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Jesse observó la pizarra donde había varias fotos pegadas con anotaciones que las unían en un intento por relacionarse.
Estaban reunidos varios oficiales, detectives y sargentos de las diferentes divisiones en un pequeño grupo que pretendía ser discreto. Eran los que llevaban el caso de Caín, se suponía que Jesse no debería estar allí, pero por arreglo de Nick había conseguido una silla entre aquel pequeño grupo.
No sabía si estaba agradecido con Nick o no por eso.
— Necesitamos hablar con el chico— Wren golpeó la pizarra con el fibrón negro con el que había anotado el nombre de Ian Goldman. — Maddox había recibido 5 llamadas de un numero que nuestro equipo rastreó hasta la correccional de Illinois antes de que se le realizaran un deposito de 25 de los grandes. Una suma demasiado alta para un universitario que trabajaba como mesero medio turno. La dirección se pierde después de eso hasta Oslo, estaba demasiado encriptada para que lo hiciera un novato. No pudimos llegar más lejos pero claramente fue hecho por un profesional. No sé como lo hizo, pero me jugaría una mano a que lo hizo Goldman.
— No hablará con nadie— Nick lucía un ceño frustrado en su rostro— El chico es una tumba como todos los eslavos. Es ir a golpear una pared y esperar que responda. He ido más de 25 veces para verlo evadir cada pregunta que le hice.
— Está asustado— Jesse habló consiguiendo que las miradas se centraran en él— hablé con él un par de veces. Liu Cong me llevó con él cuando fuimos a interrogarlo.
El sargento Wren abrió la carpeta de archivos buscando algunos documentos dentro de ellas— Lo visitaste un par de veces, no como oficial, tu nombre aparece en sus registros de visitas.
Jesse asintió— Liu estaba muy interesado en el chico.
—¿Por qué?
— Nunca lo compartió conmigo. Fui a verlo para averiguarlo, pero parece tenerle miedo a los Rusos.
— Lo dudo. Uno de mis chicos dentro dice que está bajo la protección de Novak. Pawel Novak, 4 cargos de homicidios, huérfano. trabajaba para el Ruso Volkov, era demasiado pequeño para ser juzgado como adulto cuando lo atraparon. No mostró remordimiento alguno durante el juicio. Un pequeño sociópata, se crío en prisión por ms tener su palabra a lis Vokov— Dijo una mujer menuda con sus piernas cruzadas, su cabello impecable caía en capas puntiagudas sobre su barbilla afilada. Sus ojos ligeramente rasgado dejaban claro una ascendencia oriental. Se puso de pie abriendo la laptop que todo ese tiempo había llevado con ella y puso una presentación de fotos en la pantalla. La primera era la de un hombre –Vladimir Volkov desapareció en su avioneta, su presunta muerte a inicios de años no deja claro las alianzas, lo ultimo que se sabe del hombre es que mantenía estrechas relaciones con Mijail Voronin, su hijo Fiodor Vornin fue avistado en Chicago hace un par de meses. Es buscado por interpol. Su hija está desaparecida en escena hace 9 meses, se sospecha que podría estar en el país, está limpia, no parece haber cargos en su contra, la ultima vez que la vieron fueron a inicios de marzo en la mansión que compartía con su padre Moscú-Dijo en tono político mostrando las fotos de los mencionados. Jesse trago saliva al ver la foto de Svetlana en la pantalla. Oh cielos, ese rostro y ese cabello, era demasiado reconocible. Jesse sintió su boca secarse siguiendo el hilo de lo que la mujer intentaba decir- Sus relaciones podrían ser meramente familiares, Claro, pero lo dudo. Dasha Voronin— Otra foto apareció en la pantalla, una mujer— Estaba casada con Volkov, Hermana menor de Mijail, tuvieron una hija Anstaya Volkov, lleva desaparecida desde finales de septiembre. Su hijo denunció su desaparición, alegando un posible escape de la clínica. La mujer tiene antecedentes de adicción desde su juventud. No sería la primera vez— La foto de Eric apareció para todos y Jesse sintió que el mundo a sus pies se movía. — Eric Lev, McGraw. Un hombre de perfil bajo, medico psiquiatra en la Clínica St. Patrick. Por lo que se sabe atiende una cartera pequeña de pacientes, un hombre muy ocupado, notas perfectas en la universidad, sin antecedentes, no hay ni una infracción de tránsito a su nombre. Completamente limpio, casi como si alguien lo hubiera limpiado por él. Pero esto es Chicago, no descarto esa posibilidad. Oficialmente, todo parece extremadamente legal a su alrededor, diría que parece un ciudadano modelo, estuvo un par de años fuera del sistema trabajando para médicos sin fronteras en Centroamérica.
— Un filántropo. Esta claro, pero... ¿ Con todo respeto qué punto tiene recrear el árbol genealógico?—Interrumpió Jesse no queriendo que continuara— Vaya al punto.
— Disculpa, no te conozco— La mujer le lanzó una mirada evaluativa a su uniforme.—Oficial.
— Roger, Jesse Roger. Narcóticos— Dijo Jesse con un tono más mezquino del que pretendía. Que pusieran el nombre de su esposo en la pantalla había hecho que algo se removiera en su estomago.
— Que tonta— La mujer Sonrió amablemente y todo su rostro se iluminó con el gesto— Detective Ha Neul, FBI. Mi compañero Hasser— Dijo señalando a otro de los hombres en la sala— y yo vinimos desde Washington para ayudarlos a resolver el caso de los 100 años. Ha hecho demasiado ruido en el último tiempo sin que se reportaran avances considerables, es hora de darle un final legendario al mítico bíblico.
《Ha Neul》ese nombre golpeó los oídos de Jesse, ese era el nombre que había dicho la doctora Chan, de pronto un nudo apretó su garganta.
—¿No lo cree, Roger? — Jesse pestañeó a punto de preguntar por que la Dra. Chan parecía tan aterrada por ella pero decidió callarse y sonrió.
— Lo siento. Bienvenida a Chicago Srta. Neul. Pero le aseguro que nuestro equipo esta manejando el caso.
— Estoy segura de que es así, pero decidimos intervenir para evitar conflictos de intereses.
—¿Qué quiere decir?
La mujer cambió la diapositiva dejándolo ver una foto de sí mismo—¿Por qué no lo explica usted, oficial?
Jesse pasó su lengua por sus labios resecos— Eric y yo llevamos juntos nueve meses. — Dijo para Ha Neul— No creo que los detalles de mi matrimonio sean relevantes, pero es seguro que si viera algo sospechoso lo reportaría. De hecho el detective Abrams y yo ya tuvimos esta conversación. fue quien me invitó a participar, si hay algo que le molesta de mi, dígalo.
—¿Por qué lo sacaron en primer lugar de esta investigación?
Jesse mantuvo la vista de la mujer
. — Porque me obsesioné con el caso.
— ¿Por qué?
— Mi padre. Supongo que todos en la sala ya lo saben, James Roger, estuvo antes en el caso, lo mataron en prisión luego de acusarlo de corrupción, Él era agente encubierto. Lo descubrí tiempo después. Tenía 16 años cuando eso pasó. El departamento de policías de Chicago le dio la espalda y lo mataron porque hizo bien su trabajo. Tenían que creer que era corrupto y lo hizo.
— Las pruebas demostraron que realmente lo hizo tan bien, porque lo era Roger.
—¡Las pruebas se equivocan!
—¡Roger! — La mano de Abrans fue a su codo para que se calmara.
— Lo siento— Jesse se soltó de su agarre— Puede tener razón detective, tal vez estoy muy involucrado en el caso, y puede que tenga interés personal de por medio, pero nunca ni por un segundo vuelva a insinuar que yo estaría del lado de esos asesinos.
Ha Neul lo miró con una sonrisa sin conmocionarse en lo más mínimo por el arranque del joven policía—¿Ni siquiera por su esposo?
— Ni siquiera por él.
Jesse salió del cuarto que habían usado para reunirse sin esperar a que le contestaran. Eso había sido una maldita emboscada. Cielos. Se metió en el cuarto de baño y golpeó uno de las paredes de paso antes de dejarse caer en el váter.
Su mano fue hasta el cuello donde tenía el collar que Eric le había regalado esa mañana, sus dedos trazaron el nombre de su esposo escrito en el reverso de la placa, no podía verlo, pero podía jurar que era capaz de sentir los trazos en sus yemas.
Jesse sacó su móvil y buscó el nuevo número de Eric.
***
Eric reacomodó la cadena enredada en su puño y volvió a golpear el rostro del hombre frente a él.
Su teléfono sonó. Alzó la mano para callar los gimoteos del hombre, era un Diler de pacotilla que llevaba tiempo debiéndole y no conforme con eso había repartido muestras de la nueva formula inestable. Eso definitivamente pondría una alarma en narcóticos. Tenía suficiente con que lo buscaran por lo de Liu Cong. La mierda esa comenzaba a pasar de moda, pero como empezaran a aparecer óbitos que llegaran a la prensa la atención volvería a caer sobre ellos. Malditos estúpidos.
Parte de Eric odiaba a los jodidos adictos.
Le hizo un gesto a uno de sus hombres para que se lo llevara antes de observar su teléfono, no había conseguido reconocer el timbre. No era ninguno de los predeterminados. Observó la pantalla, número desconocido.
Atendió pero mantuvo el silencio esperando a que la otra persona fuera la primera en hablar.
— Padre— Dijo una voz aniñada en Ruso, Eric reconoció la voz de su hijo al otro lado de la línea ¿Qué demonios hacía llamándolo? Vania tenía prohibido hacerlo. De hecho no sabía que el chico tenía su número — Necesito salir de la casa. Ordena que me dejen salir, estoy pidiendo tu permiso. Madre no me lo permite.
Eric se llevó la mano al puente de la nariz.
¿Ahora iban a jugar a los padres separados? ¿Qué demonios en la cabeza adolescente de su hijo lo llevó a creer que podía correr a él para contradecir a su madre?
— Vuelve a tu cuarto y haz caso a tu madre— Dijo con paciencia. Cielos.
Sintió la respiración al otro lado de la línea alterarse, claramente a su hijo su respuesta no le había agradado. Podía no conocerlo, pero por la forma que resopló supo que estaba molesto, luego de unos momentos soltó un— “lamento decepcionarlo”
No esperó a que Eric volviera a hablar. Vania cortó.
¿Era en serio? Eric observó el móvil un momento sin creérselo.
¿En que momento había pasado de ser el padre ausente que sabía que tenía un hijo en algún lado a tener que aguantarse los berrinches de su hijo adolescente?
Intentó marcar de nuevo al numero que lo había llamado pero claramente Vania no parecía dispuesto a contestarle.
¿Qué demonios se suponía que hiciera?
Pensó en su abuelo, en lo que habría hecho en su lugar y llamó a Oliver.
—¿Jefe?
—¿Dónde esta Vania?
—¿En su cuarto?. — la duda en la voz del chofer hizo que Eric perdiera la paciencia.
— No. No lo está. Tiene malditos 12 años y a un asesino corriendo atrás de su cuello ¡Como se te ocurre perderlo de vista? ¡encuéntralo!
Esta vez fue Eric quién cortó la llamada molesto.
¿Dios, él realmente había pedido 2 más de esos?
Definitivamente tenía que pensarlo mejor.
— Lo que hago por ti, Jesse Roger— Murmuró a la nada.
***
Oliver observó la pantalla un momento.
Cielos. Había creído que los días en el que sus jefes le gritaban para que encuentre al heredero fugitivo habían quedado enterrado muchos años atrás.
El pequeño de Lana parecía tan obediente y tranquilo.
Observó a la madre que en esos momentos se bañaba en la piscina como una ninfa retozando en el agua. Su cabello platinado flotaba alrededor de su cuerpo esbelto. Sí, puede que se hubiera distraído observándola.
Maldiciendo subió hasta la habitación que le habían asignado al niño. El lugar estaba impecablemente ordenado y vacío.
Oliver suspiró y fue hasta el cuarto de seguridad, Roman estaba allí vigilando las cámara, las observaba sin realmente verlas mientras en otra de las pantallas controlaba los números de la lotería.
El chofer le dio un golpe en la nuca para llamar su atención, lo que tuvo al tipo tambaleándose en su silla. —¿Dónde está el niño? — El tipo lo observó ligeramente desorientado— Vania, el heredero. Aparta.
Oliver tomó el puesto de Roman y revisó las cámaras , una por una cada habitación de la casa estaban vacías. Volviendo un par de minutos las grabaciones no pudo evitar sonreír al verlo con una mezcla de fastidio y simpatía.
Vania aparecía en el limite de la propiedad, agazapado sobre el muro como un pequeño felino , a Oliver siempre le había recordado a esos pequeños gatos molestos. El pequeño siempre parecía enfurruñado sin dejar de ser respetuosamente hosco.
El chico estaba equilibrado sobre sus pies acuclillados hablando por teléfono con alguien segundos antes de cortar la llamada y saltar al otro lado.
Maldito niño que se parecía a su padre. Oliver tenía una ligera idea de donde podía dirigirse.
Hola mis amores. Nuevo Cap. ¿Que les ha parecido?
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