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CAPÍTULO 33


Estúpido policía.

Eric soltó un gruñido en la parte posterior de su garganta mientras sus rodillas golpeaban el suelo.

Sus manos fueron de la cintura del rubio hasta sus caderas arrancando la toalla que lo cubría para dejar a la vista su polla.

Maldita sea, una parte del pelilargo odiaba al policía por la marea de sentimiento incontrolables que le despertaba últimamente.

La manera en la que se juraba que iba hacer algo y acababa haciendo todo lo contrario solo porque el pequeño apolo soltaba alguna de sus mierdas sin filtro de esa jodida boca que lo desestabilizaban.

Jesse lo desestabilizaba.

Era como un terrorista emocional.

No recordaba cuando había sido la ultima vez que había conseguido concentrarse con su "si mismo" a través de la meditación desde que el rubio había llegado. Y ya que estaban, llevaba meses sin meditar. Ni todos sus años de yoga, meditación y mindfulness habían alcanzado para que se mantuviera centrado.

Apretó sus manos en las caderas de Jesse y lo obligó a separar sus rodillas mientras subía con sus labios por la cara interna de sus muslos dejando besos de boca abierta por todo lo largo de su muslo.

Su lengua picaba por saborearlo. Mierda, mordió molesto la carne tierna cerca de la ingle del rubio. Jesse gimió y de forma automática llevó sus manos al cabello de Eric.

-Mantén las manos en la tina Jess, o te juro que dejaré de tocarte. -Le advirtió Eric.

Jesse se apresuró a apartar las manos de inmediato como si el cabello de Eric fuera lava ardiendo.

Eric no pudo evitar sonreír por eso, por la jodida necesidad del chico.

Quería que se corriera, que lo disfrutara como si fuera su jodido último día en la tierra, después de semejante confesión el corderito merecía una recompensa.

Eric quería dársela.

Quería ver ese rostro sonrojado de ojos vidriosos destrozado por el placer que solo él, y nadie más que él podía darle y su parte egoísta, la parte más primitiva que vivía en su interior se regocijaba por la expectativa de causarle tanto placer que fuera incapaz de satisfacerse por si mismo.

Incapaz de ser satisfecho por otro.

Porque joder, ese chico le pertenecía, su piel le pertenecía, sus orgasmos le pertenecían.

A él, solo y absolutamente a él. Eso era posesivo, una mierda enfermiza de pensamiento, pero no podía evitarlo. De todos los pensamientos intrusivos de su cabeza, los que giraban en torno a Jess eran los que coronaban su lista 24 hs. Literalmente lo había hecho rastrear como un maniático cuando pasó media hora de la cena.

Objetivamente hablando él podía entender las palabras de Jed antes de salir corriendo de su vida.

El jodidamente estaba como una puta cabra en el mejor de los casos.

Prestos que últimamente estaba obsesionado con el policía inexperto, y que dulcemente él aceptarba toda su mierda, merecía que le hiciera conocer lo que era una maldita buena mamada después de haberlo dejado jodido y necesitando esa mañana, se sorprendió a si mismo al darse cuenta de lo mucho que QUERÍA hacerlo.

Eric no era de dar mamadas, joder que no, salvo contadas excepciones él era el que las recibía y está ya era la segunda vez que le comía la polla voluntariamente a Jesse.

Eso lo enfurecía un poco, que va, lo estaba volviendo loco.

Eric se inclinó sobre el pene de Jesse sin vueltas, lo tomó con fuerza, duro, relajando su mandíbula y respirando por la nariz mientras se jodía profundo la garganta.

Porque Joder...

¿Cómo demonios no iba a querer chupársela si solo su boca había estado sobre esa polla?

Si solo él había jodido a ese chico de todas las formas que se le habían ocurrido, y se le ocurrían tantas otras...

Eric ronroneo en lo profundo de su garganta de solo pensar en todo lo que quería hacerle al poli.

-Eric- la vibración tuvo a Jesse cerrando sus ojos y apretando con fuerza su mano en la tina, Eric lo observó desde abajo, con el pene del rubio abriendo sus labios, empujó un poco más profundo, lamiendo en los sitios correctos.

La humedad y el calor de la boca de Eric hicieron que Jesse se estremeciera, Eric se apartó esperando a que no se corriera tan pronto. Jesse gimoteó en protesta y su mano reptó hasta el cabello de Eric ganándose una apretón en su rodilla de advertencia.

Se miraron a los ojos, Jesse era todo un precioso desastre sonrojado y la lengua de Eric picaba por seguir chupándolo.

¿Qué demonios tenía ese chico en la piel para que el quisiera comérselo de pies a cabeza?

Sin mediar palabras, Eric volvió al ataque concentrándose en la cabeza de la polla del rubio usando mucha saliva de por medio, como buen hombre que había recibido múltiples mamadas en su vida, sabía que le gustaba, dónde tocar y por sobre todo, que una mamada seca era la peor mierda que podían darte.

Los ruidos húmedos comenzaron a llenar el cuarto como una melodía erótica. Jesse volvió a repetir su nombre con sus preciosos labios rojos de tanto mordisquearselos.

Eric gruñó y volvió a tomarla en profundidad sintiendo como se iba hinchando en su boca mientras se deleitaba saboreándolo las primeras gotas de precum. Los pies desnudos de Jesse se curvaron y sus piernas intentaron cerrarse por instinto.

Eric las tomó por las pantorrillas y las volvió a separar aferrándolo para evitar que el chico retorciéndose se cayera en la bañera mientras lo llevaba a la meta con movimientos rápidos.

-Eric, joder Eric-Jesse se llevó una de sus manos a la boca para morder los gemidos de su garganta, la otra volvió al cabello de Eric, apretando con fuerza en su coronilla .

Esa vez se lo dejó pasar sintiendo como el pene se Jesse empezaba a pulsar en su boca.

Aceleró el ritmo al punto de que estaba siendo descuidado, ahogándose un poco por tragarlo tan profundo como su anatomía se lo permitía.

Eso iba a joderle la garganta en más de un sentido.

Jesse apretó más su agarre sacándole un par de dolorosas exclamaciones que se ahogaron en su pene.

Carajo. Eric gruñó.

Entonces, el chico ahogó un grito mordiendo su propia mano y Eric sintió como comenzaba a descargar en su boca.

Se apartó solo lo suficiente para poder tragarlo con comodidad, chupando cada jodida gota de Jesse mientras el rubio se curvaba hacía adelante como si con cada disparo fueran drenando su energía. Su mano aun seguía aferrada fuerte al cabello de Eric cuando terminó de vaciarse.

Entonces abrió los ojos para ver a Eric soltando su pene.

Todo de pronto se sentía en calma, como si de un segundo a otro el mundo se hubiera detenido y solo estaban sus respiraciones recuperándose y los ojos de Eric que lo observaban con esa mirada de gato casi salvaje.

Carajo.

Jesse ni siquiera pensó en las consecuencias, tiró del cabello de Eric para ponerlo a su altura y lo besó como si toda la energía del mundo acabara de electrocutarlo de un segundo a otro, sus dientes chocaron en medio del beso, jo-jo-joder, sus bocas no se estaban besando, jadeos, ellos se estaban devorando. lengua, dientes y brazos apretados en el cuerpo del otro.

Jesse gruñó en la boca de Eric sintiendo su propio sabor en la lengua de su esposo y no pudo evitarlo, intentó rodearlo con sus piernas para acercarlo más a su cuerpo, pero en la posición en la que estaban no pudo más que apretar sus rodillas a los costados del tronco de Eric.

Entonces se dio cuenta.

Eric seguía arrodillado entre sus piernas.

No solo le había chupado la polla como un jodido campeón experto, Era la primera vez que Eric le daba algo de control en el sexo. Voluntariamente hablando. Vamos, Eric acababa de hacer dos de las cosas que había asegurado no hacer por nadie, y las había hecho por él.

El pecho de Jesse estalló de emoción y no pudo evitar sonreír cuando se apartó para ver al pelilargo que también parecía necesitado de aliento.

-Te arrodillaste- Murmuró Jesse aún en medio de su estupor. Los ojos de Eric bajaron a sus rodillas clavadas en el piso sobre el feo felpudo de baño. Sí, él también estaba sorprendido por eso.-no eres tan rudo después de todo ¿no? Eres como esa clase de personas buenas que intentan parecer malas. Tú intentas parecer rudo.

No, el tonto corderito no había dicho eso.

¿En serio no veía que el era todo lo contrario a eso?

Él se esforzaba duro por parecer bueno.

Él ERA un mal hombre fingiendo ser uno bueno. El maldito villano jodiendose al héroe perfecto.

Enséñale lo bueno que puedes ser, susurró su conciencia.

Eric entrecerró sus ojos hasta que no fueron más que una rendija.
La bestia en su cabeza gruñó por el desafío.

No...

No debía...

Quieres hacerlo.

Oh sí, claro que quería.

Jesse se estremeció viendo como el pelilargo respiraba pesado intentando contenerse, parecía un toro furioso respirando por la nariz.. Después de unos momentos, pareció decidirse que aquello no iba a funcionar para relajarlo y le regaló una sonrisa. Una que distaba mucho de ser amable.

-Joder Jess, solo no puedo contigo. Ya no puedo- Se quejó Eric - No sabes lo difícil que me estas haciendo protegerte de mi mierda. Y tu gritas por que te de la dé, todo el tiempo, todo el jodido tiempo- se puso de pie y tiró de su nuca en un beso apretado antes de empujarlo contra la pared sobre el toallero. -Sujétate.

Ahora si voy a mostrarte lo bueno que puedo ser.

Miró a los lados buscando algo que le sirviera para sus propósitos, una rápida repasada del cuarto de baño bastó para encontrar un par de toallas, tendría que servir con eso.

Dios, ya no podía seguir esperando. Jesse tenía que comprender, tenía que comprender lo que el quería hacerle, lo mucho que lo ponía ser "bueno" con él. Se acercó de nuevo a Jesse y le acercó una de las toallas a la boca.

-¿para que es...? -preguntó Jesse, más curioso que otra cosa.

-Para ahogar tus gritos. Muérdelo -Jesse abrió la boca como si quisiera decir algo pero segundos después pareció arrepentirse y aceptó la tela que Eric le puso en la boca sin rechistar.

Dios, estúpido poli confiado. Debiste preguntar, debiste salir corriendo.

-Quiero jugar un poco contigo Jess, pero si lo sueltas me detendré. Tu eliges cuanto eres capaz de soportar ¿lo entiendes?- Dijo serio, Jesse asintió y se sorprendió por completo cuando Eric besó su mejilla con delicadeza. Entonces susurró: -Si no me detienes a tiempo va dolerte, no seré suave, no voy a cuidarte. Si dices que puedes seguir yo seguiré así te desgarres gritando, seguiré y disfrutaré de eso. Mantente en tus límites y no intentes sobrepasarlos, lo digo en serio.

Y esa promesa hizo que todo el cuerpo de Jesse se tensara expectante mientras se aferraba al toallero.
Segundos después sintió como se alejaba, Eric buscó el móvil de Jesse sobre el inodoro junto a la ropa que había llevado el rubio.

Volvió hasta Jesse y tomando su dedo sin permiso lo hizo apoyarlo en la pantalla de desbloqueo. Segundos después buscó entre las listas de reproducción y la música comenzó a sonar a todo volumen.
Jesse lo miró con curiosidad.

-No queremos que Max escuche la cosas que te va a hacer el hombre malo-le dijo con suavidad dejando una caricia en su trasero. -la vista al frente-añadió.

Eric dio un paso atrás y Jesse pudo sentir como se movía a su espalda pero no podía estar seguro de lo que estaba haciendo. Cerró los ojos, entonces sintió el olor del cuero cerca de su nariz, seguido de una caricia en su mejilla hecha por algo en forma de U.

Jesse se estremeció comprendiendo que ese era el cinturón Armani de Eric doblado por la mitad, el mismo que había rodeado sus caderas minutos atrás.

La boca se le secó.

Joder Jesse comenzaba a entender a qué quería " Jugar" Eric. ¿En serio iban a hacer eso ahora? sintió como el cuero se arrastraba por la curva de su cuello con suavidad y se estremeció.

-No te das una puta mierda de idea de quien soy Jess. De lo que quiero- Susurró Eric como si se tratara de un secreto mientras iba bajando con el cinturón por entre los omoplatos de Jesse, siguió por su columna vertebral y entonces de un movimiento brusco su mano libre fue a enterrarse al cabello del rubio tirando de él hacia atrás para atrás para ver su rostro-Te equivocas tanto conmigo-Le dijo.

Jesse sintió el cinturón rodear su cuerpo hasta alcanzar su vientre. descendió hasta acariciar su pene, luego fue un poco mas abajo, a sus muslos y le dio un pequeño golpe que sonó mas de lo dolió llegando como una descarga directa de adrenalina.

Eric volvió a arrastrar el cuero con movimientos suave por su piel subiendo por su vientre volvió a darle otro toque de advertencia. Su vientre se contrajo atascando su respiración por la anticipación-Ponte de rodillas Jess, vamos. Si lo haces rápido aún puedo ser bueno contigo-le dijo Eric dándole una salida a pesar de que lo que menos quería era ser bueno con el poli en ese momento-de cualquier modo, no hay manera de que salgas de aquí sin que te folle sobre tus manos y rodillas-Susurró soltando el agarre en su pelo y en un susurro tan bajo que hubiera sido imposible que lo oyera si el aliento de Eric no estuviera en ese momento tocando la oreja de Jesse, añadió-Elije cómo quieres que pase, mi ángel, aún estas a tiempo de detenerme...

Hola mis amores cómo están? Hoy triple actualización
Solo sigue leyendo 😎
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