Capítulo 21
- Elisa -
Otras dos semanas más tarde
Este tiempo ha sido muy aburrido, no ha pasado nada interesante. Cumplimos la rutina de siempre: entrenamientos físicos por la mañana de lunes a viernes (de sábado a domingo usamos la sala de armas) y por la tarde entrenamientos cuerpo a cuerpo los martes, jueves y sábados. Ya no hacemos entrenamientos mentales por falta de avances en ellos.
Mi madre y Bruce siguen en la laboratorio por las mañanas, pero por la tarde vienen con nosotros. Ellos también parecen que han perdido las ganas de seguir trabajando, ya no me piden muestras de sangre y están tras la búsqueda de las gemas del Infinito, sin que Furia tenga idea.
- ¿Por qué tienes una carpeta sobre Loki, mamá?
- Porque creo que necesita las gemas del Infinito para algo importante y no para hacer el mal. Algo ha cambiado en él, no es el mismo - me había dicho mi madre después de que fuese a ver a mi tío hace dos semanas. Ni mi madre ni nadie sabían mi visita, excepto el Capi.
Clint ya había vuelto y me ayuda con los cuchillos, Nat me ayuda en el entrenamiento cuerpo a cuerpo, Tony no se dignaba a aparecer y mi padre tampoco. Mamá esta triste y preocupada por él, nadie sabe nada y tampoco podemos comunicarnos con mi padre.
En más de una ocasión había vencido a Sam en los combates cuerpo a cuerpo, empaté con Nat una sola vez y con los demás peleaba hasta que nos decían que parásemos para corregirnos (pero todos sabíamos que yo no ganaría).
Ahora estábamos viendo como pelea Rhodes en la sala de realidad virtual: una figura grisácea peleaba con mucha habilidad contra Máquina de Guerra, pero este no se rendía y acabó con un rápido, pero letal, puñetazo en el cuello del rival. Todos habíamos acabado ya con el entrenamiento así que teníamos la tarde libre.
Casi todas las tardes libres me pasaba un rato para ver a Loki en su particular celda, así que hoy haría lo mismo. Mi tío y yo habíamos desarrollado un vínculo bastante extraño: sentíamos simpatía el uno por el otro, pero no confiábamos del todo. Me contaba cosas sobre Asgard y los demás reinos, sus historias, mitos aquí pero que allí fuera son tan reales que tienen nombre y apellidos...
Ya no confiaba en Furia después de saber que me quería aquí por puro interés, por lo que mi tío y yo estábamos ideando un plan para desenmascararlo.
Llegué a mi habitación, me di una ducha y me puse ropa cómoda. Salí del cuarto decidida a verle pero me encontré con Nat al poco.
- Hey Elis, ¿a dónde vas? - me pregunto en medio del pasillo. No podía decirle mi verdadero destino así que mentí tal como ella me había enseñado.
- Iba a dar una vuelta - sonreí un poco falsa. No me gustaba mentir.
- Pues vamos juntas, necesito aire fresco - asentí y nos encaminamos al patio exterior.
Al salir, una bocanada de aire frío nos golpeó en la cara. A pesar de estar a principios de Septiembre, nunca hacía mucho calor aquí. Empezamos a andar por el césped, hablando de nuestra vida aquí, sus misiones y comentábamos como sería mi primera misión.
- A vuestra derecha - dijo una voz a nuestra espalda. Vimos pasar un fugaz Capitán América corriendo con una camiseta ajustada azul clara y unos pantalones negros de chándal.
- Este hombre no se cansa nunca - comentó Nat.
- Ya sabes que los ancianos se cuidan mucho - dije bastante alto.
- ¡Eh! - se quejó a lo lejos. Reímos ante su reacción.
Entre Steve y yo había una cierta tensión, creada a raíz de mi visita, que ocultábamos a los demás para evitar rumores innecesarios. Desde nuestra "discusión" no habíamos hablado más, solo nos mirábamos de soslayo, con cierto resentimiento, durante los entrenamientos.
Mi madre me preguntaba por mi relación con Steve casi a diario, pero yo siempre negaba que hubiese alguna relación. No me cree y no la culpo. Dice que cuando me dé cuenta de que me atrae Steve, que se lo diga.
Mi móvil empezó a sonar, lo cogí y "Playboy" aparecía en llamadas entrantes. Natasha se rio exageradamente y contesté al móvil un tanto molesta.
- Stark, ¿cómo has conseguido entrar en mi móvil cuando estás a varios kilómetros de distancia? - dije a modo de saludo.
- Es fácil cuando cuentas con JARVIS y mucho tiempo libre - se mofó roncamente.
- No tienes remedio. ¿Qué quieres?
- Saber cómo te va. Hace mucho que no te veo - fingió estar dolido por contestar borde y me relaje un tanto.
- Bastante bien, tenemos la tarde libre, así que no creo que hagamos mucho.
- Pues... tengo tarea preparada para ti - lo noté un poco ilusionado. Me pare y Nat imitó mi acción.
- Te escucho.
- He estado investigando mitología nórdica y he encontrado cosas bastante interesantes. El bisabuelo de tu padre, tu tatarabuelo Buri, fue el primer Dios de la mitología nórdica y el primer visitante de la Tierra hace miles de años. A partir de él, toda su descendencia serán Dioses como él, con fuerza sobrehumana, poderes ilimitados, etc. ¿Tú sabes algo de tu mitología? - La verdad es que nunca había leído su historia.
- Hem... no.
- Vamos bien - dijo con un tono de resignación notable - Investiga. Yo no encuentro mucho sobre los orígenes de los Dioses, seguro que tu padre sabe mucho, pero como no está... Me conformaré con su hija.
- ¡Oye! Aunque él estuviera aquí, ¿cómo le sacarías el tema sin levantar sospechas?
- Curiosidad mitológica.
- No te lo crees ni tú, pero buscaré información. Hablamos luego, Nat me está poniendo cara de aburrimiento por no hablar con ella. Adiós - colgué sin esperar respuesta. Miré a Natasha, quien me miraba interrogante - Tengo que ir a investigar cosas sobre mi pasado para Stark.
- Está bien, yo aprovecharé para entrenar un poco - y se marchó a correr con Steve, quien estaba muy cerca. Me miró de una forma distinta a la de esta semana y entré en el edificio de nuevo.
Fui hasta la habitación de Loki, pasando al lado de John, quien estaba parado sin moverse (desde mi primera visita, siempre le encontré así). Entré y mi tío estaba tirado en su cama, jugando con una pelotita.
- Ya pensaba que hoy no vendrías - dijo sin mirarme.
- Tuve una pequeña interrupción - dije sentándome en el suelo. Ya había cogida esa costumbre de sentarme cuando llegase, normalmente él traspasaba el cristal y también se sentaba a mi lado y hablábamos hasta que me decía que me buscaban, o que ya había pasado bastante allí o simplemente quería estar solo.
Se levantó y vino hacía mí.
- Hoy vienes por más razones que verme, ¿qué pasa? - Siempre sabía todo lo que me rondaba la cabeza.
- Necesito saber los orígenes de mi tatarabuelo.
- ¿De Buri? - asentí - Lo estudiamos cuando éramos pequeños, pero no lo hacíamos en profundidad. Tengo un conocimiento bastante reducido de él.
- Cuéntame lo que sepas, por favor.
- Como sabes, es el abuelo del Padre de Todos, fue el primer Dios y a la vez el último de su especie en cierto modo. Verás - suspiró. Debió de ver mi cara de no entender nada, puesto que él puso su cara de fastidio (muy habitual en él) - nuestro pueblos tiene bastante miles de años más que el vuestro, y por lo tanto, más historia. Antes de Buri, los nueve mundos estaban en constantes guerras y revueltas, pero sin ningún contacto con los demás reinos. Buri puso fin a la guerra en Asgard, desde entonces hemos disfrutado de paz entre los asgardianos y se convirtió en el Primer Padre de Todos. Él portaba un arma que lo hacía invencible, ya que poseía un poder comparable al de las gemas del Infinito. Se extrajo ese poder y nadie supo que se hizo con él, puesto que no se volvió a necesitar.
Nos mantuvimos en silencio, procesando lo que acababa de oír.
- Supongo que antes se sabía más sobre él, pero ya han pasado tres generaciones de reyes.
- Entiendo...
- ¿Por qué te interesas ahora? - no sabría si decirle que Stark me lo había pedido. Realmente no sabía para que la quería, aunque saberla yo no me iba a matar.
- Nunca está de más saber un poco de mi historia...
- Ajá... - dijo no muy convencido. Me estudió con la mirada y rio como solo él sabe - Intento indagar en tu mente, pero hay un molesto recuerdo que resuena por todo tu subconsciente, haciendo que no pueda llegar a los otros. ¿Cuándo va a avanzar tu relación con el cubito de hielo?
Me sorprendí de escuchar semejante cosa de parte de mi tío. Sabía que Steve no le agradaba, pero nunca habíamos hablado de él y mucho menos de la relación que tenía con él.
- No sé de qué me hablas - mentí bloqueando mi mente a intrusos.
- Como quieras. De todos modos es mejor que te olvides de él.
- ¿Y eso por qué?
- Porque es un mortal y tú la princesa de Asgard, aunque no oficialmente. Tu padre no puede estar con su adorada mortal.
- Te recuerdo que vosotros también os morís.
- Con una diferencia de cinco mil años Elisa. Además, ¿realmente crees que puedes tener una relación normal con alguien? - Silencio. Yo sé perfectamente que nunca podre tener una relación, pero oírlo de alguien ajeno a mí... Es duro.
- Ya sé que no podré, ni tendré una - contesté fría. Me sorprendí del llanto que salió de mi voz.
- Escúchame bien - me miró fijamente y le aguanté la mirada. Sus ojos se habían tornado a un verdoso oscuro casi gris - Te voy a enseñar una cosa sobre tu futuro.
Toda la habitación había cambiado, como la primera vez que lo había visitado. Volvíamos a estar en medio del cosmos, pero sin ningún planeta cerca. Comenzamos a acercarnos a un planeta que despedía un color dorado. Nos aproximábamos cada vez más y más hasta que llegamos a su interior: nos encontrábamos en una especie de puente, lleno de colores, en construcción que llevaba a una ciudad en construcción también y desembocaba en un mar con un sinfín de barcas que avanzaban sin miedo al fin de la cascada con la que terminaba el reino. El atardecer dorado decoraba e iluminaba cada rincón del lugar. En el centro de la ciudad se podía ver un castillo destrozado, casas desoladas, restos de piedras, humo... Un auténtico reino devastado y en ruinas.
Loki estaba a mi lado, analizando el lugar en el que estaban, se fijó en un trío que estaba a unos metros de nosotros y fuimos hasta llegar a su altura. A medida que nos juntábamos, las figuras se me hacían más familiares: estaban de espaldas, con túnicas oscuras y mirando hacia la ciudad. Los tres eran de alturas similares. Un rubio de media melena, un poco rizada, con una media coleta, a la izquierda; una morena de pelo largo y un tanto rizado, recogido en una cola de caballo que con la luz del Sol, aparecían reflejos rubios en su larga coleta, en el centro; y a la derecha un personaje de pelo negro suelto, ligeramente rizado.
Mi tío y yo nos pusimos en frente de ellos y no me sorprendió ver a mi padre y a mi tío allí, pero lo impactante fue ver a una Elisa mucho más madura y sin un rastro de inseguridad en su rostro situada en medio de ambos, como una más. Thor tenía su martillo en la mano, Loki una daga en su cinturón y mi futura yo tenía dos fundas a sus costados, con dos cuchillos en cada uno.
El Loki y la Elisa del futuro se miraron y sonrieron sinceramente a la vez que Thor observaba con cierta pena lo que un día fue su imponente reino.
- Creo que tenemos mucho que hacer - dijo el Thor del futuro.
Loki y yo volvimos a la habitación en la que estábamos en un principio y nos quedamos en silencio.
_____
Otras dos semanas más tarde
- Elisa - llamo Furia desde la otra parte del gimnasio. Deje de pelear con Rhodes y me dirigí a mi emisor. María y Tony estaban a su lado, con una sonrisa pintada en la cara.
- Buenas noticias Elis - empezó a decir el pelinegro. Este había vuelto a petición de Furia y hasta ayer, nadie lo había visto.
- Hemos decidido asignarte una misión - dijo eufórica Hill.
- Han decidido por mí. Sé que estas cualificada para llevar a cabo una misión, pero todavía no he dado con la perfecta para ti. Estos dos me han insistido que he aceptado... Pero con la condición que él y alguien que elijas tú, te acompañen.
- ¿De qué trata la misión? - pregunté feliz. Por fin haría algo de provecho aquí.
- Tienes en tu habitación toda la información que debes saber. Tienes dos días para prepararte, decide bien quien va a ser tu otro acompañante - y se fue con María detrás. Stark me regalo un guiño de complicidad y fue con los demás Vengadores.
Esa noticia me había alegrado el día y fui trotando hasta llegar con mis compañeros.
- Mírala que feliz viene - oí decir a Clint. Llegué y le di un gran abrazo que pillo desprevenido a todo el mundo - Hacía mucho que no me abrazabas - dijo en mi oído.
- No sabes cómo lo echaba de menos - contesté feliz.
- Me puedo hacer una idea.
- Basta de abrazos y a entrenar, tenemos que prepararte bien - dijo Nat a mi espalda.
- Tú también quieres un abrazo, ¿verdad? - dije apartándome de Clint y abriendo los brazos exageradamente para que Natasha no se pusiera celosa.
- ¡Eh! A mí no me has dado un abrazo - decía un molesto Tony. Acabamos abrazándonos todos juntos en un único abrazo, a la vez que me felicitaban por mi primera misión y reíamos.
- Será inolvidable.
- No te pongas nerviosa o fallarás.
- En mi primera misión falle un disparo a menos de un metro así que tranquila.
Todos me animaban, pero yo solo pensaba en una cosa: ¿cómo sería la misión?
El entrenamiento acabo y fui corriendo a mi habitación. Al cruzar una esquina, me tropecé con alguien y ambos caímos al suelo.
- ¡Ten cuidado! - grito la voz de mi madre desde el suelo.
- ¡Mamá! - contesté aún más alto y fui arrastrándome hasta que nos abrazamos en el suelo. Nuestra risa retumbaba por todo el pasillo, pero nos quedamos así hasta que estábamos incómodas.
- ¿Qué ha pasado para que estés tan contenta? - preguntó mi madre.
- Por fin tengo una misión, mamá. ¡Una misión!
- ¿Y cómo es la misión? - inquirió precavida, sé que no la hace mucha gracia que tenga misiones.
- Todavía no lo sé, iba ahora a estudiar la carpeta que tengo en la habitación. ¿Vienes conmigo?
- Claro, vamos.
Entramos en mi habitación y ambas resoplamos. La habían ordenado y no me habían dicho nada, ahora no sabría dónde están todas mis cosas. Divisé una carpeta amarilla encima de la mesa, rodee los ojos y la cogí.
Leí todo su contenido atentamente.
- ¿Y bien? - habló mi madre.
- Es una misión de recuperación de información e investigación de una persona, un tal Maxon Erskin, por su alto conocimiento matemático y creación de algoritmos.
- ¿Quién ha robado la información?
- Seguidores de HYDRA, pero la información es de hace una década... Si llevan diez años buscando esta información, debe de ser muy importante, no entiendo porque me piden que yo vaya a esta misión
- No la tendrán muy protegida, ya casi no hay rastro de HYDRA. ¿Sabes ya a quien vas a llevar contigo?
- A Tony seguro y no sé a quién escoger... Steve sabe mucho acerca de HYDRA, pero también tenemos que investigar a Erskin, por lo que Nat me vendría bien, aunque Rhodes también hace buenos interrogatorios.
- Pero Elis, no te mandan interrogarlo, sino investigarlo. Yo llevaría a Wanda, ella puede crear alucinaciones y leer el pensamiento, eso siempre viene bien. Y pasareis desapercibidos con ella a vuestro lado.
Todo lo que había dicho mi madre era verdad. Wanda estará en mi equipo.
_____
Ya habían pasado los dos días que Furia nos dio de margen para prepararnos y entrenarnos en torno a la misión. En principio era fácil: los archivos que buscamos están en una antigua fortaleza, con muy poca vigilancia, en la costa sur de California. Teníamos que entrar, localizar y recuperar la caja "2007" y volver al Alpha Jet para ir en busca de Maxon Erskin, quien vivía en el centro de Sacramento.
- Cuando estéis dentro de la base, piratearemos las cámaras para poder ayudaros desde dentro - nos decía María, mientras Wanda, Tony y yo preparábamos lo esencial; Stark se acomoda en su traje, Wanda se guardaba una pistola en su uniforme y yo guardaba varios cuchillos, más un arma, en las respectivas fundas que me había regalado Clint ayer, en mi traje de Vengadora - Os podremos monitorizar unos 10 minutos, antes de que sepan que hemos entrado en su seguridad - la agente Hill abrió un gran mapa del cuartel al que íbamos entrar.
Nos encontramos en el exterior de la base, a unos metros de nuestro avión ya operativo, bien entrada la noche.
- Hay tres entradas al edificio; cada uno entrará por una, siempre informando de vuestra posición por los auriculares y se dirigirá a la sala blanca. Quien llegué antes, que avise a los demás, para que uno haga guardia y otro ayude a buscar y transportar los archivos. Una vez los tengáis en vuestro poder, salir lo más rápido posible y dirigíos al Jet. Os llevaremos hasta la casa de Erskin y podréis investigar por vuestra cuenta. Mucha suerte - nos deseó Hill.
Los tres asentimos y entramos en el Jet. Nadie hablo hasta que aterrizamos, nos miramos con complicidad y salimos corriendo hasta llegar a nuestras respectivas entradas.
- Lista - dijo la voz de Wanda por el intercomunicador - corrí hasta llegar a mi posición y activé el comunicador para que me oyesen.
- Lista - anuncié.
- Bien, entramos a la cuenta de tres - dijo Iron-Man serio.
Intenté abrir la puerta pero estaba cerrada. Con una linterna iluminé la cerradura y vi que tenía un candado bastante oxidado. Tiré de él con fuerza y se rompió al momento, "Menuda seguridad" pensé. Apagué la linterna y entré corriendo. Mi entrada era la más cercana a la sala blanca (donde estaba el objetivo), por lo que al girar a la derecha, ya pude verla al final del pasillo. Una puerta se abrió y me escondí tras la esquina. Me asomé y era un soldado de HYDRA. Estaba solo y no llevaba consigo ningún arma. Me dio la espalda y aproveché para acércame a él; una vez estuve a un paso de él, rodeé su cuello con mi brazo a la vez que dirigía su cabeza contra la pared. Cayó inconsciente a mi lado.
Lo agarré de las piernas y me acerqué al objetivo. Para mi suerte, la sala solo se abría con la huella dactilar. Quité el guante de mi adversario y coloqué su mano en el lector, menos mal que se abrió.
Entré con el desmayado y lo tiré al lado de la puerta.
- Llegué - hable sola para que mis compañeros lo sepan.
- ¿A dónde has llegado? - preguntó una voz desconocida, detrás de una estantería llena de cajas. Salió de su escondrijo y cuando vio a su compañero en el suelo, sacó un walkie talkie para avisar, pero yo ya estaba en frente de ella para impedírselo.
Intenté golpearla en la cara, pero se defendía de cada golpe. Me arañó un par de veces, pero en un puñetazo que pretendía darme en la cara, enrolé mi pierna en su brazo y la tiré al suelo, haciendo que se llevase un fortísimo golpe en la frente. Supongo que se desmayó porque no se movía.
Por si acaso, la llevé hasta una silla, la até fuerte y tapé su boca con un pañuelo.
- ¿Sigues ahí? - preguntó la voz de Stark en mi oreja.
- Sí, tuve un pequeño contratiempo - contesté - Ahora te abro.
Abrí la puerta y ahí estaba la armadura de Tony. Entró y salió de esta.
- Por si alguien nos interrumpe - explicó. Empezamos a examinar todas las cajas - La tengo.
Fui hasta él y efectivamente tenía una caja con un "2007" pintado a un lado. Miré el lugar de donde la había sacado y a su derecha había una caja de ponía "Capitán América". Stark y yo nos miramos y cogí esa caja.
- ¿Qué se supone que hacéis? - dijo una irritada Wanda - Estoy bloqueando a todos los que se acercan, pero me estoy cansando.
- Ya vamos - dije. Salimos, Tony ya metido en su traje, y estaba Wanda con las manos rojas y varios soldados tirados en el suelo, retorciéndose.
Estábamos a punto de girar en la esquina por la que entré, pero una voz conocida nos hizo parar en saco.
- Chicos, un grupo de seis soldados está muy cerca de vosotros. Salid por otro pasillo. El de Wanda no tiene peligro de momento.
Eso hicimos, empezamos a seguir a Wanda y giramos en una salida.
- Os están empezando a rodear por ahí. Id por el de Stark... ¡Salid corriendo de ahí! ¡Alguien ha avisado que hay intrusos!
Nos miramos entre nosotros y seguimos corriendo por el pasillo de Wanda.
- ¡Son tres! - gritaba Hill.
- Yo me ocupo - susurro Wanda para no eliminar el factor sorpresa. Giramos a la derecha y allí estaban. Wanda los bloqueó en un momento con su magia.
- ¡Cuatro al final! - decía María.
Tiré la caja y saqué dos de mis cuchillos y los lancé. A uno le di en el hombro y a otro en la pierna, ambos cayeron al suelo gritando de dolor y Stark disparó a los otros dos con su mano. Corrimos hasta otro pasillo que se dividía en dos.
- Izquierda - hablaba Hill más tranquila - Otros tres a 23 metros.
- Los tengo - dijo Stark lanzando unos mini misiles a nuestros atacantes.
Conseguimos salir con las cajas en la mano y entramos corriendo en el Jet.
- ¡JARVIS, rumbo a Sacramento! - grito Tony mientras subíamos por la rampa. Al momento, ya estábamos en el aire. Respiraba entrecortadamente. Demasiada adrenalina junta. Notaba que me mareaba ligeramente, así que decidí caminar por todo nuestro avión. Tony me miraba divertido y Wanda estudiaba las cajas.
- ¿Y esta otra caja qué tiene? - se refería a la del Capitán.
- No sabemos, Elisa la encontró y decidimos llevarla.
Wanda la abrió y sonrió.
- Como soléis decir, dos pájaros de un tiro - la mire confundida - Hay información sobre el Doctor que lo convirtió en lo que es ahora, y sobre su familia - sacó varios papeles y los miraba con mucha rapidez - Sobre todo de su bisnieto, Maxon.
Sonreímos los tres al tener que ahorrarnos un viaje innecesario.
_____
Aterrizamos, sobre las 2 de la mañana, en el mismo sitio donde despegamos. Allí estaban Furia y Hill, esperándonos.
- Enhorabuena - gritaba Furia para que se le oyese más que al ruido del Alpha Jet - Habéis cumplido la misión con éxito. Dejad las cajas en el laboratorio, que uno haga el informe y podéis descansar - Y sin más se fue. María nos guiñó el ojo y siguió a su jefe.
- Como es tu primera misión Elis... Tú haces el informe, Wanda y yo llevamos las cajas - dijo Tony, ya sin su armadura.
- Pe-pero, ¿cómo se hacen? - maldito Tony, me deja la peor parte de todo.
- Tranquila, solo tienes que rellenar papeles. Suelen estar en tu habitación al acabar una misión, así que mucha suerte.
Se fueron casi corriendo los muy cobardes. Yo solo quería darme una ducha y dormir. Me dirigí a mi habitación, pero cambié de rumbo al no querer hacer el estúpido informe. Decidí visitar a mi tío y decirle que la misión fue bien. Hice el mismo trayecto de siempre, pase a un John hechizado y entré.
- No me lo puedo creer - dije en un susurro. Mi tío estaba plácidamente dormido en su cama. Reí por lo bajo y me marché, ya hablaría con él mañana.
Volví a dirigirme a mi habitación y al pasar por la puerta de Tony, solo escuché ronquidos. La puerta contigua a la de él se abrió y un Steve en pijama salió de su habitación.
- ¿Insomnio? - le pregunté. Este, quien no contaba con verme ahí, se asustó bastante a lo que yo me reí sin poder controlarme.
- Elisa, no vuelvas a hacer eso - reprendió, aunque tenía una sonrisa de medio lado. No me acordaba que entre nosotros existía una cierta tensión y él también parecía haberlo olvidado, por lo que sonreí lo más sincera que pude - ¿Qué tal la misión?
- Bastante bien, conseguimos lo que queríamos en un solo viaje. Por cierto, tenemos una caja con información tuya que encontramos allí, está en el laboratorio, por si quieres mirarla.
- Gracias, ¿estás muy cansada?
- Bastante, no sé cómo no me dormí de camino aquí. Pero Stark me endiño redactar el informe, así que no puedo descansar todavía. Y como no quiero hacer fui a ver a Loki pero como es... - no había caído en lo que estaba diciendo, hasta que dije "Loki" y vi como la expresión de Steve era de ¿asco?
- ¿Acabas tu primera misión y vas a verle a él? - dijo la última palabra con odio - Debe de importarte mucho.
- Bastante, sí - toda la tensión volvió a nosotros multiplicada por cien. Pase por su lado sin decir nada y entré en mi habitación. Antes de cerrar la puerta oí como resoplaba con pesadez.
Nunca le había visto así, es un infantil.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro