🖤40🖤
Hola mis amores, nuevo cap. Si solo uno 😣 pero espero lo disfruten. Los amodoro.
Jesse observó al otro lado de la calle y jugueteó con su placa. No. No debería estar ahí pero según había conseguido averiguar gracias a Ben, el chico Goldman se había negado a hablar con nadie que no fuera “Blondie"
Apretó el chocolate en su chaqueta y se bajó del coche.
En la entrada del recinto tuvo que dejar su placa y su arma. Ese día frente a las puertas de la correccional de menores de ilinois llegaba como visitante.
Sintió su estómago revolverse por los recuerdos. Todos los centros penitenciarios eran más o menos igual de deprimentes aunque esté lucía bastante como la preparatoria a la que había ido en su adolescencia.
Alzó la vista a la cerca electrificada.
Sí, eso no estaba, probablemente, en su antiguo colegio.
El hombre de la puerta le abrió el portón y tras registrar su nombre uno de los penitenciarios lo acompaño hasta el a salón de visitas. Habia visto varios lugares como esos a lo largo de los años. Pequeñas mesas con dos sillas una a cada lado y varios guardias apostados cerca de las puertas y los reclusos más peligrosos.
Goldman estaba cerca de una esquina, sus manos y pies aun atadas con esposas. Jesse caminó en su dirección sintiéndose ligeramente inquieto por las miradas puestas en él.
—¿y su compañero? —preguntó el chico apenas lo vio llegar adoptando una postura un poco más cómoda.
—no pudo venir hoy. —Respondió Jesse dejando el chocolate sobre la mesa, lo habían abierto y comprobado poco antes de dejarlo pasar con él, pero a Ian no pareció importarle.
—Si, oí que es bastante difícil volver desde el más allá. —Soltó como si tal cosa revisando su botín. Los ojos de Jesse se abrieron como platos y el chico se carcajeo—¿No te dijeron que aquí uno se entera de tod?
—Oi algo.
—y viniste porque quieres oir algo más. —Afirmó Ian ofreciéndole el chicolate. Jesse negó con la cabeza —insisto.
—no voy a envenenarte. No vine hasta aquí para eso.
El chico Goldman sacudió el chocolate en dirección al poli como toda respuesta. Tras un suspiro Jesse cortó un trozo y se lo llevó a la boca mostrándolecomo lo masticaba y tragaba. Ian sonrió y lo imitó.
—Lo prefiero con avellanas.
—lo tendré en cuenta para la próxima. —le dijo con una nota de sarcasmo que Ian ignoró.
—Eso espero Blondie. —El chico se inclinó sobre la mesa y aguzó ligeramente sus ojos en una postura confidente. —¿Entonces que quieres?
—Tu fuiste el que dijo que solo quería hablar conmigo ¿Por qué?
—me gustan los rubios. —Se encogió de hombros soltando una risa cuando el poli se ruborizó. – aquí no hay mucho para elegir. Hombres bien parecidos, con placas brillantes y caderas estrechas que regalan chocolates no se ven seguido. Ya habrás oído que por aquí no son muy gentiles.
—Sabes que la oferta sigue en pie, podrías salir de aquí…—Ian negó—¿por que no te niegas tanto a ayudarnos? No pareces…
—¿un delincuente Blondie? No todos los criminales son brutos con vidas de mierda llena de pobreza, algunos solo tuvieron vidas de mierda ya sabes…—Se encogió de hombros y volvió a clavar sus ojos en jesse, habia algo familiar en la forma de sus ojos oscuros que lo hizo estremecerse—Papá murió, lo acusaron de cosas malas antes de eso. Era mi héroe ¿sabes? Un buen hombre, pero por lo visto no tan bueno, al menos nosotros no lo sabíamos—Ian le dio otro mordisco a su chocolate —mamá era muy joven, acostumbrada a ser solo esposa se puso a trabajar pero no era suficiente, faltaba dinero, yo era todo lo que teníamos, era el hombre, quería ayudar ¿alguna vez quisiste tanto ayudar a alguien al punto de sentirte inútil si no lo hacías—Jesse lo había hecho, de hecho se le hacía demasiado fácil comprender el sentimiento— Necesitaba hacer algo por Tyler, era muy pequeño para pasar hambre, solo un bebé…
—¿Tyler? —Jesse no habia oído nunca antes la mención de ese nombre.
—mi hermano pequeño Blondie, entonces llega este hombre con posibilidades de darte dinero con un click. Fue sumar dos más dos, la vida Blondie nos hace hacer muchas cosas.
—Tenías talento. Pudiste invertirlo en cosas buenas, no siempre tienes que elegir el camino ilegal. —se quejó Jesse. No le parecía suficiente excusa, el había estado en carne propia de ese lado. Podia decir con seguridad que había opciones.
—¿Tienes hermanos? —preguntó Ian interrumpiendo su línea de pensamientos . Jesse pensó en Max—¿Qué no harías por él, Blondie? —Susurró el chico.
No había nada que Jesse no hiciera por Max. Como si pudiera adivinar su repuesta el chico sonrió.
—Tarde o temprano todos terminan siendo prostitutos del sistema. Solo que para que los buenos me dieran trabajo tenía que esperar años. Ellos no me vieron hasta que no fui una amenaza para su bendito sistema y yo no tenía años Blondie, pero si tenía la oportunidad de ayudar a mi familia. Hice lo que tenía que hacer. Lo haría de nuevo. Además—Ian desvió la vista hasta uno de los reclusos con peor pinta—si sabes elegir a quien entregarle la roseta puedes conseguir que no te lastimen tanto aquí dentro. Hasta podré hacer que parezca un día de playa cuando se lo cuente a Tyler, pero sabes lo que pasaría si alguno de mis compañeros supiera siquiera que— bajó la voz hasta hacerla una octava más suave—Recibo visitas de un poli? No volvería a ver a mi familia y ni hablar de los rusos Blondie. Tu sabes cómo arreglan las cosas, si solo sospecharan que la idea pasa por mi cabeza. —Ian negó. —Estas solo Blondie, al final del día todos lo estamos.
Jesse sintió su boca seca, era demasiado fácil entender las razones del chico.
—puedo protegerte. — murmuró aunque sonó bastante inseguro.
—¿Puedes?
—hay programas…Protección de testigos, si colaboras…
—No lo creo Blondie, tal vez—Volvió a negar —ya hablamos mucho de mi ¿que hay de ti? Recuerdo que tenías un lindo esposo —Jesse bajó la vista a su mano izquierda jugando inconscientemente con su alianza—¿ya dejaron de jugar al gato y al ratón?
—¿De que…?
—oh aún lo hacen…—Ian le lanzó una última sonrisa antes de que una timbre sonara como si lo hubiera estado esperando. —esa es mi señal, ya nos vemos Blondie y recuerda, avellanas.
***
Cuando jesse volvió al coche una hora más tarde se sintió simplemente confundido. No había sacado nada en claro. Salvo que quería chocolate con avellanas, vamos, no había dicho mucho pero si algo podía asegurar Jesse era que quería ayudarlo. Dios, era apenas un niño.
No entendía como demonio las cosas podían conectarse con ese chico y liu cong se había llevado esa información a la tumba. Sí. Era un Haker. Uno muy bueno que había trabajado para los rusos pero más allá de eso la conexión se cortaba o eso creía, eso había dicho Liu, si es que había dicho todo.
No entendía por que Nick Abrams parecía haberse obsesionado con el chico, habia averiguado que le habia hecho más de 18 visitas en las cuales el chico Goldman no había abierto la boca ni una sola vez. Internamente se sintió un poco irracionalmente alegre por eso, sí, el que el chico no estuviera dispuesto a colaborar no era buena noticia. Pero el que lo eligiera a él, de todos, para hablar, lo hacía sentir ligeramente especial. Él podía hacer algo que el detective no. Aunque no estuviera muy seguro de cuanto ayudara hablar con el chico.
Suspiró y sacó su móvil, para su sorpresa tenía unas 20 llamadas perdidas de un número desconocido. Jesse pensó por un momento en no contestar pero cuando estuvo de nuevo en casa con la portátil en su regazo intentando atar cabos cobre lo que sabía, El telefono volvió a sonar con el mismo numero. La curiosidad gano y tuvo que responder.
—Jess…
Jesse no tardó ni dos segundos en reconocer la voz al otro lado de la línea. Apartó de nuevo el móvil curioso. Definitivamente el número era desconocido.
—¿Eric?
—oh, Jess creí que no me atenderías nunca.
—este no es tu número Eric.
—Lo sé , Max aún tiene mi teléfono, Jess. Este es uno desechable.
—lo siento. No lo sabía, te lo devolveré en cuanto…
—no llamé por eso Jess, no me importa el teléfono.
—¿que quieres?
—escucharte—dijo Eric con la voz más pastosa de lo normal y a eso le siguió un eructo.
—¿Estas borracho?
—no. No lo sé.
—oh… sí lo estás.
Eric no lo negó.
—solo déjame escucharte por favor Jess.
—Vete a la cama Eric, necesitas descansar y por favor deja de beber.
—¡No! Por favor… Jesse no me cortes.
—Eric…—Jesse se mordió el labio inferior inseguro.
—¿Que has visto hoy en la tele? —lo interrumpió Eric—¿sabes? Estuve buscando uno de esos Realitys de mierda que tanto te gustan, últimamente los miro con la esperanza de que tu también los estés viendo. Así siento que estamos más cerca, dicho en voz alta suena bastante estúpido. Como eso de mirar las estrellas a la vez y estar conectados, dios. Me estoy volviendo patético —Jesse no pudo evitar sonreír al escucharlo, Jesse sabía lo mucho que Eric odiaba esos programas—el punto, el punto es…haciendo zapping encontré un capítulo de Pokémon. Me lo quedé viendo. ¿Sabes? Cuando era niño quería ser un Pokémon, no un entrenador pokémon, yo jugaba a qué era Bulbasaur.
—¿en serio bulbasaur ? —jesse se acomodó en la cama entre los almohadones. Okey una pequeña charla nocturna con un Eric borracho no mataba a nadie ¿no?
—¿crees que era una mala elección?
—creo que hay mejores.
Eric lo pensó un momento. Jesse podía sentirlo respirar al otro lado y cerró los ojos. Maldita sea, Jesse no se habia dado cuenta hasta el momento de lo mucho que lo echaba de menos.
—me gustaba las hojas navajas y los látigos cepas. ¿Te imaginas lo práctico que seria tenerlos?
—supongo que podrías alcanzar cualquier cosa con ellos.
—me bastaría con poder alcanzarte ahora mismo.
Jesse apartó un momento el móvil y lo apretó contra su pecho intentando contener sus emociones. Diablos. Eric borracho era malo para su corazón. Eric era malo para su corazón, que con todo lo seguía extrañando horrores y sus palabras bonitas no ayudaban. Contó hasta cinco y cuando estuvo seguro de no flanquear acercó de nuevo su móvil a la oreja.
—no creo que sea posible aunque fueras bulbasaur
—¿Por qué? nunca dijeron si habia un límite en cuanto podría estirarse las lianas.
—¿crees que no llamaría la atención una planta recorriendo toda la ciudad desde tu casa a la mia? Es poco discreto.
—creo que no me importaría Jess, no me importaría si con eso puedo tocarte. Te extraño tanto mi angel…
—Eric…—Jesse suspiró.
—No lo besé Jess. No quiero besar a nadie que no seas tu.
Jesse apretó sus labios en una mueca para no contestar. La línea quedo muda por un momento. Hasta que se oyó como alguien tropezaba y soltaba una maldición.
—Eric ¿estas bien?
—No. —La voz de Eric sonó tan temblorosa que casi podía jurar que estaba al borde del llanto. Aquello no podía ser solo por la pelea entre ellos.
—¿Qué pasó Eric?
—Ja, ¿por donde empiezo? Es una larga historia Jess, todo es tan largo y complicado. Todo es una mierda.
—No estoy yendo a ningún Lado.
—Tu no, pero ella si
—¿Ella?
—mi mamá, Jess, ella siempre decía que si era un bulbasaur sería el más poderoso de todos. Probablemente no tenía la menor idea de lo que era un Bulbasur pero Creía en mí como solo las madres lo hacen. Cuando no estaba colocada al menos. Era una madre de mierda jess pero intentó protegerme.
—Eric ¿tu mamá esta bien?
—no lo sé Jess, llevo días sin saber de ella. Tuve que mandarla lejos, hubo un contratiempo, nadie sabe nada de ella. Todo esta mal ahora mismo Jess. lo jodí todo. Anton está muerto, probablemente fue mi culpa y Tatiana, dios su bebé también y Val también. Les fallé, tenía que protegerlos. Doy pena Jesz. Solo tomo malas decisiones. Todos están furiosos conmigo, no puedo estar en todo, yo no soy el abuelo, mamá se equivocó conmigo, no puedo hacerlo, el viejo era un maldito Jess. Yo ni siquiera quería esto…
—Eric—Jesse se sentó en la cama ¿Cuántos Anton podían haber muerto en esa semana que tuvieran una esposa Tatiana? —¿estás hablando de kravet?
—¿kravets?-Repitió Eric un poco atontado.
—acabas de mencionar al ucraniano kravet.
—no es ucraniano Jess, todos creen que lo es, en realidad es polaco. Lo unico que tiene de ucraniano es el apellido pero no se lo digas, no le gusta que se lo recuerden…
Jesse pestañeó ¿cómo?...
—Eric …¿por qué tenías que proteger a un criminal Eric?
— es familia Jess.
Jesse se quedó con la boca abierta mirando el móvil que sujetaba en sus manos temblorosas, Eric… como….? segundos después el ruido del agua siendo movida de forma violenta al otro lado de la línea lo trajo de nuevo a la tierra.
—Eric. —Gimió con la voz atascada en su garganta.
Eric no volvió a contestar.
Okey eric es como el peor villano del mundo 🤣🤣🤣🤣😂
En fin los amodoro.
¿Que les ha parecido?
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