- Elisa-

Me despierto con un dolor de cabeza muy penetrante en una cama desconocida. No recordaba cómo había llegado a ese sitio, ni si quiera recordaba nada después de la discusión con mi madre. Solo que llamaba a Clint para verle y hablar con él, fui al bar donde estaba y... No recuerdo nada más y siento que es muy importante saberlo. Cierro los ojos con fuerza y me concreto hasta que me duele más la cabeza.

Decido que es mejor empezar a analizar el lugar donde me encuentro. A simple vista es una habitación pequeña, oscura ya que no pude ver ninguna ventana visible, con una litera, una mesita cerca de la cama en la que estaba y un bulto que creo que es una cómoda en frente de la litera.

Puede diferenciar una puerta por la que entra un poco de luz por debajo de esta. Noto una presencia sentada en una silla próxima a mí. No me había movido en todo el rato, pero seguro que ya sabía que estaba despierta. No puede verle sin moverme. Un olor llega a mi nariz, me hace sentir miedo e impotencia. De repente un recuerdo viene a mí: una decidida yo iba directa a un Clint sentado que bebía y charlaba con un Tony distraído; de repente alguien me para a medio camino y me encuentro con Thor, todo se torció y mis últimos sensaciones fueron miedo e impotencia a la vez que veía el rostro de Loki...

- ¿Por qué me has secuestrado? - le pregunto sin levantarme.

- Hola a ti también sobrina - me contesta mientras se levanta y enciende una luz - Había calculado que despertarías mucho más tarde.

- Me has subestimado, que raro en ti - contesto fría. No sabía de donde me salía esta voz, ni el tono, pero me gusta, aparento fuerza y seguridad. Debo ser fuerte y calculadora si es que quería salir de este sitio, pero y si... ¿estaba en otra ciudad? ¿O estaba en otro país? O peor aún... ¿en otro reino?

- Querida mortal, para mi desgracia seguimos en Midgar, necesito mi cetro para viajar entre los reinos y sin él me es imposible hacerlo. A menos que encuentre alguna gema del Infinito para poder controlarla y ser mucho más poderoso. Tu querido padre le cedió mi cetro a Tony Stark y este experimentó demasiado con él. Los humanos nunca entenderéis que hay cosas que simplemente no podéis controlar - suelta en mi cara. ¿Cómo narices pudo saber lo que pensaba? - Muy fácil, puedo leer tu mente.

- Sé todo sobre ti Loki, y sé que la telequinesia no es uno de tus poderes. ¿Qué me has hecho para escuchar mis pensamientos?

- Tú no haces las preguntas, sino yo - habla. Se acerca a mí y se arrodilla a mi altura - Hay algo en tí que no me cuadra, eres hija de una midgardiana y un dios asgardiano pero no veo que poseas poderes de un dios, ni tampoco el largo de vida ni de uno ni otro. ¿Quién eres? - pregunta muy pegado a mi rostro.

- Soy tu sobrina, a quién has secuestrado de los brazos de su familia - se ríe ante mi comentario.

- Tú sola fuiste al bar al que te llevó tu querido arquero - mi enfado no hace más que crecer, ¿cómo se atrevía a hablar de Clint? Sé lo que le hizo la primera vez que se encontraron y solo me daban ganas de querer darle un puñetazo en su pálida cara. Ahora mismo tenía sentimientos encontrados, siempre le quise conocer pero a medida que me contaban cosas de él, le tenía más asco. Y secuestrarme no lo arregla. Loki parecía enternecido y contrariado.

- ¿Has olvidado que puedo saber tus pensamientos? - pregunta con cansancio.

- No - sonrío maliciosamente - ¿Por qué me has secuestrado?

- Porque necesito algo de mi hermano, pero no puede saber que sigo vivo - confiesa.

- ¿Por qué no te disfrazas y creas una farsa para verte con él, como hiciste conmigo? - pregunto mientras me siento en la cama para verle mejor, intentando sacarle información.

- Muy aguda Elisa. Sí, podría hacerlo, pero no me gusta repetir mis trucos y además, con Thor no suelen funcionar mis ilusiones.

- Porque es tu hermano.

- ¡Él no es mi hermano! - me grita.

- ¿Entonces por qué me llamaste "sobrina" antes?

- No vas a dejar de hacer preguntas, ¿no? - le niego con la cabeza - Que exasperantes sois los humanos.

- No sabes lo que realmente soy - puntualizo según lo que él dijo antes - Acabas antes diciéndome todo lo que quiero saber - le propongo al ver su cara de molestia.

- ¿Tengo otra elección? Tampoco quiero hacerte daño pequeña mortal. Muy bien... Hace poco más de un año que volví a la Tierra porque había notado un rastro de la gema Mente. Todavía no sé cómo llegué ni quién me lo permitió, pero sé que la necesito para volver. Cuando la localicé, vi que la poseía un ser creado por mi hermano y Ultrón, supongo que sabrás la historia - mucha gente me había hablado de Ultrón, sabía lo bastante para seguir la conversación - Pues bien, no intenté conseguir la gema porque tendría que matarlo y era demasiada molestia con todos los Vengadores por ahí. Decidí seguir el rastro de otras gemas, pero sin mi cetro nunca podría salir de aquí. Empecé a pensar cómo conseguir una fuerza que me devolviese a Asgard, donde puedo investigar y moverme libremente sin ninguna limitación. Pero tenía un problema, Thor había dejado Midgar para buscar las gemas también, entonces no lo encontraría con sus nuevos amigos - al decir eso, su cara se tornó en el asco más profundo - Pero siempre volvería si una mortal en concreto estaba en problemas. Jane Foster. Pero imagínate mi sorpresa al descubrirla con una hija.

< La misma noche que os encontré, me metí en tu habitación para raptarte, pero una fuerza me hizo retroceder cuando estaba a un paso de ti. Te miré mejor y mi magia pudo percibir un aura de fuerza bruta sin explotar, poder ilimitado, pureza... pero sobretodo, tu aura desprendía la misma energía que la de tu padre. En ese momento supe que eras hija Thor y mi confusión no me dejaba pensar con claridad. Si eres hija de Thor, ¿él te había dejado fuera de Asgard, donde estarías totalmente segura y con tu gente puesto que tienes las características de un Dios? Eso era imposible, por lo que solo pensé que la mortal te había ocultado de tu padre. Se me ocurrieron varios planes, pero la decisión más racional fue esperar a que Thor apareciese de nuevo en Midgar. Obviamente no esperaba que tardase casi un año en aparecer y tú crecimiento acelerado me descolocaba un poco, por un momento pensé que morirías antes de conocer a tu padre. Pero supe tener paciencia, y apareció. Reaccioné rápido, vi todos las peleas y conflictos más cerca de lo que creéis, Thor no me detectó por todas las emociones que sentía... Es increíble que siga con el mismo sentimentalismo, no ha cambiado nada, ni si quiera su amor por la estúpida mortal...>

- ¡Es mi madre! - le grito - Que por cierto, en cuanto se dé cuenta de que no estoy movilizara a todo S.H.I.E.L.D si hace falta.

- Oh... que no lo te lo dije. Solo han pasado un par de horas desde que te hipnoticé y dormí en ese bar. Si te preguntas porque ni Barton ni Stark te extrañaron es porque nunca estuvieron ahí, como el arquero... - no estoy entendiendo nada de lo que me está hablando - Parece mentira pequeña mortal, tan lista para unas cosas y tan lenta para otras... Cuando volviste con tu madre a vuestra casa, yo estuve allí todo el rato mientras discutíais y cuando te fuiste a tu habitación... - se formó una pequeña sonrisa en su rostro - Te hice creer que llamabas al arquero, te ibas de tu habitación, el bar... todo, cuando realmente te dormí y soñaste todo eso. Te llevé a mi refugio y creé una ilusión tuya para que Jane no vea que has desaparecido. Sé que ella tiene la intención de hablar con Thor para que desparezca de vuestras vidas, lo que me aseguraré que ocurra alentando su decisión desde dentro; el rechazo de su amada le dejará destrozado a Thor y podré aprovecharme de él. Al mismo tiempo ella verá que tú has desparecido y cuando intente pedir la ayuda de Thor, él estará muy lejos, al igual que tú y yo... ¿Ingenioso no crees?

- Más bien asqueroso y proveniente de una mente perturbada y enferma - contesto a su historia.

- Gracias. Será mejor que duermas todo lo que puedas ahora, apenas son las 2 de la mañana. Te sentará bien un respiro. Por la mañana iré a ver a Thor y jugaré con su mente para predisponerlo a mi poder, después del hachazo de su querida mortal no tendrá fuerzas para más.

- Loki, ¿por qué me cuentas todo esto?

- Para que no hagas más preguntas supongo - me sonríe con ¿amabilidad? ¿Complicidad? Se fue de la habitación, no sin antes guiñarme un ojo. Algo no me cuadra en todo esto.

Decido no quedarme parada en la pequeña habitación. Me levanto e intento encontrar algo por donde escapar, pero la puerta esta cerrada; no hay ventanas ni ninguna trampilla en el suelo. Empiezo a palpar las puertas de la habitación y me detengo en una que parece igual en apariencia a las demás, pero su textura y temperatura en completamente diferente a las de las demás. Empujo hacía ella con fuerza pero en vez de meterse para dentro de la pared, me dio un fuerte calambre que me deja tirada en el suelo mientras me retuerzo de dolor, sin sentir mis manos, oyendo solamente un pitido en mi cabeza que me impide en pensar nada más. 

El muy estúpido de Loki había electrificado partes de la pared por si quería huir. Ahora si que le voy a matar. Me levanto con cuidado y con el cuerpo agarrotado del calambrazo. Toda la furia y adrenalina que ahora siento debo dejarla hacer sus efectos. El doctor Smith me dijo que podía matarme, pues bien, no me iba a quedar de brazos cruzados, cuando estuviese en una situación de tensión como esta, tengo que dejar salir fuera todas mis emociones.

Cojo las dos almohadas que hay en la habitación, las enrollo con una cuerda y cuelgo en los barrotes de la linterna superior. He improvisado un saco e boxeo perfecto. Al menos intentaría pegar un poco más fuerte para hacer más daño. Rompo un poco de la sábana que primero encuentro  y me la enredo en los puños, Clint me enseñó que siempre que pegase, me tapara los nudillos, sino saldrían muy mal parados y yo no pegaría tan fuerte.

Las pobres almohadas sufrieron toda mi ira y me desahogue más rápido de lo que pensaba, pero seguí golpeando el saco de boxeo hasta que noté que mi camiseta estaba chorreando sudor. Paro un momento para evaluar lo cansada que estaba, me digo a mí misma que podía seguir un poco más, pero escucho en la lejanía una voz sobresaltada.

- ¡Otra vez tú abuelo! - grita Loki.

- ¿Dónde está? - pregunta una voz que me recuerda al Capitán América.

- No sé de qué hablas, es mi humilde morada. ¡Sois vosotros los que habéis irrumpido en ella y rompiendo mis cosas! - contesta Loki.

- ¿Cómo has llegado a Midgar sin tus poderes? - pregunta la voz de un Thor furioso.

- No te importa, ni tampoco la pequeña ayudante de tu amada mortal - dice Loki. Quiero gritar y decirles que estoy aquí, pero no puede moverme ni hablar, siendo exactamente la misma sensación que tuve cuando Loki me hipnotizó me invade por todo el cuerpo.

- Sé que es importante para Jane y eso es lo único relevante. ¡Además es una persona indefensa ante un Dios, Loki! - grita Thor.

- Sabes que no es tan vulgar como dices - sisea Loki.

- ¡Basta ya! Voy a buscarla - grita el que creo que era el Capitán.

- Ni te atrevas viejo - le advierte Loki.

- Intenta detenerle, hermano - escupe Thor. Loki empieza a gritar y a golpear al que espera sea Thor y mientras el Capitán esté en mi busca. Loki se pone histérico cuando le decían que era hermano de Thor y no puede controlarse.

Noto como golpean mi puerta con mucha fuera y preguntan por mí. Por mi parte intento responderle , pero lo único que consigo es poder moverme otra vez; de la fuerza me desequilibro  por completo y caigo de bruces al suelo. Quiero volver a moverme pero el golpe, añadido al cansancio, impiden mi movimiento.

El Capitán debió oír como caí porque comienzo a oír como la puerta recibe unos duros golpes, pero esta no cede. Pide ayuda a Thor y este le dice que enseguida al tiempo que se oye como su martillo se agita en el aire y golpea algo muy fuerte, tirando al suelo aquello que ha golpeado.

- ¿No podías ser más cuidadoso con tu hermano? - grita el Capitán.

- En estos momentos no 

Ambos dan un fuerte golpe a la puerta y entran los dos a la vez. Me miran y yo a ellos. Yo seguía tendida en el suelo, aguantando mantener mi mente consciente y no ceder a otro desvanecimiento.

- No me puedo mover - consigo vocalizar más allá de murmullos.

Thor me coge con sumo cuidado mientras que el Capitán salía y volvía con el cuerpo de Loki en su hombro como un saco de patatas. Ahora que podía mirar el rostro de Thor más de cerca, puede apreciar el parecido tan amplio que compartimos como los ojos y las facciones eran prácticamente iguales.

- Elisa, te llevaremos a la base de los Vengadores, allí están Jane y todos los demás. Estás a salvo - habla el Capitán América. Es muy parecido a mi padre por el pelo rubio y los ojos azules, pero él llevaba el pelo corto y sus ojos eran más brillantes que los de mi padre, además de unas facciones completamente diferentes, sin embargo se aprecia con cierto encanto. Creo que estoy empezando a delirar.

Me llevan fuera de la casa en la que me tenía Loki y me suben en un avión muy grande. Thor me deja en unos cuentos asientos tumbada.

- Todavía debes de estar mareada de los hechizos de Loki sobre tu cuerpo y mente - explica mirándome a los ojos - Dejaré que descanses. Te despertaré cuando lleguemos a la base - se levanta dispuesto a irse pero le agarro de la mano para que se quedase.

- ¿Cómo supisteis que me tenía Loki? Él me dijo que crearía una ilusión de mí para engañar a mí... a Jane - rectifico a tiempo, aunque sigo sin saber sobre qué decirle a mi padre o no. 

- Jane te llamó a casa pero no contestabas, fue a tu apartamento y estabas dormida en el sofá. Jane intentó hacerte reaccionar, pero al tocarte te evaporaste. Llamó a Natasha al momento - me cuenta mi él. Así que Jane había mentido a Thor, y supongo que a los demás Vengadores.

- Natasha estaba con Clint y conmigo en un bar - empezó a decir el Capitán - Y nos lo contó. Clint se tensionó al instante, supongo porque le recuerdas de alguna manera a sus hijos y quiere protegerte. El caso es que fuimos a la base de los Vengadores y Clint fue a una sala llena de ordenadores porque tienes un móvil con rastreador que nunca deja de emitir señal. Llamamos a Thor por petición de Jane y seguimos la señal hasta aquí. No supimos que era cosa de Loki hasta estar a un kilómetro ya que Thor notó su presencia y su magia. Por cierto me llamo Steve, Steve Rogers - y alza la mano hasta donde tengo la mía, ¿se podía ser más anticuado y mono al mismo tiempo? Yo ya sabía quien era por las historias de mi madre, Natasha y Clint.

- Yo soy Elisa... - estuve tentada de preguntarle el apellido a mi padre, pero dudo que tuviese apellido o algo parecido - Elisa Wilson - contesto alzando mi mano con la suya para estrecharla. La aprieta con suavidad y la suelta. Ese contacto con él me transmite una sensación de tranquilidad y al mismo tiempo cierta adrenalina, dejándome con ganas de volver a sentirlo. Se aleja a la vez que me guiñaba un ojo. Va a donde esta el piloto y le sustituye. De repente se aparece un Clint con cara de felicidad y nerviosismo.

Me levanto como puedo de mi improvisada cama y mi padre se va a donde está Steve para darnos intimidad supongo.

- ¿Cómo está mi pequeña secuestrada favorita? - me pregunta mientras me abraza con cuidado y cariño.

- Podía estar mejor, ¿y tú porque no estas con tu familia? - le recrimino entre bromas. Me encanta verle, pero había estado lejos de su familia mucho tiempo y quería que pasase todo el tiempo posible con ellos. Nos ayuda mucho a mi madre y a mí.

- Prefería rescatarte a ti. Aunque todo el rescate lo organizó el Capi y Thor estuvo muy rápido. Ninguno sabe nada de tu madre - comenta en un susurro.

- Steve parece un buen tipo - comenta mirándole.

- He visto como le miras - me suelta bajando y subiendo sus cejas mientras sonríe de manera pícara.

- ¡Oh! Por dios Clint, no has visto nada porque no ha pasado nada

- Sabes que yo lo veo todo, desde todas las perspectivas. Además, no soy Jane... y tú tienes casi 20 años, es hora de que mires a otros... Olvídalo - se apresura a decir. A veces Clint olvida mi síndrome y no le culpo, a veces ni yo era consciente de él. Solo estaba ahí, haciéndome la vida más difícil, ojalá pudiera imaginar mi vida con alguien, envejecer juntos, pero en medio año mis planes habrán cambiado completamente, pues habré cumplido más años todavía.

- Tranquilo, olvidaré tus palabras. Como siempre - intento bromear para quitar hierro al asunto y termina por funcionar, sacándome una sonrisa sincera.

- Como siempre - repite él.

Va al sitio del piloto y le dice algo a Steve que no oí, pero note sus miradas dirigirse levemente hacia mi, volviendo a ellos mismos. El sueño me invade y creo ver como Steve le da un pequeño puñetazo a Clint en el brazo.

Clint me despierta diciendo que estamos a diez minutos de la base de los Vengadores y que me vaya desperezando. Así lo hago y mientras me estiro noto pequeños dolores por todo el cuerpo, culpando a Loki por ellos. Él sigue en el mismo sitio donde le han dejado pero me niego a mirarle. Realmente no me creía que hubiera hecho esto, utilizarme de esa manera, para encontrarse con Thor; pero que me puedo esperar del Dios del Engaño supongo.

- Te podemos dejar con Jane en su laboratorio si quieres - ofrece Steve. Pero es cortado al mismo tiempo por Thor y Clint, diciendo que no pueden ya que Jane está en la base con todos los demás, esperando a nuestra llegada para hacer una improvisada reunión.

Voy a conocer a los Vengadores, en persona. Me pone bastante nerviosa este hecho. Solo conozco a Clint y Nat y es desde que nací, literalmente llevan en mi vida todo el largo de esta, nunca tuve que ganármelos ni nada parecido. Ahora me van a presentar en sociedad a todos. Ya me he puesto nerviosa con el contacto con el Capitán como conocerlos a todos de golpe.

Me siento, evitando caerme el notar como me tiemblan las piernas.