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🖤25🖤

Capítulo  25


—No recuerdo la última vez que me corrí en los pantalones. Hola de nuevo pubertad.—Jesse rodó los ojos mientras limpiaba el desastre en su ropa interior con un puñado de servilletas.

Okey, eso había sido raro.

Intenso.

Pero raro.

Seguía sentado en la cajuela delantera del Porshe y Jesse nunca se sintió tan a gusto con estar en medio de la nada. Que hubiera sido bastante incomodo andar de pegote entre un montón de gente.

— Hey, mírame. — Jesse alzó sus ojos a Eric, y volvió a bajar la vista con las mejillas rojas. sintió la mano de Eric acariciar su rostro. — Jess... No hay nada malo en lo que pasó. No tienes que sentirte mal por eso. — Dijo Eric en tono diplomático. — Solo tenemos que hablarlo.

Okey, sí, bienvenido Dr. McGraw.

Eric lucía como si estuviera repitiendo un libreto de memoria en ese momento. Estaba usando esa mascara de calma que no dejaba entrever nada de lo que realmente pensaba.

— ¿tiene que ser ahora? Estas hablando como quemacocos.

Eric lo pensó un momento.

— No ahora, podemos no hacerlo ahora, pero tendremos que hacerlo. Jess...

— De acuerdo. — Jesse se mordió el labio inferior.

— Ven, tengo un maletín en el coche.

Lo único bueno de tener como esposo a un doctor era que podía curarte luego de hacerte daño y no habría explicaciones extrañas que dar de por medio. Okey, eso no había sonado bien ni en su propia cabeza.

Jesse de todos modos se levantó y lo siguió.

Eric, le indicó que se sentara a un lado en el asiento mientras buscaba en su maletín, frunció ligeramente su ceño en concentración , soltó un gruñido frustrado después de revolver de mala gana y sacó un saché de liquido trasparente.

—¿Qué es eso?

—Solución fisiológica, es para limpiarte, pero me quedé sin clorhexidina. Tendré que usar algo de alcohol. Lo siento, no suelo atender este tipo de... mmm...emergencias.

Ya... ¿eso había sido una emergencia?

—Déjame verte—Le pidió Eric separado con cuidado la tela de la herida de Jess mientras le echaba un vistazo.

Eric posó sus labios sobre la piel magullada de Jesse, un gesto casi infantil. Se quedó ahí unos buenos momentos pensativo hasta que Jesse se removió trayéndolo de nuevo a la realidad. Le echó una segunda mirada y tomó un paquete de guantes.

—Al menos no necesitarás puntos.

—¿Gracias? —Jesse sintió la mirada de Eric sobre él mientras el coche se llenaba del característico ruido de papel plástico y látex estirándose mientras el pelilargo se ponía los guantes.

—No podemos volver a hacer esto sin un plan Jess, podría ser peligroso. —los ojos de Eric le lanzaron una mirada seria. —Puedo lastimarte, de verdad.

Apretó los dientes. — Yo quiero lastimarte Jess. —Dijo haciendo énfasis en la palabra quiero — Si tu aceptas que lo haga tiene que haber un límite. Tienes que ponerme un límite

—Dijiste que no hablaríamos de esto ahora. — Lo acusó con sus mejillas rojas.

—De acuerdo. —Asintió y señaló la bolsa de liquido trasparente que había sacado. —¿Puedes abrirlo? no con los dientes Jess —Le dijo en tono de advertencia leyendo las intenciones del rubio que le sonrió inocentemente en respuesta. —Hay un bisturí en la caja. Ten cuidado, como si fuera un cutter...

—Puedo hacerlo sin sacarme un ojo. —Le dijo Jesse con cierta gracia mientras cortaba el borde del sachet para que Eric pudiera usarlo. Se quedaron un momento en silencio, mientras el pelilargo hacía su trabajo. Eric tenía manos suaves para curar, era increíblemente delicado, Jesse por un momento se dejó seducir por su toque inclinando inconscientemente el rostro en su dirección.

—Ehmm... —Eric se aclaró la garganta elevando una de sus cejas . Ups... Jesse se sonrojó y volteó su cabeza hacia el otro lado para dejar que hiciera su trabajo. — Entonces...¿Qué clases de emergencias atiendes? — Preguntó sintiendo como un liquido frio escurría por su hombro.

—Lo más común es que haya alguien intentando saltar al vacío, cuando ya lo hacen no hay nada que pueda hacer por ellos. Jed es el que se encarga cuando hay sangre de por medio —Comentó Eric en tono tranquilo y Jesse agradeció que pudieran tener una conversación casual después de... bueno.

— Ah.—Eric apartó el algodón con alcohol.

—¿Duele mucho?

—No, es, umh, está bien. Solo. —Eric volvió a presionar y Jesse se mordió los labios capturando los suspiros en su boca.

—¡Dios! Jessssss...— Eric atrapó los labios de Jesse en un beso flojo antes de apoyar su frente en la del poli — Deja de gemir cada vez que te toco o esto acabará muy mal. No sabes lo que haces conmigo Jess, no te das una idea de lo mucho que quiero matarte por eso, mi ángel.

Okey...

Jesse alzó sus ojos viéndolo debajo de sus pestañas rubias y espesas.

—Es un buen lugar para enterrar un cadáver. Entonces si vas a matarme es un buen momento, pero...—Se encogió de hombros. — ¿Me besas primero?

Eso hizo que Eric soltara una risa casi sufrida y le dejara un beso en la frente.

Dios, Jesse no se daba ni una mínima idea de lo en serio que estaba hablando.


Despedirse del poli y dejarlo de nuevo frente a la estación le costó más de lo que le gustaría admitirse a si mismo, se había desinfectado su propia herida y se habían besuqueado un poco más antes de ponerse al volante y luego otro poco más antes de que el poli se bajara.

Eric sentía los labios ligeramente hinchados de tanto besarse con el poli bueno, sentir la lengua de Jesse en su boca era... joder.

¿Como demonios se había perdido tanto tiempo de aquello? Era como un adolescente aprendiendo a besar, era como un crio desesperado por recuperar el tiempo perdido.

Tan patético, carajo.

Tan condenadamente patético.

— Tengo que ir a trabajar. Ni siquiera debí escaparme en primer lugar. — Se rio Jesse besando rápido sobre sus labios. Estaban estacionados a unas cuadras de la estación. Jesse llevaba un buen rato en el regazo de Eric, sus brazos alrededor del pelilargo mientras se besaban. —Mi nuevo jefe va a pensar que soy un jodido holgazán.

—¿Nuevo jefe?

—Sí — Jesse suspiró y su aura divertida se disolvió al recordar lo que había pasado esa mañana cuando el Sr. Brown le presentó al nuevo tipo a cargo del caso. —¿Recuerdas que te dije que estaba detrás de un buen caso? —Eric asintió. —Bueno, era un pez gordo, joder, el verdadero pez gordo y por lo visto un simple agente de Drogas no es suficiente, pusieron a un detective a cargo esta mañana. Es como que me relegaron a ser el jodido chico de los cafés de este tipo. Todo lo que liu y yo habíamos averiguado en los últimos meses. "piumf" —Jesse hizo con sus manos la mímica de una bomba—Se lo llevó todo y quedó en "avisarme" cuando necesite mi ayuda. — Jesse suspiró y se acurrucó como un gatito entre los brazos de Eric. El pelilargo no pudo evitarlo, tuvo que rodearlo con sus brazos, era tan ridícula la manera en la que su cuerpo buscaba protección en él. ¿Cómo podía confiar de aquella forma en alguien que apenas conocía? lo apretó a su pecho. — Tendrías que haberlo visto. No tenía cara de pensar que mi ayuda le sirviera de nada. Va a joderme, lo siento, los detectives tienen esa mierda de creerse la gran cosa, ya sabes... Es como volver a la jodida secundaria, y ellos vendrían a ser los deportistas en el top de la cadena alimenticia, y yo soy el chico de la banda.

—mmm...Creo que puedo imaginarte como el chico de la banda. —Dijo Eric con su voz aterciopelada tomando el rostro de Jesse para dejarle un beso en la nariz.

Jesse comenzó a reírse.

—¿Qué?

—Sí lo era. El chico que tocaba los platillos con un horrible mono azul y blanco de rayas.

—Dime que tienes fotos de eso.

—oh claro que no, quemé todas las fotos para que nadie pudiera verme en eso. ¿y tu?

—¿yo? Definitivamente no era el chico de la banda, eso es seguro.

—¿Tu eras de los deportistas?

—No. Edd, era de los deportistas. antes de que bueno el cáncer...Jed, Will y yo éramos "los raros", como un zoológico ambulante, la chica gótica, el anarquista y el drogo.

—¿tu eras el anarquista o el drogo?

—Era un niño podridamente rico con una madre adicta, probablemente fui consumidor pasivo de hierba desde la cuna. Proveía a todos mis compañeros, era como el Jesús de las drogas o algo de eso. Me adoraban en los baños del instituto. Tenía mi secta personal, era el diler del insti, vivía en un viaje continuo por esa época.

Los ojos de Jesse se abrieron como platos y lo dirigió con sorpresa hacia Eric.

—¿Vas a arrestarme por eso, poli? —Eric le sonrió de medio lado con diversión.

—Mi esposo era diler de preparatoria. Un drogo. —Jesse archivó la información para decidir luego que hacer con ella. Bueno, todo el mundo tenía su pasado sucio ¿no? Por lo que Eric le había contado no había tenido una niñez fácil, era entendible, de hecho, Jesse se hubiera sentido más tendiente a desconfiar si le hubiera dicho que había sido un chico bueno toda su vida. Que un tipo rico "asquerosamente rico" como se había referido Eric a si mismo, con una madre adicta, estaba casi condicionado a eso ¿no? Y se lo había compartido tan tranquilamente, eso significaba que era una anécdota. Si siguiera consumiendo no se lo habría dicho ¿no? Jesse se removió— ¿tu sigues...?

—¿Consumiendo? No, muy ocasionalmente ¿tu? ¿Algo ilegal?

—¡Soy policía!

—Yo soy medico, y no por eso dejo de enfermarme Jess, una cosa no excluye a la otra.

—No, yo nunca. —Jesse negó con su cabeza como si aquello fuera impensable. —Nunca haría nada ni remotamente ilegal. Nunca lo hice. Yo...

—No sé por que pregunté. Eres un ángel. —Le dijo Eric con calma acariciando sus labios para que el chico se tranquilizara, presionó suavemente en el centro de ellos con sus pulgares hasta que se pusieron ligeramente blancos—Tan puro y bueno, Jess...

Jesse atrapó los dedos de Eric entre sus dientes pensativamente. Diablos, pensó Eric, definitivamente el chico tenía algún tipo de fijación en la etapa oral, que el chico ni siquiera parecía ser consiente de la manera en la que estaba jugando con su lengua, todo en Jesse era erótico.

—Solo intento todos los días tomar las decisiones correctas, especialmente desde que mi padre murió, me esfuerzo duro por ser buen tipo pero No soy un ángel, Eric

Eric le sonrió con suavidad y descendió con sus dedos cepillando sus pulgares en la barbilla del rubio hasta que su rostro quedó acunado ente sus manos. —Lo eres, Eres mi ángel Jess, cuando mi vida ya no tenía sentido, tu llegaste a ella como una estrella, me salvaste, no sé por qué pusiste eso en mi alianza, pero tu lo eres, eres mi estrella, mi ángel, soy tan egoísta contigo. Tu ni siquiera te das cuenta de lo valiosos que eres, tu eres tan puro que solo quiero corromperte porque es lo que hacen las almas podridas cuando encuentran un ser de luz como tu en su camino....tu no deberías dejarme que lo haga. — Eric sacudió la cabeza. — Debería dejarte ir, Jess, tu eres demasiado bueno para alguien como yo. Voy a arruinarte mi ángel. Deberías ponerte a salvo.

—Eric. —Jesse le tomó el rostro con ambas manos, en ese momento ambos se sujetaban, sus ojos conectados en el escaso espacio de 20 cm que los separaba—No quiero irme a ningún lado, yo... —Dudó y sus mejillas se pusieron rojas —Yo me siento a salvo contigo ¿de acuerdo? Incluso cuando dices que quieres lastimarme,tu..., no lo sé yo siento que puedo confiar en ti. Justo aquí. —Le dijo y se separó lo suficiente para indicarse un punto en el pecho.

—Es aquí Jess. —Lo corrigió Eric con suavidad llevando la mano del chico al lugar correcto. —Es aquí donde está tu corazón.

Jesse negó y apoyó sus manos en el pecho de Eric viendo directo a aquellos cautivadores ojos amielados, sintió el latido del pelilargo bajo sus yemas. Por muy tranquilo que luciera su corazón corría, fuerte bajo sus dedos, y Jesse no necesitó pensar dos veces para decir:

—Es aquí Eric. Aquí está mi corazón.

Eric se quedó pasmado, viendo la sencillez con la que el poli bueno acababa de declararle su amor. Jodidos infiernos, él no era bueno para ese chico. Tomó la manos de Jesse y se las llevó a la boca para besarlas y se prometió a si mismo que no dejaría que nadie lastimara a su pequeño poli de juguete.

—Deja el caso.—Las palabras salieron de la boca de Eric antes de que fuera consiente de que las habia pronunciado.—Deja la policía, Jess, no necesitas ser agente de Drogas, ni tocar en la banda de otro tipo o lo que sea que hagas. Déjalo.

—¿Qué?

-—No quiero perderte, este trabajo que tienes es muy riesgoso, no quiero que mi esposo sea un superhéroe que atrape chicos malos,  Jesse. Te quiero a ti entero en casa. Te necesito mi ángel, por favor, deja el trabajo. Sé que te lo dije borracho, pero lo decía en serio, no necesitas trabajar, puedes apuntarte a la universidad que quieras o no hacer nada.

—No puedo.

—¿Por qué?

Jesse suspiró y apartó sus manos de Eric..—Se lo debo. A todos los compañeros que murieron por ir tras él—Y a mi padre, pensó Jesse. —tengo que atraparlo, necesito ir por él.

" él"

Caín.

Eric sabía de lo que hablaba incluso si no lo decía explícitamente .

Jesse quería ir por "él"

Ya me tienes poli tonto, cada noche duermes en los brazos de tu verdugo, pensó. Eric hundió su nariz en los risos alborotados de jesse .

¿Por qué , con todos los polis corruptos del mundo el único  bueno debía estar obsesionado con el narcotraficante más peligrosos de los últimos 100 años?

《¿Y por qué  tu te estas obsesionando con él, Eric? 》

Porque era tan jodidamente bueno que una parte de el quería empaparse de toda esa maldita bondad que desprendía el chico. Toda aquella loca y estúpida valentía cargada de valores que el nunca albergaría.

Eric suspiró con cansancio.

Su vida era una jodida tragedia.

No te estas obsesionando con el chico,  maldita sea que no, se dijo, joder Eric ¿con un poli bueno?, Dime que no es cierto, se reprochó a si mismo.

Pero no necesitaba dedicarse a largas horas de introspección para entender lo obvio.

—Jess....-— Los dedos de Eric tomaron la barbilla de Jesse y lo obligó a que lo mirara.—Prométeme que si se pone peligroso dejarás el caso, nos iremos lejos, te llevaré a un sitio seguro. Lejos de todo Jess, solo tu y yo.

—Estas exagerando, Eric...

—Tengo un mal presentimiento. Hay dos hombres muertos en menos de 6 meses.

—¿como sabes...?

Sí Eric, como lo sabes, acaso planeas decirle que tus los mataste?

NO. jesse le había dejado claro que nunca se relacionaria con algo "malo"

Tu eres malo, pon tu cerebro a trabajar antes de que lo arruines, Eric.

—internet—Se apresuró a decir— algunos periodistas hablaron del caso maldito cuando cubrieron la muerte del agente de homicidio...

—Liu Cong-—completó Jesse.

—y lo vi en las noticias , como gravaban el momento en el que descolgaban al hombre de un jodido puente Jess. Todos mueren Jess, internet hablaba de una conspiración que...

—oye.—Jesse tomó un pequeño mechon del cabello que salía en esos momentos de la coleta del pelilargo y se lo acomodó detrás de la oreja con cariño—Sé que puede asustar. Tú y mamá se llevarán increíble cuando se conozcan mejor, pero créeme, La prensa saca mucho las cosas de contexto Eric. No tienes por que tener miedo. No es tan feo como suena.

Tendrías que asustarte, Jess. Solo hazme caso, solo escúchame, pensó.

—por favor...

Jesse corrió el rostro apartándose. Estúpido policía necio con complejos de superhéroe.

— ¿Qué se supone que haga todo el día?

—Lo que sea, lo que sea que tu quieras hacer. Te daré lo que quieras.

—quiero ser policía. Me gusta mi empleo.

—¿ no puedes, no lo sé ...bajar gatitos de los arboles? Dedícate a algo que no sea el jodido caso maldito. ¿Por qué?

—Los que bajan los gatitos son los bomberos, Eric. ¿En serio estamos teniendo esta conversación?

—Solo no me gusta que te expongas de esa manera ¿de acuerdo? No quiero que te pase nada, piénsatelo, vayamos un año de vacaciones, cambiemos de casa, podemos ir a donde quieras —Jesse comenzó a negar. —promete que lo pensarás.

Al final Jesse suspiró y le sonrió con la mirada paciente que ponía para Max cuando el niño hacía un berrinche. —Entiendo que te preocupes Eric, de hecho es tierno que lo hagas, pero no me pasará nada ¿si? De todos modos, no puedes encerrarme en cofre de cristal.

—No seria una mala idea Jess, te verías bonito en mi caja fuerte, podría guardarte como a mi tesoro más preciado.

Jesse rodó los ojos pero le sonrió.

—De acuerdo —Jesse abrió grande sus ojos fingiendo horror— Voy a fingir que no estas sonando como un psicópata en este momento.

Eric soltó una carcajada. ¿En serio? ¿Dejaba que jugara con su sangre y se sorprendía por un par de palabras juguetonas?

—Admite que te gusta que me preocupe por ti Jess.

—Me gusta que lo hagas, eres tierno de una manera un poco escalofriante. Eres como una sexy muñeca, escalofriante y tierna.

—¿Me llamaste muñeca?

—Infiernos que lo hice, Barbie ha hecho tratos con el diablo por tener tu cabello.

—¿Por qué siempre te metes con mi cabello, poli de juguete?

—¿Poli de juguete? — Preguntó Jesse.

—Si soy tu Barbie tu eres mi poli de juguete.

—Suena a un buen tato por mi. Pero tendrás que dejar que te vea en vestidos y tacón.

—No te pases, Jess. —Gruñó y antes de que se diera cuenta estaba haciéndole cosquillas. Ambos se estaban haciendo cosquillas.

Jesse estaba riéndose como foca ahogada y Eric estaba riéndose con él hasta que se dio cuenta de lo que hacía y se detuvo mirando al chico que aun lo observaba con la mirada risueña y aquellos vibrantes ojos verdes como esmeraldas.

No pudo evitar preguntarse que clase de poder tenía ese chico para que pasara de tener la absoluta determinación de deshacerse de él a reír como niños de prescolar con todo lo que habia pasado en el trascurso desde que lo había recogido aquel mismo lugar hacia un par de horas.

—Te quiero Eric. —Le dijo aun con la sombra de la risa achinando sus ojos.

Eric no respondió con palabras, le dejó un beso en la frente y se despidió de él.

Cuando por fin dejó que Jesse bajara de su coche ,Eric sacó su móvil y aprovechando que se había tomado el día libre, buscó entre sus contactos y marcó.

La razón por la que un jefe del crimen organizado, como lo era Caín, no hubiera sido descubierto más de 50 años después de haberse instalado como mítica figura, consistía en que tuviera comprado los contactos correctos.

Y Eric los tenía.

20 minutos después, y una transferencias de varios ceros de por medio, Jesse Roger estaba fuera.

De acuerdo, sí Jesse quería ser poli, Eric le dejaría que fuera poli. Pero no volverían darle ningún caso importante, no. Nada que pudiera ponerlo en riesgo, sí, tal vez jesse no se refería a eso cuando decía que se sentía a salvo con él, pero joder, Eric honrraría la confianza de su poli, lo pondría a salvo, incluso si debía manipularlo un poco para eso.

Lo siento, pensó, pero no dejaré que Nadie te haga daño, mi ángel.

Nadie excepto tu, susurró la voz en su cabeza, y joder para ese momento la bestia se carcajeaba en su cara por lo iluso que estaba siendo

Wey, tuve unos días bastante complicados,  cómo están mis amores? 

Me extrañaron?

Que opinan de Eric?  
Jajaj me encanta mucho como pelea con su conciencia.

Los amo 😘

Pd: No sé por que pero al lado malo de Eric, "la bestia"  que siempre se burla de él,  me lo imagino como un minotauro encerrado en una celda.  Solo era una curiosidad que quería compartirles jaja

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