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Un golpe bajo...

Disculpen la demora :S

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Hospital General de Duluth, joya sanitaria de la ciudad desde su remodelación en el año 1996. Y también es el lugar en donde el Doctor Lincoln Loud trabajaba. Durante su estadía laboral en el establecimiento se había hecho con una gran reputación gracias a sus diagnósticos rápidos y precisos.

Sus compañeros, gerentes y maestros se sorprendían que no había hecho una especialización, incluso le habían sugerido que hiciera un fellowship, pero el hizo caso omiso a eso, principalmente porque el área de Medicina General le encantaba, no solo porque así sentía que ayudaba a más personas sino que también le permitía pasar más tiempo con su familia.

¿Qué más podía pedir Lincoln? Estaba en la cumbre de su felicidad, ejercía la carrera que quería, tenía una hermosa esposa con una historia particular digna de un fanfic de esos que se ven en estos tiempos modernos y cinco criaturitas que le iluminaban sus días, y nadie le iba a arrebatar esa felicidad por la que había luchado tanto junto a su amada Linka.

Eran horas de la tarde, ya casi llegaba su hora de salida, había salido de su consultorio para buscar una taza de café bien cargado como a el le gustaba, solo quedaba terminar de archivar unos historiales médicos y ya podría irse a casa, es cuando llega uno de sus compañeros de trabajo; el Doctor Rafael, Un pediatra que provenía de Chile al cual se le presentaron oportunidades mejores en Norteamérica.

-Hey Lincoln, ¿Cómo va todo?- Pregunto el hombre al tomar una taza para servirse algo de café.

-Todo bien, ya casi termina mi turno.- Respondió Lincoln-. ¿Y tú? Escuche te iban a transferir temporalmente.

-Si, lo que pasa es que ah habido un brote vírico en New York, y ya que tengo experiencia en Epidemiologia, al gerente le pareció buena idea que fuera a ayudar un poco.- Respondió el hombre al terminar de servirse algo de café.

-¿Ah si? ¿Y qué será de tu hija?- Pregunto Lincoln.

-¿Kasserine? Ella se quedara en casa de mi hermana mientras estoy allá.- Dijo el hombre para tomar un sorbo-. De hecho ella vive a unas tres cuadras de donde vives tú.

-Eso es bueno para Linda.- Dijo Lincoln-. Ambas son muy buenas amigas desde los cinco años.

-Si, con respecto a eso. ¿Crees que le puedes pedir a Linda que la vigile un poco más?- Pregunto el hombre-. Yo confió en mi hermana, pero algo de vigilancia extra no cae mal.

-He, vale yo le digo-. Dijo el peliblanco-. ¿Y cuando tienes que ir hacia allá?

-Hoy en la tarde tengo que presentarme en el Aeropuerto.- Respondió-. Solo espero que todo salga bien, así podre estar aquí en tres meses, si empeora la cosa, es seguro que me hagan quedarme más tiempo.

-Todo saldrá bien, tu solo relájate y haz bien tu trabajo.- Dijo el peliblanco-. Bueno, tengo que terminar de organizar unas cosas en mi consultorio, asi que hablamos al rato.

-Vale, hablamos al rato.- Se despidió el hombre.

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Habían pasado unos minutos desde que Lincoln había terminado de detallar las historias clínicas, solo estaba recostado en la silla de su escritorio viendo el techo, esperando a que suene la alarma de su teléfono que le avisaba que su turno había terminado

El se levanta y decide echar un vistazo por la gran ventana que estaba atrás suyo, la vista desde allí era espectacular, se veía gran parte de la ciudad y el cielo estaba de un color naranja, aquel ocaso se veía tan esplendido, como aquellas pinturas en óleo de maestros artistas famosos o como en esos discos de música de los ochenta que tanto le gustaban a el y a Paula.

Al pensar en Paula, de nuevo le comió la curiosidad; ella era hija biológica de el y Linka, y las pruebas de DNA que le hizo Lisa al momento de nacer lo corroboraban, pero sus ojos verdes y su cabello grisáceo le llamaban la atención.

Era tan similar a su madre, pero al mismo tiempo tan diferente de su familia. Quizás ella era un "Caso especial" como sucedió con él, siendo el único peliblanco de los Louds junto a su abuelo.

Pero bueno, lo importante es que el la quería y su madre también, le recordaba mucho a su juventud por su fanatismo hacia los comics, e incluso ella dibuja muchísimo mejor que el y que cualquiera de la familia.

El se estira un poco para sacarse de encima el cansancio que sentía, ya ansiaba poder llegar a casa.

Es cuando oye que alguien toca a la puerta de su consultorio.

-Pase.- Dijo el hombre al sentarse en la silla.

-¿Si, señora Tomk...?- El albino se detuvo cuando lo recordé, la señora Tomkings estaba de permiso, así que había quedado una enfermera suplente; la Señorita Abby-. Disculpe, señorita, es la costumbre... ¿Dígame que pasa?

-Ehm... Doctor, hay alguien que lo busca.- Dijo la enfermera, parecía nerviosa.

-¿Enserio?...- Dijo el albino para revisar en su computadora-. Pero, aquí dice que no hay mas citas.

-Es que se apareció de paracaidista, como quien dice, He, he, he...- Rio de forma nerviosa la joven enfermera.

-... ¿Pasa algo, Señorita? Luce muy turbada

-Es que... Bueno, ella insiste en verlo específicamente a usted, al parecer... Bueno, es lo que ella dice. Pero parece que es... Lola Loud.- Dijo la mujer al tartamudear un poco-. Y-ya sabe, la modelo que está haciendo revuelo en el mundo con su belleza y eso...

Lincoln se quedó viendo a la enfermera con incredulidad; ¿Acaso Lola estaba allí? ¿Para qué? ¿Acaso se ocurrió algo malo? ¿Se le quebró el ego? ¿Viene a pedir consejos? ¡Por dios! Lo último que esperaba es que fuera a pedir concejos sobre abortar... Aunque, también puede que esté allí para solucionar de una vez por todas ese problema que los había distanciado.

El peliblanco aun recordaba lo que hizo Lola y lo cerca que estuvo de salirse con la suya. Estuvo enojado con ella y le sorprendió que nunca le dijera a sus padres sobre el potente regaño que le había dado, y el enojo siguió un tiempo después de que él se fuera de la Casa Loud, pero el tiempo y su relación con Linka disolvieron ese rencor.

Y si, Linka estaba al tanto de lo que había pasado, pues en una noche de Champagne y música, el le conto todito. Aunque Linka no pareció muy molesta, es más, hasta le había preguntado si había arreglado las cosas con ella. El le respondió que no veía mucho interés en ella, así que no había necesidad por parte de el, después de todo, el fue la víctima, ¿No?

Y el recuerda muy bien esa charla porque esa noche fue en la que concibieron a Paula.

-¿Doctor?- Pregunto la enfermera, sacando del trance en el que estaba Lincoln.

-¿Eh? Ah si, dígale que pase.- Dijo el peliblanco para ponerse de pie.

-Como usted ordene.- Dijo la enfermera para retirarse.

-"He... ¿A qué rayos estás jugando, Lola?"- Pensó el peliblanco al mirar nuevamente por la ventana.

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-... Y es cuando en este cuadrito entra en escena el protagonista y dice "!No teman¡ ¡ah llegado el Capitán Stalin!" ... ¿Y qué opinas, Ethan?- Pregunto Paula, la cual estaba mostrándole su nuevo proyecto a su hermano mayor.

-Opino que necesitas buscar un nombre mejor, luego le causas pesadillas a los Alemanes.- Dijo Ethan-. Del resto, me parece que tienes una buena historia y un buen diseño de personajes.

-Bien, corregiré eso ahorita mismo.- Respondió Paula-. A propósito, ¿Puedes arreglar el cargador de mi teléfono? Se descompuso otra vez.

-¿Otra vez? Ya es la quinta vez esta semana.- Dijo el peliblanco.

-Lo siento, es que hoy se me cayó y no quiso funcionar.

El peliblanco suelta un suspiro.

-Esta bien, déjame ver qué puedo hacer.- Dijo Ethan al tomar el cargador.

-¡Gracias! Eres el mejor.- Dijo la niña al abrazar a su hermano.

-He, no es nada.- Respondió el chico al corresponderle.

El chico no puede evitar fijarse nuevamente en su hermana, en especial en su cabello griscaseo y sus ojos verdes, en fisionomía se parecía a su madre, pero esos dos detalles le hacían dudar de si era hija biológica, o era adoptada...

-... ¿Qué?- Pregunto Paula al ver que su hermano la veía con detalle.

-Disculpa que te lo pregunte nuevamente, pero ¿Segura que no eres hija del pandero?- Pregunto Ethan.

-¡Oh, vamos!- Exclamo la chiquilla-. ¿Cuántas veces les tengo que decir que si soy una Loud?

-He, he, Lo siento, Paula, es que es divertido molestarte.- Dijo el chico al acariciarle el cabello-. Veré si lo puedo arreglar ahorita.

El chico sale de la habitación de su hermana y ve que Laura viene subiendo las escaleras, distraída con su teléfono. Por su sonrisa dedujo que hablaba con Sunyl.

-¿Qué haces, Lau? ¿Hablando con Sunyl de nuevo?- Pregunto el chico.

-¿Eh? Si, le estaba diciendo algo sobre ehm... ¿Una tarea?- Dijo la peliblanca algo nerviosa.

-He, vale... ¿Y que tal va esa tarea?- Pregunto el chico.

-... Pues bien, mañana voy a salir con el hacia el Restaurante Colombo-Venezolano "El Pana Emberracado"- Respondió Laura al mostrarle el mensaje en su Teléfono-. ¿Y tu? ¿Cómo te va con tu "Katy"?

El chico se sonrojo un poco y Laura sonrió de manera picarona.

-Bueno, hoy en la tarde hable con ella y me envió un mensaje muy bonito que me llego al corazón-. Dijo Ethan para mostrarle el mensaje a su hermana.

-"Eres el Martillo de mi Hoz"- Leyó Laura-. Y mas abajito tu respondiste "Y mi corazón es tuyo. Corrijo; ¡es Nuestro!"

-A que soy un chico bien poético, ¿No lo crees?- Dijo Ethan.

-Ehm... ¿Segura que ella no es comunista?- Pregunto Laura.

-No, claro que no lo es, si lo fuera me hubiera puesto de apodo cariñoso "Cerdito Capitalista" ¿No?- Dijo el chico.

-... Buen punto-. Dijo Laura-. Lo importante es que estas disfrutando de tu nueva relación. ¿Qué vas a hacer?

-Voy a ver qué hace Linda.- Dijo Ethan-. Lo más probable es que esté jugando a estas horas, y como se compró el Doom Eternal, está matando fiebre y Demonios...

-He, vale.- Dijo Laura-. Yo estaré en mi habitación escribiendo un rato, si me necesitas no más toca la puerta.

-Vale.

Laura le da una palmada en el hombro a su hermano y se va a su habitación, el chico se acerca a la habitación de su hermanita y toca la puerta y desde adentro ella le dice que pase. Justamente ella estaba en la computadora jugando, pero no al Doom, si no al League of Legends.

-¿Qué haces, hermanita?- Dijo el chico al acercarse.

-Jugando Lolcito un rato.- Dijo Linda mientras seguía viendo la pantalla-. Ya casi recibo mi Promo a Diamante.

-¡A la madre! La Soraka que posees esta rotísima.- Dijo el chico al ver a la pantalla.

-Sí, me acabo de cargar un Tanque y a un Support.- Dijo Linda-. Ya casi gano, solo que estos ADC's definitivamente no ayudan de a mucho, por eso casi no me gusta ser Support.

-¿Ah si?

-Si, por más que los ayude, ellos siempre han de fedeear. Yo quisiera que se quedaran aunque sea cinco minutos en AFK...- Dijo Linda.

-Pensé que estarías jugando al Doom Eternal ahorita.- Dijo Ethan al sentarse en la cama de su hermana.

-De hecho, después de esta partidita, me iba a ir directito al Doom.- Dijo Linda-. Y así... No ¡No, No! ... ¡Me Lleva la chingada!

-¿Qué paso?

-Me robaron mi promo a Diamante.- Dijo la chica-. ¡Mis ADC's No sirven! ¡Y el Jungla no sabe jugar!

-He, pobrecita.- Dijo el chico para acariciarle la cabeza a su hermana.- Ya habrá otra oportunidad.

-Si... Bueno, creo que iré a hacerme un Sandwich ¿Quieres uno?- Pregunto Linda al Salirse de la partida y levantarse de la silla.

-Si, por que no...- Respondió el chico al levantarse.

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-Por aquí.- Dijo la enfermera dándole el paso al consultorio de Lincoln.

Cuando Lola Entro, se fijó que Lincoln estaba de espalda, viendo por una de las ventanas del lugar. El doctor se voltea y se fija en que Lola no parecía verse como siempre. Vestía una gran gabardina, usaba unos lentes oscuros y un sobrero.

Allí Lincoln se preguntó... ¿Iba a revisar a Lola Loud, a un villano de Dick Tracy o a un amigo de Al Capone?

El peliblanco se sienta en la silla de su escritorio y Lola se sienta en la silla que tenía frente a ella.

Hubo un silencio bastante incomodo, incluso la enfermera sintió la tensión en el lugar. Lola no hablaba, así que Lincoln intuyo que ella quería que el hablara primero.

-Bien... ¿Qué te trae por acá?- Pregunto Lincoln.

-... Bueno, yo... Tengo un problema.- Dijo la rubia.

-¿Ah si?- Pregunto nuevamente-. ¿Y que es ese problema específicamente? ¿Descubriste extraños pero saludables beneficios al disfrazarte como el modo incognito del navegador de Google Chrome?

-No... No es eso, es un problema de... Salud algo... Incomodo de decir-. Dijo Lola al agachar la cabeza.

Muy bien, ahora Lincoln estaba intrigado. ¿Qué podría tener?... Lo malo es que aún no existen píldoras para la mala actitud, si es ese el problema...

-De acuerdo... ¿Y que es ese problema en específico?- Pregunto el medico.

La rubia voltea a ver a la enfermera y luego mira al doctor.

-¿Crees que pueda ser en privado?- Pregunto Lola.

Lincoln la miro con duda, pero finalmente accedió.

-Muy bien, ehm, señorita ¿Sera que puede retirarse?- Dijo el profesional de la salud, la enfermera obedeció y se fue.

-Bien, Ahora si, dime que es lo que tienes- Dijo el peliblanco.

La chica se quita el sombrero y los lentes, y Lincoln se sorprendió de la apariencia de su hermana, y se sorprendió no de buena manera. Su piel estaba muy pálida, sus lindos ojos azules estaban bastantes enrojecidos y tenía ojeras bastante visibles. No se parecía en nada a la Lola que aparecía en la foto de esa revista de modelaje en la que debuto.

Se veía bastante frágil, el chico tuvo la impresión de que ella podía volverse un nudo a la mas mínima briza o a un simple estornudo.

-Veras, Lincoln...- Dijo la rubia-. Tengo un... Una...

-¿Una?...

-Es una extraña... Mancha en mi... Pezón y pica bastante.- Finalizo la mujer.

-¿Es eso?- Dijo el chico-. Lola, sabes que esa no es mi área. Ese tipo de problema le compete más a un Ginecólogo.

-Eso lo se, pero. ¿Qué podría pensar la prensa si me ven entrando o saliendo de un consultorio Ginecológico?

-Que puedes estar haciéndote una revisión de rutina. Toda mujer puede hacerse una.- Respondió Lincoln-. Hasta los hombres pueden hacerse una, pero eso ya sería con un Urólogo.

-Se nota que no sabes cómo funcionan los Paparazzis.- Respondió la mujer rubia-. Hace poco se descubrió que mi Ex fue diagnosticado con Gonorrea. Con eso ya te puedes hacer una idea de las mentiras que inventaran para ganar unos dólares de más.

El peliblanco solo la observa. Vaya, vaya... Como cambian las cosas. Lola, la reina del Narcicismo, ahora necesitaba ayuda de el. Por un momento se vio tentado a negarle la ayuda y decirle que se largara de allí, después de todo, ¿No sería una justa vendetta por lo que ella le hizo años atrás?

Pero enseguida descarto esa idea, pues iba en contra de sus principios y en contra del juramento que hizo cuando se graduó de Medico.

Asi que suspiro...

-Muy bien... Yo puedo chequearte, pero las pruebas son algo invasivas.- Dijo Lincoln.

-No importa, con tal que me digas que es lo que tengo, está bien para mi.- Respondió la rubia

-No, Lola. Creo que no me entendiste, no te preguntaba si estaba bien que realizara estas pruebas invasivas, es si estaba bien que yo las hiciera. Para que te quede más claro. ¿Estás de acuerdo que tu propio hermano mayor te toque los pechos?... Esa parece pregunta de un Anime Ecchi.- Dijo el Loud.

Con la pregunta directa que hizo Lincoln, Lola no pudo evitar sonrojarse de la pena que sintió. Es decir, tiene razón en esa parte, a pesar que es un procedimiento médico, sería algo moralmente ambiguo... A no ser que seas de Alabama o Monterrey. Pero enseguida suspiro, era por su salud y verdaderamente estaba preocupada.

-Haz lo que debas hacer.- Dijo la rubia al bajar la cabeza en señal de derrota.

Lincoln suspiro... SI no fuera porque estaba casado con su contraparte femenina con la cual tuvo cinco hermosos hijos, esto estaría en el tope de su "Rarocosometro"

-Muy bien, ve hacia atrás de esa cortina y quítate la ropa del torso. Allí encontraras una bata azul, póntela y cuando termines siéntate en el desván de exploración.

La rubia asiente y va hacia atrás de las cortinas...

-... Si no fuera porque soy médico y este es un examen de rutina, seguramente Linka me mataría si se enterase de lo que voy a hacer.- Pensó el doctor al ir al estante y tomar unos guantes de Látex.

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El Cuerpo de Lola es un poema de belleza, las curvas de su cadera estaban bien detalladas, casi se puede decir que son la definición de la expresión "Curvas Peligrosas" y sus pechos eran de un tamaño agradable, ni muy pequeños ni muy grandes. Pero Lincoln no se fijó en eso. Con guantes puestos se acerca a Lola y se fija en su piel, él sabía que estaba pálida, pero, caray... Un poco más y podía ver sus órganos internos sin necesidad de una radiografía.

Quizás eran ideas de él, pero tenía un mal presentimiento...

-Bien, Lola, se que ya me diste tu consentimiento, pero déjame corroborar; ¿Estas segura de hacer esto?- Pregunto Lincoln.

-Solo... Hazlo.- Dijo Lola.

-Mn... De acuerdo... Supongo que procederé a hacer este examen y luego me daré una larga ducha...- Respondió Lincoln.

-Lincoln, exageras un poco. ¿Qué hay de malo en que realices un examen en el que implica tocarle los pechos a tu hermana menor?- Dijo Lola.

-... ¿Quieres que te responda, o mejor sigo con esto y no volvemos a tocar el tema?- Pregunto Lincoln con un leve sonrojo de vergüenza.

-Esta bien, hazlo.

Antes de comenzar a palpar, revisa la lesión del pezón. Era bastante irregular y los bordes eran escamosos... Enseguida su preocupación subió un nivel más, pero sus años de experiencia le permitieron ocultarlo bien.

Finalmente acerca sus manos y comienza a tantear la glándula mamaria afectada en busca de Nódulos u cuerpos extraños, al principio no parecía haber nada, hasta que sintió algo en la parte baja.

El traga un poco de saliva, ya se estaba asustando un poco, no pintaba para nada bien esto.

-Bien... Necesito estar seguro de lo que hago, pero los guantes me quitan sensibilidad. ¿No tienes problemas que haga el examen sin los guantes?

-Si con eso puedes dar un diagnóstico más rápido... Hazlo.- Dijo Lola con la cara roja de pena.

Él se quitó los guantes y nuevamente comenzó a tantear, y nuevamente sintió algo en la parte baja.

-Lola... Me parece que tenemos que hacer una Mastografía.- Dijo Lincoln al levantarse, pero enseguida Lola le detuvo.

-¡No!... Por favor, tiene que haber otra opción.- Dijo Lola.

"Pero me lleva la gran..." El peliblanco se tragó sus pensamientos y suspiro.

-Bueno, hay otro procedimiento, pero es bastante brusco y doloroso.- Dijo Lincoln.

-No importa, yo me aguanto.- Respondió Lola.

El procedió a realizar el procedimiento, como dijo fue bastante brusco, haciendo que Lola apriete bien fuerte sus puños y le salieran lágrimas por el dolor. Durante el procedimiento, Lincoln sintió bien el Nódulo en la parte baja de su pecho, ya estaba casi seguro que tenía su diagnóstico. Así que se detiene y va al estante y toma unas píldoras, luego va por un vaso de agua y se lo da a la rubia, la cual estaba masajeándose el pecho, aún le dolía bastante.

-Tómatelas, te aliviaran el dolor y el fastidio.- Dijo Lincoln al darle las píldoras y el vaso con agua-. Solo necesito que me respondas algo, desde que salieron esas lesiones en tus pechos... ¿Has sentido una sensación como si gotearan?

-Si... Todo el tiempo.

El hombre se lleva una mano al mentón para ocultar su sorpresa, ya tenía claro que era lo que tenía ella, todo concordaba.

-"Ay rayos... Eso no es bueno..."- Fue lo que pensó.

Lincoln se dirige a su escritorio y toma un récipe y un lapicero y comienza a escribir en el.

-¿Qué pasa, Lincoln?- Pregunto Lola-. ¿Ya terminamos o hay más pruebas?

-No, ya terminamos...- Dijo el peliblanco mientras seguía escribiendo-. Ya puedes cubrirte tus... Solo vístete.

Lola se coloca su ropa, pero se sentía preocupada... Había algo que Lincoln no le contaba, y estaba segura que era algo muy malo.

-Muy bien, esto es lo que vamos a hacer.- Dijo Lincoln al darle el récipe a Lola junto a otro papel.- Creo saber qué es lo que tienes, pero yo no lo puedo tratar, necesitas ir a un ginecólogo. Por fortuna una de mis mentoras puede ayudarte, la dirección de su consultorio la escribí en este otro papel, necesito que vayas lo antes posible, si puedes mañana, mejor.

Ella toma ambos papeles y le echa un vistazo al récipe.

"Dra. Sanders:

La chica que posee este récipe es mi hermana Lola, necesito que la revise bien y le haga las correspondientes pruebas para confirmar sospechas y comenzar un tratamiento lo antes posible.

Posible Diagnostico: ¡Enfermedad de Paget Mamario!"

Lola trago algo de saliva, solo con ver el posible diagnostico presentía que era algo malo.

-Ahorita que salgas de aquí me comunicare con la Dra. Sanders y le diré que te envié hacia allá. Te recibirá bien y no te preocupes por los Paparazzis. Muchas mujeres del mundo de la farándula recurren hacia ella, por lo cual debes de fiarte de su confidencialidad.

-Lincoln... ¿Qué es la enfermedad de Paget Mamario?- Pregunto Lola, el peliblanco sintió un nudo en la garganta...

-Solo... Ve a verla mañana mismo... Por favor, Lola...

-Lincoln... Estoy asustada, por favor, dímelo...- Dijo la rubia.

-Quizás mi diagnostico este mal...

-Linky...

Hace tiempo que ella no le llamaba así, sintió bastante tristeza. ¿Por qué a ella?...

-Lola... La Enfermedad de Paget Mamario es... Es un tipo de Cáncer.

La rubia quedo petrificada, había oído bien lo que dijo Lincoln... Pero, era como si se hubiera desconectado del mundo. ¿Un tipo de Cáncer?... ¿Eso qué quiere decir? ¿Aún le queda tiempo para salvarse o llego muy tarde?

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(Continuara...)

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