como una madre cayó sobre ella. Se aferró al brazo de Steve, quien podía sentir el dolor y la tristeza de Becky cuando ella clavaba sus delicados dedos en su brazo.

A la Sra. Müller le sobrevivían una hija y dos hermanas, quienes estaban presentes en el funeral pero le daban una mirada hostil a la hija de Howard Stark. Barton no podía evitar devolverles la mirada de la misma forma.

A Becky le costaba respirar debido a todas las lágrimas que se agolpaban y exigían salir, a la vez que el frío y la lluvia le entumían el cuerpo. Cuando el sacerdote terminó de dar las palabras y la toda la gente presente depositó una rosa blanca sobre el féretro; fue entonces que Becky se acercó con tres rosas tan blancas que sobresalían del resto de las flores que ya estaban ahí.

-Para ti, nana... - dijo Becky arrojando la primera rosa - ...y éstas son para papá y mamá - continuó arrojando las otras dos rosas. En ese momento, todo el dolor, la tristeza y la pérdida se apoderaron de ella y comenzó a llorar desconsoladamente de pie junto al hueco que había en el suelo y en el cual ahora se encontraba la Sra. Müller.

En el momento en que Becky estaba liberando todos esos sentimientos, de pronto sintió que sus piernas le fallarían por lo que miró hacia el suelo verificando si podía sentarse ahí. Justo cuando comenzaba a doblar sus rodillas, sintió que la tomaban del brazo y la cubrían en un abrazo protector.

-Tony... - dijo ella llena de lágrimas al sentir a su impredecible hermano.

-¿A quién esperabas? ¿Al Capitán Centenario? - dijo el en un tono suave, su intención no era molestarla si no de alguna forma animarla.

-Gracias... - a Becky le costaba hablar al no poder controlarse.

-Eres lo más raro que me dejó papá...pero también tal vez eres lo que necesitaba - le dijo Tony para que sólo ella escuchara que el hecho de saber que no estaba solo en el mundo era reconfortante para él.
Multimedia: Vestido, flores del funeral.
Canción: The Devil May Cry de The Weeknd.
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Hola a todas! Perdón por esta enorme tardanza para publicar pero había tenido mucho trabajo. Ahora que estoy de vacaciones aprovecharé para subir más pronto.

De pronto me surgió una pregunta para ustedes, ¿hay alguna frase que les haya gustado ya sea de este capítulo o de alguno anterior? Me encantaría escuchar sus respuestas :)

Mil gracias por sus lecturas, votos y comentarios, espero me digan qué les pareció.

Besos!