🖤27🖤
CAPITULO 27
Jesse por poco no se cae del susto cuando horas más tarde el chofer malo apareció en la puerta del cuarto de Eric.
Que acababan de dormirse, eran pasadas las dos de la mañana y apenas si fue capaz de cubrirse el cuerpo cuando el hombre ya estaba dentro del cuarto mirando directamente al pelilargo mientras ignoraba olímpicamente al rubio.
—Jefe—lo llamó y por fin sus ojos pálidos le lanzaron una rápida mirada inexpresiva antes de volver a Eric y hablarle en un perfecto ruso para que el rubio no lo entendiera.
La frase fue corta pero lo suficientemente importante por lo visto para que Eric se pusiera de pie dejando a la vista toda su desnudez mientras se cambiaba delante del chofer.
Otra vez lo estaban ignorando.
El chofer volvió a decir algo en ruso y Los ojos de Jesse viajaron a Oliver en busca de explicaciones. Pero el hombre lo ignoró, y casi podía jurar que estaba disfrutando de hacerlo sentir insignificante en ese momento.
Sea lo que fuera que le hubiera dicho parecía mucho más importante que él.
En serio que en ese momento se sentía como un cachorro al que podían ignorar y Jesse no podía dejar de pensar en Oliver llamándolo mascota.
—Eric.—Jesse lo llamó con la voz ligeramente rota y el pelilargo se giró terminando de vestirse.
—Tengo que salir, problemas con el trabajo, mi ángel, sigue durmiendo—le dijo inclinándose a besarlo y Jesse vio por el rabillo del ojo como oliver corría la cara con disgusto.
Sí, tal vez jesse estaba siendo un poco infantil, pero no pudo evitarlo, enredó sus manos en el cabello de Eric y profundizo el beso solo para molestar al chofer y agradeció mentalmente que Eric se dejara.
—lo espero abajo, jefe—Gruñó Oliver de mal humor y sí, Jesse no pudo evitar sonreír divertido.
Mascota 1 , Chofer malo 0.
Oh rayos, comenzaba a pensar en si mismo como en "mascota". Algo debía estar mal con él pensó, pero no le pudo dedicar el tiempo suficiente a ese pensamiento porque Eric se apartó solo un poco para respirar y volvió a hablar captando su atención.
—Oliver no es un peligro, Jess—le dijo con una sonrisa divertida en los labios y el poli no pudo evitar sonrojarse al verse descubierto.
Ups. ¿Había sido tan obvio?
—¿te irás de nuevo por varios dias?—Preguntó intentando cambiar de tema.
—No. Estaré aquí por la mañana para acompañarte a la ceremonia de tu compañero. Lo prometo.
Jesse hizo un puchero pero asintió.
—¿Por qué tienes que irte de madrugada?
No era la primera vez que pasaba pero Jesse comenzaba a preguntarse cuán a menudo ocurriría aquello.
Y lo que era aun más curioso: ¿A dónde iba?
No es que Eric no se lo dijera si preguntaba. Eric no parecía del tipo que intentara evadir preguntas en un interrogatorio, eso hubiera despertado las alarmas en Jesse, pero Eric…Eric siempre lucía honesto cuando se le hacía una pregunta y esa era la razón por la que Jesse no quería jugar al policía fuera del trabajo.
Pero es que la curiosidad comenzaba a ganarle.
Se mordió el labio inferior y esperó observando al pelilargo con sus grandes ojos verdes brillantes en busca de las respuestas a las preguntas que no se atrevía a hacerle.
—¿Recuerdas que me preguntaste que emergencias atendía? Bueno, la locura no tiene horario, Jess.
—oh, ¿es un paciente?
Eric asintió.
—¿y por qué oliver no lo dijo en Inglés? Creí que era algo archisecretisimo.
—ves cosas donde no hay nada, mi angel. El paciente es familia, supongo que lo pone incómodo. Sigue durmiendo, te veré en la mañana, Jess.—Se despidió y para sorpresa del poli lo arropó en la cama.
Jesse se dejó, mitad sorprendido, mitad agradecido con el gesto. Porque Eric podia ser tierno cuando se lo proponía, diablos.
—Suerte con tu paciente.-—le dijo abrazando la almohada de Eric, hundió la nariz en ella y soltó un ronroneo, olía al cabello del pelilargo.—Te quiero.
—¿Me lo dices a mi o a la almohada?
Jesse volvió a ruborizarse.
—A la almohada, ella se queda conmigo—Eric rodó los ojos y le dejó un beso en la frente.
—Buenas noches mi angel.—Susurró.—También te quiero.
Cuando Eric dejó el cuarto el corazón de Jesse latía alterado, vamos, podía sentirlo hasta en el fondo de en su estomago. ¿uy, como no iba a enamorarse de alguien que lo arropaba en la cama y te decía que lo quería?
También es alguien que te dijo en más de una ocasión que quiere hacerte daño, se recordó. Que hacía pocas horas le había confesado que prácticamente se aprovechaba de él y que lo seguiría haciendo y en vez de irse Jesse habia arrojado su orgullo al suelo y se había quedado como perro manso.
Que la lógica podía gritarle "lárgate, Jess" pero no podía. Era como un acaro volando cerca de la luz.
Mierda.
Estaba jodido.
Dios, porque contra todo pronóstico, no había ninguna faceta del pelilargo que no le gustara.
¿Qué tanto decía eso de lo mal que estaba su cabeza?
Tal vez Eric tenía razón y ellos eran patológicamente compatibles, después de todo Eric era el experto ¿no?
El ruido de los pasos se hizo más fuerte en la sala y el hombre en la silla se removió haciendo que las ataduras en sus manos y tobillos se clavaran en su carne.
Ivan popov llevaba allí desde la tarde en la que había sido emboscado en un bar del barrio viejo.
Se habían necesitado cinco hombres profesionales para reducir al ruso.
El sádico Fiodor Voronin estaba entre ellos. Eso solo podía significar que quien estaba detrás de aquello era alguien a quien no querías ver y desde el momento en el que acabó en aquel cuarto supo que hubiera sido mejor volarse la tapa de los sesos cuando tuvo oportunidad.
El cachorro solo era una sombra del perro original.
Sintió como la presencia se acercaba y no pudo evitar pensar en las incontables veces en las que había estado del otro lado viendo al hombre con la cabeza cubierta.
Las veces en las que había visto al perro mestizo jugando en aquel cuarto.
—hola, brat.—le dijo la voz quitándole la bolsa y ahí estaba, el rostro por el que había rogado a todos los santos no ver
—Eric—Pronunció con la boca seca.
Eric le sonrió de lado.
—cuanto tiempo sin vernos, ¿no? desde que te dejé en Moscú cuidando a mi esposa y mi retoñito—Los ojos de Iván se abrieron todo lo que la hinchazón de su rostro sanguinolento le permitía y efectivamente un rápido recorrido al sitio le confirmó que estaba donde ya sospechaba, el cuarto “de juegos" de Eric.
—sí, ¿ Recuerdas lo bien que la pasábamos aquí?—el pelilargo siguió la mirada de Ivan hasta una pared donde había varios elementos de tortura colgados—La pequeña lucy... que tiempos jugando a ser Nigan. El abuelo nos mandó a hacer nuestra propia Lucy de oro. Era un buen hombre, me dio pena matarlo ¿sabes?-—Ivan se removió incómodo-— nos dejaba jugar todo lo que quisiéramos siempre que cumpliéramos el encargo. ¿ lo recuerdas? Te encantaba oírlos gritar.—Eric inclinó su cabeza y cerró los ojos como si aún los oyera.—hacíamos un buen trabajo juntos. Tal vez nunca debí alejarte de mi lado. Tu si que eras mi hombre.
—Soy tu hombre , siempre lo he sido ¿Por qué estoy aquí?
—oh, nada, pensé que era obvio. oí que te pasaste con mi esposa. ¿Sabes? No me gusta tener que hacer esto pero…
—yo solo cumplí tus ordenes….
—no, no.—Eric chasqueó la lengua—Mi orden fue que ella se quedara en Moscú y no lo cumpliste así que ahora tu y yo tendremos que jugar. Sabes como funciona esto.
—Intenté detenerla, lo juro, lo intenté, ella me engañó. Es una bruja—-le aseguró, una de las cosas más ridículas sobre los rusos era lo supersticioso que eran.
—sí, oí sobre eso, te acostaste con mi esposa también—los ojos de Iván se abrieron asustados.—¿no te enseñaron que lo que tiene dueño no se toca?
—Ella me embrujó, yo nunca te traicionaría, tu eres mi sangre, ella me engañó, me hechizó para aprovecharse y escapar.
—lo sé, Iván, lo sé es una bruja arpía, por eso te la encargué , creí que tu podrías con ella, me decepcionaste. No sabes lo mucho que me duele a mi tener que hacer esto.
—No. Lo siento. Por favor…no volverá a pasar, no volveré a decepcionarte, te lo juro.
—Sí exactamente eso. No volverá a pasar. Pero mírale el lado bueno, te dejaré probar mi nuevo juguete—le dijo con calma y entonces Iván lo vio, un cofre de hierro con la silueta de una mujer grabada cuyas puertas estaban llenas de pinchos puntiagudos—lo vi en una película, sabes que siempre me gusta sacar ideas de la tele —Admitió Eric en un susurró acercándose hasta el oído del hombre-—investigué un poco, dicen que puedes quedar tres días sangrando, los pinchos se te clavan desgarrando piel y tendones pero no lo suficiente para que mueras rápido. Una obra de arte de la ingeniería y anatomía combinadas. La doncella de hierro la llaman, curioso que ese sea su nombre, porque es justo por tocar a una mujer es que vas a morir hoy, mi hermano.
El tipo intentó abrir la boca pero lo único que salió fue algo así como un sollozo.
—shhh… —Eric se acercó para limpiarle una lágrima de la mejilla—nada es mas feo que ver a un hombre adulto llorar. No lo soporto. Ponga huevo, como macho ruso que se respeta.—lo alentó Eric dándole un golpe en la bragueta que lo hizo soltar un quejido. —Luego andan por ahí diciendo que el marica mestizo soy yo.
Rodó los ojos y le hizo un gesto a Oliver.
—Vamos , ayúdale a que se ponga cómodo—Le dijo y el chofer levantó al prisionero llevándolo hasta la caja.
—no puedes hacerme esto. Soy tu hermano. ¡Soy tu hermano! —le gritó Iván mientras Oliver lo encadenaba al interior de la caja.
Eric se paró en la puerta evaluando los pinches mientras fumaba un habano sin inmutarse, debía admitir que era una obra de herrería increíble, los detalles gravados, el gesto aterrado del rosto esculpido, arte puesto en una pieza de tortura medieval, lo acarició con los dedos viendo como el tipo forcejeaba con Oliver, sabía que apuntarlo con el arma no serviría, cualquiera preferiría el tiro de gracia, además la glock dorada de su abuelo aun la tenía el poli confiscada, lo que llevaba con él era una insulsa pieza suiza, así que no, no quedaba más remedio para someterlo que la fuerza.
—No puedes hacerme esto, fui un hombre fiel, fui un buen hombre.—Los ruegos de Iván caían en oídos sordos.—-fui tu hombre, ella solo es una puta. Ella…
—Lo sé, pero una pena que Lana sea mi puta y ella no quería follar contigo, ¿Crees que no me entero de nada?—Preguntó en tono tranquilo. La boca de Iván se abrió y comenzó a negar—Por muy bruja que sea, No puedes violar a la mujer de tu jefe. Es tan estúpido querido, Iván. Habiendo tantas mujeres… una pena que tu polla justo se encaprichara con la mía—Dijo Eric apagado su habano en el ojo de su prisionero.
Los gritos del hombre no tardaron en llenar la noche rotos mientras su globo ocular estallaba debajo del calor y la presión.
Suficiente drama.
Eric se retiró para ver su obra y con un gesto le indicó a Oliver que siguiera atando al hombre para que quedara sujeto en los sitios justos, que si no se iban con cuidado los pinches podían atravesar órganos nobles y la diversión acabaría pronto.
—no dejes que me haga esto, si le dejas te hará lo mismo. Te hará lo mismo.—el único ojo que le quedaba se concentró en Oliver.
El chofer se mantuvo serio, sabía que Eric lo observaba, lo estaba probando. —por favor, Brat, por favor. Mátame. Por favor. Ten piedad.
Oliver ató el último nudo alrededor de su cadera y miró a Eric alejándose para darle sitio.
El pelilargo se paró frente al cobre con una de sus manos enncada aza de las puertas.
—Adiós mi hombre.-Le dijo y sin penárselo demasiado cerró la tapa haciendo que los gritos de piedad llenaran el cuarto.
—llevábamos tiempo sin venir a jugar aquí.—admitió Eric casual apoyándose sobre las tapas del cofre con pose desenfadada mientras encendía un segundo habano.
Oliver no respondió.
—¿crees que fui muy duro con él? —le preguntó descruzando sus piernas para avanzar por el cuarto en dirección al pequeño Bar en la zona más anterior a donde se encontraban.
—Creo que fue justo si lo cree justo, jefe.
Eric asintió y le pasó su habano.
El chofer dudó pero acabó aceptando.
—Pongamos algo de música, hay que festejar tu ascenso.
—¿Qué?
Eric se sirvió un trago mientras revisaba los vinilos del cuarto, había un toca disco que había pertenecido a su abuelo, encontró uno que se titulaba Bad News y lo puso, Bohemian Rhapsody comenzó a resonar acompasándose a los gritos de su víctima.
Nada mejor que un vinilo bien conservado. Eric disfrutó un momento de la música y luego volvió a Oliver.
—Alguien tiene que cuidar de mi heredero y siempre te ha gustado mi esposa, tal vez tu si le gustes a ella, confío en que no te "hechice" esta cosa de la cacerías de brujas y torturas medievales es bastante gore. —Le dijo tranquilo sin apartar sus ojos del chofer que abrió los ojos culpable, antes de volver a adoptar su postura profesional.
—jefe, no puedo. No puede apartarme de su lado. No me pida eso. Mi trabajo está con usted.
—No es una pregunta, Ollie —dijo tranquilo pero el diminutivo afectivo era una clara amenaza viniendo del pelilargo.
Oliver ahora comenzaba a comprender por que lo había mandado a él a cazar a Iván polpov con todos los hombres que tenía a disposición.
Todo había sido una advertencia indirecta de lo que podía pasarle si “decepcionaba al jefe".
Tragó saliva.
—...y Déjalo en un sitio publico para que lo encuentren pronto.—señaló con un gesto a la dama de hierro de donde los gritos aun se oían—Que sepan que el perro está rabioso.
Eric no esperó a que el chofer dijera otra cosa.
El mensaje estaba fuerte y claro e iba a dirigido a los hermanos que querían hacerse con su puesto desde que su abuelo había muerto.
El que creyera que pudiera pasar sobre Eric, se equivocaba.
Caín seguía vivo, ESE era un legado que seguiría vivo hasta que el última gota de la sangre de su sangre se derramara y ese día aún no habia llegado.
Ups. Me quedó un poco largo el cap jajaja bueno, un poco del "lado oscuro de la luna" nos vemos mis amores.
¿Que les ha parecido? 😱
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro