Han pasado dos años desde que ingresé a estudiar a la secundaria Domino. Para entonces he conocido a algunos jóvenes a los que al parecer les agrado, sus nombres son Joey, Tristán y Tea, aunque se puede decir que solo somos conocidos más no amigos. En el tiempo libre que tengo me gusta jugar; armó torres con los naipes, práctico duelo de monstruos o bien, continuó con la construcción del rompecabezas egipcio, el cual estoy a casi nada de finalizar.
Es jueves, por lo tanto tengo una hora libre después de cálculo diferencial. Mis compañeros abandonan el salón a comprar sus almuerzos, pero la verdad es que a mí no me gusta salir. Téa en su último intento por hacerme salir me pregunta que si los acompañaba, pero en verdad quiero quedarme en el salón armando mi castillo de naipes, así que respondo gentilmente un gracias pero no, lo que provoca que mi torre de naipes se derrume en mi pupitre a causa del aire.
Me quedo solo, lo que me da tiempo de pensar en que distraerme. Saco el cofré del rompecabezas de mi mochila para continuar armandolo sin embargo, Joey aparece en el salón y me arrebata mi pequeño cofré dorado.

-¿Qué es esta baratija Yugi? -dice Joey mientras examina de una forma muy extraña mi cofré.

-Nooo Joey, no lo agites, podrían perderse las piezas del rompecabezas -dije mientras trato de arrebatarle mi tesoro.

-¿Rompecabezas? Pues no se ve que ya lo hayas terminado -dice mientras abre el cofré sin mucho cuidado.

-Eso es porque es muy antiguo, por favor ya dámelo -dije mientras brincoteaba para tratar de arrebatarselo sin mucho éxito.

Después de mi pequeña discusión con el rubio de gran estatura apareció Tristán, quién es igual de alto que Joey pero de alguna forma más recatado.

-Ya deja de andar molestando al pequeño Yugi -dijo Tristán al colocar su mano sobre mi hombro.

-Eso una lección Tristán, Yugi debe aprender a defenderse. Así que Yugi, golpeame si quieres recuperarlo -dijo el rubio mientras amenazaba con lanzar mi cofré por la ventana.

-¡¡No voy a pelear contigo!! -exclamé con fuerza.

Joey no estaba dispuesto ha devolvermelo hasta que peleará con él, pero para mí suerte apareció Téa, quien se lo arrebató de las manos sin ningún problema.

-Será mejor que se vayan o le diré al rector sobre sus infanterías -amenazó Téa mientras me entregaba mi pequeño cofré dorado.

Joey y Tristán se fueron del salón dejándome a solas con la castaña, quién pregunto curiosa sobre mi cofré y su contenido. Respondí amablemente lo poco que sé, ya que el que conoce mejor la historia del rompecabezas y de su leyenda es mi abuelito.
Ese mismo día Téa apareció en la tienda de mi abuelito. La verdad no tengo idea del porque pero me alegra mucho el recibir visitas.

-Hola Yugi, disculpa que llegara sin avisar pero... La historia que me contaste del rompecabezas se me hizo interesante y quería saber más al respecto -dijó Téa una vez que entré a la tienda.

-Gracias por venir Téa -respondí amable mientras le ofrecía una sonrisa. -Abuelito, podrías contarnos más sobre el rompecabezas egipcio.

-Dejame ver. Su nombre correcto es el rompecabezas milenario, y le perteneció a un antiguo faraón egipcio, el cual se dice fue el más valiente de todos los tiempos. Según la inscripción que leí en la cámara funeraria del antiguo faraón decía: "Solo aquel que está destinado a cuidar de su alma podrá armar el rompecabezas milenario, y a su vez le será cumplido un deseó."

-Eso suena increíble, ¿pero a qué se refiere con alma? -preguntó Téa con intriga.

-Bueno, se creía que el alma del faraón habitaba en el rompecabezas milenario, por lo que al ser reconstruido al fin podriá ser libre. Aunque también se dice que se dará inicio con los juegos del oscuro, pero es solo una leyenda.

-Que miedo, mejor ya no termines de armar ese rompecabezas Yugi -dijo la castaña mientras hacía gestos de miedo.

-¡¡¡Estás loca, ahora con mucha más razón debo terminarlo!!

Terminada nuestra pequeña charla, Téa se quedó a tomar café con galletas hechas por mi madre, para después de ello proceder a retirarse.
A la mañana siguiente uno de los alumnos de tercer grado me detuvo después de mi segunda clase para enseñarme la paliza que les había metido a Joey y Tristán, a los cuáles creían mis acosadores, aunque claramente están en lo incorrecto. Cuando comienzan a patearlos me pongo frente a ellos para impedir que los sigan lastimando, cosa que de alguna forma ignoraron a causa de mi personalidad tranquila y pacífica.

-Ellos son mis amigos, si actúan rudo conmigo es para enseñarme a ser más fuerte, pero jamás me han hecho bulliying -dije seguro y determinado a defenderlos.

-Bueno, si son tus amigos no nos importa sin embargo, debes pagar el precio por nuestros servicios prestados -dijó Ushio al señalar a Joey y Tristán, quienes estaban heridos y tirados en el suelo.

-¡¡Pero yo jamás les pedí sus servicios!!

-Escha bien Muto, si no tras veinte mil yens para esta tarde lamentaras haber nacido.

Estaba amenazadome, pero lo peor de todo es que no sé de donde sacaré esa cantidad de dinero. Al irse Ushio y sus secuaces ayudó a Tristán y a Joey a levtarse, para después de ello abandonar el colegio e ir a mi casa en busca del dinero, si es que lo junto.
Al llegar a mi hogar buscó en mi habitación mi alcancía, la cual en su totalidad si poseé los veite mil yens, pero la verdad no pienso dárselos a ese abusivo.
Me siento en mi escritorio para armar el rompecabezas milenario, el cual después de un par de horas está casi concluído. Busco la última pieza  dentro del cofré con la mano, la cual al no hayarla en su lugar vuelvo a la escuela a buscarla ya que tal vez se me cayó en el salón.
Es tarde, así que supongo que Ushio ha de estar esperándome sin embargo, por el momento es más importante para mí encontrar la pieza faltante del rompecabezas milenario. Al llegar a la entrada del edificio Ushio me detiene y me pregunta si tengo el dinero, a lo cual respondo con un rotundo no. Me toma del hombro para llevarme a un lugar solitario, en donde comienza a darme una golpiza.
Al recibir los golpes en el cuerpo caigo casi inconciente al suelo, en donde por alguna extraña razón vino a mi mente un hombre moreno, alto, cabello tricolor como el mío, ojos amatistas y de sería mirada al cual le digo en un susurro "ayudame papá".
Después de aquella alucinación me parece que Joey y Tristán acuden a mi ayuda, sin en cambio las cosas no van bien para ellos ya que Ushio es mucho más fuerte que ellos. Miró el rompecabezas milenario mientras siento en mi mano la pieza faltante, la cuál coloco con las pocas fuerzas que me quedan para pedir mi deseó.

-Deseó tener amigos sinceros que me valoren por lo que soy.

Al pedir mi deseó sentí como una luz cubierta en tinieblas entraba a mi cuerpo. La verdad no sé cómo describir lo que sentí sin embargo, puedo decir que me ayudó a enfrentar al brabucón de Ushio.

-Es hora de un juego -dije mientras me colocaba en la cima de una torre, la cual estaba rodeada de oscuridad.

-¡¡Cómo es que estamos arriba Yugi!! -exclamó Ushio un tanto confundido y asustado.

Sonrió al ver el terror en sus ojos, pero me limitó a darle las instrucciones sobre el juego.

-Nos suspenderemos en el techo por medio de este lazo -dije mientras le lanzaba la soga para que se la atara a la cintura. -Nos dejaremos caer he iremos subiendo dependiendo del número de la carta que tomemos. El primero en llegar a la cima se queda con los veinte mil yens que tanto deseas.

Nos dejamos caer y al estar nivelados comenzamos a tomar las cartas para empezar a escalar. Por supuesto, siendo yo un az en los juegos llegue a la cima hasta que Ushio decidió hacer trampa lanzandome al precipicio sin embargo, nunca imaginó que mi habilidades eran superiores a las suyas.
Al tomar lo que pensó que era dinero, resbaló del techo creyendo que fue tragado por un gigantesco monstruo, el fue su castigo por hacer trampa e intentar asesinarme.
Una vez terminado nuestro juego sentí en mi cuerpo el dolor de las heridas, las cuáles no había sentido minutos antes, de hecho ahora que lo pienso ya no recuerdo lo que pasó. Me levanto del piso para enseguida ayudarle a Joey y a Tristán a levtarse.
Al día siguiente vuelvo a la escuela con moretones en la cara al igual que Joey y Tristán, quienes al final del día se han convertido en mis amigos.

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Holiiiii a todos, bueno espero esté capítulo les haya gustado. Principalmente base el capítulo en el primer episodio de Yu-Gi-Oh season Zero, ya que me parece que es el capítulo a parte del manga que describe mejor el hecho de como Yugi armó el rompecabezas.
Como ya saben por capitulos anteriores, Yugi es Abidos, por lo que  seguirán habiendo visiones sin comprender. También para no perder el romance de Maná y Atem habra Yami Yugi x Dark magician girl  😉
Un saludo muy especial a todos mis lectores, en especial a:
Sheblunar
_Wakfu_FirexYugo_
Milan_Kena
MonseSotoRuiz
Florecitacruz
Daico18
user75747366
user08807569
PaulaHormazabal9
MattiMurdok17
Karelover15
Yuto_Ouma
maribellizeth
LucyMana94
elizabetfrost
ManaWYsalm
YamilexSantana8
Megan_Lia06
Monserrat_Muto
AbigailBajaa
LadyCan45
YamiHalaki
CielPhantomhive686

En verdad gracias a todos por sus comentarios y votos, son muy valiosos para mí.
Nos vemos en el próximo capítulo, sayonara 😘