Al día siguiente, se tomó la tarde libre de la asignatura Conceptos Básicos de sanación para entrenar con el director.

Angus lo guió por los pisos superiores de la Academia Mágico-Militar, hasta una sala fortificada de paredes blancas y techo gris.

Le explicó que todo allí estaba hecho de Drenomita, un metal maleable que absorbía el dyn para evitar accidentes. Serían un material perfecto para hacer armaduras si no fuera sesenta veces más denso que el oro, lo cual hacía imposible su utilización.

—¿Qué tanto pueden resistir? —preguntó el muchacho parándose en el medio del salón. Mediría lo mismo que cuatro aulas de clase, y era perfectamente cuadrado.

—Lo suficiente cómo para que un Mago Rey Elemental no pueda siquiera agrietar el piso con todas sus fuerzas —dijo tomándose de la barbilla.

—¿Tanto así? —preguntó Aiden.

—Aunque tu tío la haría trizas si quisiese —dijo sonriendo.

La escala de clasificación de los magos se dividía en siete partes;

Escolar
Principiante
Intermedio
Superior
Élite
Rey Elemental
Celestial.

Para los estudiantes, la forma de escalar rangos es mediante pruebas realizadas cada tres meses, supervisadas por todos los maestros, el Director de la academia y el Concejo Académico-Mágico-Militar. Por esto es normal que algunos estudiantes tengan niveles muy superiores a lo que indican sus Tarjetas de Identidad.

Los Soldados pueden solicitar ascensos de rango cada un mes, en sus respectivos cuarteles, con la supervisión del General del Cuartel, además de otros activos de mayor rango y posición en el ejército que el solicitante mismo.

Los aventureros en cambio, son entidades separadas del ejército, que solicitan sus ascensos en los Gremios de Aventureros, donde hay entidades especializadas en la evaluación de los mismos. Los aventureros tienen una escala similar a la del ejército, simplificada en letras, siendo desde la "D" hasta la "SSS", teniendo éstas el mismo peso que "Escolar" y "Celestial" respectivamente.

La Identificación de Aiden exhibía la palabra "Civil", debido a que aún no era un alumno oficial de la academia.

"¿Entonces yo sería una F?". Pensó de manera algo infantil, a lo que suspiró levemente. No, con su entrenamiento, él ya estaba al nivel Escolar, al igual que sus demás compañeros. Aún así esperaba llegar aún más alto antes del combate.

—¿Entonces, usted está en el rango más alto? —preguntó Aiden suponiendo la respuesta.

—¿Conoces el apodo por el que me llaman no?

Aiden recordó que algunas compañeras del sexo opuesto lo llamaban "El director sexy todopoderoso", más no creía que se refiriera a eso. Si no, a la forma más popular en la que era referido, "El Mago Más Fuerte". Era obvio que estaría muy por encima de los estándares normales de la magia referente a las demás personas.

—Sí —dijo Aiden estirando los brazos—, ¿cómo llegaste a ser tan fuerte? —preguntó.

El rostro de Angus Fletcher disolvió su sonrisa arrogante. La madurez volvió a él antes de hablar de algo que Aiden no comprendía del todo:

—No pedí serlo hijo, tuve que serlo, por toda la gente que habita en este reino —respondió—. Cuando liberes el contenido de la carta, entenderás a lo que me refiero —agregó al ver que Aiden estaba apunto de preguntar más—. Ahora vayamos a lo que nos compete, tu exámen diagnóstico. ¿Antes me habías dicho que confías en tus capacidades físicas?

—Entrené por mi cuenta desde pequeño, así que sí, confío en ellas.

—¿Qué tanto? —El director adoptó una pose de guardia, más no reunió dyn al hacerlo.

—¿Qué?

Menos de un segundo, y los tres metros que los separaban se acortaron por completo, el puño del director estaba a escasos centímetros de su nariz. Casi cayó hacia atrás del susto que se llevó, y vio el rostro triunfante del director.

"¿Qué tan rápido es? ¿Potenció sus movimientos con dyn de viento?"

—Tengamos un pequeño combate, para que pueda evaluar tus habilidades físicas. Obviamente yo no utilizaré dyn, al igual que recién, y tú, intenta golpearme con todas tus fuerzas.

"¿O sea que lo de antes fue meramente físico?"

—¿Tampoco puedo utilizar dyn? —preguntó.

Dando dos pasos hacia atrás, poniéndose en guardia.

—Sí, puedes hacerlo. ¿Sabes hacer algún hechizo defensivo, cómo Reforzar? Bueno, si vas a utilizarlo, te recomiendo ser lo más rápido posible —sonrió—, también evita la pronunciación, así nunca podrás detener un golpe mío.

—El hechizo sería la mitad de fuerte si no lo pronuncio, sería golpeado igual —respondió.

El director rió un poco y respondió.

—Tu decides si aceptas mis recomendaciones.

Ésta vez el director no mostró aquella inhumana velocidad, si no que se acercó lentamente a él. A pesar de no emitir su Aura como cuando estaban en su despacho, Aiden sentía presión.

Aprovechó que su tío se acercó demasiado y lanzó una patada lateral a su flanco izquierdo. No impactó, por lo que retrocedió dos pasos. Volvió a acercarse y lanzó un puñetazo al rostro, ésta vez viendo cómo Angus se alejaba de la trayectoria. Mientras avanzaba lanzó otra seguidilla de golpes, que fueron esquivados sin esfuerzo alguno. Cuando lanzó el último izquierdazo, el director lo desvió con un movimiento fluido.

Luego, Aiden intentó sorprenderlo con una patada al tobillo, pero su rival realizó dos cosas al mismo tiempo: levantó la rodilla para esquivar, y la extendió para atacar.

Él retrocedió, pero aún así recibió el impacto en el estómago.

"¿Cómo hace para moverse tan lento, pero tan rápido a la vez?"

No quedó muy sentido por el golpe. Era obvio que su rival se estaba conteniendo, de no ser así no podría atacar si quiera.

Se volvió a lanzar al ataque. Si algo tenía además de su físico ágil, era su capacidad de analizar el entorno. En algún momento, debería encontrar alguna forma de penetrar su defensa.

Ésta vez se acercó a mayor velocidad, con la mano izquierda detrás en su guardia, lanzó un puñetazo que fue esquivado. Aprovechando la inercia de su cuerpo, y que su rival debería haber esquivado hacia el lado contrario, lanzó una patada que de conectar, impactaría en sus costillas.

Sintió el golpe, pero por mucho que intentó retirar su pierna, estaba firmemente cautiva en las palmas del director. Antes de que su rival tenga demasiada ventaja, saltó con su pie de apoyo e intentó conectar otra patada. De nuevo fue bloqueado.

—Ése fue un buen intento —dijo su tío—, ahora intenta aterrizar bien.

—¿Eh? ¡Para, para!

Empezó a girar sujetado por ambas piernas por lo que no pudo hacer nada, y luego de unos pocos segundos dejó de sentir la fuerza del director en sus pantorrillas. Cuando abrió los ojos aún estaba en el aire.

"¿Ese loco me lanzó? Mierda, tengo que activar el hechizo. No me da tiempo, no tengo tiempo"

Se hizo un ovillo en el aire, antes de impactar, mientras intentaba Reforzar su cuerpo con dyn. Apenas pudo manifestar una pequeña capa de agua que no lo protegió para nada.

El golpe le arrebató el oxígeno de los pulmones y acalambró sus extremidades.

Entre jadeos, vio al director al lado suyo, quien se había acercado probablemente a revisar su condición. Se sentó y lo miró, para ver que diría.

—Si no tienes algún hueso roto, ¿porqué no estás de pie?

No pudo responder, tuvo que dedicar toda su concentración para evadir el puntapié con el que el director lo atacaba.

Lo hizo acostándose, pero eso no terminaba ahí. Rodó a la izquierda para evadir un puñetazo, que terminó impactando en el piso. Justo donde anteriormente estaba su cara.

—Espera, espera —dijo levantándose y alzando ambas manos.

—Evitar la pronunciación disminuye el poder de los hechizos por la mitad, pero les aumenta la velocidad, y hace que sean más impredecibles. Esto es imprescindible en la lucha cuerpo a cuerpo —dijo tronando los dedos mientras se acercaba— Me propuse dos objetivos para tí en éstos tres días. Uno es hacer que utilices Reforzar de la manera más eficaz e inconsciente posible, y la otra es enseñarte un hechizo que pueda garantizarte tener el control de la distancia.

—Perfecto, acepto, pero ¿porqué me miras así?

—Para que entiendas que voy a atacarte —dijo antes de volverse un borrón.

Se acercó tan rápido que Aiden atinó a cubrirse el rostro y la cabeza con los brazos en cruz. Ésto no sirvió, ya que recibió un puñetazo en el estómago que volvió a dejar sus pulmones contraídos.

Intentó retroceder, pero una patada en su costado izquierdo lo hizo moverse en otra dirección; dando tumbos por la derecha.

"Claro, si lo que busca es que refuerce mi cuerpo de manera inconsciente, va a golpearme hasta cansarse". Razonó.

Recordó el ataque de su tío cuando aún estaba en el piso y se levantó rápidamente. Vió como su tío sonreía, probablemente dándose cuenta de la atención que estaba prestando a los detalles.

—¿Ya te diste cuenta no? Ésto no será fácil. Utiliza todo lo que tengas, y no te limites a la defensa, ya que si no atacas te golpearé más fuerte.

—¿Acaso quieres matarme? —dijo Aiden ansioso por el reto, y temeroso por los golpes.

El director volvió a acercarse al muchacho, quien mantenía la guardia alta a pesar de todo.

—Bienvenido al entrenamiento... —dijo mientras que luego de una finta, le conectaba un codazo en la boca del estómago — del Mago Más Fuerte.

El muchacho lanzó a la desesperada una patada que no conectó, y perdió por completo de vista al director.

"¿Está atrás mío? Mierda, reforzar, reforzar", pensó con desespero.

Sintió un golpe, ésta vez en el lado derecho de su cuerpo. Giró extendiendo el brazo para tomarlo por sorpresa, pero su muñeca fue aprisionada y usada como palanca para que su rival lo estampe al piso.

Dolía. Dolía como la mierda. Miró a su tío y notó que no lo estaba yendo a buscar para atacarlo en el piso. Aprovechó el tiempo para recapitular el combate, y en esos pocos segundos, se dió cuenta de algo extraño.

Ya eran varias veces que el director bloqueaba en vez de esquivar los golpes que ingresaban por su derecha. Lo extraño era que solo ocurría con los de ese flanco.

Quizás le estaba dando demasiadas vueltas, pero tenía una corazonada y mucha determinación, por lo que se levantó dispuesto a intentar algo.

—Dominium Aqua: Reforzar.

El hechizo hizo que su puño derecho se vea envuelto en un ligero guantelete de agua. Ya que no necesitaba activarlo rápido, se dio el lujo de pronunciarlo. No sólo éso, si no que también intensificó al máximo la afluencia de dyn en su puño.

—¿Vas a explotar la ventaja de poder utilizar dyn? Te recomendaría usarlo para protegerte —habló Angus.

Aiden esperó la pausa, el silencio. Angus estaba en movimiento nuevamente.

Aiden sabía que si Angus lo atacaba desde puntos ciegos, no sería tan beneficioso para aclimatarlo a Reforzar. Por eso todos los ataques habían sido ataques que Aiden podría prever, pero no reaccionar físicamente.

El que seguía debería ser igual, por lo que prediciendo vagamente su trayectoria, lanzó una patada al aire frente a él. No había estado del todo equivocado, ya que Angus tuvo agacharse para esquivarlo.

Quedaba el contraataque, que Aiden apostó sería un gancho ascendente por la posición en la que lo obligó a estar.

Cuando el puño del Director ascendía a su rostro, sintió verlo en cámara lenta, y sus movimientos también parecían torpes. Solo tenía que enderezar el cuello para que el puñetazo pase de largo, y él pueda volver a atacar.

Mientras alzaba la cabeza, el puño del director rozó su nariz y siguió hacia arriba.

El tiempo volvió a fluir cuando Aiden lanzó el puñetazo envuelto en dyn. Toda su energía iba puesta en su mano derecha.

Era un puñetazo que no querrías recibir, por muy fuerte que seas. Y ésta misma era la sensación que Aiden quería provocar. En otras palabras, era un señuelo.

El director esquivó el golpe, quedando en una posición aún más incómoda.

Aiden ni si quiera había retraído el brazo para volver a alzar la guardia, pero aún así lanzó un puñetazo con su mano izquierda, al rostro del director.

"Lo tengo".

Escuchó el impacto. Sintió el retroceso en su muñeca, el escozor en sus nudillos.

Pero cuando alzó la vista vio que su puño fue detenido por el antebrazo de su rival.

Aiden quedó con la guardia completamente desacomodada, y un brazo cautivo. Por lo que recibió un puñetazo en la barbilla, que lo tiró de cara al suelo.

El mundo se nubló por algunos segundos, y estaba demasiado mareado como para ponerse de pie tan rápido, por lo que simplemente quedó tendido en el piso, respirando para intentar recuperarse.

Cuando sus sentidos volvieron, escucho a su tío reírse. No sólo éso, si no que estaba muriendo de la risa.

"¿Qué es tan gracioso? Aagh, por Urahvé, mi cabeza está por explotar".

—No puede ser, no puede ser —seguía riendo el director.

—¿Qué cosa? —respondió Aiden algo atontado.

"Se pasó con ese último puñetazo, casi me desencaja la mandíbula"

—¿Estás consciente? Quédate quieto un rato, déjame Dominar dyn —dijo el director poniéndole la mano en la barbilla.

El pedido de permiso era debido a que una persona no podía manipular el dyn dentro del cuerpo de otra, a menos que ésta se lo permita.

Sintió como reunía dyn, más no sabía que estaba haciendo exactamente. Eso sí, el dolor desapareció y la hinchazón que sentía en la boca disminuyó.

—¿Sanación? —preguntó sentándose. Abrió y cerró varias veces la boca, el dolor ya no estaba.

—Específicamente Sanación de Tierra para tus huesos, y Sanación de Agua para la sangre del moretón que iba a formarse.

—¿No eres demasiado fuerte como para también ser Sanador? —preguntó Aiden.

—Sólo puedo hacer cosas sencillas como éstas, con una costilla rota o algún corte de espada soy bastante ineficiente —respondió— dejé de estudiar las Sanaciones cuándo entendí que no podía curar mis heridas por mi mismo.

—Ya... —dijo Aiden rodando los ojos. Solo esperaba que no se le pegáse el egocentrismo de su tío —¿Por cierto, de que te reías tanto?

—¿Te diste cuenta que no veo bien del ojo derecho, e ideaste esa estrategia para acertar un golpe, después de predecir mis movimientos? —dijo sujetando su estómago.

"¿No le duele la cara de tanto reír?".

—Sí... ¡Auch! ¿Qué haces? —dijo Aiden, ya que el director se había lanzado sobre él para aprisionar su cabeza con ambos brazos. Su fuerza era descomunal, más no le hacía daño.

—¡Mocoso astuto! ¿Qué hay en ésta cabeza, bajo este pelo que parece un nido de pájaros destruido? —decía entre risas.

Aiden también comenzó a reír, sintiéndose orgulloso por el cumplido, y luego de unos cuantos zarandeos más, el director lo soltó.

—¿No ves nada por el ojo derecho? —preguntó Aiden.

—Veo un poco, pero debido a que siempre utilizo el dyn para orientarme además de mis sentidos, siempre cubro ese punto ciego, con capas de viento, por ejemplo, que me indican cuando algo se acerca por ese lado. Si hubieras sido cien veces más rápido y yo hubiera estado medio dormido, capaz conseguías darme.

Habló el director, y Aiden no supo si era en serio o estaba bromeando.

—¿Supongo que terminamos por hoy? —preguntó el muchacho con una sonrisa. Estaba genuinamente feliz, a pesar de que el cuerpo le dolía.

—¿Qué dices? —dijo el director secándose una lagrimilla que se había escapado por tanto reir— Éste entrenamiento termina a las doce de la noche, cuando puedas bloquear Reforzando, o cuando aciertes un puñetazo.

Aiden estalló de la risa otra vez, a penas si eran las dos de la tarde. Su tío era una persona muy cómica y agradable si se lo proponía, en serio que sí lo era.

Alzó la vista para verlo reir también, pero eso no ocurrió. Esperó unos segundos por si estaba aguantándose la risa, pero nada.

Lentamente, mientras Aiden comprendía la situación, las comisuras de sus labios descendieron hasta que éstos formen una línea recta.

"Está hablando en serio".

—Mierda...

"Van a ser tres días muy largos".