Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26


- Voen -

- ¡¿Dónde está el Rey?! ¡Exijo saber dónde se encuentra!

- ¡Ni él ni Elisa están en palacio!

- ¡Nadie los ha visto desde que se fueron a esa misión con los otros guerreros!

- ¡¿Alguien sabe dónde está el Dios del Engaño?!

- ¡Nos han abandonado!

- ¡Traición!

- ¡BASTA! - brama al fin mi hermano, consiguiendo que todo asgardiano cesen sus conversaciones y acusaciones erróneas sobre Thor y Elisa. Pero el fallo de Odín ha sido gritar de esa manera, nunca hizo tal cosa, mucho menos con lo calmado que es siempre en situaciones tensas. Camina un poco por la sala del trono - No sé ni cómo ni quiénes os han hecho creer esos rumores, tampoco me interesa. Habéis visto a mi hijo crecer para ser Rey y sabéis que nunca abandonaría a su reino.

- Eso ya no nos sirve - argumenta, muy tranquilo, uno de los tenientes nombrados por Thor - He crecido junto a él y creía conocerle como a un hermano, pero desde que volvió de Midgard por el destierro que tú ordenaste, ha cambiado; nada ha vuelto a ser lo mismo. ¡Si tiene una hija con esa midgardiana y pretende que la aceptemos como nuestra princesa como si tal cosa! No está en sus cabales.

- Ten cuidado - siseo desde la distancia del grupo militar que duda de mi sobrino. Todos me miran entre sorprendidos y odiosos ante mi inesperada aportación - Estás dudando del hombre que te ha puesto en ese puesto. Sigue siendo nuestro Rey.

- No te molestes - me defiende Odín - Siguen siendo fieles a Thor, sino, ya habrían emprendido un motín - dice tranquilo. Que listo, habla como un pobre e indefenso viejo, pero con su tono de voz un tanto amenazador, puede tener a todo Asgard temblando a su gusto - Todos aquí sabemos que mi hijo es un buen Rey y es digno de ese puesto, el Mjolnir no lo ha abandonado.

- Un martillo como garantía - ríe sarcásticamente el comandante más joven - ¡Así va el reino!

Vuelve el silencio. No puedo evitar sonreír ante la ignorancia del niño, si estuviéramos en otra situación me parecería hasta entrañable, pero no ahora. Si yo fuera Rey, iría directo fuera de palacio; guerreros que se creen mejores y más poderes que la propia magia que nos mantiene con vida por miles de años. Mi hermano también sonríe, pero más disimulado, no le conviene crearse más enemigos y reírse de un comandante no es algo que ayuda a ser más querido.

- ¿De verdad piensas eso? - interviene la comandante de mayor rango, Uil creo que se llama, de los pocos nombres que consigo recordar - Porque, Bodine, me encantaría verte empuñar ese martillo.

Se prepara para contestar, pero el sonido de la gran puerta abrirse de par en par nos hace girar la vista. Varios soldados entran exigiendo que salgamos fuera y veamos el cielo. No perdemos tiempo y salimos al instante. Un cielo cuan menos esperanzador nos destruye la poca seguridad que teníamos mi hermano y yo: la bóveda celeste se ha transformado en una esfera grisácea, totalmente mate. Unas nubes lo decoran, pero solo consigue crear un efecto de bruma que se va a cernir sobre nosotros en cualquier momento.

- Hela - pronunciamos en bajo Odín y yo a la vez.

El anterior Rey de Asgard se da la vuelta y sale de la sala con paso decidido. Algunos comandantes intentan seguirle, pero les detengo, decidido a mandarles prepararse para lo peor y que reúnan a todos los soldados posibles. No cuestionan mi orden, acto sorprendentemente raro. Se van, algunos comentando cosas y otros en completo silencio, reflexionando de las palabras dichas y la vista del cielo asgardiano completamente sombrío.

Ante la soledad en la que me han dejado cierro los ojos y localizo a mi hermano a cincuenta metros del puente que nos conecta con los demás reinos. Concentro energía y al segundo estoy ante Heimdall, quien no me mira, está de rodillas ante el pedestal que abre el puente. Observo que sus manos tiemblan, al igual que su cuerpo aunque con menos fuerza.

- Os he fallado - musita sin mirarme.

Al momento aparece Odín, bajándose del caballo y corriendo hacia nosotros. Al principio me mira un tanto confundido, después su mirada cambio al odio, pero lo deja correr y vuelve con el guardián.

Nos cuenta que Hela ha impedido el funcionamiento del puente sin que él no pueda hacer nada para impedirlo, además de un rayo que ha mandado a Midgard en forma de advertencia -acto que yo ya había percibido antes-. Odín pregunta si no podemos ponernos en contacto con Thor y Elisa para advertirles y Heimdall niega. Solo nos queda confiar en que ellos mismos se transporten hasta aquí por Elisa. Si tan solo supiéramos alguna de las entradas secretas que utilizó Loki. ¿Dónde estará ese pequeño traidor del hielo?

Otra onda de poder atraviesa Asgard, lo puedo notar, al igual que mis compañeros. Nos miramos entre nosotros sin saber cómo actuar. "¿Thor y Elisa?" pregunta sin esperanzas mi hermano, pero yo sé que no son ellos, esto es algo mucho más grande, esa onda de poder ha sido demasiado... perceptible, si fuesen dos personas apenas hubiese influenciado en el ambiente.

- Hela... - se atreve a susurrar Heimdall.

- ¡Hay que advertir al ejército! -brama Odín - ¡La guerra ya está aquí!


- Narrador omnisciente -

Mientras Odín organizaba a todo soldado posible para prepararse para lo peor, Voen había decidido buscar a Loki -sin saber que él ya estaba abriendo las diversas entradas secretas para el ejército de Hela-, Heimdall hablaba a las voces de todo asgardiano, avisándoles de la inminente guerra que acontecería. El mensaje era claro: toda persona sin experiencia de lucha debía de esconderse y evitar salir de casa en cualquier momento, todo tipo de soldado debe ir a palacio a saber su estrategia de batalla, sin importar que esté haciendo ahora mismo. La adrenalina que todos sufrían, sobretodo Heimdall al verse relavado de su puesto como guardián, le impedían ver claramente lo que sucedía con los habitantes del reino: como todos habían recibido el mensaje, los adultos, aunque no tuviesen ningún tipo de experiencia en batalla, estaban corriendo a palacio para intentar ayudar en cualquier cosa; este es su reino, su casa, no van a dejar que caiga con tanta facilidad.

Pero, mientras unos corren hacia palacio, los traidores que había conseguido Pas desde el principio de su empresa suicida, se reúnen en este momento en una habitación de palacio escondida de los demás soldados para crear su propio plan de ataque. Sus aliados enviados por Hela y Thanos están entrando al reino ayudados por Loki, así que tienen que repartirse entre los pelotones del ejército asgardiano para llevar a cabo su plan.

Pas sabe que tanto el Rey como la Princesa están fuera y no cuentan con ellos gracias a que Hela ha conseguido comprometer el puente Arcoíris y ha creado una fuerza por si Elisa usa su gema Espacio para intentar entrar en el reino que hará que la mate poco a poco, con un intenso dolor dentro de ella; sin ambos para derrumbar su traición y con el Dios del Engaño a su lado, todo va a ser más fácil. Aunque sabe que la lealtad de Loki es cuan menos inestable, ahora mismo no puede estar pendiente de él. De todos modos, cree que un solo hombre no puede destruir su preciado plan, no estando tan avanzado.

Mientras, en Midgard, Thor y Elisa se impacientan de sobre manera, siguen parados en la lluvia, aunque él ha creado un espacio que le protege a él y a su hija. Ambos saben que algo va terriblemente mal en Asgard y no consiguen que Heimdall abra la conexión con el reino. El semblante del padre demuestra paciencia, aunque por dentro su cabeza está hecha un desastre; y el de la hija está alterado tanto por fuera como por dentro.

Resuena otro trueno por los alrededores y ninguno puede esperar más, se miran y asienten mientras que Elisa abraza a su padre y comienza su transportación, imaginándose a ellos en palacio. Le duele, y mucho. Jamás le había dolido, pero no se detiene, no puede, necesitan estar allí ya.


- Elisa -

Me aprieto más a papá para disminuir el dolor y parece que funciona. Con este dolor no consigo saber si estoy reuniendo fuerza o no. ¿Tendré suficiente? ¿Podré enviarnos sin problema? ¿Y si solo consigo llegar a medio camino?

El dolor sigue aumentando y no puedo concentrarme más. Debo buscar algo que me obligue a querer ir a Asgard... Nunca me había hecho falta buscar un motivo, siempre quise ir, y nunca me he preguntado por qué lo deseo tanto. Tal vez porque me lo impuse de pequeña para conocer a mi padre, pero ya tengo a mi padre a mi lado y mi madre sigue en mi vida; ¿puede ser para curarme? Sí, eso es, me curó mi abuelo, tengo una deuda con él. Si pienso con fuerza en él... Loki estará con él, y su imagen de indiferencia hacia mí no se va de la cabeza, no quiero pensar que me utilizó, sin embargo es la sensación que quiso crearme... Pas... ¿Debería volver para saber por qué tiene ese efecto en mí? No, quiero saberlo, pero no merece que sea un motivo para volver, ya conseguiré saber lo que le pasa más tarde.

Mi mente se desplaza al día de la coronación de mi padre, el día que me presentaron de forma oficial como princesa... Mi discurso sobre cómo voy a ser digna me hace avergonzarme, no necesito motivos para ir a Asgard, todas esas personas son motivos para no abandonarlos, soy su princesa y tengo que estar ahí.

Cierro más los puños y decido enviarnos ya. Dejo de sentir el suelo un segundo y me aferro más a mi padre y sus brazos se refuerzan contra mi cuerpo como respuesta.

Todo cambia, la cabeza me da vueltas y las piernas me fallan. Consigo apoyarme con mis manos antes de caerme y volver a romperme la nariz. Oigo voces cerca, pero los oídos me pitan tanto que no sabría definir que es cerca y lejos por el sonido.

Una profunda voz surge muy cerca de mí, noto como unas manos fuertes se posan en mis hombros y me alzan. Abro los ojos y me encuentro a mi abuelo a centímetros de mi cara. Pero no veo felicidad, sino miedo y preocupación.

- ¿Qué le ha pasado? ¡Tiene los ojos completamente morados!

Acto seguido, otras manos buscan desesperadas algo en mi cinturón. Arrancan algo y las pocas energías que me quedaban se escapan con eso que acaba de arrancar.


- Thor -

"La gema Poder" consigo adivinar ante la descripción de mi padre. Había permitido que Elisa la llevará porque la daba fuerzas y pensaba que se complementaba con la gema Espacio, nunca pensé que podía absorber su propia fuerza.

Mi padre sostiene a su nieta para evitar que caiga. Sabía que no tenía fuerzas para otro viaje, teníamos que haber esperado a Heimdall.

- ¿Qué ha pasado?

_____

Ante mí, interminables grupos se forman, esperando las órdenes de su Rey. A mi derecha está Elisa, quien se despertó al poco de desvanecerse, y a su lado está Padre; a mi izquierda está Heimdall seguido de Voen ya que mi padre ha insistido en su presencia. Los cinco estamos con nuestras mejores armaduras, Elisa con espada y cuchillos, Heimdall con la espada del Guardián, Padre con su cetro y Voen sin nada. Abajo, en primera fija y un poco apartados, los Tres Guerreros y comandantes más importantes organizan a todos los que pueden. Tanto magos como soldados nos miran impacientes, esperando órdenes y explicaciones.

- Hoy, es el final de la época de paz con el reino de Helheim; ellos, ¡han irrumpido en nuestro reino, inutilizando el puente para que yo y vuestra Princesa no pudiésemos llegar a vosotros! ¡Ellos, están ahora mismo entrando en Asgard uno a uno, buscando la muerte, buscando dividirnos, buscando la destrucción! No os voy a mentir, los guerreros, la princesa y yo entramos en su reino en busca de una gema del Infinito para impedir que otro ser la consiguiese, ¡pero no hemos hecho nada para desatar una guerra! ¡Ellos querían destruir Asgard desde siempre, nosotros solo les hemos dado una excusa barata!

> ¡Ahora os pido que luchéis por vuestro reino! Armaros con las mejores espadas, arcos, armaduras y todo lo necesario. ¡Convertiros en paredes impenetrables para vuestros enemigos! ¡La sangre asgardiana no merece ser derramada! ¡Tanto soldados, como magos... Todos somos iguales y, si morimos, que sea por Asgard! <

- ¡Por Asgard! - gritan todos y marchan como se la han ordenado.

Algunos corren a por más armas, otros a por armaduras, pero los soldados experimentados ya tienen todo lo necesarios y marchan en pelotones para cubrir todo lo que pueden y así detener a los enemigos.

Bajo y me reúno con mis amigos y guerreros que me esperan para la batalla.

- Siempre tan elocuente - bromea Frandal.

- Va a ser raro, sin Sif en esta guerra. Era ella quien más disfrutaba durante la batalla - habla Volstagg con voz dura.

- Por ella - proclama Hogun, sacando su espada.

Volstagg saca su hacha, Frandal su espada y yo llamo a Mjolnir. "Por ella" repetimos y marchan también de palacio. Nos confiesa que ya fue a la entrada que Loki le mostró hace ahora cuatro años y no hay nada sospechoso, así que no podemos saber por dónde están irrumpiendo.


- Elisa -

- ¿Y nosotros que hacemos? - pregunto.

- Esperar está claro que no - argumenta Voen.

Mi padre asiente. "En realidad, es muy sencillo. Salir a matar" pienso para mis adentro mientras trago saliva.

_____

Heimdall y yo paseamos por las callejuelas de la ciudad. Todo está silencioso, demasiado; y Heimdall no ayuda. Aunque le entiendo, ha dejado de ser Guardián en el momento en que lo han hecho inservible y no sabe cómo debe actuar ahora. Luchará por su reino, eso está claro, pero también sé que va a hacer pagar a quien haya ocasionado todo esto.

Desde que salimos de palacio hasta ahora no hemos encontrado nada, literalmente está todo vacío. A veces vemos soldados correr para tener más terreno cubierto, pero de momento parece que nadie ha visto a los enemigos, aunque sabemos que están aquí. Yo puedo sentir como hay momentos en los que la barrera del espacio se rompe entre Asgard y, supongo, que Helheim y pasan sus habitantes. Habitantes muertos... Las imágenes que vi allí no se me van de la cabeza; si son ellos, no será difícil volver a matarlos, ¿no?

Un leve ruido seco hace que nos miremos, pero ante la vuelta del sonido seguimos andando. No más de tres pasos y extiendo mi brazo delante del pecho de Heimdall, impidiendo que siga avanzado. Me toco la nariz dos veces y respira hondo. También lo ha percibido: sangre. Estamos a un metro de un callejón, hace mucho que no vemos soldados por esta zona y se supone que hay uno cada veinte metros más o menos, para estar siempre comunicados.

Mi mano saca con rapidez dos de mis cuchillos y Heimdall por su parte pone su mano en el mango de su espada por si acaso. Nos pegamos a la pared, pero una gran explosión obliga a que miremos al centro de la cuidad, donde varios edificios están envueltos en llamas. Con la mirada le digo a Heimdall que vaya allí y ayude en lo que pueda. Yo decido quedarme aquí y en cuanto acabe con eso, me transporto donde el incendio esté.

Veo al guardián correr y yo me sumerjo en el callejón, pegada a la pared. Dos soldados están tirados en el suelo, uno con un gran agujero en su armadura manchado de sangre y el otro todavía tiene la espada que ha causado eso. Pero no estoy sola, la persona que ha causado eso está quitando el acero del cuerpo y no me ha visto. Le mataría en ese momento, pero lleva la armadura del ejército de Asgard.

¿Será uno de sus compañeros que consiguió vencer a quien haya matado a los demás? Pero no veo a nadie más. Es imposible, no entiendo nada.

- Date prisa, el olor de la sangre me da arcadas - dice con asco una voz en la oscuridad... ¿Puede ser...?

- Cállate Pas - replica el otro, sin sacar todavía la espada del cuerpo muerto. Automáticamente rozo el mago de la mía, en mi cintura, que me ha regalado mi padre antes de marcharse a la zona que se asignó junto con los tres guerreros y Voen; "Es muy especial, está hecha con un material que puede atravesar cualquier tipo de metal, solo es rival para su mismo elemento, como el Mjolnir" resuenan sus palabras en mi cabeza.

- Liska casi consigue matarme mientras tú mirabas.

- Yo no puedo arriesgarme a que la muerte me llegue antes de tiempo - contesta con simpleza y aburrimiento. Mis puños empiezan a temblar da la rabia. Encima que han matado a sus propios compañeros, se aburre de la situación. Ojalá pudiera ver donde esta Pas para matarlo en este mismo momento.

- ¿Por qué eres tan importante? Solo eres...

Ese soldado, cuyo nombre nunca sabré, jamás acabará esa frase porque mi cuchillo se ha incrustado entre sus cejas. Su cuerpo cae pesadamente mientras me acerco dispuesta a degollar su cuello con la espada de Liska.

- Sí, ¿por qué eres tan importante Pas? - pregunto con una voz que pondría los pelos de punta a mi propio abuelo.

Él aparece en mi campo visual, con una expresión que no logro descifrar. Me mira entre confundido, enfadado y desconfiado. Hasta que mi cuchillo no le roza la cara no reacciona corriendo hacia mí. No, no pienso dejar que me vuelva a causar ese miedo en mí. Tengo que resolver esto. Le esquivo, le doy una patada en el pecho de su armadura y consigo sacarle a la calle donde puedo ver mejor. Hace amago de caerse, pero recupera el equilibrio en cuanto lanzo mis puños contra él.

- ¡Sabía que ando iba mal contigo! - grito en nuestra pelea - ¡¿Por qué te has convertido en un traidor?!

Su forma de luchar tampoco es la misma, sus golpes son menos precisos que otras veces que entrenábamos. ¿Por qué? Tenía que saber que yo iba a estar aquí, no puede pillarle de sorpresa.

Mi pierna consigue alcanzar su costado y le arrojo al suelo. Al momento mi mano vuelve a sostener la espada y la aprieto contra el cuello de Pas. "Me vas a decir todo" escupo las palabras con asco al notar pequeñas gotas de sangre en su armadura. Clavo un poco la punta del filo en su carne y un hilo rojo no tarda en llegar al suelo.

- Por supuesto su Majestad - ríe con sarcasmo - Siempre consigue lo que quiere.

- ¿Por eso nos has traicionado, porque no conseguiste lo que querías?

- Al igual que tu querido tío, por un poder que merecemos, pero que se nos ha negado por dárselo a otro - entrecierro los ojos y empuño más fuerte la espada, ¿qué tiene que ver Loki en todo esto? La idea de que él haya organizado todo esto vuela por mi cabeza. Todo eso del poder que no consigue... - Veo que siempre va a ser igual, el marginado luchando contra el que nunca sufrió y es un inconsciente. Loki contra Thor, yo contra ti...

Al minuto enreda su brazo en el acero y me empuja contra el suelo, quedándose enganchado en su malla. Me abraza mientras me tira al suelo, acerca su boca a mi oreja y pronuncia "Olvidas que te puedo hacer daño con mi tacto, quitémoste esta armadura tan pesada".

Cierro los ojos asqueada y busco una salida desesperada. Otra explosión que hace vibrar el suelo. ¡Heimdall! Concentro toda la energía que puedo y nos transporto al lugar siniestrado. Los gritos se hacen presentes y noto como Pas no entiende lo que acaba de pasar. Aprovecho para quitármelo de encima y rodear su cuello con mis brazos y dejarlo sin respiración hasta que pierda el conocimiento, pero otra explosión en frente de nosotros nos arrastra por el suelo, consiguiendo separarnos.

Un pitido agudo es lo único que puedo oír y solo siento un intenso dolor en la pierna izquierda. Mis piernas no paran de temblar y mi vista se nubla cada vez que muevo la cabeza. Caigo de cara al suelo a causa del dolor al mismo tiempo que también se traspasa a mi nariz, la venda se cae llena de sangre. Veo como Pas se intenta levantar como yo y parece menos afectado por la explosión. Parece menos afectado que yo. Busco mis cuchillos, pero rozo la herida con mis manos y ahogo un grito; uno de mis cuchillos ha atravesado su funda y se ha clavado en mi piel. No tengo fuerzas para quitármelo.

Noto algo caer a mi lado y giro mi cabeza: es un guante. Miro arriba y veo a Pas con su sonrisa de superioridad. Hasta que no siento sus manos contra mi cuello no soy consciente de lo que quiere hacer. No sé con qué fuerza lograr alzarme, pero lo consigue. Solo puedo sentir el dolor que tanto temía, pero es diferente, es menos intenso. Él también lo nota porque la mano le tiembla y no ejerce la misma presión que al principio. Enredo mis manos en su muñeca y grita, soltándome. Ruedo por el suelo y me incorporo al momento, respirando con fuerza por la boca.

Mi corazón late con fuerza, todo mi cuerpo lo nota. Miro mis manos, ya no tiemblan, ni mis piernas. Localizo a Pas y voy a donde está: arrodillado, estudiando sus manos. Alza la mirada, grita y se abalanza contra mí, volviendo a tirarnos al suelo. Grita cosas sin sentido mientras vuelve a asfixiarme con sus manos. Intento respirar y quitármelo de encima. Busco dónde empieza su armadura por detrás para empujarlo fuera de mí, pero no lo consigo.

Percibo un brillo en el suelo: mi espada. Si tan solo la tuviera en mis manos, podría atravesar su armadura y matarle ya, aunque significaría matarme a mí también. Cierro los ojos apunto de desmayarme. Noto algo en mis manos, ya deliro, así finjo la acción de clavarle el filo en su pecho.

Su presión para y respiro una gran bocanada de aire, pero ese simple gesto me causa un agudo dolor en el torso, un desgarrador dolor.

- Por lo menos... Vas a morir conmigo... Idiota - susurra.

Un grito desesperado se oye y Pas ríe y tose sangre, la cual me mancha toda la cara.

- Justo como "murió" Loki.


HOLAAA *dice a nadie bc hace más de un mes que no actualiza* SORRY, pero en Diciembre habrá otros dos capítulos (porque es mi mes ^^), prometido por Thor, Odín y todos (?)

Opiniones de todo? Soy cruel, lo sé. El gif es cómo quería hacer parece la muerte de Elisa, ya que ella, al clavar su espada que corta las armaduras, el filo de esta también atraviesa la suya y muere como Loki (a la escena me refiero).

Os loveo y nos leemos <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro