Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22



- Elisa -

Una vez que nos reunimos todos -los tres guerreros, Odín, Voen, Heimdall, Loki, papá y yo- en la sala contigua a la del trono, aprovechando que todos los demás están entrenando o haciendo algo dentro de palacio, así nadie sabe lo que pasa aquí excepto nosotros. Todos esperamos sentados y pacientes a que Frandall y Voen comiencen.

El espadachín y el mago hablan en susurros a la vez que este último saca y mete cosas de una pequeña mochila marrón.

- Elisa - llama Frandall - Ven aquí, por favor.

Así lo hago y me coloco en frente de la mesa, teniendo a todos los demás a la vista. Miro a mi padre y él me sonríe, dándome ánimos.

- Princesa - empieza Voen - ¿Podría extender el brazo donde descansa su gema?

Obedezco y Frandall deja dos piedras en el centro de la mesa: una de color amarillo pálido y otra azul apagado. "Atráelas a tu mano" me ordena Voen. Es un ejercicio fácil, por lo que las piedras vienen sin ningún problema y bastante rápido.

- Fácil, ¿no? La gema Espacio permite mover todo tipo de objetos, incluso personas por lo que tengo entendido, por el espacio. Tengo una teoría contigo, princesa - me señala mientras recorre la sala - Una teoría que he denominado Thanos, ya que él la ha podido iniciar.

- ¿A qué estás jugando? - pregunta mi padre más que enfadado. Recordar cuando Thanos me controló no es algo que haya superado, ni mucho menos. Me sigue dejando sin dormir todos los días; el recuerdo de tristeza, impotencia por jugar conmigo con semejante facilidad, el asesinato de Clint...

"Para, en estos momentos no puedes castigarte más por eso. Tendrás tiempo para eso cuando todo haya acabado" suena la voz de Loki en mi cabeza.

- A nada, mi rey. Solo recalco a quien ha empezado esto... Thanos se adueñó de la mente de Elisa y, gracias a eso, sus poderes han sido activados a niveles que hasta yo desconocía que podía llegar. Mover a dos personas a kilómetros de distancia, con tan poco entrenamiento... Está claro que él activó algo dentro de ti que hizo que consiguieses transportar dos veces a dos personas. Creo que desde entonces nunca lo has vuelto a intentar...

- No, nunca - contesto fría.

- Pues es el momento, debes hacerlo siempre a partir de ahora; ya sea moverte a ti misma por palacio sin caminar o correr, o puedes hacerlo con otra gente...

- Para - interrumpo, hablando entre dientes - No me gusta como estas llevando esto. Lo que hice allí fue una casualidad, me sentía poderosa, estaba furiosa y...

- Y con sed de venganza - completa Voen. No quería decirlo porque no es propio de una princesa, pero recordar a semejante monstruo me hace sentir ganas de matar. Me doy cuenta que mis puños están cerrados y temblando - Puedes decirlo, está bien sentir la necesidad de matar a alguien que te ha causado tanto daño como él te hizo. A lo que voy es que te hizo alcanzar un poder que nunca sentiste, tienes que volver a conseguirlo y usarlo. Lo necesitamos.

- ¿Para qué? - pregunta mi padre.

- Eso es lo mejor - contesta Frandall, bastante feliz - Las gemas se atraen entre sí de una manera muy poderosa, que es algo más que atracción cercana. Todavía no sé cómo ni cómo podemos saberlo, pero Voen y yo lo creemos. Queremos realizar varias pruebas con Elisa y la gema Poder.

- No - contesta mi padre, rotundo.

- ¿Qué clase de pruebas? - ignoro su orden - Si pueden ayudarnos a conseguir las demás gemas e impedir que las posea Thanos las haré sin dudarlo.

- ¿Y cómo se supone que esto va a ayudarnos a encontrar las otras gemas? - cuestiona Vosltagg.

- Si Elisa controla el transporte de personas por los distintos reinos, puede llegar a la ubicación de las demás gemas. Estamos seguros que las gemas tienen una conexión especial entre ellas y se están buscando mutuamente - asegura Frandall, claramente emocionado - Sin mencionar que puedes fortalecerte a ti misma y a los poderes de la gema, Elisa.

- Especulaciones - se levanta mi padre - No pienso dejar que experimentéis con ella, ya ha sufrido bastantes controles y pruebas en ella, me niego.

- No es tu decisión - interviene Odín, por primera vez, antes de que yo lo haga - Es la de tu hija. No estás pensando como un rey, sino como un padre.

- Perdón por querer lo mejor para ella, todos sabemos que tú piensas antes en el bien de cualquier reino antes que en tus propios hijos o nieta.

- Tiene razón, es mi decisión y decido intentarlo - contesto antes que mi abuelo.

Odín se levanta y se va sin ningún comentario más, mi padre tensa la mandíbula pero no dice nada más. Nos vamos poco a poco, quedando en vernos dentro de un par de horas en el patio interior de entrenamiento. Salgo de la sala y me apoyo en la pared. No sé si esto será lo mejor ahora mismo; tengo a mi padre en mi contra, sin comentar que me oculta cosas, todo Asgard observa mis movimientos con lupa y poca gente sabe lo que está a punto de pasar con Thanos...

- Intentas echar a la guerrera de tu mente, ¿verdad? - comenta Voen al otro lado de la puerta.

- No es de tu incumbencia - contesta Loki.

¿Cómo que echar a Sif? ¿Qué narices está haciendo Loki con ella? No puede deshacerse de ella, ¿no? Oigo sus pasos. Dios. ¡Dios! Me van a pillar escuchando y necesito enterarme que está pasando. ¡Dios! Ojalá pudiera ser invisible. Están al lado, en un paso me verán. ¿Qué hago? Si tan solo pudiera estar al otro lado de la sala en el momento en que saliesen... Mierda, ¡mierda! Ya salen.

Noto una fuerza recorrer los brazos y luego la espalda. Me resulta tan familiar que la abrazo y me dejo llevar. Siento el poder de la gema Espacio inundarme, puedo ir a cualquier sitio, tengo el poder. Respiro entrecortado, esto me recuerda a cuando teletransporté a Wanda y Visión y luego a Sam y a mí misma. El miedo me recorre y mis piernas fallan: tengo miedo.

- ¿Elisa? - pregunta una voz que siento lejos. Me obligo a abrir los ojos y reponerme. Voen me mira con curiosidad, a un par de pasos de mí.

Niego con la cabeza a la vez que respiro profundo. Tengo que tranquilizarme, no pueden verme así, sabrán que pasa algo. Miro detrás del mago y descubro que Loki no está. Debe de haberme ignorado.

Miento a Voen y le digo que estaba intentando moverme a mi habitación directamente para ir practicando. Él se muestra entusiasmado ante mi confesión y empieza a darme consejos sobre cómo aumentar mi fuerza y concentración, está casi seguro que el miedo y odio que siento hacia Thanos hará que controle más pronto la transportación de materia viva por el espacio.

Mi mente sigue vagando sobre la conversación entre Loki y Voen hace un momento: tengo que hablar con el primero sobre Sif, yo la maté y me niego a que la haga cualquier tipo de daño. Sif es más que una guerrera para mí; llegó a convertirse en mi amiga y persona de alta confianza en muy poco tiempo, se arriesgó por mi sin que se lo pidiese y me ayudó en todo lo que podía y más.

Me despido del mago, recordando nuestro encuentro en los patios más tarde. Giro en la esquina que lleva a los dormitorios y empiezo a correr hacia la habitación de Loki. Llego a su puerta respirando agitadamente. Pico fuerte pero no obtengo respuesta. Entro sin invitación y nadie está; resoplo y me siento en su cama. Hace nada esta habitación era mi refugio; venir aquí y hablar con mi tío de cualquier cosa... De verdad que creía que significaba algo para él.

Quiero llorar, pero me lo prohíbo; nunca debo llorar. Me levanto decidida a hablar con mi padre, ¿estará en su habitación?

"Tienes que sentirte cómoda a la hora de usar la fuerza de tu gema. Para los objetos no tienes ningún problema, todos lo sabemos. Debes practicar con pequeñas cosas, como ir a tu habitación estando en el pasillo. Es un paso atrás teniendo en cuenta lo que conseguiste en Midgard, pero poco a poco. No quiero que tu padre me mate" resuena Voen en mi cabeza.

¿Podré moverme de aquí a la habitación de mi padre? No estoy segura. ¿Y si acabo en otro sitio? ¿O me queda medio cuerpo aquí y medio cuerpo allí? Pero a Wanda y a Visión les moví enteros, como a Sam y a mí... Esto debería ser más fácil, solo es una persona, a un sitio que conozco muy bien, nadie está en peligro... Igual ese es mi problema, necesito sentir que lo que hago es para ayudar a alguien... Tengo que controlarlo como sea.

Apoyo mi mano en la gema Espacio, respiro hondo, me concentro y cierro los ojos, imaginándome la habitación de papá. Llamo a la fuerza de la gema y al momento viene a mí, deseosa que la use.

Las manos me tiemblan y me recuerdo controlarlas. "Esto es un poco más difícil que las otras cosas" me hablo a mí misma y a la gema; dios, estoy loca. "Pero tenemos que hacerlo, no por mí, por el bien de los reinos. Y para hacer pagar a Thanos todo el daño que nos ha hecho. Nunca se lo perdonaremos".

Siento la fuerza de siempre avanzar por todo mi cuerpo. Sonrío. La sensación de poder me invade. Puedo hacerlo, podemos hacerlo.

Expulso la fuerza con la imagen del cuarto de mi padre y noto como la superficie que me mantiene en pie tiembla por un instante y ahora tiene un acabado diferente al otro que me sostenía. Miro abajo e identifico una fina alfombra roja que solo tiene el cuarto de papá, a diferencia del cuarto de Loki, quien lo tiene sin nada por el suelo de piedra.

- ¿Elisa? ¡Por Odín! ¿Qué has hecho? - grita papá, mirándome en el otro extremo de la habitación. La fuerza de antes me abandona al relajarme por comprobar que estoy bien.

- Ha funcionado - digo antes de caer de rodillas. Necesito un poco de descanso. Pero ha funcionado... Es increíble. Ahora sí que Thanos está perdido, estamos más cerca de la victoria.

_____

La superficie del suelo vuelve a temblar levemente y cambia de la alfombra de la habitación de mi padre, al suelo firme de los patios interiores de palacio. Abro los ojos y veo a Voen a unos metros de mí sonriendo. Doblo la pierna derecha para apoyar las manos en el suelo y recuperar fuerzas.

- Nunca te arrodilles - me ordena mi abuelo, quien está apoyado tras la valla que separa los patios de los pasillos de palacio - Una princesa jamás debe de hacerlo ante un inferior.

- ¿Inferior? Mejor no me hagas hablar Odín - amenaza Voen.

- Basta - alzo la voz - No es momento de peleas. Acabó de moverme por el espacio. Estoy avanzando a pasos agigantados.

- ¡La princesa puede hacer magia! - oímos gritar a un niño pequeña dentro de los pasillos. Me giro y lo veo agarrado al brazo de un guardia, debe de ser su hijo. Me enternece mucho. Ojalá yo algún día pueda hacer eso con Steve. Identifico a papá avanzando detrás del guardia y el pequeño, sonriendo como yo. En este momento me doy cuenta que él nunca ha tenido la oportunidad de hacer eso conmigo, todo ha sido tan rápido e improvisado que ninguno de los dos ha tenido tiempo padre e hija... Le debo tener esos momentos conmigo.

El niño sale corriendo, gritando que puedo hacer magia. Seguro que dentro de nada tendremos a la mitad de Asgard mirando como entreno.

- Ni caso - dice Voen, devolviéndome al mundo - Has tenido suerte que Odín haya despejado los patios para un entrenamiento más privado; podías haber aparecido demasiado cerca de un soldado y no sabemos qué pasaría. Debes de transportarte a un sitio donde es improbable que haya gente si no puedes verlo con claridad. En un campo de batalla, por ejemplo, no tienes ese problema porque tienes visión total del lugar. Tenlo en cuenta.

Asiento y comenzamos con un entrenamiento más dedicado a mover objetos grandes y pesados. Voen me manda moverlos por los patios y así lo hago. Al principio no supone ningún reto, pero el haberme movido a mí misma y que el mago no me deja descansar, baja considerablemente mi energía y aguante.

Además han ido llegando más y más asgardianos a verme entrenar por la noticia del niño de que hago magia. Siento que debo seguir entrenando y no mostrar cansancio para no decepcionar a nadie.

Mi padre pide hablar con Voen y se lo agradezco con la mirada, no podía más. Voy a beber agua y observo que los pasillos están bastante llenos. Intento localizar a mi tío, pero no lo consigo; en cambio veo a Pas mirarme fijamente. Seguro que se está preguntando por qué estoy entrenando ahora sino fui a entrenar por la mañana porque supuestamente me sentía débil. Su mirada se clava en mí y me pone los pelos de punta, tengo un mal presentimiento sobre él, desde ese roce... No quiero volver a acércame a él, ni mucho menos entrenar con él.

En cuanto termine de entrenar pienso ir a ver a Loki y aclarar todo hoy mismo. Sif está bajo mi protección y nunca permitiré que la pasé algo. Hoy mi tío dejará de hacer lo que quiera que está haciendo.

- ¡Mira qué bien! - habla Voen, yendo a donde está Pas - Tengo entendido que eres el compañero de Elisa en los entrenamientos - él asiento. No me gusta por donde va esto - Quiero que Elisa entrene de forma física y que a la vez mueva objetos, ¿nos ayudas?


- Loki -

Almas, quejidos y lamentos es lo único que puedo oír. Miro sin ganas los adentros del reino de Helheim. Debo encontrar el cuerpo de Sif para echarla fuera de mí. Técnicamente está muerta y este reino guarda las mentes de los muertos, según las leyendas sino se encuentra la mente, guardan su cuerpo con recelo hasta encontrarla.

Atravesado el río Gjöll, solo me queda encontrar el cuerpo de Sif en el corazón del bosque Járnvidr, que estará colgado en uno de los árboles más altos. Realizo un conjuro de localización y al instante, sé a dónde tengo que ir.

Paso los árboles en flor y cada vez hay más niebla y la flora empieza a escasear. Árboles sin hoja ni fruto, solo ramas desnudas adornan los cielos. A medida que me acerco, los cuerpos aparecen. Identifico el de Sif en el árbol más grande, justo en el medio exacto en el bosque de hierro.

Desato su cuerpo y este cae al suelo, inerte, con los ojos cerrados y un color de piel totalmente gris. Lleva la misma armadura con la que murió y una cruz pintada en su frente de color rojo reseco, parece sangre.

"Nos volvemos a ver Gigante del Hielo..." oigo la voz de una mujer en el viento: Hela. "No puedo dejar que te lleves el cuerpo de la asgardiana... Todavía no tenemos su alma... Oh, ya lo entiendo... Nos has traído su alma. ¿Qué quieres a cambio?"

Tengo que sacar su cuerpo de este reino para realizar el hechizo con esto. Un cuerpo muerto no sirve de nada.

"Hagamos un trato... Yo te dejo sacar su cuerpo si me permites manejar su alma a mi voluntad cuando vuelva a la vida..."

"Hecho" declaro, sellando nuestro pacto silencioso.


- Visión -

- ¿Qué pasa? - me pregunta Wanda, al otro lado de la sala de entrenamiento.

- ¿No lo has sentido?

Ella centra sus hombros, gesto típico antes de que se concentre. Cierra los ojos y aprieta los labios. Una pequeña curva se forma en sus comisuras. Niega con la cabeza y me confunde más.

- Puedo sentir tu felicidad - me explica - Pero tú eres el único que ha sentido algo. Debe de ser...

- La gema de Elis - completamos a la vez.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro