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Sueños que parecen reales

Luego de una hora, fueron llegando uno por uno y los primeros en llegar fueron George y Milli, estaba herido puesto que una Maldición le habia arrancado la oreja fue llevado al sofa por Milli, quien estaba preocupada y lo recostó en el sofá.

Remus en cuanto vio a Harry lo tomó por la camisa y lo puso contra la pared.

-¿Remus, que haces?-le gritó Astoria, asustada.

-¡¿Que criatura estaba sobre mi escritorio la primera vez que Hans y Harry fueron a mi oficina?! -Remus lo mantenía contra la pared, apuntando con su varita.

La respiración de Harry era pesada, estaba asustado por la reacción de Remus.

-¿Que te pasa?-apenas pudo hablar.

-¿Que criatura? -gritó Lupin.

-un grindylow -respondió con dificultad.

Remus respiró con tranquilidad, soltando al chico -Fuimos traicionados. El señor oscuro sabía que los sacaríamos de Arendelle y nos preparó una buena emboscada .

Un ruido se escuchó afuera. Harry salió corriendo junto a Remus, quien le apuntó con su varita a Kingsley, el venia con Elsa y ambos magos se apuntaban sin hacer movimiento alguno.

-Las ultimas palabras que nos dijo Dumbledore antes de salir - le cuestionó Kingsley.

- Harry y Hans son la mejor esperanza que tenemos, confíen en ellos.

Ambos bajaron su varita.

Elsa miraba a ambos lados buscando a Hans, estaba preocupada por el, no lo veía por ninguno lado y se acercó a Harry dándole un abrazo.

-Que bueno que estas bien, Elsa. Me preocupe al ver que el despreciable de Yaxley los seguía.

-Estamos bien Harry, Kingsley pudo derrotarlo -La chica se separó de Potter -¿Donde esta Hans? lo ultimo que vimos es que tenían a varios Mortifagos sobre ellos.

-No han llegado, también estoy preocupado... George esta herido.

Ambos fueron entrando a la Mansión. Elsa llevó su mano a la boca al ver a Weasley sangrando, le habían cortado la oreja, reconoció a Milli a un lado del pelirrojo, la chica acariciaba su cabello con cuidado.

-Georgi -la Slytherin acariciaba su cabello -Mi amor ¿Porque te interpusiste? esa Maldición era para mi.

-No llores, Milli -El pelirrojo llevó su pulgar a su mejilla, limpiando sus lágrimas -Estaré bien, lo volvería hacer mil veces porque estoy enamorado de ti .

La chica de inclinó para besarlo dulcemente, acariciando su rostro -También te amo. Eres lo único bonito que tengo en mi vida, lamento no ser tan expresiva, pero no dudes que te amo.

Nadie podía creer que Millincent Bulstrode y George Weasley estuvieran juntos, eran tan diferentes, la chica no era tan bonita pero George la miraba con adoración y Molly supo que el amor que su hijo sentía por la chica era sincero y ella también lo amaba, el físico no le importaba siempre y cuando su hijo fuera feliz.

-Vamos cariño, el estará bien -Molly se acercó a ella y la tomó de los hombros - Gracias por amar a mi George.

Fred conocía a su gemelo mejor de lo que el se conocía y desde un principio supo que estaba enamorado, habia cambiado algunas cosas y ahora sabia el motivo, lo miraba mas feliz. Sonrió de lado, quizá Millincent Bulstrode no era una modelo, tampoco era tan bonita pero era lo que su hermano queria y el lo respetaba.

-¿Como te sientes, Georgi? -Fred habia quedado de rodillas.

-Cómo queso... tengo agujeros Fred .

-Hay un sin fin de chistes que puedes hacer y tenias que decir "como queso", das pena hermano .

-Sigo siendo mas guapo que tu.

Milli rio, su novio no perdía el sentido del humor y era algo que le gustaba de el, que a pesar de todo tuviera un bien sentido del humor.

Fueron llegando los que faltaban. Hans y Harry como herederos les ofrecieron quedarse en la Mansión, estaban listos para cuando Voldemort atacara de nuevo.

Elsa se sentía triste por tener que alejarse de su hermana y sus padres pero le consolaba el hecho de que estarían a salvo.

Hans al notar el estado de la platinada se acercó a ella, colocando una mano sobre su hombro.

-¿Estas bien? -Le preguntó, preocupado el decimotercer príncipe -Lamento que por mi culpa tengas que dejar a tu familia... Te he traído mas desgracias que felicidad -el pelirrojo sonrió melancólico.

Elsa, quien todavía tenia la forma de Harry le dio una bofetada.

-¡Basta Hans! No creas que estoy contenta por todo lo que pasamos... fuiste un grandísimo imbécil, me alejaste por tus estúpidos miedos-suspiró- hablaremos de eso luego.

El pelirrojo llevó la mano a su mejilla para luego sonreír, estuvo a punto de besarla pero frenó de golpe, espantado. Elsa tenia la forma de Harry, todos reían, burlándose y el chico se alejó avergonzado

-Yo.... Te besaría pero tienes el rostro de Harry... es incómodo -el pelirrojo tartamudeo alejándose de ella.

Harry, al ver lo que su amigo iba hacer quedó rojo de la vergüenza. Astoria le dio un codazo bromeando.

-¡Quien diría que Hans es todo un pervertido! -bromeó Astoria, quien tenia la forma de Hans - si quieres puedes besarme, James -estiró sus labios, divertida.

Harry, horrorizado se alejó de ella, colocando sus manos como escudo.

-Te amo, Tory, pero no, gracias -la rechazó Potter, asustado -Hans, ni se te ocurra besar a Elsa mientras se parezca a mi o te lanzare una imperdonable .

-¡Que diablos, Harry!... no pensaba hacerlo, no soy marica -Se defendió, cruzando sus brazos ofendido.

Luego de eso, cada quien se instaló en sus habitaciones.

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Lucius se encontraba intranquilo. Su vida había dado un giro de 180 grados en muy poco tiempo habia dejado de ser el hombre respetable para ser un asqueroso prófugo.

Vaya ironía, el se habia burlado de Sirius y terminó como el . Tras su entrada en Azkaban y el monumental enfado de su mujer, Narcissa apenas le hablaba. Lucius tenía su cabeza llena de ideas que le estaba derritiendo las neuronas.

Cuando el señor tenebroso lo rescató de prisión sintió alivio a la par que miedo, pero ese alivio desapareció cuando su señor le obligó a quedar recluido en su casa. Su Amo no perdía la oportunidad de humillarlo, junto a los otros Mortifagos.

¡Malditos fueran todos!

Y su asquerosa cuñada que se burlaba de su desgracia, incluso fanfarroneaba de su lealtad a Voldemort.

-Desgraciados ¿como se atreven a reírse de mi? ¡Malditos fueran todos!-repetía Malfoy, de mal humor.

Lucius observaba que su esposa seguía enfadada con el, pero lo disimulaba bien, sin embargo, había algo que le hacía sumirse en un estado de ira permanente, su señor prefería a cualquiera por sobre el, y eso a Lucius no le hacía gracia.

Pero eso no era todo. Al poco tiempo, su señor les llamó para hablar sobre Draco.

-Lucius, acércate-susurró la aguda voz del señor tenebroso-Vamos, no tengo todo tu tiempo. No muerdo, eso es trabajo de Nagini-bromeó el hombre al ver la vacilación de Lucius.

Lucius caminaba, impotente. Estaba seguro que el Señor oscuro lo castigaría por la traición de Draco . Quiso salir corriendo, pero sus piernas no le respondían, además, el era un Malfoy, no era un cobarde. Su señor caminaba como un gato acorralando un ratón.

-Lucius, tienes que traerme a Draco, tu hijo no es mas que un asqueroso traidor, merece ser castigado, pero como soy generoso si me jura lealtad lo perdonaré.

Lucius sintió su cuerpo tensarse, sabia que era una trampa, el señor Oscuro solo queria vengarse de el por haber fallado en su intento por atrapar a los elegidos y se vengaría con Draco.

-Mi señor -Malfoy bajó la mirada -No creo que sea buena idea. Draco esta bajo la protección de Dumbledore, si lo atraemos a nosotros tendremos a los aurores.

-Busca el momento correcto para traer a mi presencia a tu hijo.

Al salir de la habitación, Lucius estaba agobiado. A pesar que su hijo fuera un traidor no pensaba entregarlo, seria condenarlo a muerte, Narcissa le abrazó, demostrando su amor - No podemos traer de nuevo a Draco, lo matará, tu mejor que nadie lo conoce. Es una trampa para llegar a Harry y Hans ...

Bellatrix salió detrás de Lucius, alcanzando a escuchar lo que Narcissa le decía a su esposo .

-No menciones el nombre del traidor en mi presencia. Hans no es digno de llevar el apellido Black, es un maldito traidor, ni siquiera fue digno de lanzarme un verdadero crucio, es débil, patético-interrumpió Bellatrix.

Narcissa le miró con ojos desgarradores que hicieron que un escalofrío recorriera la espalda del hombre-¿Como diablos puedes decir eso? Hans es tu hijo, maldita sea Bella, reacciona, es lo unico bueno que tienes. Solo mírate, eres un desastre, sigues a un tipo que no siente nada por ti, que ni siquiera te ve como alguien importante, eres realmente deplorable ¿No sientes curiosidad por conocer realmente a Hans? ¿Piensas entregarlo al señor oscuro? ¡¡¡lo matará !!! eres mucho peor de lo que pensé.

La pelinegra estaba ofendida por las duras palabras de su hermana ¿Cómo se atrevió a hablarle de esa manera?

-No me importa si eres mi hermana, no eres nadie para hablarme de esa manera, tienes un hijo traidor a la sangre, querida Cissy, debiste criar de mejor manera a mi pequeño Draco... pero responderé a tu pregunta: me da lo mismo lo que pase con Hans, no es digno de llevar el apellido Black, no es mas que un sucio bastardo, el señor tenebroso tiene razón, ese pequeño traidor no merece compasión. Junto con Potter deben morir ¡Claro que lo entregaré a mi señor y te aconsejo que cuides tus palabras si no quieres morir!

Lucius movió la mano en señal de que se callara- Cállate, mujer. Créeme esta loca no dudará en matarte -tomó a su mujer por el hombro para evitar una tragedia - Es inútil intentar hacerla entrar en razón.

Narcissa abrió los ojos.

-No me puedo creer que estés diciendo eso, ¿cómo puedes?

-Hablemos de esto a solas, Cissy, pero ten en cuenta que la lealtad de un Malfoy esta con la familia- dijo Lucius.

Ella se separó un poco de su marido y le tomó la mano-Lo sé, querido, será mejor hablar a solas . Pero te diré algo, Bella querida, si ser una Black es sacrificar a mi familia por una guerra estúpida, me quedo siendo una Malfoy ...

Y se fue con Lucius, dejando a Bellatrix pasmada en la puerta con una expresión de asombro. Su hermana no solía enfadarse con ella mucho y la mayoría de las veces sin motivo aparente, pero no le duraba más de 30 o 40 minutos, ¡jamás llegaba a la hora! Mas esta vez sus ojos le decían que la cosa iba en serio y su instinto de supervivencia le gritaba que se alejara de Narcissa.

...

El tiempo pasaba y los ataques a muggles encabezados por Rodolphus y Bellatrix crecían. Una tarde Lucius estaba más incómodo de lo normal, Cissy llevaba un tiempo sin dirigirle la palabra a su hermana y eso le ponía nervioso .Lucius tenia miedo de perderla, la vida sin Narcissa a su lado, siempre fiel, siempre apoyándole no seria lo mismo sin su Cissy, lo era todo para el junto con Draco, su familia estaba completa .

Narcissa había duplicado su vigilancia con el cuándo se enteraron de que el señor tenebroso tenía una misión sumamente importante para Draco.

-Será su oportunidad de arreglar el desastre de su padre, espero que el chico no haya heredado tu don por el fracaso, así como también, espero que al menos el si me sea de utilidad, quiero que traigas a Draco lo antes posible - le había dicho su señor al comentarle por primera vez su misión. Lucius sintió un deseo irrefrenable de decirle cuatro cosas a su señor, empezando por restregarle que al menos él era un sangre limpia y su señor un simple mestizo, pero al darse cuenta de sus pensamientos, Lucius, frenó su impulso de autocastigarse. Dándose así cuenta de que era tan patético como un elfo doméstico que habla mal de su amo.

Narcissa asintió, asustada y Voldemort sonrió paseando entre los Malfoy parando al lado de Bella, colocó sus largos dedos en su hombro y susurró-espero, que haya heredado tu talento mi querida Bella, créeme si no es por ti , no sé qué sería de esta familia-susurró con voz aguda y silbante haciendo a Bella emocionarse . Lucius notó un nudo en la boca del estómago, llevaba un tiempo sintiéndolo y ahora sabía que eran celos, pero no celos porque su señor valoraba más el trabajo de su cuñada que el suyo, eran celos de hombre, celos mortales por la causa de que su Cissy era vista por otros ojos con admiración... celos porque su señor la miraba relamiéndose el labio. Pero al mirar la desolada mirada de su mujer transformó esos celos en tristeza.

Narcissa se pasó días yendo y viniendo, informando a la orden todo lo que pasaba en las reuniones y Lucius temía que el señor tenebroso descubriera su traición. Cissy no le habia querido decir donde se escondían Potter y Westergaard, le dijo que era algo confidencial y le enojaba, le dolía que su mujer no confiara en el.

Bellatrix enseñaba a magos menos expertos a como lanzar maldiciones adecuadamente, estaba preparando a los estudiantes de Slytherin que lucharían por la causa del señor oscuro.

-Una vez lo haces, las siguientes ya te salen solas- los había animado la desquiciada de Bellatrix, cuando el señor tenebroso comunicó su misión a sus seguidores delante de todos los mortífagos que le felicitaron, algunos incluso con un deje de envidia.

Todos creían que el "bondadoso" Lord, le había perdonado todo a Lucius, que había olvidado todo y le daba una nueva oportunidad de limpiar su nombre a través de Draco, pero Lucius sabía la verdad, eso era un castigo, un castigo para el por su incompetencia, por haberle negado.

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Los días fueron pasando en Grimmauld Place y se encontraban reunidos algunos miembros importantes de la Orden del Fénix, discutían como detener los ataques a algunos pueblos Muglees. Voldemort habia ordenado destruir a cualquiera que se le opusiera.

-Los ataques estan en aumento, el señor tenebroso esta buscando desesperadamente a Harry y a Hans -informaba Remus caminando de un lado a otro, nervioso .

-Lo mejor será mantener escondidos a los chicos, por lo menos hasta que puedan tener oportunidad de vencer al señor oscuro.

Hans no estaba de acuerdo, si ellos se mantenían ocultos, Voldemort seguiría masacrando tanto Magos como Muglees, el queria llegar a ellos y sabia que matando a gente inocente tanto el como Harry terminarían dándole la cara.

-No estoy de acuerdo con eso, profesor -Hans se puso de pie encarando -Si nos escondemos Voldemort seguirá matando inocentes, el nos quiere a nosotros.

-Hans tiene razón, lo mejor seria enfrentarlo o de lo contrario seguirán muriendo personas inocentes, no solo Muglees incluso Magos .

-Esa seria una buena solución pero desgraciadamente ninguno de los dos esta listo para enfrentar al señor tenebroso, seguiremos conteniendo a los mortifagos -la voz de Tonks se escuchaba calmada y caminó colocándose a un lado de Remus -El ministerio ha caído y eso significa que también Hogwarts. El señor oscuro colocó como profesores a los Carrow, son desagradables pero los chicos se han mantenido luchando. Neville es un buen líder.

Tanto Harry como Hans se sentían orgullosos de sus compañeros. Potter estaba orgulloso de nombrar a Neville como líder, el muchacho era un verdadero Gryffindor.

La reunión llegó a su fin y todos se fueron. Tanto Harry como Hans no estaban convencidos de permanecer escondidos y se preguntaban donde estaba Dumbledore, era raro que el director no estuviera en la reunión.

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Hermione se encontraba en la biblioteca de la Mansión Black, estaba intentando leer y notaba algo raro en la actitud de Draco y en su forma de tratarla; la miraba mas de la cuenta y de una forma que Hermione no lograba descifrar, si llegaban a toparse o quedarse solos en un salón este tenia la extraña costumbre de acercársele demasiado o tocarla en zonas de su cuerpo que la avergonzaba, lograba ignorarlo y quitarle su mano de ahí. Esa actitud comenzó unos días después de su llegada a la Mansión de Sirius y de eso ya pasaron tres semanas.

Pero su nerviosismo aumentaba con las miradas que lograba notar en los ojos platinados del príncipe de las serpientes, la miraba con intensidad; demasiada, para su gusto, incluso cuando ella estuviese de espaldas sentía su mirada sobre ella, su única solución era ignorarlo y no decirle nada, tal vez sean imaginaciones suyas.

Solo que ahora lo confirmaría.....

Estaba en la biblioteca, sentada tranquilamente en un sillón mientras sostenía un libro, portaba su túnica de Griffyndor, su cabellera castaña la cual estaba un poco rebelde, centrada en su lectura, la tranquilidad no duro pues la puerta de la biblioteca se abrió mostrando a Draco .

-Buenas tardes, Granger.

-Buenas tardes, Malfoy -respondió mirando de reojo, en realidad estaba ocupada buscando información que pudiera ser útil contra los mortifagos.

Malfoy se sentó a un lado de ella, a una distancia prudente, aun tenían muchas cosas que aclarar .

-¿Sabes donde esta, Potter ? No lo he visto desde la mañana-comenzó el joven -pensé que estaría con Westergaard.

-No lo se, Malfoy, de seguro debe seguir en la reunión con la orden, estuve con ellos en la mañana pero decidí venir a la biblioteca para buscar información sobre magia tenebrosa -lo miro un segundo antes de retomar su lectura.

El chico se encogió de hombros, rodando los ojos - ¿No te cansas de ser una come libros, Granger? lo mas seguro es que este con Astoria, se ha vuelto su perrito faldero.

Granger lo fulminó con la mirada, cerrando su libro de golpe para continuar leyendo en su habitación, muchas veces Malfoy era insoportable .

- Harry no es el perrito faldero de Astoria, Draco, lo que pasa es que esta enamorado, se preocupa por ella y sobre lo otro por lo menos hago algo para ayudar -la chica regresó su mirada al libro -Si me disculpas terminaré de leer.

La tomó del brazo evitando que continuara su lectura-Vamos no te enojes, Granger -le sonrió de lado, la cercanía era tal que Hermione podía sentir su respiración.

-Deberías dejar de jugar conmigo y poner atención a otros asuntos Malfoy, hay muchas cosas que aclarar entre nosotros -puntualizó.

-Créeme que ya lo estoy haciendo-de inmediato se paró del sillón hasta ponerse enfrente de ella, quien no dejaba de mirarlo indignada pero firme.

-Déjate de tonterías y márchate, estaba tranquila hasta que apareciste y decidiste molestarme -señaló la puerta, no queria ser grosera, pero el habia logrado acabar con la poca paciencia que tenia.

-No me marcharé, Granger. Mejor nos divertimos... a los dos nadie nos va extrañar - el rubio movió sus cejas, insinuándose.

-Bien, entonces...-dejó el libro encima de una pequeña mesa que tenia a un lado y parándose mostrando compostura y elegancia-...me iré yo-antes de que pudiera dar un paso Draco interpuso su cuerpo evitándole el paso.

-Lo siento, tampoco te irás -esta era su oportunidad y no podía desaprovecharla, no ahora que la tenia a su merced, Granger parecía un ratón asustado y el una serpiente en busca de su presa.

-Draco Malfoy, quítate o yo me encar...-sus palabras quedaron en el viento o mas bien en los labios del platinado, quien habia llevado una de sus manos a su pequeña cintura y la otra agarraba su nuca.

Hermione abrió sus bellos ojos cafés, no creyendo lo que ocurría, Draco, el príncipe de las serpientes que anteriormente la trató como una cualquiera y aunque habían hablado tenían asuntos a un que resolver entre ellos, la estaba besando. Sus mejillas le empezaron a arder intensamente y su corazón a palpitar rítmicamente. Malfoy sentía calor en su cuerpo, sus mejillas estaban rojas. Mientras Draco la besaba ella solo se encontraba ahí parada con ambas manos en el pecho del rubio sin poder reaccionar ante tal situación. Ese no era su primer beso pero si el beso mas apasionado que Malfoy le habia dado. Nunca se habia besado con el chico de esa forma y tampoco es como si lo buscara pero ¡joder que beso!

Sentía como era besada y al parecer Draco lo deseaba hacer desde hace tiempo ¿Por qué?, el movía sus labios bruscamente sin una pizca de delicadeza y tampoco pensaba hacerlo, sus labios oprimían a los de la castaña, con mucha furia y pasión contenida; Hermione sentía sus labios dolerle mientras la mano que Malfoy tenia detrás de su nuca acariciaba su cabello y la de su cintura la apretaba contra el.

La castaña comenzó a forcejear, intentaba apartar con sus propias manos a Draco sin importarle que su fuerza era mayor a comparación a la de ella, estuvieron así unos minutos, el profundizando el beso y ella forcejeando hasta que ella harta correspondió con la misma furia, correspondía y golpeaba con sus manos el pecho de Draco, este se alejo de forma brusca. Hermione lo empujó lejos de ella.

Draco la miró, estaba con la respiración agitada y su camisa arrugada, Hermione se encontraba también agitada, el cabello alborotado y sus labios hinchados.

-¿Cómo te atreves?-exclamó sonrojada y con las manos cerca de su boca-¿como te atreves a..... besarme? ¡eres un jodido imbécil, Malfoy! ¿que esperabas con ese beso? Las cosas no estan bien entre nosotros, me trataste como a un cualquiera y me besas como si nada hubiera pasado.

Sin embargo, Draco se acercó unos pasos.

-¡No te acerques!-ordenó alzando sus manos impidiéndole acercársele.

-Eres mas linda cuando te sonrojas. Vamos, Granger, te pedí disculpas y nos besamos en el palacio de Elsa -se atrevió a decirle.

-Respóndeme ¿Cómo te atreves a robarme un beso? Las cosas no son tan simples, no puedes venir y simplemente besarme como si nada pasara -preguntó furiosa, Draco rio un poco.

-Que no es obvio-se acerca unos pasos.

-¡Eh dicho que no te acerques!-ordenó al ver que era acorralada contra la pared de la biblioteca, Malfoy colocó ambos brazos al costado de la cabeza de ella.

-Estoy loco por ti, Granger. Lamento todo lo que dije, estaba enojado pero no creo que seas una cualquiera -le susurró, acariciándole la mejilla a pesar de su contacto cálido .

-¿Qué? ¿Es en serio, Draco ? Vienes y me dice esas cosas románticas ¿Que esperas? ¿que caiga a tu pies? ....pues no, te costará mucho mas ganarte mi perdón.

-Así es, Granger, me vuelves loco.

-Draco Malfoy, estas muy equivocado si crees que con esto volveré a caer a tus pies -puntualizó.

-Eso ya lo sé, Granger, pero espero que estas palabras te queden claras-se acerca a su oído-voy a conquistarte nuevamente, me ganare de nuevo tu perdón.

-Tendrás que hacer muchos méritos para que te ganes mi perdón -exclama con firmeza pero nerviosa e incomoda.

-Yo sé que lograré ganarme tu corazón-la besa en los labios-y de una vez te aviso que te vayas acostumbrando querida, que encuentros como este tendremos muy a menudo-la forma en que se lo dijo le dio a entender a la joven castaña que no estaba mintiendo y lo decía muy enserio.

Al volver a estar sola, llevó una mano a su corazón; seguía acelerado, con sutiliza los llevó a sus labios y se los tocó inconscientemente, y es que aun podía sentir los labios de Draco besarla de esa manera tan apasionada.

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Elsa caminaba por uno de los largos pasillos que conectaban a la sala, estaba bastante asombrada por lo hermosa que era la Mansión de los Black, era espaciosa, su habitación quedaba en el pasillo derecho, cerca a la de Hermione y Astoria. Miraba los retratos de los ante pasados de Hans, estaba tan sumida en sus propios pensamientos que alcanzo a escuchar .

- Oh, mi pobre ama, qué diría si viera a Kreacher sirviendo al Traidor Black, con lo que ella lo odiaba y a los Sangre sucia, cómo la decepcionó-se quejaba llevando una bandeja de comida- Mi Ama Black, Mataría al sucio traidor por contaminar su Casa ¡oh mi Ama Black!

Elsa frunció el ceño, ella era una Slytherin, sabia como debia tratar a los Elfos domésticos, no pasaría por alto que un simple elfo insultara a sus Amos Hans y Harry, eran los señores de la casa y debían ser respetados .

-¿Que estas diciendo ? Deberías respetar a tus Amos Hans y Harry son los señores de la Casa y tu lealtad debe estar con ellos -Elsa le tapó el paso al Elfo - Tienes suerte que no les diga como te expresas de tus amos.

-Potter es un mestizo y Hans es un traidor a la sangre -el elfo repetía una y otra vez ignorando a la chica -¡Mueran los Sangre sucia!

El elfo repetía una y otra vez ignorando a la chica quien estaba roja de coraje, finalmente pasó de ella. Al quedarse sola en el pasillo decido ir a su habitación, ese Elfo era un idiota, pensaba Elsa.

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Los días fueron pasando y Elsa aún tenia algunas cosas que aclarar con Hans pero ella se habia tomado un tiempo para acomodar sus idea.

La princesa caminaba por uno de los pasillos en busca de Astoria.

-¿Dónde estará Tory ?-cuestiona mientras paseaba por los pasillos.

Los pasos se detuvieron al oír un ruido demasiado extraño, provenía de una habitación, no se encontraba tan lejos, lentamente caminó hasta llegar a ella, colocó su mano en la perilla. Nuevamente oyó el ruido.

La curiosidad invadió el cuerpo de Elsa, con lentitud abrió la puerta, y la imagen que vio adentro le hizo ruborizar completamente.

Hans tenia el torso descubierto, al parecer no habia notado su presencia, algo que agradeció internamente, el ruido era ocasionado por la varita proveniente de sus manos, la movía con agilidad.

Observó que tanto por su frente, torso y espalda caían gotas de sudor, resultado del esfuerzo, paró un momento para respirar.

-No es como si no me hubieras visto así antes, Elsa. ¿Ya olvidaste los entrenamientos de Quidditch? - expresó sin mirarla.

Exaltada pero sobretodo apenada por ser descubierta, giró la cabeza hacia otra dirección.

-Oí un ruido, quise ver que era-habló nerviosa.

-¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con Hermione.

-Ya te dije, oí un ruido extraño, provenía de aquí-respondía nuevamente, escuchó el sonido de sus botas acercándose.

-Mírame, Elsa- pidió -ya me has visto en estas condiciones.-sus ojos van directamente hasta los suyos.

-¿Ha visto a Astoria?-intentó cambiar de tema.

-Hace un rato, creo que iba con Potter -respondió.

-Creo que debería irme-no logró dar un solo paso, su mano capturó su mentón obligándola a verlo, no decía nada, solo la observaba.

-Hans...-susurró-¿porque tienes que ser tan jodidamente sexy?

-No digas nada, quizá solo tu me ves de esa manera -le ordenó envolviéndola entre sus brazos, no puso resistencia alguna.

Así se mantuvieron un largo rato, perdidos en los ojos del otro.

-¡Hey! Tranquila solo soy yo -dijo Hans con una sonrisa.

-Hans, esto no es correcto, tenemos algunos asuntos que hablar.

-¡Espera!-le interrumpió-No olvides que te amo-bramó haciendo que Elsa se pusiera inmediatamente de mil colores.

Hans sonrió nuevamente.

-Eres la mujer mas hermosa del mundo -alagó, provocando poner mas rojizo el rostro pálido de la joven.

-Gracias-dijo solamente volteando su rostro apenada.

Y pensar las miles circunstancias en las que cantaba junto a Anna, bueno eso fue durante su niñez pero siempre habia sido avergonzada para expresarse.

-¿Deseas algo más, Hans?-preguntó tomando nuevamente su papel como futura Reina y Slytherin

-A ti, de muchas maneras, preciosa...-musitó sensualmente tomándola por la barbilla obligándola a verlo, Elsa abrió la boca para replicar cuando una idea cruzó vagamente por su cabeza.

-¿De que manera?-preguntó acortando la distancia entre sus labios y los de Hans, este sorprendido por ante tal actitud no dijo nada, Elsa rodeó con ambos brazos el cuello del pelirrojo-¿te refieres a esta?-preguntó con inocencia, mirándolo directamente a los ojos, anonadado la tomó por la cintura, acercándola.

Hans pudo aspirar el aroma de su perfume, el cuello de la joven era irresistible, sus labios tuvieron el privilegio de probarlo, dejando besos esparcidos, sintiendo como ella lograba estremecerse ante tales caricias.

La platinada acortó un poco mas la distancia logrando rozar sus labios.

-Cuando los cerdos vuelen-murmuró ella, alejándose mientras sonreía divertida, un nuevo pensamiento cruzo en su cabeza "dulce venganza". Caminó hasta la puerta y salió de ahí dejando a Hans con la cara completamente roja haciendo competencia con su cabello.

-Esta me las pagas...-bramó Hans.

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Una beatitud adornaba la habitación que Hans le habia dado en la Mansión Black, recostada amenamente sobre su cama vestida con un sencillo camisón de dormir, dormía profundamente sin interrupción ni molestia absoluta, su cabeza apoyada cómodamente en la suave almohada, los cabellos rubio-platinados desparramados sobre ella, un digno ángel dirían, pues el rostro tranquilo y sereno de Elsa la hacían parecer uno. El sonido de la puerta abriéndose ocasionó su despertar.

-¿Quién es?-preguntó somnolienta, pasos aproximándose la hicieron despertarse por completo.

La imagen del decimotercer príncipe suavizó su antes acelerada respiración, dejó caer ambos hombros, una sensación de alivio reflejó su cuerpo.

-Hans, no son horas de estar despierto-aseveró.

Ignorando aquello, Hans se subió a la cama de Elsa colocándose encima de ella.

-¿Hans?-musitó, enrojeciendo por la mirada del pelirrojo; recorría deleitosamente su cuerpo delicado y definido. Bien, Elsa sabía que poseía cierto atractivo, más tras años escondiéndolo detrás de vestidos que no revelaría su piel.

El pecho de Hans estaba casi en contacto con el de Elsa, abrió levemente los labios.

-shh...-murmuró Hans colocando el dedo índice sobre sus labios-no digas nada-le ordenó quitándose momentáneamente para desabrochar la chaqueta, arrojándola lejos, los músculos ya trabajados se notaron. Aquel par de esmeraldas que tenia se fijaron en un unico punto; el pecho de la futura Reina, dándose cuenta hacia donde observaba se maldijo así misma por tener la ridícula idea de ponerse ese camisón, sujeto por tirantes con bordados blancos, dejaba a simple vista una generosa parte de su pecho. Anonadada intentó levantarse y acabar con aquella incómoda y sobretodo tan comprometedora situación, sin embargo, las manos fuertes del pelirrojo consiguieron acariciarla de tal forma como si temiera lastimar su piel expuesta, pequeños besos que subieron de categoría al momento de llegar al níveo cuello de la joven, quien no hacía nada, solo cerrar únicamente sus parpados, el calor recorrió entre sus venas contradiciendo su temperatura habitual, varias veces quiso decir algo pero las palabras no salían de su boca, en vez de eso, solo salía uno que otro suspiro complaciendo sin querer y extasiar al príncipe. Hans "curioso "bajó un tirante del camisón dejándolo completamente expuesto, lo besó sin pena, demostrando cual apasionado podría llegar a ser.

Elsa reprimió un gemido mordiéndose el labio inferior.

-Hans...p...para...-pidió sonrojada.

Como respuesta el le besó en los labios.

-Solo-comenzó-déjate llevar-dijo besándola nuevamente-Se que lo deseas.

Elsa se sonrojó aún más y sintió como Hans bajaba el otro tirante de su camisón y con su otra mano acariciaba su cintura haciéndola estremecer.

Y sin más.... Despertó.

.

.

.

Elsa despertó exaltada, gotas de sudor presentes en su rostro, la respiración acelerada. Llevó una mano directamente al corazón intentando calmarlo y de paso así misma.

¿Qué habia sido? ¿Desde cuando tenia ese tipo de sueños? Y sobretodo ¿Por qué con Hans Westergaard?

El mismo que le rompió el corazón, un enigma hizo presencia en su mente, "¡NO! Elsa no puedes pensar en el de esa forma después de lo que te hizo, tiene muchas cosas que hablar y era que Hans la hacia experimentar y sentir cosas que nunca habia sentido, es mas estaba segura que nunca había sentido cosas semejantes.

Sin embargo, no podía dejar de rememorar las escenas de ese sueño que le hacían sonreír y sonrojarse involuntariamente. Cerraba los ojos intentando dormir y solo podía verlo a el, sin camisa, sobre ella.

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