Mi nombre es Yugi Muto, tengo doce años de edad. Vivo en ciudad domino en la tienda de Juegos Akane, las cual es residencia de mi abuelito Solomón Muto, quién hace muchos años fue un afamado arqueólogo. Mi mamá es Sora Muto y mi padre era el general de la marina Tomoya Muto, pero lamentablemente murió en alta mar cuando tenía dos años. Soy de baja estatura, cabello tricolor (rojo, negro y rubio), ojos grandes y de color amatista, piel blanca y de carácter noble. En la escuela suelo ser callado ya que nunca he sabido cómo hacer amigos.
Hace algunos días he comenzado a tener unos sueños muy extraños, de hecho la gran mayoría de mis sueños no los recuerdo pero me inquietan. Ahora que lo pienso mis sueños comenzaron desde que recibí de mi abuelito una caja de oro que posee un rompecabezas sin resolver.
El último sueño que tuve fue sobre un faraón arrodillado en una especie de cueva, en donde al parecer le oraba a alguien. Para ser franco no recuerdo lo que decía, pero si recuerdo que lo último que dijo fue batalla final, ¿qué quiere decir? No tengo idea, aunque pienso que me han afectado mucho las anécdotas del antiguo Egipto que me cuenta mi abuelito.
El sueño que mejor recuerdo y que me ha impactado se trató de una despedida. En dicho sueño hay una mujer castaña muy bonita, una niña castaña con mechones rubios, un hombre alto al cual no pude verle el rostro y al final estaba yo. Recuerdo que en el sueños el hombre sin rostro me abrazo tiernamente y me decía que estaba orgulloso de mí. Desperté llorando a causa de tan conmovedora escena, al grado de desear que aquel hombre hubiera sido mi padre.
Hace algunos días al fin comencé a armar el rompecabezas de oro que me dio mi abuelito, el cual en verdad es un desafío, pero a pesar de ello estoy decidido a terminarlo para pedir el deseo que se le promete a quien logré armarlo. ¿Y qué desearía si logro armarlo? Bueno, desearía amigos ya que es doloroso estar siempre solo.

-¿Cómo vas con el rompecabezas? -preguntó mi abuelito al asomarse a mi habitación.

-Ya logré ensamblar cinco piezas, pero aún así es complicado ya que ni siquiera se cómo debe quedar, ¿Encerio no tienes idea de cómo se vería en su forma final abuelito?

-Ummm, pues recuerdo que cuando lo encontré en el valle de los reyes había un grabado de una pirámide invertida, pero la verdad es que no se si se traté del rompecabezas -respondió pensativo.

-Bueno, supongo que tendré que intentar armarlo con esa forma, de todos modos gracias.

Me gustan mucho los juegos, creo que eso lo herede de mi abuelito. Actualmente hay un juego de cartas muy famoso llamado Duelo de monstruos, el cual fue creado por el magnate millonario Maximilian Pegasus basado en un antiguo "juego egipcio" o eso cree él ya que no sabe si en realidad se trataba de un juego.
Mi abuelito dice que Pegasus tuvo que viajar por muchos años para descubrir los monstruos de duelo que hoy se conocen, entre ellos a mis cartas favoritas, el Mago oscuro y la Maga oscura, las cuales son muy especiales para mí, no se pero me siento familiarizado con ellas, como si se tratarán de personas importantes para mí, pero quizá solo sienta eso a causa de la soledad que diariamente siento.
La primera vez que jugué duelo de monstruos fue con mi abuelito, ya que el fue el que me inició en esto, pero al comenzar me sentí tan extraño, la verdad no sé cómo describirlo pero se puede decir que tuve una especie de deja vu, aunque también vino a mi mente una imagen bastante desconocida para mi. En dicha imagen vi a un joven como de unos veinte años, piel morena, ojos color amatista, cabello castaño y lacio, alto y fuerte; mientras que su vestimenta era blanca con algunos colores azul y dorado, desde luego usaba la corona egipcia, mientras que en su brazo izquierdo usaba un artefacto similar a unas alas.

Cuando tuve aquella experiencia le conté a mi abuelito, quién me dijo que tal vez allá sido una imagen de mi pasado, ya que de alguna forma el cree en la reencarnación. Me enseñó un libro en donde estan las imágenes de algunos de los faraones encotrados en el valle de los reyes, en donde me enseñó a un tal Abidos tercero, el cual era idéntico al joven de mi "visión". Al verlo quise saber más sobre el pero, para mí mala suerte no hay mucha información sobre él.
Su nombre era el faraón Abidos tercero, hijo del faraón anónimo y la sacerdotisa mayor Mana; subió al trono de Egipto a los dieciocho años de edad y murió a los treinta y seis años. Fue considerado como el mejor combatiente en los duelos egipcios después de su padre, y eso es todo lo que hay sobre él.
La verdad, me gusta pensar que soy la reencarnación de dicho faraón, aunque por otra parte pienso que me estoy volviendo loco, así que todas estas experiencias y sueños prefiero mantenerlas en secreto.
Hoy es martes y como todos lo días asisto a la escuela secundaria Domino, la cual hace de mis días una pesadilla. Tengo un par de meses de haber ingresado a dicha escuela, pero siento como si llevara una eternidad en ese lugar, ya que por alguna razón los mayores me tratan como si fuera un condenado del infierno; diariamente se burlan de mi estatura, de mi timidez, de mi pronunciación al hablar e incluso de que jamás conocí a mi padre. A veces quisiera ser más fuerte que ellos para hacerles pagar por cada una de sus humillaciones, pero eso solo me convertiría en algo que no soy y que jamás quiero ser.
Al concluir la tediosa escuela vuelvo a mi hogar a tratar de armar el rompecabezas egipcio hasta que cae la media noche. Me acuesto en mi cama para sumergirme en el reino de los sueños en donde nadie puede hacerme daño sin embargo, un extraño sueño se hace presente.

-Abidos, escucha bien lo que te diré. El faraón ha vivido rodeado de oscuridad y maldad por más de tres mil años, y como se te había dicho deber recordarle lo que es la luz para que su verdadera escencia vuelva a él. Sin embargo, me temo que será difícil que lo hagas ya que habrá una oscuridad con el mismo potencial de Zorc que intentara sumirlo en la desesperanza -se escucho una voz en lo que parece ser un antiguo templo egipcio.

-Una fuerza oscura. ¿Y cómo sabré que debo hacer para ayudar a mi padre?

-Llegado el momento sabrás que hacer, pero hay una advertencia en todo esto. Si fallas y el faraón es consumido por la oscuridad, Zorc tomará tu cuerpo y el alma oscura de tu padre para escapar del rompecabezas milenario y conquistar el mundo.

-Horus, por favor te lo suplico, dime qué debo hacer para impedir que mi padre se vuelva oscuro.

-Solo puedo decirte que deberás poseer un alma pura y sincera, porque si no lo haces también puedes llegar a ser consumido por la oscuridad.

Desperté de mi sueño alterado, ya que de alguna forma este tipo de sueños me intrigan y no logro entenderlos. En verdad creo que me estoy volviendo loco, una cosa es que me gusta creer que soy la reencarnación del faraón Abidos y otra es que máquine cosas que tal vez jamás pasaron, además, ¿quién es el faraón que puede ser consumido por la oscuridad? ¿Y quien es Zorc? Hay muchas cosas que no entiendo y que tal vez mi mente está inventando a causa de las muchas historias que he eschado de mi abuelito.
Vuelvo a cerrar los ojos para conciliar el sueño, esperando ya no tener ese tipo de escenas extrañas sin en cambio, se qué tal vez eso será imposible a causa de la gran imaginación que tengo.

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Holiiiii a todos, bueno espero esté capítulo haya sido de su agrado, para este capítulo quiero agradecer a mi hermana Tania, quién me ayudó a obtener inspiración para acabar el capítulo 😉
Un saludo muy especial a todos mis lectores, en especial a:
Sheblunar
_Wakfu_FirexYugo_
Milan_Kena
MonseSotoRuiz
Florecitacruz
Daico18
user75747366
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PaulaHormazabal9
MattiMurdok17
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YamilexSantana8
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Monserrat_Muto
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YamiHalaki

Nos vemos en el próximo capítulo, sayonara 😘