Rastreadores
Eris, Yukami y Xotzal llegaron al punto de encuentro acordado, el lugar era un hermoso bosque frondoso de árboles tan altos que cubrían la visión del cielo despejado y evitaba que el calor se colara entre sus hojas, dejando un ambiente fresco, las raíces eran tan prominentes que debían caminar con cuidado para no tropezar, aunque era imposible no ver como sobresalían de la tierra húmeda, antes de entrar en las profundidades del bosque Eris notó que había una montaña cercana que estaba rodeada con algo de neblina que le daba al ambiente un poco de misterio que inquietaba a Eris, mientras más se acercaban a ella el ambiente se hacía más frio y silencioso, el canto de las aves se iba apagando como si la niebla consumiese todo ruido y solo dejara el paso del viento susurrando con cada paso que ellos daban.
Yukami y Xotzal caminaban en silencio delante de Eris, sin tropezar con las ramas y como si conocieran el camino, iban en total silencio y mostraban un aura de cautela, Eris sentía que algo ocurría con ellos que no le querían decir, pero no quería preguntar por miedo a incomodar o a tocar temas sensibles en una situación semejante, de repente Eris sintió la presencia de una persona detrás de ellos por lo que se volteó de inmediato, pero no había nadie, la sensación era igual que cuando sentía a la niña de sus pesadillas en las prácticas con su maestro Sho, por lo que no pudo evitar sentirse más inquieta que nunca buscando entre los troncos de los árboles el origen de esa presencia.
De la parte superior de un árbol saltaron a su encuentro dos personas, ambos con uniforme daimon como el de ellos, pero de color verde obscuro, casi podían mezclarse con el color de las enormes hojas que tenían aquellos árboles. Las dos personas los veían fijamente y Eris los destalló buscando señales hostiles, uno de ellos era una joven de largo cabello marrón atado en una cola de caballo que caía con delicadeza hasta sus hombros, sus ojos verde obscuro tenían una mirada penetrante, cuando bajó a su encuentro Eris se dio cuenta que la joven era más bajita que ella, pero su presencia era más fuerte, su mirada parecía detectar cada detalle a su alrededor, a Eris le extrañó que al pisar las hojas secas bajo sus pies estos no hacían ningún tipo de sonido, llevaba los brazos cruzados mientras los veía despectivamente, su acompañante por su parte parecía más agradable llevaba un semblante más tranquilo y una mirada más relajada, a pesar que sus pisadas tampoco provocaban ningún tipo de sonido al caminar. Este tenía los ojos azules, que hacían juego con su cabello rojo intenso que le llegaba a los hombros amarrado en una semi cola de caballo, algunos mechones caían de forma juguetona sobre su frente dándole un semblante más cautivador, él fue quien se acercó a hablarles y Eris se dio cuenta que era más alto que todos ellos incluso que Yukami, estaba tan lleno de seguridad que al hablar ellos pudieron notar su tono de voz calmado y juguetón.
—Exterminadores—. El joven los vio a los tres de arriba abajo sin disimular ni un poco, luego fijó su vista en Eris que se sintió incomoda de inmediato —veo que tienen una nueva adquisición— Eris se sintió algo ofendida sobre todo por el tono burlesco que había usado cuando se refirió a ella, no pudo evitar fruncir el ceño y cruzar los brazos molesta.
—Mi nombre es Eris, no "nueva adquisición—El joven se rio un poco burlonamente y la ignoró cambiando su mirada hacia Yukami
—En fin, mientras más rápido empecemos más rápido terminamos, hay un objeto que debemos recuperar, pero como ya deben saberlo nos conseguimos con un inconveniente, esa es la razón por la que lastimosamente ustedes están aquí, esperemos que hagan su trabajo para nosotros poder hacer el nuestro.
—Veo que una de las características de los rastreadores es su mala educación— Eris lo interrumpió, hablaba con un tono de voz molesto, el joven volteo a verla sin cambiar la expresión de su rostro —yo les dije mi nombre, si vamos a trabajar juntos deberíamos saber nuestros nombres, no me gusta que me llamen de forma despectiva y si lo van a hacer yo empezare a hacer lo mismo— el joven cambio su mirada casi burlándose de ella, se dibujó una medio sonrisa en su rostro y dio unos pasos para estar cerca de ella.
— Oh perdone señorita, mi culpa, mi nombre es Haiyuu, mi compañera se llama Tesile—Haiyuu hizo una reverencia exagerada hacia Eris —¿así está mejor? Imagino que así se le hace más fácil identificar las victimas que deben exterminar—. Eris se extrañó un poco por su respuesta y se sintió algo incomoda relajando un poco sus brazos mientras Tesile, la compañera de Haiyuu, bufaba un poco. —En fin, conseguimos un nido de despojos que no nos deja recuperar el objeto y terminar nuestra misión ¿podemos ir? ¿pueden encargarse de ellos? ¿O hay más información que quieras saber? Quizás no sé, ¿mi mayor debilidad? — Haiyuu fijó la vista en Eris de forma más seria retándola con la mirada, ella se molestó un poco por aquellas palabras, al intentar contestarle Yukami la detuvo.
—Vamos—. Eris se indignó por las acciones de Yukami, aunque acató sus instrucciones, mientras caminaban no podía evitar ver con rabia a Haiyuu, Yukami solo voleo e intercambio miradas con Xotzal, por lo que entendió Eris se trataba de ella porque Xotzal solo suspiro, se acercó a ella, le puso la mano en el hombro y le susurro.
—¿Alguna vez te preguntaste si algún amigo fue uno de nuestros objetivos para exterminar? La respuesta es si — Xotzal vio de reojo a los rastreadores queriendo decir «ellos lo han sido» Eris se calmó un poco y entendió la actitud de Haiyuu. Al analizar un poco más se dio cuenta que habían sido sus objetivos, pero seguían con vida.
—¿Y cómo sobrevivieron? — Xotzal se quedó en silencio un momento,
—Mejor no toques ese tema— él siguió adelante para alcanzar a Yukami dejando atrás a Eris con sus dudas.
Los cinco continuaron caminando hasta llegar a la entrada de una cueva en la montaña, en aquel lugar la neblina era más espesa y el ambiente se sentía más frio, se podía escuchar una corriente de aire que provenía de dentro de la cueva que parecían voces llamándolos, ninguno le dio importancia a aquel sonido, sin embargo, a Eris se le erizó la piel solo de escucharlo, el olor a humedad mezclado con olor a putrefacción que salía de aquella cueva hacía que el estómago de Eris se le revolviera. Antes de entrar Eris se fijó en que Haiyuu hablaba solo con Yukami mientras los demás permanecían en silencio por lo que la tensión se podía sentir en el aire, la curiosidad le ganaba a Eris que se moría de ganas por preguntarle a Xotzal lo que había ocurrido entre ellos para llegar a ese punto de tensión, pero sabía que ese no era el momento y que Xotzal no estaba de ánimos de contar algo tan personal frente a aquellas personas. Los pensamientos de Eris fueron interrumpidos al escuchar cómo se rompían algunas ramas de uno de los árboles más cercanos, Haiyuu se agachó y las tomó del suelo, las examinó asegurándose de que tuviesen el tamaño adecuado y luego estas se encendieron en la punta con una gran llama para iluminarles el camino, Eris se sorprendió al ver aquello, aunque entendió que Haiyuu era un daimon de fuego y por eso las había encendido sin que ella pudiese haber visto como lo hacía.
—Con esto podremos ver dentro, la cueva es muy obscura en algunas partes, Tesile y yo ya marcamos parte del camino, pero tuvimos que salir antes de ser atacados, Tesile los encerró dentro así que puede que nos estén esperando, entren ustedes primero— Eris se indignó un poco ante la solicitud de Haiyuu que solo extendía a ellos una de las antorchas que había creado.
—Yo iré— Xotzal le quitó la antorcha a Haiyuu de la mano y entró a la cueva él solo, Eris quería seguirlo, pero Yukami la detuvo.
—Él puede con esto—. hubo un momento de silencio muy incómodo, Eris trataba de agudizar el oído para saber que estaba ocurriendo, ellos sintieron un pequeño temblor, pasados unos minutos, que a Eris le pareció una eternidad, Yukami tomó la otra antorcha que tenía Haiyuu y les hizo señas que ya podían entrar. La cueva tenía marcas en las paredes acompañadas de algunos letreros que no se podían leer, sus letras habían sido borradas por la humedad, por algunas paredes de la cueva se podía ver un hilo de agua corriendo entre las piedras tratando de abrirse paso sigilosamente, Yukami iba delante alumbrando el camino mientas Eris trataba de observar con detenimiento todo a su paso mientras los rastreadores la seguían muy de cerca.
—Era una antigua excavación, quedó abandonada y puedo suponer porque— La voz de Haiyuu retumbaba un poco por las paredes de aquella cueva, Eris vio los letreros que se veían cada vez más destruidos fijándose en uno que no se podía leer gracias a la sangre seca que lo cubría, a partir de ese punto empezaron a notar en las paredes y pisos marcas de garras más grandes que las que Eris había visto en su primera misión, ella tocó las marcas mientras Haiyuu la alcanzaba —pensamos que los exterminadores ya sabían de este lugar y que lo habían limpiado, pero nos equivocamos, o quizás solo dejaron una trampa para los rastreadores— Haiyuu tenía un rencor muy notorio por los exterminadores y aprovechaba cada momento que podía para atacarlos verbalmente, Eris quisó contestarle su comentario, pero de nuevo Yukami la detuvo.
Ellos siguieron caminando hasta llegar al encuentro con Xotzal que revisaba el cuerpo de dos despojos en el piso, estos eran algo diferentes a los que Eris había visto en el poblado, empezando con que eran más grandes y que en su piel empezaba a salirle pelo grisáceo que estaba manchado con sangre, Yukami les hizo señas que continuarán y cuando le pasaron por un lado Xotzal se levantó y los siguió en silencio dejando aquellos cuerpos en mitad del camino. Siguieron por un largo trecho, la tensión se podía cortar en el aire que además se hacía más pesado cada vez, Haiyuu iba al frente con una llama en la mano iluminando el camino, Tesile iba a su lado en silencio, caminando sin dudar, parecía conocer el camino perfectamente, Yukami iba detrás de ellos mientas Eris trataba de ir al ritmo de Xotzal que iba perdido en sus pensamientos.
La cueva tenía rastros de construcciones en madera para que la montaña no cediera sobre los que antes trabajan allí, aunque las maderas estaban roídas y algo destruidas, en algunas partes ni siquiera se podía ver donde estaban aquellas columnas que habían puesto, por lo que debían ir con cuidado de no hacer mucho ruido ni movimientos bruscos que pudiesen derribar aquellas delicadas paredes. Eris veía atentamente lo que podía bajo la luz de aquellas dos antorchas, aunque la luz era escasa ella podía ver la expresión seria que Xotzal llevaba en su rostro, lo alcanzo y le susurro para asegurarse que nadie se metiera en su conversación.
—Xotzal ¿qué sucede? ¿estas bien? — él solo negó con la cabeza y adelantó el paso, ella volvió a alcanzarlo —Te ves tenso desde hace rato, ¿es por los comentarios que ellos hacen?
—No, sus comentarios no me afectan, quédate tranquila—. Ella podía notar como él forzaba la voz amable.
— A mí me parece que sí. Me dijiste que podía contar contigo cuando lo necesitara y quiero estar para ti cuando seas tu quien lo necesite—. Xotzal parecía incomodo con la insistencia de Eris —Solo dime que sucede y te ayudare.
—Eris no necesito ayuda en este momento, gracias —. el tono de voz cargado de molestia asustó un poco a Eris, él volvió a acelerar el paso y la dejo hablando sola, lo que le causo un nudo en la garganta. Ella corrió para alcanzarlo y disculparse, pero no alcanzó a hablar cuando Yukami la detuvo e hizo una seña para que todos se detuvieran, un temblor se escuchó por toda la montaña y algunas piedras cayeron al piso.
—Es mejor que a partir de este punto nos mantengamos en silencio. Si hay un nido cerca atraeremos a los despojos y podríamos afectar la cueva, haciendo que se precipite sobre nosotros —Yukami volteó a ver a Eris regañándola con la mirada.
El camino a través de la montaña continuo, el silencio era insoportable para Eris que empezó a escuchar los gritos en su cabeza, se cubrió los oídos para intentar bloquear el sonido, pero estaban en su cabeza. Al ver a Xotzal caminar por inercia con una mirada perdida se sintió más triste que antes, lo había ofendido y quería disculparse, quiso tomar su mano, pero él la apartó de inmediato y volteo a verla.
—Quería pedirte perdón por lo de hace rato— él asintió y le hizo una seña con la mano para que no siguiera hablando —No sé porque ellos hacen esos comentarios despectivos hacia los exterminadores, pero si eso te afecta aquí estoy para ti. —Xotzal forzó una sonrisa y de nuevo le pidió que no hablara. —Lo lamento sé que te estoy incomodando de nuevo. —Xotzal le cubrió la boca con la mano haciendo que el corazón se le acelerara de pronto, su mirada estaba fija en el final de la cueva.
—Ustedes y su tonta charla nos pusieron en peligro— la voz de Tesile sonaba molesta —¡Corran! — Xotzal soltó a Eris y la jaló de la mano mientras todos corrían detrás de Tesile, Eris se giró y vio una manada de despojos corriendo detrás de ellos.
Xotzal la soltó y ella chocó contra la espalda de Yukami que se puso en posición de ataque. Xotzal atacó a los despojos que empezaron a aparecer frente a ellos cortando sus cuellos y dejando sus cuerpos para que ellos pasaran tan rápido como él avanzaba. Eris volteó nerviosa ya que los despojos seguían persiguiéndolos son embargo, Yukami se ocupó de ellos antes de que pudiese decir una palabra.
—¡Siganme! —Tesile les señalaba el camino que debían tomar, Eris a pesar de no confiar en ella la siguió por inercia mientras sus compañeros despejaban el camino. Ella veía fijamente como Tesile escogía las rutas de forma muy conveniente y convencida. En cada pasillo encontraban más y más despojos y por un momento a Eris le pareció que lo hacía a propósito, quería comentarles a sus compañeros, pero estos estaban ocupados.
Al pasar por una de las bifurcaciones Xotzal tomó con fuerza el brazo de Tesile, la jalo hacia él ante la mirada estupefacta de ella y de Eris. Al mismo tiempo levantó la mano y una estaca de tierra se creó atravesando el cuello de un despojo que estaba escondido entre las sombras y los había acorralado.
Tesile fijó su vista en los ojos verdes de Xotzal y al cruzar miradas se quedaron en silencio por unos segundos. Algo dentro de Eris la hizo molestar, ¿lo que estaba viendo era real? Ella notó un leve sonrojo en las mejillas de Xotzal al cruzar su vista con la de Tesile. Antes de que él pudiese disculparse por haber sido tan brusco con ella Tesile lo empujo para separarse de él y le dio una bofetada sonora que hizo eco por el túnel y le hizo voltear la cara. El enrojecimiento en su mejilla no le permitió a Eris comprobar si lo que había visto era real o solo producto de su imaginación. Todos los presentes se quedaron en silencio viendo aquella escena sorprendidos.
—No vuelvas a tocarme.
El tono de desprecio que ella había usado entristeció un poco a Xotzal que solo veía el piso pensativo, Eris indignada por lo que había visto se adelantó con paso firme para reclamarle, pero no pudo avanzar ya que Xotzal la detuvo.
—Hay que evitar que nos sigan, encárgate de proteger a los rastreadores. —Xotzal volteó a ver a Yukami, que, sin decir una sola palabra, tomó su lugar adelante mientras Xotzal se encargaba de los rezagados. Eris veía indignada a Tesile y no pudo evitar apretar el puño con rabia, para su suerte la cueva estaba obscura y nadie noto su molestia.
Mientras caminaban por los túneles, ahora vacíos, escucharon al fondo el sonido del agua corriendo, una brisa fría alborotó el cabello de Eris que lo apartó de su rostro al mismo tiempo que una pequeña luz se veía al fondo, ella se frenó en seco ya que le recordaba a su aventura en la biblioteca, pero al ver que ninguno de sus compañeros se detenía, tragó fuerte, tomó aire y siguió el camino,
La luz provenía de una grieta en el techo que iluminaba un acantilado, al fondo se podía escuchar el agua correr. Un puente de cuerda y madera medio destruido unía ambos extremos del acantilado, estaba arruinado por la humedad y el escaso viento que se colaba por la grieta lo movía haciendo rechinar las tablas.
—Debemos cruzar. —Yukami sacaba los guantes que antes no se había puesto y observaba el acantilado. Haiyuu soltó una carcajada sarcástica por su sugerencia.
—¿Estás loco? Esa cosa no va a aguantar el peso de todos nosotros. — Yukami lo ignoró y revisó las cuerdas que unían el puente, volteó a ver a Xotzal que solo asintió.
—Tú irás primero, asegura el lugar y el puente, una vez este libre pasará Tesile, ambos van a reforzarlo con la tierra. En cuanto este reforzado pasara Eris y luego Haiyuu, yo seré el último y mantendré a los despojos a raya—. Todos se quedaron en silencio, no parecía que nadie estaba dispuesto a ir en contra de sus instrucciones.
Sin darle tiempo a los rastreadores de quejarse Xotzal cruzó el puente que empezó a moverse irregularmente. Algunas tablas cayeron al vació haciendo su paso más dudoso. Eris lo veía angustiada, pensaba en la posibilidad de que cayera al vació junto con los tablones más dañados. En uno de sus pasos la madera cedió y quedó colgando de las cuerdas que crujieron con la presión. Agarró otra cuerda y esta se rompió a la mínima fuerza. Eris veía la escena angustiada pensando en lo peor y al voltear a ver a los demás una sensación de calor le invadió el pecho al ver que todos estaban indiferentes ante la situación, a ninguno le importaba si él se caía del puente.
Al girarse para ofrecer su ayuda a Xotzal se sorprendió al verlo luchando con los despojos del otro lado del acantilado. Había subido en algún momento y estaba asegurando el otro lado. Arrojó a todos los despojos por el borde y sujetó una de las cuerdas con su mano, que se volvió rígida de inmediato. Tesile se agarró de la soga y cruzó el puente delicadamente, sus pisadas ni siquiera las movían. Antes de llegar al final dos despojos empezaron a escalar el acantilado y le gruñeron a ella. Xotzal arrojó una daga de tierra para arrojar uno al vacío mientras ella terminaba de cruzar.
El segundo saltó para atraparla, pero fue intercedido por Xotzal que le clavó una de sus armas en el cuello apartándolo de Tesile que agarró ambas cuerdas que unían el puente, las tablas se envolvieron en tierra y las sogas de la mitad del puente se volvieron rígidas, en su rostro se notaba el cansancio, había estado en la misión por más tiempo y su energía empezaba a disminuir considerablemente. Ella se volteó molesta y le gritó a Xotzal que seguía evitando que el despojo se moviera.
—¡Deja de perder el tiempo y ven a ayudarme con el puente!
Con algo de esfuerzo lanzó al despojo nuevamente por el acantilado y sujetó uno de los amarres haciendo que todo el puente se quedara estático. Eris veía las tablas con curiosidad, Haiyuu se paró a su lado y se cruzó de brazos.
—Es tu turno.
Eris odiaba el tono que él usaba para dirigirse a ella, así que lo ignoró y se acercó al puente, le daba miedo poner un pie allí, ver a Tesile sujetar las cuerdas no le daba seguridad, algo le decía que en cuanto estuviese a la mitad ella la dejaría caer. Haiyuu se percató de la mirada llena de rabia que le dedicaba Eris y resopló a su lado.
—Ella no te va a dejar caer, cruza. — Eris solo lo ignoró, no quería escuchar ni una sola palabra de lo que él le decía.
—¡Eris cruza! —le gritó Yukami molesto por verla dudar, los despojos cada vez eran más y le estaba costando mantenerlos lejos de ellos. Por el grito Eris se asustó y se agachó abrazándose a sí misma ya que este le había recordado los gritos que escuchó la primera vez que vio un despojo.
—No puedo —. La voz de Eris se quebró. Los rugidos de los despojos eran cada vez más fuertes, estos empezaban a escalar las paredes tratando de atraparlos, los gritos en su cabeza aparecieron de nuevo y sentía la presencia de la niña cerca de ella. su respiración se volvió errática y el dolor en la cabeza empezó a aparecer volviéndose insoportable rápidamente. Ella sintió una mano en su hombro, al girarse vio a Haiyuu con una mirada de verdadera preocupación.
—Te ayudare a cruzar—. Su tono era diferente, la ironía y la molestia se había esfumado, él la ayudó a levantarse y le secó una lágrima que se le había escapado rodando por su mejilla, ella dudó un poco, pero en su mirada no había maldad, su ayuda era sincera y la sonrisa que le dedicó para calmarla también lo era.
Ambos empezaron a cruzar el puente lentamente, ella se sujetaba con fuerza a la mano de Haiyuu mientras intentaba mantener calmada su respiración. El peso extra realmente agotaba a Tesile que le costaba más mantener el puente rígido y este empezó a crujir haciendo que Eris se pusiera más nerviosa aún. Xotzal trataba de compensar la falta de energía de Tesile, pero los despojos subiendo nuevamente le empezaban a complicar el trabajo. Tenía que apartarse dejando sola a Tesile con el peso y eso la agotaba rápidamente.
Mientras Eris y Haiyuu cruzaban un despojo cayó del techo frente a ellos, Eris ahogó un grito y se paralizó de miedo. Tesile se quejó por el peso extra y Xotzal debió retroceder, tomar con una mano la cuerda para ayudarla y concentrarse en bajar a los despojos que subían cada vez más rápido a donde estaban ellos. El despojo era más grande que los demás, y se acercaba lentamente a donde ellos estaban.
Al ver a Eris paralizada de miedo, a Yukami intentando mantener a los despojos lejos y a Xotzal concentrado en mantener el camino despejado y el puente rígido, Haiyuu tomó una decisión que sorprendió a Eris, la jaló del brazo hacía el piso, sujetó la mandíbula del despojo y liberó una llamarada de fuego dentro de su boca haciendo que el despojo chillara de dolor.
—¡Corre! — Eris le hizo caso por el miedo que estaba sintiendo, pero el despojo le dio con la cola en las piernas y la lanzó fuera del puente, ella a duras penas pudo sujetarse del borde mientras el puente se movía vertiginosamente. Yukami al verlos en peligro corrió a donde estaban. atacando al despojo en la cabeza con una de las dagas que llevaba siempre con él, agarró a Eris de la mano y como pudo la subió al puente nuevamente, pero los demás que él estaba reteniendo en un principio se acercaban por el mismo puente haciendo que sus maderas cubiertas en tierra crujieran más, uno de ellos sujetó a Haiyuu de una pierna con sus zarpas y lo empezó a arrastrar de regreso a la primera orilla.
—¡Pesan demasiado! — Tesile respiraba entrecortadamente, se le notaba el agotamiento y todo el esfuerzo que hacía por mantener el puente estable, Xotzal al verla aumentó la cantidad de energía que usaba para sostener el puente, al mismo tiempo que varios picos de tierra aparecían en los bordes evitando que los despojos subieran a atacarlos, ella sintió el alivio en su energía, volteo a ver a Xotzal y se dio cuenta de la cantidad de energía que él estaba usando, podía sentir como se le agotaba rápidamente y en su rostro se notaba el gran esfuerzo que hacía por repartir la energía entre ayudar en el puente y protegerla a ella y a sí mismo.
—Tienes que detenerte ahora, te vas a quedar sin energía en un lugar así—. Xotzal la ignoró y solo les grito a los demás que no habían podido terminar de cruzar y se enfrentaban a los despojos en medio del puente.
—¡Solo terminen de cruzar! — Xotzal se veía más agotado y frustrado que Tesile, Yukami analizó la situación por unos micro segundos, cargó a Eris en brazos para ayudarla a cruzar al mismo tiempo que Haiyuu gritaba de dolor cuando uno de los despojos clavaba sus colmillos en su pierna, Yukami y Xotzal intercambiaron miradas mientras Yukami atravesaba el puente
—¡Haiyuu! —Tesile al escuchar el grito de Haiyuu y verlo en peligro alzó la voz preocupada casi llorando por el estado de salud de su compañero, pero antes de que pudiese hacer algo Xotzal soltó el puente haciendo que todo el peso quedara en manos de Tesile, ella lo vio sorprendida y molesta por dejarla sola, pero al buscarlo con la mirada lo vio lanzándose contra el despojo que tenía atrapado a Haiyuu para liberarlo de sus garras, Xotzal le partió el colmillo a la mitad al despojo y lo apartó de una patada para que Haiyuu pudiese liberarse.
—Vamos— Xotzal ayudó a Haiyuu a levantarse, pero era demasiado peso para que Tesile los aguantará a todos, su cansancio era más notorio que antes a duras penas podía mantener los ojos abiertos, Yukami observaba cada detalle con detenimiento y al evaluar la situación de Tesile se acercó a ella y se paró a su lado observando a Xotzal y a Haiyuu
—Tesile suéltalos— Ella volteó incrédula ante la petición de Yukami
—¿Estás loco? Si lo hago morirán por la caída, no sabemos qué tan profundo es ese acantilado. Ni que hay debajo, ni siquiera un daimon de tierra o un rastreador podría saberlo— Yukami no esperó un segundo más, ante la mirada atónita de Eris y Tesile usó el agua para destrozar el puente por completo, los despojos cayeron al vacío junto con Haiyuu y Xotzal.
Tesile y Eris veían incrédulas aquella escena pasar en cámara lenta frente a sus ojos, sus compañeros cayendo al vacío en la total obscuridad y la cara inexpresiva de Yukami al destrozar lo único que los mantenía con vida.
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