🖤54🖤
Hola mis amores como estan? Último cap suelto y corto que les regalo. La próxima prometo matarón. Los amodoro
CAPÍTULO 54
Jesse estaba sentado en las tumbonas, pensativo con su vista perdida en el horizonte. Llevaba un buen rato así, recordando la larga charla que había tenido con Nick el día anterior luego de tener los resultados de Merrick.
Jesse sabia que tarde o temprano el hombre iba a saber de la muestra que había encontrado entre las cosas de Eric, pero prefirió decírselo en persona a que se enterara por terceros, lo que los llevó a sumirse en una reveladora conversación donde Nick lo hizo conocedor de sus sospechas.
—¿Estás conmigo Roger?—había dicho Nick en algún momento de su charla.
Oficial y detective se encontraban en la casa del segundo con una pila de archivos sobre la mesa de la cocina.
—Él no es el hombre que buscas.—Había insistido testarudamente Jesse a pesar de que en el fondo la idea había corrido por su cabeza un par de veces.
—Su perfil coincide, lo sabes y encontraste polvos mágicos en sus cosas, ¿ya lo olvidaste o qué?
—No—Admitió Jesse.—No está 100% lipio, fue diler de preparatoria, el me lo confesó una vez, pero esto—Jesse observó de nuevo las fotos de los cadáveres, todos los archivos y documentos del caso de Caín revelados sobre la mesa para él, toda información que siempre había querido al alcance de su mano y ni siquiera se había atrevido a hojearla—Eric no haría esto. Además, el trabaja con adictos, pudo obtenerlo de uno de sus pacientes.
Sí, Jesse se había repetido eso un centenar de veces para convencerse. Eric no podía ser quien Nick insinuaba que era. No podía.
—Pudo.—Admitió Nick de forma condescendiente, aunque parecía realmente no creerlo. — ¿por qué no se lo preguntas?—《Porque no quiero saberlo》Pensó Jesse—Es tu esposo, vives con él ¿Confía en ti, no? Nadie puede acercarse a él tanto como tu, encontrar pruebas...
Jesse volvió a repasar con la mirada los papeles antes de desviar la mirada. No. Solo...
—...Puedo estar equivocado, Roger—Dijo Nick para suavizar la situación.-—pero incluso asi, es bueno que busques pruebas de su inocencia, si no, esta es, tal vez, la mayor oportunidad que tengamos nunca para atrapar al más grande asesino y narcotraficante del último siglo, piénsalo Roger, piensa como policía y dime que no lo sabes, que no lo sientes en tus huesos. Tú lo sabes.
Jesse apretó la mandíbula.
—Eric es un buen hombre—Dijo.
Definitivamente Eric no podía ser el más grande Narcotraficante y homicida de los últimos 100 años, Él no podía tener que ver con el hombre que...no, ese título definitivamente no iba con el hombre que lo abrazó y tarareó Twinkle, Twinkle, Little Star, durante la mañana hasta que se calmó.
No podía ser el mismo hombre que juraba amarlo sobre todo lo demás. No podía ser él hombre al que Jesse amaba. Él nunca se hubiera enamorado de un mal hombre, de un asesino. ¿Acaso no se suponía que los villanos eran criaturas desagradables y horribles?
El hermoso hombre al que había abrazado toda la noche no podía serlo, era ruso y qué? Era rico, eso no significaba que tuviera que ver con la mafia, ni las llamadas contestadas a escondidas, ni las salidas apresuradas de casa, eso no significaba nada ¿no?
Eso no tenía por que significar nada.
Jesse sintió el mismo nudo doloroso de la noche anterior apretando su garganta hasta que la voz de Max lo trajo a la tierra.
El niño estaba jugando en el piscina, Jesse había quedado en cuidarlo ese día después del colegio.
Carol iba a salir esa noche, y como le había aclarado Eric la última vez en casa de su madre que no lo quería pasando la noche en otro lado, Jesse decidió llevarlo a casa de Eric.
Había tenido la esperanza que cuidar de Max bastara para alejar su cabeza del trabajo, pero lo cierto era que no había hecho más que pensar en Eric y en su posible asociación con Cain.
Que tuviera algún tipo de relación con los Kravets no lo convertía en un mal hombre ¿no? Eric NO PODIA ser un mal hombre. No ESE mal hombre que Nick insinuaba.
No el hombre que mató a nuestro padre, se dijo. No el hombre que lo había obligado a madurar por la fuerza para ayudar a cuidar de su hermanito huerfano. No el que impidió que Max conociera a su padre. No el hombre al que Jesse había odiado por tantos años en secreto, la razón de que fuera policía.
La vida no podía ser tan retorcida ¿no? Años en la academia persiguiendo un fantasma para encontrarselo en un parque? Cuantas posibilidades había de que eso pasara? Imposible, se dijo. Eso no era ni remotamente posible.
—¿Jesse puedo jugar con él? ¿Jesse?Di que sí—insistió Max.
Jesse alzó la vista sin entender.
Max estaba chapoteando en la parte paya de la piscina pero sus ojos estaban fijos en la puerta de vidrio que separaba la galería de la casa.
Jesse siguió la mirada de max y entonces lo vio: Un muchachito con el cabello platinado y ojos agatunados que observaba a su hermanito como si fuera la cosa más curiosa del mundo.
¿Qué demonios? ¿Y ese niño de donde había salido? Jesse se puso de pie mientras Max salía del agua corriendo directamente hasta el otro muchacho.
—¡Max vuelve aquí!—Gritó Jesse saliendo detrás del pequeño.
Al verse descubierto, el chico pálido volvió a meterse a la casa, corriendo con los dos hermanos Rogers por detrás. La persecución se tornó en una carrea zigzagueante por los pasillos hasta dar con un callejón sin salida cerca de una de las alas que prácticamente estaban desocupadas.
El niño soltó un lamento en ruso y entonces se giró a enfrentar a sus perseguidores luciendo como animal asustado.
—¿Oye, tú quién eres?—Preguntó Jesse manteniendo las distancias del niño, con su pequeño hermano por detrás.
Jesse se había colocado en medio protectoramente separando a Maxi del intruso.
—¿Cómo entraste?—Volvió a preguntar Jesse desconfiado, el niño alzó la vista y separó sus labios pero nada salió de ellos —¿Qué haces aquí niño? Habla o llamaré a la policía.
—El no nos entiende, Jesse.—Dijo de pronto la aguda voz de Maxi ladeando su rostro como un cachorro que intenta escuchar algo.
—¿Qué?
Max no se molestó en explicarse, antes de que Jesse pudiera detenerlo Max había salido de detrás de él avanzando hasta pararse frente al niño arrinconado.
—Soy Max.—Dijo sorprendiendo a a su hermano mayor, vamos, Jesse sabía que su hermanito tenía problema para relacionarse con otros niños, de hecho eran al menos 3 las veces por semanas en las que los docentes los llamaban para hablarle de los problemas del niño para interactuar con sus pares.
El niño acorralado volvió a decir algo que ni Jesse ni Max comprendieron. Y antes de que Jesse consiguiera detenerlo, Max estuvo sobre el muchacho, apoyando una de sus manos en su pecho y la otra sobre la del otro niño.
—Max—Dijo dándose una palmadita sobre el esternón. Segundos después repitió el gesto sobre el pecho del platinado.
El chico bajó la vista hacia la mano de Max con horror como si lo que tuviera sobre su pecho fuera una tarántula pero el pequeño de ojos verdes iguales a los de su hermano mayor ni siquiera pareció estar cerca de mortificarse por eso.
—Max, vuelve aquí.—Lo reprochó Jesse avanzando para apartarlo del desconocido, pero el pequeño roger no dio cuenta de escucharlo, lo ignoró y volvió a repetir el gesto esta vez sobre Jesse.
—Mi hermano jesse.—Dijo con cuidado y luego volvió a posar sus manos en su propio pecho.—Yo Max—sus dos pequeñas manos volvieron al desconocido cuando pronunció un:—tu?
EL chico lo miró un momento como si no lo comprendiera y luego soltó algo que sonó bastante como un dudoso:
—¿Vnia?
***
—Dejaste a un niño solo encerrado en la casa?—Susurró horas después Jesse mientras fingía sonreír para los niños en la cocina.
Lo primero que había hecho luego de conseguir comunicarse por señas con el niño pálido, había sido llamar a Eric en buscas de explicaciones.
Que cuando interrogó a Rebecca sobre el muchachito, la mujer no habia querido decirle gran cosa por lo que no tuvo más remedio que hablar con Eric.
En esos momentos los dos adultos se encontraban en el arco de la cocina mientras los niños sentados en la isla del centro se observaban con curiosidad.
Había quedado claro que el pequeño Ruso no hablaba ni una gota de Inglés desde el momento en el que Maxi lo abordó sorpresivamente.
—No estaba encerrado, solo le pedí que no frecuentara los sitios comunes donde podías encontrártelo y por lo visto no puede cumplir una simple orden básica —Se excusó Eric ligeramente apenado.
Sí, tarde o temprano Iban a tener esa charla, pero Eric hubiera preferido que fuera tarde. Jesse parecía a punto de explotar y ni siquiera había conocido a su “querida” esposa. Oh dios, ese era todo otro tema a abordar.
—¡Eric! ¿Cuándo demonios pensabas decirme que tenías un hijo?—Síp, esa discusión había empezado una buena hora atrás de manera telefónica cuando Jesse lo llamó desesperado de que había encontrado a un niño Ruso en su casa.
Eric había tenido que confesarle que era su hijo para que el poli no lo reportara con los de inmigración.
Eric suspiró.
—Es una larga historia, Jess, una muy larga que incluye un embarazo adolescente, una boda apresurada y un matrimonio fallido. Yo realmente no sabía como decírtelo hoy a la mañana con todo lo de los últimos días—Le dijo viendo sobre el hombro de jesse a Max que en ese momento le estaba entregando una manzana al platinado, silabeando con cuidado la pronunciación del nombre de la fruta.
Joder, Eric estaba sudando frio rogando por que Vania no intentara atacar al hermanito de Jesse.
Explicar por que su hijo sabía como usar una navaja suiza para degollar a alguien, iba a ser mucho mas difícil de explicar incluso que todo el enredo quelos pequeños habían armado.
—Man.za.na—Volvió a insistir Max moviendo la fruta frente al otro niño.
Los dos adultos se concentraron en el intercambio de los niños y Entonces contra todo pronostico y para sorpresa de ambos, Vania tomó entre sus manos la fruta y pronunció un:
—ya.bloko.
—¿Qué ha sido eso?—Preguntó Jesse desconfiado ante la estupefacta mirada de Eric.
El pelilargo recorrió con la mirada a los niños y de nuevo a Jesse y entonces susurró un :
—Manzana. Acaba de enseñarle a pronunciar manzana. —Admitió Eric a la vez que el más pequeño de los Rogers sonreía de oreja a oreja tomando la mano del platinado para arrastrarlo hasta la sala de juegos de la que ya se había apropiado en las pocas visitas a la casa de Eric
Okey eso es todo, buenas noches mis amores ¿que les parece VaniaxMax? 😎😏
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