Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7



Narra Dareck

Lo único bueno después de ese fatídico día, fue poder ver a mi familia con bien. Aunque no me estaba gustando el precio que debía pagar, nunca me ha gustado someter a las mujeres a mi voluntad, ni mucho menos violentarlas. Luego de ese día, me siento tan asqueado con mi persona. De haber estado en mis cinco sentidos, nunca la hubiese mancillado. Aunque esto no es excusa para lo que hice.

—Dareck, hermano, ¿Quieres cargar a tu sobrina? —Enger, me extiende a su bebe, quien esta contenta tan solo de verlo.

—Claro. —A pesar, de que mi sobrina tiene siete meses, aun me siento torpe cargándola y los nervios me inundad, porque no quisiera hacerle daño.

—Siento tanto que tuvieras que hacer aquello, para poder asegurarnos la vida. —me miro con tristeza. —No sabes lo impotente que me sentí por no poder proteger a mi familia. A veces siento que no soy digno del amor de Penny y de nuestra hija, Leah.

—Nunca vuelvas a decir eso, Enger. Eres mi hermano y haría lo que fuera por ti, por nuestra pequeña familia de cinco. —dije esto último, mirando a Leah, quien estaba muy sonriente. A veces envidiaba su tranquilidad y el que ignora lo que esta sucediendo a nuestro alrededor.

—Eso es algo que no te puedo prometer. Aunque cada vez que tengo a Leah en mis brazos, o puedo ver su carita hago tantas promesas que no se si pueda llegar a cumplir. —me confeso, a la vez que no despegaba su mirada de su hija.

Si te vieras como te veo yo, tendrías un mejor concepto de ti. —esta vez fue mi momento de confesarme, puesto que admiro la valentía que posee. Ha luchado por lo que quiere y lo sigue haciendo, además de que comparte su felicidad conmigo. Puesto que tener a Leah con nosotros hoy, ha sido una lucha que ha ganado. Pero sé que también, quería poder ver a su mujer, sin embargo, Don no se lo ha permitido porque sé que quiere algo mas de mí y utilizará esto para chantajearme. Esto es algo que me lo callo y no le menciono nada a mi hermano. Puesto que no quiero que se siga sintiendo inferior, puede que físicamente este por encima de él, sin embargo, Enger tiene cualidades que lo engrandecen.

Le devuelvo a su hija, porque sé que merece abrazarla todo el tiempo que dure esta visita. Sonrío, como pocas veces hago cuando veo que Leah besa a mi hermano en la mejilla dejando un rastro de babas. Pero para él este es el mayor gesto de amor de su parte.

Escucho el tocado característico de los leales de Don, observo como mi hermano se tensa, ya que es extraño que nos molesten cuando tenemos una visita ganada, porque nunca nos han regalado nada. Coloco mis manos en sus hombros, tranquilizándolo y señalando que coloque en un lugar seguro a Leah. Mientras hace esto, voy a la puerta a abrir donde encuentro a cuatro guardias, entre ellos, Mario y Ricardo quienes se mantienen alejados de mí, porque saben que me deben una por lo del casino.

—Máquina, Don te manda a llamar. —Escupe, Dillon. Quien siempre ha sido muy directo.

—Entendido. ¿Pero por qué manda a cuatro de ustedes, si con uno y una amenaza es suficiente? —ironizo, tratando de sacar alguna pista. Aunque sé que no obtendré nada, conozco a Dillon, el cual tiene mi respeto en cuanto a lo discreto que es. Sin embargo, Daniel no es así.

—Don, menciono que ya llego el momento de que cumplas y...—recibió un codazo por parte de Dillon.

—¡Cállate, Daniel! ¿Quieres que Don te corte la lengua por hablar de más? —amenazo a Daniel. Quien se puso pálido, al escuchar esas fuertes palabras. —Es mejor que te muevas ahora, Máquina. Mario y Ricardo, se quedarán con tu hermano y tu sobrina.

Aquí vamos otra vez. Sentí en el fondo de mi cabeza, ese susurro inconfundible de mi otra bestia interna. Esa esencia de lobo que corría por mis venas.

Antes de ir hacia la mansión de Don, y sus horrendos hermanos fui a despedirme de Enger. Con solo verme a los ojos podía entender lo que quería comunicarle, asintió para que me pueda ir tranquilo. Todos saben que mi mayor debilidad es mi familia, y es por donde Don ataca.

Siento todo esto ridículo, que tenga que ser llevado por dos guardias y que dos se queden apostados vigilando a mi hermano. Aunque pensándolo mejor, Don no es estúpido y sabe que debe andarse con cuidado si pretende que su plan surta el efecto deseado.

Ese recorrido hacia la imponente mansión, siempre me ponía alerta a todo mi entorno porque nunca se sabia a ciencia cierta cuando podía ser una emboscada. Sin embargo, aunque lo deseaba no fue de este modo, puesto que al llegar a su oficina veo a sus ejecutores como siempre apostados velando por su seguridad. Quienes abren las puertas dobles, para darnos paso.

Una vez adentro solo nos hacen esperar unos minutos para que Don y sus dos secuaces hermanos hagan su salida dramática, para terminar sentándose en sus respectivos asientos.

—Pero si aquí está mi mayor orgullo. —menciona con voz prepotente, Don—Mi más grande creación.

—Una gran creación, es cierto. —murmura Leonel, el pelinegro. Quien siempre se sienta a su izquierda. —Sin embargo, un tanto rebelde, irreverente y voluntarioso.

—Algún defecto debía tener nuestra, Máquina. —añade, Matías.

—Pueden que tengan razón, pero tengo un as bajo mi manga que me permite controlarlo—siguen hablando como si no estuviese aquí. —Créeme muchacho, que si hubieses sido obediente a mis mandatos sin rechistar serias mi perfecto sucesor.

—¿Podrían decirme para que me mandaron a buscar? —los escudriño con la mirada, ya que estoy hastiado de estar en su presencia.

—¿Ves lo que digo? —Como siempre Don, me mira exasperado—Ya sin más, te anuncio que ya llego la hora de cumplir con tu misión. —Escuchar de su boca estas palabras me helaron la sangre, porque tendría que mirar a los ojos muy pronto a la princesa quien de seguro me debe de estar odiando.

—Máquina, estamos allanando tu entrada al reino de los Leclerd. Pero para eso, debes ir a California y esperar hasta que un ejecutor de los Leclerd vaya a buscarte.

—¿Por qué un ejecutor del rey demonio me buscara?

—Porque es previsible, Yeisir, cuando se entere sobre el matrimonio de su hija, intentara dar con tu paradero y es posible que intente hacerte desaparecer. Pero siendo nuestro prototipo 1ª, serás duro de matar. —Se carcajeo, como si la escena le diera placer. Pero claro, todos somos reemplazables para ellos.

—Tenemos plena confianza que le demostraras que eres el único digno esposo para su hija, te ganaras su confianza y en ese momento deberás actuar. —toma la palabra, Matías, quien siempre tiene el ceño fruncido. —Tu misión es matar a Yeisir, y una vez te hagas con su trono deberás entregárnoslo.

—Máquina, déjame ser explicito—se puso en pie Leonel—Conocemos tus puntos débiles, y si fallas a tu misión deberemos eliminar a tu hermano, además de quitar esos privilegios otorgados a Tamara y Penny, quienes deberán satisfacer las necesidades de nuestros prototipos.

No pude detener mi gruñido y con el, mi posición de ataque, pero fui detenido por Dillon y Daniel que ahora entendía porque fueron permitidos aquí.

—Yo que tú, lo pensaría bien mi actitud. Te juro Dareck, que si nos traicionas eliminaremos toda tu familia. Hasta esa que no conoces—lo mire extrañado. —Sí, Máquina. El sujeto de prueba utilizado para procrearte aun esta vivo, y tiene una linda familia.

Me quedo de piedra al escuchar que mi progenitor esta vivo, él cual no sabe de mi existencia.

—Hace unos minutos, me dieron su informe. Tienes dos hermanos y una hermana.

—No te creo.

—No me creas, pero puedes preguntarle a Tamara. Ella vio el informe. Te permitiré que vayas y hables con ella, sin embargo, terminando de conversar quiero que te largues a cumplir con la misión. Además, tendremos un espía en el territorio y Dillon te acompañará a California, quien se hará pasar por tu hermano. ¿entendido?

Asiento, porque aunque me guste o no tendré que cumplir con la misión. Con una señal nos despidió de su presencia.

De modo, que Sali al jardín donde sé que encontraría a Tamara. Quien estaba siendo acosada por un estúpido que quiere firmar su sentencia de muerte.

—Mas te vale, que te alejes de Tamara. —gruñí con furia a Marck, quien se asustó y salió corriendo. —¿Estas bien?

—Sí, gracias—menciono, una vez me envolvió en sus brazos o lo intento. —Viniste por que Don te mando no es cierto?

—Sí. El dijo que mi padre está vivo, es cierto. —la mire esperando su respuesta.

—Sí, mi amor—suspiro, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. —Después de tantos años, volví a verlo. Ahora, tiene una familia.

—Lo siento. Se que aun sientes algo por él. —trato de consolarla, aunque no soy bueno.

—Sé que debes hacer esta misión, pero sabes a que le tengo miedo¡? —pregunto desconsolada, solo negué—A que esta misión te haga matar a tu padre, o el te mate a ti. Y eso es lo único que me has pedido, que si estoy presente no permita que mates a tu padre. Sin embargo, no creo que podré cumplirte esa promesa.

—¿Mi padre está en ese territorio?

—Sí, hijo. No puedo decirte su nombre, porque Don no lo permite. Pero confío en que la diosa luz, ha de ser misericordiosa en esta situación, ya que se ha olvidado de nosotros.

—Máquina es hora de irnos. —me señala Dillon. Solo asiento, no sin antes despedirme de mi madre. Tamara, esa mujer que ha sacrificado tanto por mi hermano y por mí.

—Adiós, mi amor cuídate. —abraza y me susurra en voz baja—He hecho lo que he podido para protegerlos, y debo confesarte que Enger también es hijo de tu padre.

Me quedo estático, porque siempre nos ha dicho y hasta Don lo cree que Enger es hijo de otro ejecutor, sin embargo, de menos rango. Al ver su rostro, entiendo porque oculto esto a todo y es que si Don se entera podría haber convertido a mi hermano en otro de sus máquinas letales. Beso, su frente y salgo del jardín.

Mientras voy caminando de regreso a donde descanso, concluyo que en la vida siempre debemos mentir y sacrificar muchas cosas para proteger a quienes amamos. Lo cual es justo lo que voy a hacer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro