Capítulo 9
- Elisa-
Llegamos a la base. Mis nervios están a flor de piel. En menos de un día han pasado demasiadas cosas. Cuando aterrizamos un viento helado me golpeó en la cara y me hizo temblar. Mientras me abrazo con los brazos observo a los demás para ver si sienten el mismo frío que yo: Thor viste su característico traje asgardiano con su capa roja (supongo que él no tendría frío), Loki también tiene su traje puesto de manga larga, Steve está con su traje del Capitán América y Clint simplemente tenía una camiseta con tirantes y con su arco y flechas en la espalda. Si alguno puede sentir frío es Clint, le miro con complicidad y me devuelve una sonrisa. Vuelve a subir al avión y baja con una chaqueta que me pone por encima de los hombros, sé al momento que es de Clint al sentir su olor en la chaqueta. Él siempre tan padre para mí.
Clint coloca su brazo sobre mis hombros y nos dirigimos juntos a la base, detrás de Steve y Thor, quienes llevan a Loki muy atentos.
- ¿Lista para que todo tu mundo cambie? - me pregunta Ojo de Halcón en un susurro.
- Siempre lo hace, pero creo que sí estoy lista.
- Me alegro. Tanto Tony Stark, Bruce Banner, tu padre y yo nos habíamos retirado de Los Vengadores pero creo Thor y yo vamos a volver una temporada - confiesa en un murmullo.
- No tienes por qué hacerlo Clint - digo mirando a sus ojos - Tu familia te necesita más que yo, no quiero ser un estorbo.
- No eres un estorbo. Laura te quiere como a una hija, y yo también - estamos un rato en silencio hasta que llegamos y nos detenemos delante de la puerta, la que supongo es una de las principales - Entrad vosotros primero, y tened cuidado con el Dios - indica refiriéndose a Loki. Se gira para mirarme a los ojos y me abraza con una ternura admirable - Además... Creo que no soy el único que te tiene cariño aquí - murmulla en mi oído.
- ¿No vas a dejar ese tema verdad? - pregunto aún abrazada a él.
- No hasta que admitas que te has fijado en él, ¿o me lo vas a negar?
- ¿Serviría de algo?
- Sabes que no - y sin más deja el tema, alejándose de mi no sin antes darme un beso en la mejilla.
Entramos en la base de Los Vengadores y flipar sería poco para describir como me siento, es un lugar asombroso, enorme, con la tecnología más avanzada que podía imaginar. Clint me guia hasta lo que parece una sala de reuniones, llena de ordenadores, con una mesa en medio con varias sillas para que nadie estuviese de pie. Toda la sala esta hecha de paredes de cristal, pues yo todavía no he accedido a ellos pero ser pueden ver intuir todas las instalaciones desde fuera. Lo que sí puedo ver con claridad es la sala a la que vamos a entrar: mi madre y varias personas están sentadas en la mesa excepto Thor y Loki. Antes de que entrásemos en la sala, me adelanto a Clint y le confieso que sí que puede que me haya fijado un poco en alguien. Y antes de que me pueda contestar entro rápido, con su risa de fondo mientras camino.
- ¡Elisa! -grita mi madre cuando atravieso la puerta. Corre a abrazarme - Menos mal que no te ha pasado nada. Nunca me lo perdonaría. Perdón por todo - dice casi cayendo en un sollozo en mi oído, no sé si los demás pueden escucharnos, pero me da igual.
- Tenemos que hablar - contesto seria mirándola fijamente a los ojos - Todo esto me ha hecho pensar, supongo que a ti también, tenemos que replantearnos muchas cosas.
- Lo sé, y te prometo que hablaremos, no te trataré más como una niña pequeña - y volvemos a abrazarnos.
- Esto... Creo que tenéis que aclararnos muchas cosas, ¿no? - dice una voz masculina tras nosotras.
Me seco un poco los ojos por la humedad que se ha formado en ellos al abrazar a mi madre. La miré y me asintió.
- Sí, tienes razón pero podría ser mañana señor... - contesto a la persona que nos había hablado antes. Era un hombre de tez negra, con un parche en el ojo, vestido entero de negro.
- Furia, Nick Furia - saluda - Y por supuesto que puede ser mañana señorita...
- Elisa Wilson - noto la mirada confusa de mi madre.
- Excelente, cada uno de vosotros tenéis asignada una habitación en esta base y en la Torre de los Vengadores - comunica a todos, aunque supongo que la mayoría ya lo saben. Me fijo mejor en todas las personas que estaban en la sala: ya conocía a Thor, Steve, Clint, Natasha y Nick pero a los demás no. Ya sabía quiénes eran por las noticias y la televisión, pero por presentación formal no. Pude distinguir a Wanda Maximoff o Bruja Escarlata, Visión, Falcon y Máquina de Guerra y una mujer joven, con el pelo moreno en un elegante moño, al lado de Nick, probablemente su ayudante personal. - Podéis ir a descansar ya. A las 9 os quiero a todos reunidos aquí mismo - hace especial énfasis en "todos". Y se va acompañado de la mujer de antes.
- Vuestras habitaciones están juntas, estáis entre Clint y yo - nos dijo Natasha - Os acompaño.
Llegamos en silencio hasta nuestros respectivos cuartos, Natasha nos cuenta que se va a ir a hacer ejercicio a la sala de entrenamiento, necesita descargar tensiones.
- ¿Hablamos ya? - me pregunta mi madre.
- Sí - entramos en su supuesta habitación ya que cuelga un pequeño cartel, seguramente improvisado, que pone "Jane Foster", mientras que en el mío describe el nombre de "Elisa Morgan", me pregunto cómo arreglaremos esto con Furia.
- Siento lo del apellido, pero me lo pidieron cuando llegué a la base. Por nuestra seguridad nos tenemos que quedar aquí hasta saber qué haremos y que quiere S.H.I.E.L.D. de nosotras - se disculpa mi madre.
- No pasa nada - contesto sentándome en su cama.
- Cariño... Sé que fui injusta contigo, pero entiéndeme, eres mi hija y toda la situación por la que pasamos se me hace muy cuesta arriba y no consideré bien mis palabras... Realmente solo quiero lo mejor para ti y reconozco que lo mejor para ti puede ser ir a Asgard con tu padre - le costó la vida decirme eso, a medida que lo decía se le estaba rompiendo la voz. La abrazo con urgencia mientras sus palabras siguen en el ambiente, tranquilizándome .
- Mamá... Te quiero y siempre lo haré, eres mi madre. Pero también quiero curarme, y ambas sabemos que aquí es imposible. Igual en Asgard pueden hacer algo por mí. Pero mamá, no me quedaría allí toda la vida, solo hasta que me curasen si es que pueden conseguirlo - contesto medio llorando.
- Pero preciosa, cuando descubran tu enfermedad sabrán que eres hija de Thor y no sé si dejarían que regresases a la Tierra tan fácilmente. Eres hija de su futuro rey.
- Pero no soy asgardiana.
- Y tampoco humana amor mío, y tú lo sabes. Desde siempre fuiste especial, tú desprendes algo que nunca podré entender. Estas destinada a viajar por toda la galaxia, y no para desperdiciar tu tiempo aquí.
- Tú podrías venir conmigo a Asgard - intento decir mientras caen lágrimas por mi rostro. Había pensado tantas veces que no era humana sino asgardiana que se había convertido en un sueño, pero hoy se hacía realidad al oír como mi madre lo decía en alto. Siempre pensé que yo nunca me quedaría en la Tierra, pero la idea de dejar atrás a todos mis seres queridos me detenía demasiado.
- Mi destino es quedarme aquí e investigar todo lo posible cariño, para un día poder ir a verte a Asgard - habla con una sonrisa mientras lloraba en silencio.
- Te quiero mamá - sin poder controlar ya los sollozos.
- Yo también preciosa, no llores. Tus preciosos ojos no se merecen que se vean borrosos - me dice al mismo tiempo que aparta mis lágrimas con sus dedos.
No puedo más y la abrazo mientras lloramos sin control.
- Cariño... escúchame. Ahora tienes que entrenar con Nat y Clint todo lo que puedas, aprende a defenderte mejor, como bloquear a tus rivales y... Controlar los poderes que seguro que tienes. Llevo pensándolo mucho tiempo, puede que te pareces físicamente más a mí, pero tienes más parecido con tu padre de lo que crees. Esto no es un adiós, ni mucho menos un hasta luego. Pero a partir de ahora no estaremos tanto tiempo juntas. Tú entrenaras y yo me centraré en mi teoría y ayudaré a los científicos de los Vengadores en todo lo que pueda.
>Loki quiere algo, no sabemos qué, pero estoy segura que nos necesitaran a ambas. Hablé con Nick sobre tí, sabe que eres hija de Thor y te quiere dentro de los Vengadores, pero tendrás que ponerte al día en todo. Furia me prometió guardar el secreto y yo por mi parte no se lo diré a tu padre hasta el último momento y solo si es imprescindible. Si tú quieres decírselo adelante, pero yo no quise decirle nada para que no te vea como algo que proteger, sino como una aliada.<
- Todavía no quiero decirle nada, encontraré el momento si es que no te adelantaste tú. Es tu decisión mamá.
- Lo hablaremos cuando surja.
- Espero estar aquí y no en Asgard - digo sonriendo. Nos volvimos a abrazar con un poco menos de lágrimas. Pero el hombro de mi camiseta estaba realmente mojado, como el de mi madre.
- Jane, ¿puedo pasar? - pregunta un Thor dudoso detrás de la puerta.
- Sí - contesta apartándonos mientras se seca las lágrimas de los ojos, aunque sigue teniendo los ojos rojos.
Mi padre entra en la habitación, se quedó¡a un poco cortado al vernos a mi madre y a mí sentadas en la cama con los ojos rojos.
- Yo ya me iba - reacciono poniéndome de pie - Buenas noches a los dos - les deseo mientras salgo de la habitación.
Entro en mi habitación y me tiro en la cama, pero no tengo ni pizca de sueño. Empiezo a analizar mi habitación, es como la de mi madre: con una cama, una mesa con un ordenador y lámpara, con una silla, un armario (espero que con ropa para entrenar, pijama y para el día a día) y un baño. Abro el armario y me sorprendo al ver la mitad de mi ropa allí, aparte de ropa especial de hacer deporte y un uniforme de... ¿los Vengadores? Una sonrisa se me escapa mientras inspecciono el traje en cuestión. Tiene un tacto parecido al cuero, pero es muy flexible y en ningún momento pierde el color que tiene, parece bastante resistente.
Me dirijo al baño, allí se encuentra todo lo necesario para poder ducharme y asearme. Aprovecho y me doy una ducha caliente mientras intento pensar y aclararme. De la noche a la mañana mi vida hay dado un giro demasiado grande y amplio. Creo que me he convertido en una Vengadora, aunque tendría que hablar más detenidamente de eso con Furia; mi madre me deja ir a Asgard con mi padre, conocería a mi padre mucho más a fondo, estoy en algo que va a ser realmente grande...
La cabeza empieza a darme vueltas y comienzo a marearme, por lo que decido salir de la ducha e irme a entrenar un rato. Cuando siento esa sensación quiero dejarla salir y no me vendría mal entrenar un poco para que por la mañana no pareciese tan patética en comparación con mis nuevos compañeros.
Salgo de la ducha y me cambio con la ropa de hacer deporte y me voy de la habitación con la esperanza de que Nat siguiese entrenando. Comienzo a andar recto por el pasillo que es contiguo al sector de las habitaciones que encontramos. Al poco me encuentro con Furia. Perfecto.
- ¿Vas a entrenar señorita Wilson? ¿O mejor Morgan? - pregunta serio. ¿Estaría bromeando?
- Eh... siento eso, Jane y yo no nos coordinamos muy bien - me disculpo. ¿Él sabría que ella es mi madre? Algo se debe oler. Espero que no me pregunte demasiado, tampoco sé que historia vamos a contar mañana mi madre y yo, la verdad está claro que no.
- No pasa nada. Veo que llevas el chándal que te dejamos en la habitación, ¿también has visto tu uniforme nuevo?
- De eso quería hablarte, ¿realmente estoy en Los Vengadores? - pregunto cambiando mi tono al más serio que me permite la voz, me mira con una ceja levantada - Es decir, me encantaría formar parte del grupo, pero no quiero estar dentro por... Favores personales o influencias, no sé si me entiendes; y además no soy tan fuerte como los demás miembros.
- Por lo que yo sé Elisa, supiste aguantar un puñetazo de Thor, que es un Dios, y salir ilesa; te liberaste del control mental de Loki y eso es algo completamente asombroso teniendo en cuenta que nadie lo ha conseguido sin recibir un golpe en la cabeza; y sé que has estado entrenando con dos de nuestros mejores agentes y has sobrevivido a ellos. En lo que a mí respecta señorita, está más que capacitada de estar dentro de Los Vengadores, sin importar a quién conozcas, o por tu descendencia - suelta. Se dio la vuelta y se dispuso a seguir su camino, contrario al mío. Osea, lo sabe.
- Señor... no sé si sabe de mi enfermedad...
- Estoy al tanto Wilson, estamos investigando, pero no le prometo nada. Siempre tiene la opción de ir con su padre a su planeta natal. Y por cierto, la sala de entrenamiento está a la derecha al terminar este pasillo, entrará en un pasillo que se abre en cinco pasillos, deberá ir al primero empezando por la izquierda. Recuerde, a las 9 en la sala de reuniones.
Asiento y me dirijo al final del pasillo. Pero me pierdo, ¿por qué no pondrán señalizaciones de donde están todas las cosas?
Decido ir a la derecha. Al abrir la puerta, rezando que fuese esa la correcta, me encuentro con que salgo a las gradas de la sala de entrenamiento. "Genial Elisa. Bueno por lo menos estas en la sala correcta".
Decido bajar por las escaleras hasta llegar a la primera grada y saltar hasta donde estaban los aparatos.
- ... si dedicases el mismo tiempo a entrenar que a conocer mujeres, estarías rodeadas de ellas - dice la voz de Natasha a alguien. Menos mal que ella sigue aquí.
- ¿Por qué te preocupas más por mi vida amorosa que yo Romanoff? - cuestiona la voz de Steve.
- Porque me auto asigné esa misión Rogers, ya que tú no la cumples.
- Mi misión no es encontrar una mujer, es hacer del mundo un lugar mejor. Un hogar para todos.
- Hogar no es un lugar. Hogar es una persona - le replica Nat. Se da cuenta de mi presencia y me invita a que me una a ellos - ¿Has venido a entrenar Eli?
- Sí, me gustaría que me enseñarais lo básico para que mañana no haga el ridículo entrenando con vosotros - contesto sincera.
- Me alegra que hayas aceptado la propuesta de Furia - dijo Nat, "Sí... algo si que acepté, creo" pienso.
- Bien - comenta el Cap acercándose a mí - Será duro este entrenamiento exprés, pero intenso. ¿Preparada?
- Siempre estoy preparada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro