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🖤15🖤

CAPÍTULO 15


A jesse le tocaba ese día el turno de la noche. Normalmente era cuanto más activo se ponía el mundo de las drogas, pero ese día parecía tranquilo. Ninguna denuncia anónima ni redadas que planear de momento.

 A jesse le hubiera gustado que estuviera menos tranquilo.

Llevó distraídamente su mano al hombro y se quitó la costrilla por tercera vez en ese día. Eric había clavado los dientes en su espalda hasta hacerle daño. Había cortado su piel y Jesse no lo había notado hasta la mañana siguiente cuando el agua en la ducha hizo que el escozor delatara la herida. El recuerdo vaporoso de la noche anterior había hecho que su mano fuera a su entrepierna y cerrando sus ojos imaginó un final alternativo en el que nunca llegaron a la cama. Una paja matutina en la ducha no era lo raro, eso no lo hubiera tenido distraído todo el día, lo que lo perturbaba en esos momento fue sorprenderse a sí mismo por la necesidad de clavar sus uñas en la herida para correrse.

Dios , todo se estaba volviendo tan extraño y ni siquiera pudo hablar con Eric sobre lo que había pasado, que Jesse no tenía la suficiente experiencia para terminar de comprender lo que le estaba pasando y el pelilargo prácticamente había salido corriendo de la cama por la mañana como si estar cerca suyo le quemará.

—Te ves distraído colega—Dijo el chino de salida observando al chico con la mirada fija en la pantalla de su ordenador apagado.—Rogers—Le llamó la atención por segunda vez.

Jesse pestañeó enfocando a su compañero.

—Creo que necesito dar una vuelta—Admitió. 

Bajó la vista apenado a los folios sobre la mesa, estaba revisando la declaración de alguien que dijo trabajar para otro alguien. Jesse solía gustar de hacer trabajo extra incluso en sus horas de trabajo regulares. Amaba investigar y atar cabos sueltos pero en esos momentos todos los cabos sueltos que quería atar tenían nombre y apellido.

—Ve hombre, sea lo que sea que tengas que resolver, ve y hazlo, llevas la cara quién han salido de un velorio.

Y puede que un poco de luto estuviera. Al menos el Jesse que había creído ser había muerto para transformarse en un irresponsable que dejaba de lado el trabajo, que se revolcaba con extraños en Las Vegas y ahora también necesitaba que lo lastimaran durante el sexo.

Bueno, si lo pensaba no sabía si realmente había cambiado su yo sexual, que no había tenido experiencias anteriores a Eric. Pero siempre se había corrido con un poco de ayuda de alguna porno normal. Lo más violento que había usado para masturbarse era un daddy con algún niñito juguetón de porn hub.

 No. A él no le iba lo sado.

Siempre había sentido que aquellos fetiches eran cosas malas. Eric le había dicho que era un chico malo. Dios. Eric cuando se ponía en ese rol enigmático era caliente, como si no fuera solo un juego, a Jesse lo ponía. De verdad. Jesse quería gritarle que le hiciera toda las cosas malas que quisiera. La manera en la que le había apretado la garganta la noche anterior...Jesse se había puesto duro solo con eso. Había googleado el asunto.

Asfixia erótica.

Así se llamaba, era una práctica sadomasoquista peligrosa,  muy peligrosa, gente imprudente moría por esas cosas. Él no era imprudente ¿Era masoquista acaso? Que le gustara que su esposo se pusiera un poco rudo no lo hacía un masoquista ¿no? Porque sentía que eso era malo.

E incluso si le gustara, si realmente le gustara experimentar un poco más por ese lado, no se imaginaba a sí mismo pidiéndole que lo azotara en la cama, que lo ahorcara o le hiciera todas esas cosas que había visto en internet mientras "investigaba".

Aunque a Eric parecía gustarle y joder, ese pensamiento en vez de espantarlo lo entusiasmaba más lo que se atrevía a admitir.

Oh diablos. Eso estaba mal. Eso debía estar jodidamente mal, se asustó Jesse, y tal vez debería haber hecho lo mismo que Eric esa mañana, salir huyendo de allí, salir huyendo y no volver jamás a cruzarse con ese hombre que lo hacía sentirse tan extraño, pero si lo pensaba, la mejor corrida que había tenido en su vida había sido aquella en el Jacuzzi allá por los primeros días de su relación. 

Sí, se había sentido un poco perturbado luego y jodidamente adoloridos por varios días como si le hubieran dado la paliza de su vida pero...

...aaaaahhhhg!

De momento se sentía demasiado confundido con su reciente y turbulenta vida personal como para concentrarse en un montón de Yonkis declarando mierda absurda. Que probablemente creyeran que el que les vendía era un puto unicornio.

Carajos. Carajos. Jesse nunca se había sentido tan desapegado de su trabajo como entonces. Lo único en su cabeza eran esos ojos amielados de mirada felina y depredadora. Su voz sedosa y amenazante donde sonaba una invitación en cada palabra que pronunciaba.

Jesse mordió sus labios.

Eric era una invitación a ser descubierto. Necesitaba saber más de él. Tamborileó con sus dedos sobre el escritorio, observó a los lados y se puso de pie.

Jesse fue hasta la parte de informática aún con la cabeza llena de pensamientos extraños que quería aparcar. Necesitaba información. Y la persona ideal para conseguir eso era Catherine Everett, una mujer en sus treinta, con el cabello en un corte bob tinturado en caoba y unos grandes lentes cuadrado, a Jesse siempre le recordaba a Vilma de la serie Scooby doo. Era algo así como una amiga, la mujer era bastante amable la mayoría del tiempo aunque casi no se encontraban debido a la diferencia de horarios y ocupaciones.

Jesse llegó hasta donde trabajaba la mujer y simpáticamente se apoyó en el box que separaba el ordenador de Catherine del de los otros informáticos. Jesse miró a los lados y carraspeó para llamar su atención.

—Roger.—Saludó la mujer al verlo.

—Everett—Dijo Jesse de vuelta. Catherine le sonrió—¿Qué trae a un oficial de drogas hasta mi humilde rincón un jueves por la noche?

—Necesito que busques información sobre alguien...

—¿Un caso interesante? —Preguntó la chica acomodándose en su ordenador dispuesta a iniciar la búsqueda.

—uhum.. más bien algo personal. Ya sabes...

Catherine se giró ligeramente en su silla y evaluó al muchacho frente a él.

—No se supone que busquemos cosas personales, Rogers.

Jesse volvió a los lados para asegurarse que nadie lo viera y se acercó más a la mujer acuclillándose entre sus piernas dentro del box para ocultarse de algún posible entrometido.

—¿sabes que es mucho más sospechoso que te arrodilles entre mis piernas Jesse? —La mujer alzó una de sus cejas consiguiendo que Jesse se ruborizara.

—Nadie sospecharía de mí entre las piernas de una mujer. Probablemente me creerían si digo que busco un pendiente—Jesse recorrió con la mirada el camino desde los muslos hasta el cinturón café que sujetaba los pantalones de Catherine y luego subió de nuevo sus ojos hasta el rostro de la mujer—Sin dudas Gay.

Catherine se rió y le dio un golpecito amistoso antes de reacomodar su silla de nuevo al ordenador. El chico giró sobre su eje sin moverse de donde estaba entre las rodillas de la mujer y apoyó su espalda en el borde de la silla para observar también la pantalla.

—Por cierto. Tampoco tengo dientes ahí abajo ¿sabes?—Le dijo distraídamente mientras teclea un par de códigos para abrir un programa.

—Esa duda atormentaba mi sueño. Cat. Gracias por quitármela.

—Eres un caso Roger. Entonces, dime ¿A quién buscamos?

—Mi esposo.

—Lo hubieras dicho antes. ¿y qué estamos buscando? —le preguntó la mujer entrando a la pantalla de búsqueda.

—No lo sé. Antecedentes, lo que sea. Cualquier cosa turbia o perturbadora.

—¿No deberías saber eso de tu esposo?—Preguntó Catherine curiosa.

—no sé nada de mi esposo.

Eso, eso era lo único que sabía de Eric Mc.Graw.

La mujer lo miró compasiva antes de introducir el nombre que Jesse le dio. Varios click después, la pantalla mostró una lista de datos poco relevantes. Datos fáciles de encontrar con google. No era eso lo que buscaba. Jesse quería saber si de verdad Eric era un tipo malo. No se lo había negado, Jesse podía haber estado caliente la noche anterior pero no era tan tonto como para pasar eso por alto.

—Nada—Dijo Catherine, ambos miraban la pantalla compartiendo el asombro. —no hay nada sobre él. Ni una multa de tránsito. Demasiado limpio.

Jesse frunció el ceño. Pensaba exactamente lo mismo.

—Entonces ...

—Tal vez me gané la lotería...—murmuró Jesse pensativo.

Eric, necesitaba pensar. Necesitaba pensar con la mente en frío y tomar una decisión. Pero últimamente eso se le estaba complicando. Había estado demasiado cerca de joderla la noche anterior con Jesse. Que en toda su vida nunca había estado tan cerca de revelarle a alguien su "otro lado", ni siquiera a Jed, con el que incluso había convivido por años y ahora llegaba el buen poli y a la primera de cambio le quería soltar la sopa, lo había distraído, claro, pero había estudiado lo suficiente a las personas como para saber cuándo la duda picaba en alguien, si fuera inteligente acabaría de una maldita vez con todo el asunto de dormir con el enemigo.

Que él siempre había sabido mantener separadas sus dos vidas.

Eric McGraw nunca se metía en problemas, era el tipo afable que conducía como anciana, hacía grandes donaciones a caridad, amaba platónicamente a su mejor amigo y le temía a la sangre. Lo tenía tan ensayado que era una segunda piel o tal vez fuera parte de él, Eric ya no sabía decir con certeza quién realmente era. Pero sí sabía que luego estaba la otra parte, su sombra, la que guardaba solo para sus enemigos.

El poli con complejo de capitán América habían conseguido verla.

Lo había subestimado, un error de novato, pero no esperaba que Jesse viera lo que nadie había visto en años. Jesse había visto al Vory, al perro de Caín, la bestia, lo primitivo de su ello, lo que nadie tenía que ver. Eric no sabía explicar cómo había pasado eso. El chico tenía algo que lo desestabilizaba, su control se iba de vacaciones y la bestia se acercaba a ver por la ventana desde su prisión.

Maldita sea, tenía un jodido doctorado en psicoanálisis y ni siquiera podía controlar su sombra más primitiva. Jung* se haría una fiesta con su cabeza. El maldito y su teoría nunca le había gustado de cualquier modo.

No.

A Eric nunca le había gustado la introspección, tal vez por eso se hubiera dedicado a escuchar las mierdas de otros para no escuchar las suyas propias, que cuando lo hacía siempre lo llevaba a sitios oscuros donde la bestia gruñía y se reía en su cara por lo patético que era al intentar mantenerla atada con grilletes. Ahora mismo parecía aullar y burlarse porque se había equivocado todo ese tiempo al creer que le gustaba Jesse.

No. A Eric no le gustaba el poli, eso no hubiera sido tan malo. Eric sabía controlarse. Eric era el buen tipo. Pero no...

El que acechaba al poli era la bestia que se liberaba un poco cada vez que lo tenía cerca. Ese era el maldito problema. Jess le gustaba, pero no a él, sino a su lado oscuro y eso era peligroso en el mejor de los casos.

Si no fuera poco con su inestabilidad mental y su aparente crisis de personalidad, las cosas en Rusia tampoco estaban bien, todo estaba demasiado alterado, los primos hablaban de que se estaba hablando de una sublevación. Nada era peor que un líder débil, y se corrían rumores de que el Pakhan estaba más que enfermo, Eric los había oído, los rumores, Lana se los había confirmado, había un gran problema cociéndose lentamente mientras que en América tenía a Fiodor instalado en la casa de Nikolay queriendo ponerse a cargo del Dom, un hotel en el centro de la ciudad, la cabeza de las instalaciones de la bratva en américa. A eso sumarle un cargamento atrasado que debía de haber llegado hace más de dos semanas para los chinos y su contacto en la policía advirtiéndole que había un novato detrás de él.

Eric odiaba a los novatos, siempre tan idealistas. Jodia sus nervios. Tendría que deshacerse de él y eso... eso solo eran la mitad de sus problemas. La mitad de su vida, los problemas del perro mestizo.

Luego estaban los problemas de Eric, el multimillonario, con una madre adicta que saldría de rehabilitación en medio de todo ese caos, pacientes dependientes que lo llamaban constantemente, cientos de mensajes de personas con historias lacrimógenas que llenaban su correo esperando algún tipo de salvación del rico filántropo, una mejor amiga embarazada que lo llamó para que la acompañara a la cita ginecológica donde le moqueó por casi una hora en la que tuvo que consolarla, y un mejor amigo que lo obligaba a hacerse tiempo para jugar al detective.

Tragó saliva y volvió a ver el recorte de la cinta que Oliver le había dado cuando llegó en la tarde del Hospital. Se encontraba en la biblioteca, evaluando sus posibilidades mientras observaba la repetición de como Romeo abofeteaba a Jed en el comedor el día del almuerzo en el que "tuvieron que retirarse urgentemente" No era que lo tomara realmente por sorpresa, lo venía sospechando. Todo en la actitud de Jed gritaba violencia doméstica pero no esperaba que el cabrón le hubiera pegado en su propia casa.

Bajo su techo.

Eric estaba hirviendo de furia.

Ahora entendía por que Oliver no había querido decirle de qué se trataba la cinta antes de la que la viera.

mírelo Jefe, lo encontró el de seguridad revisando las cámaras—Era todo lo que había dicho antes de retirarse a esperar al pasillo. 

Eric se acarició los dientes superiores con la lengua antes de atraparla entre ellos mientras pensaba, Jesse estaría fuera toda la noche.

Abrió el cajón de su escritorio y sacó la Glock.

♡♡♡♡♡♡♡♡

Hola mis amores, ¿qué tal les ha parecido el Cap?

Jesse está metiendo la nariz donde no lo llaman, ¿Que creen que pase?

¿Que creen que haga Eric?

¿Se esperaban lo Jed/Romeo?

Para los que tengan curiosidad sobre la Sombra de la que habla Eric, es un arquetipo del psicoanalisis de acuerdo a Carl Gustav Jung. es una teoria muy interesante, por si quieren leerlo, pero básicamente habla de todo lo que el sujeto no reconoce como rasgos o características de su yo consciente pero lo fuerzan directa o indirectamente como rasgos de carácter. Aquella personalidad oculta, reprimida y de valor inferior. Es también de acuerdo a algunos teoricos lo que rechazamos en otras personas como proyección de nuestra propia sombra.

Digamos que es como el lado oscuro de la luna, no sé si lo habré explicado bien, esto es como para que tengan una idea de lo que habla, no todo en la sombra es malo. Pero en fin.

jajajaj okey eso es todo. me fui al carajo creo.

los amodoro.

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