Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

- Elisa -

- ¡Felicidades Elis! - el grito de Stark me asusto tanto, que tiré todo el café que tenía a Wanda, quien también grito por lo caliente que estaba mi querido y desperdiciado líquido lleno de cafeína. La agredida miró con odio a Tony y luego a mí, ante la risa de todos, menos de nosotros tres - Pagaré esto muy caro - dijo en un susurro.

- No te haces una idea Stark - contestó la aludida.

- Pero hoy no, que es el cumpleaños de nuestra enana.

- No es mi cumpleaños Tony - hablé un tanto fría. No me gustaba que me recordasen mi enfermedad y menos felicitarme por ella.

- Oh, sí que lo es. Ya ha pasado más de un mes y medio desde que la máquina que traje nos informó que estabas cerca de cumplir 21 y si mis cálculos no me fallan... ¡Ya tienes 22! Así qué te he preparado una sorpresita.

- Si querías hacer una fiesta, no hacía falta esperar a su cumpleaños - dijo Clint feliz. El ambiente en el edificio era muy monótono, por lo que varios de nosotros salíamos por la noche a algún bar para divertirnos un poco. Los únicos que se solían quedar dentro eran Rhodes, Visión, Furia y a veces el Capi (no saben cómo divertirse, es muy divertido ver a Tony y Clint discutir cuando tienen un par de copas encima).

- Una excusa nunca viene mal - aportó Bruce sonriente.

- ¿Qué tienes pensado? - preguntó Nat.

- Es una sorpresa, para todos. Hoy a las 8 en punto os quiero ver en la puerta, a todos. Id vestidos como si fuera a nevar.

- ¿Por qué? - inquirió mi madre. Visión y Wanda se rieron, debieron de adivinar lo que Tony ha preparado.

- Porque han dicho que iba a haber heladas por la noche - contestó intentando mostrar indiferencia. Miró mal a los que habían entrado en su mente y se marchó.

Yo también me levante de la mesa, odio mis cumpleaños.

- ¿A dónde vas? - preguntó Sam.

- A mi habitación, se me ha olvidado una cosa - mentí.

Salí bastante más rápido de lo normal, no quería pensar en nada ahora mismo, y tampoco me apetecía estar con los demás, salvo con... Empecé a correr hasta la habitación de mi tío. Una vez estuve delante de su puerta, iguale mi respiración y me tranquilicé.

Entré y lo vi desayunando en su mesa. Al escuchar mi entrada, se sobresaltó y miró con precaución a mi dirección. Se levantó nada más verme, fue hasta mi posición, traspasando el cristal, estudió mi expresión un segundo y después agarró mi mano con fuerza.

Ese simple gesto hizo que se me olvidase todo, con mi tío no tenía que fingir nada, es como un descanso de todo lo que me rodeaba. Mi humor mejoró y mis ganas de picarle volvieron a ser las mismas de todos los días.

- Un abrazo me vendría bien - mentí manteniendo mi expresión anterior a la vez que cerraba la mente para que no comprobase que ya estaba mejor.

- Y a mí salir de este sitio. No siempre conseguimos lo que queremos - contesto sonriendo con superioridad.

- Puedes salir de aquí cuando quieras, ¿por qué sigues aquí?

- Si me escapase, ¿crees que demostraría que he cambiado? No, Furia me quiere aquí. Complaceré sus deseos, por ahora.

- Créeme que si te vas, muy poca gente te diría algo. Furia ya no es lo que era...

- ¿Qué quieres decir? Sé que no te agrada, pero tiene a sus agentes de su lado.

- No. Clint solo está aquí por mí, Nat no comparte con él varias ideas, Hill lo idolatra pero ya nada es igual. Los demás... no sé muy bien lo que piensan, pero sé que mi padre está en desacuerdo con muchas cosas de S.H.I.E.L.D.

- Ya sabes que no confío en Furia, pero si me quiere aquí, no me iré.

- No te lo crees ni tú, sabes que dentro de poco...

- Sí, lo sé - me interrumpió - ¿Qué haces aquí tan pronto?

- Quería descansar de los demás - mentí.

- Ya, ¿o no quieres celebrar tu cumpleaños? - Por supuesto que tenía que decirlo. Lo miré con odio y solté nuestro agarre. Le di la espalda y comencé a irme, pero una mano me sujeto el brazo con delicadeza - No he dicho nada que no fuese verdad.

- Tienes una forma de pedir disculpas muy extraña - hablé mirando a la puerta.

- Porque nunca me disculpo, jamás.

- Entendido, tengo que volver, me estarán esperando para entrenar - soltó su agarre y me fui de la habitación. Estaba realmente enfadada, todo se había juntado hoy. Quería pegar a alguien.

Hoy tocaba entrenamiento en el gimnasio. Entré en él y era la única que no estaba allí, pero como todos estaban mirando a la sala de realidad virtual, nadie notó mi entrada y me junté a ellos sin llamar la atención. No funcionó porque noté como una mano me agarraba fuertemente del antebrazo y me hacía retroceder del grupo. ¿Por qué todo el mundo hacía lo mismo? Lo odio.

- ¿Dónde estabas? - preguntó un Stark molesto.

- Quería estar sola - contesté fría.

- ¿No será por lo de tu cumpleaños, verdad? Todos necesitamos salir y tú eras la excusa perfecta.

- ¡¿Y por qué yo?! ¡Tienes a todo el equipo disponible! - medio grité susurré para que no nos escucharan.

- Tú eres la que más necesita salir.

- No me uses de excusa Stark, el que quiere salir eres tú.

- ¡Solo nos preocupamos por ti! Últimamente...

- ¡Wilson, tu turno! - gritó Steve, mientras salían Sam y Visión de la sala - Lucharás con Tony ya que estáis juntos - ¿Acabo de oír al Capi celoso? No puede ser.

- Sí, esto... No creo que sea buena idea - empezó a decir Stark - Está un poco enfadada.

- ¿Tienes miedo de hacerlo peor que yo? - pregunté. Oí como reía con ironía detrás de mí.

- Después de ti - contestó.

Me encaminé rápido a la sala. Entramos y la estancia se oscureció levemente. Aparecieron todo tipo de objetos: árboles, rocas, troncos partidos, etc. Estábamos en un bosque. Sonreí al ver que Tony no vestía su traje de Iron-Man y aunque no yo llevase mis cuchillos, me habían entrenado dos de los mejores soldados del mundo. Esto iba a ser muy interesante.

- Steve -

Todos observamos como la pareja entró en la sala. Tenían cara de querer hacer algo, así que mejor verlos pelear de verdad, a estar escuchando sus gritos.

Vimos cómo la habitación se oscurecía y se llenaba de objetos. Y como si estuviesen sincronizados, los dos oponentes se abalanzaron entre sí.

Elisa daba pequeños, pero certeros ataques, mientras que Stark los esquivaba como podía. Elisa estaba en clara ventaja frente a Tony, pero todos podíamos notar el enfado salir de ella, y eso hacía sus ataques más previsibles e imprecisos.

La morena se agachó y le propinó una patada en la barriga a Tony, en un momento de despiste de este. Stark cayó al suelo y Elisa fue hacía él. Primer error; Tony nunca para quieto, por lo que él está esperando a que ella vaya a él.

Elisa, ingenua, se agacha para decirle algo y Tony aprovecha y se tira sobre ella, haciendo que ambos rueden por el suelo del "bosque". Pararon al chocar con una roca, quedando Stark encima de ella.

Apreté los puños con fuerza y tensé la mandíbula. Esos dos estaban hablando, pero no oíamos nada. La sala estaba insonorizada, a no ser que activásemos el sonido, pero nadie lo hizo.

La morena dijo algo que cabreó a Stark, porque este lanzó un puñetazo, que Elisa no pudo esquivar del todo e impactó en su ceja izquierda. Ella, rápidamente se deshizo de él y tocó su ceja, que estaba sangrando, pero no le importo demasiado, puesto que corrió hacía el pelinegro y lo placó, quedando ambos en el suelo otra vez.

Esta vez, Elisa estaba encima y no paraba de lanzar bofetadas a la cara de su agresor.

Yo tenía los nudillos blancos de tanto apretar los puños; Stark se había pasado al golpearla y solo tenía ganas de darle una paliza. En los entrenamientos no se permite golpear así.

Ninguno de los dos se daba por vencido, pero todos notábamos que estaban cansados; aunque su estúpido orgullo no les permitía abandonar.

Al poco, Natasha golpeó a Clint en el brazo y entraron. La sala se volvió a iluminar cuando la puerta se abrió y los dos agentes separaron y sacaron a sus compañeros. Nat colocó a Stark en una esquina y Clint a Elis en otra.

Oímos el sonido de una bofetada y nos giramos en dirección a la Viuda, quien tenía una mano apoyada en su cintura y la otra suelta, y Tony, quien tenía su cara girada del golpe que recibió. Me fijé mejor en él y tenía algún que otro corte y moratón por toda su cara.

Giré a ver a Clint, quien había sacado un botiquín y tenía un algodón en su mano. Me acerqué y comprobé que el arquero estaba limpiando la herida a Eli. EL corte ya no sangraba, pero estaba muy rojo e hinchado.

- Toma - dijo una María Hill a mis espaldas a la vez que tendía una bolsa de hielo a Eli. La cogió, sin mirarme en ningún momento y se la puso cuando Clint acabo de limpiar la herida.

- ¿Qué tal estas? - pregunté. Ella me miro con cierta curiosidad, no esperaba que la hablase; y yo tampoco me lo esperaba después de lo del otro día, sinceramente.

- Podía estar mejor - contestó sin resentimiento en sus palabras. Supongo que su pelea la hizo desahogarse - Tengo que hablar con Stark.

- Sí, será lo mejor - habló Clint. Elisa se fue y yo la seguí con la mirada - Veo que no vas a cumplir lo que me contaste hace unos días.

- ¿A qué te refieres?

- ¿No te acuerdas? - negué con la cabeza y este rio - Hace tres días, en el bar, Eli, Tony y Wanda ya se habían ido. Nat y María estaban bailando en la pista mientras Rhodes, tú y yo estábamos en la barra. Rhodes se fue fuera a hablar por teléfono y sonó una canción...

Ya me acordaba.

"El local estaba bastante lleno, pero la mayoría bailaba. De repente empezó a escucharse una canción que me recordó a Elisa, fue la canción de mi cumpleaños, aquella en la que salió corriendo al escucharla para bailarla, cuando estábamos algunos en la barra del edificio de Stark.

- Esta canción me recuerda a Elisa - comenté en voz alta. Noté la mirada que Clint me echó y sonreí - Bueno, no solo a ella, a mi cumpleaños también.

- No tienes que darme ninguna explicación Capi, pero me hace gracia que sea justo esta canción.

- ¿Por? - no obtuve la respuesta, el arquero se dedicó a tararear el ritmo.

- "I need a hero, I'm holding out for a hero 'til the end of the night. He's gonna be strong, be fast and he's gonna be fresh from the fight. I need a hero, I'm holding out for a hero 'til the morning light. He's gonna be sure, and it's gonna be son and he's gonna be larger tan life" Es gracioso que relaciones a Eli cantando una canción que hable de que necesita a un héroe, cuando nosotros somos una especie de héroes.

- No, no me refiero a eso. Ella solo la cantó y me acuerdo por eso.

- ¿Y por qué te acuerdas justo de esa? ¿No te sabes más canciones?

- También recuerdo las que puso Tony, las que eran de mi generación - mi compañero empezó a reírse desmesuradamente.

- Te estás dando cuenta que has bailado todas esas canciones con Eli, ¿verdad?

- ¿Qué estás insinuando?

- Que ella es más que una compañera para ti - sonreí ante ese comentario. Llevaba tiempo pensándolo, pero ahora que alguien lo ha dicho en voz alta... Me doy cuenta que es cierto.

- Eso da igual. No vamos a tener nada. Es muy complicado.

- Lo sé - se limitó a contestar y beber de su cerveza.

- Además - Clint rodó los ojos al escuchar que íbamos a seguir hablando de ella - No tenemos nada en común y dudo que quiera malgastar su tiempo conmigo - Esperaba que el arquero negase lo que acababa de decir, que me diese alguna esperanza...

- Steve, dicho así está muy bien, pero hacerlo es diferente. Elisa es una hija para mí, solo... Cuídala - cerró los ojos y se terminó su bebida de un trago. ¿Me acaba de dar "permiso" para tener algo con ella?

- Tranquilo, puedes seguir cuidándola tú. Yo me voy a alejar.

- Si, lo que tú digas - contestó sonriente. Ambos sabíamos que eso no era verdad."

- Ah... Eso... Estoy en ello - contesté un poco cortado.

- ¿En qué estas metido? - preguntó María, me había olvidado de que estaba ahí.

- Nada importante, cambiando de tema, ¿no te parece que Elisa está mejorando mucho? Ya es una auténtica agente - habló el arquero.

- Realmente es buena, sí. Pero todavía no es una agente, al menos oficialmente.

- ¿Falta algo? - pregunté curioso. Hill me miro interrogante - Es decir, es bastante buena, a veces se deja llevar por sus emociones, pero sabe controlarse.

- Por su crecimiento. Tenemos que averiguar cómo controlarlo para que pueda unirse a nosotros - Clint bufó.

- Dudo que se quiera quedar aquí.

- Depende de ella - contestó una dura María.

Me alejé poco a poco de los dos agentes; sé que él quiere que Elisa viva y para ello tiene que estar lejos de S.H.I.E.L.D y María supongo que querrá que Eli se convierta en una agente, es realmente buena con los cuchillos.

El entrenamiento de hoy ya se había acabado, y como es viernes, tenemos la tarde libre. Decidí ir a comer y después descansar. Stark tenía preparada una sorpresa para Elisa y a las ocho ya teníamos que estar abajo. Encima con ropa de invierno. ¿Qué tendría preparado este personaje?

Llegaron las ocho menos cinco y yo estaba en la puerta esperando a los que faltaban. Estábamos Sam, Bruce, Clint, María, Rhodes, Nat y Visión, todos vestidos con abrigos de invierno, bufandas, guantes y botas. En esos momentos yo estaba deseando que empezase a nevar del calor que tenía, casi todos teníamos la cara roja por nuestras ropas, pero la peor era Romanoff, quien está acostumbrada al frío ruso, pero al calor no. Aunque Bruce no parecía incómodo.

Al poco vienen Jane y Elisa, también vestidas como si hiciesen diez grados bajo cero, esta última con cara de enfado y Jane mirándola con reproche.

A las ocho llegaron Wanda y Tony eufóricos.

- ¡Vamos! - gritaba Wanda, era la única que estaba tan ilusionada con el plan del pelinegro.

- Calma, ¿estáis todos listos?

- Si, venga Stark, me estoy muriendo de calor - habló un Sam impaciente.

- Tranquilos, la sorpresa está aquí mismo - dijo saliendo por la puerta. Le seguimos y nos mostró dos coches y el suyo - Seguidme hacía ella.

_____

Después de veinte minutos siguiendo a Stark, llegamos a un pabellón en medio de la ciudad. Entramos y vimos una enorme pista de hielo que se comía casi todo el terreno.

- ¡Por fin habéis llegado! - grito una chica de pelo negro que se acercaba corriendo. Era Darcy - Stark, me debes una.

- Más bien dos, pero gracias - sonrió este. Darcy, al igual que nosotros, vestía como si fuera invierno.

- No me lo creo - susurró Elisa - ¡Te adoro! - gritó mientras abrazaba a Darcy.

- Tony me llamo y me pregunto cuál sería un buen regalo y le conté la historia de cuando te lleve a patinar con doce años.

- Muchísimas gracias Tony - dijo Elisa feliz.

Se abrazaron y juro que vi a Tony quitarse una lágrima de la mejilla.

Empezamos a ponernos los patines y entrar en la pista. Los únicos que sabían patinar medianamente bien eran Elisa, Jane, Darcy y Clint. Los demás parecíamos peces fuera del agua.

Aunque Nat y Rhodes consiguieron despegarse de la barra que bordeaba la pista, los demás éramos muy inestables.

Habían pasado dos horas en las que me había soltado de la barandilla, pero no mantenía demasiado bien el equilibrio. Los cuatro que sabían patinar nos enseñaron un poco, pero no me sirvió de mucho. Ya nadie estaba sujeto a nada y patinaban de un lugar a otro con libertad, menos Wanda y yo.

Ella y yo estábamos parados en la pista, viendo a los demás moverse libremente y riéndonos de cuando alguien se caía. Lo sé, somos malos.

- Vamos Cap, lánzate - dijo acercándose una Elisa agarrando la mano de Clint.

- Es fácil - dijo él.

- Para ti sí, arquero - contestó Wanda. Reí ante su comentario y el aludido me miró levantando una ceja y medio sonriendo.

- Pues te voy a enseñar - dijo Clint soltándose de Elisa y agarrando a Wanda, llevándosela lejos. Maldito Barton.

- Increíble que no te hayas caído ni una sola vez - comentó Elisa - Tony y yo hemos apostado cuando os caerías y he ganado treinta y cinco dólares, pero ninguno hemos ganado nada contigo.

- ¿Cuándo creías que me caería?

- Yo; al poco de entrar aquí, y Stark tuvo más compasión y dijo que cuando te soltases.

- Si bueno, prefiero quedarme parado y mirar como os caéis vosotros.

- ¿Es eso, o tienes miedo de caerte y hacerte daño?

- Esto no me asusta, precisamente...- aproveché que Elisa y yo estábamos bastante cerca para acercarme y tirarla, pero ella me vio venir y se apartó un tanto. Logré estabilizarme sin saber cómo. Ella reía mucho cuando me giré a verla.

- Pensaba que el crio era Stark - decía entre risas - ¿De verdad creías que podías tirarme?

- Por intentarlo no pasa nada - contesté riendo también. Su risa era tan contagiosa.

- Pero si casi no puedes estar de pie sin balancearte cada poco, ven anda. Yo te enseño - me ofreció su mano. No sabía si aceptarla o no, pero su sonrisa parecía sincera.

La cogí, no muy seguro, y me llevó al centro de la pista. Me soltó y se puso a tres metros delante de mí.

- Ven - dijo.

Reí, pero no me negué. Fui a donde estaba y cuando estaba casi al lado, un veloz Stark paso detrás de mí y me desequilibro, haciendo que cayese encima de Elisa, por lo que acabamos ambos en el frío hielo.

- Loki -

Cerré el libro, que me había leído unas trece veces, al notar una fuerza que no pertenece a nadie de esta base en mi puerta. Me levanté de la cama precavido y miré hacía la puerta, preparándome para lo peor.

La puerta salió por los aires y chocó contra mi cristal, sin provocar ninguna rotura en él.

- Loki - dijo el ser morado apareciendo por la puerta. En sus brazos se retorcía una figura femenina que no pude distinguir. Me acerqué un poco y descubrí a Elisa. No puede ser.

- Thannos, ¿qué haces aquí? - bloqueé mi mente todo lo posible a la vez que pensaba una manera de liberar a Elisa.

- Teníamos un trato. Yo te enviaba un ejercito para dominar la Tierra y tu me entregabas el Teseracto.

- Veo que tus aliados no te informan correctamente, el ejército que me entregaste fue destruido, al igual que tu cetro. La gema que poseía, ahora vive en un extraño ser.

- ¿Te refieres a esta gema? - levantó su puño y me mostró el guante que poseía Odín, lo empuñaba con orgullo. En él podían distinguirse los huecos en los que encajan las gemas del Infinito y dos estaban ocupados.

- Lo has matado...

- Como haré con ella - tiró a Elisa al suelo y esta chocó contra mi cristal. Salí corriendo a su lado, pero una fuerza me impedía salir fuera del cristal - No, no, Loki. Veo que te han cambiado. El Loki al que conocí le hubiese dado igual la vida de una mortal.

- El Loki que conociste estaba poseído. Tendrías que saberlo, puesto que me hechizaste tú a un nivel realmente alto.

- Como fuera. Veo que te has hecho más fuerte, pero sigues sin ser un rival para mí - sacó una daga de su cinturón y lo clavó en la barriga de mi sobrina.

- ¡No! - di un puñetazo al cristal, que me devolvió la fuerza multiplicada por diez, haciendo que me cayese al suelo - Pagarás por lo que acabas de hacer, ¡no te haces una idea!

- ¿Tanto te importa esta birria de humana?

- No tienes ni idea de su poder, ni lo que acabas de desatar. ¡Imbécil! - grité aún en el suelo.

- Tranquilo... Es solo una ilusión... Veo que no te has hecho tan fuerte como pensaba. Tus queridos mortales siguen disfrutando, sin ti.

La Elisa sangrante del suelo desapareció, al igual que el guante de la mano de Thannos.

- Te vuelvo a necesitar - dijo atravesando el cristal y llegar hasta mi altura.

- Antes muerto.

- Oh no, primero te controlaré, luego matarás a la mortal, luego a sus amigos y finalmente te quitaré el control, para que vivas con la culpa toda tú patética vida- me agarró del cuello. Yo seguía paralizado por su poder. Noté la misma fuerza que la primera vez que me controló, pero más dolorosa (puesta que ahora me estaba negando a ser controlado).

De repente lo vi todo negro. Pensé en Elisa. "Perdóname, ojala me mates antes que yo a ti" y dejé de ser yo.

- Heimdall -

- Mi señor - hablé en la mente de mi rey - Le necesitan en Midgar, ya.

Me metí en las mentes de los Cuatro Guerreros y los avisé que los íbamos a necesitar.

A los dos minutos, Thor estaba entrando corriendo en el Bifrost.

- ¿Qué ocurre? - preguntó.

- Nada bueno, algo demasiado grande se avecina. Necesitará a sus amigos con usted.

- Envíalos allí cuando se reúnan todos. Ahora llévame a mí a donde estén los Vengadores.

- En seguida.

- ¡Thor! - gritó lady Sif, entrando también corriendo - ¿A dónde vas?

- Midgar nos necesita. Si estáis dispuestos a ayudarme, reuníos y bajad a ayudarme.

- ¡Escúchate! Ni si quiera sabes que pasa allí abajo. Piénsalo bien, ahora eres el Rey - suplicó ella.

- ¡Nos necesitan, Sif! Entiendo sino quieres sacrificarte por otro reino, y no te voy a ordenar que lo hagas. Pero si te voy a pedir que me acompañes, no como rey, sino como amigo y compañero de guerra.

Lady Sif se abalanzó sobre él, besándolo con pasión, mientras Thor se quedaba estático. En estos momentos, mi rey no sabía si corresponder el beso que le brindaba su amiga. El recuerdo de Jane Foster pasó fugaz por su mente y decidió no responder al beso, para no dar falsas ilusiones a su querida amiga.

Ellos se habían criado juntos y el vínculo que los unía era realmente fuerte. Thor la quiere y adora como a una hermana, pero no está enamorado.

Lady Sif se apartó poco a poco y miró a su amigo directamente a los ojos.

- En estos casi tres años pensaba que la habías olvidado... Pero un par de meses allí y... Realmente la amas - miró al suelo y luego otra vez a él, pero esta vez con los ojos húmedos - No sé qué es el amor, nunca lo he conocido. Siempre me han hablado de él como algo mágico e inexplicable... Me fijaba en Frandall, tu padre y Frigga, en ti... Este beso me ha demostrado que no tenemos ese sentimiento, no sentí esa chispa que describen en los libros, ni esa sensación de felicidad que desprendéis... Somos compañeros - dijo intentando sonreír. Una lágrima se deslizaba por su mejilla y Thor se la quitó con amor.

- No, no somos compañeros, Sif. Somos hermanos, hemos crecido juntos, peleado juntos, reído y llorado juntos... Eres alguien especial en mi vida, siempre lo serás - Los dos compañeros se abrazaron sonrientes.

- ¿Qué necesita, mi rey? - hablo una recompuesta Sif. Ella no iba a permitir dejarse llevar por sus emociones, tenía una misión.

- Midgar os necesita - hablé - Solo puedo ver que Loki está metido en el problema. Os enviaré en seguida - Asintieron y se prepararon.

Abrí el Bifrost y los teletransporté hacia la Tierra. "Tranquila Sif, encontrarás el amor muy pronto. Tu destino está escrito" pensé.

- Steve -

El sonido de un trueno nos hizo levantar la vista a todos. Un rayo multicolor se podía ver a través de los grandes ventanales del edificio. Jane salió corriendo de la pista de hielo a la vez que Thor entraba con una mujer a su lado.

- Este siempre hace entradas triunfales - comentó Darcy.

Thor alzó a Jane con sus brazos mientras daban vueltas y se besaban con pasión. Los demás salíamos del hielo como podíamos y nos acercamos al trío de la entrada.

- ¡Sif! Cuánto tiempo - decía Darcy mientras abrazaba a la pelinegra, esta no parecía muy cómoda ante el efusivo contacto de la compañera de Jane.

- Lady Darcy - contestó.

- Si todas las asgardianas son así... Me gustaría ir con Eli cuando vayáis a Asgard - habló Tony.

- ¡Amigos, Heimdall me ha enviado a Midgar de vuelta porque veía problemas! - contestó rápido Thor.

- Y bastante serios además. ¿Dónde está Loki? - preguntó la llamada Sif.

- ¿Loki? ¿Qué tiene que ver él? - pregunté.

- Heimdall dijo que una guerra se avecinaba y Loki estaba metido en ella - me contestó.

- Hablemos de camino a la base - apremió Nat.

- Acabo de contactar con Nick; Loki no está en su celda - habló María.

Todos nos miramos entre nosotros.

_____

- ¡Se ha escapado en mis narices! ¿Cómo lo ha hecho? - gritaba un Furia verdaderamente alterado. Se movía de un lado a otro.

Todos estábamos en la sala de reuniones, sentados con las ropas de invierno (aunque con menos capas). Nick nos había dicho que de repente Loki se había evaporado. Las cámaras de vigilancia estuvieron grabando todo y nadie entiendo que ha pasado: Loki estaba tan tranquilo leyendo un libro cuando lo cerró mirando a la puerta. Se abrió pero no aparecía nadie. Loki gritaba y pegaba al cristal, luego cayó al suelo y su cara era de horror puro. Al poco comenzó a sonreír perturbadoramente y se desvaneció en el aire.

- ¿Sabemos por qué lo ha hecho? - preguntó Elisa. La miré precavido. Ella y Loki se habían visto muy a menudo y seguro que sabría las intenciones del Dios.

- No, pero estoy completamente seguro que está tras el rastro de las gemas del Infinito.

- Imposible, no sabe dónde están ni como localizarlas - habló Nat. Después se formó un silencio por parte de todos los presentes.

- Pero sabemos de alguien que ha creado un algoritmo de búsqueda de radiaciones gamma - dijo Bruce mirando la caja que ponía mi nombre - Y es la radiación que emite la gema de Visión y la que emitía el Teseracto... - Estaban hablando del bisnieto del Doctor Erskin, Maxon.

- Loki le estará buscando, lo querrá para su propio beneficio - habló Rhodes.

- ¿Alguien sabe de su ubicación? - preguntó Thor.

- Hace una semana que he recibido la invitación de Maxon al homenaje que hará de su bisabuelo - contesté yo. Era el único de aquí que seguía manteniendo el contacto con él y ya había confirmado mi asistencia cuando me llegó la carta - En la ceremonia hablará de Abraham, sus logros y como influyo en él. Va a descubrir su proyecto ya terminado, me comentó.

- ¿Cuándo se celebra? - esta vez fue Furia.

- En cuatro días. Iba a ser en Noviembre, pero decidió adelantarlo por sus numerosos viajes, al parecer su proyecto levanto mucho revuelo en el mundo.

- Loki aprovechará para saberlo todo sobre Maxon en el homenaje, ahora que no tiene el cetro, no puede controlar a nadie. Lo secuestrará o matará allí. Necesitamos a Maxon en la base.

- Maldito Loki... - habló Clint. Lo miré y vi como Elisa bajaba la mirada... ¿Avergonzada, culpable? ¿Acaso Elisa había ayudado a Loki a escapar? ¿Y si eran cómplices? Eli no parecía estar bajo el control mental de nadie... ¡¿Se habría enamorado de él y le está ayudando?! Sabía que no debí dejarla verle ese día.

Ahora ella se había convertido en una traidora.

Ya no escuchaba que decían mis compañeros. Miraba con odio a Elisa, ¿cómo puede haber hecho semejante cosa?

- ¡Basta! - gritó Thor, dando un puñetazo a la mesa - ¡La prioridad es detener a mi hermano! ¡Pero será juzgado y encarcelado en Asgard, si así lo condenan!

- Necesitamos un plan - habló Stark, quien había estado misteriosamente callado. Tramaba algo.

- Es simple - dijo Sif - Necesitamos a ese humano de nuestro lado. Vamos en cubierto a su fiesta una parte de nosotros para convencerle del peligro que corre y traerlo con nosotros para encontrar a Loki, y la otra parte estará fuera por si necesitamos refuerzos. Con un poco de suerte, Loki estará allí y podremos detenerlo sin contratiempos.

Nos quedamos pensando en el plan que había trazado la Diosa pelinegra.

- Deberías venir más a menudo, nunca están tan callados cuando hablamos de mi hermano - comentó Thor.

- ¿Cómo continuaría el plan? - pregunté.

- Usted, Capitán, elige a cuatro o cinco guerreros que le acompañaran dentro de la celebración. Los demás nos quedaremos fuera esperando órdenes. Obviamente Thor y yo nos quedamos fuera, ya que Loki nos identificaría fácilmente. Una vez hallado a Erskin, se le informa de todo y solicitamos que nos acompañe a la base.

> Una vez convencido, pueden pasar tres cosas: que Loki nos ataque en la fiesta, aunque ese no es su estilo; que nos sigua hasta la base donde llevaremos al aliado; o que nos ataque de camino a la base.

- Veo más probable que nos ataque de camino - secundó Thor.

- ¡Ya está! Haremos eso - sentenció Furia - Ataremos cabos por la mañana, id a descansar. Mañana será un día duro.

- ¿Por qué no vamos a por Erskin ya? - preguntó Sam.

- Loki estará esperando a que hagamos eso, seguramente - contestó María - Estoy segura que él no sabe dónde se encuentra Maxon, de momento claro.

Poco a poco nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones. Vi como Elisa se desviaba por un pasillo y la seguí sin que nadie lo notase.

La encontré apoyada en medio del pasillo que lleva a la sala de entrenamiento. No aguanté más y fui hacia ella decidido a destapar su plan. Sin mirarla, agarré su brazo con demasiada fuerza y sin apartar la vista de la puerta que daba al gimnasio, comencé a llevarnos allí.

Ignoré sus quejidos y continué mi marcha. Una vez dentro, encendí unas pocas luces y la miré con odio.

- ¿Por qué demonios me has traído aquí? - preguntó ella enfadada.

- ¡El único enfadado aquí tengo que ser yo! - grité demasiado alto - Te he observado durante la reunión y parecía como si supieses que Loki iba a escapar.

- ¡Qué! ¡¿Crees que lo he ayudado a escapar?!

- Estoy más que seguro.

- ¡¿Y por qué no lo has dicho allí?!

- ¡Porque me niego a creerlo!

- Haces bien porque, ¡no lo he ayudado en nada!

- ¿Y por qué le visitabas tanto, eh? ¡Dame una buena razón! - nuestros gritos cada vez eran más altos pero, a mí por lo menos, no me importaba.

- Porque... - no supo contestar. Mi sonrisa de superioridad se hizo presente. Sabía que esos dos estaban liados, pero en el fondo quería que me lo negase.

- Lo sabía... Nunca me imaginé que fueses una traidora...

- ¡No soy ninguna traidora! ¡Vale, sí, pasaba tiempo con él, pero nunca hablamos nada de escapar! ¡Él no quería irse para demostrar que había cambiado! Todos los prejuzgáis por lo que hizo en el pasado, ¡pero ha cambiado! ¡Jamás quiso hacernos daño!

- ¡¿Pero, te estás oyendo?! - pregunté demasiado sorprendido y con odio en mis palabras - ¡Lo estas defendiendo! Si no eres una traidora, ¿cómo explicas que te estas matando por defenderlo?

- ¡Porque yo me he parado a conocerlo, saber cómo es y lo que piensa! Es mucha mejor persona de lo que pensáis... - Y ahí estaba, Elisa estaba enamorada de Loki. Esa frase me ha apuñalado el corazón.

- Escúchate... ¡Te has enamorado de él! ¡Dímelo y acabamos con esto ya!

- ¡¿Qué qué?! ¡No me he enamorado de él! ¡¿Te estás escuchando tú?!

- He visto tu culpabilidad en esa sala, ¡¿me lo vas a negar?!

- ¡Claro que sí! ¡No tengo nada con Loki! Y aunque lo tuviera, ¿qué te importa a ti?

- ¡¿Qué qué me importa?! ¡La vida me importa, Elisa! - ¿Acaso no ve lo enamorado que estoy de ella? Di un puñetazo a la pared, necesito desahogar.

- ¡Pues que te deje de importar tanto! ¡Loki y yo no somos nada!

- ¡¿Entonces qué significa para ti, por qué le visitas tanto, por qué le defiendes tanto?! ¡Obviamente le quieres!

- ¡Claro que lo quiero! - tres puñales más que se clavaron en mí - ¡Es mi tío! - ¿Qué?

- ¿Qué? - no sabía qué hacer ni pensar, ¿y si me estaba mintiendo?

- Sí, Steve. Loki es mi tío. Jane es mi madre. ¡Thor es mi padre! Así que Loki... - no la dejé terminar. Uní con fuerza nuestros labios. Ese beso tan ansiado por mi parte... Ella al principio se quedó estática, pero al poco correspondió mi beso (suspiré mentalmente por ello) con intensidad. Mis labios se amoldaban perfectamente a los suyos.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, solo que ella rodeaba mi cuello con sus brazos y yo rodeaba su cintura con los míos, disfrutando de aquella sensación que hacía años que no sentía.

- ... ya la verás, hasta han hecho un espacio para ti y tu... - oímos la puerta abrirse de golpe y la voz de Clint se calló al momento.

Eli y yo nos separamos al instante. Delante de nosotros estaban Clint y Thor... ¿En serio? ¿Tenía que ser Thor?

- ¿Interrumpimos algo? - preguntó el arquero sonriendo. Debía de ser el único en la sala que se lo estaba pasando bien. Miré a Thor y también estaba sonriéndome con complicidad. No me digas que él tampoco sabe que Eli es su hija...

- No, yo ya me iba - contestó Eli, pasando por el medio de ellos. Intenté seguirla, pero los brazos del arquero y el Dios me lo impidieron.

- ¿Qué ha pasado? - inquirió Clint.

----------

Otro capitulo... AL FIN EL MALDITO BESO DE ROGERSON (me enamore de mi propio shippeo ^^)

¿Os gusto el beso de Sif con Thor? Yo admito que el personaje de Sif me encanta y como en los comics se casan...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro