Capítulo 7
- Elisa -
Nadie habla. Estamos sentados en silencio esperando al Doctor Smith para que me mirase. Después de mi desmayo me siento bastante cansada y quiero el porqué de mi desvanecimiento.
En un momento todo mi mundo había dado un giro de 180º. Había participado por primera vez en una pelea, aunque solo fuera recibir un golpe, pero aguanté el puñetazo de un Dios, siendo este mi padre, a quien conocí hoy... Sinceramente creo que escucho perfectamente como llame a mi madre "mamá". Esta noche me espera una larga charla con ella.
La espera se nos hace eterna en la sala de investigación del laboratorio de mi madre, teniendo a mi lado a Clint y a mi madre. Un poco más lejos estan Thor y el Doctor Selvig junto con Darcy y Nat.
- Sois la alegría de la huerta, eh - comenta el Doctor Smith entrando por la puerta acompañado de María Hill. En cuanto distingue a Thor entre todos, su cara se torna a una mueca de increible duda y nos mira directamente a mi madre y a mí, "No podía haber metido más la pata con menos palabras" pienso - Esto... Elisa, Jane, venid conmigo, por favor - nos pide.
Sin pensarlo un segundo más, las dos nos levantamos, agradeciendo alejarnos de ese ambiente de tensión.
Nos dirige a una sala contigua a la que estábamos, pero en la que nadie podría oírnos. El Doctor Smith es como un tío para mí, a pesar de ser bastante joven para llevar ejerciendo para S.H.I.E.L.D. varios años, trabajar para ellos te quita varios años de vida con todo el secreto y peligros extraterrestres que reciben, espero que el sueldo lo compense con creces. Es de pelo castaño con algunas canas repartidas por sus sienes, con ojos verdes y bastante alto. Me había contado hace tiempo que estos dos años fueron muy intensos para él, por toda mi historia, análisis, constantes visitas... y me echa la culpa del origen de esas canas en tono de broma, pero no puedo evitar sentirme culpable por todo lo que las personas arriesgan conociéndome y estando en mi vida de esta manera.
Me realiza un chequeo normal, con las preguntas de siempre además de un examen de sangre.
- Mañana estarán los resultados, os los mandaré de inmediato. Ahora bien... ¿qué hace él aquí? - pregunta refiriéndose a Thor.
Ambas resoplamos y comienzo a contarle como apareció esta mañana en el laboratorio y todo lo que ello conllevó, incluido mi breve pelea con él y el extraño desmayo que sufrí.
- ¿Y qué vais a hacer ahora? - cuestiona tras pensar en toda la nueva información.
Se hace el silencio y mi madre me mira al tiempo que me agarra la mano. Es lo que queremos hablar pronto y dejar aclarado todo.
- Intuyo que se os pasado la idea de contarle a Thor la enfermedad de Elisa por si en Asgard existe una solución para ello, pero Elis... no lo sabes con seguridad, ¿y si pasa algo allí? Creo que es muy peligroso que viajes por el universo, nada menos. Hoy te has desmayado por tanta adrenalina y emociones juntas en mi opinión, los análisis lo dirán. Si es así, un viaje interdimensional podría costarte la vida.
- O no.
- O si. Solo, piénsalo bien - concluye.
Regresamos a la sala donde estábamos, todos siguen en silencio y con la vista baja, menos mi padre, quién mira a Jane con cierta pena.
- Mañana a primera hora tendréis los resultados - comunica el Doctor a mi madre y se despide de todos con la mano.
Clint le dice al doctor que espere ya que él y Thor han decidido ir a ver a los demás Vengadores y ponerse al día con Furia. Y se van, junto con el Doctor Smith y María Hill.
- Yo tengo que irme a buscar a Ian al trabajo - comenta Darcy. Son pareja desde antes de que yo naciera.
- Eric y yo tenemos que volver a S.H.I.E.L.D - dijo Natasha. No por dios, no me dejéis con mamá a solas ahora. Ahora no.
- Y nosotras tenemos mucho que hacer en casa cariño - dijo mi madre.
Nos despedimos de todos y nos dirigimos a casa en un silencio poco habitual en nosotras. Menos mal que vivimos cerca de donde trabaja mi madre. Entramos y me siento en el sofá, esperando a que empiece mi madre y planteándome yo misma que pienso sobre la situación y cómo debemos enfrentarla.
- Mamá por favor, dilo ya - suelto nerviosa al verla andar de un lado a otro del salón mordiéndose la pobre uña de su dedo. Se sienta a mi lado y resopla fuertemente.
- Cariño, nunca pensé que hablaríamos de esto ahora pero las circunstancias han cambiado completamente y no sabemos hasta donde pueden llegar. Elisa, ¿tú quieres que tu padre sepa quién eres?
Ahí estaba. La pregunta que no tiene respuesta ahora mismo. Me encojo de hombros y ella asiente. Se recuesta en el sofá conmigo y me abraza. Me dice que no hace falta que hablemos de esto ahora mismo, pero tenemos que plantearlo en poco tiempo, no sabemos cuanto tiempo se va a quedar aquí. Le pregunto que piensa ella y confiesa que ella creía que Thor debe ser que tiene una hija, pero al oír al médico, ya no tiene claro que deba ir a Asgard, entonces tampoco entiende el punto de decírselo a Thor si yo no estoy segura.
- Pero a Asgard sí que quiero ir - respondo un tanto alterada, sé que si mi madre piensa así, no voy a poder irme tan fácilmente.
- Lo sé, pero has oído al médico. No es seguro.
- No lo sabemos. Puede que allí sepan qué me pasa de una vez y viva más de 8 años - sin quererlo había elevado el tono de la frase según avanzaba. Mi voz se corta y empiezo a temblar, odio ponerme así, solo demuestro inmadurez.
- Sé que hoy ha sido un mar de emociones pero no debes decir lo primero que pienses, por favor. ¿Vas a arriesgar tu vida por un viaje que ni si quiera sabes si funcionaría? Tu salud es lo primero, ya lo sabes.
- Por mi salud es por lo que quiero ir a Asgard - sentencio.
El silencio vuelve a nosotras y mi madre se va de la habitación sin decir nada. Eso significa que las dos tenemos que pensar, pero en mi caso no hay que pensar. Es mi salud. Ni si quiera sé si le voy a contar a Thor mi identidad. No es justo. No sé si lo hace por mí o por ella.
Me encierro en mi habitación y me tiro en la cama, intentando apagar mis sollozos. Demasiada tensión acumulada. Nunca me permito llorar, siempre me digo que tengo que ser fuere por toda la gente que tengo detrás, apoyándome. Hoy es la excepción, necesito descargar todo lo que he vivido hoy.
Recuerdo el momento en que veo a mi padre por primera vez, con esa sonrisa dedicada a mamá, ¿por qué no me deja disfrutar de ella todo lo que me queda de vida? ¿Por qué no intenta alargarme la vida?
Mis manos vagan por la mesita de noche y encuentran el móvil. Marco sin pensar en el número que siempre sabe consolarme cuando mi madre no puede. Dudo si finalmente llamar, pero algo en mí mueve mi dedo y coloca el móvil en mi oreja.
- Dime preciosa.
- Necesito tu ayuda - digo más vulnerable de lo que pretendía.
El tono de su respuesta cambia completamente, alarmándose sobre mi bienestar. Me pregunta que donde estoy pero le indico que necesito salir de casa y conocer su opinión sobre un tema. Me dice que está con mi padre y Tony en un bar, poniéndose al día. Se puede escapar si lo necesito pero le digo que mejor voy yo. Me da la dirección del bar y colgamos.
Clint me conoce como a una hija y siempre le agradeceré que esté en mi vida tanto como a Nat, ellos me ponen los pies en la Tierra y me instan a que me fortalezca en todos los sentidos, siempre puedo contar con ellos, aunque sé que no compartirían la forma en que me voy a escapar de casa esta noche. Me cambio y maquillo para no aparentar la edad que tengo y no llamar la atención en el bar. Consigo bajar con cuidado por la ventana, recordando alguna vez que ya había seguido este mismo camino cuando mi madre se pasaba de protectora conmigo.
Es bastante de noche y me cuesta orientarme pero consigo llegar al bar. Me quedo en la entrada sin saber muy bien que hacer. Estoy desobedeciendo a mi madre, pero ella no respeta mi deseo de viajar con mi padre. Es una nueva experiencia que estoy viviendo gracias a mi padre, claro que quiero viajar con él, no solo para curarme, para empezar a vivir de verdad.
Finalmente me decido por entrar y es un local bastante mal iluminado, con cierto tono rojizo en el ambiente. Identifico a Clint en la barra, con una cerveza en la mano y hablando animadamente con Tony en ese momento. No veo rastro de mi padre y no sé si es buena señal o no.
Me acerco un poco dudosa para llamar la atención de Clint, como mucho tengo dos horas para volver a casa sin que mi madre note mi ausencia, espero que Clint pueda llevarme a casa. A mitad de camino alguien me toca el hombro y me giro un tanto asustada, no sé gestionar hablar con un desconocido. Me arrepiento momentáneamente hasta que veo que es mi padre quien me ha llamado.
- Hola, espero no molestar - me saluda con una sonrisa pintada en la cara.
- No, no pasa nada. Iba a hablar con Clint pero dime - le comento. Me paro un momento en sus ojos, esta vez tienen un tono diferentes, ¿cómo más verdoso? ¿Sería la luz del sitio? No puedo apartar la vista de él - ¿Podemos hablar de una cosa?
Él asiente sin cambiar su expresión. Por un segundo me imagino un futuro en Asgard, con él enseñándome, reinando...
- Tienes que llevarme a Asgard - suelto de golpe sin pensarlo.
- ¿Tú también quieres ir allí para investigarlo como Nick Furia? - contesta con tono de reproche.
- No, tengo una enfermedad que aquí no me pueden curar.
- ¿Y por qué tendría que llevarte? No te debo nada - esa respuesta fue como un puñetazo en toda la cara.
- ¿El puñetazo de esta tarde te parece poco?
- Te lo buscaste.
- ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! Nadie busca tal cosa - contesto furiosa. No controlo mis palabras, ¿por qué le estoy contando esto? Puede que ni siquiera me ayude.
- No te conozco, tu a mí tampoco. ¿Por qué debería ayudarte?
Quiero contestarle que soy su hija, pero ¿solo me ayudaría por eso? La imagen de Thor que siempre me imaginé era una de generosidad, inteligencia, poder, no lo que me está enseñando ahora.
- Porque sin tu ayuda moriré en poco años - decido contestar intentando medir mis palabras con precaución.
- Te escucho - suelta mirándome fijamente.
- Mi metabolismo es... especial. Crezco cada mes y medio un año. Jane me encontró casi recién nacida tirada en el suelo en medio de un parque, y me acogió, soy como una hija para ella. Me cuidó, alimentó, quiso... Pero al ver que crecía muy rápido llamó a un médico de S.H.I.E.L.D para que le dijese que me pasaba. No supo cómo diagnosticarme; nadie sabe qué me pasa. En resumen, necesito ir a Asgard para intentar curarme.
- Ahora me encaja todo, llevo espiándoos un año y por fin entiendo todo - susurra. Quise gritar y huir, pero estoy paralizada - Eres un pequeña mentirosa Elisa, sé que eres hija de Jane y Thor - contesta Thor muy cerca de mi rostro, tanto que pude notar como sus ojos azules verdosos pasaban a ser un verde apagado. Y su rostro se cambia por otro totalmente diferente.
Loki.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro