Midgard

Patada, puñetazo, giro, esquivar, retroceder, atacar, avanzar. Rutina.

No era difícil encontrar el patrón que seguían los entrenamientos en la base de los Vengadores. Steve era el únicos que está en el recinto, mientras que los demás están repartidos por todo el mundo en varias misiones que María Hill les había asignado. Wanda se encuentra en una zona costera de Francia, Rhodes está en Pakistán, Visión en la India y Sam en el sur de Tanzania. Natasha sigue viviendo con Clint y su familia, por lo que todo está muy tranquilo. Tony, Bruce y Jane tampoco están y se desconoce su paradero actualmente, tampoco es muy relevante es estos momentos en los que no pasa nada.

El rubio se cansa de mirar el entrenamiento que se supone que debe dirigir, pero no ha hecho falta ya que sigue la misma rutina día tras día y la realizan de forma automática. Se va disimuladamente del palco donde controla todo y sale del edificio en su totalidad, no sin antes coger un jersey y una chaqueta con todo lo necesario para dar una vuelta. Arranca su moto y desaparece junto con el rugido de su motocicleta.

Al mismo tiempo, Wanda vigila las calles nocturnas de Francia esperando al traficante de droga que ha quedado con ella. Esa noche se siente extrañamente inquieta, hace mucho que no está sola en algo así y piensa que puede fallar. Ruidos detrás de ella consiguen que deje algo su inseguridad y se meta en el papel de Vengadora. Es el traficante, quien lleva un maletín negro en su mano izquierda, vestido con un elegante traje azul marino. Nadie pensaría que es uno de los mayores traficantes del mundo. Se encuentra a dos pasos de Wanda cuando esta lo paraliza con su magia y lo duerme, lo agarra de una brazo y tira de él hasta su coche. Lo acomoda al asiento del copiloto y ella se sienta en el del conductor. Les despierta y lo primero que hace él es sacar una de sus múltiples pistolas y apuntarla a la cabeza, pero inútilmente no acciona el gatillo.

- No vas a poder matarme, he vuelto a bloquear tu cuerpo - se limita a explicar ella - Ahora vas a responder a varias de mis preguntas.

- Tú - solo escupe él - Eres la bruja de las noticias...

Rhodes sobrevuela la zona que tiene asignada antes de ponerse en contacto con Steve para confirmar el éxito de su misión de rescate familiar. Nada parece fuera de lo común, todo está tranquilo para ser un país con múltiples guerrillas.

Al igual que él, Sam y Visión también han cumplido con sus respectivas misiones. Aunque este último deambula sin rumbo por las calles, algo no le termina de tranquilizar del todo; si a eso le sumamos que el resto de sus compañeros están desperdigados por distintos países y desde que se dividieron tiene la extraña sensación que alguien le lleva siguiendo todo el día, Visión lleva en tensión cerca de doce horas y esa sensación se ha transformado en irritación.

A unas cuantas millas de su posición, tanto el ejército de Helheim y el proporcionado por Thanos, se preparan para adentrarse en el portal que les permite la entrada a Midgard. Este pelotón es bastante más inferior en comparación el que va a luchar contra Asgard, pero debido a que nadie se espera esta guerra, ni están la mitad de preparados de lo que el ejército asgardiano, no hacen falta tanto soldados.

Hela consigue romper la barrera del espacio en ambos reinos y empiezan a avanzar como si fueran uno solo.

- Wanda -

Detengo el coche al momento. ¿Qué ha sido eso? Es como si algo se hubiera roto. Miro en todas las direcciones y nada. Mi rehén se ríe solo, "Ya tienes alucinaciones" se atreve a decir. Me bajo del coche y pongo el seguro, aunque le he atado para que no pueda moverse en absoluto. A un lado tengo casas y al otro el caudal de un río, no me convence una construcción al lado de un arroyo, es muy inestable, sin embargo es una buena manera de amenazar en mi situación.

¿Habrá sido mi imaginación? Puede ser, llevo todo el día susceptible y con la sensación de que va a pasar algo. Dejo vagar mi mirada hacia el río: sigue su corriente con normalidad. Definitivamente debo ser yo. Un par de burbujas me sobresaltan un poco, pero en seguida me rio suave mientras vuelvo al coche. Estoy paranoica sin ninguna necesidad.

Re arranco el coche ante la confusa y molesta mirada de Tristán. Ignoro sus múltiples amenazas e insultos, le cerraría su estúpida boca si la conversación no se estuviese retransmitiendo en directo para S.H.I.E.L.D.

Le miro amenazante y en ese instante su semblante se empalidece con demasiada rapidez. Quiero seguir su mirada pero un golpe impide que siga teniendo el control del coche y damos vueltas.

Otro choque. Una presión empieza a ejercer por toda mi cabeza y cuerpo. Me está asfixiando algo. Se baja la presión y respiro todo el aire que puedo por la boca. Miro a mi alrededor: parece que nos hemos estrellado contra una de las casas. Tristán está inconsciente, sujeto por el cinturón. Le dejo ahí a la vez que salgo y me toco la cara para verificar que estoy bien: solo un poco de sangre en mi ceja derecha.

No sé qué ha podido pasar para que pierda el control del volante. El coche está completamente siniestrado. Tengo que informar.

Me agacho al momento de sentir una fuerza correr hacia mí, o más bien, contra mí ya que a escasos centímetros por encima de mi cabeza se produce otro boquete en la pared de la casa donde chocamos. Doy media vuelta sobre el suelo a la vez que creo un escudo de fuerza. Otro impacto me quiere derribar, pero mi escudo es más fuerte. Fijo mejor mi vista en quien me quiere matar... ¿Acaso es humano? Ni si quiera parece un robot como Ultrón o las bestias que Loki trajo hace tiempo. Parecen humanos, ¿no? ¿Qué son esas cosas?

En el momento que lo alzo con mi magia, dos de su especia saltan del agua y aterrizan en el suelo. Lanzo a su compañero contra ellos y dos mueren mientras el tercero corre hacia mí; le parto en dos con mis poderes y corro hacia el coche.

- ¡Furia! ¡¿Alguien?! - grito a la radio del coche.

- ¡Maximoff! ¡¿Qué ha pasado?!

- ¡No lo sé, pero mande refuerzos a mi zona! Seguro que no están solos.

- Narrador omnisciente -

Dicho eso, Wanda sale del coche y se pone en guardia por si más de esos extraños espectros que no consigue identificar. El directo de S.H.I.E.L.D. contactó al momento con la policía francesa más cercana de la zona. Casi un minuto más tarde, Rhodes le informaba que está viendo unas extrañas criaturas por la zona y va a investigar. Furia le grita que no, que tiene que esperar a que llegue alguien más a su ubicación ya que no cuentan con el apoyo de las autoridades pakistaníes. Rhodes contacta con sus aliados del ejército y después a Tony, quien, a su vez, está con Bruce en un laboratorio secreto.

Tanto Visión como Sam detectan los mismos problemas y en las oficinas centrales de S.H.I.E.L.D. no paran de llegar reportes de todo el mundo y son casi idénticos a los testimonios de los Vengadores.

Steve, quien da una vuelta por la ciudad, se para ante un escaparate donde una decena de televisiones de noticias hablan desde Hawái y emiten un vídeo de pésima calidad que no para de moverse. En él se puede apreciar como espectros similares a personas, pero mil veces más macabros. El Capitán no sabría cómo describirlos ante esa imagen tan borrosa, pero sabe que es importante y sale corriendo hacia su motocicleta. ¿Qué estaba pasando?

Prácticamente tira la moto y corre hacia el interior del edificio donde todo es un verdadero caos. Coge una tablet y lee toda la información que S.H.I.E.L.D. posee mientras se cambia de ropa a su uniforme normal. Llega donde Furia grita por la radio.

- Hemos conseguido refuerzos de los ejércitos de los países afectados y todos aquellos que hacen frontera con ellos - habla Steve mirando un mensaje de Tony donde mueve todo lo posible.

- Eso implica Irán, Afganistán y Bangladesh en Asia; España, Alemania, Italia y Bélgica en Europa; y Kenia en África.

- ¿Qué hay del FBI y la CIA? - pregunta mientras sigue nota como la mayoría de las personas están con el teléfono en la oreja, están advirtiendo a todos los ejércitos del mundo para que se unan en esta inesperada lucha.

- Hablando con ellos - dice el moreno - De momento van a ayudar aquí, creen que cada ejército puede hacer frente a esas criaturas.

- ¡Señor! Varios países que prestaron sus ejércitos están volviendo a su terreno, también están siendo atacados - grita Hill - ¿Contacto con las agencias de inteligencia de cada país?

- Toda ayuda es insuficiente - declara Furia - Capitán, ¿qué piensa de todo esto?

Mientras ambos soldados hablan de teorías que no aciertan, criaturas siguen adentrándose por todos los terrenos posibles. El mapa de países afectados crece poco a poco, llenando los bordes de los países de rojo. Los más afectados son China, Rusia y Canadá. El doctor Banner y Stark aparecen en la gran pantalla de la base con una pizarra detrás de ellos con varios cálculos y dibujos que solo ellos entienden. Los dos parecen realmente cansados.

- ¿Han descubierto algo? - pregunta Hill.

- Solo que entran por más. No tenemos ni la menor idea cuál es su fuente de entrada a este mundo - comienza Bruce - No es nada que hayamos visto antes, no hay aparato que lo controle, ni la energía que transporta a Thor y Elisa.

- ¡Tiene que haber algo que nos ayude a saber por dónde entran! Tendríamos una ventaja inmensa - grita Steve.

- ¿Y si...? - deja en el aire Stark, intercambiando miradas con su compañero de ciencia.

"El agua" susurran ambos, pero es completamente audible para la gente al otro lado de la pantalla. En ese momento, el Capitán mira el plan y entiende su teoría: la manera por la que acceden es el agua, tanto Wanda, Sam, Rhodes y Visión estaban en países costeros y fueron los primeros en informar de los sucesos, más tardes, otros países que bordean el mar o el océano avisaron de lo mismo. La clave está en el agua, ahí está su entrada.

Visión mata con su rayo a cualquier criatura que se acerca a la frontera que ha marcado con el ejército indio. De momento han conseguido evacuar a todas las familias cercanas a la zona atacada y las ayudas se están esparciendo bien en todos los países donde los Vengadores ayudan, pero los demás países aguantan por poco, y ni hablar de los países que tienen guerrillas entre ellos mismos -lo cual les ha dejado débiles e indefensos- o los países pequeños, quienes están a punto de sucumbir ante los espectros, como todos los llaman.

Las naciones que no poseen tierras cerca del mar, envían parte de su ejército a los países en proceso de invasión. Nadie sabe que está pasando exactamente, pero les une la causa común de proteger a su mundo de aquellos que son extraños. Todo el mundo ayuda en lo que puede, los países centrales dan alojamiento a todas las personas que corren lejos de su casa, el tráfico de armas se vuelve transparente y se arman hasta los dientes todos aquellos que saben manejarlas.

Tony y Bruce están viajando al edificio de los Vengadores y Steve los espera allí, quieren que todos vayan a recoger a los demás y planear una buena estrategia en aquellos territorios donde estén a punto de ceder ante el enemigo. Pero solo Rhodes conoce este plan gracias al comunicador de su traje, ni Sam -quien recibió un fuerte golpe en su casco y las comunicaciones han sido cortadas-, Visión ni Wanda saben nada de esto y pelean mientras esperan alguna señal de la ayuda que todavía está en camino.

La bruja corre por las oscuras callejuelas de Francia, escoltando a varias personas que se separaron del pelotón de socorro. Giran a la izquierda y a dos calles está el reagrupamiento organizado por el gobierno francés. Las farolas iluminan débilmente a tres criaturas jóvenes que corren hacía ellos. Maximoff se libra fácilmente de ellos, pero los dos niños que estaban a su lado, empezaron a correr por el pavor de ver esas criaturas y como ella los había matado con su magia. Wanda grita a los demás que sigan hasta el punto de encuentro mientras va en busca de los dos niños perdidos.

Ambos están sentados sobre el extremo de la calle que, un par de metros más abajo, está el río. Wanda corre hacía ellos, ya sabiendo que por ahí surgen las figuras de las que huyen. Ya está a dos metros de ellos cuando una fuerza la hace dar dos vueltas en el aire, consiguiendo que caiga de cara en el duro asfalto. Los niños se sobresaltan y de un momento a otro, caen al agua por una fuerza azul.

Mira con miedo a todo su alrededor a la vez que se levanta, esa luz azul la conoce demasiado bien; y si, realmente es él, no logra entender por qué ha empujado a los niños al agua. ¿Para salvarles? La misma fuerza de antes la roza la cara e intenta detenerla. Tiene que saberlo.

Un cuerpo a cuatro metros a su izquierda tiembla. Está en posición de correr, pero no avanza, toda su figura se convulsiona sin saber cómo es posible. Wanda quiere llegar a su lado para comprobar que es su hermano, de repente solo existen ellos dos, ni los niños que intenta subir a la calle de nuevo, ni las criaturas que suben desde las profundidades del mar, ni si quiera importa que es Francia, solo ellos dos importan. El pelo blanco no le deja mucha duda, pero estática en el sitio, el aura del peliblanco es el mismo que el de las otras criaturas. De repente todo encaja en la cabeza de la joven bruja, los cuerpos que antes creyó que no eran humanos, se convierten rápidamente en personas normales y corrientes; a diferencia del color podrido de su piel, algunos clavos, otros sin una extremidad, otros sin ojos y otros, como el que tenía a escasos metros de ella, con agujeros de bala por todo su cuerpo.

Sus piernas reaccionan ante el recuerdo de la muerte de su hermano y va ante ese gemelo que se parece a él. Las heridas de bala y manchas de sangre cada vez se hacen más nítidas para ella y se para detrás de él, no se atreve a acercarse más a ese cuerpo temblante que amenaza con llevarse la poca cordura que la queda.

- ¿Pietro? - pregunta ella, con la voz entrecortada, al igual que todo su cuerpo. Ambas personas tiemblan sin poder controlarse. Wanda sabe perfectamente que si deja de ejercer su control sobre él, escapará y quién sabe si él vuelve o no.

Muy lejos de allí, Hela sonríe complacida ante la situación que ve mientras ambos gemelos tienen su propia lucha interna.