Planeta Thegar Pentaurus, 2 semanas solares despues...

En una parte de la superficie del planeta, donde la IX legion logro establecer un punto de desembarco para la conquista del mundo, entre ellos estaban formados en largas filas gran parte de la XXI legión junto a Ikal que estaba caminando por los corredores entre filas de legiones, viéndolos y usando sus poderes para ver en que pensaban en ese momento, algunos temían por lo que les hará su padre, otros esperaban que fuera como Ikal por escuchar acerca de sus hazañas y forma de ser, otros mas querían a un conquistador con sed de sangre como ellos, pero todos coincidían en un pensamiento, cualquiera que fuera el resultado su padre genético les daría el castigo de la muerte para purgar sus pecados que el Imperio les había enmarcado repetidas veces, antes de que el silencio siga reinando, un trueno de la tormenta presente en el lugar dio la señal a Ikal para hablar

Ikal: miembros de la IX legión, su padre ya entro en orbita baja y llegara en unos minutos

Esas palabras fueron suficientes para alterar aun mas a estos bellos ángeles caníbales, pues se acercaba el momento del reencuentro con su padre, ellos eran mal vistos por todos pero Ikal y su legión no los veía con asco u odio, pero tampoco con honor y admiración, los minutos pasaban en tal lentitud que parecían horas tormentosas para los Renacidos, antes de percatarse un nuevo modelo del stormbird, el modelo mas compacto llamado thunderhawk aterrizo en el hangar

Abriéndose su compuerta de la cual salieron 2 astartes de la XVI legión y el primarca de la IX legión, Ikal se sorprendió al ver que este "hermano" también tenia alas, pero mas de un aspecto divino o angelical

Mientras el ángel caminaba entre las filas de su legión, con su vista parecía juzgarlos uno a uno bajo esta noche lluviosa, Ikal resistía lo mas que podía el arrodillarse por tal aura que soltaba, una muy parecida a la del propio emperador, pasaron los minutos Sanguinius en ninguno momento dirigió su vista a la XXI legión o su primarca, pasaron los minutos mientras el ángel seguía caminando haciendo un bajo ruido por pisar los charcos de agua de la tormenta, Ikal estuvo viendo al ángel usando sus poderes psíquicos para saber lo que pensaba de sus hijos

Sanguinius: (¿el orgullo de un animal arrinconado es todo lo que les queda?, no, no es todo lo que les queda, es todo lo que han tenido, es todo lo que se les dio)

Ikal: (una buena descripción, muy profunda)

Al lado del primarca de la XXI legión, ambos astartes de la legión de Horus se le acercaron y hablaron un poco mientras el ángel seguía viendo a sus hijos

astarte XVI.1: un gusto primarca soy Ezequiel Abbadon, primer capitán de los lobos lunares

astarte XVI.2: al igual que mi capitán le saludo primarca Ikal, soy Tarik Torgaddon

Ikal: los conozco, miembros del mournival de Horus

Abbadon: mi señor, cree que Sanguinius de un gran discurso como lo dio Horus o usted

Ikal: no creo, puede pero... no creo que sea asi

La charla en voz baja del grupo fue interrumpida con las del propio ángel

Sanguinius: ¿Cuál es tu nombre?

astarte IX.1: Irmas

Sanguinius: gracias ¿y tu?

astarte IX.63: Amid, se...señor

Y así siguió el gran ángel, primero con uno por uno, luego en grupos, antes de que al Ayllu de Ikal diga algo de la similitud con su encuentro, su primarca alzo su mano en forma de que guarden silencio para escuchar al ángel

Sanguinius: me has dicho tus nombres y he leído los registros de tus hechos, te conozco y se como el imperio de mi padre, nuestro imperio te mira, has servido con lealtad y te han pagado con gratitud y rencor, ambos en igual medida, se les ha asignado tareas difíciles, solo para encontrarse desconfiados de lograrlas de la manera que mejor creían, no diré que te equivocaste al actuar como has actuado, ni culpare a los que han llegado a temerte

Esas palabras no solo estaban dejando impactados y anonadados a los astartes de la IX legión, Ikal y su legión estaban de alguna forma siendo reconfortados con esas palabras del gran ángel Sanguinius que prosiguió

Sanguinius: ese es el pasado y esta es nuestra oportunidad de retroceder desde el borde de la extinción, mi primera acción es reunirte una vez mas, lucharemos juntos como una línea de sangre, a partir de este momento ya no eres una legión rota

Tan bellas y épicas palabras del ángel hicieron que casi todos los presentes se quiten sus cascos para escuchar bajo la lluvia al ángel, como muestra de respeto y admiración, Sanguinius por fin vio a la XXI legión para dar una sonrisa

Sanguinius: no me hagas juramentos, no me hagas promesas, no me ofrezcas tu lealtad simplemente porque mi sangre corre por tus venas jeje, de hecho no me ofrezcas tu lealtad en absoluto, no hasta que me creas digno de ella -saca su espada y la clava en la tierra- 

El gran ángel tras realizar la acción con su arma, extendió sus alas y haría algo que nadie esperaba que hiciera, horrorizando al noveno renacido por esto

Sanguinius: -se arrodilla y baja la cabeza- en cambio déjame ofrecerte mi lealtad, haz mi juramento, aquí y ahora, soy Sanguinius, hijo del emperador, primarca de la IX legión y te hago esta promesa, te apoyare en gloria o moriré junto a ti con vergüenza, vengo a ti esta noche no para imponerte mis caminos sobre todos ustedes, sino para aprender sus caminos

Esas palabras dejaban a todos sin aliento, mas para la IX que esperaban un castigo o algo parecido pero nada, su padre no vino a castigarlos, sino para ayudarlos 

Sanguinius: esta legión no es mía -se levanta- no es una posesión para ser manipulada únicamente por mi voluntad, esta legión es nuestra y aunque ustedes son mis hijos destinados a responderme, yo soy su primarca y les responderé

Otro rayo ilumino el lugar, Sanguinius vio a los lobos lunares con gesto y movimientos de incomodidad, pero en cambio Ikal y su legión se habían arrodillado por tales palabras con las cabezas agachadas por la majestuosidad del ángel y su legendaria lengua, la IX legión se sorprendieron al ver como una legión distinta a ellos por un momento fueron ellos, ellos no tuvieron la dicha de elegir como seria su semilla genética y en el caso que la XXI hubiera corrido con el mismo destino y ellos no, también hubieran enfatizado con ellos para este momento

Sanguinius: cada uno de ustedes es un veterano ensangrentado de la gran cruzada y yo también he luchado en la guerra del imperio, aprendiendo de nuestro imperio junto a mi hermano Horus, pero soy tan nuevo en mi titulo como lo soy en la guerra que peleamos, con el tiempo vendré a guiarte, pero por ahora solo te pido que me dejes pelear a tu lado, si me rechazas me iré sin rencor, romperé mi pacto con el emperador y volveré a Baal, te dejare para sobrevivir como has sobrevivido hasta ahora, pero si aceptas mi oferta, entonces aprendamos juntos, ¿Cuál será nuestra legión?, escribamos esa historia como una linea de sangre UNIDA

Ikal lo sabia, siempre supo que los hijos del emperador eran muy superiores a el en todos los sentidos, no importa que halla ascendido a uno, pues todo lo que hizo y hará, quedara en la sombra de las hazañas épicas ya sean dentro o fuera del combate, lo eclipsaran a el y su legión, este discurso para un montón de psicópatas caníbales supera por millones al dicho por el cuando se reunió con sus hijos hace casi 40 años, mientras pensaba no vio que Sanguinius apareció frente a el para ofrecerle su mano

Sanguinius: de pie Ikal 

Ikal: -acepta el agarre- 

Sanguinius: se de tus hazañas, se de tus perdidas, se como fue de ti tras tu nacimiento en terra, no creas que lo que hiciste será eclipsado por nosotros, en algunas cosas tu nos eclipsaras en creces

Ikal: gracias hermano, ahora termina tu legendario discurso que mi remorador quiere plasmarlo

Sanguinius: jeje -vuelve al medio de sus hijos- el emperador nos ha encargado a tomar este mundo, quiere a Thegar Pentaurus, quiere que cumpla antes del cambio del mes solar, he visto los planes, he visto las comunicaciones del ejercito imperial suplicando la presencia de los lobos lunares y la orden del sol aquí, las solicitudes formales de que los hijos prístinos de mis hermanos permanezcan para lograr el cumplimiento de la IX legión, ya que no se puede confiar en ella, el emperador quiere este mundo y a los lobos lunares les encantaría ser quienes se lo dieran, sin embargo creo que no necesitamos a nuestros estimados primos, creo que podemos tomar este planeta sin su ayuda y al hacerlo escribiremos el primer capitulo real de nuestra legión

Ezequiel y Tarik vieron esto de buena forma, Ikal sabia que ya no eran necesitados en este mundo y se marcharían después de que termine este gran discurso

Sanguinius: que dicen ustedes guerreros de la novena legión, que le dicen a nuestros nobles embajadores de la XVI y XXI legión

astartes IX: ¡UAAAAUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Ezequiel fue el que alzo sus manos para calmar a los renacidos, mientras Ikal se acercaba junto a los 2 astartes de los lobos lunares

Tarik: -se inclina a la IX legión- bueno entonces lord Sanguinius, es la opinión considerada de mi mismo y de mi querido primer capitán abbadon aquí que, creo que podemos retirar nuestras fuerzas de al legión y dejar que el IX maneje las cosas

Sanguinius con una mirada les agradeció que hallan entendido, ambos astartes subieron a la cañonera thunderhawk para irse, luego vio a Ikal quien había visto en Sanguinius aquella esperanza para el futuro, mas personas como el para el imperio y la oscuridad nunca mas se cernirá sobre la raza humana y aseguraran un dorado y eterno futuro de paz

Ikal: gran Sanguinius, primarca de la IX legión, tiene un gran futuro en el imperio y no solo para luchar, algún día nos volveremos a encontrar usted y sus hijos, ambos serán recibidos con los brazos abiertos por la XXI legión, sin mas que decir nos retiramos para que cumplan su misión

Sanguinius fue volando hacia Ikal para darle un abrazo lleno de afecto, ambos al separarse se dieron un gran apretón de manos, quizá sus legiones no se conozcan y difieran en muchas cosas, pero eso no evitara que este vinculo que nació de aquel simple gesto de confianza entre ambos primarcas, pueda unir aun mas a futuro a la IX y XXI legión, así Ikal emprendió la retirada mientras subía a los viejos stormbird junto a sus hijos para volver a sus naves en la orbita del planeta, dejando a la IX sola en Thegar para su conquista

Sanguinius: mis amigos, mis hijos, prepárense, tenemos nuestra primera guerra que ganar

Barcaza de batalla Storm Shipon, minutos después...

Zhukov: padre, no los ayudara

Ikal: no lo necesitan, solo con verlo y oírlo, se que Sanguinius los llevara a la victoria sin ayuda de nadie mas, rememorador Kael, ¿logro escribirlo todo?

Kael: si mi señor

Ikal: perfecto, haga una copia y mándela a Paradis, la original que sea un regalo para Sanguinius en Baal

Kael: así será mi señor

Lilya: padre, ¿estas llorando?

Ikal: a si... si, quien no lo haría con tales palabras

Patton: padre, el custode Amon quiere hablar con usted

De una parte oscura aparece el custode asignado al a XXI legión, Amon

Ikal: que te trae por aquí custode

Amon: el emperador supo que esto pasaria, a unos cuantos años luz de este sistema ahi un planeta lleno de xenos muy poderosos (demonios del caos)

Ikal: ¿que? 

Amon: así es (el emperador sabe que te enfrentaste a ellos, no se lo dirás a nadie y nadie mas sabrá de esto, entiende que esta misión es de suma importancia y trata de convencer a tus fuerzas de que son xenos y nada mas)

Ikal: entiendo, capitán Samuel ponga rumbo al planeta

Amon: designado 821-1 al noroeste de nuestra ubicación

Ikal: ya escucho capitán, que la flota ponga rumbo al nuevo sistema

Con esas palabras la flota de la XXI legión dejaba el planeta de Thegar a manos de la IX legion y su flota, mientras se iban y abrían los portales, desde sus naves veían como la superficie se llenaba de pequeñas luces parpadeantes, dando a entender el inicio de la batalla contra los mutantes y abhumanos que no quisieron unirse pacíficamente al imperio, Ikal sabe que estos abhumanos no deben ser tratados menos que el humano estándar, algunos por necesidad del ambiente y efectos secundarios terminaron así, otros fue por su capricho o el de sus antepasados, pero a final del día son todos humanos

Fin del capitulo