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🖤31🖤


Eric fue directo al piso superior, con solo pensar en que hubiera hecho él en su lugar, sabía dónde encontrar a Fiodor. Había criado al muchacho a imagen y semejanza suya desde que se había casado  con Lana.

Saludó con un cortez asentimiento a la recepcionista y se dirigió a las puertas doradas del ornamentado ascensor.

El penthouse del Dom estaba decorado con tonos cremas y dorados, como casi todo en el lugar,  una costosa araña decoraba el centro del espacio, pendida sobre una mesa de madera y cristal donde varias delicias se apilaban en ese momento entre quesos y vinos prometiendo una orgía de sabores.

Eric estudió rápidamente la escena, al menos 7 de los mejores hombres  de caín estaban desparramados en los sillones de color hueso, lo suficientemente borrachos como para que no se percatan de su presencia, algunos con prostitutas en sus regazos, otros con sus rostros hundidos en el cuerpo de las féminas, dos se limitaban a comer mientras disfrutaban de su hazaña  reproduciéndose en el televisor que mostraba las noticias de último momento donde alguien había filtrado el mítico nombre asociándolo al grupo eslavo.

...fuentes anonimas confirmaron que el policía habría sido asesinado por el grupo eslavo  encabezado por el mitico narcotraficante conocido públicamente como"Caín", segun el reporte policial, se estima que el oficial de policia Liu Cong, multiples veces condecorado y delcarado ciudadano de honor en 2015, habría descubierto información inestimable sobre el caso maldito que podria ser la clave para descubrir la identidad de...

Eric hizo una mueca de disgusto. 

La voz de la reportera se mezclaba con imagenes de una ciudad enardecida de indignación  que había salido a la calle levantando carteles en protesta mientras reclamaban justicia por el policia caido.

Pila de bastardos inútiles.

No solo tendría a los Lee-Cong en contra a partir de ahora, también tendría que resolver los problemas con la policía de Chicago y media población de civiles indignados.

Un segundo repaso le bastó para localizar a Fiodor en el fondo de la sala, sus ojos grises fijos en el intruso.

Eric se contuvo de sonreír. Buen chico. Lucía lo suficientemente sobrio y alerta para que todos sus músculos se crisparan al verlo a pesar del velo serio de su rostro.

Eric se acercó hasta la mesa, repasando lo que había en ella sin dejar de ver por el rabillo del ojo a Fiodor en el otro lado de la sala.
Tomó uno de los cuchillos  que descansaban junto a las bandejas y apuñaló uno de los cuadrados de queso antes de llevárselo a la boca.

—Jefe—los ojos de Roman se abrieron de golpe al reconocerlo.

Ya era hora, pensó Eric.

Desde que había entrado tuvo más de diez oportunidades de deshacerse de ellos.

Hasta un  novato podría haber acabado con todos sus jefes en un parpadeo.

¿Y estos son tus mejores hombres? Se carcajeó su conciencia.

Sí, daban asco. Eric no podía discutir eso.

Masticó con calma mientras esperaba que reaccionaran y uno a uno fueron levantando sus cabezas fuera de los cuerpos de las mujeres que tenían con ellos mientras  repetían una versión, más o menos borracha, de las misma frase, “jefe“ “que hace aquí?“ “no lo esperábamos” , los más arriesgados lo invitaron a compartir la mesa.

Eric tragó y alzando una copa de vino refrescó su garganta antes de soltar un ronco y bajo:

—Largo—los hombres se removieron incómodos en su sitios.

—Jefe escuche se ve mal pero…—Comenzó Anton que parecía en ese momento uno de los más borrachos, sus mejillas encendidas de alcohol, lo delataban. Adelantó su mano y lo que fuera que tuviera que escuchar Eric,  fue reemplazado por el grito que se desprendió de su garganta.

Los ojos sorprendidos de Anton bajaron hasta su mano que en esos momentos estaba clavada a la mesa con el cuchillo que Eric aun empuñaba.

—Dije que se largaran—Repitió amenazante.

No necesitó decirlo una tercera vez, las mujeres salieron despavoridas seguidas por los hombres que fueron detrás de ellas dejando todo lo que estaban haciendo.

Eric volvió sus ojos a Anton que se sujetaba la mano a la altura de la muñeca mientras gimoteaba con su respiración irregular por el dolor.

Lentamente fue desenredando Sus dedos uno por uno de la empuñadura de plata y antes de que el hombre retirara el cuchillo lo detuvo con su voz plana como si no fuera él  quien acababa de estaquearlo a la mesa.

—Si fuera tu, no lo quitaría hasta recibir atención  medica, ahora mismo es lo único  deteniendo la hemorragia—Anton gimió y con cuidado despegó  su mano de la madera sin quitar sus ojos suplicantes de Eric. El pelilargo asintió—Puedes irte.

Eric esperó a que el hombre se retirara agarrando su mano herida y entones   fue por Fiodor.

El jovencito se tensó.

Eric avanzó despacio dándole tiempo a que reaccionara. Sus ojos se cruzaron, miradas fijas midiendo a su oponentes. Fiodor infló su pecho y alzó la barbilla,

Eric no se inmutó por eso, siguió avanzando con sus músculos tensionados listos para defenderse en caso de que Fiodor se decidiera a atacar.

Todo en el lenguaje corporal del más joven parecía dispuesto a dar el primer golpe, el lobo joven intentando ir contra al lobo viejo. En cuanto Eric estuvo a menos de un metro de él pareció cambiar de opinión.

Dio un paso atrás.

Aun era un cachorro demasiado verde, orgulloso sí, pero en cuanto Eric estuvo lo suficientemente cerca para que debiera alzar la vista, su altanería flaqueó desviando sus ojos  a los costados de sus propios pies.

Shchenok (cachorro) ¿por que tan nervioso?—Preguntó Eric en tono amable. Los músculos en torno a los hombros del joven se tensaron aún  más. —¿No te prometí acaso que no te haría daño? ¿Ya no confías en mi?

Da(Sí)

— Buen chico. —Lo felicitó tomando con cariño uno de los mechones platinados de su suave cabello, lo hizo rodar por sus dedos y lo dejó una vez más en su sitio  momentos antes de tomarlo del mentón y obligarlo a elevar el rostro para que lo viera directo a la cara. — dime...¿yo Puedo confiar en ti?

Da.

Eric lo evaluó con la mirada, lucía nervioso pero no más que cualquier otra persona en su situación. Determinó que el platinado aún estaba de su lado y asintió.

—De acuerdo, lo haré, te creeré  pero tendrás que decirme por que saliste a morder sin que te diera la orden. ¿sabes lo terrible que me sentí al  pensar que me  traicionaste? En lo que tendría que haber hecho si lo hacías?

El chico se removió incomodo pero no hizo por soltarse ni siquiera cuando los dedos de Eric se envolvieron alrededor de su garganta alentandolo a que hable.

Net(no), nunca te traicionar yo ty (ti)—Escupió.

—Entonces déjame entenderlo, mi cachorro, porque lo único  que veo es un niño que intentó revelarse y ahora está muy asustado para admitirlo. Y eso me duele por muchas razones.  Soy un hombre de corazón sensible—le dijo acariciando con cariño la piel de la garganta del chico—Me duele pensar que quisiste ir sobre mi, y me duele más  pensar que creé a un cobarde traicionero, así que dime, por que exactamente debería sufrir hoy  Mi cachorrito?

Fiodor tembló pero no respondió.

—¿sabes? Si fueras cualquier otro de mis hombres ni siquiera me hubiera molestado en tener esta charla contigo.—Eric hizo chasquear su lengua— Pero cuando tu padre me pidió que te cuidara como uno de los nuestros, creí que hice un buen trabajo contigo. Me esmeré enseñándote, eras  mi pequeña creación, mi hermoso pajarito,   cuando te enviaron a la ik-6, en verdad sufrí por ti.

—No hiciste nada por sacarme de allí. —le recriminó el platinado con más  resentimiento del que mostraban sus facciones frías.

—oh no,  no te equivoques mi pequeño, yo hice mucho por ti, yo te enseñé bien, tu lo arruinaste solo, yo te cuidé y  te hice un buen perro de Caín, te devolví un lugar en la Bratva, un lugar que perdiste, te enseñé a ser letal y fiel, te amé mi canarito blanco,  pero conoces los códigos , dejaste que  te atrapen…

—¡radi tebya!(por ti), dejé que me atrapen por ti!—Gritó Fiodor y sin hallar las palabras que buscaba en el idioma extranjero volvió a su lengua natal mezclando los 2 idiomas—Ya nikogda ne somnevalas' v tebe (Nunca he cuestionado tu juicio.)  Ya vsegda podchinyalsya tvoim prikazam (siempre obedecí tus órdenes) Siempre, lo hice  por ti. My delali vsyo dlya tebya i ne dumali o sebe (Hicimos todo por ti, no por nosotros.) Ty znayesh', ya gotov na vse radi tebya. (Sabes  que haría cualquier cosa por ti)  Todo lo hago por ti. Siempre.

—No recuerdo haber ordenado  que jodieras años de discreción en 5 minutos. No veo como es que haces todo por mi. —Le dijo tranquilo sin alterarse por el exabrupto del más joven.

Fiodor cerró los ojos con fuerza mientras respiraba ruidosamente a través de sus fosas nasales dilatadas por el enojo. Cuando se sintió lo suficientemente controlado volvió a abrir sus ojos hacia Eric.

—Era de la familia Lee. El policía era de la familia Lee. —Escupió con  asco— predateley (traidores)

La familia Lee era una de las ramas de crimen organizado de Corea del norte que se había  instalado hacía  un tiempo, Eric nunca tuvo verdadero problema con los coreanos, manejaban una serie de tiendas de comestibles para el lavado de dinero de sus casinos clandestinos. Eran más conocidos en las vegas que en chicago, pero no por eso Caín se había abstenido de hacer trato con la célula coreana de la ciudad. De hecho los mayores contactos de Eric en  La policía pertenecían a esa organización criminal. 

Los coreanos siempre se manejaban con una dualidad que bailaba entre la legalidad y la ilegalidad. Lo que permitía que varios de sus hombres se infiltraran en las fuerzas policiales y los organismos de justicia. Tener a los coreanos era tener de tu lado al topo que servía para cubrirte el culo.

— ¿Crees que no lo sabía? —Eric comenzó a sentir como la ira burbujeaba en su interior— dime que no pusiste a toda la policía detrás de mi culo por tu mierda racial porque te juro por la puta de mi madre que estoy a nada de olvidar quien eres y entregarte a los Lee como ofrenda de paz y me va a importar mierda las consecuencias.

Fiodor se removió incómodo en su agarre.

—Di  vuelta por las calles,  gentes habla, el colectivo no confía en Caín. Familia de Lee ríen de rusos, de los hermanos, la Bratva, dicen shlyukhi, izvrashchentsy, i pediki.(putas pervertidos y maricas)

¿No era en serio o si?  Eric lo soltó y dio un paso atrás. ¿Había jodido todo por un par de mierdas de crío? ¿Un par de insultos en el barrio viejo?
Diosss... santo cielos. No podía ser jodidamente cierto.

—¿Y tu manera de demostrar que no somos maricas era  atacar valientemente a un muerto? Uno que no solo era hombre de los Lee, era ¡el jodido oficial de policía más  querido de toda la ciudad!

Fiodor bajo la vista como un niño al que acabaran de reprochar. Eric suspiró y se apartó un par  de pasos para no hacer nada estúpido. Dejó que su cadera chocara contra el borde del sofá y clavó  sus dedos en él  para concetrar su ira.

—Yo—Eric tuvo que apretar la mandíbula recordandose a si mismo que el chico frente a él era poco más que un adolescente demaciado extremista. Suspiró y dejó que en ese gesto se drenafa algo de su ira.—Tengo ojos y oídos por todos lados. Sé lo que se dice, sé cada jodida mierda que pasa en las calles, si tuviera que matar a cada hombre que me mira  mal  o insulta mi nombre o el de Caín tendría que acabar con cada jodido hombre de la ciudad, y sabes que pasa con el negocio?

Fiodor no respondió.

—sin hombres que compren no hay negocios. ¿Sabes lo que tu mierda me acaba de costar? Sabes lo que me va a acostar acallar a la policía y a los medios? 

Eric lo meditó un momento. Si catigaba al chico podía llegar a recuperar la gracia de los Lee, pero eso iniciaría pequeñas revueltas entre sus propios  hombres y aquellos que simpatizaran con las medidas de Fiodor. Si no lo hacía,  tenía que dar por hecho que  él había estado al tanto de los movimientos del  chicos y aceptarlos como parte de sus deciciones. Tamborilló con sus dedos sobre el cuero del sillon.

—¿Qué tanto confías en mi?

—Con mi vida.

Eric asintió.

—Confía en esto, no dejaré pasar tu mierda dos veces. no estás en casa,  aquí no haces nada hasta que yo lo ordene.  No atacas, no hablas no respiras a menos que yo te de permiso para hacerlo ¿Ti menya ponyal? (Lo entiendes?)

—Nu ponyal. (Lo entiendo bien)

Eric le dio la espalda apoyando sus brazos en el sofá y alzó la vista sobre su hombro al jovencito.

— Los Lee tomarán represalias—Soltó cambiando de tema. —Serán discretos, pero lo harán. No podemos confiar en la discreción de los Popov, en cuanto encuentren el cuerpo de Ivan atacarán. Necesito a mis hombres unidos. Iniciaste una guerra, cachorro. Teper' ya ne mogu vernut' vse kak bylo (ahora no puedo dar marcha atrás)

  Hola mis amores, como están? Ando un poco perdida estos dias, con poca inspiración asi que... 😫

En fin esto es todo por ahora.

Los amodoro besotes sabor a melocotón

Nos vemos cuando nos veamos

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