- Elisa -

Salimos del laboratorio para ir a la sala de reuniones. Bruce me alcanzó.

- Que sepas que me parece fascinante tu enfermedad. Y haré lo que pueda para investigar e intentar curarte. Es injusto que sufras todo lo que has sufrido - le sonreí. Ojala pueda ayudarme.

- Pensaba que usted estaba desaparecido - dije para cambiar de tema.

- Lo estaba... Pero Furia me encontró hace poco, aunque me guardó el secreto. No estoy preparado para volver, pero sí para ayudar en cuanto supe que Loki estaba metido. Y ahora para ayudar a alguien que realmente lo necesita - me giñó un ojo y entramos en la sala.

Estábamos sentados en la misma sala que esta mañana, esperando a los demás. Furia iba a hablar de mí y no me sentía muy cómoda que digamos.

Al poco llegaron los restantes miembros. Natasha entró la última, y se quedó paralizada cuando vio al Doctor Banner.

- Como todos sabéis - empezó a decir Nick mientras que todos se sentaban - tenemos una nueva recluta, Elisa. Yo espero que sea una Vengadora en un futuro, aunque de momento la tendremos hasta que sepamos que quiere Loki y le detengamos en su misión. Contamos con la ayuda imprescindible de los antiguos Vengadores - contó mirando a cada uno - quienes siguen velando por la paz de nuestro mundo.

> Cada uno nos ayudará en todo: el agente Barton, el Capitán y Thor os entrenarán todos los días. Tony Stark ayudará en el entrenamiento con los otros trajes y mejorará estos con su amplio conocimiento de tecnología entre otros. La agente Romanoff también os entrenará a la vez que interroga a Loki.

- ¿Y Banner que hará? - preguntó Wanda.

- El Doctor investigará en todo lo que pueda, y buscará las gemas que Loki por su alto conocimiento en radiación.

- ¿Solo eso? - inquirió Bruce - Se merecen saberlo Furia - dijo mirándome.

Todos me miraron y mi madre me apretó la mano por debajo de la mesa.

- Veréis... Aparento 18 años más o menos, pero realmente tengo dos años - las miradas de los que no lo sabían fueron confusión y pena. Les conté en que consistía mi enfermedad y que Banner también cooperaría en mi enfermedad.

Parecieron entender. Miramos a Nick y se preparó para seguir, pero no le dejaron.

- O sea, ¿qué un poco más de un mes tendrás 19? - preguntó Stark.

- Así es - contesté.

- ¿Y Jane se hizo cargo de ti estos dos años, casi tres?

- Ajá.

- Y yo me pregunto, si Romanoff y Barton lo sabían ¿por qué no dijeron nada? Ya sé que Clint ya no es parte de todo esto, pero vamos - dijo mirándole - ¿ni una palabra a Furia? ¿Y a ti no te molesta? - preguntó a Nick.

Quise asesinar a Stark, no sabe por todo lo que pase.

- Sus vidas - contestó Nick señalándonos a mi madre y a mí - no son asunto mío. La señorita Foster sabe perfectamente que podía contar con nosotros. No lo hizo, fue su decisión. Nadie la va a obligar a nada Stark.

- ¡Oh vamos! ¿Acaso no sabía nada de esto?

- Sino quiere participar en esta misión solo dilo - dijo Furia enfadado.

- No es eso. Es un asunto de confianza. Estoy completamente seguro que lo sabías todo desde el principio. ¿Cuántas más cosas nos ocultas? ¿Acaso no has aprendido nada de todo el pasado?

- ¡Basta! No quiero ser un problema y menos una razón para pelear. Stark, Jane pidió expresamente a Natasha y Clint que no dijeran nada. Yo confió plenamente en ellos y sé que era duro para Nat porque ella seguía trabajando con Nick. A día de hoy nunca hemos sospechado que nos hayan delatado - dije poniéndome en pie sin poder controlarme.

- Claro que nunca lo has sospechado. - me contestó Tony imitando mi acción -Tienes dos años, eres demasiado inocente, demasiado inmadura. Ves el mundo de color de rosa.

- Stark cállate - le advirtió mi padre, también levantándose de la silla, al igual que Jane, Clint y Nat.

- ¡¿Qué yo veo el mundo de color de rosa?! - grité - Puede que solo tenga dos años, pero mi vida no ha sido para nada fácil. No tienes ni idea - escupí las palabras mirándole fijamente. Stark se acercó, pero Steve se levantó y le puso una mano en el hombro para que se parase.

- ¿Y yo soy el ejemplo perfecto de vida fácil? ¡Yo tuve metralla en el corazón que intentaba abrirse paso por mi cuerpo! ¡Yo salvé Nueva York del ataque alienígena! ¡Yo casi muero más de una vez por salvar en el mundo en el que vives!

- ¡Contrólate Tony! - dijo Furia.

- ¡Tú por lo menos vivirás más de diez años si es que consigo llegar a los cinco años! ¡Mi cuerpo no tolerará tanta rapidez! ¡Tú vas a poder vivir! Tener hijos con la mujer que amas, hacer lo que quieras sin preocuparse si tu corazón aguantará todas las emociones. Me siento una inútil, algo a lo que proteger. ¡Y yo también soy una persona, como tú! - estaba furiosa. Solo quería irme. Caí en la cuenta que nadie me obligaba a quedarme allí.

Me fui de la habitación ante la mirada de todos. Oí como mi madre gritaba a Tony, pero no oí su contestación.

Estaba furiosa, necesitaba liberar tensión e hice lo mismo cuando Loki me secuestró. Fui al gimnasio, localicé los sacos de boxeo y comencé a golpear uno.

Era bastante más duro de lo que pensaba, pero seguí golpeándolo como si no hubiera mañana. Me cansé mucho antes de lo que había calculado y en un puñetazo fallé y me di contra el saco. Me quedé apoyada en él hasta que noté que alguien estaba en frente de mí.

- Ahora no - dije sin abrir los ojos. Sería mi madre, Nat o Clint.

- Creo que si que tiene que ser ahora - dijo la última voz que quería oír ahora.

- Tony -

Vi que Elisa se iba de la habitación con los puños apretados y juro que si me hubiese mirado cuando se iba, su mirada podía haberme matado.

- ¡¿Qué problema tienes?! - me voceó Jane - ¡Ella no te ha hecho nada y la acusas de ocultar información porque obviamente lo de "demasiado inocente" era sarcasmo!

- Te has pasado Stark - hablo Clint a la vez que negaba con la cabeza.

- Genial, ahora soy el malo. ¿Nadie más piensa que no se nos debe ocultar nada? Doctor por favor...

- Claro que no hay que ocultar nada Tony, pero no puedes ir acusando a la gente. Y menos a Elisa, que ya tiene una vida lo suficiente dura. ¿De verdad crees que ella esta conspirando o algo parecido? Piensa de donde sacaría tiempo y además se ha criado con Jane, Clint y Nat. Dudo que ella precisamente sea una traidora.

Me hizo gracia que justo Bruce llamé a Natasha, Nat.

- También a quien pregunto... ¿Dónde has estado todo este tiempo? - inquirí.

- Tranquilo que seguro que no estaba planeando tu ataque - dijo Jane mirándome fijamente. Ya sé de quién saco Elisa la mirada asesina.

- Debes ir a disculparte - dijo Thor.

- ¡Ja! Ese tiempo en Asgard te ha hecho olvidar muchas cosas - contesté.

- Es lo justo Stark - dijo Wanda, quien no había dicho nada en todo este tiempo - Yo he entrado en su mente y he visto cosas... totalmente fascinantes e increíbles. Todavía no se lo que es, pero te aseguro que dentro de ella no hay maldad ni traición.

- Yo también lo he visto - dijo Visión secundándola - Es más, ella protegería a los suyos, moriría ella antes que verlos muertos a ellos.

- ¿Pretendéis que confié en ella sin más?

- No, pero lo harás - dijo el Capi - Al principio de todo nos costó confiar los unos en los otros.

- Espera, aparte de Jane, Natasha y Clint. ¿Quién de aquí confía en Elisa? - oí como Jane bufaba. Admito que estoy siendo irracional, pero algo no me cuadra. Las piezas del puzle simplemente no encajan.

El Capi, Thor y Wanda levantaron las manos. Sam, Rhodes y Visión se miraron entre ellos.

- Ya es suficiente Stark - contestó Furia - Esa chica está destinada a estar con nosotros lo quieras o no. Tienes dos opciones: arreglarlo ahora que puedes o no hablarla más y evitarla en esta misión como mínimo.

- Muy bien - salí de la habitación dando un portazo. Necesitaba pensar y empecé a caminar.

Estoy harto que se nos oculten cosas. ¿No entienden que ese fue siempre nuestro problema? Nueva York, la infiltración de HYDRA en S.H.I.E.L.D, Ultrón...

- JARVIS, ¿dónde está Elisa? - pregunté en alto.

Reconozco que la tomé con Elisa. Por lo menos me disculparía. Cosa que casi nunca hago.

- La señorita Foster está en el gimnasio acordándose de usted señor - me dijo.

- No se apellida Foster, JARVIS. Creo que es Wilson - dije dirigiéndome al gimnasio.

- Mis datos me confirman que el apellido Wilson no se corresponde con ella. Foster es el que más se asemeja. Cuando me lleguen los resultados de su sangre lo podré confirmar.

- Sabía que algo no me cuadraba - más le vale a la cría explicarme esto, sino nunca podría confiar en ella.

- Pruebe a preguntarle a ella - me contestó.

Llegué al gimnasio y la vi golpeando un saco de boxeo. No llevaba protección en las manos, por lo que dentro de poco le dolerían y tendría que parar.

Acerté en un 80 por ciento, falló un ataque y se dejó caer en el saco. Aproveché y me acerqué a ella.

- Ahora no - dijo sin abrir los ojos.

- Creo que si que tiene que ser ahora - contesté. Esta vez si que abrió los ojos. Esperaba que el entrenamiento la hubiese agotado porque yo no iba a pegarla, solo lo empeoraría. Pero eso no quitaba que ella me pudiese pegar, y ahora mismo podía notar que una fuerza muy poderosa salía de ella.

- ¿Qué quieres?

- Vine con la intención de disculparme - levantó una ceja como diciendo "¿En serio?" con ironía - Pero de camino aquí descubrí una cosa muy curiosa. Una cosa que me hace no confiar al cien por cien en ti.

- ¿El qué? - preguntó.

- JARVIS me ha dicho que Wilson no es tu verdadero apellido.

- Jane me encontró en la calle. Simplemente se inventó el apellido - contestó mostrando indiferencia.

- Eso pensé yo, pero mi compañero me ha dicho que "Foster" es el apellido que más se asemeja a ti - Elisa se tensó al instante - Así que no voy desencaminado. Por cosas como estas desconfío. Sé que me ocultas algo Elisa, no me concuerdan los datos que tengo.

Elisa empezó a reírse.

- ¿Y no has pensado que "Foster" se asemeja por qué Jane me acogió? - Mierda, no lo había pensado.

- Puede ser... mañana saldré de dudas con tus análisis de sangre.

- ¿Has venido para decirme eso?

- No. Vine para hacer las paces, pero para eso necesito un mínimo de confianza con la otra persona. Tienes dos opciones: contármelo ahora y explicármelo todo o que mañana me enteré y créeme que no te daré esta oportunidad.

Pareció pensarlo un momento. Finalmente fue hasta unos bancos y se sentó esperando a que yo me sentase.

- Te escucho - dije cuando me senté.

- Antes - habló poniendo una mano delante de mi cara - tienes que prometerme que esto no saldrá de aquí. No se lo dirás a nadie, ni si quiera a Jane, Bruce... nadie, ¿vale? - y puso su mano para que se la estrechase. Lo hice y sonreí.

- Todo empieza con Ultrón - comenzó a hablar - como sabes, Thor tuvo que volver a Asgard y nadie sabría cuando volvería. Pues bien, volvió esa misma noche a ver a Jane. Pasaron la noche juntos y Thor se fue por la mañana sin saber cuándo volvería. Al poco Jane descubrió que estaba embarazada... de mí. Ya sabes cómo sigue la historia. Jane y Thor son mis padres, por eso JARVIS me atribuyó el apellido Foster, porque mi padre no tiene apellido, pero su sangre corre por la mía.

- Simplemente alucinante - solo pude decir - ¿Quién más lo sabe?

- Para mi desgracia, bastantes personas. Jane, obviamente, Nat, Clint, Furia y tú. Pero estoy segura que Wanda y Visión también.

- ¿Y Thor no lo sabe?

- No, ni quiero que lo sepa, de momento no. Solo me vería como algo a lo que proteger y no como alguien de ayuda para vosotros. Recuerda que has prometido no decir nada - me advirtió.

- Vale... Cambiando de tema, ¿qué vas a hacer con tu enfermedad?

- Quería irme a Asgard, seguro que allí hay algo para mí. Aquí no pueden hacer nada. Sé que Bruce investigará para ayudarme, pero dudo mucho pueda hacer algo por mí. Pero... no hablé de eso con mi padre y tampoco sé si me llevaría con él.

- Igual es algo de dioses. ¿No tienes poderes de nada? - pregunté curioso. Ahora veía con otros ojos a Elisa. Creo que puedo confiar en ella.

- No creo Tony.

- Pues mientras entrenabas una fuerza muy poderosa salía de ti. ¿Eres consciente de eso? - se quedó pensando en mi comentario y sonrió de lado. Le respondí a la sonrisa. Me acabo de ganar una amiga.