Invierno era la estación favorita para Elsa debido a su poder de hielo, le encantaba el clima frio, disfrutaba caminar por los jardines de su palacio, sentir la nieve bajo sus pies, le gustaba mirar a Anna hacer muñecos de nieve.

Arendelle se pintaba de un hermoso blanco, las familias adornaban sus hogares con árboles de navidad y algunas otras cantaban villancicos.

Pero en esos momentos Elsa lo unico que queria era quedarse en su habitación en lugar de estar supervisando a los sirvientes de palacio mientras decoraban el salón principal para el baile en honor a su cumpleaños y compromiso con el Príncipe Dominick.

Suspiró maldiciendo a Hans Westergaard por no poder olvidarlo, todo seria más sencillo si de verdad pudiera odiarlo y arrancarse ese estúpido amor de su corazón.

-Elsa ¿estas bien? Te noto pensativa -su madre acababa de entrar al salón y la vio mirando al vacío -Elsa ¿estás segura de todo esto? Aún puedes cambiar de opinión.

Elsa estaba tentada en tomarle la palabra a su madre y cancelar ese ridículo compromiso que sería causante de desgracias en su vida pero seguiría adelante, intentaría enamorarse de su prometido, cumpliria con su deber y le daría algún día a Arendelle un heredero.

-Nada de eso madre, seguiré adelante con el compromiso -la platinada intento no titubear - Es mi deber, algún día seré reina y Arendelle necesitará un heredero.

Iduna no estaba feliz con la respuesta de su hija. Elsa era tan trasparente, quizá pudiera mentirle a su padre pero no a ella, notaba los cambios de su pequeña, se la pasaba encerrada y por las noches cuando pasaba por su habitación la escuchaba sollozar.

-Elsa ¿que pasó con Hans? -atinó a preguntar la reina -cuando enfrentaste a tu padre estabas muy convencida de tus sentimientos por ese muchacho y ahora quieres casarte con el Príncipe Dominick ¿Que paso realmente, Elsa?

La temperatura comenzó a descender y Elsa intentaba contener su poder, respiro hondo y las palabras de Snape se le vinieron a la cabeza cuando la encontró debajo de las escaleras de la torre de Astronomía llorando.

"Por Merlín que patética fui en ese momento "

flashback

Los días fueron terribles, apenas hace unas semanas Hans y ella estaban haciendo planes sobre su futuro, cuando ambos terminaran sus estudios el pelirrojo soñaba con algún día ser auror y ella tenia su destino trazado, pero ambos habían prometido estar juntos pasara lo que pasara.

Pero todo cambió, Hans terminó con ella y el dolor era cada vez mas fuerte, la platinada se encontraba llorando escondida debajo de las escaleras cuando escuchó:

-Deja de llorar, demuestra tu dignidad como Slytherin -Snape la miraba con desagrado -Westergaard es un desgraciado como lo fue su tío Sirius Black, ambos son iguales ¡desagradables!

Elsa levantó la mirada, sorprendida. Snape se encontraba frente de ella y la miraba con desaprobación, la princesa se levantó limpiando sus lágrimas.

- ¿Usó Legeremancia conmigo? -la futura reina le preguntó sorprendida, ni siquiera se dio cuenta que Snape habia invadido su mente.

- No fue difícil hacerlo, además queria saber porque una de mis alumnas favoritas se comporta de una manera tan débil y patética .

Elsa se sentía indignada, Snape habia leído sus pensamientos.

¡Qué patética, por Merlín!

Le sostuvo la mirada, encarando a su jefe de casa .

-No tiene derecho a invadir mi mente y mucho menos a burlarse sobre mis sentimientos por Hans, se que me odia por ser nacida de Muggles pero...

Severus rio de lado -¿Odiarte dices? No te equivoques, Majestad ... No te odio, eres la mejor estudiante de Slytherin, superando a Malfoy, eres la única que puede bajarle los humos a la sabelotodo insufrible de Hermione Granger.

La chica no pudo evitar sonreír, para nadie era un secreto el desagrado que Snape sentía por Hermione Granger, ese mismo desagrado que ella sentía por Hans Westergaard. En ese momento recordó las palabras de su ex novio y la temperatura comenzó a descender sentía que en cualquier momento perdería el control de su poder.

-Controla tu poder -Severus le dijo, su voz era calmada - debes ser tu quien lo controle, no dejes que tus emociones te dominen de lo contrario vivirás con ese temor toda tu vida.

La futura Reina estaba sorprendida por las palabras de Snape y al mismo tiempo sintió seguridad, la Slytherin cerró los ojos, respiro hondo intentando controlar su poder y el hielo comenzaba a desaparecer, fue abriendo lentamente los ojos y Severus la miraba con cierto orgullo.

-No esperaba menos de la mejor estudiante de Slytherin.

La platinada sonrió levemente, limpiando sus ojos. No pensaba seguir llorando por un desgraciado como Hans Westergaard, ella era una Slytherin y estaba por sobre ese jodido león.

-Profesor, quiero aprender Oclumancia, no quiero que el imbécil de Hans Westergaard fisgonee mi mente, prometo aprender pronto.

Snape estaba orgulloso de la determinación de Elsa, por querer aprender, era una digna Slytherin y por primera vez una hija de Muggles no le resultaba desagradable. Así que le enseñaría sus conocimientos.

- La mente no es ningún libro que uno pueda abrir cuando se le antoje o examinarlo cuando le apetezca. Los pensamientos no están grabados dentro del cráneo para que los analice cualquier invasor. La mente es una potencia muy compleja y con muchos estratos, Elsa, o al menos así son la mayoría de las mentes. -Dibujó una sonrisa irónica-. Sin embargo, es cierto que aquellos que dominan el arte de la Legeremancia y Oclumancia pueden, bajo determinadas condiciones, hurgar en la mente de sus víctimas e interpretar de forma correcta sus hallazgos.

Elsa escuchaba las palabras del profesor con atención, ella seria una experta en Legeremancia y oclumancia. Elsa siempre se consideró una chica con hambre de conocimiento, queria aprender mas y quien mejor que Severus Snape para enseñarle. Superaría a Hermione Granger.

-Te veré después de la cena en mi oficina, ve preparada las clases serán intensas y... una cosa mas: no quiero verte llorando por ese idiota, eres una Slytherin y estas por sobre esos desagradables Gryffindor .

La chica asintió con una amplia sonrisa, vio a Severus alejarse y se quedó en medio del pasillo. No pensaba llorar mas por ese infeliz, su orgullo no se lo permitía.

Fin de Flashback

-¿Elsa, estas bien? Hija, dime que fue lo que paso con Hans.

La mirada de ella volvió a ser fría y orgullosa, la chica levantó el rostro e Iduna se dio cuenta que su hija de nuevo regresó a ser la misma chica arrogante y fría que fue antes estar con Hans y sintió afligido su corazón .

-Hans Westergaard es un bastardo, no quiero que me lo vuelvas a mencionar, no vale la pena, no merece uno solo de mis pensamientos.

Las palabras de Elsa estaban llenas de rencor y odio y supo que Elsa estaba lastimada, quiso indagar en lo que habia pasado, pero fue interrumpida por la llegada del Rey Agnarr, quien al ver a Elsa sonrió ampliamente, abrazándola.

-Mi pequeña Elsa, no sabes lo orgulloso que me encuentro de ti -el Rey besó la frente de su hija - Tomaste la decisión correcta. Hans no es un mal chico pero no era el correcto para ti, mereces a un Príncipe de verdad .

Elsa hizo una mueca de desagrado, odiaba que se expresara de esa manera de su Hans

" Tu Hans "Elsa no seas idiota, el nunca fue tuyo, ese bastardo solo te usó, nunca te amó, por eso estas atrapada en este matrimonio sin amor "

Su conciencia era una perra torturándola con verdades que no queria saber.

-Padre, este compromiso no es mas que un arreglo, lo hago por Arendelle nada mas, para darle algún día un heredero pero no hay amor.

-Tonterías, mi pequeña, el amor viene después, me siento orgulloso que tomes el lugar que te corresponde como mi Heredera.

Iduna vio la mueca de desagrado de Elsa y se vio obligada a interferir antes que la platinada se pusiera de mal humor.

-Querido, basta -lo regañó la reina -¿Nos buscabas para algo?

-oh, claro querida... El príncipe Dominick esta en el estudio esperando por ti Elsa, no debemos hacer esperar a nuestros invitados.

La chica asintió, caminando a la salida del Gran salón miró por la ventana a Anna jugar con Kristtof.

¡Joder como envidiaba a su Hermana! tenia la libertad de elegir.

Suspiró y siguió su camino al estudio, cuando los tres entraron su prometido la tomó de la mano depositando un beso en ella.

-Su alteza, se ve hermosa -le hizo un cumplido sonriéndole - estoy feliz de que aceptara el compromiso, prometo hacerla muy feliz, viviré para complacerla en todo.

Elsa miró al muchacho, no era nada feo, debia reconocer que era guapo, ojos verdes, cabello castaño claro y una bonita sonrisa pero no era su Hans.

Ese tonto pelirrojo, que era un tonto impulsivo pero que era capaz de dar la vida por sus seres queridos y Elsa supo que jamás dejaría de amar a su león.

-Gracias, lo mismo digo príncipe Dominick, pero seré sincera, yo no lo amo, me casaré con usted por deber no por amor, quizá algún día pueda tomarle cariño.

-¡Elsa! ¡Compórtate! -la reprendió su padre avergonzado - recuerda quien eres y quienes son ellos.

-Padre, seria deshonesto que su alteza el príncipe Dominick se haga ideas erróneas. Yo no lo amo .

El Rey de las islas del norte tomó la palabra y Elsa se le quedo mirando unos segundos, estaba tentada en usar legeremancia pero no era lo correcto, habia algo en ese hombre que le daba desconfianza.

-El amor vendrá luego, estoy seguro que mi muchacho podrá enamorarte alteza, juntos gobernaran Arendelle, mi chico será un buen Rey.

Elsa estaba a punto de responder cuando Kai tocó la puerta y al entrar hizo un asentamiento con la cabeza.

-Majestad los invitados han llegado la Reina Rapunzel junto a su prometido Flynn Rider, El Rey Adam y la Reina Bella, también llegaron los Reyes Erick y Ariel y se espera la llegada de los príncipes Felipe y Aurora.

El rey sonrió complacido, el compromiso de su heredera debia anunciarse a lo alto, dejarían la platica para otro momento .

-Excelente Kai, acomoda a nuestros invitados en sus habitaciones, por cierto ¿Los Westergaard llegaron?

-Todavía no, majestad, esperamos que lleguen pronto..

Elsa supo que seria el peor cumpleaños de su vida y deseo con toda su alma que Hans entrara por esa puerta y se la llevara lejos pero eso jamás pasaría .

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Bellatrix Lestrange fue encarcelada luego de la primera Guerra mágica y se encontraba en Azkaban, acusada de torturar a los Longbottom, era una de las pocas mujeres mortífagas leales a Lord Voldemort, estaba casada con Rodolphus Lestrange, también mortifago, su matrimonio fue arreglado para continuar el linaje puro de los Black. Ambos cumplían una condena perpetua en Azkaban, la pelinegra se encontraba en su celda y lo unico que la mantenía viva era saber que algún día su Señor regresaría y la sacaría de esa asquerosa celda.

-¡Maldito Seas Sirius, por haber escapado, sucio Traidor a la sangre! ¡Te Mataré, lo Juro, Te mataré! -gritaba para luego reír como una desquiciada.

Rodolfus quien se encontraba en su celda se levanto agarrándose de los barrotes -Bella, cariño algún día nos vengaremos de ese asqueroso traidor.

La pelinegra al escucharlo hizo una mueca de desagrado -Nunca vuelvas a llamarme cariño. Eres igual de despreciable que Sirius, ambos son escoria -escupió con asco.

Rodolfus estaba por responderle cuando sintieron el ardor en sus brazos, la marca tenebrosa se hizo mas visible y Bellatrix estalló en risas. Por fin su Señor habia regresado. Jamás lo dudó y estaba feliz de volver a ver al hombre del cual se habia enamorado y le dio un hijo, ese pequeño que de seguro era un orgulloso Slytherin, un Black.

Las paredes se fueron derrumbando y la pelinegra no dudo en salir, por fin era libre.

- ¡Mueran los sangre sucia y Traidores a la Sangre! - gritó huyendo para reencontrarse con su señor.

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Hans se encontraba en el Gran comedor. Suspiró deprimido, Elsa se comprometería con el Príncipe de las islas del norte. Se supone que eso era lo que queria ¿Entonces porque dolía tanto?

Durante el desayuno no probo bocado, estaba solo, solo y triste ya que Harry pasaría la navidad con los Weasley acompañado por Astoria, y Hermione pasaría la navidad con sus padres, pudo ir a las islas del Sur pero la realidad es que no queria soportar a sus hermanastros.

-Esto es una mierda - pensó colocando sus manos entre sus mejillas.

El pelirrojo estaba a punto de levantarse cuando las lechuzas entraron al Gran comedor dejando caer El Profeta, por curiosidad tomó el periódico entre sus manos y se sentó de nuevo.

- Se confirmó que diez prisioneros de alta seguridad de Azkaban a primeras horas de ayer por la noche escaparon-el pelirrojo sudo frio, nervioso y las manos le temblaban -por supuesto, el Primer Ministro Muggle ha sido advertido de esto, tenemos la fuerte sospecha de que la fuga fue planeada por el asesino en Masas: Sirius Black primo de la fugitiva Bellatrix Lestrange .

El joven apretó el periódico con ira ¿Cómo se atrevían a culpar a Sirius de ayudar a escapar a esos asquerosos mortifagos ? Su mirada se centro en la foto de Bellatrix, sentía tanto odio por esa mujer, mató a tantos Muggles, tomó el Profeta y se encaminó a la oficina de Dumbledore, tocó la puerta para poder entrar.

-Hubo una fuga en Azkaban... Bellatrix Lestrange escapó también y estan culpando a Sirius...

Dumbledore permanecía sentado frente a el, con gesto calmado. Hans no entendía como el director estaba tan tranquilo, los Mortifagos mas leales a Voldemort habían escapado y de seguro irían tras de su cabeza y la de Harry.

-¿Cómo puede estar tan tranquilo? esos asquerosos mortifagos estarán detrás de nuestras cabezas -levantó voz, golpeando la mesa.

Dumbledore le sonrió, se levantó y caminó hacia el joven dándole una palmadita en la espalda.

-Hans, no tienes porque preocuparte el sacrificio de Lily Potter los protege -el director le hizo un gesto para que salieran de la oficina mientras caminaban por los pasillos - pensé que pasarías la Navidad en las islas del Sur .

- Preferí quedarme, además, usted mejor que nadie sabe que ellos solo me cuidaron por el trato que hicieron... ¿Profesor porque con ellos ? -le cuestiono el pelirrojo.

Dumbledore se le quedó mirando por unos segundos que para Hans parecieron eternos, el Profesor esperaba esa pregunta, al principio le pareció la mejor opción pero al ver el trato que esos Muggles le daban lo comenzó a dudar pero ya era demasiado tarde, era lo mejor, así el chico crecería alejado de todo lo que representaba ser el elegido.

-Pensé que era lo mejor para ti, crecer lejos de todo esto, del destino que te esperaba, Hans eres especial, Harry y tu son el brillo de esperanza para la comunidad Mágica.

El muchacho suspiró negando con la cabeza - Tienen tantas expectativas puestas en nosotros ... Que nos sentimos muy presionados -el muchacho se quejó, frustrado, llevando sus manos a su cabeza - Profesor, esto es mucho para nosotros.

Dumbledore colocó su mano sobre el hombro del pelirrojo, realmente sentía pena por ambos muchachos, su futuro estaba marcado desde el momento de su nacimiento. Debían morir en manos del El señor oscuro, solo así todo se terminaría, un verdadera pena, debían morir pero era por un bien mayor .

-No se atormente, aún no es el monto de pensar eso, intenta vivir una vida feliz, ambos vivan felices disfruten la vida, cuando el momento llegue estoy seguro que cumplirán la profecía -le respondió dejándolo en medio del pasillo mas confundido que antes.

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Millicent Bulstrode sabe lo que los estudiantes murmuran a sus espaldas, cada vez que sus pasos atraviesan los pasillos de Hogwarts.

La imagen que se refleja en la superficie del espejo no es agraciada ni hermosa. Su espalda es demasiado ancha, y su mandíbula es cuadrada y definida. El cabello negro que cae sobre sus hombros es escaso y su cuerpo no consta ni de una sola curva.

Conoce cuál es el adjetivo para definir su apariencia, pero la palabra titubea en sus labios cuando trata de pronunciarla-a pesar de que rueda tan fácilmente en las lenguas de otros.

Millicent se pregunta si de haber nacido hombre las cosas serían diferentes.

Pero no lo son, y cada insulto duele. Millicent se ocupaba de devolver cada insulto con sus grandes manos, pero cada noche se encierra en el baño y observa el espejo .

La imagen devuelta no es bella ni preciosa-y ella lo sabe.

Hasta que conoció a cierto Pelirrojo, al principio le desagradaba, lo trató con desdén, era un traidor a la sangre, no entendía como un sangre pura podía mezclarse con impuros o Mestizos, su familia le habia enseñado que eran escoria pero fue hasta que la defendió de las burlas de un Ravenclaw, como toda Slytherin se sintió humillada que un Gryffindor la defendiera pero logró llamar su atención, lo que comenzó con palabras venenosas fueron cambiando a palabras un poco mas amables. La Slytherin se encontraba sentada en las escaleras que conectaban a las cocinas de Hogwarts, estaba casi vacío, la mayoría de los estudiantes pasaban las fiestas navideñas en casa no le fue muy difícil convencer a sus padres de permitirle quedarse en el castillo, estaba sumida en sus propios pensamientos cuando sintió que le tocaban el hombro.

-Disculpa la tardanza, Milli - el pelirrojo le sonrió entregándole una rosa roja - ¿Esperaste mucho?

George Weasley se acercó y besó su mejilla sonrojando a la chica, aún no se acostumbraba a ese tipo de atenciones por parte de un chico.

-Hace unos minutos llegué - le respondió acercando la rosa para olerla, cerrando los ojos -Gracias, es un lindo detalle Weasley.

George sonrió enternecido, al principio le fue difícil aceptar los sentimientos que comenzaba a tener por la Slytherin, la chica lo odiaba, lo trataba como alguien inferior a ella pero poco a poco fue acercándose, derritiendo esa barrera de hostilidad que ella puso entre ambos. Nadie sabia sobre sus encuentros, quizá no lo entendieran pero le daba lo mismo lo que su familia o amigos pensaran. La chica lo hacia feliz y eso era lo unico que le importaba .

-¿Cuando dejarás de llamarme por mi apellido, y me dirás por mi nombre? -le preguntó abrazando a la chica por detrás y besando su mejilla -Vamos, cariño esas formalidades no van con nosotros.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de la Slytherin, ella no era de la clase de chicas romántica, cuando se enteró que Astoria y Elsa salían con Potter y Westergaard se burló de ellas llamándolas traidoras a la sangre, que ironía, ella estaba con un Weasley, sus padres la iban a desheredar pero el pelirrojo sacaba su lado romántico.

-Sabes que es costumbre... Perdería el encanto si te llamo George -volteó un poco su cuello para besar su mejilla -Pensé que pasarías la navidad con tu familia.

- No podía dejar a mi chica sola ... ¿Que pasa si me la roban?

La Slytherin tomó su mano para que ambos se sentaran en las escaleras, de no ser por la sinceridad en su mirada y en sus palabras pensaría que se estaba burlando de ella.

-Cariño, a diferencia de ti todos me ven como una chica gorda y fea - suspiró, bajando la mirada al piso -Cuando todos sepan sobre lo nuestro pensaran que te di Amortentia.

El pelirrojo se puso serio por las palabras de la Slytherin, odiaba cuando ella se menospreciaba, la tomó de las mejillas con delicadeza, le gustaba perderse en su mirada, rozó sus labios y le dijo:

-Odio cuando te menosprecias, Milli, para mi eres la chica mas hermosa del mundo y si alguien dice lo contrario son unos imbéciles .

Sus ojos se llenaron de lágrimas, las palabras de su chico la emocionaron, era consiente que no era hermosa como Astoria y Elsa, las cuales lograban llamar la atención de los chicos y tampoco era inteligente como Hermione o una buena Jugadora de Quidditch como Ginny y tampoco tenia la inocencia de Luna. Milli se consideraba una chica menos que el promedio pero George la veía como la chica mas hermosa y era feliz de saber que habia encontrado a alguien que la quisiera por quien era y no por el dinero de sus padres.

-Eres muy amable, cariño -le respondió besando su mejilla - Gracias por aceptarme tal cual soy .

-Milli -la llama su novio , y Millicent lo mira-. ¿quieres hacer algo ?

-Podemos quedarnos aquí, no quiero que te vean conmigo, arruinaras tu reputación - ríe bromeando .

-No digas eso -la regañó - Seria muy afortunado de ir contigo de la mano, por cierto ¿porque fuiste al baile de navidad con Malfoy?

Oh, el Baile de Navidad. El tema que jamás habían hablado, ella estaba celosa porque el fue con una de sus compañeras de casa y ella tuvo que ir con Draco Malfoy que apenas la miró, aunque no era que le importara mucho.

-Si te soy sincera solo queria llamar tu atención pero preferiste ir con esa chica de tu casa -agrega-, Creo que Ginny sospecha sobre lo nuestro, ella me dijo que me ayudaría a darte celos.

El pelirrojo arquea las cejas.

-No jodas. Milli ¿no era mas fácil preguntarme si tenia pareja en vez de ir con Draco?

-¡Estás loco! Esa misma mañana discutimos, te llame traidor y tu me llamaste purista extremista ¿Cómo crees que iba a preguntar eso?

El pelirrojo bufó cruzando sus brazos no queria darle la razón.

-Estaba esperando el momento perfecto para invitarte pero no me la pusiste fácil y cuando supe que ibas con Draco me enojé y terminé invitando a esa chica, ni siquiera recuerdo su nombre pero déjame decirte que te mirabas hermosa. Ese vestido te quedó muy bien ...

-Weasley , en mi túnica caben tres como tú-señaló Millicent.

Ella tenía bien asumido que le sobran unos cuantos kilos, al igual que sabe que le gusta demasiado la comida como para poder perderlos. Además, está demasiado ocupada estudiando como para ponerse a hacer ejercicio.

-Eso no tiene nada que ver. Además, no necesitas perder peso te ves hermosa tal cual eres y te ves adorable cuando comes -replica y Millicent sabe que se está enfadando, y no quiere, porque sabe que no va a servir para nada.

-Lo que tú digas.

George sonríe ampliamente.

-Milli, ¿que te parece si cuando todos regresen hacemos oficial lo nuestro? estoy cansado de tener que escondernos para vernos -dice contento y al mismo tiempo frustrado -. Quiero que sepan que estamos juntos, poder tomarnos de la mano sin tener que escondernos .

-¿No crees que es muy pronto? Me refiero, que formalmente comenzamos salir hace un par de semanas... se burlaran de ti.

George sacudió la cabeza.

-Me da lo mismo lo que otros piensen, lo importante es lo que sentimos me hace muy feliz estar contigo y quiero compartir esa felicidad con mis Familia y amigos estoy seguro que a Freddy le caerás muy bien .

Luego de pensarlo un poco asiente con la cabeza, estaba segura que sus padres la quitarían del árbol genealógico de la familia pero valía la pena .

-Muy bien, tu ganas pero debo hablar con mis padres antes ¡Tanto que me burle de Astoria, que ironía, terminaré desheredada como ella pero me da lo mismo, tengo una pequeña herencia que me dejo mi tía abuela!

-¿No quieres que hable con ellos?

-No puedes estar hablando en serio, ¿sabes lo que pasará? Ni siquiera te dejaran hablar, terminarás colgado de la torre mas alta de la Mansión .

-No creo que sea para tanto, además soy un sangre pura.

-No es suficiente que seas sangre pura ..... Para mi familia eres un traidor a la sangre, cosa que no me Importa pero a ellos si.

A regañadientes, Millicent pensaba en en como lo hablará con sus padres. Seria una traidora a la sangre, repudiada por su casa.

-¿En que piensas ?-preguntó el pelirrojo al notarla seria.

-En lo irónico que resulta todo. Me burlé de Astoria cuando fue desheredada por salir con Potter-Se encogió de hombros -. Seré una Traidora a la Sangre .

-Vamos Milli, no es para tanto puedes sentarte en nuestra mesa -su novio le dijo bromeando.

-Pues... Vaya consuelo, Weasley -rodó los ojos con ironía.

-Te ves adorable cuando te enojas .

George la tomó del rostro para besarla en los labios pero cuando estaba a milímetros de hacerlo Bulstrode lo empujó.

-Oye Milli, porque la violencia -Se quejó pero al notar que su novia miraba detrás de el, se volteó, su rostro se puso pálido-¿Hans?

Los dos miraban al pelirrojo sonrojados, Hans los miraba entre sorprendido e incrédulo, tenia la quijada desencajada, no sabia que decir o cómo reaccionar.

-¿Bulstrode? ¿Es enserio George?

Hans recordaba a la chica, habia tenido un duelo con Hermione cuando ambos estaban en segundo año y para el baile de Navidad fue la pareja de Draco Malfoy, en definitiva seria una gran sorpresa para sus amigos.

-Hans, escucha. No puedes decir nada, por lo menos hasta que hablemos con nuestras familias-pidió George -Promete que no dirás nada, Hans.

-Si abres la boca Westergaard, la paliza que Draco te dio no será nada comparada con la que te daré -lo amenazó con el puño la chica.

-¡Oye Draco no me dio ninguna paliza!-Se quejó indignado -pero esta bien no diré nada pero necesito que me hagáis un favor.

Hans les explicó que necesitaba su ayuda para poder impedir el compromiso de Elsa con el Príncipe de las islas del norte pero no podría hacerlo sólo. Necesitaba ayuda

-¡Te volviste loco Westergaard!-gritó exaltada la Slytherin -Ni siquiera pasaremos de la puerta si hacemos magia, seremos expulsados .

-Solo necesito distraer a los guardias, llevaremos la capa de invisibilidad pero no podré hacerlo solo.

No tenían de otra, luego de pensarlo decidieron ayudarlo, los tres quedaron de verse a las 6 de la noche en la oficina de Dumbledore, seria una locura pero Milli pensaba que tener emoción en su vida no estaría nada mal.

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Draco se encontraba en casa de Theo, extrañaba a Hermione, queria verla, hablarle, saber como estaba, se habia enterado por El Profeta sobre la fuga masiva en Azkaban y temía por Hermione, luego de pensarlo y por consejo de Nott le escribió una carta .

"Granger debemos vernos te estaré esperando en el cumpleaños de Elsa. Por favor no faltes tenemos que hablar"

El rubio le envió la carta con su lechuza, esperaba que Hermione fuera tenía que asegurarse que estaba bien y ya queria que fuera de noche para abrazarla.

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Narcissa caminaba por los amplios pasillos de su Mansión, estaba preocupada por la fuga de Bellatrix, eso solo complicaría las cosas, si queria mantener a salvo tanto a Draco como a Hans debia ser astuta y mantener sus pensamientos protegidos.

-Cissy, querida, el señor oscuro nos espera -le comentó Lucius acercándose a ella para tomarla de la mano - Tranquila, cariño Draco esta a salvo, el señor tenebroso tiene otros planes para él.

Eso era lo que preocupaba a la mujer pero intentó disimular, ambos entraron al estudio donde estaban reunidos los mortifagos de alto rango. En la cabeza de la mesa se encontraba Voldemort, quien les dio al bienvenida, la rubia miró de reojo a su hermana, se miraba tan demacrada y sintió pena por ella .

-Bella, querida mucho tiempo sin verte - Voldemort le dijo causando que la mujer tomara su mano para besarla -No hagas eso, querida, por lo menos no en publico.

Bellatrix miraba a Voldemort con adoración, era el héroe que terminaría con la suciedad de su mundo. Lo amaba y daria la vida por el sin pensarlo .

-Mi señor, soy la mas fiel de sus seguidoras haré lo que usted me pida.

El señor tenebroso le sonrió.

-No esperaba menos de ti - se puso de pie caminando de un lado a otro -los convoque a esta reunión porque uno de mis informantes me ha dicho que tanto Harry Potter como Hans -sentía asco de pronunciar su apellido muglee- me informaron que asistirán a una fiesta Muggles, quiero que me traigan a esos dos... pueden matar a los demás si quieren.

- Mi señor, permítame asesinar al sangre sucia de nuestro hijo, juro que lo mataré, es un traidor, no merece ser un Black ,déjeme limpiar mi linaje con la muerte de ese maldito traidor.

-¡No !-gritó el señor tenebroso -debo ser yo quien lo asesine ¿te quedó claro? Prepárense para el ataque.

La mujer asintió asustada, no queria enfadar a su señor pero antes que su amo lo matara, castigaría a ese bastardo, una risa escapó de su boca.

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Hermione habia leído la carta que Draco le mandó. No iba a ir, estaba aún enojada con el rubio ¿cómo fue capaz de dudar de ella? pero luego de pensarlo decidió ir, ella también lo extrañaba.

Caminaba con cuidado, no estaba acostumbrada a los tacones, era incómodo, estuvo a punto de caerse pero alguien la sostuvo de la cintura.

-Ten cuidado con esos zapatos, Granger .-El chico la mantenía sujeta de la cintura.

Hermione estaba sonrojada. Draco la miraba con esos hermosos ojos grises que hacia que se perdiera en su mirada. Draco la seducía por la ventana con esa mirada.

Granger, curiosa, acabó por preguntarle a Draco porque la habia citado después de insultarla .

- Vamos, Granger. No voy a hacer nada. La incertidumbre es mucho peor que cualquier cosa. Hermione, lamento como me porte contigo, me dejé cegar por los celos .

Hermione no pensaba perdonarlo fácilmente, le costaría ganarse su perdón, después de todas las cosas desagradables y la manera en que la trato era un milagro que la castaña fuera al baile.

-Te costará ganarte mi perdón, Malfoy. Fuiste un imbécil conmigo.

-No esperaba menos de ti, Granger -el rubio se inclinó y la besó.

Después de eso Draco la llevo a Arendelle y ambos entraron al castillo dispuestos a disfrutar la fiesta. Draco besó su mejilla causando que se sonrojara.

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El baile habia comenzado y Elsa se hallaba junto a su prometido hablando con algunos príncipes y princesas, intentaba mostrar interés pero su cabeza estaba en otro lado. Suspiró y se preguntaba como estaba Hans, salió de sus pensamientos cuando escuchó la voz conocida de sus invitados .

-Como le decía Alteza, es un gusto acompañarlos -le respondió el Príncipe Adam - Le quiero presentar a mi esposa :La Reina Bella .

Elsa hizo un asentimiento con la cabeza en señal de respeto -un gusto conocerla, majestad .

-El gusto es mío Alteza, bonita fiesta -la felicitó bella -Espero ambos sean muy felices hacen linda pareja.

Elsa habia escuchado sobre el Rey Adam, un hombre apuesto pero con un mal carácter que fue hechizado por una bruja. Bella fue quien rompió el hechizo, se notaban tan enamorados que la princesa los envidio, se disculpó para ir a saludar a sus compañeros de casa y dudaba que Hans fuera .

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Hans estaba desesperado, los guardias no los dejaban entrar. George estaba a punto de usar magia pero su novia se lo impidió, no queria que los tres fueran expulsados. Hans no sabia que hacer para entrar hasta que escucho una voz detrás suyo que lo hizo girarse.

-Vaya, tu eres Hans Westergaard - una voz femenina le dijo con las manos en la cintura-veo que no te dejan entrar... hay que ser cínico para venir después del daño que le causaste a Elsa .

-Disculpa ¿te conozco?-preguntó el pelirrojo intentando recordar si alguna vez habia visto a la chica pero no recordaba -Sinceramente no te recuerdo.

La chica se fue acercando con una sonrisa inocente en su rostro y cuando estuvo lo suficientemente cerca le respondió .

-Mi nombre es Rapunzel y soy prima de Elsa, ella me contó lo que hiciste y solo quiero decirte que ¡eres un idiota! -la chica sacó de su vestido una sartén y lo golpeó .

Tanto Weasley como Milli querían reírse pero se contenían al ver la cara de pocos amigos del pelirrojo.

-Eso dolió -Hans se quejó llevando sus manos a su cabeza -Estas loca.

Luego de aclarar unos puntos, la chica le dijo que lo ayudaría. George le mostró un frasco de Multijugos al príncipe y aunque Hans no estaba de acuerdo luego de pensarlo era la única manera de hablar con Elsa. Rapunzel le entregó unos cabellos y Hans no le quedó otra que tomarla, se sentía incomodo con la apariencia de la chica.

-Te advierto una cosa, no intentes ir al baño a hacer alguna cosa sucia usando mi apariencia ¿de acuerdo?

Hans arrugó el entrecejo sin comprender a qué se refería, sin embargo, pronto entendió y con un prominente sonrojo negó rápidamente con la cabeza.

Lograron entrar y se sentía nervioso. George, Milli y Rapunzel usaban la capa de invisibilidad de Hans, estaban a punto de entrar al gran salón cuando:

-Punzie, preciosa aquí estás -Flynn la tomó de la cintura e intentó besarla.

El rostro de Hans tenia una expresión de pánico al ver como los labios del chico estaban cerca de los suyos, sin dudarlo tomó la sartén de la verdadera rapulzel y lo golpeó, logrando que Flynn lo soltara.

Flynn se sobaba la cabeza, le habia dolido el golpe y miraba de reojo a su novia sin entender que pasaba.

-¡Oye porque me pegas!

-Porque... porque estabas siendo muy atrevido-se excusó y el joven le miró extrañado.

Flynn sonrió de lado y acarició la mejilla de la joven, acercándose y susurrándole. Hans tuvo que hacer acoplo de toda su fuerza de voluntad para no delatarse y golpearlo.

-¿Recuerdas cuando fuimos al establo y terminamos con heno en todas partes?-susurro Flynn y Hans abrió los ojos asustado-Ahí no me dijiste que estaba siendo atrevido, preciosa y cuando...

-Suficiente-dijo Hans poniendo una mano sobre la boca del joven-No quiero escuchar más.

-Pero, preciosa...

Hans rodó los ojos, sin embargo, dejó de prestar atención a lo que él joven decía cuando observó a la reina que se acercaba a ellos, con una sonrisa en el rostro. Estuvo a nada de correr hacia ella y abrazarla y besarla pero se contuvo y en su lugar la saludó como a una prima.

Tenía que encontrar una manera de hablar con ella a solas pero Flynn la atrajo de la cintura, abrazándola y no le quedó de otra más que presentarlos.

Flynn le intentó besar y Hans alcanzó a esquivar el beso terminando este en su mejilla.

-¡Ya basta!-gritó y pronto se arrepintió ya que Flynn y Elsa le miraron con extrañeza-quiero decir... ¿amor, me permitirías hablar con mi prima unas cosas?

Flynn alzó los hombros y sonrió asintiendo. Hans suspiró aliviado pero poco le duró ya que observó como Flynn se acercaba en cámara lenta para darle un beso de despedida. Volteó el rostro y nuevamente le besó en la mejilla, Flynn chasqueó la lengua y al abrir los ojos le soltó, horrorizado. Escuchó a Elsa ahogar un grito de sorpresa y murmullos de las personas.

-¡Oh por dios!-dijo Hermione al observar la escena, Draco a su lado traía unas bebidas las cuales terminaron en el piso cuando vio lo ocurrido.

-No me jodas- expresó Draco- Ese Hans resultó todo un pervertido -dijo burlón y su novia le lanzó una mirada reprobatoria que lo hizo callar.

Hans no entendía que ocurría hasta que miró a lo lejos como George y Millicent le hacían señas y comprendió que el efecto habia pasado. Sus demás amigos allí presentes le miraban con asombro para después pasar a las risas y al mirar más allá observó que para su desgracia sus hermanastros también estaban presentes y se estaban carcajeando hasta llegar a las lágrimas.

-¿Qué intentabas hacer, jodido degenerado?-grito Hans empujándolo.

Flynn estuvo a punto de golpearlo de no ser porque la verdadera Rapunzel apareció y se lo llevó para explicarle todo.

Hans quedó de pie frente a Elsa con el rostro rojo de vergüenza y ella aunque en un principio se sorprendió terminó por burlarse.

-No sabía que ahora te gustaban los hombres, Westergaard.

-Claro que no, yo solo...-respondió indignado-solo lo hice porque....

-No tienes porque darme explicaciones, cada quien sus gustos solo que al menos elige a alguien que no esté comprometido-le dijo con burla.-¿Cómo te debemos llamar ahora? ¿"Marica Westergaard "? Creo que Hermione estará muy decepcionada.

Hans sintió su orgullo pisoteado y eso no lo iba a permitir así que jaló a Elsa del brazo y la condujo fuera del salón para poder hablar con tranquilidad.

-¡Suéltame!- exigió la joven, zafándose de su agarre.

-Elsa tienes que escucharme, yo no soy ningún marica

-Si, ajá

Hans al ver que ella se hacía camino al gran salón la sujetó del brazo y la pegó a la pared.

Elsa sintió sus latidos del corazón acelerarse y miró los ojos verdes del joven frente a ella y sintió que podía perder la cabeza, así que volteó la cara, exigiéndole que la soltará a lo que Hans no lo hizo.

-Elsa ¿Por qué haces esto? ¿Por qué te comprometes con ese tipo? Tú me amas a mi.

Elsa dirigió su mirada a el nuevamente, intentando que las lágrimas no la traicionaran.

-Tengo un deber con Arendelle y tu ya no significas nada para mí-al decir esto desvió la mirada.

-¿No me amas?-preguntó con un hilo de voz y ella negó.

Hans la sintió temblar bajo su contacto y acercó su rostro al suyo, con sus respiraciones mezclándose y sus corazones latiendo fuerte contra sus pechos.

-Mírame a los ojos y dime qué no me amas.

Elsa se removió incómoda y permaneció en silencio, negándose a mirarle.

-Aléjate de mi y te ordeno que nunca más entres a mi palacio como un vulgar ladrón-ordenó y el resopló ante su terquedad.

-¿Ah si?

Hans harto de su actitud acortó la distancia y presionó sus labios contra los suyos, ella se resistía a caer de nuevo en su juego y le empujó dándole una cachetada.

Ambos se miraron con intensidad y Hans suspiró hondo para acto seguido sujetarla de la cintura y atraerla hacia el en otro beso lleno de sentimientos encontrados. Elsa de nuevo lo empujó y le dio otra cachetada.

Hans se sobó la mejilla y sonriendo de lado le dijo:

-Creo que aun no captas que por cada cachetada que me des yo te daré un beso.- explicó poniendo la mejilla.

-Insolente-dijo Elsa dándole otra cachetada.

Hans sonrió y la atrajo por la cintura plantándole un beso en los labios, un beso en el que intentaba transmitir todo el amor y desesperación que sentía hacia ella, sin embargo, Elsa en un principio seguía resistiéndose pero en determinado momento no pudo evitar corresponderle con la misma pasión y deseo aunque luego de unos segundos la realidad la golpeó y abruptamente rompió el beso dándole una cachetada aún más fuerte que la anterior.

-No me vuelvas a besar a la fuerza ¿Entendiste?-le señaló con el dedo tembloroso.

El estaba por responderle cuando de pronto escucharon un crujido de aparición, se miraron a las caras y corrieron al gran salón solo para ver como la puerta explotó hacia adentro, todos los invitados giraron sus cabezas observando a los intrusos vestidos de negro lanzando hechizos a diestra y siniestra. Hans desvió la mirada a sus compañeros de casa y sonrió mientras sacaban sus varitas, no obstante, su sonrisa se borró al escuchar los gritos de los invitados que no poseían magia y estaban siendo atacados. Hans maldijo por lo bajo y lanzó un levicorpus a un Mortifago alejándolo de la multitud, pronto lo desarmó y ató. No estaba dispuesto a dejar que nadie fuera capturado o lastimado.

Elsa observó la escena impactada y pronto apremio a sus padres a ponerse a salvó mientras ella buscaba entre sus ropas su varita pero desgraciadamente la había dejado en su recámara, miró a su alrededor un bate de béisbol que Kristtof dejó horas antes cuando jugaba con Anna y lo sujetó entre sus manos con decisión cuándo un Mortifago se acercó peligrosamente a ella.

Sin pensarlo golpeó al Mortifago en el cuello. Realmente no prestó atención al hecho de que había golpeado el cuello del hombre con el lado afilado, y escuchó el repugnante crujido que lo hizo caer al suelo.

Crucio escuchó, seguido por los gritos dolorosos de varias personas. No podía estar segura de si reconocía la voz del que maldecía o no, ya que las máscaras amortiguaban un poco las voces. Pronto observó como George y Millicent se encargaban del Mortifago en cuestión y sonrió agradecida.

La gente corrió hacia la salida gritando, muy pocos intentaban ayudar.

El caos estalló cuando mortífago tras mortífago se aparecieron y comenzaron a llover maldiciones sobre todos los que veían a su paso.

Draco sacó a Hermione de allí pese a que ella se negaba.

-¡Elsa!- gritó Hans al percatarse que la había perdido de vista.-¡Elsa ¿Dónde estás?!

-¡Hans!- escuchó que alguien le llamaba y ese milisegundo que le llevó voltear fue suficiente para tomarlo con la guardia baja.