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Capitulo 52
Jesse se frotó la nuca estresado, era pasada medianoche y aún no había ido a casa. Si, todo el asunto con el cadáver lo había consumido, el sargento Wern a cargo del caso lo había mandado a descansar como hacía cosa de cinco horas atrás, pero Jesse no se sentía listo para salir de la estación. No sabía si ir a casa de Eric o de su madre. Dudaba que la propuesta de verlo en la noche siguiera en pie después del desplante de la tarde. Había llamado a Carol para avisarle que se pasaría el día ocupado, su madre lo reprochó un buen rato por exigirse demasiado y bla bla bla, pero Jesse no lo escuchaba. Su cabeza seguía dándole vueltas al hombre que había muerto desangrado en sus manos.
Era un simple chico vestido de mesero. No había nada que justificaran que estuviera muerto, aunque aún esperaban un toxicológico para descartar cualquier posibilidad. Vamos, estaban buscando cualquier algun tipo de ataque por parte del mesero, que justificara que la doctora chan lo hubiera asesinado en defensa propia. Quizás estuviera drogado y a la mujer lo percibiera como una amenaza para su bebé, Jesse había oído muchas cosas sobre las mujeres post parto.
Jesse realmente quería creer tan ciegamente como Eric que la mujer era inocente, pero entonces por qué no se había quedado a pedir ayuda. Por lo que había conocido de la mujer, Bárbara Chan no daba con el perfil de actuar impulsivamente y luego huir. El corte limpio el cuello confirmaba el hecho de que a la doctora no le temblaba el pulso para actuar. El cuerpo había sido encontrado con pocos signos de lucha, algunos arañazos, en brazos y cuello, claramente la mujer le había dado batalla pero se había entretenido poco en ello, a la primer oportunidad había dado el golpe mortal.
Jesse revisó una vez más la larga lista de declaraciones que habían tomado ese dia.
El "mesero" según el informe ni siquiera trabajaba ahí, que el prendedor en el pecho del hombre lo identificaba como Maddox, pero según la propietaria, ese no era Maddox. Cuando se comunicaron con la familia del verdadero Maddox descubrieron que el joven había salido de su casa esa mañana pero nunca llegado a su trabajo. Nadie había oído nada más sobre el chico y Jesse comenzaba a tener un horrible presentimiento sobre su paradero. ¿Cómo NN había conseguido el uniforme del joven universitario desaparecido?
—¿Aun aquí Roger?—Nick apareció por la puerta obligándolo a alzar la vista, parecía a punto de irse a casa y lucía bastante cansado. Jesse debía admitir que ese día Nick había sido de gran ayuda, el primer en responder a su alarma y esa vez ni siquiera lo había molestado. Se había limitado a ayudarlo a que se limpiara y asegurarse de que estuviera bien.
—Fue un día duro.—Admitió Jesse que sentía que el estrés y la noche anterior comenzaban a pasarle factura de forma desagradable.
—Interrogar a tu propio esposo debe serlo. Vi que no parecía muy colaborador.
Jesse suspiró.—Cree que la está protegiendo.
—¿Y tu?
—¿Yo qué?
—¿Lo estás protegiendo a él?
Jesse parpadeó.—¿a qué te refieres?
—¿No te da miedo que se meta en problemas por encubrirla?
—Tiene a una de las firmas de abogados más importantes del país detrás de él. No, no me preocupa, sé que estará bien, pero me gustaría que fuera más colaborativo con el caso. yo solo...
Jesse se calló.
El silencio se cernió sobre los compañeros como si ambos quisieran decir cosas pero luego se lo guardaron.
—Buenas noche, Roger, vete a descansar.
—En un minuto.—Dijo Jesse y realmente pensaba cumplir esa promesa, pero sus planes se vieron truncados cuando uno de los chicos de laboratorio lo retuvo.
—Roger, te estuve buscando.—Merrick se acercó hasta Jesse, con su andar atolondrado—¿Recuerdas la muestra que me trajiste?—Jesse asintió y lo siguió por el pasillo. Conocía a Merrick, no necesitaba que se lo dijera para saber que quería mostrarle algo. Ese hombre era inquieto como el demonio, era la razón por la que Jesse le había dejado la muestra que encontró en la oficina de Eric para que la analizara, nadie en todo el piso iba a darle los resultados tan rápido como Merrick.
—Fenciclidina, con trazas de Ketamina y Dietilamida de ácido lisérgico, aunque la base es benzoilmetilecgonina, ¿De donde sacaste esto Roger?
—Me lo dieron en un bar la otra noche.
Merrick asintió.
—No es la primera vez que lo veo.—Dijo el hombre girándose para buscar otros reportes de muestras sobre la mesada.—Tuvimos registro de 137 óbitos en los últimos meses con combinaciones parecidas a esa, aunque las proporciones varían, es como si estuvieran buscando la formula.
Jesse sintió un escalofrío.
—¿Crees que estén buscando hacer una droga nueva?
—Eso me temo y sinceramente espero que lo consigan. Si "eso" sale a la calle, en ese estado habrá más cadáveres ahí afuera. Lo mejor, es que lo estabilicen pronto. De cualquier modo la sacaran, es 10 veces más adictivo que la Heroína, polvo de hadas con efectos somatosensitivos más fuertes que el LSD y la euforia de la cocaína prolongada 3 veces por encima que si te la inyectas pero de inicio rápido, felicidad en polvo con una alta tasa de sobredosis. En pocas palabras es como asegurarse el mejor, más rápido y largo viaje de tu vida a la ultratumba. Malditamente tentador para cualquier adicto.
Merrick parecía de verdad preocupado por el asunto.
—Espero que de una vez por todas encuentren al proveedor y lo saquen del mercado. No espero que las calles se queden libres de drogas, pero esto, Roger, esto es homicidio en masa.—Dijo Merrick indignado y joder. Jesse sintió que sus piernas se volvían gelatina.
***
Eric se encontró a sí mismo al final de la noche parado frente a la puerta de la antigua casa de su mejor amiga. Un par de golpes después, una peliplateada apareció con gesto aburrido mirándolo casi como si lo estuviera esperando.
—Mi vida es una mierda.—Confesó y sin mediar palabras la muchacha se apartó de la puerta dándole paso.
—Parece que hoy es el día de acoger vagabundos.—soltó yendo hasta la cocina.
Jed estaba parado junto a la ventana con un cigarrillo en la mano. Eric se tensó, no habían conseguido intercambiar dos palabras sin discutir en el último mes.
Un griterío viniendo de la acera del frente hizo que los tres amigos desviaran la vista a la ventana.
—Esa casa está maldita. —Comentó Jed viendo su antigua vivienda donde un adolescente enfurecido salía de la casa dando un portazo seguido de los gritos de uno de sus padres que corría detrás de él en su intento por meterlo de nuevo a la casa. No era la primera vez que veía un escándalo viniendo de esa familia. Jed apagó su cigarrillo en el cenicero de la ventana y se volvió al recién llegado.—Ey.
—Ey.—Repitió Eric manteniendo la distancia.
Willow rodó los ojos yendo hasta la heladera para sacar los restos de alitas de pollo del mediodía mientras dejaba que esos dos actuarán como idiotas.
—Tranquilo, no voy a saltar sobre ti. Deja de verme como un depredador—Dijo Jed yendo hasta la freezer en busca de un pote de helado. Se sentó en la mesada y con un gesto le indicó un sitio sobre la mesa donde Will se había sentado a comer sus alitas de pollo atenta a ellos como si fuera la telenovela más interesante del mundo.
Ya qué, Eric fue hasta la alacena donde sabía su mejor amiga guardaba las botellas y sacó un wiski y un par de tasas.
—Estas bebiendo demasiado. —Observó Jed, no había reproche en su voz cuando llevó la cuchara a su boca. Vamos, los tres eran una panda de perdedores con vidas desastrosas como para empezar a buscar la paja en el ojo ajeno—Te vi bebiendo en el hospital.
—Tuve días difícil.—Respondió políticamente sirviendo su taza. Apoyó sus codos sobre la mesa y observó a su... ¿mejor amigo? ¿Ex mejor amigo? ¿Iban a volver a pelear? Eric ya se estaba preparando mentalmente para eso.
Jed desvió la vista concentrándose en su helado un momento. —tengo un padre alcohólico, se reconocer cuando alguien bebe demasiado. Desayunar con alcohol escondido en una vaso de café para que nadie lo note grita que tengas cuidado.
—¿como van las cosas con romeo? —preguntó Eric en respuesta.
—Bien.—Dijo Jed apartando el tarro. Sus ojos verde pálido se fijaron en Eric desafiando a que le dijera algo.
—me alegro por ti.
—¿Qué hay de tu Jesse?
—Increíble.
—Cool.
Will resopló. Maricas idiotas.
— ¿Entonces cuánto más van a seguir actuando todo raro como si se fueran a morder?—Preguntó la chica robándole la taza a Eric. Los dos amigos se giraron a verla con sorpresa.—¿Qué? Realmente creen que están disimulando? Ese fue con mucho el intercambio más incómodo que presencié en mi vida. —Will rodó los ojos viendo la cara estupefacta de los dos. Hombres.
—Sí, Tu—Dijo señalando a Eric.—Estabas Heridos porque te enamoraste de ese idiota y te botó por otro.Lo entiendo, entiendo lo que es amar a alguien que no te quiere de vuelta, el lado positivo es que tu encontraste a alguien más, ya superalo Eric y Tú.—Señaló a Jed.—Eres un idiota Jed, tardaste demasiado en darte cuenta de que lo querías y el ahora ama a otro, sí, que triste, el amor siempre va a destiempo y es injusto, te jodes. Como me entero que te vuelves a meter en su matrimonio te patearé el trasero, Jed, tu tren a Ericlandia ya partió, dejalo en paz y supéralo. Ambos odian al esposo del otro ¿En serio no se dan cuenta? Es porque se quieren, idiotas, dense un jodido abrazo y ya paren con esta mierda de problemas de pollas. Sacúdanselas por otro lado y vuelvan a ser los mejores amigos que son.—Los reprendió y ambos adultos bajaron la vista como niños.— Voy a volver a Boston, chicos, no quiero irme sabiendo que siguen peleando como si quisieran arrancarse las gargantas. Ustedes ...mi abuela ni siquiera sabe quien soy, ustedes son toda la familia que tengo.—La voz de Will se quebró y ambos levantaron la vista sorprendidos para ver a la chica conteniendo las lágrimas.
Oh, rayos.
—Will—Jed fue el primero en saltar de la mesada para ir hasta la peliplateada, Eric lo siguió.
—Pequeña...—Eric intentó limpiarle las lagrimas del rostro. Pero la chica empujó su mano lejos secándose los ojos con rabia por su falta de temperamento.—Will, no importa si peleamos, siempre estaremos para ti.
—Cierto.—Añadió Jed con preocupación arodillándose del otro lado.—Ey, tonta, te amamos, eres nuestra chica gotica que caga murciélagos . ¿Quien podría odiarnos como tu?
—Idiota.—Will sorbió por la nariz pero les sonrió.—los extraño, desde que intentan evitarse ya casi no pasamos tiempo juntos, yo... los necesito a ambos.
—Oh Willi, yo lo siento.—Dijo Eric Acuclillándose entre las piernas de la muchacha para obligarla a que lo vea a la cara. —Prometo que no volveré a dejar que te salpique nuestra mierda.
—¿Abrazo?—Preguntó la chica.
Eric y Jed se observaron como midiéndose al final el pelilargo abrió sus brazos uno extendido en la dirección de cada uno de sus amigos. Will fue la primera en acurrucarse en el pecho del pelilargo, arrastrando al reacio y espinoso rubio Jones con ella.
—los amo, chicos—Dijo Eric con calma estrechándolos a ambos en un medio abrazo.
—yo también maricas.—Añadió Will en un tono sospechosamente agudo y el silencio se extendió en la cocina.
Hubo un carraspeo.
—okey esta posición es bastante incómoda deberíamos movernos.—Dijo Jed ganándose un codazo de parte de sus dos mejores amigos.—Ey, de acuerdo. Lo siento. También los quiero. Ya, pero en serio me duelen las rodillas.
Willow rodó los ojos y Eric se rió rodando hasta recostarse en el suelo con la vista en el techo como cuando eran niños. Willow lo imitó y Jed se recostó del otro lado de la muchacha.
—Ahora en serio ¿Qué tan llena de mierda están sus vidas?
Aqui otro cap! se que no les agrada Jed pero... en fin qué les ha parecido?
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