🖤45🖤
Hola mis amores! como estan? Esta semana estoy con exámenes así que habrá un solo cap, pero para compensar es de los largos. Espero que lo disfruten besotes.
CAPÍTULO 45
- Suka (puta) - Le dijo Oliver en tono de "Te lo dije".
Eric alzó su mano con la mandíbula apretada y lo detuvo. - Saquen a ese tipo de mi bar y haz que me traigan a Jesse.
- Eric...
- Basta - Lo interrumpió. No tenía ganas de oír sus argumentos contra su esposo. Llevaba el tiempo suficiente escuchándolos para sabérselos de memoria y oh dios, estaba tan molesto en ese momento que no quería escuchar a Oliver y su complejo de mamá gallina... Eric sentía su mandíbula adormecida de tanto apretar los dientes, molesto se dirigió hasta la oficina de administración, no estaba de humor para seguir escuchando la alegre música de mierda que pasaba el DJ de turno.
Oliver lo siguió no dispuesto a obedecerlo, vamos, apenas consiguió pasar el umbral cuando la mano del chofer lo tomó por el codo deteniéndolo en su camino.
Su "oficina" quedaba en ese mismo piso separada por un oscuro pasillo señalado con un cartel que ponía "solo personal" Podía decirse que esa era realmente su oficina, a diferencia de la de su abuelo en la mansión de la familia, esta estaba decorada con un sencillo estilo nórdico que él mismo había elegido, vamos, Eric siempre había odiado el estilo barroco y presuntuoso.
Toda la decoración que había elegido estaba despojada de excesos, un cómodo sillón blanco en medio coronaba la sala y al fondo un poco más alejado contra el ventanal había un escritorio con varias pantallas que le permitían ver qué pasaba en cada piso de su bar. Funcional y simple.
Pasó sus ojos por la pared de roca gris detrás de los sillones dando con un cuadro que había colgado allí hacía lo que parecía un siglo.
Okey, tal vez no tan libre de mierda superficial.
"El jardín de las delicias" una preciosa obra de arte oculta del mundo. Eric se lo había comprado a un traficante de Arte en el mercado negro. Sí...había despilfarrado varios millones con lo de Jed casándose con otro, comprarse una obra del Bosco en el mercado negro había sido una de las cosas menos estúpidas que había hecho por entonces.
Joder...
9 meses después viendo ese desperdicio colgado de su pared se preguntaba qué demonios había pasado por su cabeza en ese momento.
Pensabas volártela.
Cierto, en ese momento le había parecido buena idea gastarse todo su dinero en caprichos estúpidos. Ese cuadro solo era un recordatorio de lo idiota que podía ser cuando se enamoraba.
Sentimental y patético...
Eric quiso reírse, dios estaba tan jodido.
-¡Eric!
-Te di una orden Oliver. -Gruñó rodando el escritorio para llegar hasta las pantallas que daban al piso inferior y como el buen masoquista que era buscó a Jesse en ellas.
Se llevó la mano a la boca en un gesto de frustración, joder, No era más que un patético intento de líder incapaz de poner nada en orden, demasiado blando, inestable y enamoradizo. él sabía que lo estaba cagando todo y contra todo, no podía dejar de pensar en un policía estúpido que parecía estar muy entretenido frotándose por otro hombre en ese momento.
- No te llamé para que corrieras detrás de él. Ni siquiera le importas, déjalo ir.
-No puedo. -Gruñó agarrándose la cabeza.
No podía, maldita sea. ¿Por qué solo no podía dejarlo ir?
- Es solo un chico ordinario. Está a gusto con el otro policía. Un detective - Dijo indicando una de las pantallas de la cámara de seguridad.
- Oliver... -Le dijo en tono de advertencia desviando la vista de la imagen de Jesse y el otro tipo. No quería escuchar los argumentos de Oliver.
- No confío en él. No confío. Eric. ¡Él está detrás de ti! No puedes enamorarte de tu enemigo. -Tarde, susurró su conciencia. Eric soltó un gruñido molesto. - Necesitabas quitarte al señorito Jones de la cabeza y lo hiciste. Ya te divertiste, ya estuvo bien. Deja de correr tras tu desgracia.
-Cállate Oliver. - No quería entrar en razón, dios, lo que sentía por Jesse era todo lo irracional que podía ser un sentimiento, intentar racionalizarlo lo hacía darse cuenta de lo estúpido que era. Sabía que el hombre mayor frente a él tenía razón.
- No. - Oliver lo interrumpió. -17 de septiembre, cárcel del condado de Cook ¿lo olvidas? James Roger. ¿No te resulta familiar? Su cara. ¿Ese cabello? Un padre policía muerto en la cárcel. Dime que no ataste cabos hace meses y no te creeré ¿Cuánto tiempo crees que tarde en descubrir que tu mataste a su padre?
Eric desvió la vista.-Eso no pasara. No dejaré que pase.
-Pasará, ¿Ese hombre que está con él? es Nick Abrams, sabes quién es. Lo estuvo frecuentando las ultimas semana. Lo sabes. Ambos estuvieron con Goldaman, ¿Cuánto tardará en atar cabos? Todo se está cerrando Eric, y tú no eres estúpido. Solo no quieres ver. ¿Qué crees que hará cuando lo descubra? - Oliver no esperó a que conteste. Eric no tenía una respuesta a esa pregunta y la que rondaba al fondo de su cabeza no era una que quisiera darle- Te diré que no hará, no se quedará contigo.
- No lo conoces....
- Tú tampoco. Es solo un chico que conociste una noche. ¿Realmente crees que todo fue una maldita coincidencia? - Eric apretó de nuevo su mandíbula hasta que sus dientes dolieron, esa idea había pasado por su cabeza un par de veces. No, Jesse no...-Apenas sepa quién eres te traicionará. Si es que ya no lo sabe. Ahora mismo puede estar jugando contigo. Puede que todo sea una mentira y tu lo sabes. Arriesgas a los tuyos, tu sangre...Si él te traiciona ¿Qué harás?
-Él no lo hará, el me...-Me ama, pensó Eric ¿Lo hacía? ¿Y si Oliver tenía razón en eso? Eric bajó su cabeza un momento con sus puños apretados en lo que parecía una lucha interna, una respiración profunda después alzó la vista sosteniendo la mirada del chofer y con seriedad añadió -y si lo hace, lo mataré. Sabes que puedo hacerlo Ollie. Confía en mí.
Oliver confiaba en que Eric pudiera compartimentalizar sus emociones lo suficiente para cumplir sus palabras. En lo que no confiaba era en el coste que representaría para el pelilargo hacerlo. el chofer lo conocía, su chico estaba enamorado de ese muchacho ¿Cuánto tendría Eric que matar de sí mismo si se daba el caso y debiera matar al policía? Oliver lo estudió por un momento. La determinación estaba escrita en cada una de las facciones del pelilargo, frente a él estaba el Vory, el hijo de Caín que lo observaba por debajo de sus pestañas con aquella manera de mirar tan típica de él en la que alzaba la vista sin levantar el rostro como si estuviera espiándote con sus ojos aguzados. Oliver conocía esa mirada y siempre vaticinaba peligro, bajó la vista.
-Como usted diga, jefe. -Murmuró antes de retirarse.
Por el bien de todos esperaba que el policía no fuera lo suficientemente idiota como para despertar el lado sanguinario de Eric. Oliver había sido testigo de él solo un par de veces en su vida y podía asegurar que no era algo bueno de ver.
***
Jesse sintió su hombro siendo tirado en un movimiento que nada tenía que ver con las personas bailando a su alrededor. Una rápida mirada le bastó para descubrir que su compañero estaba siendo tirado en dirección opuesta. Jesse alzó las manos en son de paz al segurata que lo estaba arrastrando fuera de la pista.
-Tranquilo amigo. -Dijo al tipo intentando dialogar. -Oye, pagué mi entrada, no hice nada malo.
El fornido hombre lo ignoró sacándolo fuera de la pista ¿Qué demonios? Jesse intentó soltarse y el tipo lo apretó más fuerte en su agarre empujándolo en una dirección que nada tenía que ver con la salida de la discoteca.
Jesse se tensó.
-Puedo caminar solo, oye, espera. -Le dijo siguiéndolo por la oscura escalera donde una pequeña hilera de luces iluminaba los escalones que daban al siguiente nivel ¿Por qué demonios lo estaban llevando al piso V.I.P? otro empujón y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no tropezar entre los cuerpos de la crema y Nata de chicago frotándose en el piso más exclusivo. -Mira, creo que tienes al tipo equivocado, de verdad tengo que volver con mi amigo...
El guardia que claramente lo escuchaba decidió ignorarlo y dándole un tirón más fuerte en su fierro agarre lo arrastró a una puerta oscura a un costado sin ningún tipo de señalización que se perdida por completo entre la oscuridad y la pared. Claramente estaba diseñada para pasar desapercibida.
El pulso de Jesse se disparó en cuanto el hombre la abrió empujándolo dentro. Jesse se encontró a si mismo en otro oscuro pasillo, tragó duro soltándose del agarre del tipo y dio un paso atrás escaneando rápidamente el sitio en busca de salida. No la había, o al menos no a la vista. Vamos, el pasillo oscuro parecía interminable, y la única salida a la visibld era la que se encontraba ahora detrás de la espalda del segurata.
-No quieres hacer esto, déjame salir y me iré a casa, no traeré problemas. Soy inofensivo. -Alzó las manos.
El hombre volvió a avanzar sobre él y Jesse dio otro paso atrás tirando de la cadena de su cuello donde tenía colgada su placa dejándola en su mano.
-Policía de chicago, de verdad no quieres tocarme. -Le advirtió.
Contra todo pronóstico el rostro del tipo de seguridad se llenó de marcas de ira, de acuerdo, tal vez mostrar su placa no había sido la mejor idea de todas.
Sintió como todos los músculos de su cuerpo se tensaban, la adrenalina golpeando en su cabeza preparándose para un combate cuerpo a cuerpo regalándole un cosquilleo anticipatorio y entonces el tipo estaba sobre él.
Jesse fue empujado contra una de las paredes, su espalda chocando rudamente con el concreto lo hizo soltar un gruñido. Oh carajo, el tipo era claramente más fuerte que él y con la habilidad de un luchador de MMA. Sintió un puñetazo yendo directo a su cara y lo esquivó devolviéndole un puñetazo en las costillas que apenas si le hizo mella. Mierda, al menos le dio la apertura necesaria para escapar de su agarre, Jesse miró a los lados evaluando sus posibilidades y se lanzó en dirección a la puerta por la que habían ingresado intentando correr a la salida, pero antes de que lo consiguiera el hombre se recuperó volviendo tras él y lo tomó por el cuello en una prensa asfixiante, Jesse bajó su barbilla intentando crear espacio entre las manos del hombre y su cuello, sus pulmones no tardaron en arder, su cuerpo aflojando ligeramente por la falta de aire. Al carajo, llevó sus dedos a la cara del hombre hundiéndose cruelmente en sus ojos hasta que con satisfacción oyó un chillido adolorido escapar de su garganta, el tipo dio un paso atrás soltando su cuello, jesse aprovechó de lanzarle una patada posterior en las costillas consiguiendo que el hombre se alejara un par de pasos de él, se giró dándole cara al hombre y aún con el aire luchando por entrar en sus pulmones de nuevo volvió a encestar otra patada frontal mucho más poderosa en el centro del pecho empujándolo hacia la oscuridad del interminable pasillo. Jesse avanzó no dispuesto a darle una segunda oportunidad. El tipo de seguridad dudó al ver al rubio lanzarse sobre él, dándole el tiempo suficiente para que Jesse pudiera adelantarse al puñetazo que malamente intentó dirigir en su dirección, aturdido y con los ojos irritados no vio el momento en el que el rubio atrapó su brazo girando por detrás de su espalda hasta oír el crack del hueso, el hombre gritó como animal furioso intentando atraparlo con su otra mano, jesse lo pateó en la parte posterior de sus rodillas y cuando estuvo en el suelo lo terminó con una patada en el rostro dejándolo inconsciente.
Carajo. Dio un paso atrás alejándose del hombre por si acaso.
Nop, claramente no iba a levantarse.
El aire en sus pulmones aun quemaba intentando recuperar el aliento, la adrenalina del triunfo hormigueando en cada célula de su cuerpo. Se sentía tan... excitado. Observó al hombre a sus pies, o dios, el tipo sangraba desmayado con su brazo en un ángulo antinatural. diablos. Miró sus manos, sus nudillos estaban sangrando también.
Eso fue...
-Cruel - Jesse alzó la vista, sus manos haciéndose puños listo para atacar una segunda vez al nuevo intruso. Su pierna fue hacia atrás buscando el equilibrio en una posición defensiva. Entonces reconoció la figura recortada entre la oscuridad al final del pasillo.
- ¿Eric?
El pelilargo lo observaba con su cola de caballo medio floja de un día largo, sus ojos agatunados fueron al hombre a los pies de Jesse - E innecesario - Comentó tranquilamente. Jesse escaneó a los lados revisando el perímetro y volvió a Eric. Por detrás del castaño parecía no haber nada más que la pura y negra oscuridad del interminable pasillo. ¿De dónde venía Eric?
- ¿Qué-Qué haces aquí? -Preguntó parpadeando hacia el castaño intentando aclararse.
- El bar es mío. Y acabas de romperle el brazo a uno de mis empleados en medio de un turno, Jess, eso me saldrá bastante caro.
- yo... - Jesse miró al hombre en el suelo - Él me atacó...
- Él ya estaba reducido mi ángel, no tenías porqué romperle el brazo.
Jesse sintió la culpa y la vergüenza golpeándolo como una bofetada. Oh... Eric tenía razón, masajeó su cuello inconscientemente removiéndose incómodo en su sitio. Solo había sido... Él no había querido...Mierda, apretó sus puños sintiendo la vergonzosa emoción vibrando en todas sus células.
Eric alzó una de sus cejas en una pregunta silenciosa y antes de que Jesse pudiera contestar se acercó hasta el hombre acuclillándose a su lado para checar su estado.
- ¿El...? - Carraspeó Jesse. Eric alzó la vista observándolo por debajo de sus pestañas, Dios ¿en serio? Jesse en ese momento lucía todo mejillas rojas, preocupado e inocente. Sus rosados labios atrapados entre sus dientes, volviéndose purpuras. - ¿Él, él está bien?
- Lo estará - Asintió luego alzó la vista más allá de Jesse. - Llévatelo.
Jesse se giró siguiendo la vista de Eric hasta la puerta por la que habían ingresado para dar con Oliver. Eric y el Chofer parecieron discutir en silencio por un momento, al final el hombre dijo algo en Ruso que Eric contestó con la misma seriedad. Jesse quería preguntar que demonios estaba pasando, pero la mirada de Oliver sobre él lo hizo cerrar la boca. Que si las miradas mataran, Jesse estaba seguro de que Oliver hubiera acabado con él hace meses. Vio como Eric se apartaba y Oliver tras sacarse un radio del cinturón llamó a otros dos hombres que lo ayudaron a llevarse al caído.
Okey...
Jesse pestañeó acostumbrándose a la penumbra y volvió sus ojos a Eric.
- Ven aquí, mi ángel. - Eric esperó a que solo fueran ellos en el pasillo para tirar de su muñeca.
- Espera - No podía pretender que solo se dejara arrastrar sin explicaciones. Jesse intentó soltarse del agarre de Eric, pero antes de que consiguiera ir contra él, Eric fluyó lejos de su alcance. Literalmente, su movimiento ligero, como si bailara, Diablos, Jesse nunca había visto a alguien moverse con tanta precisión y suavidad, antes de ser del todo consciente se encontró a si mismo aterrizando sobre el suelo frente a Eric. El pelilargo lo había hecho rodar sobre su cadera en un solo movimiento dejándolo caer con tanta amabilidad que ni siquiera sintió el impacto. Su técnica impecable.
¿Qué demonios? Jesse pestañó observando con sorpresa al hombre que se alzaba sobre él. ¿Co-como?
-Puede que le hayas dado una paliza a mi guardia pero nunca intentes ir contra mí. - Le advirtió Eric dejando ir el brazo de Jesse para no hacerle daño. -No vas a poder conmigo.
Oh...
En un rápido movimiento Jesse intentó tumbarlo, pero Eric en vez de resistirse, se dejó ir usando su propio peso para arrastrarlo debajo de él. Lo sujetó de espaldas al suelo y de cara a él tomando el brazo de Jesse bajo su axila izquierda mientras rodeaba con su otro brazo el cuello del poli utilizando su cuerpo para hacer presión y sujetarlo en el suelo asegurándose de que Jesse no pudiera llegar a él con sus piernas.
-Ríndete Jess -Le dijo lanzando su aliento al rostro del rubio, joder el perfume afrutado del cabello de Eric le llegó como una bofetada. Contra su propia voluntad sus pulmones aspiraron profundo llenándose de ese aroma embriagador. Eric le sonrió engreído al darse cuenta de lo que el rubio acababa de hacer. - Yo también te extrañé.
Jesse se ruborizó al verse descubierto, sus mejillas se tornaron aun más rojas antes de que intentara soltarse una segunda vez. Forcejearon un momento en el suelo, Por mucho que Jesse intentara soltarse bastaba un poco de presión por parte de Eric para mantenerlo por completo inmovilizado. Cabrón, Eric se estaba divirtiendo con eso, Frustrado el rubio se resignó a que no había manera de salirse de la toma que no fuera rindiéndose, relajó su cuerpo frunciendo el ceño hacia Eric con una mirada acusadora. Su corazón latiendo a mil por horas le decía que parte de él, una pequeñita, estaba odiando al castaño en ese momento. Porque malditamente, Jesse odiaba perder.
- Sabes pelear. - Se quejó Jesse como acusación, en ese momento parecía un pequeño caprichoso.
- Se defenderme. - Lo corrigió suavizando su agarre. El pecho de Jesse se elevaba agitado por el esfuerzo. Sus ojos se encontraron, de pronto siendo consciente de lo cerca que estaban sus rostros en ese momento.
- ¿Eres algo así como un profesional? - Preguntó Jesse incorporándose sobre su codo, su camisa se había arruinado por tanto forcejeo dejando a la vista parte de su hombro.
- Mi abuelo amaba todos los tipos de deporte de contacto. "Deportes de hombre" Como si pasarme horas metiéndome mano con otro montón de tipos iba a hacerme menos gay. - Se encogió de hombros y acarició la piel expuesta de Jesse con pereza - Creo que no lo pensó mucho realmente.
Siguió con sus dedos acariciando la piel de Jesse bajando por sus brazos, Eric frunció el ceño al ver las manos de Jesse, el rubio las abrió y las cerró probando cuan adoloridas estaban.
- Te hiciste daño -Dijo distrayéndose el tiempo suficiente para que Jesse se moviera, tomando las caderas del pelilargo con sus piernas. Los hizo girar quedando sobre Eric con tanta rapidez que Eric apenas si fue consciente del momento en el que Jesse sacó su arma y le apuntó a la cabeza.
Okey eso no se lo había esperado.
Eric alzó las manos en rendición a los lados de la cabeza. - Juegas sucio, eso no lo aprendiste en la escuela de policías ¿o no?
- Cuando papá fue a la cárcel, mamá tuvo que salir a trabajar, no había terminado su carrera, se había ido a vivir con papá después de tenerme. Sin papá en la ecuación tuvo que volver al puto de partida, ya sabes terminar su carrera para mantenernos, tuvimos que mudarnos varias veces mientras se sacaba el título, terminé en un colegio de mierda, era el único chico blanco en una escuela de negros con un padre policía. La mayoría de mis compañeros me odiaban por blanco o por mi padre. - Se encogió de hombros manteniendo el arma sujeta con ambas manos frente a Eric - Aprendí a defenderme. - Admitió devolviéndole las palabras de Eric.
Eric sonrió de lado. Así estaban, su bonita estrellita sobre sus caderas con sus manos aferradas al arma que tenía apuntada a su cabeza, Dios, Eric quería reírse por lo ridículo de la situación ¿Podría el poli idiota podía enterrarle una bala en la cabeza? contra todo, Eric no tenía sangre en el cerebro para preocuparse por ello, su polla dura debajo de Jesse no parecía muy preocupada por ese pensamiento. Sus ojos viajaron a la mano de Jesse, el agarre firme sobre el arma. No era tan inútil el polí después de todo. Eric alzó la vista sin elevar el rostro lo que hacía que sus ojos se aguzaran viéndolo por debajo de sus pestañas, sus miradas desafiándose el uno al otro. Un segundo antes de que Eric se moviera Jesse lo detuvo adelantándose a sus movimientos.
-No - Le advirtió el poli sacándole el seguro.
- De acuerdo, tu gana. - Se rindió Eric, dejándose caer por fin.
Jesse inclinó su rostro hacia un costado como un cachorro, sus rizos rubios rebotaron y sonrió con esa mueca inocente que a Eric le provocaba hacerle todo tipo de perversiones. Sintió su boca secarse con la sola visión de Jesse, bizarro y hermoso. Bajó la vista a la bragueta del rubio donde una clara erección se marcaba en los ajustados pantalones. Joder, no era el único duro en ese momento, algo estaba definitivamente muy mal con ellos dos - ¿Que harás ahora conmigo, Jess?
***
bueno, que les ha parecido? jijiji que piensan de estos dos locos?
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