𝟛𝟜🎶
Capítulo 34| Incluso el corazón más roto vuelve a latir
Riley
Me paso las manos por el pelo, despeinándolo.
No puedo quitarme de la cabeza todo lo que ha pasado hace menos de una hora, desde que la encontré con su hermano en el centro comercial hasta el momento actual. Su hermano... ¡Joder, sigue sonando raro! Pero ahora no me importa el hecho de que me haya mentido diciéndome que su hermano estaba en el extranjero, porque eso no es lo que más me impacta. Lo que si me ha impactado es cuando esa Rosa, —la que conocí en el restaurante chino—, ha llegado corriendo a abrazarla, Mane se ha soltado a llorar.
Que digo, ¡se ha derrumbado!
Lo que ha pasado ahí dentro, —pues yo me encuentro en el porche desde hace media hora—, no es simplemente una chica llorando, es mucho más que eso. Mane se ha roto ante mí y, ya la conozco lo suficiente, como para saber que ha estado aguantando a no hacerlo delante de mí hasta ahora. Sin embargo, no ha tenido existo en aguantar más las lágrimas y verla en ese estado... ¡Mierda, me ha destruido!
Y más cuando la he visto caerse al suelo y yo no he podido hacer nada pues sé que yo solo lo puedo empeorar más; por eso me salí, para dejarla con la tal Rosa dentro.
El ruido de un portazo me hace levantar la vista del suelo y girarme un poco para ver que Mane ha salido y camina con la vista al suelo. Me levanto de donde me he sentado y voy hacia ella, pero no hago nada. Nos quedamos cerca el uno del otro sin saber muy bien que decir. Debería odiarla. Quiero odiarla, pero cuando la he vuelto a ver después de días desde el accidente que tuve sin vernos, todo se me ha vuelto a aparecer en la cabeza; tanto lo bueno como lo malo.
Mane rompe el silencio levantando la mirada y me rompo al verla con los ojos hinchados y rojos:
—Yo... —su tono se rompe incluso antes de empezar la frase. No aguanto ni un segundo más y termino de acercarme para abrazarla; se deja —Tienes razón. Tú y todos tenéis razón —me separo unos centímetro para poder mirarla —Estoy rota y me da miedo que me rompan más, por eso te dije todo eso aquella noche... Pero quiero abrirme contigo.
—No tienes porque...
Esta niega, absorbe por la nariz y se sienta en las escaleras donde yo hace un segundo estaba, en el porche.
Me siento junto a ella y no tarda ni un minuto cuando suelta las primeras palabras:
—Me rompieron el corazón.
—Ese tío es un capullo y no te merece —hablo cuando está termina de contármelo todo.
Observo a Mane abrazarse las piernas mientras entierra la cara en estas, ocultándose. Las palabras de Rain diciéndome que tal vez tuviese miedo al amor, se confirman con todo lo que me acaba de contar. La sirenita ha sufrido por culpa de un gilipollas que solo la utilizó para una apuesta y luego, a su hermano le jodió la vida una chica que lo único que le interesa es el dinero... Ahora entiendo porque siempre evadía o se ponía nerviosa cuando le mostraba muchas muestras de afecto, pues tiene miedo.
—Si te rompí el corazón es porque intento proteger al mío, pero cuando te vi saliendo destrozado, me sentí mala persona. Me sentí como Marco —esta interrumpe mis pensamientos.
Coloco una mano en su barbilla y le levanto la cabeza para que nuestras miradas se encuentren. ¡Dios, la extrañaba! Extrañaba todo de ella: sus ojos, sus labios... Le repito que ese capullo no se merece alguien como ella y que es perfecta tan rota y arreglada, pues todos empezamos siendo pedazos que vamos reconstruyendo lentamente. Sin poder evitarlo más tiempo, junto nuestros labios que, para mi sorpresa, esta me sigue el beso. Cuando hago que nos detengamos, le acaricio las mejillas limpiando cualquier rastro de lágrimas, porque el tal Marco ese, no merece ni que llore por él.
—Si nunca te he dejado entrar es porque me avergüenzo de mi mierda de vida —murmura como si se sintiera culpable al avergonzarse de su hermano.
—Escúchame —Hago que me vuelva a mirar —Si tú vida es patética, yo quiero formar parte de ella, ¿te queda claro? Yo soy igual de patético... Todos somos patéticos en este mundo de hipócritas.
—¿Por qué me tratas bien? Deberías odiarme, Chico Disney.
Me encojo de hombros mostrando una sonrisa y mirando al horizonte. Unos minutos después, me volteo para responderla:
—Sirenita, es imposible odiarte y mira que lo he intentado —Quito un mechón de su cara metiéndole detrás de su oreja y me quedo allí parado, tocándola —Te has metido tan a fondo de mi cabeza, que me resulta imposible sacarte ya.
La beso con delicadeza, como si se tratara de un objeto de cristal que quiero mantener en perfectas condiciones y disfruto de sus labios que he echado tanto menos. Le hago saber que yo si quiero intentar de nuevo con ella y, aunque su cara muestra pavor, le prometo que yo nunca le romperé el corazón como ese gilipollas y que merece creer en ella misma y que todos siempre, podemos volver a amar.
Esta niega y lo siguiente que comenta, me pone serio porque no es verdad.
—Chico Disney, mi corazón ya no late. Dejó de hacerlo y no puedes hacer nada por cambiarlo.
Haciendo el tonto, me acerco a su pecho y presiono mi oreja cerca de su corazón. Esta se ríe y yo quiero besar esa risa todos los días, pero sigo ahí pegado para después señalar:
—Pues yo si escucho latidos.
—Si, pero solo son para sobrevivir —comenta, apenada.
—A ver, ¿no sé supone que eres fan de NeverLand? —Mane me mira y asiente sin rasgos de alegría en la cara —Una de las canciones habla de que, incluso el corazón más roto vuelve a latir.
Vuelve a negar, asustada:
—Ni lo intentes, idiota. Vas a acabar rindiéndote o peor, te volveré a hacer daño.
—Nunca me rindo, Sirenita y menos si se trata de ti —enuncio. Al ver que sigue sin confiar en mí, sigo hablando —Además, prefiero vivir sin latidos a pasar una vida sin ti.
—Eres muy pesado, idiota.
—Pero este pesado se muere por ti —le suelto tan directo como siempre. En ese momento me viene otra cosa a la cabeza. Cuando me ha contado que ella paga todo sola y que apenas llega, empiezo a atar cabos de porque trabaja y estudia a la vez y el disco que le regalé por Noah —Otra cosa, sirenita: ¿por eso te molestó que Noah me pidiera un disco para regalarte? ¿Por qué no podías pagarlo?
Asiente, apartando la mirada como si le avergonzada. Luego, habla:
—No es que no pueda, pero tengo tantos gastos que hago sola, que apenas me llega para mi vida personal y odio tener que pedir dinero o que la gente me compre caprichos porque...
—Sientes que lo hacen por pena, ¿Verdad?
—Noah y Soph me dicen que soy tonta, pero soy así: no puedo cambiarlo —Niego haciéndola entender que no tiene por qué cambiar ni avergonzarse de nada. —Y mi hermano hoy me ha hecho gastar lo que me quedaba para comprarle el alcohol que le he tirado, pero es que yo solo lo hago por él... Porque quiero recuperar al viejo Eliot.
—Seguro que ese Eliot volverá pronto, sirenita. Nunca pierdas las esperanzas.
—Las esperanzas las acabo de perder hoy mismo —vuelvo a pedirla que me mire y lo hace. Está volviendo a llorar y me duele verla así —No tienes ni idea de lo que es ver a tú hermano en una burbuja de la que no quiere salir y no sabe que yo en el mundo real, le necesito. Necesito a Eliot, Riley.
Se rompe de nuevo.
Tiro de ella para hacer que apoye su cabeza en mi hombro y la abrazo con fuerza para darle a entender que estoy con ella siempre. Comento que, si tengo un poco de idea, pues cuando mi hermana seguía con los ataques antes de saber el motivo, yo me desesperaba porque me jodía verla sufrir y porque era como si también estuviera en una burbuja donde sufría muchísimo. Le doy la idea de que debe intentar hablar con su hermano, aunque no la escuche, pero que lo intente solamente. Cuando terminamos, decidimos dejar de hablar de temas horribles y cambiamos de tema.
Miramos la luna en lo alto del cielo rodeada de estrellas, en silencio, pues no hace falta hablar para decirlo todo. Con una sonrisa, le susurro lo que me hace sentir cada vez que estoy con ella:
—Me encantaría reescribir las estrellas contigo.
Esta se ríe y añade:
—Es imposible reescribir las estrellas, Chico Disney —la miro.
—Contigo puedo reescribir hasta el firmamento entero, Sirenita. —Rueda los ojos y hasta ese gesto me encanta de ella —No existen los imposibles, Mane. Solo es una palabra que el ser humano se pone cuando no se atreve a hacer algo por miedo, pero con el miedo no se gana. Yo quiero reescribir las estrellas, formar océanos y escalar montañas altas siempre que sea contigo... Contigo siempre gano.
—Eres muy cursi, idiota —me río, pero lo que no me espero es lo siguiente que enuncia —Pero me gusta que lo seas.
—A mí me gustas tú y me encantaría que me permitieras entrar a tu vida.
—No seré fácil, ¿lo entiendes?
—Nada es fácil en esta vida, sirenita —la beso, pero es un beso corto —Roma no se construyó en un día así que míralo por este lado: construiremos nuestra propia historia ladrillo a ladrillo y haré que vuelvas a latir. Te lo prometo.
Es ella quien me besa en ese momento. Eternizo el beso y cuando me pide que me quede con ella esa noche, no me lo pienso dos veces y la levanto en volandas del porche para entrar en su casa. Mane me rodea la cintura con sus piernas y dios, como amo solo esa acción. No hay rastro de la señora ni de su hermano; tal vez lo haya subido a la habitación y la otra se haya ido a la suya, pero yo solo puedo pensar en mi sirenita y lo mucho que la he extrañado. Rain tiene razón: no he podido olvidarla y tampoco quiero. Entramos en su habitación y esta noche la prometo que solo existe ella en mi vida mientras hacemos el amor.
Hacemos el amor de la forma más bonita y prometiéndola que voy a quererla de la misma forma todos los días.
Haciéndola ver, que si se pueden reescribir las estrellas.
Buenas noches, Lovers! Hoy os traigo cuatro nuevas actualizaciones con mucho amor. Espero que las disfrutéis y no olvidéis votar, comentar y compartir para ayudarme a crecer en la plataforma naranja. Solo quiero decir, que con estos capítulos, cada vez nos acercamos más al final de Riley y Mane, ¿estáis ilusionadxs por ver como acaban? Yo sí, y espero que vosotros y vosotras también.
Como siempre digo, tenemos dos grupos tanto de wasap como telegram donde voy subiendo avances y fangirlear con mis historias por si os interesa uniros. Podéis conseguir los links en mi perfil o pedírmelos al privado.
Instagram: carlusky_01 (personal) y Sagaalover (wattpad)
Preguntas: ¿Os ha gustado que Riley haya sido tan compresivo con Mane al enterarse de la verdad? ¿Cuánto le dais a este capítulo? ¿Os ha echo llorar?
DEDICATORIA:
BURGUI92, Itsmariabox, cristinazg_, SeirMayantigo, AdictaAlChicoDelPan, AndreaSmithh, itxmaikai, WattpadEspanol, WattpadRomanceES, Titania2408, Paattri20, MakaAlbrann, Pistachada, Yomira_Hernandez,
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro