CAPÍTULO 6
La noche se había instalado trayendo consigo un montón de estrellas que brillaban en lo alto del cielo azul.
Me resultó tranquilizado ver aquel bello paisaje mientras el elevador de cristal me conducía al despacho de Autumn para hablar sobre mi "comportamiento inapropiado" durante la clase de defensa personal.
Inapropiado fue la autoridad que quiso imponer aquella engreída.
Yo simplemente quise asistir a una clase para refrescar técnicas que podían ser de utilidad. No buscaba ni que me hicieran besar el suelo ni que me dieran una lección moral.
Me pareció fascinante ver cómo, después de repasar aquella escena en el gimnasio, mi rostro pasó de una expresión pacífica a un ceño fruncido y labios apretados.
Simplemente no quería que nadie se metiera conmigo.
Bajé en el piso que me correspondía y me inflé de paciencia para recibir el sermón del psicólogo titulado y director de esta plataforma.
Toqué la puerta y entré cuando me lo permitieron, sabiendo exactamente la técnica que iba a usar para sobrellevar el momento y evitarnos a ambos los gritos: lo que entra por un oído me sale por el otro.
Apenas vi el rostro severo de Autumn, supe que me iba a costar implementar mi técnica. Pero no me hacía daño intentar.
— Toma asiento.— Me pidió con seriedad a medida en la que peinaba su su cabello hacia atrás.
Me senté y crucé los brazos y las piernas, señales que un especialista como él podían interpretar con facilidad, y darse cuenta que no estaba abierta a comenzar un diálogo.
— Por lo que me han dicho no pudiste concretar la clase de defensa personal.— Rascó su barba con sus uñas cortas mientras me analizaba.— No es muy difícil darse cuenta de que ustedes dos no se simpatizan mutuamente.
— Yo no hice nada.— Me excusé sin saber qué responder.— Ella fue una "profesora" muy poco profesional para lo que yo puedo decir.— Mi lengua pareció soltarse de repente, y comencé a decir toda mi opinión sobre lo ocurrido hoy a la tarde.— Su clase fue una burla. No podía poner orden, no sabía cómo imponerse respeto y ni siquiera fue capaz de demostrar simpatía con varios de sus alumnos.
Autumn rio y pareció relajar su postura.
También noté que no tenía su libreta y bolígrafo en mano, lo que significaba que esto no era un tema de gran seriedad.
— ¿Sabes que tu y Victoria tienen la misma edad?— Me sonrió y me sentí una niña a su lado.
— ¿Qué es lo que insinúas, exactamente?— Alcé una ceja para nada divertida.
— Lo quiero decir es que no esperaba un comportamiento distinto de su parte al estar con pares similares. Es como si yo te pusiera a ti como profesora...
— Yo sería treinta veces mejor que ella.— Lo interrumpí.— A mi no me interrumpirían, me prestarían atención y por nada del mundo ridiculizaría a alguien en frente de tanta gente.
— ¿Y si alguien se atreviera a desobedecerte? O bien, ¿te desafía?— Alzó el mentón y me cedió lugar para hablar.
Me consideraba una persona con valores y a mí eso nunca nadie me lo iba a poder negar.
Mi respuesta a alguien que hiciera lo antes mencionado sería pedirle amablemente que se fuera y hablarlo privadamente luego.
Así de simple para evitar escenas embarazosas.
Se lo dejé saber a Autumn y nuevamente largó una carcajada que resonó en mis oídos.
— ¡Esa respuesta no la creo ni por tres segundos!— Insistió y se levantó de su asiento para pasear por su oficina.— Tu le habrás dado una buena lección física, igual que Victoria contigo. No te estoy pidiendo que la trates como a una autoridad intocable, solo quiero que cooperes para que pueda unirse al equipo de esta plataforma de la manera más cálida posible.
Bufé por lo bajo y mi cara de descontenta se reflejó en el lapicero de lata.
— Esto no es un sermón.— Aclaró él y definitivamente logró liberar un poco de la tensión y el enojo que traía encima.
Odiaba ser sermoneada.
— Es simplemente un pedido de cooperación ya que... Victoria estará dentro de la misión que tendrá lugar en dos días.
— ¡No es necesario!— Me adelanté antes de que pudiera largar otra palabra.— Nuestro equipo ya está completo y mientras más gente...
— Mientras más gente mejor.— Completó mi frase y le puso punto final a mi queja.— Necesitarás a Victoria para poder llevar a cabo la misión.
— ¿Y puedo saber exactamente lo que la hace tan especial?— Hablé en tono burlón.
— Ella es la clave para que tu puedas encontrar el último Laboratorio Sigma que queda de pie.
La piel de mis brazos se erizó ante aquella mención y mis oídos se agudizaron para no perder nada de lo que Autumn tenía para decir.
— Ella solía trabajar para Killian, tu medio hermano.— Fue enviada a recoger unos análisis en experimentos tres meses atrás y fue allí cuando vio la chance de escapar y de unírsenos.
— ¿Y por qué querría yo encontrar a Killian?— Pregunté intentando aparentar desinterés. Pero no salió muy bien ya que mi voz tembló al final.
— Killian es la única persona que puede devolverte tus poderes de manera permanente.
Autumn sacó un pequeño mapa y me señaló el posible paradero del laboratorio oculto.
Aclaró que se sospechaba de que estuviera allí ya que Victoria fue escoltada fuera del lugar vendada.
Supuestamente íbamos a tener que desviarnos en algún momento una vez que hubiéramos cruzado el paredón de las deidades. Luego de ello íbamos a tener que seguir nuestro camino juntas para no levantar sospechas e intentar descubrir el acceso al laboratorio.
El resto del equipo regresaría con la misión original completada para yo poder enfocarme en mi tarea personal.
— Suena un poco egoísta dejar al resto e ir tras algo que es solo para mi.— Fue lo único que pude formular luego de tanta información.
— A veces es necesario ser un poco egoístas y darnos pequeños gustos de vez en cuando.— Recitó con una voz suave.— Debes dejar de preocuparte tanto por la salud y el estado de los demás y empezar a enfocarte en ti misma, Scarlett. Estoy dándote la oportunidad y las herramienta necesarias para llevarlo a cabo y conseguir que seas más autosuficiente.
— Créeme que lo aprecio mucho.— Remarqué cada palabra para no sonar desagradecida.— Pero siento que los ojos fugaces no justifican el riesgo.
Esta vez me tocó escuchar una risa incrédula por su parte y luego de un fuerte suspiro largó lo siguiente.
— Gran parte de la depresión que has vivido durante estos últimos tres años ha sido ocasionada por tres grandes causas.— Alzó tres dedos y se dedicó a enumerar.— La primera ha sido la falta de acción. Apenas salías de tu cuarto para cumplir con tus necesidades básicas, sin ser consciente de que lo que necesitabas era salir y hacer algo con un fin específico. La segunda, la salud de Ares te ha hecho sentir que dependes de él para vivir. No puedes pasar ni un sólo día sin ir a visitarlo y no puedes darte cuenta que así solo te estás lastimando a ti misma. Y la tercera, ha sido la ausencia de tus ojos fugaces. Por más que te cueste admitirlo extrañabas muchísimo su poder y el significado que ellos le daban a tu vida.
Los necesitabas para sentirte alguien que merecía la pena.
¡Y créeme que está perfecto asumirlo! Pero es necesaria una cierta cantidad de valentía para aceptarlo.
Necesitó una breve pausa y se sentó sobre su escritorio en frente mío.
— Déjame ayudarte a sanar, Scarlett. Solo quiero que estés bien contigo misma porque no tienes de idea de lo mucho que vales.— Me miró directo a los ojos y sonrió cálidamente.— Solo te pido que aceptes lo que tengo para ofrecerte y que te esfuerces por conseguir el mejor resultado. ¿Crees que podrás hacerlo?
Asentí dudando de mi misma y de mis capacidades, pero si tenía algo en claro y era que no quería decepcionar a Autumn.
— Puedo hacerlo.— Afirmé queriendo convencernos a ambos.— Pero será complicado...
— La vida no significa nada sin un poco de complicación en el medio.— Recitó y sonrió conmovido.— Tu deberás ingeniártelas para que solucionar los problemas que se te presenten, y sé que serás más que capaz de hacerlo.
Asentí y con una leve sonrisa en los labios me fui levantando.
Me acerqué a la puerta, pero antes de salir escuché un último consejo de su parte.
— Ve y habla con Victoria. No te disculpes ni nada por el estilo pero intenta escuchar lo que tiene para ofrecer.
Al parecer suponía ser terrible para dejar que las palabras solo entraran y se fueran así nomás.
¿Por qué siempre me sentía afectada por ellas?
Bellezas mías! Ya sé que es tarde (por lo menos en Argentina porque son las 12:23 am) pero no quería irme a dormir sin antes dejarles el tan prometido capítulo.
Tengo un pequeño reto para la próxima actualización... ¿Se animan?
Apenas consiga tener 200 VOTOS en este capítulo, les voy a estar compartiendo el próximo :3
Creo que me merezco un poquito de crédito y pedirles una estrellita votando no me parece algo muy exigente.
Los amooooo❤️❤️❤️❤️ y RECUERDEN VOTAR Y COMENTARME!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro